Monumento a Ichiyō Higuchi en Japón |
Su versión en anime/manga |
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Sinopsis: La belleza de Helena es un preciado regalo otorgado por los dioses, pero su belleza también será su perdición. La diosa Afrodita ha destinado el amor de la mujer más hermosa sobre la tierra al troyano Paris, desatando entre ellos un romance que culminará en una larga y cruel guerra entre Troya y los reinos de Grecia en la que Helena estará a punto de perder todo, incluso su propia vida. Redescubre la fascinante y mítica historia basada en la Ilíada y la Odisea, vista desde los ojos de la propia Helena, confirmándola como una de la figuras más apasionantes y modernas de la tradición griega.
Esta reseña ya me estaba mirando a lo lejos con ojos de "a ver cuánto te acuerdas de mí" porque el borrador ha estado más o menos un mes y medio (poco más) en el blog. Yo le devolví la mirada con ojos de "es que es muy difícil escribirte" todo este tiempo pero pues eventualmente tenía que sentarme a escribir porque necesito hablarles de este libro con desesperación. Así que aquí vamos.
El velo de Helena es la historia de la Iliada desde los ojos de Helena de Troya (reina de Esparta). Voy a suponer aquí que todos conocen, más o menos, la historia de la Iliada de todas las adaptaciones que se le han hecho. Ya sea por Brad Pitt o por las Aventuras Crayola (díganme por favor que es por las Aventuras Crayola, si me lo dicen me van a hacer la persona más feliz del mundo), los libros de mitos para niños donde se habla del Caballo de Troya o de la manzana de la discordia, lo que sea. Muy bien. Usualmente todas esas historias no se cuentan desde el punto de vista de ninguna mujer, mucho menos de Helena (que siempre es vista y retratada como la causante de la guerra) que nunca parece tener agencia o decisión propia. Aquí es donde interviene este libro: Helena nos cuenta, desde sus ojos, la guerra de Troya. Pero no sólo la guerra. También el amor.
Bueno, si revisan un poquito mi blog con atención van a descubrir que me dedico a ser la promotora no. 1 de María García Esperón porque es una de mis autoras favoritas. Es mexicana, muy aficionada a la mitología y a la historia clásica (muchos de sus libros son de corte histórico o retellings de mitos y prácticamente todos están reseñados aquí) y la conozco de cuando todavía existía el Hi5. A ver, imaginen esto: un Hi5 horrible, con un layout en negro, rosa y morado, porque la niña (o sea, yo) era emo. tenía doce o trece años. Mi blog todavía no existía, yo dividía mi tiempo entre poner canciones de La Oreja de Van Gogh y My Chemical Romance en el Hi5 (con reproductores de esos molestos que tienes que buscar por toda la página para poder quitar), jugar rol en un foro que se llamaba Mundo Mágico (que luego cerraron, pero sobrevivió uno de Charmed) y escribir un fanfic en los foros de Hi5 (Potterfics llegó justo después) y una novela malísima en un blog (aquí, en blogger; el blog existe y se puede acceder, pero no es indexable, así que suerte encontrándolo). Entonces en esa parte de Hi5 donde ponías tus cosas favoritas yo elegí responder a Libro Favorito con "El disco del tiempo de María García Esperón". Nombre completo y todo. Así que lógicamente (no, la verdad no) un día recibí un mensaje de una señora que se llamaba María García Esperón donde, entre muchas cosas, me agradecía que su libro fuera de sus favoritos.
Me fui para atrás (notemos que yo acababa de cumplir trece años), creo que era el principio del 2009 o finales de 2008.
Desde entonces no he dejado de leerla y de ser testigo de cómo ha evolucionado como escritora. Así que obvio vengo a hablar de su última novela para decirles que la lean. Bueno, toda la palabrería fue para contarles como este libro llegó a mis manos (no tenía otro destino).
La historia está escrita desde la voz de Helena, que es una mera espectadora de una guerra de la que se siente responsable (aunque ella sólo esté siguiendo los designios de Afrodita y de la manzana de la discordia, esa que dice "Para la más bella" y que Paris le dio a la diosa a cambio del amor de la mujer más hermosa del mundo). Desde el principio me enamoré de su personaje, especialmente cuando habla de su matrimonio con Melenao (que eligió ella) y de cómo no puede evitar sentir envidia por Penélope, que se casó por amor con Odiseo, porque ella no eligió a su marido por amor: no estaba enamorada de Melenao y no lo había estado de nadie. Creo que una de las cosas mejor logradas de la novela está el hablar de amor, específicamente, del enamoramiento. Especialmente cuando Paris, el príncipe de Troya, entra en escena.
Paris estaba parado detrás de mí y pensé que si me volvía y lo contemplaba, el suelo se hundiría bajo mis pies, los cielos se abismarían sobre mi cabeza. ¿Qué era esa sensación de morir sin morir, de volar y estrellarse en el suelo, de nacer de nuevo en un lugar desconocido sin moverse del mismo sitio?
Que el abrazo de Paris durara para siempre, que esa mirada que me envolvía no se apagara nunca, que su voz me cantara hasta que la última estrella se extinguiera, hasta la última marea y el último amanecer del mundo.
Ya no me queda más que decirles del libro más que las ilustraciones de Claudia Navarro lo complementan de una manera preciosa y que es un soplo de aire fresco (perdón, no encontré otra expresión más cliché) sobre la historia de la Iliada. (Y que yo volví caer como estúpida por Héctor, eso siempre me pasa). Lo edita El Narajo, una editorial para niños y jóvenes que ha estado varios años apostando por un montón de historias muy diferentes y me permito hacerles publicidad porque su trabajo editorial ha sido siempre de calidad. Entonces, si tienen la oportunidad de conseguir un ejemplar de este libro, no duden en leerlo y contarme qué les pareció.