Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 1 de junio de 2019

Algunas reseñas de autores mexicanos

Hay días que me aburro de tener reseñas pendientes. Hoy es uno de esos días. Veo la lista de libros que quiero reseñar y me abruma ver que leo a una velocidad que no compite con la velocidad en la que pienso las reseñas. A veces tacho algún libro de la lista porque me doy cuenta de que en realidad ya no tengo absolutamente nada qué decir sobre él. Es algo triste, pero ese es casi siempre el destino de los libros que leí sin saber por qué, de los que me acuerdo, porque es muy difícil que se me olvide algo que leí, pero que sencillamente me parecieron tan anodinos que no encuentro nada digno de resaltar, ni bueno, ni malo. Supongo que es un destino mejor que acabar siendo el último ranteo de mi blog o el último libro que use de ejemplo para demostrar cómo no se debe escribir una novela, pero aún así es un destino bastante triste. El caso es que estaba yo repasando la lista de pendientes y, además de tachar unas cuantas cosas que ya no planeo escribir, encontré tres reseñas que definitivamente quería escribir.

Lo único que las une es que todos los libros son de autores mexicanos y pues de alguna manera hay que reivindicar a la literatura nacional y darle su espacio. Ya saben que en este blog todo cabe. Hablo de un millón de temas a la vez, porque puedo y porque quiero. Hay libros de todas las temáticas, para todas las edades y casi para todos los gustos. Yo simplemente devoro todo. Así que, ahora sí, aquí les van, las reseñas, antes de que pase un año y yo todavía no las haya escrito.

Los fantasmas de Fernando, Jaime Alfonso Sandoval


Sinopsis:  Fernando está convencido de que tiene la peor suerte del mundo: murió su perro, se quedó sin escuela, lo dejó la novia, se fracturó la mano y, para colmo, está por heredar un hotel abandonado que ha pertenecido a la familia de su padre, a quien no ha visto en años y quien se encuentra muy enfermo. Como no tiene nada que perder, decide acompañar a su tía y a su primastra a Costaverde para recibir la herencia. En medio de aquel viaje, lleno de secretos, recuerdos e historias de fantasmas, Fer desarrollará una amistad que lo cambiará profundamente.

Este libro lo leí mientras atendía la FILIJ el año pasado. Así que lo leí entre niños que preguntaban por libros de terror, de aventura, libros graciosos, que preguntaban el precio de los libros, de papás que pedían "libros con valores" (no lo hagan, por favor), de maestras que perseguían niños y de gente que me preguntaba con libros con detalles como "tiene una portada roja" o "salen dos niñas en la portada" y nada más. Ya sé que todos esos datos no parecen de lo más interesantes para la reseña, pero créanme que tienen su importancia: leí este libro, finalmente, entre interrupciones, dejé muchas veces una oración a la mitad por atender a alguien y luego tuve que volver a regresarme al principio, lo leí de pie, cansada, pero lo leí. Lo maravilloso de leer en medio de un stand en una feria de libro es que probablemente es la única distracción que tienes en ese momento y nada que no sea un cliente te va a sacar de la lectura. Lo no tan maravilloso es que igual estás leyendo el único ejemplar abierto y de repente lo necesita tu compañero de quien sabe dónde para enseñarle a un niño las ilustraciones y se te pierde la página donde lo dejaste o que hay una lista de espera de gente que lo quiere leer después de ti. Sí, hay que ser rápido.

Cuando lo presentaron en la FIL Guadalajara (Socorro Venegas, Toño Malpica y el mismo autor, Jaime), Toño Malpica dijo que era un libro que no podías echarte en un sentón porque había que darle su tiempo. Bueno, yo me salté el consejo por la torera y lo leí en una FILIJ, corriendo porque había más gente que quería leerlo y me lo eché más o menos en un día (sí, leo muy rápido, este no es el punto). Los fantasmas de Fernando es un libro muy sencillo..., en apariencia. Fernando tiene la peor suerte del mundo, está decidido a quedarse encerrado en su cuarto hasta el fin de los tiempos (hello darkness my old friend) porque se le murió el perro, lo cortó la novia y no sé que otra tragedia de esas que los adolescentes creen que es el fin del mundo le pasó cuando llega su tía y le dice que su papá se está muriendo y que le va a dejar una herencia.

Una descripción gráfica de Fernando
Y allá va: a un pueblo en la mitad de la huasteca potosina, a reclamar la herencia. Pero no todo es tan sencillo. Una de mis cosas favoritas del libro, lo que hizo que me gustara mucho, es la manera en la que el narrador juega con el lector. Es un juego inteligente, porque desde el principio uno advierte que la narración no le está contando toda la versión de la historia. Fernando, el personaje, la suelta dosificada y como a él le conviene. Total, el personaje lo que quiere es ganarse las simpatías del lector, ¿no? O al menos, la simpatía por la historia. Alterna la historia de su viaje como adolescente con un viaje antiguo que hizo con su papá. En toda la historia hay varios misterios y algunos se adivinan rápido, otros no. El libro habla mucho de la relación de padres e hijos y de lo complicada que puede llegar a ser. Creo que ese es su punto fuerte, de verdad.

Es un libro sencillo (no le busquen cinco pies al gato cuando nada más tiene cuatro) y me gusta especialmente porque la evolución del protagonista a lo largo de la historia es palpable. Fernando se ve obligado a confrontarse con su mierda y con las consecuencias de lo que hace, con todo lo que al principio del libro está escondiendo de sí mismo y de los lectores. Las ilustraciones son de Roger Ycaza, todas muy bonitas y acompañan muy bien la narración. El libro lo pueden encontrar en la colección A la orilla del viento del Fondo de Cultura Económica, por cierto.

El triunfo de la memoria, Abril Posas


Sinopsis:  Los personajes de Abril Posas se enfrentan a dos problemas: la memoria y el dolor. Su defensa es trágica e inútil pero valiente. Son héroes vencidos que entienden que nuestras historias no son más importantes que las de los otros.
En "El triunfo de la memoria" los cuentos revelan la desesperanza en la que vivimos, el rostro del anonimato, de la nostalgia, del dolor de todo ese ejército de seres que somos o que hemos sido; y nos dice: somos un grupo de apoyo que recicla historias para sobrevivir.
De la poderosa generación de los nacidos en los ochenta, la voz de Abril Posas despunta como una de las piezas de nuestra nostalgia. Nace de la rabia y nos recuerda que los débiles olvidan sus cicatrices porque, a veces, esas marcas son pruebas de que somos héroes. Aunque no exista salida, los sobrevivientes de la memoria, entonces, son héroes sutiles y reales.

Este es un libro de relatos publicados por la editorial Paraíso Perdido que saqué de la Biblioteca Vasconselos un día que no encontré ningún otro libro. O sea, fue el pilón. El libro que si hubiera encontrado algún otro de la lista que llevaba, no me hubiera llevado. Ya sé que a ustedes puede no interesarles mucho las historias de cómo llegan los libros que llegan a mi vida y por qué los leo, pero de todos modos se las voy a contar (y me vale madres). No creo en ningún designio divido que haga llegar a los libros a nuestras manos cuando los necesitamos, no creo en ningún destino que nos arroje un libro a los pies, por creer no creo en el zodiaco. En lo único que creo es en las casualidades. El triunfo de la memoria fue una casualidad en mi vida.


Ahora, hablando sobre el libro en sí: es un libro promedio. O sea, no te voy a decir nunca que fue la mejor lectura de mi año, pero tampoco te voy a decir que fue la peor. Al final del día quizá ni me acuerde de todos los cuentos que estaban en el libro, pero sí me voy a acordar de los que más me resonaron (el de la amiga católica, por ejemplo, o el primero). El triunfo de la memoria, como compilación de cuentos, es bastante buena. Se nota que hay una cohesión entre los temas de los relatos (los recuerdos, la memoria, la falta de ella), que todos tienen una razón de por qué estar en donde están. Pero. Pero creo que no todos están a la misma altura los unos de los otros y que sólo unos pocos se me quedaron bien grabados.

Kudos por el libro
De todos modos, este es el primer libro en solitario de Abril Posas. Por lo que encontré sobre ella ha sido ya participante en otras antologías, pero este es el primer libro que publica ella solita. Y se me hace un libro muy bueno para empezar, creo que sabe de lo que habla, que sabe como transmitir muchas cosas y cómo mantener al lector en vilo. La cosa es seguir puliendo la escritura y eso es algo que nunca dejamos de hacer.

Algunas primeras veces, Ana Romero


Sinopsis: En este libro encontrarás una historia similar a la tuya. Inés va a enamorarse por primera vez. Ella también hará un desayuno, hablará por fin con sus padres y quizá aprenda a bailar. Sus encuentros son un torbellino de sensaciones que sólo tú podrás comprender.
La sucesión de estos momentos de inseguridad, ternura y amistad conformarán su identidad.

Primeras declaraciones: YO ADORO ESTE LIBRO. Estoy enamorada de él. Esa podría ser toda la reseña, pero bueno, no vamos a perder la mala costumbre de llenar de verborrea las entradas. Este es un libro que, por el momento, me parece que está descatalogado. Así que si lo encuentran y son la clase de personas que les gusta leer historias románticas coming-of-age que pasan en México, no duden en leerlo (si alguien puede prestárselos, si lo encuentran en alguna biblioteca, en una librería de viejo). ¿Y por qué me gusta tanto? Porque me identifico de todas las maneras posibles con la protagonista. Inés es un tipo de chica edgy que sólo quiere encajar en alguna parte a como dé lugar, no tiene ni idea de cómo relacionarse con sus papás ni con su propia adolescencia y está descubriendo que ser mujer no es algo bonito ni de cuento de hadas.

La trama es sencilla (un amor de verano) pero la narración esconde entre líneas muchas cosas. En Inés vi reflejada la inseguridad de la adolescencia en las mujeres, el enfrentarse por primera vez a la cara de los dobles estándares de la sociedad en la que vivimos (la eterna dicotomía entre la santa y la puta, sin ningún punto medio), vi la búsqueda de una identidad que todos intentamos construir cuando nos damos cuenta de que estamos creciendo. Para mí, Algunas primeras veces, fue un viaje a mi propia nostalgia (y ya he hablado de cómo los productos que apelan a mi nostalgia me interesan de manera especial, aunque les exija la misma calidad que a cualquier otra cosa) y fue ver reflejadas muchas cosas de mí que viví en mi adolescencia en un libro.

De verdad se los recomiendo mucho. Ana Romero no es la única autora que escribe de las chicas adolescentes de manera magistral (por ejemplo, Ojos llenos de sombra de Raquel Castro también es de mis coming-of-age favoritos) pero sí es una de las que lo está haciendo mejor. Entre líneas hay una crítica muy aguda a lo que la sociedad marca como correcto para las mujeres y a lo que les exige a los jóvenes. Eso le dio muchos puntos al libro, la verdad.


Y bueno, hasta acá llegan mis recomendaciones del día. Cualquiera de estos libros es muy bueno para conocer a autores mexicanos, no duden en contarme si leen alguno o tienen alguna otra recomendación en los comentarios.

jueves, 30 de mayo de 2019

The Killing Joke, Alan Moore & Brian Bolland | Reseña

Sinopsis:  El legendario escritor Alan Moore redefinió la figura del superhéroe con Watchmen y V de Vendetta. En Batman: La broma asesina, aborda los orígenes del mejor supervillano del cómic, el Joker... y con ello cambia el mundo del Hombre Murciélago para siempre. Impresionantemente ilustrada, esta edición de lujo de Batman: La broma asesina goza de un deslumbrante nuevo coloreado del propio dibujante, Brian Bolland, que es fiel a la versión original que él tenía en mente para este clásico moderno de la historieta.

Pues mi reviú en Goodreads dice que leyendo esta historia no es difícil adivinar por qué The Killing Joke le mama a los vatos promedio. Yo, por otro lado, tengo una colección de opiniones. Encontradas, claro, porque finalmente es una historia bien escrita en lo técnico, con un arte muy chido, pero que aún así, no acaba de ser mi favorita. Eso porque me encanta verle 50 pies al gato, todos lo sabemos. (Y que bueno, porque por eso me leen). Voy a dividir todo este asunto por temas, porque así me es más fácil explicarme..., empezando, primero que nada, por el trato que se le da a las mujeres en el libro. Porque, oh, sí, todas mis quejas, como siempre, nacen de allí.

El sufrimiento de las mujeres en favor del character development de los hombres: las mujeres en los refrigeradores


Es un tema del que ya he hablado mucho en muchas reseñas. Lo toqué con un poco de calma en la reseña de After (libro que ya sabemos que además de ser una pena de redacción también es una colección de ideas misóginas). En esa reseña menciono algo que desarrollo Maggie Stiefvater en un post que hizo que se llama, literalmente, This is a post about literary rape y que habla de la representación del abuso sexual en la literatura como nada más que un recurso para crear shock o para desarrollar la trama de un hombre o simplemente porque creyeron que era la única manera de darle un trauma a una mujer (y, disculpen, el trauma no es un prop para las tramas, a estas tramas hay que saber llevarlas y contarlas). En fin, pueden leer el post entero, pero yo quiero destacar el mismo fragmento de toda la vida:
I’m talking about novels where the rape scene could just as easily be any other sort of violent scene and it only becomes about sex because there’s a woman involved. If the genders were swapped, a rape scene wouldn’t have happened. The author would’ve come up with a different sort of scenario/ backstory/ defining moment for a male character. Really, this sort of rape is such a medieval, classical way to tell a story.
Traducción (hecha por mí): Estoy hablando de novelas donde la violación puede ser cualquier otra clase de violencia y sólo se convierte en algo acerca de sexo porque hay una mujer envuelta. Si los géneros estuvieran cambiados, la violación no habría ocurrido. El autor podría haber creado un escenario/backstory/clímax diferente para un personaje masculino. Realmente, esta clase de violación es una manera demasiado medieval de contar una historia.
 ¿Ya saben de qué estoy hablando? Oh, sí, seguro que lo saben si es que tienen idea de lo que pasa en este cómic: de Barbara Gordon. El personaje se había retirado de su papel de Batgirl en la época de The Killing Joke y aquí sus apariciones son esporádicas. Como si no importara ella, sino lo que le pasa y el efecto que eso tiene en los hombres alrededor. El Joker le dispara en la columna, la deja paralítica y no queda claro si abusa de alguna manera de ella (aunque sí la desnuda y le toma fotografías, por lo que la mayoría de la gente parece inclinarse al hecho de que sí hubo alguna clase de abuso; de todos modos, el tema sigue siendo pregunta de hoy y aunque al parecer Moore dijo que no pasó, sí me parece que al menos una clase de abuso/acoso hubo ahí desde el momento en el que Barbara es encontrada sin ropa). Después de eso hace una aparición en una escena en el hospital, con Batman, donde queda claro que se ha quedado paralítica y finalmente, las únicas imágenes que salen de ella son imágenes el Joker le muestra a Jim Gordon para intentar que se vuelva loco. O sea, al final, Barbara es reducida a una especie de shock. Lo que ocurre con ella (el recibir un balazo, quedar paralítica, posiblemente haber sido abusada) no es más que finalmente un recurso para hacer que su padre se vuelva loco. Pareciera que lo que importa no es ella, sino lo que importa es si Jim se vuelve o no se vuelve loco con esas imágenes


Bueno, mis quejas no son nuevas, no crean que descubrí el hilo negro. Gail Simone hace ya unos añitos habló de la manera en la que las mujeres eran tratadas en los comics: abusadas, perdían sus poderes, eran torturadas, todo esto con el propósito de hacer que un hombre protagonista tenga una razón para buscar venganza o que se busque cierta reacción de un personaje... que es un hombre. A este fenómeno lo llamó "Women in refrigerators". El nombre nació de una escena de un cómic donde Green Lantern Kyle Raynor regresa a casa y encontra a su novia, Alexandra DeWitt, asesinada en el refrigerador (por el villano Major Force). O sea, muchos personajes femeninos, en el caso de The Killing Joke, Barbara Gordon específicamente, acaban siendo mujeres en los refrigeradores. Sus tragedias importan porque hacen que un héroe busque venganza o que el villano intente desestabilizar a un héroe. No importan por sí mismas. Por cierto, pueden consultar la web original de Women in Refrigerators creada por Gail Simone.

(De todos modos, el personaje de Barbara Gordon en otras historias, con otros guiones y otros escritores, demostró que no era sólo el trauma que le había ocurrido y se convirtió en el oráculo, pero bueno, nada de eso fue gracias a The Killing Joke ni a Alan Moore ni a Brian Bolland, así que es historia para otra ocasión). 


En fin, sin embargo, creo que el caso de Barbara Gordon tampoco es el único. En la historia de origen que eligieron darle al Joker en el comic, hay una mujer que muere. Se muere y no importa. El chiste es darle un mal día al Joker, no que la mujer muera. El chiste es demostrar que un mal día es todo lo que necesita Un Hombre para volverse loco. No importa la mujer muerta, podría ser cualquier cosa, cualquier otra tragedia, el chiste es un mal día, no la mujer. Me desespera este fenómeno en los cómics. Ya lo mencioné hablando de Watchmen: les juro que por más que me guste una historia, no tengo interés de leer sobre violencia contra las mujeres si sólo va a ser shock value y sólo va a ser el recurso para que un hombre haga algo o le pase algo. Esa narrativa me da pereza. Si vamos a hablar de estos temas, hay que hablar de las consecuencias para las mujeres, demostrar que su personalidad no es sólo la violencia que le ocurrió a sus cuerpos, que sus personajes son más que eso. Pero no, en vez de eso, tenemos mujeres en refrigeradores.

The Killing Joke está muy mitificado


Entiendo el mito. Lo leí, lo cerré y dije: "ok, por esto le mama a la gente". Está bien escrito. Tiene una premisa más o menos interesante ("lo único que nos separa de la locura es un mal día"). Sin embargo, creo que es una historia que de todos modos se queda corta (sobre todo por el hecho de las mujeres en los refrigeradores que ya mencioné arriba) y donde, me parece, Batman no tiene tanta oportunidad de brillar fuera de la conversación que tiene al principio con el Joker y la que se desarrolla al final. No sé, esa es más o menos mi percepción. El Joker brilla mucho más y es más el impacto que tienen sus acciones (especialmente el sufrimiento de los Gordon, tanto de Jim como de Barbara). Sí hay varios momentos icónicos y si es interesante leer su origen porque finalmente es el building up para el punto que está intentando probar: sólo basta un mal día para que un hombre se vuelva loco.


Sin embargo, toda la historia me sigue llevando al mismo punto: el Joker y Batman acaban frente a frente y de repente siento que sólo están ahí, listos para matarse el uno al otro, por el sufrimiento de otros, por las mujeres en el refrigerador. No sé, hubiera querido que los detonantes fueran otros para disfrutar la historia de otra manera, que los Gordon tuvieran más agencia y no fueran sólo las víctimas que condujeran a Batman y al Joker a un enfrentamiento. Es algo complicado de manejar, pero creo que a estas alturas de la vida puedo pedirlo: no quiero mujeres en los refrigeradores ni víctimas que sólo existan por shock value y luego sean olvidadas.


Dentro de los puntos buenos, creo que también agregaría el arte de la historia, Bolland hace bien su trabajo y pues no me queda más que reconocerle ese asunto y reconozco que el guión tiene varios puntos muy interesantes. Lástima mis quejas, porque les juro que hubiera disfrutado más la historia si fuera de otra manera. Y bueno, ya sé que mi rant no es popular, pero es que estoy muy harta últimamente de esta clase de historias: ya pinches chole con ellas, escriban de nuevas dinámicas. De todos modos, yo ni quería ser popular.

Nos vemos en la siguiente reseña (que, creo, ya no va a ser un rant, aunque ya se sabe que yo los rants los tengo siempre en la punta de la lengua: no me gusta ser popular).

martes, 28 de mayo de 2019

The Ms. Marvel Years, Brian Reed | Reseña

Sinopsis:  In the "House of M" universe, Carol Danvers glimpsed the full potential of her life. Now she embarks with renewed focus in a bid to become the best she can be! With support from friends like Captain America and Jessica Jones, Ms. Marvel is determined to become the greatest hero around - and stopping an alien invasion that could end life on Earth is a good start! But when Civil War erupts, whose side will Carol be on? She's joined by fellow Avengers Wonder Man and Julia "Arachne" Carpenter, but what will their mission be - and is everyone truly on the same team? When the dust settles, a crossroads is reached, and a decision must be made that will change the course of Ms. Marvel's life! 

Este es un grave caso de TODO MAL. En cincuenta grapas (cincuenta y algo más, porque esta compilación trae los especiales), no pude encontrar nada que redimiera esta historia fuera del arte de Sana Takeda (una de mis ilustradoras favoritas) en varias de las últimas grapas. Lo demás es... todo mal. Pero bueno, vamos por partes. Carol Danvers, con el nombre de Ms Marvel, estuvo en manos de Brian Reed desde el 2006 hasta el 2010 y se publicaron nueve volúmenes compilados con su historia. Hace un tiempo Marvel decidió sacar todos esos compilados en tres partes, de tres en tres y bueno, eso fue lo que leí mientras tenía cólicos y me sentía mal hace unos días. Cincuenta y pocas grapas más de Ms Marvel. No les miento: fue horrible.

Está, primero, el asunto de que Carol Danvers no me cae bien: ni en manos de Margaret Stohl, que al menos trataba de que Carol tuviera agencia y vida privada; ni en manos de quien decidió qué iba a defender en Civil War II; ni en manos de Brian Reed (aunque en manos de Brian Reed, además, me enoja).  Me parece un personaje que siempre ha sido usado con una agenda con la que no concuerdo y... bueno, por mucho que los vatos ridículos lloren que el hecho de que ahora tenga una película es producto del marxismo cultural (¿?) o del neofeminismo (¿?) o de cualquier estupidez que se les ocurra, la película tenía momentos que parecían spot publicitario de las fuerzas aéreas. Pero bueno, hablemos de esta serie de comics, cuando Carol aun no era Captain Marvel y los que escribían los guiones y dibujaban gran parte de las grapas creían que no era más que una fantasía masculina. ¿Quieren evidencia? Acá va:

1) Todos estamos de acuerdo que el traje es poco funcional (o sea, es funcional si lo que quieren es mostrar piel), pero lo que es realmente criminal es la manera en la que lo dibujan: pechos que desafían la ley de la gravedad de un tamaño que yo sólo considero adecuado si también tu personaje va a tener dolores crónicos de espalda en algún punto de su vida, leotardos que hacen notar lo muy bien que trae depilada la zona del bikini, un énfasis innecesario en sus curvas. Es muy diferente cómo está dibujada a lo largo de todo este run (con la excepción de los dibujos de Sana Takeda, que si no perfectos le dieron proporciones más normales) a cómo la dibujan ahora. Esperen que les muestro: 

El leotardo a media boob, la zona bikini depilada que ni te cuento
Los increíbles pechos que desafían la gravedad y no conocen la física
Ni así funcionan los vestidos strapples, ni así funcionan los pechos
Y este es un dibujo actual con un traje funcional y con mucho menos énfasis en las *curvas*
¿Lo ven? En los tres primeros dibujos tienen muy claro quien creen que es su público objetivo y estoy convencida de que no están pasnaod en las mujeres. Están pensando en cómo ven los hombres a las mujeres y, sobre todo, cómo ven a las superheroínas. Y eso es lo que se refleja en la página, al final de cuentas. Es incómodo porque sabes que está escrito para un público morboso y además de todo, no es cosa sólo de la ilustración. Oh, no.

2) La vida personal/privada que Brian Reed decidió darle a Carol Danvers: Después de leer el run de Margaret Stohl (del que les debo una reseña) que hacía énfasis en Carol y en su círculo de amigas (aunque mediocre, pero al menos lo intentaba), todo este fue una mortal decepción. En la primera grapa Carol menciona que Jessica Drew es su mejor amiga y... luego vuelve a salir como cuarenta issues después o algo así. Es obvio que a Brian Reed la vida personal de Carol no le importa en lo más mínimo si no es para salir con hombres, tener citas, one night-stands que me hacen creer que Carol/Rhodes fue una buena idea en algún momento (en serio, así de nefasto) o que los hombres se comporten de manera extraordinariamente creepy alrededor de ella (Peter Parker incluído, aunque creo que es el menos creepy de todos). La manera en la que están escritas sus interacciones con hombres que podrían ser *intereses* amorosos o sexuales es creepy a morir. Hasta incómoda. Y, dejando de lado a su agente, a la cual parecen olvidar pasado un tiempo, las citas es el único insight que tenemos en la vida de Carol, como si nada más fuera interesante para desarrollarlo.

Y bueno, eso sólo en lo referente a lo visual y cómo está contada la historia, de la trama todavía hay paja que cortar.


El aftermath de Civil War es especialmente penoso para Carol como personaje. No creo que sea algo exclusivo de ella, porque muchas series tuvieron muy penoso el aftermath de esa trama (que es muy buena y está muy bien escrita, pero ¿y las consecuencias?). En fin, en Civil War, Carol trabaja con Tony Stark para llevar ante la justicia a todos los superhéroes que no se registren. Arachne se acaba robando el show (la historia es desgarradora), Anya Corazon aparece por primera vez, me parece (ahora es la Spider-girl) y Carol queda... bueno... como una asshole. Increíblemente lo que hace no creo que sea tan out-of-character, finalmente, tiene entrenamiento militar: no cuestiona la ley sino que la hace cumplir (y bueno, quizá sólo sea a mí que soy roja de mierda a la que le aterra que un gobierno como el yanqui controle superhéres o quizá veo demasiadas cosas en la ficción, pero esto soy). En fin, hay una escena donde arresta a Arachne enfrente de su hija que a mí me rompió el corazón y a la que vuelve una y otra vez en las grapas posteriores a Civil War y creo, que, sinceramente, nadie supo cerrar bien esa trama que tenía todo el potencial del mundo.


Hay una discusión entre Carol y Tony en la que le dice que al final acabaron arrestando gente enfrente de sus hijos y Tony le dice que eso es lo que hacen *policías todos los días* como si estuviera bien porque es lo que tienen que hacer por un bien mayor o algo así y, damn, yo tenía ganas de cruzar la página y darles con la silla a los dos. Pero bueno, no me extraña que esa clase de agenda de mierda exista en estas series porque, finalmente, los cómics de superhéroes gringos se han usado toda la vida para la propaganda pro yanqui. (Véase al Capitan América dándole un puñetazo a Hitler, a los enemigos siendo soviéticos durante la época de la guerra fría o un largo etcétera). En fin, volviendo a la trama del comic, les juro que aunque intentan cerrarla, a mí me hace agua por todos lados: siento que Reed no supo manejar algo tan grande como Civil War con Ms. Marvel. Las consecuencias las barrieron para abajo del tapete. 

Los motivos que mueven a Carol Danvers están interesantes... si Reed los recordara más seguido. La primera grapa empieza justamente al terminar House of M, un evento que no he leído, en el que los mutantes controlaban la tierra y Carol era la superheroína más poderosa. De vuelta a su realidad, Carol vuelve a ser una Don Nadie y se pone como meta ser lo mejor de lo mejor. Tú, yo y todos los que lean los comics de Ms. Marvel saben que lo logró: que tras Civil War II se convirtió en la más poderosa, que es la más poderosa. Pero en este cómic aun no lo era y es muy interesante ver cómo lo intenta, cada que Reed se acuerda de eso. Porque en vez de perseguir el motivo tenemos una cantidad infinita de cuadros llenos de hombres diciéndole a Carol lo buena que está, claro



Las tramas en general interesantes (con excepción de la de Secret Invasión, que es uns confusión andante, recuérdenme no leer el evento nunca), con resolusiones más o menos decentes. Mis favorita es la penúltima y es una en la que me gustó la resolución, War of the Marvels, donde Carol enfrenta a Moonstone, que está suplantándola como Ms Marvel. El plus es que prácticamente todo ese arco lo dibuja Sana Takeda, así que ni tan mal. Les juro que fue de lo que menos peor me pareció, para el caso. Además me gusta como juega con la idea de una Carol separada en dos, porque siente que para su vida normal es demasiado el hecho de que sea superheroína, como juega con la historia de Moonstone, etcétera. Es lo ligeramente pasable de toda la historia. Lo demás, terrible.


Pasando a las conclusiones: ¿recomiendo este cómic? POR SUPUESTO QUE NO. NO VALE LA PENA. No pierdan su tiempo en él. Vayan a leer otra cosa de Carol, dicen que el run de Kelly Sue DeConnick está bueno (no lo he leído, es de las siguientes cosas en mi lista). No sean cómo yo, no se torturen innecesariamente, que para lo único que me sirve leer estas cosas es para después estarles diciendo que no caigan en el mismo error que yo. (No, en serio, sí me horroricé con este comic, se los juro, está tan pero tan hecho para el público masculino que fantasea con Carol que es terrible). Ya mejor recen por mí para que ya no lea pendejadas. Nos vemos en la reseña que viene.