Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

martes, 28 de mayo de 2019

The Ms. Marvel Years, Brian Reed | Reseña

Sinopsis:  In the "House of M" universe, Carol Danvers glimpsed the full potential of her life. Now she embarks with renewed focus in a bid to become the best she can be! With support from friends like Captain America and Jessica Jones, Ms. Marvel is determined to become the greatest hero around - and stopping an alien invasion that could end life on Earth is a good start! But when Civil War erupts, whose side will Carol be on? She's joined by fellow Avengers Wonder Man and Julia "Arachne" Carpenter, but what will their mission be - and is everyone truly on the same team? When the dust settles, a crossroads is reached, and a decision must be made that will change the course of Ms. Marvel's life! 

Este es un grave caso de TODO MAL. En cincuenta grapas (cincuenta y algo más, porque esta compilación trae los especiales), no pude encontrar nada que redimiera esta historia fuera del arte de Sana Takeda (una de mis ilustradoras favoritas) en varias de las últimas grapas. Lo demás es... todo mal. Pero bueno, vamos por partes. Carol Danvers, con el nombre de Ms Marvel, estuvo en manos de Brian Reed desde el 2006 hasta el 2010 y se publicaron nueve volúmenes compilados con su historia. Hace un tiempo Marvel decidió sacar todos esos compilados en tres partes, de tres en tres y bueno, eso fue lo que leí mientras tenía cólicos y me sentía mal hace unos días. Cincuenta y pocas grapas más de Ms Marvel. No les miento: fue horrible.

Está, primero, el asunto de que Carol Danvers no me cae bien: ni en manos de Margaret Stohl, que al menos trataba de que Carol tuviera agencia y vida privada; ni en manos de quien decidió qué iba a defender en Civil War II; ni en manos de Brian Reed (aunque en manos de Brian Reed, además, me enoja).  Me parece un personaje que siempre ha sido usado con una agenda con la que no concuerdo y... bueno, por mucho que los vatos ridículos lloren que el hecho de que ahora tenga una película es producto del marxismo cultural (¿?) o del neofeminismo (¿?) o de cualquier estupidez que se les ocurra, la película tenía momentos que parecían spot publicitario de las fuerzas aéreas. Pero bueno, hablemos de esta serie de comics, cuando Carol aun no era Captain Marvel y los que escribían los guiones y dibujaban gran parte de las grapas creían que no era más que una fantasía masculina. ¿Quieren evidencia? Acá va:

1) Todos estamos de acuerdo que el traje es poco funcional (o sea, es funcional si lo que quieren es mostrar piel), pero lo que es realmente criminal es la manera en la que lo dibujan: pechos que desafían la ley de la gravedad de un tamaño que yo sólo considero adecuado si también tu personaje va a tener dolores crónicos de espalda en algún punto de su vida, leotardos que hacen notar lo muy bien que trae depilada la zona del bikini, un énfasis innecesario en sus curvas. Es muy diferente cómo está dibujada a lo largo de todo este run (con la excepción de los dibujos de Sana Takeda, que si no perfectos le dieron proporciones más normales) a cómo la dibujan ahora. Esperen que les muestro: 

El leotardo a media boob, la zona bikini depilada que ni te cuento
Los increíbles pechos que desafían la gravedad y no conocen la física
Ni así funcionan los vestidos strapples, ni así funcionan los pechos
Y este es un dibujo actual con un traje funcional y con mucho menos énfasis en las *curvas*
¿Lo ven? En los tres primeros dibujos tienen muy claro quien creen que es su público objetivo y estoy convencida de que no están pasnaod en las mujeres. Están pensando en cómo ven los hombres a las mujeres y, sobre todo, cómo ven a las superheroínas. Y eso es lo que se refleja en la página, al final de cuentas. Es incómodo porque sabes que está escrito para un público morboso y además de todo, no es cosa sólo de la ilustración. Oh, no.

2) La vida personal/privada que Brian Reed decidió darle a Carol Danvers: Después de leer el run de Margaret Stohl (del que les debo una reseña) que hacía énfasis en Carol y en su círculo de amigas (aunque mediocre, pero al menos lo intentaba), todo este fue una mortal decepción. En la primera grapa Carol menciona que Jessica Drew es su mejor amiga y... luego vuelve a salir como cuarenta issues después o algo así. Es obvio que a Brian Reed la vida personal de Carol no le importa en lo más mínimo si no es para salir con hombres, tener citas, one night-stands que me hacen creer que Carol/Rhodes fue una buena idea en algún momento (en serio, así de nefasto) o que los hombres se comporten de manera extraordinariamente creepy alrededor de ella (Peter Parker incluído, aunque creo que es el menos creepy de todos). La manera en la que están escritas sus interacciones con hombres que podrían ser *intereses* amorosos o sexuales es creepy a morir. Hasta incómoda. Y, dejando de lado a su agente, a la cual parecen olvidar pasado un tiempo, las citas es el único insight que tenemos en la vida de Carol, como si nada más fuera interesante para desarrollarlo.

Y bueno, eso sólo en lo referente a lo visual y cómo está contada la historia, de la trama todavía hay paja que cortar.


El aftermath de Civil War es especialmente penoso para Carol como personaje. No creo que sea algo exclusivo de ella, porque muchas series tuvieron muy penoso el aftermath de esa trama (que es muy buena y está muy bien escrita, pero ¿y las consecuencias?). En fin, en Civil War, Carol trabaja con Tony Stark para llevar ante la justicia a todos los superhéroes que no se registren. Arachne se acaba robando el show (la historia es desgarradora), Anya Corazon aparece por primera vez, me parece (ahora es la Spider-girl) y Carol queda... bueno... como una asshole. Increíblemente lo que hace no creo que sea tan out-of-character, finalmente, tiene entrenamiento militar: no cuestiona la ley sino que la hace cumplir (y bueno, quizá sólo sea a mí que soy roja de mierda a la que le aterra que un gobierno como el yanqui controle superhéres o quizá veo demasiadas cosas en la ficción, pero esto soy). En fin, hay una escena donde arresta a Arachne enfrente de su hija que a mí me rompió el corazón y a la que vuelve una y otra vez en las grapas posteriores a Civil War y creo, que, sinceramente, nadie supo cerrar bien esa trama que tenía todo el potencial del mundo.


Hay una discusión entre Carol y Tony en la que le dice que al final acabaron arrestando gente enfrente de sus hijos y Tony le dice que eso es lo que hacen *policías todos los días* como si estuviera bien porque es lo que tienen que hacer por un bien mayor o algo así y, damn, yo tenía ganas de cruzar la página y darles con la silla a los dos. Pero bueno, no me extraña que esa clase de agenda de mierda exista en estas series porque, finalmente, los cómics de superhéroes gringos se han usado toda la vida para la propaganda pro yanqui. (Véase al Capitan América dándole un puñetazo a Hitler, a los enemigos siendo soviéticos durante la época de la guerra fría o un largo etcétera). En fin, volviendo a la trama del comic, les juro que aunque intentan cerrarla, a mí me hace agua por todos lados: siento que Reed no supo manejar algo tan grande como Civil War con Ms. Marvel. Las consecuencias las barrieron para abajo del tapete. 

Los motivos que mueven a Carol Danvers están interesantes... si Reed los recordara más seguido. La primera grapa empieza justamente al terminar House of M, un evento que no he leído, en el que los mutantes controlaban la tierra y Carol era la superheroína más poderosa. De vuelta a su realidad, Carol vuelve a ser una Don Nadie y se pone como meta ser lo mejor de lo mejor. Tú, yo y todos los que lean los comics de Ms. Marvel saben que lo logró: que tras Civil War II se convirtió en la más poderosa, que es la más poderosa. Pero en este cómic aun no lo era y es muy interesante ver cómo lo intenta, cada que Reed se acuerda de eso. Porque en vez de perseguir el motivo tenemos una cantidad infinita de cuadros llenos de hombres diciéndole a Carol lo buena que está, claro



Las tramas en general interesantes (con excepción de la de Secret Invasión, que es uns confusión andante, recuérdenme no leer el evento nunca), con resolusiones más o menos decentes. Mis favorita es la penúltima y es una en la que me gustó la resolución, War of the Marvels, donde Carol enfrenta a Moonstone, que está suplantándola como Ms Marvel. El plus es que prácticamente todo ese arco lo dibuja Sana Takeda, así que ni tan mal. Les juro que fue de lo que menos peor me pareció, para el caso. Además me gusta como juega con la idea de una Carol separada en dos, porque siente que para su vida normal es demasiado el hecho de que sea superheroína, como juega con la historia de Moonstone, etcétera. Es lo ligeramente pasable de toda la historia. Lo demás, terrible.


Pasando a las conclusiones: ¿recomiendo este cómic? POR SUPUESTO QUE NO. NO VALE LA PENA. No pierdan su tiempo en él. Vayan a leer otra cosa de Carol, dicen que el run de Kelly Sue DeConnick está bueno (no lo he leído, es de las siguientes cosas en mi lista). No sean cómo yo, no se torturen innecesariamente, que para lo único que me sirve leer estas cosas es para después estarles diciendo que no caigan en el mismo error que yo. (No, en serio, sí me horroricé con este comic, se los juro, está tan pero tan hecho para el público masculino que fantasea con Carol que es terrible). Ya mejor recen por mí para que ya no lea pendejadas. Nos vemos en la reseña que viene.


domingo, 26 de mayo de 2019

Novelas gráficas que leí hace mucho

Hace tiempo, yo escribía en una página que se llamaba Plusbits.mx. Esa página también cerró hace tiempo y mis reseñas ahí se quedaron muy huérfanas. De repente me acuerdo de ellas y me da por repostearlas aquí para que no se pierdan en la inmensidad. Esta vez, fui a rescatar dos de mis novelas gráficas favoritas en la vida: Maus y Nimona. Las dos son muy diferentes y dirigidas a distintos públicos, pero juntarlas en una entrada parecía tener sentido. Estas reseñas se escribieron entre 2015 y 2017, así que probablemente se note que son un poco viejas. No quise editarlas más allá de los errores tipográficos y agregarles la sinopsis, se quedan tal cual las escribí la primera vez.


Maus, Art Spiegelman


Sinopsis: Por medio de gatos nazis y ratones judíos, el reconocido ilustrador Art Spiegelman relata la terrible experiencia de su padre en Auschwitz y a su vez proyecta la compleja convivencia de una familia marcada por los horrores del Holocausto. Una historia hipnótica y agridulce que se convirtió en el primer cómic en recibir el premio Pulitzer en 1992.

Maus es la única novela gráfica de la historia que ha sido galardonada con un Premio Pulitzer. Narra la historia del padre de Art, Vladek Spiegelman, durante la segunda guerra mundial y cómo sobrevivió a los campos, específicamente, a Auschwitz. Calificar las memorias de alguien más, todo por lo que pasó, es increíblemente complicado. Vladek se lo cuenta a su hijo todo con sencillez, lleno de quejas de su vida cotidiana con su segunda esposa. Para muchas personas, el Holocausto es un tema casi intocable, pero Vladek Spiegelman lo vivió en carne propia y le cuenta la historia a su hijo para que pueda hacer un comic.

Vladek era un judío polaco que estuvo en los ghettos y después se las arregló para evitar a los alemanes bastante tiempo. Perdió a casi toda su familia, exceptuando a su esposa, pero sobrevivió. En Auschwitz tuvo varios oficios, lo que fuera necesario para que los alemanes lo siguieran considerando alguien útil. A lo largo del comic, entre los pedazos de su historia, podemos ver como Art no tiene exactamente una buena relación con su padre: él no entiende por qué su padre ahorra tanto el dinero o sólo tiene lo que necesita, mientras que Vladek dice que los jóvenes sólo saben usar el dinero para una cosa, gastarlo. En un momento, incluso, Vladek se las arregla para tirar un abrigo de su hijo por considerar que no es realmente útil para el frío y regalarle una chamarra que Art encuentra terriblemente fea, pero más calientita.


La historia se cuenta en dos tiempos: en los sesentas, cuando Art visita a su padre para grabar su historia y la historia de Vladek. En parte, es una novela gráfica parte biográfica, parte autobiográfica. Art siente que siempre ha vivido a la sombra del holocausto y de el hermano que perdió la vida en Polonia. A veces siente que no ha sido un buen hijo para su padre y eso, evidentemente, le pesa. Sin embargo, está presente cada que su padre lo necesita e incluso quiere contar su historia.

La historia de la guerra abarca desde años antes de la guerra hasta tiempo después. Vladek y Anja Spiegelman, en ese tiempo, eran sólo dos judíos polacos que tuvieron una vida tranquila hasta la invasión del Tercer Reich. Y entonces las cosas empezaron a ponerse feas. De manera progresiva, Vladek pierde su trabajo, su casa y hasta la libertad misma.


En la historia, los judíos son siempre representados como ratones, los polacos no judíos como cerdos, los alemanes como gatos, los franceses son ranas y los estadounidenses como perros. Es un detalle que llama la atención durante todo el libro, sobre todo cuando uno de los ratones le dice a los soldados alemanes que él es alemán, que no pueden encarcelarlo, que su hijo estuvo en el ejército. Vladek le da la razón: era alemán, pero para los alemanes no era más que un judío


Historias sobre la guerra ya se han contado de todas las maneras posibles. Por hacer sensacionalismo, crear conciencia, revisitar un periodo de la historia bastante triste, pero nunca me había encontrado con ninguna tan cercana. Vladek es un ser humano y aunque haya sobrevivido al holocausto, Art no intenta hacerlo parecer mejor persona: lo cierto es que su padre desconfía de todo el mundo, es increíblemente tacaño, solitario, pero también es un hombre que amó profundamente a su esposa e intentó todo para salvarse y salvar a su familia.

Esta novela gráfica es un excelente trabajo porque, a pesar de la mala relación con su padre y todos sus desacuerdos, Art honró a su padre y a su historia de una manera increíble.

Nimona, Noelle Stevenson


Sinopsis: Surgida originalmente como un comic web (una historieta publicada en la red), llega ahora la versión impresa de Nimona, extraordinaria novela gráfica capaz de fascinar a jóvenes y adultos por igual. Un libro que ha lanzado al estrellato a su jovencísima autora, Noelle Stevenson. Esta obra combina aventura, acción y humor en un contexto donde cabe lo mismo la fantasía heroica que la ciencia ficción. Todo ello desde una perspectiva rabiosamente contemporánea. Nimona es una joven deslenguada y bravucona, con la habilidad de cambiar de forma a voluntad. Sin pensárselo dos veces, la chica decide convertirse en ayudante del Señor Trabuco Negroni, un villano con un oscurísimo pasado. Ambos personajes vivirán una aventura que sorprenderá a los lectores por sus inesperados giros argumentales.
Noelle Stevenson atrajó la atención de la gente en internet hacia 2011 gracias a The Broship of the Ring y que probablemente conozcas porque es la artista que dibujó la hermosa portada de Fangirl, de Rainbow Rowell. Había publicado algunas tiras cómicas en internet, pero Nimona es su gran salto hacia el papel, su primera novela gráfica y ciertamente es una novela gráfica muy peculiar. Nimona es una shapeshifter, en cristiano, una cambiaformas que se presenta en la guarida de Lord Ballister Blackheart, el villano más conocido, para que la acepte como ayudante. Nimona literalmente puede convertirse en cualquier animal o persona, desde un inofensivo ratón, hasta un gran dragón y ese es un poder realmente útil para un villano como Lord Ballister, que aun tiene una vendetta pendiente y, a pesar de ser un villano, bastantes principios morales que no está dispuesto a traicionar.


La historia está situada en un curioso mundo lleno de magia y caballería, al más puro estilo de Merlín con Arturo y los caballeros de la mesa redonda, pero lo curioso es que, a pesar de lo medieval, la tecnología y la ciencia están por todas partes: grandes pantallas, teléfonos, televisión, etcétera. El mismo Lord Ballister cree en la ciencia por encima de la magia y está convencido de que podría encontrar una explicación a los poderes de Nimona, si tan sólo ella se dejara examinar.

Para completar el elenco, tenemos al héroe de turno, archienemigo de Lord Ballister, que hace mucho tiempo fue la causa de la desgracia del villano, Sir Ambrosius Goldenloin, con una espectacular melena rubia y una armadura dorada. Y, finalmente, a la Directora de la Institución para el Cumplimiento de la Ley en el reino, que quiere ponerle las manos encima a Blackheart y, por extensión, a Nimona, cueste lo que cueste.


La trama de la historia es muy sencilla, como de un libro de aventuras épicas (pero con mucha más tecnología). Blackheart quiere su venganza y Nimona está dispuesto a ayudarlo porque quiere convertirse en una verdadera villana. Sin embargo, las diferencias entre los dos no podrían ser más grandes: Lord Ballister confía en la ciencia, mientras que Nimona la rechaza; además de que, para ser una jovencita que se ve casi inofensiva, Nimona está dispuesta a matar a todo aquel que se le cruce en su camino, y Blackheart, un villano mucho más experimentado, tiene muchos más escrúpulos.

Noelle Stevenson sabe balancear muy bien el drama y la comedia en Nimona y la historia, aunque sencilla, es perfecta. Los personajes se sienten humanos, aún con sus defectos más terribles y además son agradables para los lectores, es posible empatizar con ellos aunque no sean totalmente buenos, pero tampoco son totalmente malos.


Definitivamente es un libro para pasar un buen rato, divertirse y emocionarse con la historia. Aún no se puede conseguir en español, pero para aquellos que quieran practicar el inglés, el lenguaje es sencillo, no demasiado rebuscado y algo que se agradece es que los cuadros no estén llenos de texto. La autora sabe que las imágenes pueden contar grandes historias por sí solas y no duda en usar eso en su favor.

viernes, 24 de mayo de 2019

Algunos libros feministas que he leído

¡Hola! Ya volví con las entradas de compilaciones de varias lecturas. A veces, cuando las reseñas no son muy largas, se me hace mucho más fácil juntarlas para que ustedes tengan más reseñas por menos. Además, les voy a contar un secreto: me encanta lo larga que es mi entrada de reseñas y a veces, me gustaría que lo fuera todavía más. Como este año cumplo diez años con el blog (en octubre), me llena de orgullo ver el trabajo de diez años condensando en esa entrada. Compartir las lecturas ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado en internet. Y sí, leo muchas cosas muy diferentes, leo de muchos géneros, leo de muchas partes del mundo, leo un montón de cosas. Por eso de repente me gusta compilar las lecturas en una entrada porque mi ritmo de reseñista no puede con mi ritmo de lectora


En fin, y entre tanta cosa que leo, leo libros feministas. Y sí, ya sé que soy más marxista que nada y que un día en Halloween voy a aparecer vestida como el fantasma del comunismo que recorre Europa, pero de todos modos leo libros feministas. Es la costumbre. Quiero ver que se escribe, quiero ver qué me puede servir para hacer entradas sobre autoformación y recomendar lecturas. Así que aquí les traigo tres con sus puntos fuertes y sus puntos débiles.

¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?, Katrine Marçal


Sinopsis: Adam Smith, el padre de la economía moderna, escribió que no era por la benevolencia del carnicero y el panadero que podíamos cenar cada noche, sino porque se preocupaban por su propio bienestar; así, el ánimo de lucro hacía girar el mundo y nació el Homo economicus. Cínico y egoísta, el Homo economicus ha dominado nuestra concepción del mundo desde entonces y su influencia se ha extendido desde el mercado a cómo compramos, trabajamos y flirteamos. Sin embargo, Adam Smith cenaba cada noche gracias a que su madre le preparaba la cena, y no lo hacía por egoísmo, sino por amor. Hoy, la economía se centra en el interés propio y excluye cualquier otra motivación. Ignora el trabajo no pagado de criar, cuidar, limpiar y cocinar. E insiste en que si a las mujeres se les paga menos, es porque su trabajo vale menos ¿por qué si no? La economía nos ha contado una historia sobre cómo funciona el mundo y nos la hemos creído hasta el final. Pero ha llegado el momento de cambiar esa historia.

Creo que este libro funciona muy bien para empezar a entender lo mal que funciona la economía dentro del capitalismo y lo invisibles que a veces son las mujeres en ella. Para quien sabe de economía quizá pueda parecer redundante (creo, a mí me cuesta entender de economía). Creo que su mayor valor son sus explicaciones claras sobre el modelo de la economía actual (el capitalismo) y el papel de la mujer en él. Explica las bases de lo que planteó Adam Smith hace muchos años y en esas explicaciones es obvio porque mi bebé Marx tenía razón porque nos estamos yendo al precipicio. Me pareció una lectura muy promedio que sin embargo de repente sí habla sobre lo invisibles que son las mujeres en la economía. Por ejemplo: 
La niña de once años que todas las mañanas recorre quince kilómetros en busca de leña para su familia desempeña un papel enorme en el desarrollo económico de su país. A pesar de ellos, su trabajo no es reconocido. La chica es invisible en las estadísticas económicas. En la magnitud del PIB, por la cual medimos la actividad económica de un país, ella no cuenta. Su actividad no se considera importante para la economía o para el crecimiento económico. Parir niños, criarlos, cultivar el huerto, hacerles la comida a los hermanos, ordeñar la vaca de la familia, coserles la ropa o cuidar de Adam Smith para que él pudiera escribir “La riqueza de las naciones”; nada de esto se considera “trabajo productivo” en los modelos económicos estándar. Fuera del alcance de la mano invisible se encuentra el sexo invisible.

Me gustaría que hubiera hablado un poco más de la precarización de aquellos trabajos que son vistos como femeninos (aka la división sexual del trabajo) y que reconociera a quienes sí han hablado de mujeres y economía (un vistazo a El origen de la propiedad privada, la familia y el Estado de Engels hubiera estado muy padre porque justamente Engels ahondaba en cómo la mujer, para el capitalismo, era un ser improductivo mientras estaba confinada a lo doméstico) y ya. Las partes que valen la pena del libro son precisamente las que dejan ver lo surreal que es el capitalismo, pero lo que propone la autora ya no me gusta tanto. Siento que se queda en el reformismo y no plantea nada realmente revolucionario. Cambiar el sistema no sirve de nada si el mismo sistema está basado en la explotación del hombre por el hombre (hombre as in la raza humana, porque el lenguaje no es precisamente versátil).

Por otro lado, tantos años y sigo sin entender por qué el tema del techo de cristal es tan relevante. En todos lados, cuando se habla de feminismo y economía, se habla de cómo las mujeres son la minoría en los puestos de poder y hay menos SEO mujeres que hombres. Para mí la lucha para romper el techo de cristal nunca ha sido algo que sea prioritario en mi vida porque pues... ¿para qué? ¿Para hacer la explotación más equitativa? La cosa es que los hombres y las mujeres que están hoy en esos puestos no velan por los intereses de ninguna clase trabajadora, sino por los de la suya. En fin, este es un comentario al aire, porque claro, en algún punto el libro trata el tema del techo de cristal y a mí pues eso no me va ni me viene a estas alturas de la vida.

Bueno, como conclusión: creo que para entender cómo funciona la economía no está nada mal pero que en sus propuestas es muy "¡vamos a reformar el capitalismo!" y para qué querríamos reformar un sistema que no funciona en vez de dinamitarlo... yo sólo digo. Si quieren hacer una lectura crítica, por supuesto que recomendado.

Tsunami, Varias Autoras


Sinopsis: Si antes se unificaban los pensamientos de las mujeres feministas en las llamadas olas (primera, segunda, tercera, etc.), aquí hay mujeres de varias generaciones, formas de pensar, ocupaciones y, no obstante, el sentimiento es que, en estos tiempos, nuestras voces se suman en crescendo hasta que ola tras ola más bien se crea un verdadero tsunami. A la vez, cada voz en esta antología explora distintas facetas del ser mujer (y todo lo que esto puede significar corporal, material e ideológicamente) de forma singular. A través de estos textos esa palabra cambia, se busca pensar nuestra representación —o la falta de ella—, las definiciones y etiquetas que nos son impuestas, se trazan la violencia histórica y cultural, pero también delineamos nuestras resistencias. En un momento donde la visibilización se ha vuelto una obsesión, se busca hablar incluso de que a veces el no ser vista puede ser la mejor forma de ser libre. En un momento histórico de denuncia de violencias (con iniciativas o movimientos como #MiPrimerAcoso #MeToo y #TimesUp) también se busca pensar cómo no hacer que estos momentos se puedan a su vez volver esencialistas. Y, siempre en medio, la palabra como herramienta política. Sus riesgos. La palabra, volvemos siempre a la palabra.

Este es un libro con una compilación de ensayos bastante diversa que hablan de que la cuarta ola feminista no va a ser una ola sino un tsunami (de allí el título). Tengo opiniones encontradas acerca del libro como un todo porque siento que todos los trabajos varían en calidad. Por ejemplo, entre los más notables se encuentra Mientras las niñas duermen de Daniela Rea que es un diario precioso sobre la maternidad y que nos obliga a pensar sobre cómo vemos la maternidad y cómo es la maternidad en lo privado y en lo público. Ese texto se merece todas las estrellas del mundo, se los juro. Me llegó al corazón y fue lo mejor del libro con creces.
En la mitad de la pantalla escribo sobre una mujer que fue torturada y violada por militares, en la otra mitad tú ves caricaturas. A veces, más que hija, eres mi compañera.

Daniela Rea
 Por otro lado, también el texto de Yásnaya A. Gil también resulta muy interesante, en el que habla sobre las lenguas, los requisitos del estado (este y otros) para que alguien sea reconocido como índigena, del racismo y, en medio de esto, del feminismo y lo que representa. El texto de Sara Uribe me pareció que tenía mucho potencial aunque creo que las conclusiones fueron muy abruptas, pero ese es sólo un sentir, luego yo también hago esas cosas, qué puedo decirles. No soy fan de la propuesta de Verónica Gerber, aunque entiendo de dónde parte. En digital la verdad es que no es algo que se aprecie al 100%, también, lo cual es triste, porque quizá en papel lo hubiera apreciado un poco mejor. Sobre lo no tan bueno, creo que sólo tengo que decir que el texto de Margo Glantz no tiene ni pies ni cabeza y está pensando desde una perspectiva muy privilegiada en el sentido económico. En fin, les recomiendo que lean el libro si van a hacer lectura crítica y porque trae Mientras las niñas duermen de Daniela Rea, que lo vale completamente. Les digo, millones de estrellas a ese texto.

Por o demás creo que faltó cohesión entre todo, pero es interesante ver desde qué miradas tan diferentes se plantea un tsunami feminista. Y para acabar los dejo con otro fragmento: 
No nací madre. Tampoco me hice madre cuando naciste. Me he ido haciendo poco a poco, cuando me despierto por las noches a que me exprimas el pecho, la sangre, la energía. Cuando lloro porque tú lloras. Cuando me voy de la habitación y te dejo llorar porque no sé cómo calmarte. Y también en madrugadas como esta en que logré dormirte en mis brazos y yo aún sigo viva.
Este libro lo leí en bookmate y lo pueden leer en este link. Si no tienen bookmate y quieren probarlo, pueden obtener un mes gratis usando el código NEAPOULAIN en el siguiente link. La suscripción está bien barata últimamente para que puedan tener acceso a todo su catálogo, recomiendo ampliamente probar, sobre todo si leen mucho ¡y no les alcanza para los libros!

Rabia somos todas, Soraya Chemaly


Sinopsis: Desde niñas aprendemos que debemos contener la ira y no dejarla salir, aunque lastre nuestro cuerpo y nuestra mente de maneras insospechadas. Y sin embargo, tenemos una multitud de razones legítimas para sentirnos enojadas: desde los actos de misoginia más crudos y violentos, hasta el sutil goteo del sexismo cotidiano que fortalece las normas de género más insidiosas de nuestras sociedades.
En Rabia somos todas, Soraya Chemaly sostiene que nuestro enojo no sólo está justificado, sino que es parte fundamental de la solución: cuando somos conscientes de él, se convierte en un instrumento vital, un radar para señalar la injusticia y un catalizador para el cambio.
Construido con las mejores herramientas del periodismo de investigación, el testimonio personal y el manifiesto feminista, Rabia somos todas es un libro indispensable que da voz a las causas, expresiones y posibilidades de la ira femenina.

Este libro lo envió Oceáno a mis manos por ser parte de Libros b4 Tipos. De todos modos, esta reseña pequeñita es muy honesta y los anima a leer de manera crítica siempre.

Creo que el mayor problema de este libro es que no sabe qué clase de libro quiere ser: ¿un análisis de la ira femenina y de cómo, al socializar, nos enseñan que las "buenas" mujeres no se enojan?, ¿una lista de las cosas que hacen que las mujeres están furiosas con mucha razón?, ¿un libro de autoayuda sobre cómo usar tu enojo para cambiar el mundo? Ok, ese es sólo el último capítulo y esta es la única vez que lo voy a mencionar: me parece una conclusión del libro que se centra en lo individual y no en lo colectivo y olvida que sí, las grandes revoluciones que han triunfado (véase, Rusia), lo hicieron porque la población estaba enfurecida pero no sólo eso, también estaba organizada. Para hablar de la liberación de las mujeres, hay que centrarse en el trabajo colectivo para que, colectivamente, se mejore la vida de todas las mujeres. Por lo demás, voy a hacer como que este capítulo no existió y yo salé del 9 a las conclusiones.


Muy bien, ahora, hablando del libro: entiendo el punto, entiendo el propósito de muchos de los capítulos y entiendo los temas de los que habla porque son temas de los que se habla en internet y muchas son cosas que muchas mujeres viven. Sin embargo, en su mayoría son cosas que están hasta el frente de la agenda de los Estados Unidos, pero no de la agenda en México. Aquí al frente tenemos 9 feminicidios diarios. Por supuesto que hablo de toda la discriminación, pero tengo prioridades, como que no maten a las mujeres. Por otro lado, en la mayor parte de los Estados Unidos, el aborto es legal (mayor parte, porque se siguen haciendo contrareformas terroríficas en el sur) mientras que en México, la mayoría de las mujeres aborta de manera clandestina porque el único lugar donde es completamente legal es en la capital. Soraya Chemaly y yo no compartimos entorno y tampoco manera de verlos; entonces, lo que ella lleva a lo general, para mí no es lo que está ocurriendo en México. Eso me pasa desde hace mucho cuando leo teoría feminista, sobre todo con las gringas. Por ejemplo, leo a Andrea Dworkin y, aunque disiento en muchas cosas con ella, hay cosas de su análisis que me gustan para hablar del abolicionismo del porno y que funcionan incluso en el tercer mundo porque su análisis no está anclado hasta el fondo en los Estados Unidos (aunque hay partes que sí, sobre todo parte de su trabajo con McKinnon). Pero bueno, otro ejemplo que me gusta mucha: Kollontai. Yo leo a Kollontai y siento que sigue teniendo validez y que muchas cosas que escribió (no todas, luego las proyecciones al futuro le fallaban) aun pueden aplicarse si, al momento de hacerlo, se toman en cuenta las circustancias particulares de estar en México casi 100 años después.

Con Soraya Chemaly no me ocurre: su análisis está muy unido a la identidad gringa. Además, ¿recuerdan lo que les conté del techo de cristal al principio de la entrada? También pasa aquí. El párrafo puede volver a hacer aplicable. Otra cosa criticable es que usa el oximorón de pornografía ética... ¡¿cómo va a ser ético algo que está basado en la explotación sexual?! ¡¿Cómo podemos llamarle ética a cualquier clase de explotación?! En fin, ¿lo recomiendo? Pues... si les interesa. O sea, siento que no es un libro que sea prioridad en un contexto como en el que vivimos, México, tercer mundo, sur global, pero que puede ser interesante si se lee de manera crítica.