Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 26 de mayo de 2019

Novelas gráficas que leí hace mucho

Hace tiempo, yo escribía en una página que se llamaba Plusbits.mx. Esa página también cerró hace tiempo y mis reseñas ahí se quedaron muy huérfanas. De repente me acuerdo de ellas y me da por repostearlas aquí para que no se pierdan en la inmensidad. Esta vez, fui a rescatar dos de mis novelas gráficas favoritas en la vida: Maus y Nimona. Las dos son muy diferentes y dirigidas a distintos públicos, pero juntarlas en una entrada parecía tener sentido. Estas reseñas se escribieron entre 2015 y 2017, así que probablemente se note que son un poco viejas. No quise editarlas más allá de los errores tipográficos y agregarles la sinopsis, se quedan tal cual las escribí la primera vez.


Maus, Art Spiegelman


Sinopsis: Por medio de gatos nazis y ratones judíos, el reconocido ilustrador Art Spiegelman relata la terrible experiencia de su padre en Auschwitz y a su vez proyecta la compleja convivencia de una familia marcada por los horrores del Holocausto. Una historia hipnótica y agridulce que se convirtió en el primer cómic en recibir el premio Pulitzer en 1992.

Maus es la única novela gráfica de la historia que ha sido galardonada con un Premio Pulitzer. Narra la historia del padre de Art, Vladek Spiegelman, durante la segunda guerra mundial y cómo sobrevivió a los campos, específicamente, a Auschwitz. Calificar las memorias de alguien más, todo por lo que pasó, es increíblemente complicado. Vladek se lo cuenta a su hijo todo con sencillez, lleno de quejas de su vida cotidiana con su segunda esposa. Para muchas personas, el Holocausto es un tema casi intocable, pero Vladek Spiegelman lo vivió en carne propia y le cuenta la historia a su hijo para que pueda hacer un comic.

Vladek era un judío polaco que estuvo en los ghettos y después se las arregló para evitar a los alemanes bastante tiempo. Perdió a casi toda su familia, exceptuando a su esposa, pero sobrevivió. En Auschwitz tuvo varios oficios, lo que fuera necesario para que los alemanes lo siguieran considerando alguien útil. A lo largo del comic, entre los pedazos de su historia, podemos ver como Art no tiene exactamente una buena relación con su padre: él no entiende por qué su padre ahorra tanto el dinero o sólo tiene lo que necesita, mientras que Vladek dice que los jóvenes sólo saben usar el dinero para una cosa, gastarlo. En un momento, incluso, Vladek se las arregla para tirar un abrigo de su hijo por considerar que no es realmente útil para el frío y regalarle una chamarra que Art encuentra terriblemente fea, pero más calientita.


La historia se cuenta en dos tiempos: en los sesentas, cuando Art visita a su padre para grabar su historia y la historia de Vladek. En parte, es una novela gráfica parte biográfica, parte autobiográfica. Art siente que siempre ha vivido a la sombra del holocausto y de el hermano que perdió la vida en Polonia. A veces siente que no ha sido un buen hijo para su padre y eso, evidentemente, le pesa. Sin embargo, está presente cada que su padre lo necesita e incluso quiere contar su historia.

La historia de la guerra abarca desde años antes de la guerra hasta tiempo después. Vladek y Anja Spiegelman, en ese tiempo, eran sólo dos judíos polacos que tuvieron una vida tranquila hasta la invasión del Tercer Reich. Y entonces las cosas empezaron a ponerse feas. De manera progresiva, Vladek pierde su trabajo, su casa y hasta la libertad misma.


En la historia, los judíos son siempre representados como ratones, los polacos no judíos como cerdos, los alemanes como gatos, los franceses son ranas y los estadounidenses como perros. Es un detalle que llama la atención durante todo el libro, sobre todo cuando uno de los ratones le dice a los soldados alemanes que él es alemán, que no pueden encarcelarlo, que su hijo estuvo en el ejército. Vladek le da la razón: era alemán, pero para los alemanes no era más que un judío


Historias sobre la guerra ya se han contado de todas las maneras posibles. Por hacer sensacionalismo, crear conciencia, revisitar un periodo de la historia bastante triste, pero nunca me había encontrado con ninguna tan cercana. Vladek es un ser humano y aunque haya sobrevivido al holocausto, Art no intenta hacerlo parecer mejor persona: lo cierto es que su padre desconfía de todo el mundo, es increíblemente tacaño, solitario, pero también es un hombre que amó profundamente a su esposa e intentó todo para salvarse y salvar a su familia.

Esta novela gráfica es un excelente trabajo porque, a pesar de la mala relación con su padre y todos sus desacuerdos, Art honró a su padre y a su historia de una manera increíble.

Nimona, Noelle Stevenson


Sinopsis: Surgida originalmente como un comic web (una historieta publicada en la red), llega ahora la versión impresa de Nimona, extraordinaria novela gráfica capaz de fascinar a jóvenes y adultos por igual. Un libro que ha lanzado al estrellato a su jovencísima autora, Noelle Stevenson. Esta obra combina aventura, acción y humor en un contexto donde cabe lo mismo la fantasía heroica que la ciencia ficción. Todo ello desde una perspectiva rabiosamente contemporánea. Nimona es una joven deslenguada y bravucona, con la habilidad de cambiar de forma a voluntad. Sin pensárselo dos veces, la chica decide convertirse en ayudante del Señor Trabuco Negroni, un villano con un oscurísimo pasado. Ambos personajes vivirán una aventura que sorprenderá a los lectores por sus inesperados giros argumentales.
Noelle Stevenson atrajó la atención de la gente en internet hacia 2011 gracias a The Broship of the Ring y que probablemente conozcas porque es la artista que dibujó la hermosa portada de Fangirl, de Rainbow Rowell. Había publicado algunas tiras cómicas en internet, pero Nimona es su gran salto hacia el papel, su primera novela gráfica y ciertamente es una novela gráfica muy peculiar. Nimona es una shapeshifter, en cristiano, una cambiaformas que se presenta en la guarida de Lord Ballister Blackheart, el villano más conocido, para que la acepte como ayudante. Nimona literalmente puede convertirse en cualquier animal o persona, desde un inofensivo ratón, hasta un gran dragón y ese es un poder realmente útil para un villano como Lord Ballister, que aun tiene una vendetta pendiente y, a pesar de ser un villano, bastantes principios morales que no está dispuesto a traicionar.


La historia está situada en un curioso mundo lleno de magia y caballería, al más puro estilo de Merlín con Arturo y los caballeros de la mesa redonda, pero lo curioso es que, a pesar de lo medieval, la tecnología y la ciencia están por todas partes: grandes pantallas, teléfonos, televisión, etcétera. El mismo Lord Ballister cree en la ciencia por encima de la magia y está convencido de que podría encontrar una explicación a los poderes de Nimona, si tan sólo ella se dejara examinar.

Para completar el elenco, tenemos al héroe de turno, archienemigo de Lord Ballister, que hace mucho tiempo fue la causa de la desgracia del villano, Sir Ambrosius Goldenloin, con una espectacular melena rubia y una armadura dorada. Y, finalmente, a la Directora de la Institución para el Cumplimiento de la Ley en el reino, que quiere ponerle las manos encima a Blackheart y, por extensión, a Nimona, cueste lo que cueste.


La trama de la historia es muy sencilla, como de un libro de aventuras épicas (pero con mucha más tecnología). Blackheart quiere su venganza y Nimona está dispuesto a ayudarlo porque quiere convertirse en una verdadera villana. Sin embargo, las diferencias entre los dos no podrían ser más grandes: Lord Ballister confía en la ciencia, mientras que Nimona la rechaza; además de que, para ser una jovencita que se ve casi inofensiva, Nimona está dispuesta a matar a todo aquel que se le cruce en su camino, y Blackheart, un villano mucho más experimentado, tiene muchos más escrúpulos.

Noelle Stevenson sabe balancear muy bien el drama y la comedia en Nimona y la historia, aunque sencilla, es perfecta. Los personajes se sienten humanos, aún con sus defectos más terribles y además son agradables para los lectores, es posible empatizar con ellos aunque no sean totalmente buenos, pero tampoco son totalmente malos.


Definitivamente es un libro para pasar un buen rato, divertirse y emocionarse con la historia. Aún no se puede conseguir en español, pero para aquellos que quieran practicar el inglés, el lenguaje es sencillo, no demasiado rebuscado y algo que se agradece es que los cuadros no estén llenos de texto. La autora sabe que las imágenes pueden contar grandes historias por sí solas y no duda en usar eso en su favor.

viernes, 24 de mayo de 2019

Algunos libros feministas que he leído

¡Hola! Ya volví con las entradas de compilaciones de varias lecturas. A veces, cuando las reseñas no son muy largas, se me hace mucho más fácil juntarlas para que ustedes tengan más reseñas por menos. Además, les voy a contar un secreto: me encanta lo larga que es mi entrada de reseñas y a veces, me gustaría que lo fuera todavía más. Como este año cumplo diez años con el blog (en octubre), me llena de orgullo ver el trabajo de diez años condensando en esa entrada. Compartir las lecturas ha sido una de las mejores cosas que me ha pasado en internet. Y sí, leo muchas cosas muy diferentes, leo de muchos géneros, leo de muchas partes del mundo, leo un montón de cosas. Por eso de repente me gusta compilar las lecturas en una entrada porque mi ritmo de reseñista no puede con mi ritmo de lectora


En fin, y entre tanta cosa que leo, leo libros feministas. Y sí, ya sé que soy más marxista que nada y que un día en Halloween voy a aparecer vestida como el fantasma del comunismo que recorre Europa, pero de todos modos leo libros feministas. Es la costumbre. Quiero ver que se escribe, quiero ver qué me puede servir para hacer entradas sobre autoformación y recomendar lecturas. Así que aquí les traigo tres con sus puntos fuertes y sus puntos débiles.

¿Quién le hacía la cena a Adam Smith?, Katrine Marçal


Sinopsis: Adam Smith, el padre de la economía moderna, escribió que no era por la benevolencia del carnicero y el panadero que podíamos cenar cada noche, sino porque se preocupaban por su propio bienestar; así, el ánimo de lucro hacía girar el mundo y nació el Homo economicus. Cínico y egoísta, el Homo economicus ha dominado nuestra concepción del mundo desde entonces y su influencia se ha extendido desde el mercado a cómo compramos, trabajamos y flirteamos. Sin embargo, Adam Smith cenaba cada noche gracias a que su madre le preparaba la cena, y no lo hacía por egoísmo, sino por amor. Hoy, la economía se centra en el interés propio y excluye cualquier otra motivación. Ignora el trabajo no pagado de criar, cuidar, limpiar y cocinar. E insiste en que si a las mujeres se les paga menos, es porque su trabajo vale menos ¿por qué si no? La economía nos ha contado una historia sobre cómo funciona el mundo y nos la hemos creído hasta el final. Pero ha llegado el momento de cambiar esa historia.

Creo que este libro funciona muy bien para empezar a entender lo mal que funciona la economía dentro del capitalismo y lo invisibles que a veces son las mujeres en ella. Para quien sabe de economía quizá pueda parecer redundante (creo, a mí me cuesta entender de economía). Creo que su mayor valor son sus explicaciones claras sobre el modelo de la economía actual (el capitalismo) y el papel de la mujer en él. Explica las bases de lo que planteó Adam Smith hace muchos años y en esas explicaciones es obvio porque mi bebé Marx tenía razón porque nos estamos yendo al precipicio. Me pareció una lectura muy promedio que sin embargo de repente sí habla sobre lo invisibles que son las mujeres en la economía. Por ejemplo: 
La niña de once años que todas las mañanas recorre quince kilómetros en busca de leña para su familia desempeña un papel enorme en el desarrollo económico de su país. A pesar de ellos, su trabajo no es reconocido. La chica es invisible en las estadísticas económicas. En la magnitud del PIB, por la cual medimos la actividad económica de un país, ella no cuenta. Su actividad no se considera importante para la economía o para el crecimiento económico. Parir niños, criarlos, cultivar el huerto, hacerles la comida a los hermanos, ordeñar la vaca de la familia, coserles la ropa o cuidar de Adam Smith para que él pudiera escribir “La riqueza de las naciones”; nada de esto se considera “trabajo productivo” en los modelos económicos estándar. Fuera del alcance de la mano invisible se encuentra el sexo invisible.

Me gustaría que hubiera hablado un poco más de la precarización de aquellos trabajos que son vistos como femeninos (aka la división sexual del trabajo) y que reconociera a quienes sí han hablado de mujeres y economía (un vistazo a El origen de la propiedad privada, la familia y el Estado de Engels hubiera estado muy padre porque justamente Engels ahondaba en cómo la mujer, para el capitalismo, era un ser improductivo mientras estaba confinada a lo doméstico) y ya. Las partes que valen la pena del libro son precisamente las que dejan ver lo surreal que es el capitalismo, pero lo que propone la autora ya no me gusta tanto. Siento que se queda en el reformismo y no plantea nada realmente revolucionario. Cambiar el sistema no sirve de nada si el mismo sistema está basado en la explotación del hombre por el hombre (hombre as in la raza humana, porque el lenguaje no es precisamente versátil).

Por otro lado, tantos años y sigo sin entender por qué el tema del techo de cristal es tan relevante. En todos lados, cuando se habla de feminismo y economía, se habla de cómo las mujeres son la minoría en los puestos de poder y hay menos SEO mujeres que hombres. Para mí la lucha para romper el techo de cristal nunca ha sido algo que sea prioritario en mi vida porque pues... ¿para qué? ¿Para hacer la explotación más equitativa? La cosa es que los hombres y las mujeres que están hoy en esos puestos no velan por los intereses de ninguna clase trabajadora, sino por los de la suya. En fin, este es un comentario al aire, porque claro, en algún punto el libro trata el tema del techo de cristal y a mí pues eso no me va ni me viene a estas alturas de la vida.

Bueno, como conclusión: creo que para entender cómo funciona la economía no está nada mal pero que en sus propuestas es muy "¡vamos a reformar el capitalismo!" y para qué querríamos reformar un sistema que no funciona en vez de dinamitarlo... yo sólo digo. Si quieren hacer una lectura crítica, por supuesto que recomendado.

Tsunami, Varias Autoras


Sinopsis: Si antes se unificaban los pensamientos de las mujeres feministas en las llamadas olas (primera, segunda, tercera, etc.), aquí hay mujeres de varias generaciones, formas de pensar, ocupaciones y, no obstante, el sentimiento es que, en estos tiempos, nuestras voces se suman en crescendo hasta que ola tras ola más bien se crea un verdadero tsunami. A la vez, cada voz en esta antología explora distintas facetas del ser mujer (y todo lo que esto puede significar corporal, material e ideológicamente) de forma singular. A través de estos textos esa palabra cambia, se busca pensar nuestra representación —o la falta de ella—, las definiciones y etiquetas que nos son impuestas, se trazan la violencia histórica y cultural, pero también delineamos nuestras resistencias. En un momento donde la visibilización se ha vuelto una obsesión, se busca hablar incluso de que a veces el no ser vista puede ser la mejor forma de ser libre. En un momento histórico de denuncia de violencias (con iniciativas o movimientos como #MiPrimerAcoso #MeToo y #TimesUp) también se busca pensar cómo no hacer que estos momentos se puedan a su vez volver esencialistas. Y, siempre en medio, la palabra como herramienta política. Sus riesgos. La palabra, volvemos siempre a la palabra.

Este es un libro con una compilación de ensayos bastante diversa que hablan de que la cuarta ola feminista no va a ser una ola sino un tsunami (de allí el título). Tengo opiniones encontradas acerca del libro como un todo porque siento que todos los trabajos varían en calidad. Por ejemplo, entre los más notables se encuentra Mientras las niñas duermen de Daniela Rea que es un diario precioso sobre la maternidad y que nos obliga a pensar sobre cómo vemos la maternidad y cómo es la maternidad en lo privado y en lo público. Ese texto se merece todas las estrellas del mundo, se los juro. Me llegó al corazón y fue lo mejor del libro con creces.
En la mitad de la pantalla escribo sobre una mujer que fue torturada y violada por militares, en la otra mitad tú ves caricaturas. A veces, más que hija, eres mi compañera.

Daniela Rea
 Por otro lado, también el texto de Yásnaya A. Gil también resulta muy interesante, en el que habla sobre las lenguas, los requisitos del estado (este y otros) para que alguien sea reconocido como índigena, del racismo y, en medio de esto, del feminismo y lo que representa. El texto de Sara Uribe me pareció que tenía mucho potencial aunque creo que las conclusiones fueron muy abruptas, pero ese es sólo un sentir, luego yo también hago esas cosas, qué puedo decirles. No soy fan de la propuesta de Verónica Gerber, aunque entiendo de dónde parte. En digital la verdad es que no es algo que se aprecie al 100%, también, lo cual es triste, porque quizá en papel lo hubiera apreciado un poco mejor. Sobre lo no tan bueno, creo que sólo tengo que decir que el texto de Margo Glantz no tiene ni pies ni cabeza y está pensando desde una perspectiva muy privilegiada en el sentido económico. En fin, les recomiendo que lean el libro si van a hacer lectura crítica y porque trae Mientras las niñas duermen de Daniela Rea, que lo vale completamente. Les digo, millones de estrellas a ese texto.

Por o demás creo que faltó cohesión entre todo, pero es interesante ver desde qué miradas tan diferentes se plantea un tsunami feminista. Y para acabar los dejo con otro fragmento: 
No nací madre. Tampoco me hice madre cuando naciste. Me he ido haciendo poco a poco, cuando me despierto por las noches a que me exprimas el pecho, la sangre, la energía. Cuando lloro porque tú lloras. Cuando me voy de la habitación y te dejo llorar porque no sé cómo calmarte. Y también en madrugadas como esta en que logré dormirte en mis brazos y yo aún sigo viva.
Este libro lo leí en bookmate y lo pueden leer en este link. Si no tienen bookmate y quieren probarlo, pueden obtener un mes gratis usando el código NEAPOULAIN en el siguiente link. La suscripción está bien barata últimamente para que puedan tener acceso a todo su catálogo, recomiendo ampliamente probar, sobre todo si leen mucho ¡y no les alcanza para los libros!

Rabia somos todas, Soraya Chemaly


Sinopsis: Desde niñas aprendemos que debemos contener la ira y no dejarla salir, aunque lastre nuestro cuerpo y nuestra mente de maneras insospechadas. Y sin embargo, tenemos una multitud de razones legítimas para sentirnos enojadas: desde los actos de misoginia más crudos y violentos, hasta el sutil goteo del sexismo cotidiano que fortalece las normas de género más insidiosas de nuestras sociedades.
En Rabia somos todas, Soraya Chemaly sostiene que nuestro enojo no sólo está justificado, sino que es parte fundamental de la solución: cuando somos conscientes de él, se convierte en un instrumento vital, un radar para señalar la injusticia y un catalizador para el cambio.
Construido con las mejores herramientas del periodismo de investigación, el testimonio personal y el manifiesto feminista, Rabia somos todas es un libro indispensable que da voz a las causas, expresiones y posibilidades de la ira femenina.

Este libro lo envió Oceáno a mis manos por ser parte de Libros b4 Tipos. De todos modos, esta reseña pequeñita es muy honesta y los anima a leer de manera crítica siempre.

Creo que el mayor problema de este libro es que no sabe qué clase de libro quiere ser: ¿un análisis de la ira femenina y de cómo, al socializar, nos enseñan que las "buenas" mujeres no se enojan?, ¿una lista de las cosas que hacen que las mujeres están furiosas con mucha razón?, ¿un libro de autoayuda sobre cómo usar tu enojo para cambiar el mundo? Ok, ese es sólo el último capítulo y esta es la única vez que lo voy a mencionar: me parece una conclusión del libro que se centra en lo individual y no en lo colectivo y olvida que sí, las grandes revoluciones que han triunfado (véase, Rusia), lo hicieron porque la población estaba enfurecida pero no sólo eso, también estaba organizada. Para hablar de la liberación de las mujeres, hay que centrarse en el trabajo colectivo para que, colectivamente, se mejore la vida de todas las mujeres. Por lo demás, voy a hacer como que este capítulo no existió y yo salé del 9 a las conclusiones.


Muy bien, ahora, hablando del libro: entiendo el punto, entiendo el propósito de muchos de los capítulos y entiendo los temas de los que habla porque son temas de los que se habla en internet y muchas son cosas que muchas mujeres viven. Sin embargo, en su mayoría son cosas que están hasta el frente de la agenda de los Estados Unidos, pero no de la agenda en México. Aquí al frente tenemos 9 feminicidios diarios. Por supuesto que hablo de toda la discriminación, pero tengo prioridades, como que no maten a las mujeres. Por otro lado, en la mayor parte de los Estados Unidos, el aborto es legal (mayor parte, porque se siguen haciendo contrareformas terroríficas en el sur) mientras que en México, la mayoría de las mujeres aborta de manera clandestina porque el único lugar donde es completamente legal es en la capital. Soraya Chemaly y yo no compartimos entorno y tampoco manera de verlos; entonces, lo que ella lleva a lo general, para mí no es lo que está ocurriendo en México. Eso me pasa desde hace mucho cuando leo teoría feminista, sobre todo con las gringas. Por ejemplo, leo a Andrea Dworkin y, aunque disiento en muchas cosas con ella, hay cosas de su análisis que me gustan para hablar del abolicionismo del porno y que funcionan incluso en el tercer mundo porque su análisis no está anclado hasta el fondo en los Estados Unidos (aunque hay partes que sí, sobre todo parte de su trabajo con McKinnon). Pero bueno, otro ejemplo que me gusta mucha: Kollontai. Yo leo a Kollontai y siento que sigue teniendo validez y que muchas cosas que escribió (no todas, luego las proyecciones al futuro le fallaban) aun pueden aplicarse si, al momento de hacerlo, se toman en cuenta las circustancias particulares de estar en México casi 100 años después.

Con Soraya Chemaly no me ocurre: su análisis está muy unido a la identidad gringa. Además, ¿recuerdan lo que les conté del techo de cristal al principio de la entrada? También pasa aquí. El párrafo puede volver a hacer aplicable. Otra cosa criticable es que usa el oximorón de pornografía ética... ¡¿cómo va a ser ético algo que está basado en la explotación sexual?! ¡¿Cómo podemos llamarle ética a cualquier clase de explotación?! En fin, ¿lo recomiendo? Pues... si les interesa. O sea, siento que no es un libro que sea prioridad en un contexto como en el que vivimos, México, tercer mundo, sur global, pero que puede ser interesante si se lee de manera crítica.

miércoles, 22 de mayo de 2019

Runaways (Vol. 1), Brian K. Vaughan & Adrian Alphona | Reseña


Yo me iba a tranquilizar con las reseñas de cómics porque para empezar no atraen tantas visitas como las otras y la mejor obra que hacen a veces es hacer que me dejen de seguir fans de cómics creepys que se dan cuenta de que no les caigo bien porque hablo de cosas cómo derechos de las mujeres y liberación de las mujeres y uso memes marxistas. Pero luego pasó algo muy divertido en el canal de Hitzuji en su video dónde contaba qué cómics había conseguido en el Free Comic Book Day (al que la acompañé):
Y bueno, no iba a dejar pasar esta oportunidad. (Ahora Raquel es claramente un unicornio como la criatura mitológica que es). Les juro que a veces me sigue sorprendiendo la cantidad de vatos cualquiera que creen que viven en un universo cómo The Big Bang Theory (serie misógina y pendeja allá donde las haya) donde las mujeres no han abierto nunca un cómic. Bueno, creo que hay una en la última temporada, pero la verdad es que no sé qué ocurre ya en esa cosa que se atreven a llamar serie y si hay una, pues seguro que va a ser un cliché con patas como el resto de la serie. Pero bueno, siento decepcionarlos, el mundo no es como The Big Bang Theory: las mujeres leemos cómics (y si siguen insistiendo que no pueden conseguir novia porque ninguna mujer lee comics, deberían replantearse su vida porque probablemente lo que no saben es ligar o ser decentes). Así que en vez de calmarnos hablando de cómics voy a seguir hablando de ellos porque why the fucking hell not.
Sinopsis: All young people believe their parents are evil ... but what if they really are? Meet Alex, Karolina, Gert, Chase, Molly and Nico - whose lives are about to take an unexpected turn. When these six young friends discover their parents are all secretly super-powered villains, the shocked teens find strength in one another. Together, they run away from home and straight into the adventure of their lives - vowing to turn the tables on their evil legacy. 

Hoy voy a hablar de un cómic (bueno, el primer run) de Marvel que me gusta mucho porque... en su tiempo fue una idea bastante interesante e innovadora y que tiene mis tropes favoritas en el mundo: un grupo disfuncional de superhéroes (hola, The Umbrella Academy, hola, Doom Patrol). Estoy hablando de Runways. Es una idea curiosa, se acaba de estrenar una serie (no sé cuando, apenas puedo seguirle la pista a las películas de Marvel que se estrenan y ni las veo todas) y la escribe Brian K. Vaughan y mi propósito era ya por fin empezar Saga este año (un cómic multipremiado). Salí enamorada, especialmente para ser de un cómic de Marvel.

Marvel fue la primer gran editorial de cómics que conocí y en la que me adentré cuando se trataba de superhéroes. En mi opinión es bastante más amigable que DC en algunos aspectos, pero también sufro mucho por la inconsistencia de las series, los continuos cambios y la imposibilidad de comprometerse a algo que tienen. Me odio demasiado y leo un montón de series que publican. Y cuando quiero decir un montón es un montón. Hay días que acabo preguntándome cómo es posible que dejen salir a la luz algunas de las ideas que tienen (¿su nueva serie de Thanos? No soy fan de la idea. ¿Civil War II? Why? ¿Secret Empire? ¿En serio les pareció una buena idea?). Bueno, Runaways gracias a dios no está en esa lista (un día voy a juntar todos los cómics decepcionantes que he leído en una entrada, se los juro) sino que me pareció una idea increíble, muy bien ejecutada (al menos durante el primer run, las primeras 18 grapas o los tres primeros volúmenes compilados) y que me dio mucha nostalgia por lo que recuerdo de los early 2000. En la época que Runaways se publicó por primera vez, yo era una niña todavía, pero crecí para ser una adolescente muy parecida a los protagonistas de la serie (cambiando lo goth por emo y listo, ya estaba). Yo soy una sucker de la nostalgia y todos los productos culturales que apelen a la mía van a tener mi atención (aunque dados mis estándares, sólo la mantienen cuando son buenos productos, porque nadie tiene tiempo para perder con tonterías). Runaways llegó justo a mi nostalgia.

Bueno, ¿quiénes son los protagonistas? Es un grupo de adolescentes entre los diecisiete y los once años que un buen día descubren que sus padres son supervillanos. No sólo eso, presencian un asesinato. Tienen que decidir qué hacer: ¿entregarlos?, ¿qué evidencia le van a entregar a la policía?, ¿buscar explicaciones?, ¿dónde?, ¿enfrentarse a ellos? ¡Son sus padres! Desde el primer momento me gusta que el cast principal es diverso en personalidades tanto como se puede. Gert, Chase, Alex, Nico, Molly y Karolina son muy diferentes entre sí y tal parece que apenas si se soportan. No comparten muchos intereses y lo único que los une es que sus papás son miembros de la misma organización de super villanos que controla Los Ángeles. (Puntos para Vaughan por situar esta historia lo más lejos posible de Nueva York y todos los superhéroes de Marvel que rondan por ahí, que, aunque hacen varias apariciones, permiten que los protagonistas vayan muy a su aire).
 
Estas 18 issues (3 compilados) dan la sensación de ser una historia autoconclusiva, donde se atan todos los cabos posibles y con un final bastante satisfactorio, debo decir. Eso me gusta porque deja suficientes elementos para retomar la historia con alguna otra trama, pero no queda todo suelto. Brian K. Vaughan sabe atar sus historias. El arte está a cargo de Adrian Alphona y pues... qué decirles... o sea, nada mal con él, sólo no fue el arte favorito de todo lo que he leído en los últimos dos meses. De todos modos, el estilo le queda al comic, así que yo quedé conforme. Ya les puse allá las portadas por si buscan y no saben cuáles son, pero bueno, se componen de Pride & Joy, Teenage Wasteland (que un volumen de Ms Mavel se llama así y no tengo pruebas, pero tampoco dudas de que es un homenaje a este) y The Good Die Young (so emo I felt apart).


Cosa que me gusta mucho es que en general me gustan los coming-of-age como estos: entre padres super villanos, poderes que no entiendes y toda una organización cuyos planes no conoces, los personajes están creciendo y siendo adolescentes. Me encanta juntar lo coming-of-age con la fantasía y a ciencia ficción, disculpen ustedes. De entre ellos, mi favorita es Nico Minoru, una adolescente gótica con poderes de hechicería y frases emo (o sea, lo emo wasn't a phenomenon yet, pero estaba a punto). Gert y Chase también me encantan y Molly me fascina. Respecto a Alex y a Karolina soy más neutral, pero el diseño de la segunda es una de mis cosas favoritas. De hecho, quería ponerles más imágenes del cómic pero internet es un vórtex que literalmente se tragó casi todas las cosas de este run, excepto algunas imágenes demasiado pequeñas y las portadas (que ya puse tres).

¿Conclusión de esta reseña? LES RECOMIENDO ESTA SERIE. Ahorita estoy leyendo el segundo run y ya les vendré a contar pronto que tal. Ahora, muchos muchos años después, está en las manos de Rainbow Rowell (lo cual no me tranquiliza demasiado porque tengo malas experiencias con ella, pero ya veremos) y está nominada a un Eisner Award, así que seguro me tienen por aquí platicándoles cosas de ella muy pronto. Como siempre, si no la encuentran disponible en ningún otro lado, getcomics.info los salva. Nos vemos en la reseña que viene.

Y ya dejen de creer que las mujeres no leemos algún género, leemos todo.