Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 18 de abril de 2019

Mujercitas, Good Wives y una bloguera divagando

A ver, vamos a sacarnos de encima el elefante del cuarto: no me gusta Mujercitas. Esto se deba a un montón de subjetivas razones que he cultivado a lo largo de los años, al echo de haber conocido un horror que yo conozco como Good Wives (la segunda parte, que muchas veces creo que se vende junto con la primera), a que no creo que sea mi tipo de historia y a que sencillamente, no me gusta. Si a ustedes les gusta, disfruten la historia, creo que es un libro que es un clásico por una razón y que no está mal escrito y que Louisa May Alcott es una buena escritora. Ahora, como este es mi blog, escribo de lo que quiero y, como este libro es la lectura mensual en Libros b4 Tipos, pues quiero hablar de Mujercitas.

Por si viven debajo de una piedra y no saben de qué se trata Mujercitas, acá les dejo una sinopsis:  Mujercitas es la historia de los March, una familia acostumbrada al trabajo y al sufrimiento. Aunque el padre está lejos sirviendo en el ejército de la Unión, las hermanas Meg, Jo, Amy y Beth mantienen sus espíritus en alto junto a su madre, a quien cariñosamente llaman Marmee. Su amistoso regalo de un desayuno en Navidad a una familia vecina es un acto de generosidad recompensado con el obsequio del Sr. Laurence de un banquete sorpresa. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos para ser buenas, las muchachas muestran defectos: la linda Meg está descontenta con los niños a los que da clases; la infantil Jo pierde sus estribos con regularidad; mientras la colegiala de cabellos de oro Amy se inclina hacia la afectación. Sin embargo, Beth, quien mantiene la casa, es siempre amable y apacible.

Los editores de Louisa May Alcott le recomendaron que escribiera una novela sobre chicas. Que eso tendría éxito. A la escritora al principio la idea no le entusiasmaba, pero finalmente lo hizo y la historia se volvió un clásico (que después tuvo cuatro partes y aun hoy se sigue leyendo). Como es un clásico conocido llegó a mis manos como a los catorce o quince años cuando lo compré yo (porque mi mamá tampoco es fan, entonces nunca me lo dio y nunca hubo un Mujercitas en mi casa). Desde entonces, lo habré leído unas cuatro veces y he pensado cosas diferentes las cuatro. Pero el sentimiento de que es un producto que no es para mí me supera y del que he sacado toda la verborrea de esta entrada.


1. Me resisto a lo moralino. Y Mujercitas es un libro que lo es profundamente. Es algo que no puedo ignorar. Toda la verborrea sobre ser *bueno* con los pobres, porque son gente que tiene menos que tú, siempre me daba más tinte a lástima que a ser buenas personas; toda la verborrea sobre cómo debían comportarse las señoritas en la época en la que está retratado el libro (la guerra de secesión); toda la verborrea sobre los valores familiares y morales de la época: no puedo dejar de verlo. No puedo. Es un excelente reflejo de la siempre más conservadora sociedad americana, con todo y lo trasngresora que fue en algunas cosas la escritora para su época. Eso se lo concedo. Pero me resisto a los libros que me dan lecciones morales y, por principio, ninguno me gusta.


2. Nunca me identifiqué con ninguna de las March porque nunca pude dejar de juzgar la historia con ojos actuales. Esto es algo muy personal. No porque fueran personajes malos, sino que creo que Louisa May Alcott los perfiló de manera muy interesante. Cada una de las March era diferente y cada una buscaba diferentes cosas y buscaba ser libre (o lo más libre que podía ser una mujer en la época) de maneras diferentes. La que más me atraía, por razones obvias (¡le gustaba escribir!) era Jo. El problema es que nunca pude dejar de juzgar la historia con ojos actuales, probablemente porque la primera vez que leí los dos libros me impresionaron algunas cosas que luego me hicieron casi ponerme a chillar de la frustración. Una es cuando el esposo de Meg la hace dejar a sus hijos llorando porque ¡está celoso de que Meg le ponga más atención a sus hijos! Lo que me hizo chillar de la pura frustración fue que la misma señora March se pone del lado del yerno. Y ya después, cuando la leí una tercera y una cuarta, supuse que quizá era algo normal en la época, pero nunca se me quitó esa frustración. ¡Menos cuando se trataba de un libro abiertamente moralino que le estaba diciendo a una mamá primeriza que no olvidara que, además de mamá, era esposa, porque el inútil de su marido estaba celoso de unos bebés! Otro de esos momentos que me hizo aventar el libro por la ventana es cuando el futuro marido de Jo critica muy duramente lo que escribe. Tenía trece años y quería escribir, fue un momento personal. Después, cuando leí la vida de Louisa May Alcott, creo que también fue algo personal para ella: se negó a casarse y nunca dejó de escribir para mantener a su familia. De hecho, en una carta despotricó contra los fans de Mujercitas que querían que Jo se casara, preguntándose si acaso necesitaba un esposo para ser alguien respetable. Sin embargo, acabó casando a Jo por presión de sus mismos editores. Y no sé sin querer o queriendo, reflejó lo fiscalizada que ha estado y en algunas partes sigue estando, la escritura de las mujeres.

3. Esta es otra razón muy muy personal: Laurie pasó de parecerme un pendejín simpático a un insoportable imbécil en el transcurso de unos cuantos años. No tengo más explicaciones, simplemente me parece que Laurie refleja muy bien a los hombres que se aprovechan de la red de mujeres a su alrededor sin querer y sin darse cuenta, luego se enamoran y no saben manejar el rechazo. Y probablemente Alcott lo hizo adrede, porque Laurie no es sólo eso, también sabe ser adorable, buen amigo, simpático y empático. Y un idiota. Seguido quiero darle con una silla en la cara.


4. He visto que tantas veces se refiere a este libro como feminista que me hace preguntarme, ¿qué hace feminista a una novela? A Mujercitas lo más que le puedo conceder yo es que tiene ciertos tintes protofeministas. Intento no comparar el libro con ninguna novela de Austen, por ejemplo, porque sus heroínas me parecen más irónicas, más sarcásticas y su escritura mucho menos moralina. Y con mis análisis subjetivos, sale perdiendo. Intento tampoco compararla con ninguna de las Brontë, porque Mujercitas está escrita en un contexto totalmente diferente, la literatura inglesa y la americana tienen diferencias muy profundas. No me gustará, pero le reconozco que por esa novela he visto a muchas niñas acercarse a la literatura buscando modelos con los que identificarse que muchas veces encuentran en Meg, Jo, Amy o Beth y buscar cierta libertad e individualidad mientras construyen su identidad. Finalmente, Mujercitas es un coming-of-age donde muchas chicas pueden verse reflejadas y descubrir que no son tan diferentes a cómo eran las mujeres en el pasado, a que quizá tienen sueños parecidos, vidas parecidas e ilusiones parecidas. Lo digo porque yo sentí eso cuando lo leí al mismo tiempo que rodaba los ojos cada vez que la señora March abría la boca (y esto pasaba porque mi mamá casi nunca estaba de acuerdo con la señora March, así que yo decidí que si mi mamá no estaba de acuerdo con ella, yo también podía no estarlo). Sin embargo, ¡tres años en un colectivo feminista y me sigo preguntando qué hace que digamos que un libro es feminista! Y aunque entiendo porqué hay personas que dirían eso de Mujercitas (en un panorama donde las mujeres buscan encontrarse reflejadas desesperadamente en la cultura popular desde una mirada que no sea puramente masculina, es obvio que nos agarramos a todo lo que encontramos, especialmente si es bueno), reflexionando sobre mis impresiones del libro, yo no lo diría nunca. Siento que, al contrario de las heroínas de Austen, que reclaman la libertad de casarse con quien quieran y aceptan que es la única opción que se les presenta, por lo que se aferran si quiera a poder elegir, todas las March casadas (con excepción de Beth), pierden algo de su esencia (libertad) cuando se casan. Y, oh, carajo, les juro que eso me duele, especialmente por el caracter moralino del libro. Pero no es lo único.

5. Siento que hay un subtexto en el libro en el que "no debían quejarse de ser pobres y debían trabajar duro". CAPITALISMO, IS THAT YOU? Por supuesto que sí, considerando que los yanquis son en parte papis del capitalismo (un poquito). Debo decir que esa clase de mensajes, no me importa de dónde vengan o de qué época, me dan roña y me parecen mensajes de mierda. Sobre todo considerando que El Capital y Mujercitas son de la misma época (o sea, ya un señor barbón era consciente de que la pobreza no se arreglaba *trabajando duro*). Again, otro de mis puntos hacia lo bien que refleja Mujercitas el pensamiento de la época


6. A pesar de todo, he acabado defendiendo Mujercitas en la vida de toda la gente que lo encuentra *cursi* y *estúpido* por ser de mujeres viviendo sus vidas. Esos no son mis problemas con el libro. Implicar que la vida cotidiana de las mujeres es cursi y estúpida es no tener ni idea de la vida de las mujeres. Mujercitas se desarrolla en un universo profundamente doméstico mientras en el país se desarrolla una guerra. Habla de las mujeres que se quedan atrás, en sus hogares. Tengo 99 problemas con este libro y ninguno es por estas razones. Creo que hay que dejar de decir que los libros son aburridos porque son sobre chicas. Ese razonamiento está sustentado en ninguna evidencia en absoluto, salvo la creencia misógina de que no vale la pena contar cosas de mujeres porque son aburridas.


7. Creo que, precisamente por el contexto, uno de los valores de Mujercitas es ser perfecto reflejo de las expectativas sociales sobre las mujeres y de la misoginia de la época. Especialmente en el personaje de Meg, cuyo arco argumentativo para demostrar como se deben comportar las chicas y como ser una buena esposa (aunque el personaje logra ser un poco más que un manual de instrucciones, por más que lo parezca). Creo que por eso chillé tantas veces. Porque me parece terrible ver que las expectativas sociales que se tenían sobre las mujeres en el siglo XIX sigan vigentes

8. Dicho todo lo anterior, creo, simplemente, que no soy el target de Mujercitas. Cuatro lecturas (quizá cinco) después puedo decir con toda sinceridad: no me gusta, lo resisto porque es moralino y porque refleja ideas que, si bien un reflejo de otra época, me hacen rodar los ojos. Le reconozco el valor histórico, pero creo que voy a dejar de torturarme leyendo este libro un tiempo más.

martes, 16 de abril de 2019

Booktag de los hechizos | Harry Potter

Bueno, con la noticia de que hace un montón de tiempo (en enero o febrero), Hitzuji me taggeó en este booktag, así que le voy a dar un poco de descanso a las reseñas de cosas para recomendarles libros. Obviamente el tag llamó mi atención automáticamente porque las consignas tienen que ver con hechizos que aparecen en Harry Potter y ya se sabe lo fan que soy yo. Sin más, vamos al tag.


1. Expecto Patronum: Un libro de la infancia que me trae buenas memorias



Aquí, definitivamente, creo que La peor señora del mundo de Fransisco Hinojosa. Es un libro que me regalaron cuando estaba muy chiquita y creo que lo he leído muchas veces. También Los Buscalacranes, que me gusta mucho. Fueron dos libros que aproveché mucho cuando estaba pequeña y que he recomendado cantidad de veces porque les tengo mucho cariño. Ambos son muy divertidos, así que se los recomiendo.

2. Expelliarmus: Un libro que te tomó por sorpresa



La mayoría, la verdad. Pero creo que Cuanto te golpeo de Meena Kandasamy, uno de los últimos reseñados me tomó muy por sorpresa. No esperaba que fuera lo que fue en ningún momento. No esperaba que fuera tan fantástico de ninguna manera y por eso los invito a todos a leerlo. Es maravilloso en todo sentido. Me fascinó la manera en la que Meena Kandasamy usa el lenguaje, la manera en que cuenta la historia y la manera en que transmite los sentimientos. Pero bueno, todo eso está en la reseña.

3. Priori Incantatem: El ultimo libro que leíste



Lo último que leí al día de hoy (12/04/19) fue el primer volumen de Cave Carson Has a Cybernetic Eye, que se llama Going Underground. Es un cómic. Lo coescriben Gerard Way y Jon Rivera y no les miento si es el único título de Gerard Way que me daban ceromil cerocientas cero ganas de leer. Cave Carson y su ojo cibernético es algo que me no me importa en lo más absoluto en el mundo. Es parte del imprint de Young Animal (del que Way es creador y curador y algo más) de DC Comics y yo iba a pasar de largo completamente, hasta que me interesó leer un evento que hizo DC (Milk Wars) y aquí me tienen, leyendo todo Young Animal (porque a los de la Liga de la Justicia no los voy a tocar, eh).

4. Alohomora: Un libro que te introdujo a un nuevo género



Voy a mencionar Persépolis aquí. Es de Marjane Satrapi y es una novela gráfica autobiográfica. Estoy convencida de que es el libro que me introdujo al maravilloso mundo de las novelas gráficas (que no comics, esos ya los leía, al menos los mangas). Es una historia que me gusta mucho y que además me introdujo a todo un mundo que no conocía.

5. Riddikulus: Un libro divertido



No sé. No me gusta leer comedia. Dicho eso, no significa que no haya leído libros divertidos y uno de los más divertidos que recuerdo es La isla menguante, donde vivía una familia pirata con dos hijos, donde El Pirata vive esperando la aparición de su archienemiga, Mediacara. Me reía mucho leyendo ese libro, así que se los recomiendo si tienen niños pequeños. La autora es Pilar Mateos.

6. Sonorus: Un libro del que todo el mundo debería saber



¡Tengo muchos que recomendar! Pero creo que me iré por mis recomendaciones clásicas y les echaré un choro de por qué deberían leer La mitad del cielo de Claudie Broyelle. Es un libro que habla de la Revolución Cultural en china y le da la palabra directamente a las mujeres. Me parece que el libro compila un montón de testimonios valiosos, así que todo el mundo debería conocerlo.

7. Obliviate: Un libro o spoiler que quisieras olvidar

 

 En realidad no quiero olvidar los spoilers, a veces los busco activamente, no me molestan en ningún sentido. Libros, hay muchos que quiero olvidar. Pero uno en especial que me haría muy feliz no acordarme de haber leído es La rebelión del Atlas de Ayn Rand. Más de mil páginas desperdiciadas alabando al capitalismo presentándolo como algo que funciona cuando, claramente, podemos notar que no en la vida real. Por favor, ya no quiero recordarlo.


8. Imperio: Un libro que leíste en la escuela



¡Leí muchos! Supongo que puedo mencionar cualquiera, así que voy a mencionar uno que me gustó mucho. Mi maestra de Civismo en secundaria nos hizo leer Crónicas Marcianas de Ray Bradbury y, a la fecha, me sigue pareciendo un libro de ciencia ficción que es magnífico. Me gusta mucho. Es una compilación de relatos relacionados unos con otros y son, precisamente, crónicas marcianas.

9. Crucio: Un libro doloroso de leer



Supongo que hay muchos maneras de sentir que un libro es doloroso. A veces son dolorosos porque te llegan muy adentro y te gustan mucho pero no dejan de tirarte pedradas. Y a veces son dolorosos de lo malos que son. No sabía que elegir, pero como la maldición es crucio y es algo bastante malo en el universo de Harry Potter, vamos a hablar de un libro que me dolió leer de lo malo que era: Peligro de suerte de Norma Muñoz Ledo. Es tan... malo. Tan... nada. Tan 600 páginas de relleno y de horrores narrativos. Ya lo dije todo en la reseña, pero de verdad, ese libro me duele.

10. Avada Kedavra: Un libro que podría matar. 



No sé como interpretar esta consigna. Supongo que hay libros por los que sí se ha matado (las épocas y lugares en los que tener un Manifiesto Comunista era algo peligroso) pero estoy casi segura de que la consigna no se refiere como tal a eso. Que yo sólo pensé eso porque claremente era algo que yo iba a pensar. En fin, también podría referirse a un libro que te mató de aburrimiento, que casi te moriste terminando por orgullo... Así que aquí vamos a poner a creo que los libros que más me hicieron morir por dentro, más incluso que el mencionado anteriormente: Sangre de Campeón de Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Leer ese libro duele. Nunca lo hagan. Además de que si saben lo mínimo de edición van a llorar al ver una edición de este horror.

domingo, 14 de abril de 2019

The Umbrella Academy Vol. 1: Apocalypse Suite, Gerard Way & Gabriel Bá | Reseña

Sinopsis: In an inexplicable worldwide event, forty-seven extraordinary children were spontaneously born to women who'd previously shown no signs of pregnancy. Millionaire inventor Reginald Hargreeves adopted seven of the children; when asked why, his only explanation was, "To save the world."
These seven children form the Umbrella Academy, a dysfunctional family of superheroes with bizarre powers. Their first adventure at the age of ten pits them against an erratic and deadly Eiffel Tower, piloted by the fearsome zombie-robot Gustave Eiffel. Nearly a decade later, the team disbands, but when Hargreeves unexpectedly dies, these disgruntled siblings reunite just in time to save the world once again.

Hice una encuesta en mi tuiter sobre qué querían que reseñara y ustedes ganaron. Bravo. Aquí está la prueba para que no me acusen de manipular resultados (especialmente porque parece que mi misión en la vida estos meses es llenarlos de contenido de la serie porque he escrito un par de fanfics basados en ella y de cosas que está haciendo Gerard Way):


Muy bien, el caso es que yo sabía que estos comics existían. Era como conocimiento normal cuando eras una adolescente un poco intensa que probablemente sacó la carta astral de Gerard Way just for fun. El único problema es que conseguir comics siempre fue un problema si no tenías dinero para ello y si nadie tenía ganas de subirlos en buena calidad en torrent hasta que descubrí getcomics.info (que es donde decido que comics me gustan para comprar y cuáles sólo quiero quemar con fuego). Así que me tardé un montón en leerlos. Básicamente me acordé de ellos porque parece que la segunda mitad de 2018 y este pedazo de 2019 han resultado ser una regresión a mi adolescencia y todas las cosas de las que era fan. O sea, salió la serie y yo:




 
Así pasan las cosas. Así que por eso hoy les voy a hablar del cómic. Creo firmemente que tanto el cómic como la serie son productos culturales completamente diferentes que se sostienen por sí mismos (aunque se hacen continuos guiños todo el tiempo), así que vamos a dejar el tema de la serie que sacó Netflix de lado, aunque sí se las recomiendo. Intentaré no comparar el asunto, porque la verdad, no tiene tanto caso (y ya hay 1000 videos en Youtube que hacen eso). ¿Vamos allá?

La premisa del comic es que un buen día nacieron un montón de niños de la nada. En serio, literalmente, de la nada. Las mamás no estaban embarazadas cuando el día inició y súbitamente, al mediodía, estaban para parir. Un señor muy excéntrico llamado Reginald Hargreeves (que era en realidad un alien) adoptó a tantos niños como pudo (siete) porque *iba a salvar el mundo* y se dedicó a entrenarlos como un équipo de superhéroes. Antes de su gran debut, uno de ellos desapareció (el número cinco). Quedaban seis. Una no tenía poderes y era completamente *ordinaria*. En realidad eran cinco. En algún punto del asunto murió el seis. Los días de gloria pasaron, se separaron, tuvieron (o no) sus vidas. De repente muere su papá y vuelven a encontrarse porque son esa clase de familia que sólo se ve en bodas y funerales. Y ahí empieza todo: los días de gloria quedaron muy atrás, ahora son más bien un caótico equipo que no sabe qué está haciendo.

Ah, y el mundo se va a acabar.


Mi parte favorita de este cómic creo que es lo rápido que es, cómo te estampa la trama en la cara, te pone la premisa enfrente y construye toda una historia sobre el apocalipsis. Y un montón de superhéroes que están más perdidos que yo cuando alguien se pone a hablarme del zodiaco. Algo que creo que las páginas de The Umbrella Academy transmiten muy bien es el caos en el que el equipo (compuesto por puras personas que apenas si son funcionales). Hay, entre todo eso, un lunático que prometió destruirlos cuando se volvieran a reunir, cosa que hacen en el funeral de su padre y una orquesta que sueña con tocar una Suite Apocalíptica para cargarse al planeta


Todo ocurre en un mundo paralelo donde hay un montón de tecnología extraña y monos parlantes, lo que me encanta porque me demuestra que casi cualquier idea loca puede funcionar si se desarrolla lo suficiente (digo, una orquesta que va a destruir el mundo tocando una suite..., ¡una orquesta, que cuatro jinetes ni que nada!). Lo único que creo que es que podría faltar un poco de espacio para desarrollar un poco más a los personajes, porque los que nos presenta el primer volumen es apenas un pequeño pedazo de todo lo que son y cómo se relacionan. El caos que representa Klaus/The Seance, la relación entre The Rumor y Spaceboy (Allison y Luther), un vistazo al pasado de Diego, The Kraken, y Vanya, porque se menciona brevemente que tuvieron una banda punk, y a su fallout como hermanos. Un pequeño vistazo a Five y a la certeza de que sabe mucho más de lo que dice (lo que deja las puertas abiertas al siguiente volumen, Dallas) y que hay más historia qué contar. Creo que el primer volúmen demuestra que hay potencial.

Decidí separar las reseñas porque cada volumen es un standalone en cuestión de la aventura que viven y las tramas son bastante diferentes (lo que demuestra lo vérsatil de un equipo de inadaptados cero funcionales para la vida) y porque así podía analizar más a gusto cada volumen y atascarlos de más reseñas de cosas que me gustan (además que el tercero, Hotel Oblivion, sale hasta... pasando junio). Creo que este es sólo la puerta a un universo interesante y una muy divertida historia sobre cómo evitar el apocalipsis.


Por cierto, en la sección de datos curiosos, este volumen ganó el Eisner Award por Best Limited Series en 2008. También, en más datos curiosos, al principio Luther en vez de Spaceboy se iba a llamar Darwin o Dr. Darwin o The Darwinist. Al menos fue su primer nombre. Klaus siempre fue The Séance, aunque sus poderes variaban un poco. Y estos maravillosos datos los saqué de estar viendo Life on the Murder Scene (documental/videodiarios de My Chemical Romance durante el tour de Three Cheers for Sweet Revenge) por enésima vez (nunca le había prestado tanta atención a la parte en la que Gerard hablaba de cómics). Le tomé una captura también a uno de sus primeros diseños, pa' que la guarden en el cajón de datos curiosos que sabe Nea:


Finalmente, les diré que si les gustan las historias de familias disfuncionales con un ligero toque a superhéroes y X-Men, este, definitivamente, es un cómic que vale la pena que chequen para ver si les gusta o les llama la atención. Lo publica Dark Horse (y me parece que en español se podía conseguir en Norma, pero ni idea) y está bastante accesible últimamente por el boom de la bendita serie. Yo prometo regresar pronto para hablarles del volumen 2, Dallas.