Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 3 de marzo de 2019

Mi problema con Period End of Sentence y Padman

Cuando lo vi el documental en Netflix me llamó la atención. Primero, porque habla de India específicamente y creo que es uno de los lugares que más amo en el mundo y que me duele ver representado en los medios occidentales como un país bárbaro o salvaje (porque no es más que una visión racista de él). No revisé nada de él y lo dejé pasar pensando que lo vería después. Unos días después vi los Óscar y me sorprendí cuando lo vi nominado. Me sorprendí también cuando ganó. Vi a muchas mujeres en mi timeline de twitter festejar esto, hablar de como debíamos dejar de tratar a la menstruación como un tabú (cosa absolutamente necesaria) y aprovechar el momentum para hablar de salud sexual y reproductiva. Yo soy una paranoica de mierda y no festejé que ganara el corto documental (me dije que lo vería definitivamente), pero sí aproveché para leer lo que otras mujeres decían. 

Luego vi el corto. Ahí empezó a ir todo en picada. El corto está grabado en Hapur, una ciudad que no conozco (bueno, más bien pueblo) ubicada en Uttar Pradesh al norte de la India. Se enfocaba en un entorno rural y los primeros minutos hablaba de cómo percibían las mujeres la menstruación. Obviamente, según mi experiencia, sé que hay un tremendo tabú sobre la menstruación, que no son temas que se tratan a menudo y que las mujeres en India no son propensas a hablarlo con desconocidos (organizaciones dentro de la India hablan de que, cuando van a hablar de salud sexual y métodos para lidiar con la menstruación, a veces toma hasta cuatro días que las mujeres empiecen a abrirse y que es un tema que siempre se trata en grupos no mixtos para que ellas se sientan más seguras en principio). Así que las reacciones de las mujeres cuando les preguntaban por el periodo o la menstruación no me parecieron desconocidas. Hay partes del footage que me parecía que el único propósito que tenían era causar shock en audiencias occidentales (por ejemplo, cuando una maestra en un salón lleno de niñas y niños pide que alguien le explique qué es el periodo) y eso me hizo levantar las cejas. Pero ya hablaré de eso más adelante y con más detalle.


Después se presenta el proyecto de Muruganathan, que se supone que instala máquinas en entornos rurales para que las mujeres puedan fabricar toallas sanitarias baratas y accesibles para ellas. En twitter mencioné que no conocía la marca. No sé si hay en Kharar, Punjab (un pueblo pequeñito, pequeñito donde viví, más pequeñito que Hapur), el único lugar donde alguna vez compré toallas sanitarias porque no me fijé en las marcas. Dije que me daban curiosidad porque las toallas sanitarias en India me parecían horribles (son muy plásticas e incómodas) y ahí lo dejé. Pero cuando terminé el documental no podía sacarme de la cabeza que algo me había parecido mal en todo aquello, principalmente porque al principio hablan del cloth, un trapo o tela de algodón que las mujeres usan durante sus días y después lavan y secan como algo antihigiénico. Ese método no es antihigiénico (es algo parecido a las toallas de tela, no lo mismo, pero parecido) per se como lo presentaban, sino que depende de cómo se use. Así que me puse a buscar de dónde había salido el documental, qué estadísticas habían usado, cuál era el propósito del proyecto y más sobre los métodos usados por las mujeres durante su menstruación en India (porque conocía relativamente poco, como dije, no es un tema que sea muy propenso a hablarse abiertamente con desconocidos en el país).

Y ahí empezaron todos mis problemas. Hice un hilo en tuiter presentado varios artículos que desmitificaban el proyecto, el documental y hablaban de los datos presentados. Esta entrada es un intento de condensar esta información en español citando todas las fuentes que cité en twitter. Vamos parte por parte.

La estadística que usa Muruganathan (quien hace las toallas en el documental) y es más falsa que un unicornio dorado


Cuando logré encontrar qué datos se manejaban, casi me voy para atrás. No me extrañó, porque es una fuente citada ampliamente en artículos occidentales para hablar de la India y prácticamente sale en todas partes. La estadística (más falsa que un caballo volador) es la siguiente: 
"Only 12% of India's 355 million menstruating women use sanitary napkins (SNs). Over 88% of women resort to shocking alternatives like unsanitised cloth, ashes and husk sand. Incidents of Reproductive Tract Infection (RTI) is 70% more common among these women.”
Traducción: Sólo el 12% de las 355 millones de mujeres que menstruan en India usan toallas sanitarias. El 88% de las mujeres recurren a alternativas shockeantes como cloth/tela antihigiénica, cenizas y arena. Incidentes de Infección del tracto reproductivo son 70% más comunes entre estas mujeres.
 ¿Por dónde se empieza a desmitificar este asunto? Primero lo primero, el estudio es de The Neilson Company and NGO Plan India supuestamente y no se lo puede consultar en ninguna parte. Como si no existiera. Por si sólo, eso ya me hizo ver demasiadas banderas rojas la primera vez que supe de él. Un artículo en ScooWhoop desmitifica varias cosas sobre él. Lo pueden consultar en This Study That 88% Of Indian Women Do Not Use Sanitary Pads Is Nowhere To Be Found. Aquí voy a desglosar algunas de las cosas que dice el artículo para quienes no lean en inglés, no se preocupen (y mencionaré las fuentes que cita). Acá va el desglose:
  • La Encuesta Nacional sobre Salud Familiar en India en el año 2015-16 reporta que el 48.5% de las mujeres en entornos rurales, el 77.5% de las mujeres en entornos urbanos y el 57.6% en total usan toallas sanitarias. NO EL 12%.
  • En otros artículos académicos realizados en India (muchos condensados en este link) reportan que el uso de toallas sanitarias en entornos rurales en la India varía entre el 35% y el 57%. Es mayor entre mujeres adolescentes, donde puede subir hasta el 80%
  • Sobre el absentismo en las escuelas reportado también en el estudio, que dice que las mujeres no están yendo a la escuela por la menstruación (específicamente) también habla. Esto se uso de manera sensacionalista por parte de Netflix para promover el documental en este video. La realidad es que en Canada, el 17% de las adolescentes faltan a la escuela por causa de la menstruación, en Washington D.C, lo hacen el 21% de las mujeres, el 24% en Singapur, el 26% en Australia y el 38% en Texas. En India, el porcentaje es del 24%.
  • Además, este absentismo no tiene nada que ver con el no-uso de toallas sanitarias. Los estudios reportan que tiene que ver con cólicos o con dismenorrea (cuando la menstruación te causa dolores muy fuertes), una razón por la que incluso YO HE FALTADO A COSAS
  • La dismenorrea entre mujeres adolescentes en India varía, según las poblaciones, desde el 11.35% hasta el 72.6%. Una estadística similar o incluso menor a muchos lugares del primer mundo (en Australia el pico más alto es de 94%, por ejemplo).
Todo esto puede ser consultado en un artículo de Mythri (una organización que trabaja salud menstrual con adolescentes en India) que condensa la información en tablas comparativas y cita todos los estudios consultados. Acá: Menstruation: Rhetoric, Research, Reality. En la siguiente tabla pueden ver el porcentaje de uso de toallas sanitarias o cloth (o ambos) entre distintos grupos de mujeres en la India. Se menciona el lugar donde se realizó el estudio y la muestra.

 
Estos seguramente no son los únicos estudios, seguro buscando más pueden encontrar más. Mi mayor problema con el documental y con el proyecto es ese. ¿Cuál es la necesidad de usar un estudio falso para sustentar un proyecto así? ¿Qué agenda traen detrás? ¿Quieren que veamos a las mujeres indias como unas pobres estúpidas que no saben lo que es bueno para ellas (según estos tipos, usar toallas sanitarias)? Es un visión terriblemente occidental (y racista, porque pobres de las mujeres marrones, tienen que ir a salvarlas de sí mismas, al parecer).

Pero sigamos con el asunto.

Usar cloth/tela no es antihigiénico



Durante los primeros minutos del documental le preguntan a las mujeres qué es lo que usan (si no usan toallas sanitarias). La mayoría de ellas responden que tela (más sobre esto en el siguiente párrafo). La manera de presentar las respuestas es fragmentada, como si el documental quisiera que infiriéramos que es un método malo y antihigiénico, incluso atrasado. Yo lo conozco (viví en India) y sé que no es antihigiénico (además en México antes se usaba manta de cielo, que es un método parecido, literal sólo cambia el tipo de tela). Pero como mi palabra no es universal, busqué fuentes que explicaran el asunto. Mythri, una organización que ya mencioné arriba que ha creado material educativo para hablar de la menstruación, tiene un artículo sobre los métodos que usan las mujeres en India en entornos rurales en India. El primero mencionado es, por supuesto, la tela. Aquí va la cita de lo mencionado (con mi correspondiente traducción):
Cloth used for absorbing menstrual flow is the product that majority of rural girls and women prefer. Note that we say prefer for very specific reasons. Across India, among the thousands of women we surveyed and interacted with, majority of them use cloth because they prefer it. The reasons have little to do with affordability or accessibility to other products. Cloth users feel that it is more comfortable when compared to a sanitary napkin. Unlike sanitary napkins, most women are very familiar with cloth and change it more frequently than they would a sanitary napkin, resulting in better hygiene. Besides, in humid regions of the country, sanitary napkins crumble easily and hence a cotton cloth is preferred. Several women also expressed environmental concerns on disposing sanitary napkins in their villages and therefore preferred reusable cloth. In some villages in Karnataka, women told us that they can now purchase a red cloth called “Date Batte” (Date refers to periods, and Batte means cloth) from the grocery shops.
La tela usada para absorber el flujo menstrual es el método que usan la mayoría de las niñas y mujeres en entornos rurales prefieren. Nótese que decimos prefieren por razones muy espefícas. Alrededor de India, entre las miles de mujeres que hemos encuestado y tenido contacto con, la mayoría usar tela porque lo prefieren. Las usuarias sienten en su mayoría que es mucho más cómodo que las toallas sanitarias. Al contrario que con las toallas sanitarias, la mayoría de las mujeres está mucho más familiarizada con la tela y lo cambian con más frecuencia que una toalla sanitaria, lo que resulta en mejor higiene. Además, en las regiones húmedas del país, las toallas sanitarias se desmoronan fácilmente, así que una tela de algodón es preferible. Varias mujeres además han expresado preocupación por el medio ambiente para deshacerse de las toallas sanitarias y por esto prefieren una tela reusable. En muchas aldeas en Karnataka, las mujeres nos contaron que ya podían comprar una tela roja llamada "Datte Batte" en las tiendas de abarrotes.
Más información sobre este y otros métodos es presentado en el artículo (se habla también de toallas sanitarias de tela y sus desventajas y ventajas frente a las toallas deshechables y la tela, las toallas sanitarias comerciales y los tampones y la copa menstrual, además de por qué no se suelen recomendar estos en entornos rurales, donde también, en mi experiencia, son casi inexistentes). El artículo lo pueden consultar acá: Menstrual products and rural Indian women.

En otro artículo de la misma asociación, se pregunta por qué se ve a la toalla sanitaria deshechable como la única opción cuando claramente no lo es. También en otro más, habla de la mala calidad de las toallas de Muruganathan. No coman ansias, que les voy a poner todos los links. Seguimos por partes.

La calidad de las toallas sanitarias de Muruganathan


Son malas. Ya hablé de cómo las toallas sanitarias en India me parecen de mala calidad, pero estas se superan. En Mythri una mujer las probó y esta fue la conclusión: 

To be honest, I had even tried the pads made by Muruganathan’s machine before distributing them. I found the quality highly questionable – it would hardly last an hour before needing to be changed. And even the adhesive used was of such poor quality that when one tries to remove it, it just sticks and then the pad rips apart making a mess of the whole situation. Yet I thought “Well, it is for THEM. This should be enough.”
I wonder if the Twinkle Khannas of Bollywood who are suddenly praising and promoting Padman, have ever used his product. Do they go around in their designer outfits and costly vehicles wearing a leaking pad which needs to be discarded every hour? Or are they among those who think “This is good enough for THEM”?
Para ser honesta, incluso probé las toallas hechas por la máquina de Muruganathan antes de distribuirlas. Encontré la calidad altamente cuestionable, apenas duraban una hora antes de que necesitara cambiarlas. E incluso los adhesivos usados eran de tan baja calidad que, cuando intentaba quitarlas, la toalla simplemente se pegaban y la toalla se rompía en pedazos haciendo un desorden de toda la situación. Aun así pensé: "Bueno, es para ELLAS. Debería ser suficiente".
Me pregunto si las Twinkle Khanna [estrela de Bollywood] que están de repente promoviendo Padman [película sobre el creador de la máquina] han usado alguna vez este producto. ¿Se mueven en sus outfits de diseñador y sus vehículos caros usando una toalla sanitaria que tiene que ser cambiada cada hora? ¿O están entre aquellos que piensan "esto es suficientemente bueno para ELLAS"?
¿Quienes son ELLAS? El artículo procede a explicarlo, hablando de cómo el target son obviamente las mujeres pobres de la India rural que, según las élites, necesitan su ayuda para aprender a manejar su menstruación de manera higiénica, sin tomar en cuenta lo que las mujeres del entorno rural quieren y necesitan. Hace notar que ninguna investigación había nunca podido relacional el uso del tela a la aparición de infecciones en los genitales, como el proyecto parece hacer creer. Y que ninguna encuesta en India había presentado resultados de mujeres que usaran cenizas o arena para absorber el flujo menstrual. Que bien el sensacionalismo, eh. Todo esto puede consultarte en Padman – The Real Story of How He Shot to Fame by Selling Shame, donde además hablan de la historia del proyecto y cómo llegó a la fama.

Y lo último: ¿cómo consiguieron el footage shockeante? Siendo unos hijos de la chingada. Vamos a ello.

Ignoremos la cultura India para nuestros propósitos, dijeron los que realizaron este documental


En una entrevista la directora, Rayka Zehtabchi, dijo lo siguiente: 
“For example, we walked into a co-ed classroom, unannounced, in India. The teacher asked the 15-year-old students if anyone could tell her what menstruation was. And there’s a shot in the film of a young girl who’s called upon, and she stands up completely petrified. In the film, there is about 30 seconds where she literally cannot say a word. In real life we got about three minutes of footage of her where it seemed like she was going to faint. It was so hard to watch and realize that the shame was so painful.”
Por ejemplo, entramos a un salón de clases, sin anunciarnos, en India. La maestra le preguntó a sus alumnos de quince años si alguien le podría decir qué es la menstruación. Y hay un pedazo en el documental de una joven a la que le piden que conteste, donde está parada completamente petrificada. En el documental, hay más o menos 30 segundos donde ella literalmente no puede decir una palabra. En la realidad, tomamos más o menos tres minutos de video donde parece que se iba a desmayar. Era demasiado difícil de ver y darse cuenta de que la vergüenza era tan dolorosa.
Para consultar la entrevista, acá está el link

En India no es raro que las mujeres (y los hombres también a veces) se muestren tímidas en extremo al hablar con extraños, especialmente extranjeros (cuántas veces no habré yo estado en una casa donde les daba pena hablarme porque era extranjera, porque quizá su inglés no era lo suficientemente bueno, porque yo era una extraña, porque... miles de razones). El hecho de que entraran en el salón, sin anunciarse e hicieran la pregunta en un entorno mixto, es una falta de sensibilidad absoluta y cero conocimiento de las relaciones entre mujeres y hombres en la India. Muchas organizaciones, Mythri, entre ellas, hablan de cómo tratan el tema en entornos no mixtos en principio (sólo mujeres para hablarles de los métodos que pueden usar, de qué es la menstruación, de cómo detectar si tienen alguna infección, etc., sólo hombres para que también sepan qué es, etcétera) para crear un espacio seguro (que ese salón de clases no era en lo absoluto). Además de que rompieron varios lineamientos de la UNICEF para grabar y reportear a menores de edad. Eso puede verse desglosado en el artículo siguiente: And the Oscar goes to “Period. End of Sentence” – for use of false data, misrepresentation of Indian women and violation of child rights

Mis conclusiones


Me parece terrible el uso de datos falsos para avanzar el proyecto. Me parece más terrible que este documental no sea el único producto occidental que los usa. ¿La encuesta falsa? Prácticamente cualquier artículo sensacionalista sobre menstruación en la India lo ha usado. Incluso proyectos dentro del mismo país manejados por hombres y mujeres obviamente de estratos sociales más altos (aka la étile burguesa). Es de vergüenza. Y es más de vergüenza que haya ganado un Óscar. Me parece además terrible que muchísimas mujeres se hayan ido con la finta de lo que presenta el documental porque es muy difícil encontrar los datos y compararlos. Así no nos ayudan. Y pues nada, la verdad no siento haber arruinado este documental o proyecto. India se merece cosas mejores, que no la miren con condescendencia y que no vayan a salvar a mujeres marrones sin tener ni idea de qué quieren o qué necesitan.

martes, 19 de febrero de 2019

Home, Nnedi Okorafor | Reseña

Sinopsis: It’s been a year since Binti and Okwu enrolled at Oomza University. A year since Binti was declared a hero for uniting two warring planets. A year since she abandoned her family in the dawn of a new day. And now she must return home to her people, with her friend Okwu by her side, to face her family and face her elders. But Okwu will be the first of his race to set foot on Earth in over a hundred years, and the first ever to come in peace. After generations of conflict can human and Meduse ever learn to truly live in harmony? 

En Libros b4 Tipos estamos leyendo el primer libro de Binti como lectura conjunta este mes de febrero. Yo me propuse además leer los otros dos porque pues finalmente son libros de Nnedi Okorafor, escritora a la que admiro demasiado (cosa que casi ni se nota con mi reseña de Akata Witch, Kabu-Kabu, Quién teme a la muerte y Binti). A finales de enero finalmente leí Home (Hogar) en inglés (en español está editado por CronoCiFi y traducido por Carla Bataller Estruch) y bueno, vengo aquí a hacer la reseña.


Lo único malo de este libro es que sufre de algo que yo llamo el síndrome del libro sandwich. Es el libro de en medio y no creo que eso le haya ayudado del todo. Binti, la primera parte, puede ser tanto una parte de algo más grande como un libro que puede responder ante el mundo por sí solo. Es una historia redonda en casi todos los sentidos y en sus pocas páginas aborda muchos temas culturales que resulta muy interesante debatir. Home hace lo mismo al abordar distintos temas, reta a la concepción del mundo que tiene Binti, la protagonista y la hace cuestionarse sobre ideas pre concebidas, algo muy interesante, pero a a vez, creo que no es una historia redonda, sino sólo la introducción a algo más grande. Y aunque sin duda pasan cosas y se puede sentir de repente que hay cierto desarrollo de la trama, es una introducción muy grande hacia el tercer libro: The Night Masquerade, que estoy leyendo en este momento. No hay resolución porque el libro actúa sólo como un puente. Y el puente está bien construido y la prosa es buena y los personajes desarrollados, pero... bueno: no es más que un puente. Y de repente eso me resulta frustrante porque sé que es un libro que tiene que ir siempre acompañado, especialmente por la entrega que le sigue.


Pero bueno, vamos a hablar un poco de la trama y los temas que el libro aborda. Para empezar, es la vuelta a la tierra de Binti, que va acompañado de Okwu, la medusa. La tensión se siente desde el principio por el conflicto que tienen las medusas con los koush y porque la familia de Binti aun no entiende por qué se marchó para estudiar si ningún himba lo había hecho antes. Me gusta esa pelea entre lo nuevo y la tradición. Primero, porque creo que las tradiciones no son sagradas ni estáticas, sino que evolucionan y los pueblos evolucionan con ellas. Entiendo la frustración de Binti y el amor a los suyos, pero también la necesidad de irse a estudiar al espacio para usar el conocimiento que tiene en ayudar al resto. Su familia en general me frustra o no me importa lo necesario porque, fuera de su abuela paterna (que no es himba) y su padre, no hay mucho espacio para que estén desarollados o el lector los conozca mejor (quizá, aunque no sé, esa oportunidad me llegue en el tercer libro). 

En el libro también apareccen los zinariya, a los que el resto de la gente se refiere como salvajes. Incluso Binti piensa así y es ahí cuando el libro nos enseña que muchas veces crecemos con ideas pre concebidas sobre el otro. Se hace todo un cuestionamiento en ese sentido: ¿por qué los zinariya, que habitan el desierto, son salvajes para el resto? Y habla precisamente de como solemos tachar de salvaje a todo lo que no entendemos o vemos menos civilizado (y, finalmente, ¿qué es menos civilizado?, ¿cómo medimos la civilización?, ¿con la vara de los países imperialistas? Porque así no va a funcionar el asunto). 

Otro de los puntos buenos del libro es precisamente que seguimos ahondando más en la forma de vida de los himbas y en sus tradiciones y creencias, además de que se nos amplía el mundo de Binti con otros pueblos y otras tradiciones y otras formas de vida. Me gusta que el libro haga eso aunque, como ya dije, y a riesgo de estarme repitiendo, tiene muy poco espacio para hacerlo y eso es lo que creo que le impide tener un desenlace propiamente dicho. 


Concluyendo, ¿recomiendo este libro? Sí, claro, como parte de la trilogía de Binti me parece un libro interesante y me parece también una gran aportación al afrofuturismo (como parte de la saga) puesto que amplia el mundo en el que vive Binti. Bueno, eso es todo por ahora, los veo cuando reseñe The Night Masquerade.

viernes, 15 de febrero de 2019

Mujeres. Nuestras vidas, nuestras luchas

Sinopsis: Los movimientos de mujeres han adquirido un gran protagonismo en la escena política y social argentina. Los Encuentros Nacionales de Mujeres son, desde 1986, la expresión más avanzada de su organización y lucha en el país. Eso ha contribuido a abonar un movimiento de mujeres autónomo, solidario con las luchas obreras y populares, organizado en núcleos específicos como el de Amas de Casa del País, Movimiento de Mujeres en Lucha o Casa de las Mujeres, que hacen alianzas concretas en cada momento político, para su propio objetivo liberador. Esta publicación refleja aspectos de estos procesos, buscando contribuir al estudio, a la reflexión y al debate desde un punto de vista marxista.

Este libro me lo puso enfrente Ans de Cien flores. De hecho, pueden leer la entrada que le hizo al respecto como su lectura de enero, está muy completa y seguro nota más cosas porque ella es argentina y este, ante todo, es un libro que habla de la lucha de las mujeres argentinas. Es un compilado con varios ensayos/artículos (no sé como definirlos en cada caso, perdón a mi maestra de expresión oral y escrita) que tratan distintos temas que atañen a la mujer: la discriminación en los lugares de trabajo, la violencia doméstica, la violencia sexual y la prostitución y la trata de personas. Tengo varios puntos que me gustaría hacer sobre él.

Primero, quiero decir que es un texto bastante introductorio ante todo. Me parece que los temas que trata puede servir de punto de partida para investigar más y pasar a textos que profundicen más en los temas y en la cuestión de la mujer. Este tipo de textos me parecen muy valiosos para hacer de puente, dígamoslo así. No son para que la gente se quede sólo con ellos, sino para ser complementados y seguir investigando

Segundo es que, como ya mencioné, es un texto que se centra en argentina. Y a menos de que sean de allá o sean como yo, que he soñado con vivir en Buenos Aires desde que tengo trece años, quizá no todos los datos les interesen. Hay artículos que hablan de bastantes temas específicos y cursos de acción que se han tomado en el contexto de estas mujeres. Se rescatan también estadísticas del país (que no está de más conocer) con respecto a temas de violencia contra las mujeres. Y ahora sí, hechas esas dos aclaraciones, paso a hablar del texto en sí.

Voy a empezar con mi texto preferido por ser el más claro entre todos (según mi perspectiva) que escribió María Conti, llamado La violencia en la familia, un duro aspecto de la opresión. Analiza la violencia intrafamiliar desde el punto de vista del marxismo como un problema de clase. ¿Dónde se da la violencia? ¿Por qué razones? Además explica de manera muy clara de qué se habla cuando se habla de clase como contradicción principal y cómo se aborda la cuestión de la mujer desde el materialismo dialéctico.
Las contradicciones de clase y género, expresadas en la doble opresión, son de distinto carácter. La contratación de clase es la principal, entendiendo como tal a la que enfrenta a las clases y sectores dominantes de la sociedad, con el pueblo en su conjunto. La de género es secundaria, pero se establece entre ellas una relación dialéctica y requiere esta última de un abordaje específico. Cuando una mujer es golpeada o abusada sexualmente, requiere una contención que no resuelve la política general solamente (…) Entendemos que en el momento en que una mujer está siendo golpeada o abusada sexualmente, esto pasa a ser la contradicción principal a resolver en ese momento concreto.
 Me parece un texto muy al punto, muy claro. Para mí, pequeño paréntesis aquí, es muy importante que los textos sean claros. Eso no quiere decir que sean simples o que hablan de temas simples, porque la opresión de la mujer no es un tema sencillo, pero sí que el texto sepa transmitir las ideas de manera clara y concisa. Aprender a explicarse es todo un asunto y me gusta mucho como se explica María Conti: desde lo teórico hasta las estrategias prácticas.


Siguiendo un poco con el tema de la estrategia, es algo que me gusta alrededor del libro. Hace poco, cuando criticaba Por qué no soy feminista, hablaba de que no me parecía un buen libro porque se me hacía muy poco estructurado con muy pocos fundamentos y, además, muy poco propositivo. Una de mis grandes críticas al feminismo, y la razón por la que he ido alejándome de varias ramas para aterrizar en el marxismo, es la falta de la teoría revolucionaria. Los análisis de la opresión de la mujer dentro de muchas corrientes feministas pueden ser magníficos (a veces lo son, hay muchos que me gustan), pero para mí no son lo único necesario. Se necesitan estrategias, maneras en las que las mujeres podamos pelear por una mejor vida. Por esto, es que este libro me parece bueno. Es una excelente introducción a varios temas que atañen a las mujeres y habla además de estrategias que se han tomado en comunidades de mujeres para, justamente, mejorar sus condiciones de vida.

Por ejemplo, el capítulo dedicado a mujeres y trabajo habla de las huelgas y las peticiones que se han dado, las maneras en que las mujeres reclaman mejores condiciones laborales y que no existe discriminación en los lugares de trabajo. Además, en otro de los artículos, se analiza a fondo la problemática del aborto en Argentina, haciendo especial hincapié en que no se lucha sólo por el aborto, sino por la Educación Sexual Integral y el acceso a los anticonceptivos. La campaña por el aborto en argentina tiene muchos muchísimos años de historia y conocer su historia me parece algo bastante importante en el marco de América Latina.

Finalmente, el libro cierra con un artículo sobre la prostitución, que también me pareció bastante bueno como introducción. En el artículo se habla precisamente de la falsa idea de la libre elección que existe en el capitalismo y la manera en que las personas se convierten en mercancía bajo este sistema económico.
Quienes ven en la prostitución una expresión de la "libertad sexual" aceptan una sexualidad basada en el dominio masculino y la transformación del cuerpo de una persona en un objeto. Mantienen las ideas respecto de (por lo menos) dos clases de mujeres: las "buenas", útiles como amas de casa, las que tienen los hijos, tal vez las que acompañan; y las "malas", con quienes, por un precio se puede tener una satisfacción sexual unilateral "sin compromiso".
Si las personas son vistas como mercancía, ¿tienen opciones libres de vida?
Como ya lo mencionó Ans en su artículo sobre el libro, me parece un muy buen material introductorio a varios temas que nos conciernen a las mujeres. Además que es un muy buen material que se puede leer en grupo para abrir el debate e ir profundizando poco a poco.