Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 18 de marzo de 2018

Crítica a Do Muslim Women Need Saving? de Lila Abu-Lughod

Sinopsis: Frequent reports of honor killings, disfigurement, and sensational abuse have given rise to a consensus in the West, a message propagated by human rights groups and the media: Muslim women need to be rescued. Lila Abu-Lughod boldly challenges this conclusion. An anthropologist who has been writing about Arab women for thirty years, she delves into the predicaments of Muslim women today, questioning whether generalizations about Islamic culture can explain the hardships these women face and asking what motivates particular individuals and institutions to promote their rights.
In recent years Abu-Lughod has struggled to reconcile the popular image of women victimized by Islam with the complex women she has known through her research in various communities in the Muslim world. Here, she renders that divide vivid by presenting detailed vignettes of the lives of ordinary Muslim women, and showing that the problem of gender inequality cannot be laid at the feet of religion alone. Poverty and authoritarianism--conditions not unique to the Islamic world, and produced out of global interconnections that implicate the West--are often more decisive. The standard Western vocabulary of oppression, choice, and freedom is too blunt to describe these women's lives.
Do Muslim Women Need Saving? is an indictment of a mindset that has justified all manner of foreign interference, including military invasion, in the name of rescuing women from Islam--as well as a moving portrait of women's actual experiences, and of the contingencies with which they live.

La autora, Lila Abu-Lughod
¿Se imaginan que van a construir una casa bien chingona, la casa de sus sueños? Bueno, imagínenselo. Le ponen los mejores cimientos para que ni el más fuerte temblor se las tire. Ni el más fuerte. Lo malo es que para el piso y las paredes le ponen ahí cualquier cosa que se sostenga aunque sea pajita y el techo no es ni de lámina porque ya no les alcanzó. Bueno, eso es este libro; agárrense, que la crítica va para largo.

Este libro tiene algunos aciertos (está sustentado sobre algunas bases bastante decentes) y algunos desaciertos (muchos, a decir verdad, es superficial, no se basa en la estadística sino en los hechos aislados), sin embargo, va sobre una idea principal que la autora menciona en la conclusión: el propósito del libro era hablar de si las mujeres musulmanas necesitaban salvación O tenían derechos (y sonaba bastante como un o exclusivo, donde sólo se debía cumplir una de las dos cosas). Por supuesto, con esa idea, el libro no podía llegar muy lejos porque esa oración es trampa. Uno podría decir que las mujeres musulmanas tienen algunos derechos; en principio, porque las mujeres musulmanas no son una masa uniforme, sino que dependen de la legislación de países de todo el mundo. Y en algunos países mayoritariamente musulmanes, las mujeres, tienen, por ejemplo, derecho a votar, a estudiar, a manejar un carro (y en otros no como... Arabia Saudí). Pero las mujeres en general en todo el mundo no están completamente emancipadas económicamente, ni son libres sexualmente. Y eso no es exclusivo de los países mayormente musulmanes, sino de todo el mundo. Entonces, obviamente, aunque tengan derechos (los pueden tener), no están liberadas (así que considero que sería más apropiado hablar de la liberación de las mujeres).

Mujeres de Líbano en una protesta por sus derechos
Por otro lado, eso de necesitar salvación, al modo de los white saviors, pues no. Los evangelizadores en América creyeron que estaban salvando a los nativos de las llamas del infierno por herejes y henos aquí, quinientos años de colonialismo después. Los comúnmente conocidos como white saviors se caracterizan más por buscar hacer algo para su paz moral que por ayudar a alguien, son fans del reformismo, tienen ideas de salvación capitalistas y les encanta ayudar directa o indirectamente al imperialismo a joder al tercer mundo. Entonces obvio nadie los necesita. De la pregunta inicial nada se cumple. 

De lo que mencioné en el último párrafo, sobre los salvadores que ayudan al imperialismo, es sobre lo que el libro tiene sus mayores aciertos (no completamente, porque nunca llega hasta el final de su razonamiento, pero sí algo bastante bueno). Analiza como, durante la intervención militar de Estados Unidos en Afganistán, se usaba una retórica sobre salvar a las mujeres de los talibanes y, en general, de los hombres musulmanes. Dice que no se tomaba en cuenta la cultura ni las voces de estas mujeres (lo último es complicado porque, bajó el régimen talibán, ¿ustedes dónde creen que las mujeres tenían oportunidad de expresarse?), sino que sólo buscaban una excusa para legitimar la invasión frente a grupos, por ejemplo, de mujeres o feministas; muchos cayeron en la trampa inconsientemente y otros simplemente lo apoyaron entendiendo las consecuencias (porque en Estados Unidos hay "feministas" que creen que se puede ser pro imperialista y feminista a la vez, o pro vida y feminista a la vez, o supremacista blanca y feminista a la vez, no entiendo a los Estados Unidos). Entonces, la autora, Lila Abu-Loghod, nos muestra perfectamente como el primer mundo usa a las mujeres (marrones) como arma para legitimarse como salvador (en lugar de como invasor). Porque claro, según ellos, están salvando a las mujeres marrones de los hombres marrones, pero, ¿quién las salva de sus hombres? ¿Acaso son superiores moralmente? El planteamiento es muy bueno, pero sobre el punto, las únicas soluciones de las que la autora habla son de que tenemos que escuchar a las mujeres, aceptar su cultura, etcétera. Para mí la solución más fácil (esto es un decir, porque es increíblemente difícil) y mejor es que existan los medios (o se pongan) para que las mujeres se emancipen económica y sexualmente. Eso les permite tener voz, una voz que sea más escuchada y es un muy buen paso para solucionar la cuestión de la mujer.

Imagen de RAWA (Revolutionary Association of the Women of Afghanistan)
En fin, el planteamiento inicial del que hablo en todo el párrafo anterior está muy bien, y la autora lo retoma varias veces para hablar, precisamente, de la propaganda que se crea en el occidente para mostrar que, efectivamente, el oriente es un mundo bárbaro. Por supuesto que ocurren barbaridades en el mundo, así en general, cuando uno vive en el capitalismo y en el patriarcado, es común que eso paso (y por eso hay que destruirlos hasta los cimientos), pero muchas veces, hay países (Estados Unidos) que se aprovechan de algunas de estas barbaridades (son selectivos, si pasa en el primer mundo se hacen los estúpidos) para justificar sus intervenciones militares (y Dios, en quien no creo, sabe que son muchas). Otros países (algunos en Europa, no voy señalar porque son muchos) usan estas historias tristes para endurecer sus políticas migratorias y hacerlas más racistas y xenofóbicas (sin fijarse en las cosas que ocurren dentro de sus propias fronteras, con la gente que nació dentro de ellas).

Mujeres en Egipto luchando contra el militarismo
Hablando de eso, la autora nos señala el entusiasmo con que el occidente consume las "memorias" (poco o nada verificables) de jóvenes musulmanas que nunca dan su nombre completo y huyen de matrimonios forzados o asesinatos de honor para llegar al maravilloso occidente (donde, siempre, siempre, descubren la libertad). Muchas han sido probadas falsas. Otras son inverificables. Y aunque no se debería dudar de la palabra de las mujeres que son víctimas, es obvio y triste que hay quien se está beneficiando del sufrimiento de otras mujeres para empujar sus agendas. La autora lo denuncia, pero no llega muy lejos después de la denuncia; yo les diré tres cosas sobre el tema: (1) la única memoria hasta el momento que me ha gustado, de ese estilo, es la de Ayaan Hirsi Ali, porque, aunque concuerdo muy poco con sus políticas y su manera de pensar, es bastante honesta; (2) son mucha propaganda de salvar a las mujeres marrones de los hombres marrones, que es falsa, porque no van a ir a liberar a ninguna mujer y (3) todo eso quiere decir que las verdaderas víctimas no llegan ni a poder alzar la voz. No las oímos porque no tienen voz, nadie les ayuda a que la tengan.

Ya que mencioné los dos puntos a favor, partiré con el resto de mi crítica. Este libro es uno que hace una gran gimnasia mental, ni yo podría hacer algunas de las acrobacias. La mayoría de estas acrobacias mentales y varios saltos de extrema longitud la autora los hace para demostrar que las mujeres musulmanas no están tan oprimidas como nosotros, los lectores, creemos. Para empezar eso sólo ya está muy mal porque en el mundo no existen las olimpiadas de la opresión. La opresión es, punto; que se manifieste de distintas maneras en distintos contextos es otro asunto. La primera de estas acrobacias mentales fue intentar contarme que la burka no era tan mala porque permitía a las mujeres salir de su casa y que era su cultura... Mi mente piensa que, mientras las mujeres no tengan opciones y capacidad de elección (es decir, estén emancipadas) no podemos decir algo así nada más porque sí para demostrarle a alguien un punto (y lo mejor sería que existiera una estadística que nos demostrara algo, especialmente porque son lo único que tenemos para demostrarle al mundo que la opresión de la mujer es real y que la cuestión de la mujer es algo importante).

I Am My Own Guardian, protesta contra el sistema de guardianes de Arabia Saudí
A lo largo de la historia, vamos viendo varios razonamientos de este tipo, especialmente basados en anécdotas que nos cuenta la autora y en sus juicios. Vamos de un caso específico a lo general. Lo irónico (lamentablemente) es que la misma autora insiste que no se puede crear un cliché en torno a la figura de la mujer musulmana (pues lo único que comparten todas las mujeres musulmanas en este mundo es única y exclusivamente la religión), pero en estos casos de ir de una anécdota hasta lo general lo hace muy a menudo. Quiero gritarlo que por qué lo hace, ¡¿por qué?! Es algo con lo que ella misma está en contra. Y claro que podemos ir de lo específico hacia lo general y de lo general a lo específico, pero no de un sólo caso específico, porque no nos permite ver un patrón. Muchas mujeres de los Estados Unidos empezaron a darse cuenta que las violencias que sufrían no eran algo individual cuando se formaron los grupos de consiencia (uno de los lugares de donde sabe que lo personal es lo político); ellas no fueron las únicas, a lo largo del mundo, muchas mujeres se han dado cuenta de que viven en un sistema que las violenta de manera sistemática precisamente al juntar todas sus historias y darse cuenta de que no son tan diferentes. Eso, de hecho, está muy bien. Ahora, cuando tenemos un sólo caso para intentar convencernos de que, en realidad, las mujeres no están tan mal, bueno, tiendo a alzar las cejas. Y eso pasa horrores en el libro.

Protesta contra la ocupación de Palestina en el marco del Día Internacional de la Mujer, mujeres palestinas
Hay una parte del libro que habla específicamente de Egipto y de las mujeres allí. Habla de su lucha y me encantaría poner todo esto entre comillas porque las cosas que cuenta la autora son ínfimas y pretende, con ellas, pintar todo el panorama. Para ofrecer un panorama de la cuestión de la mujer en Egipto ya existe Nawal el-Sadaawi, que investigó durante muchos años sobre temas de salud de las mujeres y otras cuestiones y escribió un libro con todo lo que descubrió sobre ello (no olviden leer La cara desnuda de la mujer árabe, que la verdad, es una mucho mejor manera de entender la lucha de la mujer en esos lares del mundo y nos muestra lo bueno y lo malo). Siento que la misma Abu-Lughodparte con un bias y nos cuenta sólo lo que le ayuda a sostener su punto, cosa que, por ejemplo, el-Sadaawi no hace.

Bueno, ahora, para acabar y no hacer esto más largo que nada, diré que me hubiera gustado que fuera un libro más proactivo y propusiera, si no soluciones, al menos un plan de acción algo claro. Y sobre las "soluciones" (que no puedo considerar exactamente como tal) que propone, hubiera preferido que fueran menos reformistas porque no le puedes poner parchecitos rositas y violetitas al patriarcado y decir que lo derribaste. En fin, eso es todo. Si fuera ustedes, me ahorraría el libro; pero si quieren leerlo, los invito a hacerlo para formar su propia opinión.

viernes, 16 de marzo de 2018

Comic y novela gráfica escrita por mujeres | Mini reseñas

Sí, en marzo vamos a hablar de todo. ¿Cómo pasaron el 8 de marzo, mejor conocido como el día de que los hombres pregunten por qué no hay un día del hombre... digo, el día de la mujer (y de contestarle a los hombres que sí hay un día del hombre y que dejen de joder)? Bueno, ya pasó, falta todo un año para que los hombres se vuelvan a poner tan insoportables de nuevo y el blog todavía no vuelve a su programación habitual (ni volverá hasta abril). Aquí no vamos a hablar de ningún hombre de carne y hueso hasta abril. Como quien dice, puras autoras. ¡Y hoy traigo comics y novelas gráficas! Tres, para ser preciso, que les vengo a recomendar. (Porque las mujeres también escriben comics y novelas gráficas, y si les dicen que no, les están mintiendo).

The legend of Wonder Woman, Vol. 1: Origins, Renae de Liz


Sinopsis: A new 9-issue miniseries with a story written and pencilled by Renae De Liz ("The Last Unicorn")! In the beginning, there was only chaos. But Hippolyta, Queen of the Amazons, saw a better future--and eventually, her daughter would be destined to bring that new world to life. Before her ultimate fate unfolds, though, Diana of Themyscira must learn the important lessons of an Amazonian childhood! Collects the 27 digital chapters of "The Legend of Wonder Woman," later released in print form for 9 issues. 
(Si alguien necesita la traducción, me la pide, con todo gusto la hago).

Yo soy lectora asidua de Marvel, no de DC. De DC me sé los personajes y poco más, pero con todo el revuelo de la película de la mujer maravilla, decidí leer este comic porque me lo encontré por ahí y salí encantada. Esta es la historia de los orígenes de la mujer maravilla y tiene un montón de mitología griega y dibujos absolutamente hermosos (y una historia más o menos razonable de por qué si Diana es de Themyscira su traje tiene las estrellas de la bandera de Estados Unidos... ¿qué a ustedes eso no les sonaba raro?). En serio, los dibujos son hermosos. Puedes pasar horas sólo viendo los dibujos en las páginas (al menos yo lo hice).


La historia está bastante bien, una historia de origen bastante interesante y en general promedio. O sea, no es una super revelación en la historia, pero creo que tiene bastantes elementos buenos y que el dibujo le ayuda maravillas. Estoy tentada a ponerles un montón de imágenes para probar mi punto. La historia no es nada del otro mundo, pero no necesitas nada del otro mundo para crear una buena historia. La historia de Diana es el viaje del héroe, pero como heroína (y con la cantidad de superheroínas si la comparamos con la de superhéroes superfamosos como ella, pues no hay tanto).

La autora es Renae de Liz y aunque me parece que ya no trabaja con DC, esta historia es bastante buena e interesante (aunque me parece que no tiene continuación y yo sigo sin ganas de leer nada de DC que no sean cosas de la mujer maravilla), muy simple, enmarcada en la segunda guerra mundial (cuando Estados Unidos decidió que necesitaba superhéroes e hizo toda la propaganda que pudo con ellos; la prueba: los trajes, la bandera yanqui a todo lo que da en todas partes). Se las recomiendo bastante si les gusta Wonder Woman, seguro saldrán satisfechos.



Generations, Flavia Bondi


Sinopsis: After three years in Milan, Matteo returns home to the provincial country town where he was born and from which he had fled. Coming out as a young gay man in a provincial country town had led to ugly clashes with his conservative father, and the urban metropolis of Milan had been a welcome change from the stifling small-town life of his childhood and the anger and bewilderment of some members of his family. But now, Matteo finds himself with little choice but to return home, with no money, no job, and an uncertain future, like so many other young people of his millennial generation. afraid of encountering his estranged father, he instead takes refuge with his extended family, at a house shared by his grandmother, three aunts, and his very pregnant cousin. As he tries to rebuild his life, reconnecting with the women of his family and old hometown friends, he warily confronts a few truths about the other generations of his family—from their bigotry to their love, and tolerance, and acceptance—and a few truths about himself, including his fears of confrontation and commitment.

Esta es una novela gráfica italiana.Intento traer variedad, porque pues lo mismo que se escribe en Estados Unidos no se escribe en Italia y lo que se escribe en Italia no se escribe en los Estados Unidos. Esta novela gráfica, además, explora la vida de un chico que vuelve a su pueblo desde Milán después de años de no tener relación con su familia, relación que quedó bastante dañada cuando salió del closet. Matteo vuelve sin trabajo, sin dinero y sin donde quedarse; no quiere ir a casa de su padre, pues siente que será rechazado y no quiere enfrentarse a ello, así que se regufia en casa de su familia más extendida, donde podemos ver su relación con sus tías.


La verdad es que esta novela me gusta mucho, explora demasiado las relaciones familiares en la casa de Matteo y su propia historia. Las relaciones de Matteo con su familia son de por sí complicadas y él intenta comprender todo lo que pasa bajo su techo. No es sólo que el haya vuelto desde Milán después de años de no tener contacto, sino que además se enfrenta a las peleas de sus tías, el pasado de su abuela y su prima embarazada. Al final, el mundo no gira alrededor de él, como él mismo se puede dar cuenta con mucho alivio. La novela explora su identidad y la aceptación de su familia (se sabe que Italia es un país conservador, pero aún así la familia quiere a Matteo), todos los problemas familiares que ocurren bajo un mismo techo.


Es una novela cuya narración es lenta, pero segura, llena de cosas cotidianas que nos pueden envolver en la idea de que no pasa nada (pero en realidad pasan muchas cosas, no sé dejen engarrar, la cotidianidad está llena de sucesos que ocurren en todas partes y de conflictos). Los personajes están bastante bien formados la mayoría, aunque me hubiera gustado tener un poco más de páginas para explorarlos todavía más (pues es una novela gráfica corta con un montón de personajes y conflictos, a la que otras diez páginas no le habrían venido nada mal). La historia es tierna y agradable.

Afar, Leila del Duca


Sinopsis: Boetema suddenly develops the ability to astrally project to other worlds, unintentionally possessing the bodies of people light years away. Inotu, her inquisitive brother with a penchant for trouble, finds himself on the run after he’s caught eavesdropping on an illegal business deal between small town business tycoons and their cyborg bodyguard. When Boetema accidentally gets someone hurt while in another girl’s body, the siblings are forced to work together to solve the problems they’ve created on their planet and others.

¡Ahora ciencia ficción! Además ciencia ficción donde prácticamente nadie es blanco. No es que eso lo haga automáticamente bueno, pero ya saben, vivimos en el mundo de las historias de los hombres blancos ricos que les encanta hablar de sus dilemas masculinos. Como dijo Nnedi Okorafor en su reseña de este libro, es muy bonito ver personajes con raíces árabes y africanas simplemente haciendo sus cosas. Así que ahora sí, les voy a contar qué pensé yo del libro.


La premisa de Afar es, sin duda, bastante original, no la parte en la que Boetema puede transportarse de manera astral, no, la parte en donde es un mundo que claramente está inspirado en el desierto africano y árabe. Yo soy de esas que grita por todos lados que hay que desconolizar la fantasía y la ciencia ficicón y Afar definitivamente hace eso. Sin embargo, creo que Afar se hubiera beneficiado mucho más si fuera una serie de varias novelas gráficas, por ejemplo, o si fuera una serie de comics. Los mundos que visita Boetema son algo demasiado grande para meterlos y apretarlos en tan pocas páginas y me hubiera gustado ver todavía más de sus aventuras y de sus conflictos. De todos modos, la historia no está nada mal.

El dibujo es bastante bueno (aunque a mí casi cualquier dibujo me parece lindo y bonito, no soy excesivamente pedinche en ese aspecto) y la historia no está nada nada mal. Me hubiera encantado explorar más el mundo (ya lo dije) y tener mucho más tiempo de conocer a los persnajes, porque la historia es rápida, siempre está ocurriendo algo, siempre, no te da ningún respiro (lo cual no es malo, sólo te deja con ganas de más). Se las recomiendo si les gustan estos géneros, seguro que no se van a decepcionar de nada.


miércoles, 14 de marzo de 2018

Amelie Nothomb | Mini reseñas

Hace nada les estaba hablando de esta autora belga en mis recomendaciones para la #TravesíaFeminista de Libros b4 Tipos y aunque este mes ya no esté dedicado a Europa Occidental, sino a Norteamerica (que también tiene unas escritoras increíbles, al final del mes haré mi lista de recomendaciones), pensé que bien podía traer estas reseñas. En realidad, la primera ya ha sido publicada en internet, pero la página en la que fue publicada (Plusbits) ha cesado de existir forever and ever así que la voy a repostear por aquí.  


Como me pareció muy poca cosa releyéndola, pensé en agregarle contenido nuevo hablando de otro libro con el que Estupor y Temblores está muy relacionado. Así que hoy, además de hablar de Estupor y Temblores, vamos a aprovechar también para reseñar Ni de Eva, ni de Adán. Si ustedes supieran hace cuanto leí este libro y hace cuanto estoy diciendo que lo voy a reseñar (no tenía ni kindle, es más, no había ni empezado la carrera), se ríen de mí. Pero bueno, no hay plazo que no se cumpla y hoy por fin traigo esta reseña.

Estupor y temblores


Sinopsis: Esta novela con declarada carga autobiográfica, que ha obtenido un éxito impresionante en Francia, cuenta la historia de una joven belga de 22 años, Amélie, que empieza a trabajar en Tokio en una de las mayores compañías mundiales, Yumimoto, quintaesencia de las empresas japonesas. Con «Estupor y temblores»: así es como el emperador del Sol Naciente exigía que sus súbditos se presentaran ante él. En el Japón actual, fuertemente jerarquizado (en el que cada superior es, antes que nada, el inferior de otro), Amélie, afligida por el doble handicap de ser a la vez occidental y mujer –extraviada en un hormiguero de burócratas, subyugada además por la muy japonesa belleza de su superior directa, con la cual tiene unas relaciones de franca perversidad–, sufre una cascada de humillaciones. Trabajos absurdos, órdenes dementes, tareas repetitivas, humillaciones grotescas, misiones ingratas, ineptas o delirantes, superiores sádicos, la joven Amélie empieza en contabilidad, luego a servir cafés, pasa a la fotocopiadora y, descendiendo los escalones de la dignidad (aunque con un despego muy zen), acaba ocupándose de los lavabos... masculinos.

Siempre he dicho que todo el mundo debería conocer a esta magnífica escritora belga. Creo que este, Estupor y temblores, uno de sus primeros libros, es el libro perfecto para conocer a Amélie Nothomb y conocer también su peculiar sentido del humor. Estupor y temblores es una novela autobiográfica en la que Amélie narra sus aventuras trabajando en una empresa japonesa, intentando adaptarse a un ambiente muy diferente al que conoce.  Para ponerlos en contexto, Amélie nació en Japón (en la ciudad de Kobe, más concretamente) puesto que su padre era diplomático. A los cinco años, abandonó el país y no volvió hasta 1989 para perfeccionar su japonés y conocer, de verdad, al país de sus amores.


Esta historia comienza en enero de 1990, Amélie acaba de conseguir empleo en una empresa japonesa muy tradicional donde Amélie empieza a ganarse enemigos desde el primer día. Su inmediata superior, Mori Fubuki, empieza primero como una aliada que parece entenderla en su desconcierto de cómo se maneja una empresa japonesa. Y en la larga cadena de sus superiores, el señor Omochi le hará la vida especialmente imposible. Entre sus tareas están sacar mil veces fotocopias del reglamento del club de golf del señor Omochi (y repetirlas, porque la primera vez no están correctamente centradas según él), escribir cartas adivinando asunto, contenido e intenciones y servir cafés. Todo aderezado con la peculiar visión de Amélie, que lo cuenta todo de manera muy amena e interesante.

Estupor y temblores es un libro muy cortito: apenas pasa de las 120 páginas. Además, se va volando. Amélie adora la cultura japonesa y adora Japón (es el país de sus amores), sin embargo, no se tienta el corazón para hacer una crítica de las empresas japonesas y la manera en que exprimen a sus empleados y mucho menos se tienta el corazón a la hora de intentar analizar la vida de una mujer japonesa y con qué roles se supone que debe de cumplir. Amélie se centra en los trabajos que le encomiendan y los líos en los que se mete por tener iniciativa, uno de los peores crímenes en la empresa.


El libro, escrito con el agudo sentido del humor de Amélie, hace que el libro sea muy divertido (¿quién pensaría que un libro sobre abusos laborales sería entretenido?). Para mí, es el mejor libro para conocer a la escritora belga, además de que sirve para conocer más del sistema jerárquico japonés y entender un poco su filosofía de trabajo. En resumen, es un libro cortito, entretenido, de trama y premisa muy sencilla que es muy recomendable si tienen interés en la cultura japonesa o en la escritora.

Ni de Eva ni de Adán


Sinopsis: Amélie Nothomb se sube en Tokio a la montaña rusa de una hilarante educación sentimental en brazos del muy delgado y muy oriental Rinri, un ávido lector que sueña con entrar en la orden del Temple. Amélie, decidida a aprender japonés enseñando francés a los autóctonos, conoce a Rinri en un bar. Pero, pocos días después, la relación entre maestra y alumno dará paso a una hermosa historia de amor. Distintos episodios nos sitúan, una vez más, ante una rica y peculiar visión de Japón, la de alguien nacido allí pero cuyos orígenes son occidentales, y donde la percepción de la alteridad cobra los más variopintos matices. Nothomb analiza sus experiencias desde una perspectiva casi antropológica, nunca exenta de ironía. La diversión está asegurada, pero también la ternu-ra e incluso la melancolía…, porque cuando Nothomb escribe en primera persona fascina, divierte, hace pensar y hace reír.

La sinopsis es mentirosa. No le crean. Eso no es una bellísima historia de amor. Creo que el afán de catalogar este libro dentro del género romántico es porque, sí, tiene una relación entre sus páginas y nuestra obsesión con las relaciones románticas. Esta es una novela autobiográfica y más que nada, es una historia sobre Amélie Nothomb. La belga está decidida a perfeccionar su japonés y, bastante frustrada con las clases de japonés a las que asiste y el sistema educativo japonés, al que no duda en criticar, se dedica a enseñar francés entre los japoneses. Así es como conoce a Rinri, un universitario, empieza a darle clases y acaba teniendo una relación con él.

Así, de la nada, chance y si parezca una novela romántica. A mí me van a perdonar, pero dejando de lado que sí tiene romance, se me hizo una novela bastante introspectiva de Amélie. La escritora se cuestiona una y otra vez el amor y su manera de sentirlo. Habla de las clasificaciones del amor según las ve ella y como las siente. Analiza su relación con Rinri mientras habla de la cultura japonesa (y qué cultura) y vive en el país de sus amores. Amélie ama a Japón más a que casi todo en el mundo y se nota por como habla del país. Lo critica, lo expone, nos cuenta todo. Creo que sé más cosas de Japón que de Rinri, la verdad (que no es mal protagonista y de hecho es un chico bastante tierno, pero again, creo que aunque es una pieza muy importa del libro, el libro no es de él ni de su relación). Este libro es anterior a Estupor y Temblores. Antes de que Amélie entrara a trabajar en una empresa salida directamente de los círculos del infierno. 

Monte Fuji
De Amélie Norhomb uno puede esperar casi cualquier cosa. Este libro a veces es pesado porque sus divagaciones parecen irse por las ramas en todo momento. A pesar de todo, su prosa al hablar de Japón es hermosa y una de las partes más impresionantes del libro es la excursión al Monte Fuji, que todos los japoneses deben realizar al menos una vez en su vida. Les juro, me pareció hermoso. Es un buen libro para complementar el anterior, aunque la verdad es que no lo considero por encima de la obra magistral que me parece Estupor y Temblores (e incluso la Metafísica de los tubos, que aún tengo pendiente reseñar).