Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 8 de febrero de 2018

Vegan Mac & Cheese: cocina for dummies

¡Hola! Hacía mucho que no ponía una reseña y la de hoy es nada más ni nada menos que mi versión vegana de macarrones con queso. Yo no soy vegana, lo cual no me quita que pueda disfrutar esta comida de vez en cuando (o de vez en mucho, dependiendo de lo que se deje mi familia, porque mi papá no puede vivir sin carne y mi mamá sin quesadillas con queso). Hace tiempo intenté hacer unos macarrones (no eran macarrones, era penne en realidad) con queso en modo vegano y les traigo la receta por si quieren animarse a probarlos. Nada usado en la receta tiene artículos de origen animal, porque es vegano (ya sé que ya lo dije cinco veces, pero una más no le hace faño a nadie). 


Aclaración: esta receta funciona como para ocho porciones pequeñas (el "queso" o la pastita de salsa) y la pasta para poco menos.

Ingredientes

2 papas (ya cocidas)
entre 5 y 6 zanahorias (ya cocidas)
pasta
sal
laurel
aceite vegetal (en vez de mantequilla o huevo para la pasta) 
cacahuates (también puede ser nuez de la india, pero la idea de usar cacahuates es que sea más barato, porque la nuez de la india es carísimo). 
cebolla
maicena
pimienta
pimentón
chile al gusto

 Preparación:

1. Pon a cocer la pasta. Agarra una olla y pon agua a hervir. Cuando ya estpe hirviendo o a punto de hervir, echa la pasta que vayas a hacer allí. Agrega sal, un poco de aceite y unas tres o cuatro hojas de laurel. Según el tipo de pasta es el tiempo que debes de esperar. En mi caso, queda lista con entre 15 y 20 minutos en el agua hirviendo. Para revisar puedes chechar que ya está completamente suave. Cuando ya este, le quitas el agua y la dejas reposando en un colador.


2. Las papas y las zanahorias ya deben estar previamente cocicas (en agua, para probarlas puedes clavarles un cuchillo y este debe entrar sin esfuerzo). Ambas peladas y cortadas en pedazos. 


3. En la licuadora pones las papas, las zanahoras, un puñado de cacahuates, unos trocitos de cebolla para que sepa bien, sal, pimienta, pimentón/paprika (y realmente con lo que quieras condimentar, yo a veces agrego clavo o tomillo). Agregas agua (puede ser filtrada o no filtrada porque después la mezcla va a hervir) y licuas hasta que no queden grumos. Se supone que esa es la versión del queso de nuestro mac & cheese, que no es queso, sino una tipo crema de papa y zanahoria (el sobrante lo puedes diluir con más agua o consome de pollo si no eres vegano y hacer una crema de papa y zanahoria sin crema).


4. El contenido de la licuadora se vacía en una cacerola (donde ya hayas calentado un poco de aceite vegetal antes) para que hierva. Debes moverlo en círculos para que no se pegue al fondo y no se queme sin pausa.


5. En general no queda demasiado espeso y para la pasta tiene que espesar, así que yo agrego maicena ya diluida en un poco de agua para evitar los grumos y espero a que hierva para que espese. De nuevo, no hay que dejar de mover en ningún momento.


6. Agrego condimento y chile (en este caso piquín) al gusto. De nuevo, revuelvo todo con la cuchara y se retira del fuego. Lo dejamos reposar un momento.


7. En un sartén pones a calentar un poco de aceite y ya que esté caliente, pones la pasta allí. Esto es para que la pasta no se haga pegote (si la receta no fuera vegana usaría mantequilla o una yema de huevo). No dejes que se queme.


8.  Vacías la pasta de papa y zanahoria que hace las veces de queso en esta pasta, revuelves, dejas que se incorpore. Pruebas y si le falta sal agregas, si le falta picante agregas, si le falta pimienta agregas, si le falta... bueno, entiendes el punto. Finalmente, tu versión vegana de Mac & Cheese esta lista y puedes sentarte a disfrutar.


9. Para servirla le puedes agregar algunas verduras, por ejemplo, o ponerla como acompañamiento del plato fuerte. Es bastante rica. Si la intentas, ¡cuéntame que tal tus resultados!

martes, 6 de febrero de 2018

Crítica a Teoría King Kong de Virginie Despentes

El Dios en el que no creo sabe lo mucho que he cambiado de perspectiva desde la primera vez que leí Teoría King Kong y el día de hoy. Cambiaron muchas cosas dentro de mí. Me di cuenta de muchas cosas. Leí muchas cosas. Supongo que el mayor cambio entre el día de hoy y la primera vez que leí Teoría King Kong es que escuché hablar y leí una entrevista a Sonia Sánchez, ex prostituta que aboga por la abolición de la prostitución y leí a Florencia Guimaraes, trava también ex prostituta que este año se sacó el secundario en Argentina (en México eso equivale a secundaria + preparatoria). Pasaron otras cosas, pero esas fueron las dos principales. Creo. Bueno, también es que decidí hincar los codos y ponerme a leer. Me considero con autoridad de criticar este libro por el simple y sencillo hecho de que soy mujer y he leído lo suficiente como para formarme una opinión sobre lo que Virginie Despentes escribe. Y porque tengo ganas de escupir todo lo que me ha hecho pensar este libro a manera de una entrada que quizá pueda ayudarle a alguien a formarse una opinión, empezar algún debate o cuestionarse algo.


Así que, vamos a hablar de Teoría King Kong. Y creo que vale que les de un poco de contexto, empezando por la sinopsis del libro y quién es Virginie Despentes.

Sinopsis: La diva destroy punk de las letras francesas, escritora de novelas en las que las protagonistas ocupan posiciones tradicionalmente reservadas a los hombres (sangre, sexo y rock-and-roll) y de la controvertida y censurada película Fóllame (2000), nos ofrece un ensayo en primera persona en el que se ataca a los tabúes del feminismo liberal: la violación, la prostitución y la pornografía.

Me estoy riendo porque eso es, de hecho, lo que aparece en la contraportada del libro y no sé si ya desde ahorita ponerme a reír o a llorar. Quiero ser seria y que esta crítica parezca seria aunque yo no lo sea, pero es que no se puede cuando la sinopsis me está hablando que habla de atacar a los tabúes del feminismo liberal. Lo de tabúes no sé si sean, pero pretender que este libro es un ataque al feminismo liberal, o si quiera una crítica, es ser bastante optimista cuando básicamente todo lo que defiende, es, precisamente, lo mismo que defiende el feminismo liberal (aka el neoliberalismo sexual). Podemos ponernos a debatir por horas, sobre todo porque puede parecer que si lo está "atacando" (no me gusta esa palabra porque los ataques no propician la critica sana, pero eso dice la sinopsis y estoy segura de que la escribió un vato) cuando critica al capitalismo, pero al final sus pocisiones respecto a prostitución y pornografía son pocisiones que benefician al capitalismo y por ende a los explotadores. (Les juro que abajo explico por qué, ténganme paciencia, esto va a ser largo).


Ahora, hablemos un poco de quien es Virginie Despentes. Es una escritora francesa, definida como diva destroy punk (whatever that means porque yo estoy fuera de onda) y según esto una feminista incómoda (no sé de donde, porque su pocisión pone muy cómodos a los hombres) que pertenece a una nueva generación de narradores franceses. También es ex prostituta. Y listo, ella es la escritora. Ahora sí, sin más que añadir, que ya llevo un buen rato escribiendo, vamos a hablar del libro.

A Teoría King Kong le reconozco, con bastantes reservas, su primer capítulo (no el prólogo), su primer capítulo. Con reservas porque tiene cosas en las que evidentemente no estoy de acuerdo, pero tiene algunos aciertos más o menos: por ejemplo, el reconocimiento de que los trabajos de cuidado, la crianza de los niños y las labores domésticas siguen siendo actividades asociadas a lo femenino y además vistas como actividades "benévolas": que hacemos por lo buenas que somos. De todos modos el análisis respecto a ese punto me parece más o menos superficial y luego luego le nace la idea de capitalizarlo todo (cuando realmente, el capitalismo nos sirve como mujeres de nada y lo mismo); total, que exploten a otro, pero no que te exploten a ti. Eso nunca funciona.

Bueno, vamos a hablar del segundo capítulo, que habla al principio de violencia sexual. Virginie Despentes fue violada cuando hacía autostop, una de sus amigas también. Habla de su proceso como víctima, cosa que no juzgo ni comento porque cada víctima tiene sus propios procesos y la sociedad sólo tiene una imagen posible de víctima. Sin embargo, en algún punto, reconoce a Camille Paglia como feminista (what the fuck) que es, por si no la conocen, La verdadera feminista que destroza a las feministas en el video que le encanta compartir a los machos pendejos. Tiene opiniones de mierda sobre la violencia sexual, aunque si quieren usar un eufemismo, pueden decir que tiene "opiniones controvertidas". Una de ellas, directamente impresa en Teoría King Kong:
Verano de 2005, Filadelfia, estoy frente a Camille Paglia, realizando una entrevista para un documental. Asiento con la cabeza entusiasmada escuchándola: «En los años sesenta, en los campus universitarios, se encerraba a las chicas en los dormitorios a las seis de la tarde, mientras que los chicos podían hacer lo que querían. Nosotras preguntamos: “¿por qué esta diferencia de trato?”. Nos explicaron: “porque el mundo es peligroso; corréis el riesgo de ser violadas”. Respondimos: “entonces dadnos el derecho de correr el riesgo de ser violadas”».
Si se preguntan qué carajos acaban de leer, bueno, yo también me lo pregunto. Aludir a darle libertad a las mujeres pero que los hombres mantengan su supremacía en la que pueden violar mujeres es... un poco inútil. Las mujeres deben ser libres de salir y de no correr el riesgo de ser violadas. Pero bueno, hablamos de Paglia, yo no espero nada de ella y siempre logra decepcionarme; lo que realmente me dio a entender que algo no se cocía bien en Teoría King Kong es que Despentes suscriba la opinión de Paglia (y la considere algo beneficioso por alguna razón).

Ella es Paglia. Si les enseñan un video donde "destroza a las feministas", ¡HUYAN!
Despentes habla de su experiencia y de lo que penso (again, cosa que ni puedo ni quiero juzgar, porque una vivencia individual no engloba a una realidad colectiva y porque son experiencias de cada quien) y en un momento afirma: "la violación fabrica las mejores putas". Y aquí es cuando empezamos a hablar de prostitución. Despentes cuenta su propia experiencia en el mundo de la prostitución que se resume en "tuve una buena experiencia, hagamos esto legal, es revolucionario" (lo cual es en todo sentido, un horror). Hablar de una realidad colectiva con base en una sola experiencia es inconcebible, más cuando uno comprende que Despentes vivió una realidad muy diferente a la de la mayoría de las prostitutas (sin proxeneta, ya para empezar), con la opción de salirse en el momento en que quisiera y conseguir un trabajo (no como miles y miles y miles de mujeres cuya única opción es, literalmente, eso o morirse de hambre). Pero bueno, si vamos a atacar el tema de la prostitución, quiero hablar de diferentes fuentes, en el debate regulación vs abolición (ni voy a tomar en cuenta el prohibicionismo, porque todos sabemos que es una pocisión que se caga en las mujeres y no hay mucho que debatir) se repite unas cuantas miles de veces que hay que escuchar a las putas.

 Y yo escuché (leí) a Despentes, así que la voy a criticar con la otra parte de la moneda. Sonia Sánchez, activista feminista, ex prostituta, que fue explotada sexualmente y ahora es abolicionista de la prostitución. Trabaja con mujeres que buscan salir de la prostitución, escribió un libro con María Galindo (Ninguna mujer nace para puta, disponible en mi carpeta de drive). Tiene una entrevista muy completa en feminicidio.net que les pongo aquí: Sonia Sánchez: 'Ninguna mujer nace para puta', la historia de una sobreviviente de trata y prostitución. En una parte de la entrevista habla de como mucha gente describe el concepto de "trabajo sexual" sin entender realmente que implica o sin definirlo, si quiera. Lo voy a copiar y a pegar aquí:
—¿Cómo defines el trabajo sexual?
—Eso mismo me pregunto: ¿qué es trabajo sexual? ¿Penetración de boca, vagina y ano? ¿Eso es trabajo sexual? Una mujer que realiza un trabajo sexual no es una mujer sino una boca, una vagina y un ano. A eso nos reduce ese trabajo, no somos personas, no tenemos un cuerpo las putas porque un cuerpo es un todo. [...]
Doy talleres a jueces y policías y les digo: “definamos juntos qué es el trabajo sexual y qué produce una puta”. Llamemos a las cosas por su nombre, le choque a quien le choque. En Argentina las que defienden el trabajo sexual dicen que hay que inscribirse como monotributista (autónoma). ¿Contribuir todavía más al Estado por ser explotada sexualmente? Y cuando se factura, ¿por qué concepto? ¿Cuáles son los servicios sexuales? ¿Te digo cuáles son los servicios sexuales en Argentina que se deberían facturar? Hablo con ejemplos del lenguaje fiolo, un lenguaje que tapa, maquilla y distorsiona la realidad. [...]. Ahora, te pregunto, ¿eso puede ser considerado un trabajo? Lo que me hicieron a mí, tan frecuente, un bautismo: ¿eso se puede considerar un derecho? Todo el mundo que defiende el trabajo sexual no describe a qué se le llama trabajo sexual. 
 

Aprovecho para apuntar que el abolicionismo no considera que el trabajo sexual exista, sino que habla de explotación sexual (puesto que la mujer no es el medio ni el trabajador, es la mercancía). Sonia Sánchez es sólo una voz dentro de todo el asunto que se opone a la postura de Despentes. En Teoría King Kong se habla de que una mujer debe tener libertad para prostituirse si quiere. Mi problema con esa afirmación son dos cosas: (1) si hablas de que una mujer tiene derecho a venderse (dicho de manera muy burda) estás afirmando que un hombre tiene derecho a comprarla (como un objeto) y (2) la realidad es que en el mundo de la prostitución la idea de la libre elección es un poco irreal, considerando que muchas mujeres sobrevivientes consideran que no tuvieron elección.



De todos modos, mi mejor manera de criticar la pocisión de Despentes es poner la evidencia sobre la mesa: los derechos y la realidad de las mujeres en países con modelos abolicionistas y países con modelos regulacionistas. No puedo tomar el enfoque de Despentes como algo válido para esto porque por mucho que su experiencia haya sido buena, es una sola experiencia en un mundo lleno de ellas. Es todar un enfoque individualista, más que nada, en el que sólo está preocupada porque a ella le fue bien. Diferentes países han implementado el modelo nórdico, que consiste en castigar al hombre que accede a la prostitución y garantizar los derechos de las mujeres para salir de la explotación. Qué países y qué resultados han tenido se puede consultar aquí: Modelo Nórdico en Traductoras Abolicionistas. Hay en especial una investigación que me interesa mencionar que demuestra que la violencia contra las mujeres disminuye en este modelo.

Pero bueno, también mostraré el otro lado de la moneda. La misma página anterior se ha dedicado a compilar una serie de artículos publicados en distintos medios, pero traducidos por ellas, que hablan sobre la realidad de los países donde se ha legalizado la prostitución. Se pueden encontrar aquí: Legalización (en Traductoras Abolicionistas). Por si acaso alguien me menciona que no vale utilizar los datos de una página abiertamente abolicionista, tengo otra fuente más, en Spiegel, un medio alemán, fue publicado este artículo que expone el fracaso del modelo en Alemania: How Legalizing Prostitution Has Failed?, lo que más me interesa resaltar es que en la tercera parte del artículo se habla de que la trata ha aumentado, siendo las víctimas un tercio más que 10 años atrás (Germany's Human Trafficking Problem).

Con la pornografía el argumento es más o menos el mismo y mis contra argumentos no varían mucho, mucho menos en la parte que alude a la explotación sexual. Aquí considero muy importante mencionar que no considero el hecho de que haya mujeres dirigiendo porno o siendo directoras de playboy nada positivo ni empoderante ni que le está dando una visión femenina a nada (y mucho menos feminista) porque (1) los hombres siguen siendo los clientes (que creen que tienen derecho a comprar el cuerpo de una mujer como si fuera un objeto) y como tal mantienen su supremacía y (2) estas mujeres en situaciones de poder están explotando la sexualidad de otras mujeres, no abogando por ellas, como menciona Ariel Levy en su libro Female Chauvinist Pigs (un libro muy básico, pero que trata bastante bien el punto que hago). He de mencionar aquí que tampoco me importa demasiado la inclusión en el mundo del porno (dejando de lado el canon de la belleza occidental de la mujer blanca y rubia) porque ¿qué? ¿Estamos hablando de la cosificación inclusiva? ¿En serio? ¡No! Cosificación y explotación para nadie, mejor.

La entrada ya me quedó larguísima, pero creo que ataca los puntos que considero importante tratar cuando se habla de Teoría King Kong: para mí es un error tratar a la prostitución como empoderante, también al porno. Me da la impresión de que le estamos haciendo el juego al sistema y al patriarcado. Me gustaría atacar algunos otros puntos, pero me parece que lo haré después porque no quiero saturar a nadie de información. Este libro lo leí el año pasado porque justamente fue una lectura de Libros b4 Tipos (facebooktwitter, instagram goodreads) y al terminarlo me dejó con los sentimientos encontrados, pero no sabía explicar por qué y tampoco sentía que tuviera los argumentos claros como para criticarlo. Bueno, unos bastantes meses después, creo que los tengo y se los comparto.


Nos vemos en el próximo rant feminista.

domingo, 4 de febrero de 2018

El carretero de la muerte, Selma Lagerlöf | #WomenPNL

Sinopsis: En el carretero de la muerte, un joven se encuentra moribundo luego de ser agredido por dos vagabundos que solo minutos antes eran sus compañeros de borracheras. Tiene una hemorragia interna. No hay prácticamente esperanzas de ser salvado. Es de noche, se encuentra oculto en el jardín de la iglesia, y a pesar de que hay mucha gente en la calle por ser la noche de San Silvestre y estar sonando las campanas que dejan atrás el año viejo, nadie penetra en el jardín.
Apenas el reloj ha lanzado la última campanada de la media noche, un rechinamiento se deja oír, como provocado por una rueda mal engrasada. No tardó mucho en darse cuenta que el sonido no es otro que la carreta de la muerte, la cual esta dirigida por el carretero, y aquí lo invade el miedo al recordar que el conductor no es siempre el mismo, sino el último hombre que muere en el año, aquel que entrega su alma al sonar la última campanada de las 12 de la noche. El reloj lanza la última campanada.

Selma Lagerlöf estaba calendarizada para noviembre, en el reto #WomenPNL (organizado por Todos mi ser), para leer a todas las mujeres que han ganado el Nobel de Literatura, pero como yo apenas me enteré que existía el reto este enero, pues decidí unirme y leer a las dos que ya habían pasado también. En enero, además de leer a Selma, también recordarán que leí a Sigrid Undset e hice una reseña de Santa Catalina de Siena. Pero bueno, hablemos un poco de Selma, antes de pasar a desmenuzar este libro. La escritora nació en Suecia en 1858 y fue galardonada con el premio Nobel de Literatura en 1909; provemiente de una familia de clase media donde la economía no era muy buena, fue maestra. Un periódico cultural sueco ofreció un premio de 500 coronas a la mejor novela, que ella ganó por haber enviado los primeros capítulos de La saga de Gösta Berling. Cuando le concedieron el Nobel fue por «en reconocimiento al altivo idealismo, la vívida imaginación y la percepción espiritual que caracterizan a todas sus obras», lo que la convirtió en la primera mujer en el mundo en recibir semejante distinción (y si lo piensan, es un poco triste que tantos años después sólo sean 14 mujeres las que lo han ganado). 

Bueno, a mis manos llegó El carretero de la muerte por un juego del azar y lo único que quiero decir es que estoy interesada en leer otro libro de ella esperando que sea diferente. No, no me gustó El carretero de la muerte. Con la historia del carretero que tiene de fondo, esperaba algo mucho mejor y con menos hombres terribles. Pero me estoy adelantando y quiero desmenuzar este libro, es algo que me interesa mucho para que comprendan por qué mi opinión. Cuidado, que quizá deje un poco de sangre en el resto de la reseña, ahora sí, como dijo Jack el destripador: vamos por partes.

 

Una enfermera del ejército de salvación, Sor Edit, está muriendo. Su última voluntad es que quienes la acompañan vayan a buscar a David Holm y se lo lleven. A todos les extraña, porque David Holm es lo que yo defino como un hombre terrible merecedor de todos los horrores del infierno. Por otro lado, David Holm también está al borde de la muerte, prácticamente muerto y se encuentra con que la historia del carretero de la muerte es verdad. Y así, poco a poco, se entrelazan las historias de estos dos personajes. Cada segundo del libro que las mujeres tienen el foco de atención es glorioso, cada segundo que lo tiene David Holm me pareció la muerte y me quitó ganas de vivir. Vamos a hablar de por qué.

A mí la miseria de los hombres (hombres, varones, género masculino) me produce en general mucha hueva si no la escribe Kafka (pero yo amo a Kafka) y otros cuantos escritores (Steinbeck y Camus pueden encontrarse entre las honorables excepciones). ¿Por qué? Porque me la produce y ya. Pero bueno, ahora a la miseria de los varones le podemos sumar que el varón en cuestión merece menos que nada en cosas buenas y que deseas pasarle encima con una pickup (David Holm, te estoy hablando) y tienen mi cara de fastidio cuando notas que todo en el libro apunta a una historia de redención. Los hombres terribles no merecen ni una historia redentora más. Ni media. Ni una hoja. Merecen ser lanzados a las llamas del olvido y que nadie nunca más se acuerde de ellos y que todos los que sufrieron a su alrededor sean felices de una buena ves. ¿Sueno drástica? Perdón, es que me da flojera pensar la cantidad de historias que giran en torno a ello.


David Holm es un borracho que maltrata a su mujer y a sus hijos. Viven en la misería porque el cabrón ni trabaja ni deja que su mujer lo haga mucho y además de todo es un maleducado que se la pasa tratando mal a Sor Edit, que sólo intenta sacarle lo bueno que hay en su interior (la cantidad de esfuerzo y trabajo emocional que requiere intentar sacarle algo bueno a ese ser merece un premio, pero es un trabajo inútil). Durante todo el libro juro que me imaginé diversos escenarios en los cuales uno podía pasarle con una pickup por encima (aunque eso sea anacrónico, porque el libro es de 1912, más o menos), hacerle mal de ojo, condenarlo al infierno... y así hasta el infinito. Además aunque uno lo puede dudar porque los personajes no dudan en hablar mal de él, la historia intenta darle redención y justificación. En fin, hasta una novela que girara en torno a las  mujeres que giran alrededor de David Holm y las consecuencias de sus actos hubiera sido mil veces más interesante.

 
Pero bueno, a veces pienso que tengo que ponerme un poco en el contexto histórico en el que la novela fue escrita. Lo intenté. Pero después pensé que en el siglo XII, Eloísa estaba hablando pestes de la iglesia (a pesar de ser monja obligada) por oprimir a la mujer y en el siglo XV estaba Christine de Pizan escribiendo un libro de cómo una ciudad de mujeres prosperaría (porque los hombres eran unos inútiles) y me acordé de Olympe de Gouges, que exigió que se reconociera a las mujeres como ciudadanas, lo que la llevó al patíbulo, y de Mary Wollotsencraft y su Vindicación de los derechos de la mujer. Y me acordé de Jane Austen y lo femenino de su universo y sus heroínas. Y me acordé de Charlotte Brontë y de Anne Brontë y de Emily Brontë, especialmente de ella, porque escribió una historia llena de personajes terribles que no consiguieron tanta redención gratuita como David Holm.

Quiero desmenuzar más partes de esta novela, así que, sin ir más lejos, voy a poner el anunció de SPOILERS. El que avisa no es traidor. De todos modos, son sólo hechos aislados de la novela que vale analizar con un poco de perspectiva de género.


SPOILERS, QUIEN AVISA NO ES TRAIDOR

1. La mujer de David Holm es un personaje desaprovechado. Se dice que abandona a su esposo y más tarde aparece en el asilo de sor Edit hablándole de él. A todo esto, Sor Edit la hace ver que ha sido desagradecida (¿?) por abandonarlo y los vuelve a juntar. Obviamente eso no funciona y al final de su vida, Sor Edit se da cuenta de que le ha causado un gran daño a la mujer de David Holm, maltratada y vejada por su marido. Esa parte, donde habla y reconoce eso, es magistral por una parte y frustrante por la otra, porque insiste ver a David Holm para sacarle lo poco bueno que tenga, sin llegar a reconocer a la mujer de David Holm como un ente separado de David Holm. Y esa es una de las cosas frustrantes en general del libro: la mujer me causa lástima, terror del que hace llorar y sólo quiero abrazarla y decirle que se marche y que se salve y salve a sus hijos, siento que también esperaba que la narraciónlo hiciera o que se mantuviera neutral, contando una historia. Pero incluso la voz narrativa no reconoce a la mujer de David Holm como un ente y un sujeto separado de David Holm. Es terriblemente frustrante, porque nunca deja de ser un recurso narrativo subordinado a las desgracias de David Holm.

Más o menos las palabras que quería dedicarle a David Holm
2. Kinf of un personaje intenta justificar el odio de David Holm a su mujer. Cuando sor Edit reconoce que la mujer ha sufrido un poco por su culpa y que lo siente y quiere arreglarlo, hay otro personaje que le dice más o menos que todo ello tiene un motivo, que no conoce la historia completa y procede a contar como estando en la cárcel David Holm imaginaba que al salir su mujer lo estaría esperando con sus hijos y tendrían una buena vida. Eso no pasa, porque cuando llega se encuentra la casa vacía. Se habla de que es una venganza de David Holm, todo el maltraro a su mujer, por haberlo abandonado. Ahí me quedé pensando si sólo lo pensaba el personaje en cuestión o la voz narrativa de la escritora. No sé. Puedo soportar a los personajes hijos de la verga, pero las voces narrativas me sacan de quicio cuando parece que se asoman las opiniones de mierda de los autores (y son muy difíciles de esconder).

3. Al final del libro, la mujer de David Holm decide envenenarse junto al resto de sus hijos para salvarse. Es un momento poderoso y desgarrador imaginar que la ha llevado a ese estado y por primera vez se asoma un poco como sujeto de su propia historia dentro de la narración. Sin embargo, David Holm no podía soportar que dos segundos de la novela no fueran sobre él. El personaje irrumpe el momento, ya arrepentido de todo, pensando que sólo desea que su esposa sea feliz después de todo lo que ha sufrido (sin admitir mucho su responsabilidad de hombre pendejo que le pegaba golpizas) y acaba el libro cuando el pobrecito (sarcasmo) hombre triste (sarcasmo) ha convencido a su mujer de que quiere ser bueno (típico movimiento de manipulador) porque llora. Al final, incluso el momento que parecía no ser sobre David Holm, se vuelve suyo. Y ya les dije la hueva que me dan las redenciones de los hombres terribles.


FIN DE LOS SPOILERS

Concluyendo ya este asunto, creo que el libro no me gustó porque yo tengo un bias muy fuerte contra este tipo de historias. No me gustan y no me gusta que tengan fuerza, ni que sigan siendo reconocidas fuera de que están bien escritas. Con esta reseña doy por terminado a enero en el reto #WomenPNL, que definitivamente me ha dejado sorpresas curiosas y los espero en febrero, donde estaré leyendo a Pearl S. Buck y a Grazia Deledda.