Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 19 de mayo de 2017

Las indómitas, Elena Poniatowska | #AdoptaUnaAutora

Esta entrada es parte del proyecto #AdoptaUnaAutora. ¡Adopten a la suya!

Sinopsis: La sociedad actual libra distintas luchas, entre ellas la de las mujeres, aquellas que alzan la voz desde sus trincheras y desconocen la idea de rendirse. En medio de la multitud se distinguen las que van a contracorriente: madres, combatientes, escritoras, trabajadoras domésticas; mujeres antes y después de todo.Las indómitas rinde tributo al rostro anónimo de las mujeres que lucharon en la Revolución, a la inconfundible Jesusa Palancares y al silencio de las mujeres del servicio. Alberga la esencia de Nellie Campobello, Josefina Vicens y Rosario Castellanos, quienes se abrieron paso en una época literaria dominada por hombres. Mientras que la desaparición de Alaíde Foppa representa la dura realidad latinoamericana, la lucha imperecedera de Rosario Ibarra de Piedra da voz a las madres de desaparecidos y la causa feminista de Marta Lamas replantea lo que significa ser mujer en el sigloXXI.A través de esta recopilación de ensayos, el lector se sumerge en la vida de las indómitas, muchas veces olvidadas, pero nunca silenciadas. Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2013, es una de las más reconocidas autoras mexicanas en la actualidad.• Esta serie de ensayos reúne un tema fundamental en la obra de Poniatowska,el rol social de las mujeres, con uno delos géneros en los que su pluma tiene más fuerza: el retrato biográfico.

A ver, estoy reseñando este libro por obvias razones: es una de las obras más recientes de Poniatowska, yo quería saber en que andaba ella y además lo iba a presentar junto a Marta Lamas en la Feria del Libro del Palacio de Minería. Miren, yo no les voy a mentir: Marta Lamas es una de las personas que me acercó al feminismo, con todo y que representa a un feminismo más privilegiado y burgués. Entonces yo tenía una pequeña fangirl interna que quería ir a ver a Poniatowska y a Lamas y de paso leer el libro. Así empezó la cosa. Ahora sí, vamos a hablar del libro.

Para empezar, el libro consta de varios textos de los cuales el único original es el que está dedicado a Marta Lamas (y que me aburrió muchísimo porque es un halago de páginas y páginas a Marta Lamas sin nada muy interesante), lo demás fue publicado aquí y allá antes de acabar de caer en ese libro. Como quien dice, es un libro que se publicó porque había que sacar un libro y algo que promocionar. Sí, está interesante, aunque me llamó la atención que, exceptuando algunos, todos los demás textos estén dedicados a mujeres privilegiadas (distintas) pero privilegiadas. Sin embargo, con todo y lo privilegiadas que son las mujeres de este libro, casi todas son desconocidas, no oímos sus nombres como escritoras, no nos suenan, nadie nos los enseñó (todas ellas escritoras dignas de que alguien las adopte). Entonces vamos a empezar a hablar de los temas del libro uno a uno.

Josefina Bórquez, mejor conocida como Jesusa Palancares


Elena escribió un libro que es muy famoso que se llama Hasta no verte Jesús mío. Si todo va bien, esa va a ser mi siguiente lectura para #AdoptaUnaAutora, durante los dos meses que vienen (y si alguien quiere participar leyéndolo conmigo, me haría muy feliz). Bueno, la protagonista de ese libro, Jesusa, estaba inspirada en una mujer de carne y hueso a la que le había pasado de todo y había sido soldadera en las tropas de Carranza en la revolución (de eso ya pasaron cien años, imagínense). Cuando Elena la conoció, Josefina/Jesusa era una mujer muy pobre que trabajaba limpiando uniformes de obreros, que tenía un hijo adoptado, que tenía gallinas y se quejaba mucho. Josefina peleó en la revolución y lo dio todo por ella, pero a cambio, la revolución mexicana no le dio nada. ¿Pensión? Pero si ella no era soldado, sino soldadera. ¿Pensión por su marido muerto? Pero si estaba muy joven, podía volverse a casar y que iba a andar el Estado pagándole a un hombre joven la vida. En cambio, la hizo pobre y la fue sacando de la ciudad, poco a poco. Como Elena dice: ella cada vez vivía más lejos.

Josefina Bórquez con Elena
Josefina Bórquez es la cara de muchas mujeres pobres en México, todas de ellas olvidadas, nadie las quiere, a nadie interesan, son invisibles. Pero si se fijan en las calles de la ciudad, las van a ver. Ahí están y no se van a ir a ninguna parte. De Josefina Bórquez, por supuesto, nos vamos a... 

Las Soldaderas


Las soldaderas de la Revolción Méxicana hicieron posible la revolución. Le hicieron la comida a los soldados, les lavaron la ropa, los siguieron a todos lados y a veces, tomaron los fusiles y pelearon ellas. En el ejército de Zapata, que era el que trataba a las soldaderas más equitativamente y con mayor respeto, hubo coronelas. ¿Las han visto en los libros de historia? Porque en mis libros de historia lo más que había era la anécdota de la Adelita. «Y si Adelita se fuera con otro, la seguiría por tierra y por mar, si por mar en un buque de guerra, si por tren en un tren militar». Caray, igual y Adelita quería irse, ¿no? Bueno, de las soldaderas ya hablé en una entrada para La hora del té que aquí voy a compartirles: Las soldaderas de la revolución mexicana. A todas estas mujeres, la revolución no les dio nada, más bien las olvidó de la historia para dejarlas en una simple y triste anécdota.


Elena escribe una historia de Villa, cuando ejecutó a todas las soldaderas que había capturado porque una sola se atrevió a dispararle y ninguna quiso delatar a otra. Hizo que las quemaran y ellas todavía lo insultaron y le dijeron que todas querían matarlo. Villa no es conocido por eso, pero no se caracterizaba por tratar bien a las mujeres. Tampoco Carranza, la verdad. Una vez que Zapata capturó a soldaderas del ejército carrancista, las trató mejor él como prisioneras de guerra, que el mismo Carranza. Una de las cosas que Elena menciona, es que hay que desmitificar a los héroes de la Revolución (y de paso, también a los de la Independencia). Esos dos actos de la historia de México estuvieron llenos de mujeres y ahora no vemos a ni una sola. Y de las soldaderas, vamos a hablar de una de las escritoras de la revolución.

Nellie Campobello


Nellie era bailarina, su hermana, Gloria, llegó a ser considerada la Prima Ballerina de México gracias a su dirección. Pero también escritora. Nellie es una de las pocas escritoras de la Revolución. Porque historias de la revolución hay muchas, y escritores también, pero escritoras no hay tantas. Sin embargo, Nellie fue más conocida como Bailarina, que como escritora mientras estuvo viva. De su obra, se dice que es una mirada femenina de la revolución, porque está llena de familiaridad y de espacios comunes. La escribió denunciando que la revolución se había institucionalizado y que muchos héroes habían sido injustamente juzgados.


Nellie no tiene muchas obras y desapareció de la vida pública el año de 1984. Y si alguien quiere saber qué ocurrió, puede leer por aquí. Muchas de sus coreografías fueron rescatadas y sus libros aun se editan, aunque poca gente los conoce. Yo les quiero recordar que en Libros b4 Tipos vamos a leer Cartucho, de Nellie Campobello, el mes que viene (Junio). Además de que alguien debería adoptarta, yo sólo digo.

Josefina Vicens



También es escritora. ¿La conocen? ... ¿No? Eso pensé. Porque yo tampoco la conocía, lo confieso. Tiene que ver que sólo escribió dos novelas, por supuesto, pero escribió guiones cinematográficos y ganó el premio Xavier Villaurrutia en 1958 (de eso, por supuesto, ya llovió) por su primera novela, titulada El libro vacío. Ganó dos veces el premio Ariel por guines que ella escribió en Renuncia por motivos de salud (1975) y Los perros de Dios (1979). Fue miembro de la Secretaría de Acción Femenil de la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado y luchó por las trabajadoras. También debo decirles, es una excelente opción para adoptar (aquí imaginen que estoy como guiño guiño patada).

Rosario Castellanos


Miren, si son mexicanos y nunca han oído de Rosario Castellanos voy a ir a tirarme por un balcón porque no sé que estamos haciendo aquí, entonces. En Libros b4 Tipos, antes de que fuéramos Libros b4 Tipos, leímos El eterno femenino y lo comentamos en un hangout (ahí está el link) por si quieren sabe, yo no le hice reseña, pero aquí está una que hizo Karen del canal de booktube de Las flores están locas. Ahora bien, ¿quién fue Rosario Castellanos? Fue una escritora y diplomática mexicana (murió mientras fungía como embajadora en Tel Aviv, Israel), escribió novela, teatro y poesía y Elena habla de ella con mucho cariño.


Rosario fue feminista, criticó la imposición de ser sumisas a las mujeres, habló en pro de su educación, instó a desmitificar el mito de la madre abnegada. Era fanática de leer a mujeres y escribió un libro llamado Mujer que sabe latín... sólo para hablar de ellas. Si les interesa saber, el título del libro viene de «Mujer que sabe latín, ni consigue marido ni tiene buen fin». A esta si no les digo que es una buena idea para adoptar porque ¡ya está adoptada! En fin, de esta nos vamos a otra más.

Alaíde Foppa


¡Otra más para adoptar! Yo la conocía más bien por su papel en Guatemala y su desaparición, pero o cómo escritora, he de reconoder. Alaíde Foppa es Guatemalteca por padre de madre y Argentina por parte de padre. Nació en Barcelona, vivió en Europa. Llegó a Guatemala y colaboró activamente con la revolución. En México pasó su primer exilio. Fue docente en la facultad de Filosofía y Letras de la UNAM. Se fue a París cuando su marido fue nombrado cónsul, allá nacieron sus hijos. Regresó a Guatemala en 1950, pero tuvieron que salir cuatro años después, de nuevo exiliados, tras el derrocamiento del gobierno del coronel Jacobo Árbenz Guzmán. Alaíde volvió a México y se quedó hasta aquó hasta su último viaje a Guatemala, en 1980. Por supuesto, Elena no te cuenta todo esto en Las Indómitas, sino que habla de Alaíde con cariño y desesperación. ¿Qué pasó con ella? ¿Por qué desapareció? ¿Quién la desapareció? 


Alaíde fue a Guatemala a renovar su pasaporte vencido en 1980 y nunca volvió. La secuestraron el 19 de Diciembre. Se asumió que el gobierno en turno había ordenado la desaparición (Elena habla de eso), pero nunca pudo comprobarse. Cuando Elena encontró esto, los restos de Alaíde aun no habían aparecido y ya habían pasado años. No sé supo nada hasta 1999. En México hizo muchas cosas por el feminismo, fue feminista, fundó la revista fem y habló contra la represión del estado. ¿No les late adoptarla?

Rosario Ibarra de Piedra



De todas las indómitas del libro, ella y Marta Lamas son las únicas que siguen vivas el día de hoy. Yo la conocí porque fue senadora, pero antes de eso fue activista. Hizo una huelga de hambre en la catedral porque el Estado nunca le dijo que había pasado con su hijo, que desapareció durante el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría (turbios años para ser estudiante en México). Si he de ser sincera, cuando Elena escribió esto, Rosario aun no era senadora y ahora ya que fue senadora, pues nunca me impresionó mucho, exceptuando su labor al hablar de los desaparecidos forzados del Estado. Si les recomiendo saber quién es si les interesa, pero yo reconozco, plenamente, que ya la conozco de vista y de oídas y no mucho de lo que escribió Elena es nuevo para mí. 

Marta Lamas



Marta Lamas ha sido una de las pocas feministas en México que antes de ponerse a hablar de la prostitución, la trata y los derechos de las sexoservidoras que fue a pararse a una esquina a hablar a con ellas. Todavía no leo su libro al respecto y no sé qué opina sobre el tema, pero al menos fue pararse con ellas y a hablar con ellas. Algo que no muchas mujeres hacen antes de opinar. Marta Lamas fue una de mis maneras de llegar al feminismo. Lo que escribió Elena sobre ella me aburrió de sobremanera porque es sólo un gran halago a Marta y creo que ella merecía una historia como la que les escribió a todas las mujeres de este libro. Si bien Marta Lamas representa un feminismo muy privilegiado, yo reconozco que por ella llegué a donde estoy. Hoy a veces la critico y a veces le dio la razón. Es el único texto completamente original del libro y, lamentablemente, el más aburrido. Juro que quisiera no decir eso, pero no me queda más remedio. Sin embargo, al final dejé mi ensayo favorito del libro.

Se busca muchacha


El trabajo doméstico. ¿Por qué todas las trabajadoras domésticas son mujeres? ¿Por qué todas ellas son mujeres pobres e indígenas? La lucha por los derechos de las trabajadoras domésticas nunca ha tenido mucha audiencia. Muchas de ellas no conocen los derechos que les corresponden como trabajadoras y a veces ni los patrones. Elena habla y escribe en general, pero también escribe de las que vivían en su casa, en el cuarto de servicio, porque ella creció en una casa privilegiada. En mi casa nunca hubo criada. Pero mis hermanos tuvieron nana porque mi padre y su mamá trabajaban. Ella todavía se dedica, hoy en día, al trabajo doméstico, junto con todas sus hermanas y sus sobrinas. Una vez nos invitaron a comer y en medio de la plática, sacaron fotografías de mis hermanos, contaron historias, hablaron de cuánto cobran y dónde trabajan. También de cómo le hacían para hacerse respetar. Creo que de todo el libro, fue lo que más me gustó y no tenemos un ejemplo claro. Elena habla en general. Reconoce que habla desde un privilegio, pero no deja de hablar en general. Me hubiera gustado que al menos contara con el testimonio de alguna trabajadora doméstica, así como tenía el testimonio de Josefina Bórquez al hablar de las soldaderas. 

Y bueno, eso fue todo. Ya hablé mucho así que me voy a callar un rato y las voy a dejar sacar sus conclusiones. El libro sí me gustó, pero pues al final, la mayoría de estas mujeres fueron privilegiadas de algún modo u otro. Me gusta que hablen de ellas, pero también me gusta que le den voz a aquellas que son las más olvidadas: las indígenas, las pobres, las marginadas. En fin, les dejo sacar sus conclusiones y... ¿seguros que no quieren adoptar a nadie de aquí? 

miércoles, 17 de mayo de 2017

Qué leo, qué reseño como estrategia para revivir el blog

A ver, que sí, que no le he puesto mucho trabajo a mi blog últimamente. Lo culpo a que yo tenía un terrible bloqueo lector y escritor y además, tenía flojera. Pero ahora con esta actividad creo que voy a revivirlo un poco. Igual ya la conocen, pero si no: ustedes deciden qué leo para reseñar. No se crean que van a controlar mis lecturas, no, apenas les tocará un libro de todo lo que yo lea al mes de aquí a octubre que, dado mi ritmo habitual, es casi nada. Sin embargo, les queda la sensación de sentirse pequeños dioses en miniatura.



Yo estoy tomando la versión Mil matices (de Jorge) y modificándola un poco para que funcione para mis necesidades. También Nina de Rapsodia Literaria lo está haciendo, así que bueno, entretenimiento habrá. Ahora, ¿de qué se va a tratar todo este desastre? Voy a dejarles las bases que agarré y modifiqué. Nada fuera de esas bases será considerado válido, pero son bastante permisivas.

1. Vale cualquier libro de narrativa de cualquier género.

2. ¿Qué se considera narrativa? Se valorará según mis criterios.

3. No es necesario ser seguidor del blog, ni poner un banner, ni hacer publicidad, ni donar parte de su patrimonio a la dueña de este blog, ni enlazar, ni... Pero si alguien quiere publicitarlo, adelante. Cuanto más seamos, más nos podemos reír.

4. No hay premio; solo la satisfacción de sentirse como un dios con un poder muy pequeñito.

5. Plazo desde hoy hasta el 30 de mayo 2017 para proponer cosas y votar por ellas. Las reseñas saldrán, idealmente, de a una por mes de aquí al aniversario del blog, que es en octubre.

6. Si saben contar meses, saben que sólo leeré cinco libros. Los más votados o los que salgan en el sorteo random en caso de que haya empate. Y como soy una pocos followers, eso es seguramente lo que va a pasar.

7. No valen ni segundas ni terceras ni cuartas partes ni nada que no sea la primera parte de nada. Tampoco valen libros que ya he leído, que los pueden consultar en mi perfil de Goodreads (de todos modos, si no quieren consultar propogan lo que quieran y si ya he leído algo, simplemente se descartará). Cómo los conozco, no voy a leer nada de E. L. James. After ya lo leí. Si quieren mancharse, busquen algo más.

8. En caso de que algún libro me sea completamente insufrible, me voy a sacar mi derecho a no acabarlo. Eviten libros aburridos. Los libros malos podrán ser malos, pero no me aburren. En mi vida he dejado sin acabar tres libros, así que ya saben que eso es poco improbable que suceda.
9. Si hay empate, random.org decide.

10. Las propuestas se dejan en forma de comentario aquí abajo. NO MAILS. Si me mandan mail igual acaba con telarañas antes de que yo lo note. En caso de tener algún problema, contáctenme por Twitter (basta una simple mención).

11. No vale el contra voto.

12. Se fomentará la discusión entres los participantes. Aún no se como, pero se fomentará la discusión.

13. No existe el límite de propuestas.

14. Ya no sé me ocurre nada más.


Es una actividad que tendrá su parte en el aniversario de este blog, así que los invito a dejar sus propuestas. Si se quieren manchar, está bien. Si quieren recomendar cosas buenas, también está bien. Procuren que sus propuestas sean pirateables, porque no planeo comprar libros caros o malos. Se vale en inglés y en español, se vale cualquier cosa siempre y cuando arriba no se establezca lo contrario. ¡Disfruten!

domingo, 14 de mayo de 2017

Entrevista a María García Esperón (original de 2013)

Esta entrada fue originalmente publicada en La Cueva del Escritor durante el año 2013. Desde ese entonces, ha llovido mucho, he visto a María más veces, me ha firmado más libros, la sigo admirando. Por eso, no quería que esta entrada se perdiera en el internet en blogs muertos. Y por eso la estoy rescatando.


María García Esperón (Ciudad de México, 1964) es una escritora versátil y polifacética de gran cultura.

La escritora mexicana orienta su buen hacer como escritora hacia el público infantil y juvenil, aunque cualquier lector puede gozar de sus textos, puesto que, como ella misma dice: «Una de las inquietudes que tengo como escritora de literatura infantil y juvenil, tal vez la más grande, es la de ofrecer a los jóvenes lectores textos que reflejen la riqueza de la tradición cultural y literaria.» Ha publicado libros como El disco del tiempo (en El Barco de Vapor), Mi abuelo Moctezuma (FCE), El anillo de César, Copo de algodón y Dido para Eneas (Ediciones el Naranjo). 

¿Por qué escribir? ¿Qué significa para ti el escribir y plasmar historias sobre el papel?

Escribir es para mí la mejor manera de ser conciencia sobre mi vida y sobre mis tiempos. Escribir es el testimonio de mi leer. Leer páginas, acontecimientos, rostros, estados de la naturaleza y estados del alma. Comprender el mundo y comprenderme… y transmitir esa comprensión. Es una de las maneras de ejercitarme en la Memoria, al estilo pitagórico y platónico: una anámnesis que pretenda recoger si no todo, porque es imposible, sí lo que más pueda: recuerdos y belleza, penas y regocijos, sombras y luces, esperanzas y derrotas. Escribir es para mí desenvolver los volúmenes del mundo y descifrar sus alfabetos.


La mayoría de tus libros hablan de la antigua cultura romana, ¿por qué esa época y esa cultura?

Las antiguas culturas me fascinan por igual: Egipto, Grecia, Roma, Mesoamérica… a través de los libros me convierto en su habitante. De los libros que leo a su propósito y de los libros que escribo. Es la construcción de la imagen del ser humano la que recorro en esas épocas, a través de esas lecturas o de esa escritura. Son mundos que se tocan, empero. El anillo de César, sobre el fin de la República Romana y la muerte del gran Julio, tiende vasos comunicantes hacia el antiguo Egipto, hacia el helenismo creado por Alejandro Magno y hacia la cultura griega clásica. Porque así era ese mundo, rico de influencias y de historia, contaminado de dioses distintos, variado y versátil, como es el nuestro.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Ya están en marcha buscando editor: una novela sobre Dido y Eneas inspirada en la Eneida, otra inspirada en la Odisea y la que actualmente escribo, que sería la cuarta de la serie que dio inicio con El Disco del Tiempo, en esta última pretendo fundir muchas de mis nostalgias e inquietudes sobre el pasado y ensayarme en la búsqueda de la Atlántida, que ha sido mi fascinación desde niña. [Nota de la autora: la primera novela fue publicada hace ya dos años por Ediciones el Naranjo.]


¿Fue fácil hacerte un espacio en el mundo editorial?

Fue algo natural. Yo comencé a escribir después de una carrera en el periodismo cultural y de inmediato supe que quería insertarme en la creación para niños y jóvenes. Este es un espacio generoso y abierto a las propuestas honestas y comprometidas. Tengo que decir que así era la mía, pues me encontraba en esos momentos (2004) muy involucrada en el proceso educativo de mi hijo Ian y buscaba libros que enriquecieran su mundo, que lo dotaran de armas de conocimiento y disfrute en la belleza, que encontrara lo que yo había encontrado, cuando era una niña en las obras clásicas, que estaban en un librero de mi casa pues mi abuela y mi madre eran personas cultísimas y lectoras de primer orden en varios idiomas… y en esa dinámica, comencé a escribir. Ganar el primer concurso fue decisivo, y lo demás se me dio fácilmente debido a mi naturaleza de periodista: difundir mi obra y hacer contactos editoriales a través de internet, de manera tal que tres años después mi obra comenzó a publicarse y leerse en otros países: Colombia, Argentina, Chile, España y últimamente, Cuba.

Hablando del panorama actual, ¿crees que los jóvenes leen lo suficiente?, ¿crees que se impulsa la lectura lo necesario?

Estoy segura que sí, pero yo no me baso en las encuestas, sino en el mundo en que vivo, en los jóvenes lectores y en los promotores de lectura que conozco, que voy conociendo. Son jóvenes que manejan las herramientas de comunicación de la actualidad al tiempo que buscan y seleccionan sus propias lecturas, y que escriben, escriben mucho y muy bien y se contrastan a través de blogs y redes sociales, que son críticos de estas últimas cuando perciben que deterioran el lenguaje y reducen la dimensión humana.
Son promotores que dedican 24 horas del día al apasionante ejercicio de llevar los libros y el amor por las letras a cualquier parte. Son narradores orales indígenas que son libros vivientes, que poseen la palabra como los antiguos tlacuilos, que fundan humanidad, crean tejido social, urden belleza y transmiten espíritu.


Como autora de libros para niños y jóvenes, ¿cómo consideras la literatura infantil y juvenil en la actualidad?

Como el lugar en que está renaciendo precisamente la literatura.

Como información extra, ¿cuáles son tus libros favoritos?

Mis libros favoritos son la Iliada, la Odisea, los diálogos de Platón, la obra de Dante, Shakespeare, las Mil y una noches en cualquiera de sus versiones, el corpus artúrico también en cualquier versión, las novelas de Dumas padre, Víctor Hugo, Julio Verne, Salgari, Carlos Fuentes, la obra de Jorge Luis Borges, la poesía española de la generación del 27, los ensayos de Gaston Bachelard, y en esta época de mi vida… la obra completa de un autor español contemporáneo, Aurelio González Ovies, cuyo poemario Vengo del Norte me he aprendido de memoria, en esta idea bradburyana de Farenheit 451, de convertirse en un libro para así encarnarlo y preservarlo para siempre y llevarlo conmigo dondequiera que vaya.


Esta pregunta es incómoda para muchos escritores (y te lo pregunto cómo una), sin embargo, ¿cuál es el libro tuyo al que consideras tu «favorito»?

Mi libro favorito es Sibila, donde escribo el mito de la Sibila de Cumas en clave contemporánea, porque a través de su escritura pude darme cuenta de quién era yo y a qué había venido a este mundo. Sibila es mi autobiografía o mejor, mi autopsiquegrafía, la descripción de mi alma, sus añoranzas, sus miedos, sus incógnitas y sus certezas.

Para finalizar, ¿qué le recomiendas a todos aquellos escritores que apenas empiezan y que quieren hacerse un espacio en el complicado mundo literario?

Que no dejen de seguir sus intuiciones y sus sueños y de creer en ellos mismos.