Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

domingo, 19 de marzo de 2017

América Latina, el eurocentrismo y el tercer mundo

Hace unos días me dejaron un comentario en una entrada (Feminismo de antes vs Feminismo de ahora, ¿qué ha cambiado?) en la que me decían que quien más necesitaba las manifestaciones feministas era el tercer mundo, porque allí las mujeres eran más oprimidas, pero que justo en el tercer mundo no había visto una sola. Supuse, por los ejemplos y la manera de hablar, que quien escribía era una mujer Española (porque el nombre era femenino). No voy a exponer a la persona porque eso no viene al caso. Pero entonces me quedé pensando: ¿saben lo que es el tercer mundo?, ¿saben cómo es el tercer mundo? También, en el comentario, había una frase que parecía asumir que en el tercer mundo faltaba internet. Y me quedé de a cuadros y entonces empecé mi rant mental.


Siempre me ha parecido que todo es muy Eurocentrico o Estadosunidoscéntrico. O que se consideran el ombligo del mundo. Pero allí tenía yo, a una mujer española, enfrente de mí, diciéndome esas cosas del tercer mundo. A mí, una mujer en internet del tercer mundo. Porque México y toda América Latina es tercer mundo. Si es que no lo sabían, lo somos. Tenemos internet, no me imaginé las marchas feministas que hubo y tenemos uno de los movimientos feministas más grandes en el mundo en toda América Latina. 

Por supuesto, también soy clase media y no represento al tercer mundo. Pero viví en India mientras mi familia creía que estaba en un pueblo bárbaro, que sólo había lodo. Una vez me preguntaron en un foro que cómo me podía conectar a internet si estaba en la India (¿?). Alguna vez, estando en México, conté que se oyeron balazos en la colonia vecina y una amiga española se murió de miedo y me preguntó que como era posible que yo conviviera de esa manera con la violencia. En general, que la gente de por hecho que su estilo de vida es el único me desespera mucho. No todo es el mundo occidental, no todos vivimos de la misma manera. De todos modos, deja de asumir cosas sobre el tercer mundo.

Mujeres zapotecas

1) Hay internet (casi siempre) y servicios básicos


Tenemos internet en pueblos olvidados por dios. Por supuesto, el porcentaje de la gente que tiene acceso a internet es un sector más o menos privilegiado y varía de país a país. Pero si yo vi a mi compañera de cuarto en India que era del Sudán del Sur hablar en Facebook que su mamá que estaba en Sudán del Sur, no me van a decir a mí que en el tercer mundo no hay internet. Los apagones por parte del gobierno, que se han dado en muchos países africanos y algunos árabes, se han dado para detener descontentos y muchas organizaciones internacionales han dicho que violan los derechos humanos. Pero sí, hay internet en casi todas las esquinas del planeta (no, no en todas, eso es cierto). Pero hay internet en Egipto y lo hay en América Latina y lo hay en Sudán y lo hay en Libia. Lo hay en Arabia Saudí (¿no ven JanaVlogs, una chica Saudí genial que vlogea en inglés y en árabe, a veces desde Jeddah, su ciudad natal?) y lo hay hasta en Siria. Por favor, ¿qué creían que era el tercer mundo? ¿UN MUNDO SIN CIVILIZACIÓN AL QUE DEBÍAN SALVAR? Ya creyeron eso una vez y nos dejaron en la catástrofe, gracias por nada, gente blanca. (Quizá debería mirar a mis antepasados, debe de haber blancos españoles colonizadores por allí).

The most accurate thing in Pocahontas
Ahora, hablando de los servicios básicos, sí, los tenemos. Es más, en México, el servicio de salud es supuestamente gratuito. También tenemos carencias que te cagas en los servicios básicos. Hay comunidades donde el agua no llega, donde la electricidad no llega, donde no mira ni dios. En India, la electricidad se va siempre, más o menos una vez al día, hay racionamiento de agua porque tienen un problema enorme con la cantidad de gente y el agua disponible. Pero hay servicios básicos. También hay carencias. Hay pobreza y a veces es más que en los países del primer mundo. Pero, en serio, no somos un mundo sin civilización que deban salvar, en serio. Si algo nos ha jodido en este mundo es la colonización (debo hablar de ese tema alguna otra vez).

Mujer huichola

2) No sólo África y los países árabes son el tercer mundo.


Un amigo Libio decía que cada que decía que era Africano la gente creía que hacía rituales raros y vestía taparrabos y que en áfrica no había nada. Una vez, una chica de Nigeria, harta de las preguntas de si en África había esto o lo otro o aquello, le gritó a otra chica si creía que en África no había civilización o que África era toda igual. Y acto seguido se puso a enumerar las diferencias culturales entre tribus y países tan rápido que casi nadie le siguió la pista. Y una amiga que vive en los Emiratos Árabes, dijo como la mayoría de la gente creía que Arabia Saudí no era un país monstruosamente rico (como, de hecho, es). Todos esos estereotipos no le ayudan a nadie.

Mujer mixe
Sí, África es más pobre, pero si quieren saber por qué está jodida podrían mirar a la Europa de no hace tanto tiempo, que dibujó fronteras como quiso y se partió África como un pastel. Una de mis maestras de historia lo solía explicar así. El colonialismo separó y segregó, no sólo en África, sino en todo el mundo. El colonialismo dejó culturas extintas o al borde de la extinción. Pero bueno, menos creer que el tercer mundo es horrible y más, de hecho, aprender y escuchar.

3) La pregunta de si puedo vivir entre tanta violencia no tiene sentido


No vivo en medio de una guerra. Pero me la han hecho. Porque en México hay narco, porque hay muchos desaparecidos, porque a veces se oyen balazos en la colonia de atrás de mi casa (y decir, a veces, para una colonia más o menos popular, es que es tranquilo), porque hay muchos asaltos, porque no puedes caminar por la calle sin que te asaltes (curiosamente, en la India puedes sacar dinero a las 3am y no pasa nada. Pero no les preguntes por la violencia sexual). La pregunta no tiene sentido, es ridícula, no es que pueda, es que lo vivo. Y ya. No es como que tuviera muchas opciones, eh.

Mujer maya
Y voy a usar a mis amigos para ejemplificar el asunto en otros países, porque la verdad es que no puedo hablar por nadie: mis amigos Libios tenían tazas de Lybia Free, acababan de echar a un dictador, había disturbios. Y allí estaban. No concebían que les preguntaran cómo vivían con la violencia. Porque, para ellos, como decía uno, no es que hubiera muchas opciones. Discutían los problemas militares en África como quien discute de lo que va a cenar mañana. Había un chico de Chad a veces. Otro de Sudán. Hablaban de guerras, te contaban como había sido. Le echaban la culpa a sus ex dictadores o a sus dictadores, a que su independencia era muy reciente. Lo vivían, y ya. 

Una amiga afgana era capaz de decirte cómo era ser mujer el Afghanistán rural (no en Kabul) si preguntabas, pero la pregunta no le gustaba. No le gustaba hablar de ello. Me gustaría darles más ejemplos, pero creo que queda claro. Lo que se necesita no es que compadezcan al tercer mundo, sino que presten atención a las noticias (si es que les interesa) y sepan que pasa en él.

Los seris

Y la última cosa.

4) No somos culturas raras y exóticas que puedan usar


¿Necesita explicación? Porque yo fui a la India y si algo aprendí ahí es que se debe respetar la cultura del otro. Que muchos no van a tener problema en compartirla contigo (había una chica de Zambia que le hacía cornrows a todas sus amigas, cosa que me llamó la atención; pero sólo a ellas y a nadie más, odiaba que gente random le fuera a pedir y había otra que se enojaba con ella por hacer eso), que te van a invitar a sus festivales, te van a regalar de su ropa típica, a enseñar como se pone, se van a ofrecer a enseñarte como se pone un turbante en tu cabello, te van a dibujar mehandis mientras te explican qué significan y por qué se hacen y te enseñan las diferencias entre las formas árabes y las hindúes, que te van a invitar a ver sus ritos y te van a preguntar por los tuyos. Pero una cosa es que la compartan contigo y otra es usarla como Juan por tu casa. Ninguna cultura en el tercer mundo es algo exótico de la que la gente pueda apropiarse, fin.


[Todas las imágenes son de pueblos indígenas de México o elementos culturales del país adrede.]

viernes, 17 de marzo de 2017

Woman at Point Zero, Nawal El-Saadawi | Reseña

Sinopsis: Nawal El Saadawi’s highly acclaimed feminist novel, Woman at Point Zero, follows the life of Firdaus, an Egyptian peasant girl, from her childhood of incomprehensible cruelty and neglect to her end in a grimy Cairo prison cell.
From her earliest memories, Firdaus suffered at the hands of men—first her abusive father, then her violent, much older husband, to finally her deceitful boyfriend-turned-pimp. After a lifetime of abuse, she at last takes drastic action against the males ruling her life.
(Si alguien necesita o quiere que la traduzca, con gusto).

¿Recuerdan que en el Tag Feminista de hace dos días dije que quería leer esta novela? Bueno, como es cortita (tiene apenas 128 páginas), me puse a leerla y la acabé en un día. No podía soltarla. Las 128 páginas de la historia de Firdaus me mantuvieron completamente pegada a mi kindle durante como tres horas y sólo me detuve porque tenía que hacer un examen y no podía con el kindle en la mano. La leí en inglés y, de hecho, lo considero recomendable porque leí una traducción directa del árabe. La novela fue publicada originalmente en árabe en 1975 y esta edición que yo leí es más reciente, con un prólogo actualizado sobre la autora.

La autora de joven
Antes de la publicación de este libro, en 1972, la autora trabajaba como Directora General de Salud Pública del gobierno egipcio, pero al publicar un libro llamado Mujeres y Sexo perdió su trabajo. ¿Por qué? Denunciaba la mutilación genital femenina, una práctica bien vista en el Egipto de aquellos tiempos. Hoy, en Egipto, el gobierno la prohíbe y supuestamente la sanciona (aunque no muchos doctores han ido a la cárcel por practicarla) y han logrado recudir, en los últimos años, la mutilación genital femenina más de un 10%. Tienen un plan para reducirlo otro 10%. Hoy, esa terrible práctica se practica en el Nordeste de África principalmente y en Yemen. También en la zona subsahariana y, contrariamente a lo que la gente hoy en día parece creer, no nació con el Islam (hoy en día, además, no se practica en muchos países de mayoría musulmana). Hay registros que cuentan que ya existía mucho antes de ello y, en las zonas de África donde se practica, la práctica no distingue religión. Firdaus, la protagonista del libro, sufrió la mutilación genital femenina. También la autora y esa práctica ha marcado su obra.
Cuando tenía 6 años la daya (comadrona) vino con una cuchilla en la mano, me sacó el clítoris de entre los muslos y lo cortó. Dijo que era la voluntad de Dios y que ella había cumplido su deseo.
(Nawal Nawal El-Saadawi, La hija de Isis).

En la novela Mujer en Punto Zero, Firdaus describe esta experiencia en las primeras páginas diciendo que no comprendía lo que había pasado, como un placer perdido para siempre. Y es que en la época en que este libro se publicó, ser mujer en Egipto no era lo mejor que te podía pasar. Aun hoy, varias organizaciones internacionales califican a Egipto como el peor país árabe para ser mujer. Lo cierto es que alrededor de esas ideas hay muchos prejuicios, porque la gente se suele imaginar a Egipto como un país bárbaro y sin ley. No es cierto. En India tuve el placer de conocer a dos egipcias, una de ellas egipcia cristiana, de una familia acomodada porque estudiaba en una universidad privada (sí, el 99% de la gente que conocí en la India tenía mucha más solvencia económica que yo, eso pasa cuando vas a una unviersidad privada a estudiar). Me contó algunas cosas de egipto. Las buenas y las malas. También me contó que en Texas le habían hablado en español y bromeo con el hecho de que los rizos de nuestro cabello eran casi iguales (aunque ella tenía más) y el color de piel era casi el mismo. Me dijo que yo parecía árabe egipcia. Yo le dije que ella parecía latina. Sólo estuvo un mes en India y luego se fue. A mis compañeras les escandalizaba que saliera con blusas de tirantes, que se hiciera la cera, que siempre estuviera en shorts en el hostal y que su mejor amiga fuera una egipcia musulmana que usaba hijab, pero sólo cuando iba a comer (porque servían hombres) o salía. Habían elegido India juntas. Así que me contó cosas de Egipto.


Y me dio curiosidad y ahora estoy convencida de que debo pisar Egipto al menos una vez en mi vida y ver todas las maravillas que tiene. Nawal El-Saadawi hablando de Firdaus, por el contrario, es todo lo contrario a esa chica egipcia. Firdaus nació pobre y sólo obtuvo un certificado de escuela secundaria. Su padre la golpeaba y su tío abusaba de ella. Su madre nunca se ponía de su lado y, si no había suficiente comida, no le daba de comer. Cuando sus padres murieron, su tío la llevó a Cairo y le dio una educación, pero después la casó con un hombre mucho mayor que ella que la golpeaba y, al quejarse ella, su tío le dijo que todos los hombres golpeaban a sus esposas. Ella lo cuestionó, diciendo que un hombre que conocía la religión como él no podía golpear a su esposa, porque Dios no dicataba eso. Lo único que consiguió, frustrada, fue descubrir que los hombres que conocían la religión se creían con el derecho de golpear a sus esposas.


Entonces, Firdaus empezó a buscar su libertad desesperadamente. Cualquier libertad estaba bien. Firdaus no había conocido nunca ni la libertad ni el amor. Nadie nunca la había puesto a ella primero. Con sus padres, el cuarto más frío en invierno estaba destinado para ella; con su tío, ella ocupaba un duro sofá mientras su tío ocupaba la cama. Nawal El-Sadaawi describe la busca de libertad de una mujer de manera desesperada. Ella misma achaca la pérdida de libertad en su país y en gran parte del África árabe al colonialismo. Dice la autora en una entrevista: «Mi madre fue mucho más libre de lo que ahora es mi hija». Así es Firdaus, que busca la libertad como puede. Acaba en la prostitución, donde dice que al menos ella puede establecer el precio por su cuerpo. Hay una parte donde ella admite que, de cierto modo, creía que se estaba autoconvenciendo. 

Creo que este libro debe ser un must-read de la literatura africana, sobre todo de la literatura africana feminista. La autora ha sido una de las mujeres más prominentes en el feminismo, callando a todos los que dicen que ya sólo en los países árabes se oprime a las mujeres (recordándoles que es una opresión universal), dejando en claro que no apoya a ningún gobierno, porque ningún gobierno apoya a las mujeres (sino sólo a aquellas que están con él) y que fue presa política por criticar el gobierno en Egipto. De verdad, este libro es muy cortito, me dejó muy bien sabor de boca y lo deben de leer. Está traducido al español, aunque me parece que es complicado de encontrar. Lo recomiendo muchísimo.

miércoles, 15 de marzo de 2017

El tag feminista

Este tag lo encontré en El fénix lector y dije... ¡LO HAGO! Pueden asumir que el título es lo que me hizo decidir que iba a hacer este tag tan rápido como lo vi, pero es que además me encantó, porque celebra a las mujeres, no solo en los libros, sino a las mujeres que hablan de libros, porque sirve para recomendar libros y cosas. En fin, vamos a ello. ¿Empezamos?

1. Historia donde las amistades entre mujeres son prioritarias



Acabo de leer este libro hace muy poquito y por eso lo voy a mencionar aquí; es The Female of the Species de Mindy McGinnis. Podría decir que la amistad entre Alex y Peekay es lo más importante de todo el libro, pero la verdad es que además de eso, el libro habla de las relaciones entre mujeres y cómo las condiciona a ser la sociedad. Por eso, la amistad de Alex y Peekay, que nace de manera espontánea, se vuelve tan importante a lo largo del libro y toma un lugar protagónico por sobre todas las cosas. Me gustó mucho el libro y los animo a que lo lean.

2. Personajes femeninos favoritos



Soy una fiel a Hermione Granger, en primera porque demuestra que ser sabelotodo es muy padre y porque yo deseaba ser como ella cuando era una niña (¡teníamos el mismo cabello horrible!). Me gustó siempre el papel que tuvo en Harry Potter y que sigue y seguirá teniendo. Es de mis preferidas en esta vida. No es la elección más original del mundo, pero es que no puedo mentir: Hermione Granger siempre ha sido mi favorita.


También adoro a Violetta R. Schmidt porque sin ella el Diablo Guardián no sería lo que es. Diablo Guardián de Xaviel Velasco es mi libro favorito (su mejor libro hasta la fecha, por mucho que él reniegue) y sin Violetta, Diablo Guardián no sería lo que es. Y punto. Me gusta su fuerza, su libertad (o su búsqueda de ella), que no quiera a nadie y que entren ganas de vomitar cuando se pone sentimental. En fin, ella es también, de mis preferidas.

Y antes de que les ponga aquí una biblia inmensa, porque si hay algo que me gusta son los personajes femeninos, aquí está una entrada que se llama: Mis 10 personajes femeninos favoritos.

3. Autora o guionista favorita


Tengo muchas, podría estar listándoas hasta mañana, pero bueno, habrá que elegir algunas para ponerlas aquí y presentárselas a ustedes. Como regla, excluiré a todas las que mencioné en Más autoras que deberías conocer (actualización) porque esa entrada la publiqué hace nada y repetirme no tiene mucho caso, la verdad. Así que voy a mencionar a una mujer que admiro y que ha hecho de todo lo que ha podido para publicar: María García Esperón. Es una escritora Mexicana, a la que conozco personalmente, que escribe de mitología griega, romana, fenicia y mexicana. De sus libros, les recomiendo Copo de Algodón, El anillo del César, Dido para Eneas y El disco de tiempo.


4. Película de animación que consideres feminista



Mulán. Para mí, Mulán fue la prueba de que las mujeres peleaban igual que los hombres, que siempre habían peleado y que podían salvar China y enamorar a un general confundido al mismo tiempo. Que podían romper todos los protocolos de un imperio, que podía desafiar al ejército entero sólo para salvar a su padre. Para mí, Mulán, que destrozó todo el palacio, deshonro a su padre y salvó a todos, es la mejor película de animación de todos los tiempos. Casi. Si no fuera por otras más


Pocahontas. Pocahontas fue la primera vez que vi a los Nativos Americanos en pantalla. Si en México todavía glorificamos la figura del indígena (mientras a los verdaderos indígenas los relegamos), en Estados Unidos los indígenas nativos no están por ninguna parte. Y Pocahontas (y su romance con John Smith, que fue la OTP de todos los tiempos y no se rompió ni cuando descubrí que el John Smith de verdad era un mentiroso de mierda) fue increíble. Porque Pocahontas se paró ante todos y dijo "basta, esto es lo que quiero". Porque Pocahontas 2 no existe (mato al que me diga lo contrario) y Disney hizo un buen trabajo con una historia que no fue tan bonita. (Googlen a Pocahontas, anden). También es mi favorita, pero... todavía hay más.


Valiente. Mérida y su cabello rojo me fascinan. También su acento escocés, lo bonita que se ve en ese vestido azul oscuro que trae y lo hábil que es con el arco. Creo que fue la primera película de princesas que vi ya de adulta. (Adulta, adulta, nada de adolescnte) y me encantó, porque Mérida pelea por su libertad en medio de las tradiciones, por hacer oír su voz y por elegir lo que ella quiere. Me encanta. Es lo mejor del mundo. Ahora sí, ya acabo. 

(También me gustan Rapunzel, Tiana, Moana y el diseño de Elsa en Frozen. También me encanta que Bella lea y que Ariel cante. No soporto a la Bella Durmiente, Blancanieves me da miedo y la Cenicienta me aburre, a menos de que los ratones y Lucifer estén en pantalla). 

5. Un libro con temática feminista que quisieras leer



Ahora mismo, tengo la mirada puesta en varios. Para empezar, acabo de conseguir Mujer en punto cero de Nawal El Sadaawi, ambientado en Egipto a la mitad del siglo veinte. La protagonista, Firdaus, pasa de ser hija a esposa a prostituta. Quiero leerlo desde hace tiempo y le tengo bien echado el ojo porque con lo que me costó conseguirlo... En fin. Ya les contaré cuando lo lea.

6. Booktuber o blogger favorita


Pues ya hable de algunas en Blogs fantásticos y donde encontrarlos, así que hoy toca mencionar a dos booktubers que se merecen toda mi admiración: Abril, de Ensayos de Abril y Karen, de Las flores están locas. Las admiro muchísimo, por su pasión por los libros, por su feminismo, por todo lo que me han enseñado y porque hacen sus vídeos increíbles. Aquí les dejo dos vídeos:




7. Frase que consideres feminista



Tengo una perfecta de Jane Austen en Persuación sobre cómo hablar de mujeres, al final todas somos criaturas racionales, no damas que han idealizado: 
I hate to hear you talk about all women as if they were fine ladies instead of rational creatures. None of us want to be in calm waters all our lives