Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 3 de octubre de 2016

Indiaventuras de una Poulain

Noe me dio el título
y Cris me corrigió la entrada
(Las dos quieren ser famosas)

Me subí un avión en la Ciudad de México el 31 de Julio de este año y aterricé en Nueva Dehli casi el 2 de Agosto. Sin embargo, una ciudad no es su aeropuerto y yo salí por fin a la India al día siguiente, a eso de las dos de la tarde, con el pleno sol, en Chandigarh. De vivir en una de las aglomeraciones humanas más grandes de latinoamérica, pasé a vivir en un pueblo tres calles al oeste de Chandigarh, en Punjab, India. Prometí que iba a escribir lo que me pasara y que iba a subir fotos al blog, pero más bien en dos meses lo único que he hecho ha sido dejar de lado todo. Olvidarme un poco del blog, de los libros, de las reseñas y tomarme un tiempo. Sin embargo, se acerca el cumpleaños número 7 de mi blog y no quería dejarlo pasar de nuevo. No quería que me agarrará otra vez de vacaciones bloggeras.

Así que vamos a empezar.

Dos meses es algo que se dice fácil pero no lo es tanto, más si nunca has viajado y lo más lejos que conoces son los altos de Jalisco. Nunca había salido de México, nunca había ido al norte, nada más conozco una playa. No conozco más de cinco estados de la República. Y, por alguna razón, ahora estoy en la India. Ayer hice dos meses. La expresión «me fui al otro lado del mundo» nunca había sido tan literal. La India y México estan en el mismo paralelo, cuando aquí es de noche allá es de día. ¿Y saben qué? Lo estoy disfrutando como nunca antes.

El camino no ha sido fácil ni ha sido rápido. Ha sido. He tenido y no he tenido suerte. He querido matar a todos de frustración y he aprendido a reírme de esa mala suerte que hay días que me sigue a todas partes. Porque de repente estás en el aeropuerto de Nueva York y son las cinco de la mañana y estás en una fila para que te den un nuevo horario para el vuelo que acaben de cancelar. No hay taxis, no están dando hoteles porque es imposible, no hay nadie y además tú vas a perder un vuelo al día siguiente. Y te preguntas que más puede salir mal.

Y llegas a Chandigarh y te siguen pasando cosas. Has perdido clases, no importa que la carta dijera que todo empezaba el 4, resulta que están desde el 25 de Julio. Igual no importa. Conoces gente maravillosa. Descubres que la India puede ser tanto caótica como hermosa y te empiezas a enamorar de ella al mismo tiempo que la odias. Detestas el sentido de la higiene, porque no existe. La comida, porque en el norte todo tiene masala y eso en grandes cantidades sabe terrible. Descubres que habla inglés nada más la gente de la universidad y aun así sobrevives. Tomas fotos. Te preguntas mil veces qué te trajo a la India.

Y conoces gente.

Un día estás a las doce de la noche comentando algo que estás viendo en Netflix y alguien dice: «¡Reykjavic University, yo intenté aplicar allí!». Yo también intenté acabar en Islandia. Y un francés te dice lo mismo. Y de repente te estás pregunta qué hubiera pasado si los hubieras conocido en un lugar diferente porque, como están las cosas, parece que siempre estuviste destinada a conocerlos. Así que la India me eligió ―yo no la elegí a ella, me cayó enfrente y yo sólo tuve que decir que sí― y aquí estamos, dos meses después, queriéndonos y odiándonos al mismo tiempo.

Les podría contar curiosidades de la India, que las hay a montones, pero las salvaré para otra ocasión. Esta entrada que no tiene que ver con libros ―ya vendrán las que sí tienen que ver con libros― es para contarles que estoy en la India, por si todavía no lo sabían y que la India es maravillosa y que probablemente, venir a la India es lo mejor ―y lo peor― que hice en mi vida. No podría pedir mejores amigos para ver Netflix a las doce de la noche y quejarme al día siguiente que no me puedo levantar. Para tomar millones de fotos de paisajes increíbles y quejarme con la boca abierta ante lo que la India tiene que ofrecer. Así que aquí vamos. Estos son dos meses en la India y esta entrada va a ser muy larga. (¿Ya les parece? Eso fue sólo la introducción)


No hay cosa más icónica de la India, fuera del colorido y la ropa tan hermosa, que los rickshaws de las películas de Bollywood. Y si no han visto una, ya deberían estar viéndola. La foto es en Chandigarh, cuando un buen conductor decidió que se iba a tomar una siesta en el trabajo. No he explorado Chandigarh demasiado bien porque esta lejos e ir y volver es una odisea. La primera vez que fuimos casi morimos de regreso porque se nos hizo tarde. Y ni que decir de que, como casi nadie habla inglés, casi morimos doble.


La Independencia de la India es el 15 de Agosto (un més antes que la de México) así que hubo actos en la universidad y una amiga y yo decidimos que lo mejor que podíamos hacer, obviamente, era salir a pasear por la universidad en pijama. Si me buscan, estoy al fondo, con mi amiga (afgani, estudia MBA y oye a One Direction). No nos enteramos de nada porque hablaron en hindi y en punjabi todo el rato, así que sólo nos regresamos a nuestro cuarto a poner el aire acondicionado después de caminar bajo el sol.

A principios de septiembre decidimos viajar a Jaipur y creo que es uno de los lugares más bonitos que he visto en mi vida. Sin exagerar (perdón San Miguel de Allende, pero creo que ya te ganaron unos cuantos lugares). Chandigarh es una ciudad nueva y tiene algunas curiosidades, pero nada como los sitios turísticos como Jaipur, llenos de palacios, templos y fortalezas. Porque además, en Jaipur me subí a un freaking elefante. ¡ELEFANTE!

Exhibit A
Exhibit B
Para quien tenga curiosidad, primero se sube quien lleva al elefante, por la trompa (haciendo que el elefante se siente) y luego lo lleva hasta unas escaleras para que puedas subirte. Cuando camina, te balanceas y lo ves todo desde arriba. Se siente maravilloso y si vienes a la India tienes que hacerlo al menos una vez, al menos de que le tengas miedo a los elefantes o que se yo.

Backstreet Boys versión India
Uno de los lugares más icónicos de la India es el Hawa Mahal ―Wind Palace― un palacio donde vivían todas las princesas reales y que tiene muchísimas ventanas ―Wikipedia sabe cuantas― y que fue la primera cosa que visitamos en Jaipur. Por favor, que no se note mi cara de «pasé 14 horas en un sleeper bus con un aire acondicionado que congelaba, mi cabello se pegó, está desordenado, pero esto es maravilloso». (Sí, pasé 14 horas en un autobus).

Más del Hawa Mahal
Si por algo se distingue Jaipur es por sus Forts. Fuimos a tres en el mismo día, acabé muerta y casi deshidratada pero valió la pena. Sentir que estás tan arriba, que puedes verlo todo, que mucho años atrás hubo soldados y guerreros defendiendo esas fortalezas. Y ya estoy pensando demasiado todo, que al final son sólo un montón de piedras y edificios pero a mí me encanta ver piedras porque todas tienen historia.

Alguien me dijo que eramos artistas de gira
La verdad, no podría pedir por un mejor squal
Hasta arriba de la Amer Fort. Porque somos los reyes den mundo, pero no es lo más arriba. Así que después de caminar un buen tramo y no morir en los túneles llegamos a la siguiente. Tiger Fort.

Best photo someone ever taken to me.
(It was the french angle)

Como dato curioso, en Jaipur hay monos como en la ciudad de México hay perros callejeros. Nada más que a la mayoría de los perros callejeros les puedes dar comida y a los monos, bueno... la verdad es que son muy agresivos y que aunque les tomes fotos y se queden tranquilos un rato eventualmente sentirás que intentan matarte. De hecho, fuimos al templo del mono y oscureció mientras estábamos allí y parecía película de terror. Si van a la India y van al templo del mono en Jaipur, por favor, no se lleven nada porque los monos son bien pinches ladrones. 

La verdad es que no se podría pedir por mejor compañía. Y miren donde nos venimos a encontrar. En la India, al otro lado del mundo para mí, en una ciudad bien al norte... bueno, en un pueblo bien al norte, en una universidad que nos hace gritar de frustración. No sé, se siente ver al final del viaje, además de llevarte todas las cosas bellas que viste en la cámara y en la memoria, poder decir que también te llevas las amistades y que una de las mejores cosas fue la compañía.


Les debo una segunda parte de Indiaventuras. Pero ya será en la semana. Hasta aquí llegamos por hoy.

viernes, 8 de julio de 2016

Libros mexicanos | Mini reseñas

Esto de poner mini reseñas, cosa que ya había hecho antes, pero no con frecuencia, me están ayudando a recomendar libros que nunca reseñé porque no encontraba qué decir como para llenar una entrada entera. Esta vez quiero hacerle honor a los libros mexicanos. ¿Por qué? Bueno, últimamente, me doy cuenta de que todos los blogs tienen una cantidad exagerada de libros que vienen de Estados Unidos, Inglaterra, a veces Australia, a veces Irlanda. A veces, reseñan libros chinos, japoneses, coreanos. A veces, español (especialmente si el blog es español). Rara, muy rarísima vez, hay africanos, latinoamericanos, o escritores del oriente medio. En un intento de solucionar eso, esta vez voy a recomendar tres libros mexicanos con sus respectivas mini reseñas.

Estos en especial son libros que definen a México y son parte de nuestra historia, no libros cualquiera. Hay algunas omisiones (lamentablemente) pero no podía ponerlos todos. Ya habrá otra ocasión. 

Pedro Páramo, Juan Rulfo


Sinopsis: Años cuarenta del siglo pasado. Alentado por su madre en el lecho de su muerte, Juan Preciado viaja cargado de ilusiones en busca de su padre, a quien no conoce. Pero al llegar a Comala, el lugar donde le dijeron que vivía, sólo encuentra recuerdos... Los recuerdos de todo un pueblo en torno a ese hombre, Pedro Páramo: de cómo se convirtió en el patrón de la hacienda más importante de la región; de cómo mató, extorsionó o utilizó a todos sin escrúpulos; de cómo se enfrentó a la revolución; de cómo, por culpa de su frustrado amor por Susana San Juan, terminó por pudrirse en vida... y Comala entera con él. 

Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo

Esa frase es mítica. Así empieza la búsqueda (¿búsqueda?) del padre de Juan Preciado, un tal Pedro Páramo. Pero parece que ya no queda ningún Pedro Páramo, sino sólo una leyenda. Un hombre que usó, abusó, extorsionó y mató. También embarazó. También amó a Susana San Juan. Juan Preciado va poco a poco buscando entres los recuerdos y la leyenda del que fue su padre, en Comala, que parece estar podrida en vida (¿vida?). Más bien, parece que Comala es un pueblo lleno de almas en pena.

Con esa frase de arriba empieza una de mis novelas favoritas. Pedro Páramo debería ser lectura obligatoria en las escuelas, pero ya si quieren me conformo con que sean cuentos de El llano en llamas (también de Rulfo) sólo que sin censurar (alguno lo censuraron en un examen). Más que nada porque me acuerdo de Aura y me imagino que si Pedro Páramo fuera un libro obligatorio, igual un día le toca leerlo a la hija/o de un funcionario. Igual y, quien sabe, al niño no le gusta. Igual y alguien le va con el cuento al papá/mamá. Igual y no saben de que es el libro o igual y sí. Pero igual y lo consideran malo para los niños y pasa lo que Aura y lo prohíben. 

Aunque viéndolo así, se pondría de moda. Las ventas subirían como la espuma (como las de Aura de Carlos Fuentes en su momento) y todos querrían leer Pedro Páramo (ahora sí, de a de veras). Pedro Páramo es la historia de muchos pueblos de México, hundidos en la pobreza y en la miseria, manejados por terribles terratenientes dispuestos a todo. Pedro Páramo es una historia de almas en pena y un poquito de amor (por Susana San Juan). Es salir a buscar un padre (si es que alguna vez lo fue) y encontrarte con su leyenda. Pedro Páramo es México. Y por eso, sólo por eso, por favor, léanlo.

Hasta se los paso gratis si hace falta. Casi como que se los regalo. Pero lean Pedro Páramo, por favor. 

La región más transparente, Carlos Fuentes


Sinopsis: La región más transparente es la primera novela mexicana a la que podemos aplicar el término cosmopolitismo, debido a la tesis que sostiene sobre la conformación de la ciudad a partir de diversos orígenes, ideas y clases sociales. Su título proviene de una expresión de Visión de Anáhuac, ensayo que va y viene de la crónica a la viñeta histórica, del poema en prosa a la estampa costumbrista, escrito por Alfonso Reyes, y que sirve como punto de partida a la novela, ya que utiliza la Decena Trágica (acontecimiento histórico con el que culmina el ensayo) como inicio del rumbo que tomará la vida de los moradores

Este libro también es México. Pero es un México diferente. Pedro Páramo es la miseria de los pueblos y la pobreza. La región más transparente son los nuevos ricos después de la revolución y es la clase media. Es, además, la ciudad de México después de la revolución y un montón de historias entrelazadas unas con otras, de la revolución para adelante. Es esa resignación perpetua de que aquí nos tocó vivir, en la región más transparente del aire. (Sí, de ahí sacó Cristina Pachecho el título de su programa). 

Este libro lo leí en la prepa. Teníamos dos meses, porque todos saben que no tiene poquitas páginas. Lo leí en cuatro días, antes del día de revisión. A mi profesora no le interesaba qué habías entendido o qué habías analizado. Hacía cinco preguntas medio estúpidas a los que se quedaban a la mini evaluación (nombres de personajes, parentescos obvios) y al final te preguntaba tu opinión. Podías ponerle que era el mejor libro de tu vida o una mierda putrefacta, no importaba, pero ya te había hecho leerlo. 

Desde ese día hasta entonces, no me he cansado de decir que sí, La región más transparente es en parte el México post revolucionario. Como que nunca salimos de la revolución, como que nos atacaron los caudillos, el gobierno, los nuevos ricos, los viejos ricos que, milagrosamente, seguían ricos. Como que ahora, en nombre de la revolución, hablan unos y otros. Pero ¿qué significó realmente? Quien sabe. Aquí la protagonista es la ciudad. La región más transparente del aire, qué le vamos a hacer.

La noche de Tlatelolco, Elena Poniatowska


Sinopsis: La noche de Tlatelolco es el testimonio más completo y más emocionante sobre el movimiento estudiantil que cambió la historia de México y sobre el crimen de Estado que le puso fin. A partir de su aparición en 1971, década tras década y generación tras generación, ha sido la fuente primordial para quienes quieren saber qué sucedió en 1968, pues recoge y transmite el clima de enorme alegría que reinó durante el movimiento, su cauda de asombrado dolor y la decisión compartida de no olvidar. El libro de Elena Poniatowska, leído y releído por cientos de miles de personas, es uno de los mayores clásicos en la historia de nuestras letras y su inigualable prestigio se debe a sus extraordinarias virtudes. Bajo la modesta apariencia de una simple reunión de voces recogidas por una periodista, se esconde una inusitada perfección en el arte del tejido, una notable capacidad para transmitir, mediante el recorte y el entramado, Estados de ánimo, ritmos crecientes, gritos y silencios, colores y gestos. En la sencilla prosa coloquial con que la autora toma nota de lo que le dicen sus testigos, late y es perceptible aún hoy, a más de cuarenta años de los hechos que narra, la valentía y la emoción de la cronista y de las voces que recoge; esa valentía y esas emociones encienden las páginas rebeldes, resistentes, de este libro entrañable: un riquísimo y enorme mural de voces que vienen de todos los rincones de la sociedad y que dio vida para siempre a esa noche de sangre y fuego que el gobierno en turno quiso ocultar a toda costa, uno de los momentos más dolorosos de nuestra historia.

Muchos historiadores, intelectuales y pendejos comunes dicen que hay un México antes del 2 de Octubre de 1968 y un México después del 2 de Octubre de 1968. No sé si sea verdad. Yo nací en el '95 así que no tengo ni idea. Dicen que es algo así como antes de Cristo y después de Cristo. Sí, ejemplo pendejo, pero qué quieren, a estas horas mi cerebro está pensando en otras cosas. Bueno, Elena Poniatowska escribió un libro dedicado al 2 de octubre. O más bien, compiló una serie de fotografías, entrevistas y las puso en un libro hablando del movimiento y de la noche de Tlatelolco. Incluso hoy, las cifras exactas de muertos son estimaciones.

Cuando Octavio Paz añadió Postdata al Laberinto de la soledad, tuvo que recurrir a diaros extranjeros para encontrar una cantidad que se asemejara a la realidad, pues en México los muertos no eran más de veinte. Los Bichir aparecieron en una película que se grabó sin permiso y que estuvo prohibida muchísimo tiempo; aún hoy, si quieres ver Rojo Amanecer te tienes que resignar a la mala calidad de las copias que quedaron. El 2 de octubre es como un tabú y Elena lo rompe todo. Entrevista a los que estaban a favor del movimiento, a los que no, a los que no tenían ni idea de nada. A los que lo traicionaron y a los que no. Los que huyeron y los que acabaron en la cárcel. Los periodistas que lo vieron. A todos los que pudo. 

Así que este libro que es más periodístico también es impresionante. Es el primero y el único (#VergüenzaSobreMiVaca) que he leído de Elena Poniatowska. Recomendadísimo, pero eso no hace falta decirlo. Si hice estas mini reseñas es para recomendar libros mexicanos que valieran la pena, no les iba yo a poner aquí a Carlos Cuauhtémoc Sánchez o a Trejo. No, puro libro de calidad.

miércoles, 6 de julio de 2016

Lo bueno, lo malo y lo absurdo de Orange is the New Black, season 4

Advertencia: este post tiene spoilers y no tiene spoilers bonitos. Tiene destripes, te cuenta el final, tiene imágenes que te pueden contar el final. Así que si no has visto la temporada 4 de Orange is the New Black y no quieres enterarte de nada, cierra esta pantalla. El que avisa no es traidor. Hay spoilers.


Yo estuve todo junio, absolutamente todo junio, marcando los días en el calendario, lista para el Día D... digo, el estreno de Orange is the New Black. Soy muy buena fan. Vi todos los trailers y me pregunté qué carajos estaban planeando los escritores (a.k.a hijos de puta). Me pregunté cuándo más lograría odiar a Piper por ser una idiota (respuesta: not enough). Y cuando empezó la temporada, la vi de un tirón, como se deben ver estas cosas. La vi más o menos en este estado:


Lo bueno


Las latinas, obviamente. Esta temporada estuvo bastante centrada en las chicas latinas que hasta ahora sólo habían sido un poco relleno en las tramas de Aleida, Daya y Gloria. Maria y Blanca brillaron especialmente, sobre todo Blanca, que ha pasado de ser la loca que hablaba con Diablo en el único baño funcional a una mujer que la verdad no me gustaría encontrarme por la calle. Me gusta. Y me gusta que hable español todo el tiempo. Me gusta la backstory de María, de Maritza y de Blanca. Mi favorita es la de María porque estoy muy enamorada de Yadriel y de ella. Y me gusta que la de Blanca y Maritza no tenga que ver con drogas, que parece que todo lo que hacemos los latinos en las series estadounidenses es ser la servidumbre, las mujeres locas y los capos de la droga.

Poussey y Soso. Ya se veía venir, pero es que son tiernísimas. Sobre todo Poussey, que es todo un cinnamon roll para estar en la cárcel y obviamente es de mis favoritas, como del resto de los fans. Me encanta que tengan una relación tan buena, con todo y sus fallos, pero es que yo ya estaba hasta la mismísima madre de lo poco sano de la relación entre Alex y Piper. Necesitaba lesbianas en una relación bonita. 


Lolly. Oh, dios mío, Lolly entera. Ya me olía yo que no estaba en sus facultades mentales, pero la verdad me da pena lo que sufre porque literalmente nadie se toma la molestia de ayudarla. Me pareció tierno que Healy hiciera un esfuerza con ella, pues en cierto modo le recordaba a su madre (y miren que Healy me parece un creepy). Lo que me parece más triste aun es que Lolly es sólo ficción, pero debe de haber personas allá fuera en su situación que no reciben ayudas suficientes y no se toma lo suficientemente en serio la salud de la gente, parece que sólo hay un montón de estigmas. En fin, espero que podamos volver a ver cosas de Lolly más adelante en la serie, porque la verdad es que Psych se me bastante... feo.

La serie muestra lo ridículo que es cada que alguien dice White Lives Matter. Porque, para empezar, ser blanco no hace que nadie te mate por serlo, no en Estados Unidos. Que lo haga, además, dejando en ridículo a Piper, me gusta más porque odio a Piper y necesito verla darse cuenta de su estupidez crónica.

Cada segundo de Frieda en pantalla. A ver, por lo que yo sabía, le había cortado el pene a su marido o algo así dijo en la segunda temporada. Y ahora sale como asesina. Cuatro asesinatos, probablemente más por la expresión que hace, preguntándose si la procesaron por asesinar a un policía con su propia arma. Necesito verla más en pantalla, de verdad. En serio, cada segundo de ella es completamente oro.

Judy King diciéndole a Luschek: "you're a white straight man, you don't get to be the victim". Literalmente el único segundo de Judy King que me gustó en toda la serie. Por lo demás, me pareció una persona exageradamente creepy, racista (o sureña típica, estoy como las chicas negras: indecisa sobre eso) y muy aprovechada. Y me dejó a Yoga Jones irreconocible. Dios. O sea que sólo me gustó cuando le dijo eso a Luschek.



Abdullah siendo genial, Cindy siendo Cindy, Suzanne siendo tan interesante como siempre, Taystee con una oficina y un reloj y Janae teniendo un poco de más pantalla. Esas chicas son geniales y las adoro, de hecho, adoro cada momento que tienen en pantalla y me gustaría que fueran muchos más. Mi favorita es Janae y cada que dice algo soy feliz. Estoy desde la primera temporada rogando que le vuelvan a dar importancia. Y ahora, con Abdullah, me gusta la relación que tienen todas con ella. En fin. 

¡Nicky mi amor! Desde que salió dos segundos en un capítulo donde salía Sofía, reviví mis esperanzas. Me encanta. Y que esté fuera de max me hizo increíblemente feliz, pero también me dio mucha pena que esté de vuelta en las drogas. Sobre todo me rompió el corazón cuando Red le pregunta qué ha hecho mal y cómo puede ayudarla. También soy muy fan de su amistad con Pennsatucky y la shippeo muy fuerte con Lorna. No puede ser sano lo suyo con Lorna, peor el shippeo es fuerte.

Lo malo


Donuts y Pennsatucky. El principio fue glorioso, sobre todo cuando Tiffany le dijo que sólo quería asegurarse de que no estuviera violando a Maritza y el muy cabrón ni siquiera había sentido que la hubiera violado. La intenta convencer de que le dijo que la quería, entonces ya no es una violación y ella le contesta de manera gloriosa que no se sintió diferente. Pero la cosa no quedó allí, sino que Donuts intentó redimirse. Y al final todo acaba en perdonarlo y una horrible escena en el último capítulo. No sé, siento que estaba todo tan bien hecho la temporada pasada para dejarlo como lo han dejado esta... Me dejó hasta incómoda. 

Todos los nuevos guardias. Los odio a todos, eso no es misterio. Especialmente a Piscatella y al sádico. Sólo me caían bien la mujer (no mucho, pero no era una idiota completa) y Bailey. Así que ahora sólo me cae bien a medias la mujer. Extraño a todos los antiguos, Pornstache incluido. En serio, Mendez queda como un angelito de Dios al lado del sádico y de Piscatella. Y créanme, odiaba demasiado a Mendez.

El MCC. Especialmente la que se acuesta con Caputo. Hace que acostarse con Natalie Figueroa sea mucho mejor. Los odio y necesito verlos caer, como jenga.


El maldito final. A ver, está escrito de puta madre pero me rompió el corazón. Y ya dijo Samira Wiley que le gusta que la gente esté enojada porque eso es algo que está pasando y que parece que nadie se da cuenta. Y lleva años pasando y la comunidad negra lleva años gritándolo. Así que es irónico que un personaje negro (y queer) tenga que morir en una serie para que la gente empiece a reaccionar. Pero como dijo Samira Wiley: está bien que estén enojados, ahora que enfoquen ese enojo en lo que de verdad está pasando. La muerte de Poussey nos jodió a todos sus fans, porque eran muchos. Sobre todo porque Poussey es uno de esos personajes que se merece todo lo bueno en la vida. Pero no es así. Y Bailey es un pobre idiota en el lugar equivocado que se ganó mi odio. Necesito verlo castigado, pero junto con él, también necesito ver caer al MCC (porque son los principales responsables). Me dolió el corazón ver a Taystee junto a su cuerpo, llorando. A Brooke en los brazos de Norma. A Janae de tan mal humor y tratando mal a todos los que le daban el pésame y dándole un golpe bien dado a una de las nazis blancas. El cabello de Abdullah en un intento de animar a Cindy y a Janae. Está escrito de puta madre el final, porque se nota que Poussey importaba, que no sólo es una muerte más. Y que el hecho de que ni siquiera digan su nombre haga que se desate un desastre en la prisión me encanta. 


En fin. Que sí, que ese final me dejó el kokoro hecho pedazos. Quiero volver el tiempo atrás y que eso nunca pase. Pero la vida sigue y espero que todos los del MCC se pudran en el infierno y sean obligados a caminar descalzos sobre legos. También necesito que el papá de Poussey tire Litchfield, ladrillo por ladrillo. 

Lo absurdo


Lorna, esa mujer es una caricatura. La verdad, a mí me parece muy creepy la manera en la que espanta a todos los hombres, porque justamente ella tiene la culpa. Quizá por eso me gusta con Nicky, las dos son unas cabronas. Pero bueno, a su pobre marido le deseo que no le vaya mal, aunque el hombre también es increíblemente patético. 


Piper creyéndose gagsta'. Piper haciendo cosas. Piper siendo inútil. Piper siendo racista. Piper creando un grupo nazi por idiota. Piper completa. ¿Quedó claro que la odio? Es sólo por si acaso. Es que viene un gangster de verdad y Piper se caga en los pantalones. (Por cierto, necesito que Stella vuelva a aparecer y le joda la vida a Piper porque los dos segundos que sale esta temporada, se nota que Piper la dejó jodida). 

Y creo que ya. Esta temporada no hay tanta absurdez. Ah, no, sí, Cindy diciéndole a los Janae que los negros también son racistas. Sí, es cierto, pero nunca a nivel estructural. Igual faltó clarificar eso porque he visto a mucha gente usar las capturas de ese episodio para todas las cosas equivocadas en el mundo. 

Y ahora sí, eso es todo. A esperar la temporada que viene