"Subrayaría este libro entero"
― Declaración de intenciones
Sinopsis: As teenagers in a Lagos secondary school, Ifemelu and Obinze fall in love. Their Nigeria is under military dictatorship, and people are leaving the country if they can. Ifemelu—beautiful, self-assured—departs for America to study. She suffers defeats and triumphs, finds and loses relationships and friendships, all the while feeling the weight of something she never thought of back home: race. Obinze—the quiet, thoughtful son of a professor—had hoped to join her, but post-9/11 America will not let him in, and he plunges into a dangerous, undocumented life in London.
Years later, Obinze is a wealthy man in a newly democratic Nigeria, while Ifemelu has achieved success as a writer of an eye-opening blog about race in America. But when Ifemelu returns to Nigeria, and she and Obinze reignite their shared passion—for their homeland and for each other—they will face the toughest decisions of their lives.
Fearless, gripping, at once darkly funny and tender, spanning three continents and numerous lives, Americanah is a richly told story set in today’s globalized world: Chimamanda Ngozi Adichie’s most powerful and astonishing novel yet.
Si me siguen un poco saben que yo pierdo el piso por Chimamanda Ngozi Adichie, una escritora nigeriana. Sus libros son bastante accesibles en un mundo en el que me ha costado días enteros rastrear novelas africanas contemporáneas y además, no es sólo que sean accesibles, es que hasta el momento no decepciona. Tengo tantas, pero tantas cosas que decir sobre este libro que ni siquiera sé por cuál empezar. Quizá por su calificación en Goodreads, que es lo único que tengo hasta el momento: 5 estrellas. No soy una persona que regale con facilidad las cinco estrellas, por cierto. No soy muy dura, tampoco con libros que no lo merecen, pero tengo un defecto: siempre le busco cinco pies al gato. Y a veces se lo encuentro. Para que un libro se lleve mis cinco estrellas tiene que ser un libro que yo considere, en todo sentido, magnífico. Americanah no es un libro perfecto y de hecho tengo algunas cosas que criticarle, pero soy parcial y le regalé igual las 5 estrellas. Se las merece por hacerme reflexionar. Así que este es un libro al que le di 5 estrellitas aunque no creo en calificar a los libros con números fríos. ¿Cómo empezar a hablar de él?
Chimamanda, my love. |
Supongo que voy a empezar por el tema. Americanah es una novela con múltiples apuntes sobre la raza, el racismo y como se percibe todo en Estados Unidos, que no es la misma manera que en Nigeria. Así que si quieren el punto de vista de una africana sobre el racismo en Estados Unidos y sus observaciones, Ifemelu las tiene todas y no dudo que al menos el 90% sean las mismas de Chimamanda. Ifem es el punto conductor de la novela, la protagonista definitiva, los demás sólo son entes que orbitan a su alrededor. Personajes bien construidos, sí, pero construidos para acabar orbitando entre el mar de opiniones de Ifem porque ella no soporta no tener una opinión concreta sobre algo. Un poco bitch sí que es, qué quieren que les diga. La historia la sigue a ella principalmente, aunque hay algunos paréntesis en los que nos enteramos un poco de la vida de su novio, ex novio, ex pareja, ex algo, Obinze. Ifem, muy joven, se muda a Estados Unidos después de una huelga en su universidad. Tiene que empezar todo de nuevo, acostumbrarse a un nuevo modo de vida y darse cuenta de lo diferente que son los Estados Unidos.
Y sí, literalmente, su novela la sigue a lo largo de sus experiencias en Estados Unidos. Desde lo cambiada que encuentra a su tía Uju, antigua ex amante de un general y con un hijo. Ifem inmediatamente se da cuenta de que 1) los estadounidenses evitan la palabra "negro" como si fuera la peste por razones que a Ifem se le escapa, 2) todo el mundo asume que África es un continente bárbaro donde la gente no habla inglés, las mujeres viven oprimidas y no pueden votar. Sí, pasa en muchos países de África, pero no en toda. Así que empieza un blog con un nombre insoportablemente largo y horrible ―Raceteenth Or Various Observations About American Blacks (Those Formerly Known As Negroes) By A Non-American Black― para dar su opinión acerca de absolutamente todo. Y cuando digo todo, es absolutamente todo.
El tema de la raza sigue siendo controvertido. Hay gente que dice "no me fijo nunca en el color de piel, todos somos seres humanos" y que puede efectivamente hacerlo pero no tienen ni idea de que no estamos ni cerca de haber eliminado el racismo. Y hay gente que cree que el racismo se manifiesta en todas partes de las mismas maneras (como en Estados Unidos) y se empeña en arreglar el mundo desde su punto de vista. Si creen lo último, por favor, salgan a la calle. Racismo hay en todos lados, pero juro que no en todas partes es igual. Puedo contarles acerca de México, donde algunos miran despectivamente a los indígenas, unos insisten en que todos somos mestizos (sí, la mayoría lo somos, no todos) y algunos intentan esconder de manera desesperada que entre sus antepasados hay indios. Y los descendientes de los negros en chiapas siguen peleando porque, efectivamente, se les reconozca como descendientes de africanos, no sólo de indígenas (aunque lo más probable es que también sean una mezcla). Así que no, como dice Ifem, en Nigeria el color no era tan importante porque la gente no estaba obsesionada con eso, pero en Estados Unidos es algo completamente diferente.
The only reason you say that race was not an issue is because you wish it was not. We all wish it was not. But it’s a lie. I came from a country where race was not an issue; I did not think of myself as black and I only became black when I came to America. When you are black in America and you fall in love with a white person, race doesn’t matter when you’re alone together because it’s just you and your love. But the minute you step outside, race matters. But we don’t talk about it. We don’t even tell our white partners the small things that piss us off and the things we wish they understood better, because we’re worried they will say we’re overreacting, or we’re being too sensitive. And we don’t want them to say, Look how far we’ve come, just forty years ago it would have been illegal for us to even be a couple blah blah blah, because you know what we’re thinking when they say that? We’re thinking why the fuck should it ever have been illegal anyway?
Hay un montón de personajes más, desde una mujer desesperada por casarse para poder conservar su residencia, una mujer bien acomodada que contrata a Ifem como niñera y se refiere a todas las mujeres negras como "hermosas". O Curt, que opina que una revista sólo con mujeres negras es algo racista hasta que Ifem le pide que cuente cuántas puede encontrar en una revista normal y le dice que allí no puede encontrar consejos para maquillarse, peinarse o los colores que le quedan porque todo está dirigido a otras personas. Sin embargo, creo que el acierto más grande de Chimamanda es acerca del cabello: ¿alguien sabe cómo carajos es el cabello de Michelle Obama al natural? Podemos imaginarlo pero no. No tenemos ni la más remota idea.
Finalmente, este libro no está ahí para que nadie se sienta cómodo. Está allí porque habla de un problema que la gente no quiere hablar. Se deslindan de todo diciendo que la esclavitud ya fue abolida y que los matrimonios interraciales ya están permitidos y que ya no hay segregación racial. Y ya. ¿Alguien ha visto la película Escritores de la Libertad? Cuando las escuelas juntaron a todos, dejando de segregarlos por su raza, la gente se llenó la boca diciendo que era un gran avance. Fue en los 90s cuando una maestra llegó a dar clase a un salón lleno de negros, latinos, asiáticos y un blanco (aterrorizado) y se encontró con que sí, había integración, pero era sólo ficticia. Que incluso los maestros se quejaban de ella porque había más peleas, más delincuencia y grupos difíciles. Pero según ellos no eran racistas. Porque habían integrado a todos, así que se negaban a hablar del problema. La profesora se llama Erin Gruwell y llevó a Miep Gies hasta su mismo salón de clases.
La película basada en su vida, Escritores de la libertad es de los años 90 y lo que ella logró fue enorme, pero toda la gente a la que se enfrentó sigue existiendo, con esa misma mentalidad y muchas de ellas pueblan el libro de Chimamanda. Como dice Ifem: "El racismo nunca debió de haber existido en primer lugar, por lo que no te ganas una galleta por reducirlo".
Ahora vamos a hablar de otra cosa de la que me di cuenta leyendo el libro. Bueno, no es algo que me viniera de la nada mientras leía el libro, sino algo de lo que ya me había topado en todas partes. Hay gente que trata al racismo y al machismo como si fueran entes separados que nunca se cruzan y que no tienen absolutamente nada que ver. No es cierto. La discriminación interseccional es una teoría que sugiere que distintas formas de discriminación (sexismo, racismo, discriminación de clase, etcétera) no actúan de manera independiente, sino que se interrelacionan. Hay una parte en la novela sobre las elecciones de 2008 que lo ilustra bastante bien. Los medios dicen que las mujeres prefieren a Hillary y los negros a Obama. Entonces alguien pregunta: "¿Y las mujeres negras?" La respuesta es simple: "Cuando los medios dicen 'las mujeres' hablan de las mujeres blancas."
Por supuesto el libro no es perfecto.Tiene cabos sueltos y tramas que parecen inacabadas o simplemente olvidadas. Una historia de amor con facetas muy diferentes y personajes que a veces acaban por desdibujarse porque Ifem es demasiado fuerte. Quizá es un libro que lo intenta demasiado, pero eso no es algo malo necesariamente. En algún punto tiene que acertar y para mí acertó hablando de racismo y en su manera de retratar a las mujeres. Hay algo cuando lees a Chimamanda que te hace darte cuenta de que es feminista. Quizá porque retrata a las mujeres como a cualquier hijo de vecino. Tiene todos ejemplos de mujeres: desde las que buscan casarse hasta las que no, desde las que persiguen una carrera como las que no quieren, desde ateas hasta religiosas. No trata con condescendencia a ninguna de ellas.
Recomiendo el libro y lo recomiendo mucho. No es el libro quizá perfecto, aunque a mí me pareció maravilloso. Creo que tienes muchas cosas de las cuales puedes aprender algo y que puedes contrastar con tus propias experiencias y darte cuenta de que no porque tú no lo vivas, no existe. Disfruté mucho del libro. ¡Léanlo! (Si quieren).