Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 24 de febrero de 2016

2x1: Amélie Nothomb | Reseñas

Estoy intentando ponerme al corriente con las reseñas y fracasando, porque tengo muchísimas pendientes, pero bueno, por lo mientras, voy con una de mis escritoras predilectas. La única advertencia es que tengo estas reseñas tan atrasadas que son libros que leí el año pasado, pero que igual recomiendo. Por algún lado tengo que empezar a ponerme al corriente, ¿no?


La nostalgia feliz


Sinopsis: «Todo lo que amamos se convierte en una ficción. De las mías, la primera fue Japón.» Con esta estimulante frase Amélie Nothombabre La nostalgia feliz. Anuncia una nueva entrega de sus ficciones autobiográficas. En la novela la belga retoma el hilo de Ni de Eva ni de Adán, la narración de un idilio de juventud de su sosias literaria con Rinri. Dieciséis años más tarde, Nothomb acepta la invitación de una televisión francesa de regresar a su país natal. Allí no sólo se reencontrará con Rinri, sino también con su niñera, Nishio-san. El Japón de Nothomb son sus orígenes y un Shangri-La literario. Un país al que pertenece pero que le es extranjero: o sea, un oxímoron, como también parece serlo el título de la novela. El lugar en el que nació, y en el que se crió durante sus primeros cinco años, pero en el que, como hija del embajador belga, crecería inmersa y traspasada por una peculiar mixtura cultural. Y esto dota a su vital y melancólica prosa de una descacharrante lucidez. «Lo que has vivido», escribe Nothomb en el delicioso arranque de su nueva novela, «te deja una melodía en el interior del pecho: ésa es la melodía que, a través del relato, nos esforzamos en escuchar.» Gocemos con esta nueva partitura, pues sin duda suena muy bien.

Este libro marca la vuelta a Japón de Amélie. La verdad es que no lo recomiendo si no han leído antes Estupor y Temblores, que es la historia de sus peripecias trabajando en una empresa japonesa y Ni de Eva ni de Adán, que es su historia de amor muy particular. Este libro evoca continuamente a esos y es muy fácil que se pierdan si no los han leído. Además de que traba de la nostalgia que Amélie siente por japón y que yo encontraría imposible de entender si no hubiera leído primero los otros dos. Estupor y Temblores lo leí tan sólo unas semanas antes de este, pero mis aventuras con Ni de Eva ni de Adán ya son viejas, como de hace tres años y este libro, para mí, significó irme acordando poco a poco de todo lo que ya había leído.

Es un libro divertido, donde Amélie se encuentra con sus raíces y se sorprende de lo diferente que es el lugar donde nació y creció. Esa frase que abre el libro,  «Todo lo que amamos se convierte en una ficción. De las mías, la primera fue Japón», deja muy claro con lo que nos vamos a encontrar después: un intento de remembranza, a veces casi desesperado, todo un esfuerzo de Amélie para recordar cosas, como ese jardín de infancia que no le suena conocido pero en el que sabe que estudió. De las cosas que más me gustan de la escritora es, precisamente, que en su amor a Japón, no lo idealiza ni lo vuelve algo perfecto. Al contrario, lo critica. Critica sus amores, al mismo tiempo que nos deja ver el profundo amor que le tiene a Japón, sobre todo al Japón de sus recuerdos. 

Muy recomendado. De lo que me ha parecido mejor de esta autora son sus libros autobiográficos y este, por supuesto, no se queda atrás. 

Higiene del asesino


Sinopsis: Al anciano Prétextat Tach, premio Nobel de Literatura y acérrimo enemigo de las entrevistas, sólo le quedan dos meses de vida. Al hacerse pública la noticia de su próximo fallecimiento, en plena guerra del Golfo, periodistas de todo el mundo solicitan un encuentro con el novelista. Sólo cinco lograrán su propósito; los cuatro primeros serán víctimas de la arrogancia y capacidad destructiva de un genio decidido a vengarse del mundo despreciándoles y sometiéndoles a toda clase de humillaciones. La última entrevista, plagada de sorpresas, resolverá el enigma de tanta amargura con un violento y despiadado interrogatorio por parte de los dos duelistas dialécticos. El descubrimiento de un terrible secreto y un desenlace espeluznante, constituyen el colofón de esta historia sombría que se fundamenta en la magis­tral brillantez de los diálogos. Primera obra de Amélie Nothomb,Higiene del asesino dio a conocer el talento de su autora al manejar la crueldad, el cinismo y la ambigüedad para construir una atmósfera tan irrespi­rable como literaria.

Prétextat Tach es una persona, en todos sentido, horrible. De esas personas que nos escandalizamos en la vida real sólo por su existencia. Es un obeso mórbido cuyos hábitos alimenticios le causan arcadas a casi cualquiera, un escritor que está convencido que nadie lo ha leído de verdad, porque si lo hubieran hecho ya todos se hubieran suicidado, que se cree más inteligente que todo el mundo, pedante, que odia a los periodistas, a las mujeres (sus cuerpos, su existencia, todo) y que por alguna razón ha decidido dar cinco entrevistas antes de morir. Ya lo dije, es una persona horrible, asquerosa. Pero como personaje salido de la pluma de Amélie, es increíble, perfectamente formado.

El libro es un libro divertido, sí, pero necesitas armarte de paciencia. Tiene un humor bastante cínico y además, hasta antes de la quinta entrevista, la estructura es muy parecida. Las entrevistas empiezan parecido, con cada periodista convencido de que logrará lo que los anteriores no lograron, lo que nadie ha logrado y se cubrirá de gloria por ser capaz de entrevistar a semejante... engendro. No tengo otra palabra para describirlo. Pero todos, allí y allá, cometen errores: dejan ver sus vulnerabilidades, hacen preguntas que no deberían haber hecho, se escandalizan. Y Prétextat Tach aprovecha eso para humillarlos una y otra vez. 

Hasta la quinta entrevista. No les voy a desvelar más para no desvelar el libro, pero si diré que es un libro que, ante todo, se basa en los diálogos y en la rapidez para contestar que tiene el escritor, en su cinismo, su arrogancia y su odio hacia prácticamente todo lo que existe en el mundo. Incluidos sus lectores. Un libro pequeñito, recomendado, evidentemente


lunes, 22 de febrero de 2016

Footnotes in Gaza, Joe Sacco | Reseña

Sinopsis: Rafah, a town at the bottommost tip of the Gaza Strip, is a squalid place. Raw concrete buildings front trash-strewn alleys. The narrow streets are crowded with young children and unemployed men. On the border with Egypt, swaths of Rafah have been bulldozed to rubble. Rafah is today and has always been a notorious flashpoint in this bitterest of conflicts.
Buried deep in the archives is one bloody incident, in 1956, that left 111 Palestinians dead, shot by Israeli soldiers. Seemingly a footnote to a long history of killing, that day in Rafah—cold-blooded massacre or dreadful mistake—reveals the competing truths that have come to define an intractable war. In a quest to get to the heart of what happened, Joe Sacco immerses himself in daily life of Rafah and the neighboring town of Khan Younis, uncovering Gaza past and present. Spanning fifty years, moving fluidly between one war and the next, alive with the voices of fugitives and schoolchildren, widows and sheikhs, Footnotes in Gaza captures the essence of a tragedy.

Desde que vi las novelas gráficas Palestine, me interesó el trabajo de Joe Sacco. Esta fue la primera novela gráfica de su autoría a la que le pude poner las manos encima y con más de cuatrocientas páginas, lo que la vuelve todo un tocho de novela gráfica. LO VALE. Sacco, en plena guerra, en vez de escribir sobre la guerra, va en busca de una historia más vieja, una historia que podría sólo pasar a la Historia con mayúsculas como una lista de muertos, o más que como una lista, una simple cantidad. Algo que se escribiría más o menos así: "En tal día de tal mes de 1956 murieron tantos palestinos". Punto. No más. Joe Sacco anda tras esa historia, buscando afectados, preguntando a la gente. 


Y casi toda la gente, en el mejor de los casos, reacciona incrédula. ¿Por qué anda tras esa historia cuando en ese momento les están derrumbado sus casas? ¿Por qué no escribe (o en este caso, dibuja) de lo que está pasando en ese momento? Pero no. Sacco va en busca de la historia que quiere, la de 1956, al tiempo que cuenta como es la vida en Rafah, ese pequeño pueblo en la Franja de Gaza, y hace notar lo comunes que son los funerales de mártires, las casas derrumbadas por israelís, los muertos de un día sí y un día también. Primero, tengo que admitir que no sabía nada o casi nada de la Franja de Gaza cuando empecé a leer aquí, del conflicto Palestina/Israel también sabía poco, muy poco. Y lo que sabía era por comentarios de Facebook que decían que los judíos tenían bien merecido el holocausto por lo que estaban haciendo en Palestina de gente que cree que las tragedias se comparan y se justifican con otras, así que no se puede decir que mis fuentes sean fiables.

Hablando en específico de este libro, por supuesto que lo recomiendo si les interesa saber un poco más. Me hubiera gustado que Sacco buscara más pluralidad de voces para su historia (léase, no acudir a las mujeres sólo cuando era el último recurso), pero en general está bien contada. Junta el pasado con el presente y lo hace bien. Habla de como depura las historias y cómo comprueba que quizá le estén diciendo la verdad. Sin embargo, con todo eso, reconoce que no se siente con derecho a juzgar los recuerdos de la gente, por más falsos que sean, porque ellos parecen recordarlo como si de verdad hubiera ocurrido ayer. Ocurre en uno dos casos, en los que alguna persona aseguro haber hecho algo, huído de alguna manera, haber visto morir a alguien. Y luego ni siquiera sus familiares lo confirman. 


Sobre la historia no tengo nada que criticar. Pasó y así la recuerdan, así que, igual que Sacco, ¿quién soy yo para meterme con los recuerdos de la gente? Pareciera que Footnotes In Gaza es uno de esos trabajos hechos específicamente para dejarte pensando que el mundo es una mierda, pero creo que no. Al menos no desde la perspectiva que lo pone el dibujante y escritor. En su tiempo en Gaza hizo amigos y creo lazos y nos deja ver eso en su historia. Yo, finalmente, por interés, busqué algunas imágenes para darme una idea de dónde demonios estaba ubicada la historia, y aunque me gustaría decir que me sorprendí, la verdad es que no. 




Bueno, después de una ligera sequía de libros y reseñas, este es el último libro que he leído y que, por supuesto, merecía una reseña en condiciones, aunque presiento que no le interesará a mucha gente. Aun así, por el increíble trabajo periodístico... ¡recomendado!

martes, 9 de febrero de 2016

Cómo hacer el diario de River Song (Doctor Who) for dummies

Este blog es tan literario que hoy vamos a aprender a hacer el diario de River Song que sale en Doctor Who. ¿Por qué hacer otro más si ya hay miles en internet y hasta en youtube? Bueno, porque casi todos los que encontré y con los que me guié son increíblemente tardados, complicados y empiezan de cero: haciendo el cuaderno. Cómo supondrán, yo no tenía ni recursos ni paciencia y mucho menos habilidades para hacer una libreta desde cero así que improvisé bastante y el resultado me quedó bastante decente. Definitivamente se parece al diario de River Song.

¿Qué van a necesitar?

  1. Una libreta, tipo francesa. La mía es delgada, de 90 hojas, pero mientras más gordita, mejor. 
  2. Cartón no muy grueso, el de las cajas de cereal funciona perfectamente.
  3. Pintura color azul TARDIS.
  4. Pinceles.
  5. Pegamento, el que quieran. 
  6. Cutter y mucha paciencia.
  7. Fijador para el cabello. 

Instrucciones



Primero y lo más importante, es medir el tamaño de su libreta donde van a pegar las piezas de la TARDIS. Cada libreta es diferente, así que mídanla y tracen un rectángulo del tamaño que les da en el cartón o caja de cereal. Dentro del rectángulo van a dibujar el diseño de la puerta de la TARDIS más o menos así: 

No, nestlé no me pagó product placement.
Yo primero tracé el diseño con azul, sin hacer ninguna separación entre las piezas y después, con rosa mexicano, tracé las lineas de corte, dejando separaciones entre cada pieza. En mi caso fueron de 2mm, pero si se les dificulta pueden hacerlas un poco más grandes. Después viene la parte más pesada: cortar. Primero corté el cuadro grande de cartón solito y después, usándolo como molde, corté otro igual para que las piezas fueran más gruesas. Después corté pieza por pieza del cartón marcado con un cutter y, usándolas como molde, las volví a cortar otra vez del otro cuadro de cartón Sí, lo corté todo dos veces.



Después hay que pegar las piezas para que se hagan gruesas, las originales con las segundas que cortamos. Si creen que todavía no tiene forma nada, simplemente pongan las piezas encima de la libreta para asegurarse de que les haya quedado todo del tamaño correcto.

¡TARDIS desconstruida!
¡TARDIS no desconstruida!
Ya nos aseguramos que lo que estamos haciendo tiene forma, así que ahora a la parte divertida. ¡A pintar! Hay que pintar todas las piezas color azul TARDIS y la libreta también. Para quitarle la marca, el precio y hacerla ver un poco más rústica.



Después hay que pegarlo todo. Yo, por cierto, hice solo la tapa de enfrente, porque es la que va a lucir, pero si tienen tiempo y pintura pueden hacerlo para los dos lados. Para pegar, empiecen por las piezas de afuera y después las de adentro, es más fácil calcularlo todo. Si no pega bien o no se fija, siempre pueden poner la libreta abajo de dos libros muy gordos (en mi caso, Tormenta de Espadas y Danza de Dragones) hasta que fijen bien. Después de que todo pegue, recuerden corregir las imperfecciones con la pintura que les haya sobrado.


Si quieren que el lomo tenga aspecto de libro viejo, pueden cortar más piezas en el cartón. Yo usé tres para darle un aspecto un poco antiguo:



Ahora sí, ya sólo queda el final, que es para lo que vas a usar el fijador para el cabello. A una distancia prudencial, después de que la pintura esté bien seca, rocías todo el cuaderno con fijador para que la pintura ya no se caiga y le dé, además, un aspecto brillante. Y voilá!, tienes tu libreta como River Song sin que Amazon te haya sacado un ojo de la cara. Aquí mi resultado final: