Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 26 de octubre de 2015

Landline, Rainbow Rowell | Reseña


Sinopsis: Georgie McCool knows her marriage is in trouble; it has been in trouble for a long time. She still loves her husband, Neal, and Neal still loves her, deeply — but that almost seems beside the point now. Maybe that was always beside the point.

Two days before they’re supposed to visit Neal’s family in Omaha for Christmas, Georgie tells Neal that she can’t go. She’s a TV writer, and something’s come up on her show; she has to stay in Los Angeles. She knows that Neal will be upset with her — Neal is always a little upset with Georgie — but she doesn't expect him to pack up the kids and go home without her. When her husband and the kids leave for the airport, Georgie wonders if she’s finally done it. If she’s ruined everything.

That night, Georgie discovers a way to communicate with Neal in the past. It’s not time travel, not exactly, but she feels like she’s been given an opportunity to fix her marriage before it starts... Is that what she’s supposed to do? Or would Georgie and Neal be better off if their marriage never happened?

Esto es el diálogo que ocurrió en mi cabeza para que yo me decidiera a leer este libro: 
Consciencia: Fangirl te decepcionó de manera épica, ¿por qué le das otra oportunidad?
Yo: A la mejor ha mejorado y ya escribe mejor. A la mejor no hay tantos clichés en la historia.
Consciencia: No. Eso no va a pasar. Mira a John Greeen y tus intentos de oportunidad.
Yo: No puede ser tan malo *agarra el libro y lo abre*
Consciencia: No, no es posible. Me voy a suicidar. Ya. Ahora.

Y como consciencia pronosticó el libro fue une épica decepción. Yo aún no entiendo, pero ni de lejos, que haya ganado Best Fiction en los Goodreads Choice Awards. Es malo. Aburrido. Personajes no importantes. No entiendo por qué ganó. Creo que simplemente asumiré que la gente tiene mal gusto y ya. Pero bueno, vamos a argumentar por qué este libro me pareció, entre otras cosas, mortalmente aburrido.

La sinopsis te destripa básicamente todo el libro. No hay más historia allí. Creo. Te destripa toda la trama y el débil núcleo que tiene. Deberían decirle a quien escribe las sinopsis que, por lo menos, se preocupe por que no te cuenten toda la historia, o al menos no todos los puntos relevantes. Juro que, con una excepción, quizá, no hay nada más de interés para la trama principal dentro del libro. Mortalmente aburrido en su mayor parte. Me da la impresión, además, de que Rainbow Rowell sólo tiene una voz narrativa porque estar dentro de la cabeza de Georgie McCool sonaba igual que Cath, la protagonista de Fangirl. Exactamente igual, a pesar de todas las diferencias entre las dos (Georgie es mucho más extrovertida, graciosa y mucho menos irritante que Cath). Eso no ayudó a que el libro fuera más interesante porque ya en su tiempo pensé que la voz narrativa de Rowell decía demasiadas cosas obvias y trataba a los lectores un poco como retrasados mentales (sin llegar al nivel de John Green o los odiosos libros de autoayuda).


En fin, ahora, la trama en sí tiene cierto "realismo mágico" (lo calificaron algunos) y para mi cerebro, la idea de que Georgie le pueda hablar al Neal de 1998 me parece archifantástica por todas las posibilidades que ofrece. Al final, no ofrece nada nuevo para desarrollar a los personajes, los problemas con el tiempo no se abordan demasiado (al menos hasta el final, por supuesto) y Rainbow no se mete en demasiados problemas, pero sí que usa el asunto para crear un tipo de paradoja temporal. Nada demasiado impactante y la verdad es que se puede adivinar desde el 30% del libro: en resumen, predecible, poco explicado, sin gran fundamento y además con una protagonista que pasa más tiempo pensando sobre si está bien o mal lo que hace, que haciéndolo, lo que en algunos momentos vuelve el libro más pesado y aburrido. Si es que los personajes piensen no está bien. Pero que le den la vuelta una y otra vez a lo mismo con casi las mismas palabras... Es obvio que se vuelve todo demasiado pesado. 

El Doctor lo explica mejor que yo.
Ahora, los personajes. No me podían importar menos, de verdad. No es que me caigan mal (eso al menos ya sería algo), no, es que ni siquiera me preocupo por ellos. Georgie y Neal tiene un montón de características informadas que en realidad no vemos demasiado. Es un error que es la segunda vez que le veo a Rainbow Rowell y me molesta mucho: se pasa la frase "show, don't tell" por los bajos fondos. Así no va a construir un personaje que a mí me interese realmente porque muchas veces no hay concordancia entre lo que dice el narrador en la descripción del personaje y lo que en realidad hace el personaje: Georgie, por ejemplo, no me pareció graciosa en ningún momento, pero el narrador dice que lo es y los demás personajes también lo dicen, pero yo no lo veo. Georgie casi no dice cosas graciosas, ni siquiera para aportar al guion que se supone que está escribiendo con Seth. Además que en general ningún personaje en este libro llamaba demasiado la atención.

Por otra parte... la bendita plática sobre los celos de Georgie y Neal que tiene lugar en alguna parte del libro. A ver sí, lo entiendo: los celos existen. En el 99.999999% no son productivos ni sanos. Pero existen. Es obvio que tus personajes los tienen algunas veces. A mí me irritan las personas muy celosas (o celosas, punto), pero, con algo que suele ser tan irracional como los celos, no busco casi ninguna explicación. Esto no es un error ni nada, sino más bien una pregunta de una duda enorme que tengo: ¿de verdad entienden tan necesario que alguien justifique sus celos? ¿ven a una persona más racional? ¿los ven más sanos? Porque los celos no son sanos. Ni explicados, ni no explicados. Ni se vuelven racionales como por arte de magia. En fin, esa es mi duda.

Sobre la prosa: plana como sabana africana. Lo entiendo, el inglés muchas veces es más simple, pero es que esto ya no tiene perdón de Dios.


Desarrollo de la historia: lento y pesado. Un montón de flashbacks que en realidad podrían ahorrarse (hay algunos interesantes, pero la mayoría simplemente no lo son). Hasta más o menos la mitad del libro sientes que sigues en una introducción eterna sobre los personajes, sus historias, sus trabajos... Sus familias. Este libro necesita una tijera urgente: esta lleno de relleno.

En fin, ya no quiero seguir escribiendo sobre él. Me da sueño. Pasen de él, esa es mi única recomendación. 

sábado, 24 de octubre de 2015

Buenos personajes vs personajes bueno

La mayoría de la gente los confunde y los mete en el mismo saco: eso se tiene que terminar.


Se acabó. No más. Estoy cansada de que digan que un personaje es malo porque no tiene principios morales. De que en las reseñas se califique a personajes femeninos como putas porque, a pesar de ser personajes bien construidos, no entran en la deifición de "buena persona" de la persona que reseñó el libro. Punto. Fin. Se tiene que acabar. No podemos valorar la calidad literaria de un libro por los actos de sus personajes.

Pero como ya sospecho que me están mirando como una loca, vamos a explicar a que me refiero con cada cosa. 

Buenos personajes: personajes bien construidos, con motivos, que el lector, que tengan cierta lógica entre sus actos y sus pensamientos y que llegado a un punto te preocupas por lo que les pasa (tanto como si les deseas la muerte como si estás mordiéndote las uñas para que todo les salga bien). Moralmente no tienen que ser buenos en ningún momento; por ejemplo, podemos hablar de un villano con delirios megalomaniácos, una mujer que le puso los cuernos a su pareja, o un hombre que le puso los cuernos a su pareja, un héroe o un simple cualquiera al que más o menos le va bien en la vida. Tienen que estar bien construidos, tener sentimientos y parecer seres humanos. No vale con simples robots que a veces hablan o con personajes cuyo sustento y lógica es peor que un chiste (sí, hablo de ti, Carlos Cuauhtémoc Sánchez). Eso es, para mí, un buen personaje (porque la distinción entre personajes buenos y buenos personajes es mía, eh).

Personajes buenos: esto va a ser más rápido, mucho más rápido. Los personajes con buenas intenciones, los héroes que van a salvar al mundo. El ejemplo más rápido y más claro que se me ocurre es Harry Potter y, por supuesto, Albus Dumbledore. Esos son los personajes buenos: los que quieren que el mundo vaya mejor en vez de quemarlo hasta sus cimientos.

Ejemplo de personaje bueno, pero no buen personaje...
Ya que tenemos claro a que me refiero con cada cosa, ahora sí vamos a lo importante: dejen de confundir a las peras con las manzanas, a los zancudos con las moscas y a los personajes buenos con los buenos personajes

Se puede juzgar a un personaje por sus actos, sí, no les estoy diciendo que no lo hagan. Igual que les puede caer mal una persona, les puede caer mal un personaje por ser estúpido, pendejo, malo o hacer alguna tontería. Sin embargo, si el personaje está bien construido, eso no tiene nada que ver con el autor, la obra o la calidad literaria del libro que estén leyendo. Un libro es malo cuando no eres capaz de preocuparte por lo que le pasa a los personajes y no te importa si se mueren o si les pasa un camión encima, pero cuando deseas fervientemente que les pase un camión encima por algo que hicieron en el libro, al menos te preocupas por ellos.


En fin. Sí, no me gusta ni que critiquen la calidad literaria Crepúsculo porque sus personajes son imbéciles. Hay una pésima construcción de personajes (eso sí hay que achacárselo a Meyer) y hay que remarcar que Edward es un celoso, posesivo y controlador, pero no podemos decir que el libro es malo porque Bella besó a Jacob y es una puta (doble moral, ¿dónde?). De hecho, es una de las cosas que más me molestan de las críticas a sagas como Memorias de Idhún: en vez de enfocarse en los aspectos realmente malos de la narrativa, en la construcción de la historia o en la trama, las cosas que el autor podría mejorar, la gente insiste en odiar el libro porque su protagonista (casi siempre mujer) les parece puta (y en el otro lado tenemos a maltratadores celosos adorados e incluso alabados como Grey).

La cara de Rachel lo explica
Por ejemplo, cuando he visto críticas a Cumbres Borrascosas hay muchas veces que me topo con esto: "no me gustó el libro porque todos sus personajes son unos desgraciados," y eso es totalmente válido, nadie te está poniendo una pistola en la cabeza para que te guste, pero lo que sigue es: "de hecho, no sé ni cómo llegó a ser un clásico." Y ahí sí yo ya deseo matarme. Primero porque llegó a ser un clásico por sus personajes desgraciados y aún más por su valor literario

Y así con miles de libros

Creo que hay que hacer esa distinción: puedes juzgar a tus personajes, pero no por eso un libro va a dejar de tener la buena o mala calidad que tiene su narrativa, su trama, su historia, su voz narrativa, su prosa, su redacción e incluso su edición. No confundamos las peras con las manzanas, ni los diamantes con el grafito porque así no funciona esto

Bueno, creo que por esta vez, eso es todo. Lo repito, por si no quedó claro:

No metan en el mismo saco a los personajes buenos y a los buenos personajes (o como sea que les llamen ustedes).

(Y por favor, si son autores, no defiendan los juicios morales hechos personajes con su visión de ellos porque la visión de cada quien es diferente y hay libertad de opinión en el mundo).

jueves, 22 de octubre de 2015

Voces de Chérnobil: crónica del futuro, Svetlana Aleksievich | Reseña

Sinopsis: Tal como recalca su propia autora, este no es un libro sobre Chernóbil, sino sobre sus consecuencias ―las pasadas y las futuras―, sobre personas a las que les tocó vivir una nueva realidad que todavía existe pero que aún no se ha comprendido. Aquellos que sufrieron Chernóbil son los supervivientes de una Tercera Guerra Mundial nuclear. Según Alexievich, en este mundo hostil “todo parece completamente normal, el mal se esconde bajo una nueva máscara, y uno no es capaz de verlo, oírlo, tocarlo, ni olerlo. Cualquier cosa puede matarte... el agua, la tierra, una manzana, la lluvia. Nuestro diccionario está obsoleto. Todavía no existen palabras, ni sentimientos, para describir esto”.

Un día anunciaron el Nobel. Como de costumbre, el nombre no me sonaba de absolutamente nada. Vamos, en mi vida lo había oído (como a los anteriores). Pasaron unas horas y me aguanté las ganas de investigar todo sobre su vida. Era una mujer y era bielorrusa, así que no aguante mucho y lo busqué en google. Vi que era periodista y que su único libro traducido al español era acerca de la catástrofe de Chérnobil (o más bien, de sus consecuencias). Yo, que en una época vi cuanto documental sobre radiación se me puso delante, dije que algún día lo leería. Y luego me lo topé enfrente. Se tardó más o menos dos días más en caer y yo me tardé dos días más en empezarlo. De ahí, lo que sigue es historia. 

Este es, sin duda, uno de los mejores libros de no ficción que he leído. No creo que todo el mundo esté interesado en él, o que a todo el mundo le guste o que a todo el mundo le entretenga. De hecho, aunque yo lo he recomendado por activa y por pasiva sé que, de todas las personas que lo leerán porque yo llevo ya semanas estampándoselo en la cara a quien quiera oírme, le encantará a unas cuantas. Otras me dirán que es largo. Otros que se aburrieron. Otros me dirán "está bien", pero se quedará allí. Al menos eso creo. No conozco demasiadas personas que suelan leer texto periodístico y mucho menos de este tipo.

Voces de Chernóbil me recuerda irremediablemente al único libro que he leído de Elena Poniatowska: La noche de Tlatelolco. ¿Por qué, si entre un accidente catastrófico en Ucrania y una matanza en Tlatelolco no hay prácticamente nada en común? Por la manera de contar la historia. Tratan sobre temas muy diferentes, y están estructurados muy diferentes, pero no hay duda que las dos historias están contadas de manera oral, que son entrevistas o pedazos de entrevistas que se seleccionaron y se transcribieron. Eso, obviamente, en este libro hace difícil que te sitúes en la historia hasta que no te lo dice quien está hablando y, generalmente, nunca te lo dicen tal cual. 

Si quieres saber los datos duros y fríos de la catástrofe de Chérnobil, este no es el libro para eso,  ya hay libros y miles de documentales que se enfocan en esa parte de la carástrofe. Para eso no sirve. Apenas hay algunos números y porcentajes, aquí lo que hay son las voces de Chérnobil, literalmente. Algunas de las personas entrevistadas hablan sobre los roetguen y las dosis letales de radiación, pero de pasada, eso, al fin y al cabo, deja de importar ante algo que ya ocurrió. Eso no es lo que importa, porque en este libro está impreso el lado más humano. Habla de las consecuencias, no sólo para la ciencia, la radiación, la URSS, el comunismo, habla en sí de las consecuencias sobre las personas. 

Reactor de la Planta Nuclear. Aún sin el sarcófago.
Este, además, no es un libro que busca culpables. Los años pasan y buscar culpables ya no le importa a nadie. Además, entre los que eligieron no avisar para no cundir el pánico y trabajar en el más absurdo secretismo, entre los que prefirieron el secreto que salvar a su propia población, entre los que no informaron a los liquidadores de las dosis reales de roetguen que estaban recibiendo y entre los que dejaron pasar los días antes de avisarle al mundo que en la Planta Nuclear había ocurrido un accidente (sólo un incendio, controlado, y sin embargo, nadie dice que los liquidadores trabajaron para evitar que explotaran los otros tres reactores, cuyo efecto sobre toda Europa hubiera sido letal), los culpables son tantos, que en realidad a nadie le importa ya.

Es una historia dura y lo es porque no es una historia de guerra, no es una catástrofe causada por alguien más, como la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki: fue un simple accidente, una casualidad y eso es aún más difícil de entender. Lo mencionan en el libro. Hiroshima y Nagasaki fueron la guerra, pero Chérnobil era el átomo de la paz y nadie se imaginaba que fuera sólo un hermano del que conformaba la bomba atómica.

Pripiat actualmente: una ciudad fantasma
¿Cómo elegir entre el amor y la muerte? ¿Entre el pasado y el ignorado presente? ¿Y quién se creerá con derecho a echar en cara a otras esposas y madres que no se quedaran junto a sus maridos e hijos? Junto a esos elementos radiactivos. En su mundo se vio alterado incluso el amor. Hasta la muerte.
Ha cambiado todo. Todo menos nosotros.
Eso sí, si no conoces la historia de Chérnobil, al menos de pasada, lo más probable es que haya varias partes en el libro confusas, que quizá no entiendas a la primera, quizá te pierdas un poco porque los entrevistados dan por supuesto que al menos algo se sabe del tema. Al libro le falta ponernos un poco en contexto, pero en realidad creo que no es algo que sea totalmente necesario. Con leer la Wikipedia entiendes de que hablan los entrevistados. La mujer de un bombero que murió de la radiación a los diecisiete días cuenta su historia, como perdió a su hija y su salud por lo mucho que amaba a su marido, los liquidadores (soldados que trabajaron en el reactor), gente evacuada, gente que se negó a evacuar, gente que volvió a sus pueblos, aún abandonados, comunistas convencidos y no convencidos, científicos, historiadores, escritores... un sinfín de personas desfilan por estas páginas para contarnos su versión de la historia, sus desdichas o sus alegrías, para contarnos lo que pasó desde sus ojos. Y por supuesto, la historia varía por la cantidad de puntos de vista que hay, pero casi todos coinciden en algo: para la Unión Soviética hubo un antes y un después de Chérnobil.

Liquidadores de Chérnobil, casi todos están muertos hoy en día o enfermos
We're often silent. We don't yell and we don't complain. We're patient, as always. Because we don't have the words yet. We're afraid to talk about it. We don't know how. It's not an ordinary experience, and the questions it raises are not ordinary. The world has been split in two: there's us, the Chernobylites, and then there's you, the others. Have you noticed? No one here points out that they're Russian or Belarussian or Ukrainian. We all call ourselves Chernobylites. "We're from Chernobyl." "I'm a Chernobylite." As if this is a separate people. A new nation.
Bueno, creo que ya quedó claro; para mí este libro es un 5/5, perfecto, aunque reconozco que quizá le hace falta darnos un poco de contexto, pero es precisamente la manera de hablar de cada entrevistado lo que nos deja ver el lado más humano de la situación. Totalmente recomendado. Este libro a menudo nos recuerda que, muchas veces, la realidad supera a la ficción. ¿Quiénes somos nosotros para poder imaginarnos una catástrofe de esta magnitud cuando ni los libros que leemos se acercan al tema de esta manera? Ver el lado más humano de esta catástrofe es a menudo sobrecogedor y desesperanzador, pero también espeluznante. Porque ni en el libro más trágico de ciencia ficción existe algo como Chérnobil.