Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 22 de octubre de 2015

Voces de Chérnobil: crónica del futuro, Svetlana Aleksievich | Reseña

Sinopsis: Tal como recalca su propia autora, este no es un libro sobre Chernóbil, sino sobre sus consecuencias ―las pasadas y las futuras―, sobre personas a las que les tocó vivir una nueva realidad que todavía existe pero que aún no se ha comprendido. Aquellos que sufrieron Chernóbil son los supervivientes de una Tercera Guerra Mundial nuclear. Según Alexievich, en este mundo hostil “todo parece completamente normal, el mal se esconde bajo una nueva máscara, y uno no es capaz de verlo, oírlo, tocarlo, ni olerlo. Cualquier cosa puede matarte... el agua, la tierra, una manzana, la lluvia. Nuestro diccionario está obsoleto. Todavía no existen palabras, ni sentimientos, para describir esto”.

Un día anunciaron el Nobel. Como de costumbre, el nombre no me sonaba de absolutamente nada. Vamos, en mi vida lo había oído (como a los anteriores). Pasaron unas horas y me aguanté las ganas de investigar todo sobre su vida. Era una mujer y era bielorrusa, así que no aguante mucho y lo busqué en google. Vi que era periodista y que su único libro traducido al español era acerca de la catástrofe de Chérnobil (o más bien, de sus consecuencias). Yo, que en una época vi cuanto documental sobre radiación se me puso delante, dije que algún día lo leería. Y luego me lo topé enfrente. Se tardó más o menos dos días más en caer y yo me tardé dos días más en empezarlo. De ahí, lo que sigue es historia. 

Este es, sin duda, uno de los mejores libros de no ficción que he leído. No creo que todo el mundo esté interesado en él, o que a todo el mundo le guste o que a todo el mundo le entretenga. De hecho, aunque yo lo he recomendado por activa y por pasiva sé que, de todas las personas que lo leerán porque yo llevo ya semanas estampándoselo en la cara a quien quiera oírme, le encantará a unas cuantas. Otras me dirán que es largo. Otros que se aburrieron. Otros me dirán "está bien", pero se quedará allí. Al menos eso creo. No conozco demasiadas personas que suelan leer texto periodístico y mucho menos de este tipo.

Voces de Chernóbil me recuerda irremediablemente al único libro que he leído de Elena Poniatowska: La noche de Tlatelolco. ¿Por qué, si entre un accidente catastrófico en Ucrania y una matanza en Tlatelolco no hay prácticamente nada en común? Por la manera de contar la historia. Tratan sobre temas muy diferentes, y están estructurados muy diferentes, pero no hay duda que las dos historias están contadas de manera oral, que son entrevistas o pedazos de entrevistas que se seleccionaron y se transcribieron. Eso, obviamente, en este libro hace difícil que te sitúes en la historia hasta que no te lo dice quien está hablando y, generalmente, nunca te lo dicen tal cual. 

Si quieres saber los datos duros y fríos de la catástrofe de Chérnobil, este no es el libro para eso,  ya hay libros y miles de documentales que se enfocan en esa parte de la carástrofe. Para eso no sirve. Apenas hay algunos números y porcentajes, aquí lo que hay son las voces de Chérnobil, literalmente. Algunas de las personas entrevistadas hablan sobre los roetguen y las dosis letales de radiación, pero de pasada, eso, al fin y al cabo, deja de importar ante algo que ya ocurrió. Eso no es lo que importa, porque en este libro está impreso el lado más humano. Habla de las consecuencias, no sólo para la ciencia, la radiación, la URSS, el comunismo, habla en sí de las consecuencias sobre las personas. 

Reactor de la Planta Nuclear. Aún sin el sarcófago.
Este, además, no es un libro que busca culpables. Los años pasan y buscar culpables ya no le importa a nadie. Además, entre los que eligieron no avisar para no cundir el pánico y trabajar en el más absurdo secretismo, entre los que prefirieron el secreto que salvar a su propia población, entre los que no informaron a los liquidadores de las dosis reales de roetguen que estaban recibiendo y entre los que dejaron pasar los días antes de avisarle al mundo que en la Planta Nuclear había ocurrido un accidente (sólo un incendio, controlado, y sin embargo, nadie dice que los liquidadores trabajaron para evitar que explotaran los otros tres reactores, cuyo efecto sobre toda Europa hubiera sido letal), los culpables son tantos, que en realidad a nadie le importa ya.

Es una historia dura y lo es porque no es una historia de guerra, no es una catástrofe causada por alguien más, como la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki: fue un simple accidente, una casualidad y eso es aún más difícil de entender. Lo mencionan en el libro. Hiroshima y Nagasaki fueron la guerra, pero Chérnobil era el átomo de la paz y nadie se imaginaba que fuera sólo un hermano del que conformaba la bomba atómica.

Pripiat actualmente: una ciudad fantasma
¿Cómo elegir entre el amor y la muerte? ¿Entre el pasado y el ignorado presente? ¿Y quién se creerá con derecho a echar en cara a otras esposas y madres que no se quedaran junto a sus maridos e hijos? Junto a esos elementos radiactivos. En su mundo se vio alterado incluso el amor. Hasta la muerte.
Ha cambiado todo. Todo menos nosotros.
Eso sí, si no conoces la historia de Chérnobil, al menos de pasada, lo más probable es que haya varias partes en el libro confusas, que quizá no entiendas a la primera, quizá te pierdas un poco porque los entrevistados dan por supuesto que al menos algo se sabe del tema. Al libro le falta ponernos un poco en contexto, pero en realidad creo que no es algo que sea totalmente necesario. Con leer la Wikipedia entiendes de que hablan los entrevistados. La mujer de un bombero que murió de la radiación a los diecisiete días cuenta su historia, como perdió a su hija y su salud por lo mucho que amaba a su marido, los liquidadores (soldados que trabajaron en el reactor), gente evacuada, gente que se negó a evacuar, gente que volvió a sus pueblos, aún abandonados, comunistas convencidos y no convencidos, científicos, historiadores, escritores... un sinfín de personas desfilan por estas páginas para contarnos su versión de la historia, sus desdichas o sus alegrías, para contarnos lo que pasó desde sus ojos. Y por supuesto, la historia varía por la cantidad de puntos de vista que hay, pero casi todos coinciden en algo: para la Unión Soviética hubo un antes y un después de Chérnobil.

Liquidadores de Chérnobil, casi todos están muertos hoy en día o enfermos
We're often silent. We don't yell and we don't complain. We're patient, as always. Because we don't have the words yet. We're afraid to talk about it. We don't know how. It's not an ordinary experience, and the questions it raises are not ordinary. The world has been split in two: there's us, the Chernobylites, and then there's you, the others. Have you noticed? No one here points out that they're Russian or Belarussian or Ukrainian. We all call ourselves Chernobylites. "We're from Chernobyl." "I'm a Chernobylite." As if this is a separate people. A new nation.
Bueno, creo que ya quedó claro; para mí este libro es un 5/5, perfecto, aunque reconozco que quizá le hace falta darnos un poco de contexto, pero es precisamente la manera de hablar de cada entrevistado lo que nos deja ver el lado más humano de la situación. Totalmente recomendado. Este libro a menudo nos recuerda que, muchas veces, la realidad supera a la ficción. ¿Quiénes somos nosotros para poder imaginarnos una catástrofe de esta magnitud cuando ni los libros que leemos se acercan al tema de esta manera? Ver el lado más humano de esta catástrofe es a menudo sobrecogedor y desesperanzador, pero también espeluznante. Porque ni en el libro más trágico de ciencia ficción existe algo como Chérnobil.

martes, 20 de octubre de 2015

Caramelo, Sandra Cisneros | Reseña

Sinopsis: Every year, Ceyala "Lala" Reyes' family--aunts, uncles, mothers, fathers, and Lala's six older brothers--packs up three cars and, in a wild ride, drive from Chicago to the Little Grandfather and Awful Grandmother's house in Mexico City for the summer. Struggling to find a voice above the boom of her brothers and to understand her place on this side of the border and that, Lala is a shrewd observer of family life. But when she starts telling the Awful Grandmother's life story, seeking clues to how she got to be so awful, grandmother accuses Lala of exaggerating. Soon, a multigenerational family narrative turns into a whirlwind exploration of storytelling, lies, and life. Like the cherished rebozo, or shawl, that has been passed down through generations of Reyes women, Caramelo is alive with the vibrations of history, family, and love.

Nunca me había encontrado con un libro que hablara de manera tan sencilla de mi cultura, la mexicana, y no fuera de alguien de aquí. Sandra Cisneros es descendiente de Mexicanos nacida en Estados Unidos, chicana, como quien dice. Hay mucha gente que cree que la cultura es la misma o muy parecida, que al fin y al cabo es latina, pero hay algo que cambia. Los hijos de mexicanos nacidos del otro lado de la frontera no conocen México muchas veces y hablan español con acento. La diferencia cultural es brutal, porque no comen la misma comida, aunque sea parecida, no conocen el picante de verdad, no festejan el 15 y el 16 de Septiembre, sino en Cinco de Mayo, tradición puramente chicana. Este libro es sobre eso: sobre estar al borde de dos culturas y ver como Lala trata de entender sus raíces.

Rebozo de Santa María del Río.
La primera parte de la historia nos cuenta las aventuras de Lala en los veranos en México, en la casa de Awful Grandmother y un viaje a Acapulco. El reparto lo acaban de completar Aunty Light-Skin, Uncle Baby y Uncle Fat-Face, además de todos sus primos y sus seis hermanos. Por la época, imagino que estamos en los cincuentas o en los setentas. Todo el libro Awful Grandmother no ha parado de recordarme a las historias que he leído de mi propia abuela. Por eso, quizá, aunque es un personaje que no está hecho para agradar del todo, me ha parecido muy cercano. Reconozco ese clasismo Mexicano de querer parecer más español, esa celebración a las raíces indígenas que empieza después de la Revolución, pero en la que los indios siguen siendo discriminados, apartados y tratatos, como diría Lala: like shit. Lo reconozco todo. Los tamales, el mole, los rebozos de bolita de Santa María del Río, San Luis Potosi, Acapulco. Lala lo pinta como un mundo extraño, pero a mí todas las descripciones aún en inglés con muchísimas palabras en español y expresiones derivadas del español me recuerdan algo que ya conozco: es el mundo en el que vivo: hace 50 años.

Después, la historia retrocede y nos cuenta cómo se conocieron Little Grandfather y Awful Grandmother. Hay quien dice que es un recurso para poder empatizar con los dos personajes, en especial con la desagradable abuela. En esa historia son sólo Soledad Reyes y Narciso Reyes. Primos demasiado lejanos que ni siquiera lo saben. Narciso es hijo de un sevillano que da clases de música y una mujer que vive sumida en sus propias ínfulas, convencida de que pertenece a la alta sociedad. Nos narra los días de la Revolución y la Guerra en la ciudad de México. La Décena Trágica en la que Narciso perdió tres costillas y la entrada de los Zapatistas y de los Villistas a la ciudad.

Pancho Villa en la silla presidencial, Zapata a su lado.
Después volvemos al futuro, donde Lala ya no es una niña que ve a sus papás y a su abuela pelear en Acapulco. Estamos en Chicago y la abuela se ha mudado con ellos, ella está apunto de entrar en High School y está intentando entender su adolescencia. Es demasiado grande para su edad, no demasiado bonita y demasiado tímida. Está rodeada de hombres y su madre no es alguien de confianza. Vive en un departamento con otras ocho personas donde es imposible tener privacidad. Es la parte que más lejana me sonó de toda la historia, pero aún así soy capaz de reconocer lo mexicano en toda la historia. 

Me encantó el libro porque, además, Sandra Cisneros escribe de una manera muy poética, sin sonar rebuscada o forzada. La historia es simple y la narradora, Lala, sabe como llegar al corazón de los lectores. Pienso que este libro traducido pierde mucho. Muchas de las expresiones están en español, así que hay partes escritas con mucho mucho spanglish y traducido no se aprecia ese detalle. Otro detallazo es que nada viene traducido en los pies de página, sino que los pies de página, que no son muchos ni exagerados, traen detalles de la historia, geografía y cultura en general de México. 

Adelitas de la Revolución
Hay una cita, en especial, que quiero dedicarle a todos aquellos que creen conocer el estereotipo físico latino. A todas esas personas que dicen que alguien rubio y de ojos claros no es latina, o que alguien de piel demasiado oscura tampoco lo es. Sólo en México tenemos una variedad impresionante:
— Hey, hippie girl, you Mexican? On both sides?
— Front & back, I say.
— You sure don’t look Mexican.
A part of me wants to kick their ass. A part of me feels sorry for their stupid ignorant selves. But if you’ve never been farther south than Nuevo Laredo, how the hell would you know what Mexicans are supposed to look like, right?
There are the green-eyed Mexicans. The rich blond Mexicans. The Mexicans w/the faces of Arab sheiks. The Jewish Mexicans. The big-footed-as-a-German Mexicans. The leftover-French Mexicans. The chaparrito compact Mexicans. The Tarahumara tall-as-a-desert-saguaro Mexicans. The Mediterranean Mexicans. The Mexicans w/Tunisian eyebrows. The negrito Mexicans of the double coasts. The Chinese Mexicans. The curly-haired, freckled-faced, red-headed Mexicans. The Lebanese Mexicans. Look, I don’t know what you’re talking about when you say I don’t look Mexican. I am Mexican. Even though I was born on the U.S. side of the border.
En fin, esta reseña ya me esta quedando demasiado larga, así que simplemente me queda decirles ya que el libro es muy recomendable y que a mí me encantó. Realmente es un libro que vale muchísimo la pena y Sandra Cisneros ha resultado ser todo un diamante en bruto.

domingo, 18 de octubre de 2015

Siete cosas sobre libros | Book Tag

Sí, no es una broma, yo poniendo otro Book Tag en el blog con tan sólo una semana de diferencia. La cosa es que Nina de Rapsodia Literaria me tageo y no podía decir que no porque además el tag me había llamado bastante la atención. Así que heme aquí, respondiéndolo. Me llamó la atención porque creo que revela mucho acerca de los gustos de quien lo responde.


1. Siete libros que quieres leer antes de morir



  1. Great Expectations (Grandes esperanzas), Charles Dickens.
  2. Americanah, Chimamanda Ngozi Adichie.
  3. Matar un ruiseñor, Harper Lee.
  4. La muerte de Artemio Cruz, Carlos Fuentes.
  5. L'élégance du hérisson (La elegancia del erizo), Muriel Barbery.
  6. Sor Juana Ines de la Cruz o Las Trampas de la Fe, Octavio Paz.
  7. Las mil y una noches, Anónimo (llevo el 5% de este).

2. Siete citas literarias


"Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes"
  1. "Nadie imagina todos los alaridos que se ocultan tras el silencio de los tímidos. Dejaríamos sordo al universo entero si nos lo propusiéramos." La edad de la punzada, Xavier Velasco.
  2. "Once upon a time there was a boy who loved a girl, and her laughter was a question he wanted to spend his whole life answering." The History of Love, Nicole Krauss.
  3. "Our lives are not our own. We are bound to others, past and present, and by each crime and every kindness, we birth our future." Cloud Atlas, David Mitchell
  4. "Lolita, light of my life, fire of my loins. My sin, my soul. Lo-lee-ta: the tip of the tongue taking a trip of three steps down the palate to tap, at three, on the teeth. Lo. Lee. Ta. She was Lo, plain Lo, in the morning, standing four feet ten in one sock. She was Lola in slacks. She was Dolly at school. She was Dolores on the dotted line. But in my arms she was always Lolita." Lolita, Vadimir Nabokov.
  5. "Siempre recordamos lo que nunca sucedió." Marina, Carlos Ruíz Zafón.
  6. "Había llegado a la vejez con todas sus nostalgias vivas." Cien años de soledad, Gabriel García Márquez.
  7. "Ave María Purísima: me acuso de ser yo por todas partes. O sea de querer siempre ser otra. Y hasta peor: conseguirlo." Diablo Guardián, Xavier Velasco.

3. Siete personajes masculinos


La Destrenzada
¿Por qué masculinos? ¿Por qué no femeninos? ¿Por qué no ambos? Supongo que es para fangirlear, pero como realmente no voy a poner a mis amores literarios, sino personajes que me han cautivado y así no conseguiría hacer la lista de siete hombres nada más así de la nada, voy a poner paridad en la cosa y lo voy a hacer mixto.

  1. Tyrion Lannister, Canción de hielo y fuego.
  2. E. Susana M. de Lara viuda de Reyes Luján y vuida De la Vega y la Vega, Vivir la Vida.
  3. Perry Smith, A sangre fría.
  4. Wilkilén, La destrenzada, La saga de los confines.
  5. Heathcliff, Cumbres Borrascosas.
  6. Violetta R. Schmidt, Diablo Guardián.
  7. Coronel Aureliano Buendía, Cien años de soledad.

4. Siete personajes que quiero matar


  1. Bella Swan, Crepúsculo.
  2. Tris Prior, Divergente.
  3. Clary Fray, Cazadores de Sombras.
  4. Edward Cullen, Crepúsculo.
  5. Cuatro, Divergente.
  6. Jace Wayland, Cazadores de Sombras.
  7. Cersei Lannister, Canción de hielo y fuego.

5. Siete cosas que odies en los libros


  1. La romantización del abuso y las relaciones románticas de abuso que son retratadas como historias de amor. En especial, cuando se dice que la chica buena arregla al chico malo que la maltrata.
  2. Los precios. ¿Pero las editoriales se creen que me voy a comprar un libro a más de $400? ¿De qué está hecho? ¿De oro? ¿Vuela?
  3. Las protagonistas que se dicen feministas pero en realidad se dejan controlar por sus novios. Por favor, mínimo que la construcción del personaje tenga algo de lógica.
  4. Las portadas con exceso de photoshop. Sobre todo cuando los modelos (chicos y chicas) dejan de parecer humanos.
  5. Los prólogos que te destripan el libro (hola, 90% de los prólogos de Porrúa).
  6. Que los diálogos no parezcan naturales. Por ejemplo, que dos adolescentes hablen como dos ancianos y que además filosofen toda la vida como su nada (hola, John Green).
  7. Los libros que tienen márgenes invisibles y letra pequeñita. ¿Qué no saben que estoy ciega?

6. Siete escritores

Xavier Velasco - Sandra Cisneros - Amélie Nothomb.

Franz Kafka - Sofía Olguín Liliana Bodoc

Chimamanda Ngozie Adichie

7. Siete blogs que quieran etiquetar


Que se etiquete quien guste. Hagan el tag si quieren y si lo hacen y lo vieron aquí pongan sus links aquí abajo, porque este tag me gustó mucho y siento que dice mucho del gusto de cada quien.