Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 20 de julio de 2015

La casa en Mango Street, Sandra Cisneros | Reseña

Sinopsis:
La casa en Mango Street es la extraordinaria historia de Esperanza Cordero. Contado a través de una serie de viñetas —a veces desgarradoras, a veces profundamente alegres— es el relato de una niña latina que crece en un barrio de Chicago, inventando por sí misma en qué y en quién se convertirá. Pocos libros de nuestra era han conmovido a tantos lectores.

La casa en Mango Street es un libro diminuto. Pequeñísimo. Apenas tiene 110 páginas según Goodreads y se lee muy rápido, pues está dividido en pequeñas viñetas que retratan, desde los ojos de Esperanza, como es la vida en Mago Street y cómo es su vida. A partir de las viñetas la vemos hacer amigas, enfrentarse al mundo exterior, a Mango Street y decirnos que su nombre no le gusta. Todo visto desde su inocencia, claro, las idas y venidas de sus vecinos, cómo llegan y se van.
Sandra Cisneros es chicana. Latina originaria de Estados Unidos, gente con costumbres propias (lo más famoso, el Cinco de Mayo), que no son propiamente ni americanos, ni mexicanos. Retrata ese ambiente en un libro tan pequeñito que, de alguna manera, te hace sentir parte. Las viñetas casi siempre son pequeñas y conocemos a multitud de personajes. Unas chicas se casan por sólo huir de su padre y se encuentran con un esposo que no las quiere dejar salir a la calle; otras viven encerradas porque sus esposos creen que son demasiado bonitas y podrían huir... Otros viven con la añoranza de regresar a sus ciudades de origen a sus pueblos, a los lugares donde de crecieron y se niegan a aprender inglés del todo. Las historias se entrelazan todas en los ojos de Esperanza, que simplemente nos cuenta cómo son las cosas en un entorno al que no quiere pertenecer. 

La casa en Mango Street no es una casa que pueda llamar casa, según ella, que ya se ha enfrentado a las miradas de pena al señalar los lugares en los que ha vivido. Necesita una casa blanca, con jardín y árboles, para poder llamarla casa. Por lo pronto, está en Mango Street y una parte de ella siempre se quedará en Mango Street.

Los ojos tienen miedo del barrio, dice, pero es que no lo conocen. Allí todo es, dentro de lo que cabe, tranquilo. Un chico les da un paseo en un coche robado y los hace bajar cuando oye las sirenas,  un viejo paga dólares a cambio de besos. Allí es donde Esperanza ve nacer su pubertad y su adolescencia. Por su manera de narrar, todos los personajes se vuelven de carne y hueso a tus ojos, todo se vuelve creíble, las situaciones, que podrían ser tan desgarradoras (y muchas veces lo son), se narran con sencillez, porque Esperanza no tiene otro modo de narrar las cosas. 

Retrata muy bien un modo de vida que yo apenas conozco de palabras. La mitad de la familia de mi mamá está en Estados Unidos. Y llegaron así como Esperanza, probablemente a un lugar mucho menos acogedor que Mango Street

Como detalle, me encantó encontrarme entre las páginas con ese:

dos y dos son cuatro
cuatro y dos son seis
seis y dos son ocho
y ocho dieciséis.
 

Una versión diferente a la que conozco, porque todas las versiones son distintas, pero es un juego que conozco de toda la vida y que se seguirá jugando, pase lo que pase. 

El libro, en general, me ha encantado. La voz narrativa es definitivamente su mejor cualidad, una delicia. Esa inocencia (y un poco pérdida de ella) a la que se enfrenta Esperanza, ese mundo en el que vive y nos presenta cómo si no fuera la gran cosa todo lo que pasa con su familia. Viven en un barrio donde dos cada de tres noches alguien muere baleado, y si no es allí, al menos es cerca. A veces no los reclaman, porque su familia está lejos, muy al sur. Esas familias que nunca sabrán que fue de los suyos, porque un día se fueron al norte y nunca volvieron a saber de ellos. 

A ver, por si no lo he dejado ya suficientemente claro: el libro es precioso. Precioso en mayúsculas y con neón. Yo me lo leí en una madrugada, pero como eso no suele ser identificador de nada (porque yo me leo hasta malos libros en poco tiempo), pues diré que, el tiempo que estuve leyendo, no sentí deseos de levantar la vista.  

De verdad, se lo recomiendo a todo el mundo. A quien quiera oírme. Es un libro que no es del todo feliz, con muchas partes desgarradoras, que te deja con sentimientos encontrados. Porque algo tan triste no puede ser tan bonito.

sábado, 18 de julio de 2015

El libro de los portales, Laura Gallego | Reseña

Advertencia: Hay spoilers menores (algunos más grandes) todos marcados dentro de la reseña. Si quieren leerla y pasarlos por alto, no hay problema. 

Sinopsis: Los pintores de la Academia de los Portales son los únicos que saben cómo dibujar los extraordinarios portales de viaje que constituyen la red de comunicación y transporte más importante de Darusia. Sus rígidas normas y su exhaustiva formación garantizan una impecable profesionalidad y perfección técnica en todos sus trabajos.
Cuando Tabit, estudiante de último año en la Academia, recibe el encargo de pintar un portal para un humilde campesino, no imagina que está a punto de verse involucrado en una trama de intrigas y secretos que podría sacudir los mismos cimientos de la institución.

Leí este libro hace bastante porque me lo compré en una FIL Zócalo, teniendo aún fe en Laura Gallego. Este libro es la muestra total de por qué sus libros más cortos me parecen magistrales y no he querido volver a abrir Memorias de Idhún para encontrarme con que una parte más crítica de mí les encuentra errores. No es el mejor libro de Laura Gallego y de hecho me dejó sin saber que pensar. Tiene puntos fuertes, pero los puntos débiles acaban rebasado el libro por todos lados y es casi imposible encontrarle algo que lo rescate. Pero bueno, ¿por dónde empezamos? 

La sinopsis que puse arriba es un poco mentirosa, debo aclarar. Al menos al final. Quizá el propósito de Laura Gallego era que en su libro se mostrara como se tambaleaba una institución, pero realmente no vi eso en ninguna parte. Sin embargo, no planeo ponerme a spoilear el libro en el segundo párrafo de la reseña, así que vamos en orden. 

Uno de los puntos fuertes es la construcción de un Reino que vive a base e portales. Laura Gallego sabe construir mundos fantásticos y este, aunque más flojo que otros que he conocido, no es la excepción. Toda su teoría con base en los portales es maravillosa y la trata como ciencia, no como magia. Muchos podrán decir que no es ciencia, es magia, pero creo que deben recordar que no lo vemos desde el punto de vista de nuestro mundo, sino del mundo en el que habitan los personajes. Toda la institución de la Academia está bien montada, aunque tiene detalles que se tambalean si los sobre analizas. Algunas cosas, como el hecho de que se nieguen a innovar en las formas de los portales probablemente se deba a lo arcaico de la institución. En fin, un punto por la construcción del mundo.

En el área personajil hay de todo. Tabit es un personaje sólido, pero eso es porque no tenemos oportunidad de ver un gran trasfondo de él hasta más o menos la mitad de la novela y no nos explica su pasado hasta prácticamente el final (y se empieza a tambalear por allí mismo). Pude, más o menos, identificarme con algunas partes de su poca personalidad, lo que me dice que Laura Gallego fue capaz de hacerlo tridimensional, pero que le faltó mucho al personaje para que me lo creyera, pues al momento de verlo en una escena más dramática, todo se cae a pedazos. Es sacar a Tabit del ambiente general de la novela y arrojarlo al drama cuando el personaje pierde demasiada fuerza.


Sus amigos no aparecen mucho y están caracterizados según detalles obvios: como el chico que le cuesta trabajo aprobar todo, la chica medio rica medio estudiosa... Parecen sacados de película adolescente y metidos en un mundo medieval en una Academia de Portales. Los arquetipos son medianamente perdonables a su poca participación en la novela. 

Caliandra es otro asunto. Mujer fuerte, femenina, inteligente y con un instinto realmente artístico. Cuestiona las normas más antiguas de la Academia... pero tampoco sabemos nada más allá. Sólo conocemos su faceta como alumna gran parte de la novela. Tiene algún interés amoroso que nunca llega a consumarse, pero esa trama parece cortada de tajo, como si Laura hubiera cambiado de idea a medio libro. Al final, somos capaces de verla más humana, sí, pero también roza lo Mary Sue durante unos momentos, cuando resulta ser la estudiante más joven que nunca entró a la Academia de los portales (SPOILER pues entró a los trece años, y no a los quince, después de aprobar el examen que le hacen a aquellos que quieren obtener una beca FIN SPOILER). 

Los cuidados antagonistas dicen ¡hola!
Cali y Tabit son contrarios en el ámbito académico, contrastan, así se nos presentan y es por eso que creo que su relación amistosa se pudo enfocar de otra forma diferente, pues una vez que empiezan a colaborar, parecen no tener ningún desacuerdo demasiado grande nunca, algo que me suena sumamente inverosímil. En fin, pero yo no soy la autora, sólo doy mi opinión. 

Yunek, en cambio, es uno de los personajes más sólidos que se han visto. Capaz de hacer de todo por su familia, hasta el final, es fiel a ella y a nada más. Cometió un error en el pasado y desde entonces trata de arreglarlo, pero realmente no sabe cómo y empieza a navegar en un océano de soluciones fáciles que no lo va a llevar a ningún lado. Es un persona sólido, fiel a sí mismo y que en general no está desaprovechado en la novela; me pareció el más humano (con todas sus contradicciones), pero no fue mi favorito. Sentía que le faltaba algo. 

Tash y Rodak son los dos personajes faltantes del cuadro, más inútiles que nada. Tash es una chica que se viste de chico porque su papá no pudo tener hijos y sólo es útil por el asunto de la bodarita azul (el material que usan para pintar los portales) y Rodak... Bueno, para que vean la inutilidad, tuve que ir a consultar al libro para acordarme del libro. Repitan detrás de mí: No crees personajes inútiles y, si ya los creaste, al menos que no salgan haciendo bulto en toda la novela. Rodak se suponía que era toda una transgresión, porque al chico le gustan los chicos... Se trata con normalidad y todo, pero en serio, no aporta nada a la trama

Los antagonistas son un chiste, una caricatura de sí mismos, apenas consiguen escenas y parecen antagónicos poco creíbles, realmente no aportan nada... Fin

Ahora, vamos a la parte peliaguda de la novela: la trama. La trama que se arma en el libro es un conjunto de demasiadas cosas. Laura Gallego quiso abarcar mucho en muy poco (sí, casi 500 páginas se quedan cortas con este libro) y al final no le funcionó. Hubiera funcionado en un libro de 500 páginas más, mucho más desarrollado, pero también mucho más aburrido, porque la mitad de las cosas no tienen el suficiente interés,


¿Cuáles son las variables que entran en toda la trama? Viajes en el tiempo (terriblemente desaprovechados, mal enfocados), una conspiración que todos creen que es un mito (trama apresurada, que requiere de deducciones más agudas que las de Sherlock Holmes), una crisis institucional porque la bodarita se está acabando (así como aquí el dilema con el petroleo y que hubiera sido mucho más interesante si se hubiera enfocado bien y se hubiera hecho una crítica real a la institución de los pintores de portales, pero que acaba siendo sólo relleno aburrido con una fácil resolución porque ya se le había acabado el libro a Laura), portales que van a otros mundos/universos (igualmente, apenas relleno desaprovechado), traiciones (interesante, pero irrelevante también), un asesinato que ocurrió más de veinte años atrás que a nadie le importa, ni a la autora, porque aunque se resuelve, es tan poco importante y relevante para el cuadro completo que es perfectamente olvidable. 

Ahora, ¿de qué se trata el libro en realidad? De dos estudiantes, Tabit y Caliandra, buscando a un desaparecido Maese Belban (ella porque era su aprendiz, él porque... sí). ¿Qué tiene que ver esto con todo lo que mencioné arriba? Todo, absolutamente. Todo está vinculado a la desaparición de manera bastante complicada y a menudo muy poco creíble; Tabit relaciona cosas que otro no sería capaz de relacionar y nos sale mejor que Shelock Holmes. Yo lo diagnosticaría paranoide. Es un error difícil de ver porque los que vemos el cuadro completo somos los lectores y a menudo tendemos a creer que también los personajes lo hacen, pero no. Tabit sólo tiene una pequeña vista al cuadro, saca conclusiones que sólo los lectores sacarían... o que ni ellos sacarían. 


Así que tenemos un rompecabezas amorfo, en general aburrido, porque los personajes pasan más tiempo hablando que haciendo cosas gran parte del libro, un montón de relleno y una voz narrativa que invita a dormir. Laura Gallego tiene sólo una voz narrativa que no ha cambiado nunca (más que en Dos velas para el diablo, narrado en primera persona en presenta) que le ha funcionado con más o menos éxito otras veces (Finis mundi, El Coleccionista de relojes extraordinarios, ambos libros que me agradan), pero aquí no. ¿Cuál es el problema? El narrador omnipresente que nos acompaña durante toda la novela intenta adecuarse al personaje que tiene el punto de vista principal en la escena y fracasa, así que todos los personajes suenan igual y tu mente grita "¡ABURRIDO!"

Rapidez con la que se resuelve todo.
Añada un toque de absurdo.
¿Después de toda esta tesis de por qué el libro no es realmente tan bueno? Bueno, la naturalidad en los diálogos se suicidó, la elocuencia de los personajes no para por elocuencia, sino por pendejez, el final es apresurado en narración y en ejecución, los personajes sufren de OOC (Out Of Character) de parte de la propia autora y... al no tener tiempo para explicar qué pasa con todos sus personajes relleno al final, hace que Tabit se lo cuente a otro personaje algunos años en el futuro. Nada más que ese epílogo parece narrado y actuado por robots

Ahora, un pequeño apunte al margen... 

Los cimientos de la institución de los pintores (Maeses) de portales nunca se ven realmente afectados. Las cosas que los amenazaban durante la trama nunca tienen una relevancia real. Por ejemplo, si hubiera estado en mi mano, hubiera criticado más fuertemente la institución, pero Tabit se conforma, acepta las reglas. Cali ve un poco más los errores, pero no los cuestiona realmente. Por ejemplo, SPOILER cuando un maese traiciona a la Academia y enseña a alguien que no pertenece a ella a pintar un portal le cortan los tendones de las manos para que no pueda volver a pintar y la lengua, para que no transmita el secreto. Eso es altamente criticable, pero simplemente se ve normal. Lo hubiera aceptado, porque estamos en otro mundo, con otras reglas, si la conspiración que ocurre durante medio libro no hubiera atacado justamente ese punto con argumentos perfectamente razonables. FIN SPOILERS


Así que, en resumen, ¿qué tenemos? Un libro interesante en su planteamiento, fallido en su ejecución, con un par de frases y escenas buenas, que se quedan en eso, sin realmente ir más allá. La trama en general es un rompecabezas amorfo mal resulto y mal pegado. A pesar de todo ello, creo que quienes disfruten del género fantástico, podrán encontrar que el mundo está bien planteado y las explicaciones técnicas sobre los portales de Laura son mínimamente interesantes. Sin embargo, los puntos malos rebasan a los buenos y no sé si recomendarlo

jueves, 16 de julio de 2015

Fantástica Juvenil que vale la pena

¡Hola! Bueno, hace poco publiqué la entrada Distopías que valen la pena y por alguna razón tuvo bastante éxito y a mucha gente le gusto. Así que me dije, ¿por qué no hacer otro más? Bueno, esta vez voy a hablar de Fantástica, en especial Juvenil (Fantástica en general lo dejaré para después). ¿Listos? La única aclaración es que aquí habrá muy pocos libros actuales, en especial porque no he leído casi nada de Fantástica Juvenil actual y que fenómenos del tamaño de Harry Potter no entran aquí, esos ya todo el mundo los conoce (y en serio, lean Harry Potter, me cambio la vida).

Stravaganza, Mary Hoffman



Destino los descontinúo hace tiempo, antes de publicar el tercero. Otra editorial en español tomó el relevo de la historia, pero no sé como estará ahora. Los primeros aún se pueden conseguir en español, lamentablemente, el resto, que yo sepa no. La saga, protagonizada por adolescentes normales de Inglaterra que se convierten en Stravagantes (capaces de viajar a otra dimensión) y descubren Talia, una versión extraña de Italia, cada libro ambientado en una ciudad diferente, que tiene su contraparte en el mundo real. Romula y Roma, Remora y Siena, Bellezza y Venecia... y así. Cada stravagante se tiene que enfrentar a diversos problemas cuando viaja, pues la Talia de ese entonces está llena de familias que quieren disputarse el poder. 

Finis Mundi, Laura Gallego


Últimamente Laura Gallego no acierta demasiado bien en cuanto a libros, pero este, el primero que publicó, ganador del Premio El Barco de Vapor, es uno de los mejores en cuánto al fin del mundo he leído. Un joven monje, Michel, huye de su monasterio después de haber encontrado unos extraños manuscritos que dicen que el mundo terminará justo con la llegada del año 1000 d.C. Estamos en 997, en pleno auge de la Edad Media, y Michel, que después de haber pasado toda su vida en el monasterio no sabe exactamente a donde ir (además de que habrá multitud de obstáculos para él), busca desesperadamente la ayuda de alguien que tenga más conocimiento del mundo que él y es así como se encuentra con Mattius, el juglar, que lo arrastra por todo tipo de lugares, lo mete en casas de judíos, y lo lleva a cuestas allá a donde los manuscritos dicen que hay que ir. Ayuda nunca les falta, pero problemas tampoco. Es un libro cortito, entretenido, con la fantasía justa, protagonizado por tres personajes muy diferentes, que evidentemente hacen contraste. De mis cosas favoritas de Laura Gallego, realmente, dejando de lado sus libros mucho más vendidos. 

El guardián de los dragones, Carole Wilkinson


Antaño,en china, la posición de Guardián de los dragones era respetada. Sólo aquellos que habían nacido con él don de hablar con un dragón y podían entenderlo, aspiraban a obtenerla. Sin embargo, ahora los dragones, descuidados, moribundos, dependen de los cuidados de una pequeña esclava sin nombre y de un hombre que no sabe lo que es cuidar a un dragón. Descubrí estos libros más pequeña y no pude resistirme a leerlos porque tenía dragones. Al principio el dragón viejo es causa de toda la desesperación de la joven niña esclava, Ping, porque es un dragón viejo y sabio, como el abuelo que te sermonea que nunca has tenido. Poco a poco, Ping y él se van entendiendo, huyendo de un cazador, de los agentes del emperador y del mismo emperador, que aspira a convertirse en inmortal.

Este libro es parte de una trilogía (ahora tetralogía, me parece, aunque no leí el cuatro), siendo la segunda parte El jardín del dragón púrpura y la tercera, La luna del dragón.  

Corazón de tinta, Cornelia Funke


¿Alguna vez has soñado con sacar a los personajes de los libros mientras lees en voz alta? Seguramente es el sueño de mucha gente, sin embargo, la cosa nunca puede salir tan bien: podrías sacar a los villanos más crueles. O peor aún: por cada cosa que sale, una entra. ¿Qué te arriesgarías a perder entre las páginas de un libro con un mundo cruel? Meggie, la hija de Mo, no entiende por qué la única copia que su padre tiene de un libro desconocido, llamado Corazón de Tinta es tan importante, hasta que aparece un hombre llamado Dedos Polvorientos (nombre curioso), a advertirles que Capricornio los está buscando. Nombres curiosos, se dice Meggie, pero antes de que pueda preguntar quién es esa gente tan rara Mo la ha metido en el carro y se ha marchado cual fugitivo hasta la casa de la Tía Elinor, una mujer a la que no le hacen demasiada gracia los niños. 

Esta es la primer parte de una trilogía (que lamentablemente, va de más a menos y por eso me limito a recomendar sólo su primera parte), y, aunque los personajes a veces pecan de excesivamente inocentes, no temo decir que este es un libro buenísimo, con apariciones estelares de Rapunzel, uno de los cuarenta ladrones (al que sus compañeros no van a extrañar) de Las mil y una noches y Toto, de el Mago de Oz.

La saga de los confines, Liliana Bodoc



Creo que si han revisado el blog aunque sea un poquito, ya sabrán que amo completamente esta trilogía. Es como el amor de mi vida en forma de libros, porque es de una autora latinoamericana (y ya sabemos la poca juvenil latina que hay disponible), porque es fantasía épica en todo sentido y porque es fantasía épica inspirada en las culturas latinas antiguas. Incas, mapuches, aztecas, mayas inspiran a los zitzahay, los husihuilkes, los señores del sol... Quizá, la única crítica que podría marcarle es la pobre división de escenas que hay en el libro, pero por lo demás, incluso el lenguaje profundamente poético me gustó. La historia esta muy bien planteada y tiene grandes paralelismos con la Conquista de América (con marcadas diferencias, por supuesto) y criaturas como lamellos en vez de caballos, y penachos y religiones antiguas.

Bueno, ahora, ya lo saben, ¡a leer!