Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 8 de julio de 2015

Aristotle and Dante discover the secrets of the universe, Bejamin Alire Sáenz | Reseña

Sinopsis: Aristóteles es introvertido y tímido. Dante es transparente y expresivo. Por motivos que parecen escapar a toda razón, estos dos chicos de diecisiete años se encuentran y construyen una amistad entrañable que les permitirá redefinir el mundo del otro y aprender a creer en ellos mismos para descubrir los secretos del universo. El escritor multipremiado, Benjamin Alire Sáenz, explora la lealtad y la confianza entre dos jóvenes que están aprendiendo a ser adultos en un escenario fronterizo tan mexicano como estadounidense. Juntos deberán crecer al mismo tiempo en que se adaptan a una sociedad que también está búsqueda, identidad.

Muy bien, creo que hacer un comentario crítico de este libro me va a costar trabajo porque, aunque me gustó y no dudaría en recomendarlo, reconozco sus puntos débiles y creo que debo decirlos. Sin embargo, ¿por dónde empezar el comentario?

Bueno, para empezar, los personajes. Ari es uno de los personajes mejor construidos que he visto en los últimos libros que he leído, con sus quince y dieciséis años a cuestas y sus contradicciones efectivamente adolescentes. Como voz narrativa, no deja que desear, pues al presentarlo todo desde su punto de vista, tenemos incógnitas sobre los demás. Hubo momentos en que, con todo y su adolescencia a cuestas, quise estamparlo contra la pared por toda esa confusión dentro de él, y todo lo que hacía mal. Pero creo que no puedes pedirle a un chico de su edad que sea maduro o lógico. A los quince años hay un festival de hormonas en el cuerpo y unas ganas de libertad que... ¡vamos! Ari es creíble.


Dante, por otro lado, es fácil de descifrar porque es expresivo, tan fácil de leer como una hoja de papel (aunque Ari a veces tampoco lo entiende). Es de ascendencia mexicana, pero debido a la forma en que lo criaron sus padres, nunca se ha sentido realmente alguien de ascendencia mexicana. Es incapaz de identificarse con la familia de su madre, se siente como un extraño. Es muy abierto, sensible y llora mucho, lo cual pone de nervios a Ari, más duro, peleonero y mucho más tímido y cerrado con sus cosas. Como nota al margen diré que ninguno de los dos pasaría por mexicano en México, por cierto.

Ahora bien, es de agradecer que, al menos, en un libro de este tipo, los padres no sean personajes apenas dibujados y al final resulten un estorbo hasta para el mismo escritor. Con unas cuantas características básicas, los padres de nuestros protagonistas son, de hecho, personajes relevantes para la trama y para el desarrollo de sus hijos. Bastante creíbles, con sus propios miedos, sus equivocaciones humanas y ese amor por sus hijos. Los demás personajes son meramente relleno, pero nunca están forzados y siempre tienen al menos una característica básica muy tonta para que los identifiques.

Ahora bien, ¿qué pasa con el resto del libro y por qué no le di cinco estrellas en Goodreads? Es un libro acerca de nada. Los personajes están en cierto escenario y hacen cosas. Hay dos momentos en lo particular que pueden ser clímax y gracias a los cuales los personajes se desarrollan a golpes (algo maravilloso), pero... el resto del tiempo, es acerca de la nada y de cierto descubrimiento adolescente. Fuera de la amistad de los dos personajes, no hay nada realmente que conduzca la trama a lo largo más o menos un año y algunos meses. Hay giros argumentales, sí, pero... viendo el libro en un conjunto, ¿hay una historia? No lo sé. Creo que hay dos personajes, realmente confundidos con su vida (algo más que natural viendo su edad) que son amigos y pasan por diferentes fases.  

Su relación amistosa es real y el autor habla de cosas reales que suelen ocurrir entre los adolescentes. Cosas que, tarde o temprano, pasaron por la cabeza de todos. Sin importar que Ari y Dante sean unos raros. Es fácil identificarse con esa parte de ambos recordando tus propios años confusos, sobre todo con Dante. 

Ahora, volviendo a la trama, sigo diciendo que para conducir un libro a bien puerto, no te basta sólo con poner dos personajes y hacerlos interactuar. Necesitas algo más grande que eso. Aunque hay dos giros abruptos en específico en la novela un par de veces, hay también cosas predecibles en todo el camino hasta el descenlace. Es uno de los pocos fallos que le veo a la novela y que creo que debió haber sido más cuidado. 

Por otro lado, los diálogos son muy naturales, no suenan forzados más que en algunos pocos momentos, sobre todo cuando algún personaje da un discurso. Pero fuera de eso, con respecto a la naturalidad de los diálogos, cosa que valoro, por el realismo que le imprime a lo narrado, no hay ninguna queja. Mi única queja sobre eso es que a veces hay demasiado diálogo sin descripción alguna o narración alguna, por corta que sea, y eso lleva a la confusión si no llevas la secuencia de quien habla cada vez

A pesar de todo eso, la recomiendo. Creo que retrata bien a los adolescentes, es realista con respecto a gran parte de las relaciones familiares, 

ALGUNOS SPOILERS MENORES

Precisamente por esa falta de historia que se sentía, la segunda parte de las tres en las que dividí el libro, me aburrió. Yo dividí el libro en tres grandes partes: cuando Ari conoce a Dante, cuando Dante se marcha, cuando Dante vuelve. La segunda es hasta cierta parte predecible y hasta aburrida por algunos momentos. Ari, que es un excelente narrador, como personaje en solitario no tiene demasiado qué ofrecer; no sostiene él sólo todo el peso del libro. Al menos, sus padres y Dante rondan constantemente en el ambiente, y ayuda un poco. 

Hay trama justo en esa parte (y sólo en esa) que están hechas para rellenar, sí. La parte de la chica con la que Ari se obsesiona un poco, en especial, no ofrece gran cosa y es finalizada abruptamente. Sólo se pinta el primer beso de Ari, la primera relación (si es que esa puede serlo) amorosa del chico. Lo que creo que en toda esa parte se pudo haber desarrollado mucho más de lo que de hecho se desarrolló, fue la relación de Ari con su familia y en especial con la situación de su hermano en prisión

Al final eso se soluciona de una manera un poco más apresurada que las demás cosas, pero creo que está bien, en conjunto. No se intenta abarcar demasiadas cosas. 

FIN DE LOS SPOILERS MENORES


Bueno, en general, como conjunto, el libro me gusto y lo recomiendo. Tiene sus fallos, por supuesto, pero creo que es un libro genial. Trata con mucha normalidad el tema de la homosexualidad en la época en la que está escrito, nada en ese sentido me pareció no forzado, ni absurdo, ni imposible. La trata con normalidad y, aunque es una parte muy importante del libro, por el desarrollo de Dante, especialmente; creo que no es, ni de lejos, lo más importante. Creo que la relación de Ari y Dante, en todo sentido, es muy real y es por eso que este libro se lleva una nota así de alta.

sábado, 4 de julio de 2015

La tienda de los suicidas, Jean Teulé | Reseña

Sinopsis: Novela enormemente divertida, no exenta de humor negro, en la que el lector penetra en la tienda y en la vida de una familia dedicada a la venta de productos (sogas para ahorcarse, venenos de toda índole, armas, etc,) que cualquier suicida deber tener a mano para el momento en que decida abandonar este mundo. La familia se siente orgullosa de su trabajo y su reconocida eficacia profesional, hasta que en su seno nace una nueva criatura: un niño alegre al que entusiasma la risa.Es una novela muy divertida, ágil, bien escrita, con diálogos chispeantes.

¿Tu vida ha sido un fracaso? ¡En La tienda de los suicidas tu muerte será un éxito! 

No, no estoy bromeando. En la tienda de los suicidas puedes comprar lo necesario para ejecutar un suicidio, todo está garantizado porque, si no mueres, te devuelven el dinero. Desde cuerdas para ahorcarte, venemos y todo lo que se te ocurra. Para los más deportistas, el harakiri es una buena opción si es que quieren impresionar a los amigos... y si no tienen amigos, pues al forense. A todos los clientes se les dice "Adiós" y no "Hasta luego" porque de todos modos no los vas a volver a ver. Así es : la gente va a La tienda de los suicidas porque se quiere suicidar. Ya no quiere vivir ni un día más. 

La tienda, por supuesto, es regentada por una familia muy peculiar: los Tuvache. Lucrèce y Mishima, junto con sus tres hijos, son los encargados de que los suicidas tengan éxito, pues dicen las estadísticas que más de la mitad falla. Como guiño, han nombrado a sus hijos en honor a un suicida famoso: el mayor es Vincent por Van Gogh, la de en medio es Marilyn por Monroe y el más chico es Alan. Si adivinan en honor a quien, les regalo una manzana y un chocolate. 

Las cosas en la tienda transcurren con total normalidad, exceptuando por el pequeño detalle de que Alan sonríe todo el tiempo. Y ríe. Sus padres lo hacen ver el noticiario todos los días para ver si las malas noticias lo deprimen (como debería ser), pero Alan es incapaz de ver el lado malo de las cosas, siempre se concentra en el bueno. Por ejemplo, si se estrella un avión y se mueren casi todos los pasajeros, Alan considera que es una buena noticia que hayan sobrevivido unos pocos. Así es con todo y no es de extrañas que vuelva locos a sus padres, pues arruina el proyecto del parque de atracciones mortal de Vincent al sugerirle que debería unir los rieles de la montaña rusa pues así sus pasajeros serán más felices y se deshace de los caramelos con cianuro. 

En fin, si no han dejado de leer aun, quiero dejar en claro que está novela no es una broma. Existe. Alguien la escribió. Tiene un marcado humor negro y es bastante divertida. El autor la sitúa en una línea temporal sin definir —algún tiempo en el futuro—, en un lugar desconosido —probablemente, alguna zona de Francia—, cuando el mundo parece unificado y todo se paga en euro-yens. Nunca se explica nada de eso, pero no es necesario: eso se infiere, el verdadero contenido de la novela es la trama, esa aparenté trivialización del suicidio, en el que todo parece un mero trámite. ¿Quieres suicidarte? Ningún problema: en la tienda de los Tuvache hay cuerdas que ya tienen el nudo corredizo hecho, venenos, y hasta paquetes con maznabas envenenadas. Si no puedes suicidarte con eso es que eres lerdo.


El libro es muy rápido, por lo cortito que es, aunque a veces parece que divaga. Sobre todo en las primeras escenas, cuando apenas estás conociendo a los personajes. Sin embargo, todo aquello se le perdona porque la Tienda de los Suicidas es un lugar cautivador como escenario y ver todas las posibilidades que tiene alguien de suicidarse con semejante humor negro es algo increíble. Los "problemas" para la familia es cuando Alan empieza a contagiarles la sonrisa y el buen humor. ¿Cómo van a vender productos para suicidas con semejante alegría?

Bueno, sobre el libro, tengo poco más que decir. Se lee rápido por lo corto, es entretenido y una buena sátira. Eché de menos un poco de más profundidad en la narración, pues aunque conocía a los personajes, había momentos en los que, incluso para ser una sátira, me parecían demasiado caricaturescos, sin demasiada profundidad, pero aún así disfruté la lectura en conjunto. Los gags se repiten y algunos dejan de ser tan graciosos cuando los repites, claro; sin embargo, me parece que el autor no exprime todo el humor hasta que de verdad nada da risa.


El final no es una sorpresa, se anuncia desde capítulos antes, pero aun así el cambio es muy brusco, la evolución demasiado rápida y no tan natural. Quizá ese es el error del libro, que le debió dar un poco de más tiempo al final, en vez de hacerlo tan brusco; el problema es que, si lo hacía así, corría el riesgo de acabarse sin chistes o situaciones cómicas que explotar... Todo un dilema. Bueno, en conjunto, el libro es entretenido, aunque yo no lo calificaría la lectura del siglo, mucho menos el próximo premio Nobel. Se lee rápido por lo corto y porque las situaciones planteadas son ágiles, además de que utiliza un lenguaje realmente sencillo.

Pueden probar a darle una oportunidad, por supuesto

jueves, 2 de julio de 2015

Recuento de los daños | Junio 2015

Este recuento no viene completo, porque varios libros de este mes ya entraron en Lo que leí en vez de actualizar el blog (concretamente, los últimos tres: América, Rebelión en la granja y El otoño en Pekín) y no veo caso alguno en repetirlos, sinceramente, porque diría lo mismo de ellos.

El amante, Marguerite Duras


Me hubiera encantado que, siendo un clásico, como es, me gustara mucho más. Pero mi madre tenía razón sobre este libro: no es para todo el mundo. La manera de narrar me mareo, principalmente porque salta de un lado a otro, es muy difícil ubicarse en el tiempo o encontrar el hilo conductor de la historia. Apenas fui capaz de ubicarme en los escenarios apenas descritos con algunos detalles (el libro se ubica en Indochina) y la impersonalidad con la que el libro (prácticamente autobiográfico) está narrado, me volvió loca; no fui capaz de conectar con los personajes y de hecho, tampoco con las situaciones en general. Le reconozco la maestría al libro, pero a mí, a pesar de ser tan corto, me aburrió.

El aliento del cielo, Carson McCullers


Ya hablé sobre él en su reseña y sigo diciendo que Carson McCullers es maravillosa. El aliento del cielo es una compilación de prácticamente todos sus cuentos y tres de sus novelas cortas entre ellas, La Balada del café triste y Frankie y la boda. Los sentimientos que transmite McCullers me fascinaron, esa nostalgia por el pasado reflejada en alguno de sus cuentos, la obvia confusión adolescente y lo de sentirse muy poco entendida que refleja el personaje de Frankie (y me hizo recordar mi propia época de pubertad), la desolación de sus tres cuentos de matrimonios rotos por el alcohol, la madurez de la protagonista de Wunderkind... Vamos, si hubiera conocido y leído a McCullers hace cinco o seis años, me hubiera sentido entendida en muchos aspectos.

Extraños en un tren, Patricia Highsmith


Este fue el libro de este mes en el Club de Lectura de La noble y ancestral cada de los Black. Lo conocía de nombre por la película de Hithcock que no he visto, pero nunca me había detenido a leer la sinopsis. Debo decir que retrata estupendamente a dos personajes que son personajes detestables, pero ambos por diferentes razones. Mientras que Guy tiene perfectamente interiorizado que es un buen tipo y que sólo quiere por fin el divorcio de su ex mujer para poder casarse, Bruno odia a todas las mujeres, menos a su madre, quiere deshacerse de su padre y se pregunta constantemente si sería capaz de matar a alguien. Recomendable como libro de crímenes, aunque tiene pasajes que se hacen cuesta arriba.

Más allá del olvido, Patrick Modiano


Este libro lo empecé en mi sequía, en marzo. Lo volví a empezar hace pocos días porque me daba pena no acordarme de qué se trataba o donde me había quedado. Además, leyendo un libro de Modiano ya podía tacharlo de la lista de los premios Nobel. Bueno, la historia, narrada por un personaje treinta y después quince años más tarde tiene varias inexactitudes que achacamos, obviamente, al narrador; además, tiene partes que el narrador parece haber decidido no contar. En eso reside gran parte de encanto e la novela, pues en la mayoría de los casos, los personajes se quedan como un misterio sin develar completamente, porque los vemos a través de un tercero. ¿Recomendable? Por supuesto.

La tienda de los suicidas, Jean Teulé


Libro simplón, sencillo, sin más pretensiones que entretener y criticar... algo que tiene que ver con el suicido, la vida y la muerte y la sociedad actual. Divertido, con gags recurrentes cada tres segundos, eso sí; entretenido, la verdad, tengo que admitirlo, pero con un final muy sorpresivo y poco desarrollo en algunas partes. A pesar de todo eso (porque últimamente estoy muy obsesionada con que las cosas tengan buena calidad además de ser entretenidas), recomiendo el libro si te gusta el humor negro (¡hablamos de una tienda de suicidas!) y los personajes extravagantes. No tengo mucho que decir sobre él porque no fue de esa clase de libros que me dejó pensando demasiado al terminar, pero que sí me hizo pasar un buen rato.

La casa en Mango Street, Sandra Cisneros


Quizá, junto con El aliento del cielo, el mejor libro del mes. La casa en Mango Street es un libro pequeñito, de apenas 110 páginas, que por medio de cortas historias nos va contado la historia de una niña chicana (mexicano-americana) que reside en Mango Street y quiere una casa con jardín y que pueda llamar suya; sin embargo, por lo mientras, tiene a Mango Sreet. Las historias son cortas, el lenguaje es sencillo y el hecho de que hablara de cosas que conozco y con las que me puedo sentir lejanamente identificada, me agradó. Además, la inocencia impresa en la narración hace el libro una pequeña joya que retrata con sencillez diferentes situaciones crudas. Recomendable, sí, muchísimo.

El arte de no decir la verdad, Adam Soboczynski


Libro pretencioso donde los haya,  además con ligeros toques de misoginía por allí y por allá. Más que relatos inteligentes, cuentos que me agradaran, me encontré con una especie de libro de autoayuda que se jacta de sí mismo y pretende "enseñarte algo para ir caminando por la vida". Libro inútil y sin gracia que no es ninguna guía para sobrevivir al mundo y ni siquiera es entretenido. Se vuelve aburrido a la sexta historia y tiene una reutilización de personajes que más que original, parece cómo si el autor no quisiera inventarse más nombres. De verdad, a pesar de lo corto, intragable e infumable; no se lo recomiendo ni a mi mayor enemigo, porque leer este libro es como estar en la cabeza de la persona más pedante del mundo.

Aristotle and Dante discover the secrets of the universe, Benjamin Alire Sáenz


Un buen descubrimiento cuando hablamos de literatura juvenil, porque los buenos títulos empezaban a escasear. Fue el libro que me leí en inglés este mes, así que en cuanto a técnica no tengo mucha queja, en cuanto a trama muy poco, y en cuanto a desarrollo de personajes me parece perfecto. Otro mes menos prolífico probablemente se habría coronado como una de las mejores lecturas del mes, pero este mes le gano la Cisneros (con una mucho mejor representación de la realidad chicana en Estados Unidos que la este libro) y McCullers (que supera casi todo en desarrollo de personajes). Aún así, recomendado por su manera de tratar y desarrollar a un personaje gay en un lugar tan profundamente intolerante como El Paso, Texas, en los años en que está ambientada la novela. Muy buen libro.

Así que el Junio, el total de libros asciende a 12. La verdad, mi mes más prolífico en mucho tiempo, y si así llego lista para el Maratón de Julio, no cabe duda que soy perfectamente capaz de lograr los 10 libros en un mes (más, por supuesto, el extra que será Todas las hadas del reino, de Laura Gallego).