Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 13 de junio de 2015

Ender en el exilio, Orson Scott Card | Reseña

Sinopsis: Cuatrocientos años después de lo narrado en El juego de Ender y 2.650 años antes de La voz de los muertos, transcurre la historia que se narra en Ender en el exilio. Tras vencer a los insectores y dejar la Escuela de Batalla, Ender Wiggin parte en busca del planeta en que se habían reunido las «reinas colmena» de aquellos para intentar entender por qué se hallaban todas en un único sitio, haciendo con ello a su especie tan vulnerable. Ender recala en la colonia Ganges, fundada por Aquiles, su antiguo lugarteniente en la Escuela de Batalla. Pero el comandante de la nave que lleva a Ender desea ser el poder en la sombra detrás de éste o enviarlo de nuevo a la Tierra para quedarse con el poder absoluto. Ender, ahora de trece años de edad, ve venir el golpe y lo previene, ya que sigue siendo un excepcional estratega

Este libro ni siquiera es una secuela del Juego de Ender. No. Definitvamente no. Ni si quiera es un libro medio tangencial al Juego de Ender, como me gusta decir que es la Sombra de Ender. Todo lo que ocurre en este libro ocurre en algún punto entre los últimos capítulos de El Juego de Ender y resulta prescindible, aburrido, lleno de personajes olvidables, en la mayoría de los casos conflictos predecibles y de relleno. Relleno total. Aunque esté bien escrito el relleno no deja de ser relleno, y tuve que sufrir de eso durante todo el libro.



Al estar escrito después de la saga de Bean, la spoilea sin ton ni son, así que si quieren salvarse de todos los spoilers, más te vale leer la saga de Bean primero. Además de que esa, aunque peca de los errores comunes de Scott Card no es tan terrible como la existencia de este libro en sí. 

Madre loca. Lo juro. Verla como Yzma al
menos lo vuelve gracioso
No me lo tomen a mal: el desarrollo del mundo de Scott Card es maravilloso, pero en este libro no encontré nada realmente de mi interés. Una madre loca que quiere conseguir marido o hacerle de celestina a su hija para que se quede con Ender, a una Valentine más bien opacada una buena parte del libro y a unos colonos de lo más aburridos, que parece que durante la mayor parte del libro, sólo se limitan a "estar allí". No es que no pasen cosas con un mínimo de interés en la colonia antes de que llegue Ender, la cosa es que todo eso se podría haber cortado unos cuantos capítulos. 

En fin. Relleno, ya lo dije. El libro es una sucesión de relleno y de tramas sin cerrar en los anteriores que tampoco es que aparezcan muy cerradas por aquí. De hecho, la trama que más me interesaba leer, que fue el gran cabo suelto de la saga de Bean, se resuelve en apenas unas cuantas páginas y sin gran confrontación. Esperaba algo más explosivo, aunque los personajes sólo tuvieran un duelo intelectual. Esperaba algo más, punto. 

Aquí voy a hacer un pequeño paréntesis para decir que Scott Card no parece entender del todo algunas cosas de las mujeres: siempre me ha parecido perturbador la manera en que algunos de sus personajes desean tener hijos, algunas mujeres como si fuera una obligación, otras porque descubren el anhelo de una manera casi desesperante. Me resulta extraño porque no he conocido a alguien que reaccione así ante la maternidad. Sin embargo, de momento no juzgaré demasiado. 

Por otro lado, aun cuando en los libros de Scott Card hay una diversidad casi exagerada de personajes en cuanto a razas y nacionalidades, parece que mientras más libros escribe, más difícil le resulta esconder sus ideas con respecto a temas políticos y de índole parecida. Leyendo entre líneas me encontré con muchas de sus ideas que ya he leído en muchos lados. No es uno de esos autores que te estampen lo que piensan en la cara, como John Green, que parece saludarte desde cada página, pero con mucha atención, se pueden captar un par de frases aquí y allá que lo delatan.

No, Scott Card, nadie preguntó por tus idelogías.
Es natural, le pasa a cualquiera. Sólo que eso me recuerda que odio todas y cada una de sus ideas políticas y la mitad de sus opiniones. De hecho, odio la perspectiva de darle de comer a una persona como él. 

Pero bueno, hablando de si recomiendo o no este libro, diré que sólo puede tener algún interés en aquellos que no saben si continuar la saga y quieren algo ligero, a los fanáticos empedernidos y a los que tengan ganas de saber que pasa con ciertos personajes de la saga de Bean. Lo demás no importa. Es relleno. 

jueves, 11 de junio de 2015

Rebelión en la granja, George Orwell | Reseña

Sinopsis: Rebelión en la granja es un cuento satírico de George Orwell acerca de un grupo de animales en una granja que expulsan a los humanos y crean un sistema de gobierno propio que acaba convirtiéndose en una tiranía brutal. la novela fue escrita durante la segunda guerra mundial y , aunque fue publicada en 1945, no comenzó a ser conocida por el público hasta finales de los años cincuenta. Rebelión en la granja constituye una crítica velada de la Revolución Rusa y una sátira sobre la corrupción del socialismo soviético en los tiempos de Stalin.
Hacía tiempo que no leía un libro tan bueno, que dijera verdades de manera tan aplastante, combinadas con una sátira inteligente y que siguiera tan actual como Rebelión en la granja. Para quien no lo sepa, retrata, de manera bastante acertada, a la revolución rusa, pero en una granja. Y con animales.

Es un libro que sigue actual y se darán cuenta su miran, alguna vez, las noticias. Al principio, cuando los animales echan de la granja a sus patrones humanos, todo parece marchar bien. Los cerdos se hacen cargo de todo y uno de ellos, Snowball, organiza comisiones de todo tipo para educar a los animales, enseñarles a leer y a escribir. Justamente, Snowball representa, en el libro, una mezcla entre Lenin y Trotsky (quien fue expulsado de la Unión Soviética y más tarde asesinado en México). Su contraparte, Napoleón (que es una versión se Stalin), en cambio, no se muestra tan interesado en que los animales aprendan a leer y a escribir, pero se encarga de educar a la primera generación de perros que nace en la granja después de que echen a los humanos.

Durante un tiempo, todo va bien. Se establecen unos mandamientos básicos para la convivencia entre los animales que todos siguen y no hay problemas. Los humanos intentan recuperar la granja, sin lograrlo, y todo en la llamada Granja Animal va perfectamente bien. Pero claro, un libro así sería terriblemente aburrido. ¡Tiene que haber problemas! Por supuesto que los hay, pero si sigo contándoles del asunto seguramente les voy a contar todo el libro y ese no es el mal.

El caso es que los cerdos se sienten más o menos así:


No es que los animales sean tontos, claro que no. Pero los cerdos empiezan a aprovecharse de los pobrecitos animales y usando la manipulación todo se va torciendo. El desarrollo de la historia presentada por Orwell es perfecto. Vean cualquier revolución, vean como acabó y seguramente encontrarán algún parecido aunque sea lejano, con este libro, que, aun al ser una sátira política, es increíblemente ligero y rápido de leer. Sus poco más de cien páginas se van muy rápido si tienes interés en él y quieres saber qué pasa con los animales. 

Realmente, no tengo palabras suficientes para recomendar este libro, pero por si no les ha quedado claro: ESTE LIBRO ES INCREÍBLE

Todos los personajes representan un sector muy importante que siempre se ve afectado por las revoluciones en la sociedad. Mientras que Mollie, que quiere seguir comiendo azúcar y usando cintas, representa a la burguesía que no quiere perder sus derechos; Bóxer, el caballo, representa a aquellos engañados que no son lo suficientemente listos para pensar por sí mismos, pero que apoyan al líder a ciegas. Y el burro, finalmente, a la clase intelectual que observa todo y se da cuenta de todos los errores y las injusticias sin decir absolutamente nada. 

Pero ya no puedo decir nada más, léanlo y fórmense una opinión sobre él

miércoles, 10 de junio de 2015

Hablemos de poesía (XIII): Todavía

Benedetti otra vez. No tiene la culpa de ser uno de mis poetas favoritos junto a Neruda y Sabines. Aunque juro que un día encontraré algo más y dejaré de bombardear con ellos, al menos un rato. Bueno, vengo a revivir una sección a medias abandonada y no demasiado famosa; creo yo, porque se ha perdido el hábito de leer poesía. 


Todavia, Mario Benedetti

No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo
tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto
que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza
y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía
dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía

pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido
mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía.