Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

miércoles, 8 de abril de 2015

Willow, Julia Hoban | Reseña

"No sé si es uno de los libros más creepys que he leído nunca o qué."
-Yo, justo al acabarlo.


Sinopsis: Los padres de Willow murieron en un trágico accidente de coche, dejándola no solo con el dolor que supone enfrentarse a una pérdida sino también con el peso de la culpabilidad, ya que era ella quien conducía. Ocho meses después, su hermano mayor casi no le habla, cree que sus compañeros de clase le culpan por lo ocurrido y Willow se evade del sufrimiento con el que carga marcando todo su cuerpo con las heridas del pasado. Pero cuando un chico llamado Guy descubra su secreto, nacerá una intensa relación que conseguirá sacarla de ese mundo extraño que ella misma se ha formado.

Llegué con este libro sin un sólo prejuicio. En serio, sin uno sólo. No me molestan los dramones interminables y estaba dispuesta a perdonarle gran cosa, pero me encontré con una edición bastante mala (sin espacios correctamente marcados, muchas faltas) y además de eso con una historia de esas que me hacen enojar en dos segundos..., creo que no la hubiera leído si no fuera porque salió en el sorteo del Club de Lectura. Así que, como el que avisa no es traidor: tengo muchas cosas en contra de este libro. Muchísimas. Eso no quiere decir que juzgue a nadie que se corte, es un asunto muy serio y si no debería estar tratado con mayor seriedad en el libro, mínimo si con más realismo. Los spoilers estarán debidamente marcados. Donde los haya.

¿Por dónde empezamos? Ah, sí, por Willow. Entiendo que mucha gente encuentre terriblemente difícil simpatizar con ella, tenerle un poco de empatía es terrible cuando lo único que hace es inventarse historias, cerrarse a la gente y, obviamente, cree que no hay peor drama que el suyo. Entiendo que a veces lo que uno desea es estamparle la cara contra la pared. Es lo más normal del mundo. Pero me vi obligada a entenderla, en especial porque al menos la mitad de las cosas que planteaba tenían sentido. Lo único que me irritaba de verdad y de mala manera era su monólogo interno, porque era terriblemente repetitivo.

Ahora, bien, hablemos de mis problemas con el libro. Son muchos y el primero de ellos se llama Guy (¿a qué no se lo esperaban?).

Bien, Guy es creepy. Al principio puedes creer que es sólo un chico que se mete en lo que no le importa porque quiere ayudar a Willow. Y lo que yo pensaba era lo siguiente: ¡Si quieres ayudar a Willow ve y dile a su hermano lo que se está haciendo a sí misma para que su hermano reaccione! Pero como sin eso no había libro, se lo perdoné. Sólo un poco. Sólo un poco. La cosa se sale de madre porque... 

SPOILER
(el que avisa no es traidor)

La. Escena. De. Sexo. Esa escena. Vale, en realidad no tiene sexo, pero el momento y las circusntancias en las que se da me dio... no sé, no sé cómo describir lo que me hizo sentir, o lo que me hizo opinar del libro. De hecho, creo que cierto panda me puede ayudar más: 


Sí, exactamente a eso me refería, gracias, panda. La plática de "desde cuando tienes un condón en la cartera/bolsillo/en tu vida" y él responde: "desde la primera vez que nos vimos." Obviamente de una manera que intenta ser mucho más romántica pero lo único que revela es que Guy es un chico tremendamente creepy (la escena donde le agarra los brazos y hace que sangre era ya una pista, pero esto fue el acabose). ¿En serio alguien encuentra romántico que le digan al poco tiempo de conocerse que lleva un condón desde que la vio por si necesitaba protegerla de... "esa" manera? (Sí, además el uso desconsiderado de eufemismos es desesperante).

Además, al final (no, todavía hay spoilers) la autora insinua que Willow podría dejar de cortarse gracias a Guy. No. Perdón. No. Nunca. Jamás. No. No... No. ¡NO!

¡SIMPLEMENTE NO DEJAS DE CORTARTE PORQUE TE CONSIGUES UN NOVIO!


En serio, Willow necesita ir a un psicólogo, una consejera, un psiquiatra. No un novio. Puede tener un novio, nadie dice que no, pero eso no es lo que la va a sacar de su problema. Lo que la va a sacar es el apoyo de su familia y terapia. Así que no me chingen. Novio, mis huevos. 

FIN DE LOS SPOILERS

Entonces, ¿el libro tiene cosas buenas? Sí. David, en general, fue un personaje que, en el momento en el que se sincera, se convierte en un personaje más real que cualquiera en todo el libro. Y ya. No hay más, todo lo demás era un continuo rodar los ojos porque no podía creer que un tema como este se tratara con un grado de desinformación que ya parece el mío. No quiero, ni pido, cosas políticamente correctas, pido realismo e información. Si quiera que se note que abrió la wikipedia. De verdad. me conformo con poco si hablamos de juvenil. Todo es tan malo que mis estándares están por los suelos y nada los pasa

En fin, no recomiendo el libro, para nada. No es sólo un dramón. Es un dramón que transmite ideas que me parecen pésimas. Sáquenselo de la cabeza: 

Tener una pareja no te solucione los problemas. Dejen de vender esa idea y dejen de apoyarla.

lunes, 6 de abril de 2015

Novia que te vea, Rosa Nissán | Reseña

Sinopsis: Si no nos tomáramos tan en serio podríamos pintar nuestra infancia, nuestra juventud como un jubiloso descubrimiento. Pero he aquí que no tenemos la capacidad nissaniana de enamoramiento, tampoco sabemos cuán cachonda es la tierra, ni oímos el lento paso del tiempo en las campanas de la iglesia, ni caminamos en los meses de lluvia en las veredas del Desierto de los Leones, porque queremos domar a los leones para poderles asestar nuestra obra. Rosa quiere que la posean y va diciendo: "Señor León, ¿sería tan amable de tomarme entre sus garras?" Con tal de que el león fuera judío los padres de Rosita estarían de acuerdo, porque el judaísmo lo traen en la médula de los huesos y a Rosita siempre la alumbraron con el candelabro de siete brazos y no vio más estrella que la de David. Hasta que pronto, y con todo y su numerosa prole, se convirtió en puras astillas de estrellas y el judaísmo fue una astilla más en el espacio sideral.

Yo aprendí de los judíos con este libro. Bueno, de los sefardí recién llegados a México desde Palestica e Israel y sabrá Dios dónde más en los años cuarenta. Al principio me daba curiosidad la manera en que estaba escrito, con muchas palabras sefardíes. Me tarde en encontrarle sentido a algunas de las largas parrafadas del abuelo de Oshinica, eso tengo que reconocerlo, porque era todo un personaje. Y no quería a su nuera, no mucho, al menos. 

En fin, la historia es el diario de Oshi, como decidí ponerle de cariño a la protagonista, que al principio no está muy convencida de eso de ser judía y después, conforme crece, lo único que quiere es evitar a toda costa el altar. No quiere vestirse de blanco y mucho menos que le encuentren novio. Hace rabiar a su mamá porque quiere seguir estudiando —y no para hasta que lo consigue—, mientras su hermano, destinado a hacerse un hombre de bien, quiere olvidarse de la carrera a la primera de cambio —lo que hace a sus padres rabiar, también—. Total como dice Oshi, si la que no quisiera estudiar fuera ella, le montaban una fiesta. 

Lo leí hace mucho y recuerdo que de más chica me daba curiosidad la vida de Oshinica. Y aunque el libro me gusta, tengo que decir que no la envidio en lo más absoluto: ella vive en una sociedad donde para la mujer conseguir marido es lo más importante. Mientras sea judío, todo bien. Su mamá no es que tenga urgencia por verla bien casada, pero no quiere verla de quedada. Y para alguien como Oshi, los veinte años son ya para las quedadas. 

El libro es, en sí, una gran crítica hacia todas aquellas costumbres que a la protagonista no le gustan o no le convencen. Todo visto desde los ojos inocentes de una niña, primero, y después desde los de una adolescente. Y como adolescente también se enamora y se dedica a besar sapos verdes. Algunos se convierten en príncipes, pero no pueden mantenerla, otros más no le agradan a la mamá. Todo lo vemos desde el punto de vista parcial de Oshinica, por supuesto, por lo que no tenemos ninguna otra opinión para contrastar, sin embargo Oshi tiene la voz fuerte y se queja: ¿por qué las mujeres no pueden aspirar a algo más que a ser fábricas de hijos?

Oshinica, aunque no parezca, me parece uno de los personajes más feministas que he visto en mi vida. De ideas claras y fuertes, pero encerrada en una sociedad. Un libro que ni se proclama feminista, ni nada por el estilo, y, aunque trata de una carrera desesperada porque Oshinica encuentre marido desde que sale de la secundaria, cumple el Test de Bechdel con creces. En serio. Quizá por eso lo recomuendo y lo releo una y otra, y otra, y otra vez. Me gustaría encontrar gente que hoy, pensara un poquito como Oshi. Nada más, para variar. 

sábado, 4 de abril de 2015

Las vírgenes suicidas, Jeffrey Eugenides | Reseña

Sinopsis: En menos de un año y medio, las cinco hermanas Lisbon, adolescentes, se suicidan. Los jovencitos del barrio habían estado siempre fascinados por esas inalcanzables jovenes en flor, y veinte años después, aquellos chicos ya en la frontera de la mediana edad, intentan desentrañar el enigma de aquellas lolitas muertas que siguen fascinándolos.

Esta no es la historia de las chicas Libson. O de sus suicidios. O de los chicos que quisieron ser sus príncipes y no supieron entender el llamado de ayuda de unas chicas que la necesitaban. Esta es la historia de la decadencia de un vecindario que empezó cuando Cecilia Libson logró suicidarse. El libro está narrado por los chicos que durante la adolescencia estuvieron fascinados por las hermanas Libson, todas rubias y angelicales desde la distancia, que intentan desentrañar el misterio de los suicidios. No estoy contando ningún spoiler porque el libro empieza, justamente anticipándote lo que va a pasar. 

¿Por qué? No lo sabes y los chicos tampoco. Nadie sabe lo que ocurre dentro de la casa Libson a ciencia cierta porque llega un punto en el que nadie quiere acercarse. Los vecinos del vecindario prefieren lamentarse y ser testigos de la desgracia ajena desde la comodidad de sus sofás, comedores o cocinas. En realidad, quizá el libro pueda decepcionarte si lo que buscas es el por qué de las Libson o un análisis a su psique. El libro no es eso. El libro es la historia de chicos que vivieron adorándolas desde la distancia y nunca se atrevieron a acercarse... demasiado; es la historia de los chicos enfrentados a sus demonios y a sus recuerdos ya cerca de la mediana edad y como el suicido de las Libson sigue marcándolos.

Es la historia de un vecindario y el deterioro de una casa, que empezó con el primer suicidio. Cecilia Libson, después del primer intento de suicidio, le dice al doctor, que no cree que tenga motivos para suicidarse: "Obviamente, usted nunca ha sido una niña de trece años." Todo lo vemos desde afuera. No podemos acercarnos nunca más de lo que se acercan los chicos y de los testimonios que han conseguido a lo largo de los años. Del padre de las Libson, de la madre, una mujer conservadora que mantiene a sus hijas en una jaula imaginaria, del único novio que tuvo Lux, de los maestros y los vecinos que saben tan poco como los chicos. 


Ante todo, no hay ningún juicio. El deterioro del vecindario, de la casa Libson, la actitud conservadora de su madre, el hecho de que las haya encerrado, el poco caracter del padre, no juzgan nada. Dejan que el lector sea quien lo haga, porque los narradores simplemente analizan los hechos y los canalizan en las Libson. ¿Qué las llevo a suicidarse? Therese, Mary, Lux, Bonnie, Cecilia... Son y de hecho nunca dejan de ser un misterio

El libro parece, por momentos, el eterno preludio de otra historia, pero no hay otra historia. Sólo hay unos chicos recordando el pasado, intentando desentrañarlo, pero olvidando que la única manera de conocer los porqués de las Libson es haciéndolas que se levanten de la tumba y preguntándoselos. Cosa imposible. En si, el libro está narrado magníficamente, con un tono nostálgico y melancólico que va aumentando a cada página. Quizá el problema es que no hay un clímax real, sabemos lo que va a pasar desde el principio y el autor pudo haber aprovechado eso de mil maneras, pero realmente no lo logró. De los personajes no puedo hablar porque los narradores hablan como un todo y los pocos personajes bien definidos son apenas dibujados desde los ojos de nuestros narradores, 

¿Recomendado? Absolutamente sí. Tiene sus altas y sus bajas, yo le daría un 2.5/5 cuantitativamente... pero bueno, no me gusta calificar los libros con un frío número, siempre prefiero que lean la reseña y se hagan su propia opinión valorando los puntos que elijo mostrar del libro.