Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 2 de abril de 2015

La naranja mecánica, de Anthony Burgess | Reseña

"¡¡POR FIN LO ACABASTE!!"
- Todo el mundo (el 10 de febrero de 2015, que es el día que estoy escribiendo esto)

"Estaba en el currently-reading desde 2013, carajo"
- Goodreads.

Sinopsis: La naranja mecánica es tan brillante, transgresora e influyente hoy como cuando fue publicada por primera vez, hace ahora cincuenta años. Una horripilante visión del futuro escrita en su fantástico lenguaje inventado que se convirtió en un clásico de la literatura moderna, así como en la base para la polémica película de Stanley Kubrick. El nadsat-adolescente Alex y sus tres drugos-amigos viven en un mundo de crueldad y destrucción. Alex tiene los principales atributos humanos: amor a la agresión, amor al lenguaje, amor a la belleza. Pero es joven y no ha entendido aún la verdadera importancia de la libertad, la que disfruta de un modo violento. En cierto sentido vive en el Edén, y sólo cuando cae (como en verdad le ocurre, desde una ventana) parece capaz de llegar a transformarse en un verdadero ser humano.

Parezca lo que parezca, que me haya tardado la eternidad en leerlo no lo hace malo. Simplemente dice que soy una persona sumamente olvidadiza... Nah, es que el libro estaba en mi iPad y me daba paja leerlo allí y no en el kindle porque me dolían los ojos. Debo ser la reina de las excusas. En fin, ¿qué tengo que decir de este libro? Al principio el hecho de que la mitad de las palabras fueran desconosidas me daba dolor de cabeza, pero después de la página 5 te acostumbras o has inferido el significado de todo. O has corrido al glosario nadsat- español y todo vuelve a ser claro.

El nadsat es un dialécto creado por el propio escritor que, según lo que googleé por allí, tiene raíces eslavas. Palabras desconosidas como Drugo, Cala, Pe y Me, moloco o joroschó nos acompañan todas las páginas. Y, o te las aprendes, o mueres intentando leer el libro. Quizá por eso no me atrevería a recomendarle este libro a cualquier persona, pero yo tengo que reconocer que es maravilloso, que juega con la lingüistica y exprime el lenguaje. Quien lo tradujo es un genio, también. 

Pasando a la trama, la podríamos dividir en tres partes: la primera en la que Alex y sus drugos practican la ultraviolencia, la segunda, cuando Alex está en la staja (prisión estatal) y la parte final, cuando al parecer ha encontrado una cura a la maldad. ¿Cura a la maldad? ¿A la violencia? ¿Eso existe? Y aunque existiera, parece decir el autor, ¿es algo válido? ¿Seguiríamos siendo los mismos aún con la violencia anulada de nuestro ser? Sobre cuestiones morales no resuelve absolutamente nada, eso sí, salvo quizá un poco al final. Lo que decidas creer sobre Alex o no, es tu asunto, como quien dice. Es una persona detestable, pero un personaje absolutamente bien construido. Además de todo eso, es un increíble narrador. Carismático, por sobre todo.


A mí el libro me ha gustado, así, llanamente. No le metería entre mis favoritos, pero apreció el valor que tiene. Como literatura distópica prefiero a otros, como Orwell, pero la ultraviolencia de Burgess tiene lo suyo. Ese sistema que no busca ser perfecto, pero sí experimenta con los presos siempre y cuando ellos accedan. ¿Y quien no accede, si le dicen que saldrá de la staja en menos tiempo (mucho menos tiempo)? Además, entre fanáticos y detractores del sistema, ninguno es bueno. Como quien dice, ellos buscan lo que quieren, se aprovechan de lo que quieren, y los demás que se vayan a chingar a su puta madre...

Sí, me gustó el libro, la verdad. ¿Lo recomiendo? Con reservas, sí. Si quieren meterse de lleno en la forma de narra de Burgess, si no les desagradan las escenas fuertes y si les llama la atención.

martes, 31 de marzo de 2015

Hábitos de lectura | Booktag


Mi antiguo librero.
Yo hago Booktags cuando me aburro, generalmente a las doce de la noche cuando no tengo nada que hacer y acabo de terminar un libro. No quiero empezar otro porque planeo dormir, así que este es el resultado... El Booktag me lo encontré en Rumbo a lo desconocido y me dio curiosidad porque siento que mis respuestas (gracias a mi desorden natural) serán bastante diferentes que las de la mayoría de la gente, 

1. ¿Tienes algún lugar concreto para leer en casa?

No, leo en todas partes. La mayor parte del tiempo es en mi cama, pero a veces lo hago en el escritorio o tirada en el sillón. 

2. ¿Marcapáginas o una pieza de papel al azar?

Yo tengo muchos marca páginas, usualmente los uso, o lo intento. Como leo ya poco en papel (porque necesito espacio y tengo un kindle), a veces los uso, pero generalmente uso lo que encuentro más cerca cuando lo necesito: desde estampas hasta envolturas de galletas vacías. 

3. ¿Puedes parar de leer o tienes que detenerte luego de un capítulo o un determinado número de páginas?

No es que me guste, pero tengo que parar de leer en donde me quede, porque como leo en la universidad, tengo que parar de hacerlo cuando tengo que poner atención. En realidad prefiero parar al terminar un capítulo, me resulta más cómodo.

4. ¿Comes o bebes mientras lees?

Sí. Puedo leer en un restaurante si el libro es lo suficientemente bueno, para que te imagines. 

5. ¿Ves la televisión o escuchas música mientras lees?

Música, tele, hago tarea, oigo a un profesor explicar temas... Aún no sé de donde sacó mi habilidad para que mi cerebro no explote, pero debo decir que la amo. 


6. ¿Leer en casa o en cualquier parte?

En cualquier parte. 

7. ¿Leer en voz alta o en tu cabeza?

En mi cabeza, por esas cosas de la rapidez y así... 

8. ¿Alguna vez lees páginas adelantadas o te salgas algunas?

Nunca jamás me salto páginas, a menos de que el libro se llame Amanecer y esté narrando Bella Swan. La cosa se volvió insostenible porque cada frase que decía me parecía más estúpida. 

9. ¿Romper el lomo o dejarlo como nuevo?

Si el libro aun tiene el lomo sin romper, intentó dejarlo como nuevo, pero con los tochos es imposible. Además como compro libros de viejo, suelen venir ya un poco maltratados y mientras más maltratados más baratos, así que no me quejo, mientras se puedan leer. Vamos, consigo libros a veces por veinte pesos, lo que son menos de dos dólares así que...

10. ¿Escribes en tus libros?

Un montón. Siempre con lápiz, pero todos mis libros están subrayados y con márgenes escritos. Nunca he encontrado nada malo en hacerlo, aunque a mucha gente no le acaba de gustar el asunto. En mi caso, a mi madre le escandaliza ver mis libros rayados, pero mi padre los raya más que yo. Cuestión de costumbres, supongo. 

11. ¿Un solo libro o varios a la vez?

Leo varios. En mi Goodreads siempre hay más o menos cinco en currently-reading, pero en general sólo leo dos al mismo tiempo. ¿Los otros tres? Bueno, son libros que pueden pasar ahí años porque me aburrieron... Porque los perdí, porque... Variadas cosas. A veces los acabo, a veces simplemente pasan a la lista de los tochos infumables de mi vida. 

No me gusta taguear a nadie en los booktags, así que siéntanse libres de hacerlo si les gustó. Si no les gustó pueden ignorar la entrada, hacer como que no existe, o pasársela a sus enemigos, como ustedes deseen. 

domingo, 29 de marzo de 2015

Holocausto, de Robert Marasco | Reseña

"Juro que me dio miedo. Leí con la luz prendida tres días después de leerlo."
- Mi mamá cada que mi cara de incredulidad aumentaba.

Advertencia: Debería decir que no te considero un idiota si te gusta este libro, pero dudo que alguien lo conozca y si te gusta te diré lo mismo que le dije a mi mamá: Lee a Lovecraft y a Henry James.


Lo que dice la contraportada (a falta de una sinopsis hecha y derecha):

El más alucinante final de los últimos años…
"Su lectura, aun de día, me puso la carne de gallina, y hubo momentos en los que no me atrevía a volver la página…" (Christopher Lehmann-Haupt, New York Times).
"La novela comienza de manera totalmente inofensiva. Una joven pareja desea salir de Nueva York durante el verano. Hallan una casa, al alcance de sus bolsillos, en las costas de Long Island… Naturalmente que todo esto es una trampa… Al término del verano, la casa se ha transformado en una pesadilla, en la personificación misma del mal, del cual no parece haber escapatoria… Marasco ha logrado crear una atmósfera alucinante…" (O. L. Bailey, Saturday Reriew).
"Marasco sabe cómo crear una atmósfera y desarrollar el suspenso… Al final, rompe con todos los límites: locura, terror, shock, ¡todo! quien lea Holocausto no dejará de experimentar esos deliciosos estremecimientos que suben y bajan por la espalda…" (John Barkham, New York Post).
Sí; la crítica ha estado de acuerdo en que Holocausto es una novela amenazante, malévola, exquisitamente tramada, en la que su autor se revela un maestro en el arte del suspenso.

Lo que digo yo después de leerla:


Qué gran pedazo de... árboles talados injustamente para publicar esta... novela. 

Muy bien, pero como quien dice, hay que explicar porque no me gustó nada. Para empezar, tenemos a una pareja convencional, yo digo que de los sesentas o setentas, ni idea, que desea pasar un verano en el campo y encuentran una casa demasiado lujosa (pero perdida en suciedad y hierba) a un precio excesivamente barato. Hasta el más idiota diría que allí se cuece gato encerrado, sobre todo por la manera tan extraña que tienen de comportarse los hermanos que la alquilan. La única condición es que cuiden de su anciana madre que nunca sale de su cuarto y a la que tienen que llevar de comer.

Como dije, gato encerrado.


Pero como tampoco esperaba una obra maestra en una novelucha best-seller de terror, sino que al menos estuviera entretenida y de hecho, diera miedo, pasé por alto aquello. No le puedo pedir peras al olmo, por favor y mucho menos champagne a la gotera. Así que dije que aun con los personajes estúpidos, con personalidades clichés la cosa sería perdonable si la novela daba miedo. Por que para eso la empecé a leer: para cagarme de miedo. 

MEC. Error

No da ni una pizca de miedo. Tenemos a una señora obsesionada con la casa y con hacer el quehacer (uy, que miedo), a un niño medio asustadizo, a un padre que cambia de carácter abruptamente a veces y la hace daño a sus seres queridos (podemos inferir que la culpa la tiene la casa, claro) y, por último a una tía vieja que siempre ha sido muy enérgica y al llegar a la casa empieza a envejecer progresivamente, pero lo oculta, porque es una cuestión de orgullo para ella parecer más joven. En serio, todo el libro trata sobre eso

Todo el maldito libro.


Si el 30% es de cómo consiguen la casa, el otro 55% es de como viven en esa casa y les pasan cosas extrañas que harían a cualquiera salir corriendo, pero que de hecho no dan miedo y el 5% es un final más apresurado que el de Sinsajo. Miriam, la esposa, es la ama de casa perfecta, todo el día está limpiando sin salir a divertirse ni un segundo (de veras, quien le dijo al autor que así son las mujeres) y empieza a envejecer demasiado rápido, se olvida del amor de su familia por atender la casa y hasta deja de hacer el amor con su marido (hasta que este intenta violarla sin venir a cuento, what, Marasco, WHAT?!). De hecho, parece que por parte del autor se da a entender que es una mala esposa porque no quiere tener sexo con su marido. Mis ojos estaban abiertos como platos, y la reacción que consideré correcta en este caso fue la siguiente: 


Los personajes tienen la misma profundidad que una hoja de papel y me da que la hoja de papel tiene hasta más. De hecho, son arquetipos: buena esposa (o sea, ama de casa esclavizada), esposo trabajador, hijo modelo y la anciana que quiere hacerse la joven. Arquetipos, y además de los años cincuenta. Durante todo el libro no evolucionan en lo más mínimo, si acaso sus obsesiones se agrandan, pero no cambian y además tenían una falta de sentido común que ni siquiera podía soportarlos. Los libros de Stephen King me dan más miedo y tienen personajes con más sentido común (y no considero que los libros del señor King den especialmente mucho miedo)

Que tortura, por dios, y para que al final no diera ni pizca de miedo. ¿Hace falta decir que no se lo recomiendo a nadie?