Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 27 de febrero de 2015

Hija de humo y hueso, Laini Taylor | Reseña

Sinopsis: Karou es una estudiante de arte de 17 años que vive en Praga. Pero ese no es su único mundo. A veces, Karou desaparece en misteriosos viajes para realizar los encargos de Brimstone, el monstruo quimera que la adoptó al nacer. Tan misteriosa resulta Karou para sus amigos, como lo es para ella su propia vida: ¿cómo es que ha acabado formando parte de una familia de monstruos quimera? ¿Para qué necesita su padre adoptivo tantos dientes, especialmente de humanos? Y, ¿por qué tiene esa recurrente sensación de vacío, de haber olvidado algo? De pronto, empiezan a aparecen marcas de manos en las puertas, señal de que la familia de Karou corre grave peligro. Karou tratará de cruzar al mundo quimérico para ayudarles, pero es perseguida por los serafines. Entre ellos se encuentra Akiva, un ángel arrebatadoramente hermoso al que Karou está unida de forma que ni ella misma puede imaginar.

Lo describiría como un libro que no se exactamente a donde va... nunca. 

No lo mandaría a la categoría de bodrios este libro, pero tampoco le pondría un sello de Nea's Approval y se lo recomendaría a todo el mundo. Y si se lo recomiendo a alguien sé que será porque le gusta este tipo de libros o con sus debidas advertencias. 

Para empezar, Karou me recuerda un poco a una Mary Sue. ¿Cabello azul? ¿Tatuajes en todas partes? ¿Habilidades extraordinarias para la pelea? ¿Inteligente? ¿Hábil para el dibujo, como si fuera un don? ¿Y además de todo, bella? Sí, es un poco Mary Sue, y un poco sosa, también, pero es perdonable, porque el fallo más grande del libro es que presenta demasiados enigmas. ¡No sé por dónde empezar!

Laini Taylor

Hay tantos enigmas en todo el libro y durante el 80% las preguntas sólo generan más preguntas y ni media respuesta. Así que cuando la autora empieza a responder todas las preguntas lo hace demasiado apresuradamente porque ya no le quedan páginas. Además, llega un punto, más o menos al principio, en el que todo lo que hace Karou es ir dando tumbos por la vida y no hay nada que me moleste más que los personajes den tumbos por todas partes sin saber ni mierda que hacer y mediante deux ex machina el autor le ponga todo enfrente, mediante casualidades. Una casualidad está bien, dos también, pero llega un punto en el que me pongo en modo Sherlock Holmes y digo: "este torpe no averiguaría nada por si sólo". 

¡La queja más grande es no saber más sobre las quimeras! ¡Tan desaprovechado ese mundo! ¡Tan desaprovechado! Espero que la autora lo aproveche un poco más en los siguientes libros, porque realmente... ¡tan desaprovechado!

Además le tengo tirria a las relaciones amorosas que se desarrollan en menos de un fin de semana. Vale, quizá el ángel y Karou estén ligados por algo de su pasado, pero mientras tanto Karou no sabe quien demonios es sí que... ¡que no, mujer! ¡No hay amor! Mejor no comento nada más sobre eso, pero los remito para acá... El amor que nos están vendiendo

En fin, seguiré leyendo la serie por curiosidad del mundo de Taylor, pero hasta ahí. 

miércoles, 25 de febrero de 2015

La sombra de Ender, Orson Scott Card | Reseña

Algunos lo llaman un libro paralelo al Juego de Ender. Yo diría que más bien es perpendicular. O tangencial, ya que estamos. Sí, tangencial me gusta, es tangencial.

Sinopsis: Ender era el único niño en la Escuela de Batalla, sólo el mejor entre los mejores. Bean, un ser prácticamente tan superdotado como Ender, verá en éste a un rival, pero también a un líder irrepetible. Con su prodigiosa inteligencia obtenida por manipulación genética, Bean ve y deduce incluso lo que Ender no llega a conocer. Lugarteniente, amigo, tal vez posible suplente, Bean nos muestra el trasfondo de lo que ocurría en la Escuela de Batalla y que Ender nunca llegó a saber.

Contiene spoilers de los tomos anteriores, no es traidor el que avisa

El final ya lo conocemos. Lo que no conocemos es cómo llegó Bean a la escuela de batalla. Quien es. Por qué está en el escuadrón de Ender. Este libro nos da la oportunidad de conocer a Bean. Otros personajes siguen sin ser demasiado importantes y, por lo tanto, siguen sin ser desarrollados. De los que consiguen un poco de atención extra son Petra Arkanian, que, en los siguientes libros, junto a Bean, se volverá imprescindible. Sin embargo, en este libro el protagonista absoluto es Bean. ¿Quién es Bean y de donde salió?

La historia comienza respondiendo esa pregunta, con un Bean que sobrevive en las calles de Rottendam como el eslabón más débil, pero también el más inteligente, de una pandilla callejera. Allí es cuando conoce a Aquiles, que más tarde será su enemigo. Aquiles, que no deja vivo nunca a nadie que lo haya visto en una posición de debilidad. De allí es rescatado por Sor Carlota y gracias a ella acaba en la escuela de batalla. Este es el libro de Bean, en el que descubrimos que lo hace más inteligente que Ender, pero también qué lo diferencia de él.


Bean es intelecto puro, ¿de dónde viene su inteligencia? Me temo que tendrán que leer el libro para averiguarlo... yo no voy a spoilear. Pero aun cuando su inteligencia supera los límites en cualquier caso, Bean no es un líder. No consigue de manera tan fácil que la gente lo siga porque le falta el carisma de Ender, los sentimientos de Ender. Es por eso que es Ender quien derrotará a los fórmicos y no él. Él, en cambio, se vuelve su sombra, se encarga de desvelar los misterios de la Escuela de Batalla y, además, es el primero es descubrir que el juego no es sólo un juego porque las pistas están ahí, atentas a quien quiera descubrirlas.

El libro en sí es sólo un extra al juego de Ender y un saboreo de lo que está por venir, con toda la saga de la sombra. Saga que sí me gustó, porque... ¿a quién no le gusta un libro donde adolescentes se dedican a repartirse el mundo como si jugaran turista mundial? Repito: adolescentes. Creo que por eso leí La sombra de Ender y luego seguí con los demás... ¿Lo recomiendo? Si te gustó El juego de Ender es probable que este libro te guste. Si no, ¿para qué lo lees? La historia ya la conoces. Es la misma.

O mejor: si te interesa Bean, léelo, si no... pues no. Más claro que el agua puerca no puede estar este asunto.

lunes, 23 de febrero de 2015

La saga de los confines, Liliana Bodoc | Reseña

Usando las palabras de una amiga (Amelia Jacinta Poulain): "Los finales de la saga me rompieron el kokoro"

Avertencia: esto es largo. Tanto como lo mucho que me gustó la saga.

Sinopsis: En Los Confines, el extremo sur de las Tierras Fértiles habita el pueblo de los husihuilkes, Dulkancellin, guerrero y padre de una familia numerosa. Él es convocado para representar a su pueblo en un Concilio que se reunirá en la lejana ciudad de Beleram, y en el que estarán presentes todas las civilizaciones del continente. El motivo de este concilio es decidir lo que debe hacerse ante un acontecimiento inquietante. Señales mágicas y códices antiguos hablan de la llegada de extranjeros del otro lado del mar, y hablan del perverso Misáianes, hijo de "la Muerte" y síntesis del "Odio Eterno". Cuando finalmente se produce el encuentro, la guerra llega a las Tierras Fértiles y sus habitantes deben defender no solo su tierra, sino toda la forma de vida que conocen, pues todo esto está amenazado de extinción.

Siempre que había leído fantasía épica, generalmente estaba ambientada en mundos medievales (como Canción de Hielo y Fuego, algunos libros de Laura Gallego) o de corte más renacentista (como Reckless, de Cornelia Funke), pero nunca nada que tuviera cierto parecido con Mesoamérica y las culturas prehispánicas de América del Sur. Los zitzahay me recordaron un poco a lo que sé de los incas, los husihuilkes entre los mapuches y otra civilización que olvidé y obviamente, los Señores del Sol, a la única cultura que puedo jactarme de conocer a la perfección: los aztecas.

¿A que la parte inferior del mapa les recuerda a América?
El relato transcurre sobre las Tierras Fértiles, donde no tienen caballos, sino lamellos, donde tienen dioses, y magia, donde hay códices antiguos, y Supremos Astrónomos en la ciudad de Beleram. Seguimos a Dulkancellin y a Cucub a lo largo de todo el primer libro, y después a Thungür, su primogénito y a un buen montón de personajes de todos los tipos y razas. Cada cultura es diferente: los husihuilkes son guerreros orgullosos, altos, y de pocas palabras, los zitzahay más festivos, de baja estatura, los bóreos de piel clara, descendientes de la gente de las Tierras Antiguas, los Pastores del Desierto a menudo brutales y los Señores del Sol... ah... tengo mucho que decir sobre ellos. 

La gente suele decir, sobre los libros, que hay muchos paralelismos entre la conquista de América y la invasión de Misáines y los sideresios. Las hay, por supuesto, aunque la primera se da en medio de un movimiento económico y esas son las principales razones de los europeos para asentarse aquí, pero los sideresios sólo tienen un cometido: el exterminio, el odio eterno, la extinción. Dejar a las Tierras Fértiles secas, hasta que no quede piedra sobre piedra. Pero paralelismos... los hay. Por ejemplo, los sideresios traen con ellos animales con pelo, como les llaman los habitantes de las Tierras Fértiles; dicho de otro modo, traen caballos. También tiene pólvora, llamada polvo gris, al igual que los españoles al llegar.

Y las culturas... ah, las culturas. Sobre todo la de los Señores del Sol, que cobra importancia a partir del segundo libro, me agradó por reconocer en ella a los soberbios Aztecas. Todo hecho ritual casi hasta lo absurdo, esos son los Aztecas. Sacrificios humanos a las vírgenes consagradas, tributos quizá excesivos para sus vasallos, incluso cuando el príncipe gobernante del Imperio del Sol, Hoh-Qiu, se niega a darle la mano de una de sus hermanas, Nanahuatli, a un extranjero, y en vez de eso hace que la consagren como virgen para sacrificarla. En la historia real, Nezahualpilli, señor de Texcoco, hijo de Nezahualcóyotl, condenó a su propia esposa a morir. Liliana Bodoc no estaba exagerando.

A pesar de todo, la trama que se desarrolla en el imperio del sol siempre me resultó interesante, pues es un país lleno de conspiraciones por el otro. 

Los personajes de Liliana Bodoc a lo largo de todo el continente son sencillos, con características bien marcadas, como Thungür y su ánimo guerrero, Cucub y su manera de hablar y hacer fiesta, Vieja Kush, que siempre gana el derecho de la lluvia y Kuy-Kuyén, una mujer con corazón de guerrero. Pocas características les bastan para hacer milagros, para ganar batallas, para sacrificarse por otros, para recorrer un continente a pie por amor, para hacerse amiga de la muerte y no tenerle miedo. Para todo eso... ¿Mi personaje favorito? Tengo muchos, pero si tuviera que elegir, diría que el Brujo Halcón o La inocente, Wilkilén, que aun con formas de mujer se comporta como una niña y es la única capaz de no temer, sino tener piedad. 

La destrenzada, arte de Gonzalo Kenny.
La historia siempre es interesante e, incluso, en el último libro, llegamos a ver parte de la acción en las Tierras antiguas, para saber qué está pasando allí mientras, al principio, Vieja Kush reclama el derecho e la lluvia y Kukupa, el brujo, aparece para llevarle malas nuevas. Para saber que ocurre cuando Kuy-Kuyén reprende, cinco años después, a Wilkilén por echar los granos de maíz afuera del tazón. Disfruté un poco conocer lo que acontecía en las Tierras Antiguas, pero para mí la acción más importante siempre estuvo en las Tierras Fértiles. Liliana Bodoc narra batallas, bodas y nacimientos, lo que haga falta. Las batallas son siempre espectaculares, y las muertes casi siempre te hacen llorar, aun cuando el personaje no te agradara demasiado al principio. Los finales son siempre espectaculares y te dejan nostálgico... Porque hablamos de una guerra, y una guerra no puede nunca ser feliz.

Por lo demás, Liliana Bodoc tiene una prosa demasiado poética, podría decirse que abusa de las metáforas y muchas otras figuras literarias. Sin embargo, yo disfruto enormemente esa manera de escribir, demasiado poética. Para otros quizá no sea de su agrado, pero debo decir que le añade un sello propio al libro e incluso te hace enternecerte más cuando los personajes pasan por algún buen momento o sentirte más triste cuando pasan por uno malo. Criticando otras cosas, debo decir que me hubiera gustado que las escenas estuvieran más separadas, al menos en la edición que yo conseguí, porque a veces me confundía, aunque pronto aprendí a no hacerlo.

Agregando algo más, hace poco descubrí el blog El Arte de los Confines, donde Gonzalo Kenny publica varias ilustraciones. La mayoría son de los husihuilkes, pero también tenemos de los brujos, de Nanahuatli con el Brujo Halcón, y por supuesto, no podía faltar, Molitzmós del Sol.

Molitzmós del Sol, ¡les dije que me recordaba a los Aztecas!
Arte de Gonzalo Kenny, del Arte de los Confines.
La verdad, yo sólo puedo decirles que esta saga es una que vale muchísimo la pena. La recomiendo ampliamente y creo que nunca dejaré de hacerlo. Le agradezco a Ame por molestarme hasta que la leí y luego animarme a seguir leyendo, aunque ahora seré yo la que la haga terminarla.