Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

sábado, 21 de febrero de 2015

Oscars Literarios (IV)

Nombrar lo mejor y lo peor de cada año el sábado antes de los Óscares ya es costumbre. Dann fue el primero en hacerlo en su blog: Ratonera de un cuasi-escritor. El recuento es de lo que leí el año pasado (febrero 2014 - enero 2015, que se pueden consultar en mi perfil de Goodreads o el año en que me de por hacer las reseñas aquí). Así que, pasando a cosas importantes, los premios a lo mejor de mis libros el año pasado es... 

Este año, la música, cortesía de A. C. Newman, Prophets, del albúm Get Guilty.

Mejor trama


Se lo queda Los días del venado, de Liliana Bodoc. Le debo una reseña en condiciones (aunque ya tiene una Plusbits), pero es que el libro es amor puro. Muchas referencias a las culturas prehispánicas en américa latina, desde los husihuilkes que habitan los Confines, los zithahay de Beleram y los Señores del Sol que me recordaron demasiado a los Aztecas. Además la manera de escribir de Liliana Bodoc no te hace extrañar la acción y sabe hilar, perfectamente, los hilos de la trama y urdir intrigas de todo tipo ¡y todo el tiempo! Además, crea un universo mágico y te hace desear conocerlo... aunque pasen tantas desgracias en él, pues no le tienta la mano a la hora de hacérselo pasar mal a sus protagonistas.

Es, como suelo decir, una de esas escritoras rompe kokoros, porque la verdad, me tardé en terminar el libro por falta de valor. Liliana no se tienta el corazón en ningún momento y a veces George R. R. Martin se queda corto en comparación con ella.

Mejor escritor


David Mitchell, por Cloud Atlas, El Atlas de las Nubes, un libro en el que, aunque la historia es buena, la forma es lo que importa, la manera de entrelazar un diario de viaje, las cartas a Sixmith, una novela de escenas cortas sobre una periodista que buscar deshacer un misterio, un relato de un editor inglés que posteriormente se vuelve película, un interrogatorio, o entrevista, según se vea a un clon rebelde y finalmente, un relato hablado (con todos los errores de gramática y sintaxis que eso conlleva). Parece, por momentos, que lo que importa no es en sí la historia, si no la forma. Un libro precioso, cuyo autor supo cómo hacer para mantenerte en vilo. (También, por cieto, hay una adaptación cinematográfica que es muy buena).

Mejor protagonista masculino


Kyril, de Los novios búlgaros, un búlgaro que huye de Bulgaria en busca de riqueza fácil y se encuentra con un caballero dispuesto a dárselo todo. Un personaje gracioso hasta cierto punto, sin miedo a la muerte, al que le faltan escrúpulos y quizá un poco de moral, pues está dispuesto a todo para conseguir algo de dinero, hasta a lo ilegal. Incapaz de estarse quieto, con un mal gusto que se hace notar en su forma de vestir y en esa cadena dorada gruesa que quiere para el cuello, con una moto y demasiadas multas, siendo el chófer de un caballero sin carro se va abriendo paso por Madrid.

Mejor protagonista femenino



Se lo lleva la única chica capaz de hacerme leer más libros de Scott Card: Petra Arkanian. Medité mucho antes de dárselo, porque parece que en los libros de Scott Card el único propósito de las mujeres, por más  genios militares que sean, es casarse y tener hijos (y la mayoría acaba deseándolo a los quince años con una vehemencia que yo nunca he tenido). De preferencia muchos hijos. Pero Petra es Petra y lo merece. Porque deseó ser la madre de una nueva raza (y de hecho, lo fue, aunque no haya visto crecer a sus hijos) y libró una guerra... y me hizo seguir leyendo esos libros. De verdad, Petra se lo merece. 

Mejor comic/manga/novela gráfica



La categoría que se estrena (porque la mitad de las cosas que leí en el año fueron manga y comics) es para xxxHolic, de las CLAMP. Nada lo supera, aunque fieles a su estilo, las CLAMP me dejaron con mil y un dudas al terminar de leer todos los tomos, pero los personajes valieron la pena. He de decir que aun no he visto el anime y no quiero verlo por miedo a que me arruine la percepción que tengo del manga (cosa que me pasó con X, pero al revés). Y tampoco me he leído xxxHolic Rei, pero lo tengo pendiente (y tiene el listón demasiado alto).

Mejor personaje secundario femenino



Para La inocente, La destrenzada, Wilkilén, de La saga de los confines, en especial, por Los días del fuego. El personaje de Liliana Bodoc se caracteriza por su inocencia y su manera de ver la vida. Por andar con trenzas y hacerse amiga de la muerte. Un personaje que aparece muy poco a lo largo de la saga, pero sus apariciones siempre son oro puro. ¿Quién más se atrevería a decirle a la Muerte que es una vieja senil y ofrecerle trenzarle el cabello y pintarle con añil las líneas de la mano? Bueno, pues Wilkilén, que crece a lo marco de tres libros, y nosotros la vemos crecer.

Mejor personaje secundario masculino



Kostya, de Guardianes de la noche (y los libros siguientes). Aunque en realidad su papel en Guardianes del Crepúsculo fue el que me hizo darle este lugar. Kostya es Kostya y... realmente no sabía que esperaba de él: si un rebelde, un renegado o un antagonista. Pero Kostya es sólo Kostya y en eso radica que me haya gustado, no es precisamente un vampiro al uso, tampoco un otro al uso, y mucho menos un personaje que puedas clasificar en ninguna parte. Los sentimientos entre paternales que despierta en Anton al principio de la saga y, finalmente, las sospechas que van acabando con él... Un personaje perfecto, redondo, humano...

Mejor libro no ficción



Es, sin ninguna duda, para La noche de Tlatelolco de Elena Poniatowska. Lo más notable de no ficción que leí el año pasado. No entra precisamente en la categoría de ensayo y no pretende narrar los hechos del 2 de octubre de 1968, pero es una compilación de anécdotas y entrevistas que se dieron lugar esa noche y en genera, durante todo el movimiento. Un libro interesante, de por sí. Le debo una reseña también, pero esa quizá, quizá, se tarde un poco en llegar, porque no sé con que palabras describir este libro, porque aunque cuenta la historia, no es, en ningún momento, objetivo, tiene demasiados puntos de vista entremezclados. 

Mejor libro



Definitivamente, para Two Boys Kissing, de David Levithan. Hermoso en todos sentidos... de hecho, pueden leer la reseña que le hice. Básicamente califico al libro como una sucesión de palabras muy bien acomodadas con situaciones demasiado cotidianas que se vuelven extraordinarias cuando las lees. Lástima que aun no esté disponible en español (y de hecho, dudo que llegue a estarlo alguna vez), pero si pueden leer en inglés, se los recomiendo mucho. Lo mejor de todo, quizá, sea que no necesita apelar al drama para hacerte pensar o enternecer. Simplemente necesita mostrarte escenas cotidianas.

viernes, 20 de febrero de 2015

Razzies Literarios (I)

Ya que se volvió una costumbre presentar los Oscars Literarios a los mejores libros que haya yo leído en el año, viene el premio para los peores, para esos libros que no supe ni como acabé porque básicamente fue todo un milagro que lograra yo acabarlos. El año pasado (2014) no fueron muchos, pero todos me dejaron un amargo recuerdo y las palabras: "No sé para qué lo leí". Me entran los remordimientos nada más de saber que perdí mi tiempo en libros así. 

Pero, para no perder la costumbre, una agradable canción para amenizar la lectura... 


Allegiant, Veronica Roth


Malo hasta decir basta. Si los libros anteriores habían sido malos, son perfectos en comparación con este. El mundo de Veronica Roth se desinfla debido a sus malos argumentos y a los planteamientos casi absurdos sobre genética que plantea. Además, un final demasiado forzado y melodramático para apelar a los sentimientos de los lectores. Malo, con personajes planos hasta decir basta, donde no distingues si quien habla es Cuatro o Tris porque su manera de narrar es plana y sin interés. Libro malo, donde se demuestra que hay que poner atención cuando enseñan a Mendel en biología para no decir cosas como que nuestras actitudes están en los genes. (No pido que sean unos científicos para hablar de eso, sólo que abran la Wikipedia).

Yo, dialogando en mi mente con los protagonistas


Diecinueve minutos, de Jodi Picoult


Leí, hace tiempo, My sister's keeper y me pareció un libro bastante bueno, así que me animé a intentar con otro libro de Jodi y me llevé una decepción mayúscula. Un libro plagado de moral barata, dramatismo innecesario y un montón de personajes que golpearía hasta la muerte (o sea, todos menos el abogado y la jueza Alex). En general, se me hizo un retrato demasiado viciado de una sociedad demasiado viciada en la que Jodi Picoult intentaba distinguir el bien del mal. Gran error. Básicamente todos, menos Alex, que siempre fue congruente consigo misma, son personajes que odié. Demasiado planos, con defectos que intentaban justificar sus acciones. Pésimo libro, con un giro argumental absurdo en todo sentido y un final agridulce.



El club de los corazones solitarios, de Elizabeth Eulberg


No pude con él. Un libro que tenía frases, pensamientos y en general personajes tan profundamente machistas, como aquella chica que estaba tan obsesionada por gustarle a un hombre que era capaz de cambiar cualquier aspecto de su físico o su personalidad para hacerlo. Son chicas que dejan que los hombres las definan, y aun cuando se declaran solitarias, sin necesidad de tener un novio para ser felices, siguen dejando que los chicos las definan. Primero por su obsesión de tener novio, luego por su obsesión de no tenerlo. ¿No podía haber sólo un punto medio? Por supuesto que no. Además, una novela tan plagada de clichés de película gringa de preparatoria, que simplemente había partes que me daban sueño. Las referencias a The Beatles no lo valen. Si hubiera podido, lo hubiera dejado con cero estrellas en Goodreads, vaya. El único libro que me ha dado la gana calificar cuantitativamente y pienso que se merece un CERO. En resumen, leer estos libros fue algo como esto:

Descripción gráfica del sufrimiento

jueves, 19 de febrero de 2015

Puro, Julianna Baggott | Reseña

Sinopsis: Pressia apenas se acuerda de las Detonaciones y menos todavía de cómo era la vida en el Antes. En el armario donde duerme, entre los escombros de una antigua barbería piensa en cómo el mundo se transformó en ceniza, polvo, cicatrices, quemaduras y cuerpos dañados, fundidos con objetos extraños. Están aquellos que se escaparon de la Apocalipsis sin daño alguno, los Puros. Viven a salvo, dentro de la Cúpula que protege sus vidas, seres superiores y sanos. Pero Perdiz, cuyo padre es uno de las personas más influyentes de la Cúpula, se siente aislado y solo. Cuando por casualidad escucha unas palabras que le indican que su madre podría continuar viva, Perdiz lo arriesga todo, incluida su vida para salir a buscarla. Y ahí es cuando se topará con Pressia…

Llamaré a este libro: una agradable sorpresa entre tanta distopia basura. Resulta que a veces, a veces, me dan ganas de leer este tipo de libros para desconectar el cerebro y este, bueno, no me depecionó mucho. No diré que es un libro magnífico, pues es, ante todo, un producto de los clichés de la época, pero si es un libro que se puede disfrutar, un poco alejado de lo último que me he atrevido a leer (y después he destrozado). 

Quizá lo que me hace renegar un poco del libro es la poca explicación que se les da a las, por decirlo de alguna manera, "mutaciones". La gente fuera de la cúpula está fusionada con aquello que tuvieran cerca al momento de las detonaciones, desde una muñeca, que se ha convertido en una de las manos de Pressia, hasta pájaros en la espalda y, todo tipo de cosas, algunas bastante grotescas, como hijos pegados al cuerpo de sus madres, o la manera en el Il Capitano está pegado por la espalda a su hermano y... vamos, hasta pavimento. Sin embargo, no hay una sola explicación realmente clara sobre las mutaciones. Es algo que pasó porque inventaron una bomba y punto

O quizá es que a mí me gusta encontrarle cinco pies al gato a cualquiera que piensa escribir de cosas científicas porque soy  una persona en proceso de ser ingeniera y quiero verlo todo así. Quizá sea eso, sí. Quizá. 

En fin, se agradece que la autora se aleje de algunos clichés, como el amor a primera vista, o el mundo donde todo es perfecto... (aunque la Cupula peca un poco de lo suyo) o parece perfecto. No le encuentro demasiados problemas al mundo que crea la autora y realmente lo considero, en cierto modo, original. Los personajes en general son buenos, aunque algunos hacen locuras con motivaciones extrañas o no del todo claras... o lo hacen por gente que acaban de conocer... pero en fin, deux ex machina necesarios para la novela (que gracias a dios no son demasiados, pero se agradecería más que no existieran). 

Lo único que no me gusta en esta, y en general, en ninguna novela, es el dramatismo exagerado por parte de las crisis existenciales de los personajes. Uno no puede pasar la vida filosofando de esa manera, lo juro. Y los diálogos que suenan forzados... aunque hay algunos muy bonitos y en general no suenan forzados, otros me hacen pensar que las personas que están diciendo esas palabras no son adolescentes, sino viejos amargados en el cuerpo de adolescentes. Valoro demasiado la naturalidad de los diálogos, pero a veces la novela me hacía rodar los ojos. Básicamente cuando los personajes me contaban sus dramas existenciales por enésima vez yo ya quería hacer esto:


Pese a todo, considero que es un buen libro para pasar el rato con personajes entrañables como Il Capitano y su hermano (que le gana en carisma a cualquiera de los protagonistas, que a veces son demasiado sosos), y si se ve como eso, no va a decepcionar a nadie. Yo personalmente no pasé un mal rato leyéndolo.