Sinopsis: La Tierra se ve amenazada por una raza extraterrestre, los insectores, que se comunican telepáticamente y consideran no tener nada en común con los humanos, a quienes pretenden destruir.
Para vencerlos es necesario una nueva clase de genio militar, y por ello se ha permitido el nacimiento de Ender, lo que constituye, en cierta forma, una anomalía, pues es el tercer hijo de una pareja en un mundo que ha limita do estrictamente a dos el número de descendientes.
El niño Ender deberá aprender todo lo relativo a la guerra en los videojuegos y en los peligrosos ensayos de batallas espaciales que realiza con sus compañeros. A la habilidad en el tratamiento de las emociones, ya característica de Orson Scott Card, se une en este libro el interés por el empleo de las simulaciones por orde nador y los juegos de fantasía en la formación militar, estratégica y psicológica del protagonista.
Leí este libro porque de repente empezó a aparecer en todas partes. Twitter, ask, se empezó a hablar de la película (y lo leí hace tanto, que hasta aparece en el recuento de 2013). Hasta Facebook. Me causaba curiosidad, lo admito, sobre todo aquello de una academia militar de niños con inteligencia superior. ¿Quién es capaz de hacer eso con los niños? La respuesta viene en el libro: gente desesperada.
El mundo de Scott Card está unido simplemente porque hay una amenaza más grande que una guerra entre dos naciones. Los instectores están afuera y si los derrotaron una vez, parece simple casualidad. Ahí es donde entra Ender. Ha obtenido las mejores calificaciones y sus padres obtuvieron permiso de engendrarlo gracias a la inteligencia de sus hermanos mayores. Ninguno de los dos logró entrar a la academia: Peter por ser demasiado cruel, Valentine por tener demasiado buen corazón.
Le pongo pocas pegas al libro. El personaje de Ender está muy bien construido, al igual que los de sus hermanos. Graff también (disfruté especialmente sus pláticas al principio de todos los capítulos). Sin embargo, algunos otros personajes se desdibujan porque están al servicio del protagonista, parece que se dividen en dos grandes clases: a los que les agrada Ender y a los que no. En el primer grupo está Petra, obviamente, Alai y Bean y en el segundo Bonzo Madrid, el francés (fue ya poco importante que ni siquiera me acuerdo del nombre). Lo bueno es que Scott Card acabó escribiendo bastantes más libros para hablar de estos personajes. Que sí algo dejo bueno Ender, fue eso.
Lo que más me aburría del libro era la trama de Peter y Valentine. Sobraba, a mi parecer, porque no le veía sentido. Finalmente, un par de libros después acabé por entender su propósito, pero en un primer momento era simplemente un pedazo que podía cortar del libro y no pasaría nada de nada.
El final, es, sin duda, de los mejores que he visto. Un engaño tan bien construido que, aunque lo sospeché, me sorprendió. Un engaño demasiado bueno, tan obvio... Que definitivamente no lo contaré. La idea no es chafarles el libro. Lo único que me hubiera gustado es que se hubieran desarrollado más otros personajes, es algo que le hace bastante falta al libro. Aunque la verdad es que Scott Card sí que los desarrolla en la saga de Bean, que acaba adquiriendo un papel, a mi gusto, mucho más importante que el de Ender.
Una pregunta que me hice es por qué decían que las chicas no pasaban las pruebas a la Academia Militar. Al ser de diez años los niños que ingresaban siempre me pregunté exactamente por qué las chicas eran inferiores. ¿Menos inteligencia? Lo dudo. ¿Menos agilidad? Hablamos de niños y niñas de diez años: son ágiles por naturaleza. Una cuestión que aun me pregunto...
Sin embargo, el libro es recomendable para pasar el rato. Ni el próximo Nobel, ni una obra de arte. Para pasar el rato.