Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 6 de febrero de 2015

El Club Dumas, Arturo Pérez-Reverte | Reseña

Sinopsis: ¿Puede un libro ser investigado policialmente como si de un crimen se tratara, utilizando como pistas sus páginas, papel, grabados y marcas de impresión, en un apasionante recorrido de tres siglos? Lucas Corso, mercenario de la bibliofilia, cazador de libros por cuenta ajena, debe encontrar respuesta a esa pregunta cuando recibe un doble encargo de sus clientes: autentificar un manuscrito de Los tres mosqueteros y descifrar el enigma de un extraño libro, quemado en 1667 con el hombre que lo imprimió. La indagación arrastra a Corso ¿y con él, irremediablemente al lector¿ a una peligrosa búsqueda que lo llevara de los archivos del Santo Oficio a los libros condenados, de las polvorientas librerías de viejo a las más selectas bibliotecas de los coleccionistas internacionales. Construida con excepcional talento narrativo, El club Dumas sitúa pieza a pieza una trama excitante, minuciosa y compleja, donde se dan cita los ingredientes de la novela clásica por entregas, los relatos policiacos y de misterio, los juegos de adivinación y las técnicas del folletín de aventuras.

Esto va de un libro que habla sobre libros. Mejor aún, que habla sobre libros antiguos. Y mejor que eso: que habla sobre libros antiguos envueltos en misterios que alguien tiene que resolver (especialmente, porque ya está en medio de ellos). 

Así que Lucas Corso, armado con un manuscrito de uno de los capítulos de Los tres mosqueteros (Le vin d'Anjou, para ser más específicos), presuntamente escrito a puño y letra por Dumas, cosa que le falta demostrar, y un libro que su dueño asegura que es falso, marcha por Francia, España y Portugal intentando desentrañar el misterio. Dos misterios son los que lo acompañan en su viaje y hay tantas casualidades que él está seguro de que se interconectan. Una historia de ocultismo y un folletín de aventuras. ¿Lo hacen? Bueno, ustedes pueden leer el libro para descubrirlo. 

He de decir que el misterio que cautivó más mi interés fue el libro de las Nueve puertas, en el que llega un punto que parece que estás jugando a encuentre las diferencias. Sólo que en nivel hardcore. Y con crímenes de por medio. La verdad, un libro maravilloso para cualquier fanático de la lectura, plagado de referencias aquí y allá, que spoilea Los Tres Mosqueteros completito (todo hay que decirlo, mejor leerlo antes). La vida de Athos, Porthos, Aramis y D'Artagnan se desmenuza entre las conversaciones mientras Lucas Corso intenta encontrar el hilo que une los dos libros, los dos misterios. 

Lucas Corso es, ante todo, un personaje enigmático. Sabemos que amó a alguien, porque se menciona, pero de su vida, nada. La inclusión de Irene Adler, tan enigmática y sorpresa, parece ser una pregunta sin respuesta. Irene Adler, pasaporte británico, residente de 221B Baker Street... A todas luces documentación falsa y fanática de Sherlock Holmes. Pero para un libro de misterios, ¿qué es uno más? 

Un libro bueno, interesante en general, recomendable para los fanáticos del misterio, de Dumas y de los mitos que recubren los libros viejos. 

jueves, 5 de febrero de 2015

Poulain's Playlist (II): Love of Lesbian

"No, no son porno. No, de hecho no tiene nada que ver con lesbianas. Mire, le juro que no son porno."
- Yo, al dependiente de MixUp.


Siempre me pasa lo mismo. O cuando ando paseando con una playera que dice Love Of Lesbian y todo el mundo te mira. O cuando se te ocurre decir que tu grupo favorito tiene la palabra Lesbian estampada en el nombre. No se puede decir que haya tenido yo mucha suerte a la hora de elegir grupo favorito, miren ustedes... Pero el caso es que estos españoles nunca faltan en mi lista de reproducción, nunca. No importa que toquen dos notas, sus letras lo valen. Total, yo no sé de música. Así que como no puedo poner su discografía entera por aquí (y miren que me gustaría) les pongo sólo las canciones favoritas

Incendios de nieve


Del disco 1999, no fue la primera canción que oí de ellos, pero si la primera que me hizo enamorarme completamente. La canción de alguien que está arriesgándose a intentarlo de nuevo... Me gusta especialmente, podría decirse que es mi favorita.


1999


Y está, es, en cambio, canción de ruputra por excelencia. Ruptura amarga, claro, porque ninguna ruptura es buena. Una canción triste, pero muy poderosa. Porque como dice: "me pregunto quién escribió el guion, debe estar bastante enfermo..." Una relación que está dando sus últimos coletazos.


Domingo Astromántico


Esta tiene valor añadido, porque fue la primera que escuché. Me cautivo la tonadita y lo romántica, sin llegar a ser empalagosa, que se oía. Es del disco Maniobras de Escapismo y, gracias a dios, es una canción romántica que no derrama miel.


La niña imantada


¿Hace falta explicar más allá del "Así que alégrate, lo has conseguido, los días sin ti serías precipicios, no hay, manera humana de escapar"? Para mí esa frase lo vale todo, la canción completa.



Oniría e insomnia


Una canción de su último disco, que habla de los opuestos y del amor. De la locura del amor, quizá. De separarse y volver a encontrarse, de reencuentros. La tonada de la canción además me parece tranquilizante, pacífica y eso le añade valor al asunto. Pero como ya dije, yo no sé de música, a mí sólo me gusta.


miércoles, 4 de febrero de 2015

Buscando a Alaska, John Green | Reseña

O... ¿por qué carajos se me ocurrió que otro libro de John Green podía ser bueno?

Advertencia para mentes sensibles: Este libro NO (subrayo, no) me gustó. Si a ti sí, te invito a que huyas lo más lejos posible. No te voy a criticar porque te guste, no pienso que seas menos inteligente, sólo pienso que no disfrutamos de las mismas cosas. Fin. 

Sinopsis: Miles, un joven que busca su destino, y Alaska, una chica perdida en el laberinto de la vida, se enfrentan a preguntas intemporales.Antes: Miles ve cómo su vida transcurre sin emoción alguna. Su obsesión con memorizar las últimas palabras de personajes ilustres lo lleva a querer encontrar su Gran Quizá (como dijo François Rabelais justo antes de morir). Decide mudarse a Culver Creek, un internado fuera de lo común, donde disfrutará por primera vez de la libertad y conocerá a Alaska Young. La preciosa, descarada, fascinante y autodestructiva Alaska arrastrará a Miles a su mundo, lo empujará hacia el Gran Quizá y le robará el corazón... Después: Nada volverá a ser lo mismo.

Yo tengo un problema grave con John Green. No es que el tipo escriba mal, no, sabe hilar frases y las sabe hilar bastante bien. No es que me caiga mal, no, hasta eso sus vlogs son interesantes, dice cosas bastante buenas y conincido con el 90% de sus opiniones. No... el problema que tengo con John Green, es ¡sus malditos diálogos!

Ya ni hablar de sus personajes con crisis existenciales que no piensan en otra cosa todo el tiempo (lo cual por fuerza los vuelve aburridos), no. Los diálogos. Podría soportar personajes tan insufribles como Alaska, o peor, Miles, si sus diálogos me resultaran creíbles y naturales. Este fue el libro que, después de llevarme un chasco, decidí leer porque me lo recomendaron y con una crisis optimismta me dije que no todo lo que escribiera Green podía ser como Bajo la misma estrella

Valoro mucho la naturalidad de los diálogos. No quiero ver a ancianos hablando en la boca de adolescentes. No me pega. Ni yo hablo así. Y eso es todo lo que me parecen todos los personajes del libro: ancianos (amargados, además) hablando en la boca de adolescentes.

Puedo entender el drama. Los adolescentes tienden... tendemos si es que yo lo sigo siendo, a dramatizar más de la cuenta y a ver en un mar donde hay un charco, pero si algo me quedó claro en todo el libro es que Alaska necesita ayuda psicológica. Urgente. Grave. O eso me pareció a mí, habría que preguntarle a un psicólogo de verdad.

En fin, creo que yo, gracias a la inquina que le agarré a todos los personajes por igual fui incapaz de disfrutar la trama, que, digámoslo, tampoco era muy complicada y hubiera estado bastante bien narrada de una manera quizá un poco menos rebuscada. Era algo así como un drama enorme con algunos momentos de felicidad efímeros que hasta Miles manchaba con su nostalgia. De verdad, de verdad, juro que no vuelvo a tocar un libro de John Green en un buen rato, porque no quiero torturarme gratuitamente.

¡Naturalidad en los putos diálogos! ¡No pido mucho! ¡No quiero adolescentes con pensamientos de ancianos!