Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

viernes, 11 de abril de 2014

El valle del asombro, de Amy Tan

Llevaba tiempo ya sin tocar a Amy Tan. Dejo pasar mucho tiempo entre un libro y otro porque las estructuras de sus libros suelen ser las mismas, aun cuando la historia no lo sea. Esta vez cayó en mis manos su última novela: El valle del asombro. Fue una lástima que me decepcionara.

Sinopsis: 1912, Shanghái. Violeta es la hija adolescente de Lulú, una estadounidense propietaria de la mejor casa de cortesanas de la ciudad. Siempre a cabal lo entre dos mundos, y viendo cómo Lulú evita hablar del pasado, Violeta no acaba de encontrar su lugar, y está convencida de que su madre no la quiere. Pero antes de que puedan arreglar sus diferencias ambas serán víctimas de un engaño que las separará, llevando a Lulú de vuelta a San Francisco y convirtiendo a Violeta en cortesana. Años después, y como si el destino fuera una condena a la que no pueden escapar, Violeta sufrirá también los reveses de la suerte, y se dará cuenta de que su única oportunidad de encontrar la felicidad pasa por enfrentarse al pasado, compartir sus secretos y profundizar en la complejarelación entre madres e hijas.

Pues sí, eso es el libro, una historia de cortesanas. No puedo decir que no me gustó, pero tampoco me impresionó tanto como otros libros de la misma autora. Me parece que tiene partes muy buenas, pero otras que yo simplemente rebanaría con una tijera. Muchas veces sentí que estaba leyendo algo parecido, al principio, a Memorias de una Geisha. Obviamente con las debidas diferencias entre una cortesana china y una geisha (además de que se nota que Amy Tan no se sacó el noventa por ciento de cosas de su invención).

Pero llegado a un punto, no supe que pensar del libro. De repente parece una sola sucesión de desgracias y mala fortuna para la protagonista y la gente cercana a ella. Violeta es una protagonista fuerte, pero simplemente verla sufrir no me produce empatía, me produce algo peor, algo llamado lástima y ninguna protagonista que me causara lástima ha llegado nunca a parecerme extraordinaria. necesito que me hagan sentir algo más además de pena por todas sus desgracias.

Lo que si es claro es todo lo que el libro no es, así que si lo empiezas a leer ten en cuenta los siguientes puntos:

  • No es una novela histórica. Tiene la caída de un emperador, y quizá una guerra. Pero no es, en ningún caso, histórica. No habla de personas reales.
  • No es una novela erótica. Hay sexo. Demasiado sexo. Pero no hay erotismo en él, simplemente es el trabajo de una cortesana.
  • No es una novela romántica. Hay romance, pero no es el punto central del libro, en ningún caso.
Creo que era un intento de novela para descubrirse, dejar que Violeta se descubriera, pero nada me quedó claro al final. Un reencuentro con su hija que sinceramente disfruté y una brutal sinceridad por parte de ésta, un perdón a su madre, que se lo merecía y un romane... vale, esa parte ya no me pareció bien. Podíamos haber vivido muy cómodamente sin averiguar de quién se enamoraba Violeta, sobre todo por ese sabor de boca extraño que me dejó. 

Si rescato la novela es por algo: por Edward, pero por otro lado, ¿a quién le gusta leer sucesiones de desgracias? Necesito, además de todas las adversidades de los protagonistas, algo que me anime a seguir leyendo.
Quiero que nuestro amor sea tan grande que nos duela por dentro.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Allegiant, o cómo terminar una trilogía que nunca tuvo rumbo

Lo admito: me descargué una traducción de Allegiant por curiosidad. Divergente e Insurgente se postulan como obras de arte ante el despropósito que fue Allegiant para mí. La terminé en un día y tengo que decir algo: si los libros pasados fueron malos, este es una soberana porquería.

Advertencia: Este despropósito/crítica sólo tiene en cuenta mi opinión sobre la saga. Si a ti te gustó no pienso que seas menos inteligente por eso o que tengas malos gustos, sólo que los tienes muy diferentes a mí. Tampoco pienso que Verónica Roth sea una idiota ni nada por el estilo, simplemente sus libros no me gustan nada. 

Sinopsis: La sociedad basada en facciones en la que Tris Prior una vez creyó está hecha añicos, rota por la violencia y las luchas de poder, y marcada por la pérdida y la traición. Cuando se le ofrece la oportunidad de explorar el mundo más allá de los límites que ella conoce, Tris está preparada. Tal vez más allá de la valla, ella y Tobias encontrarán una simple nueva vida, libre de mentiras complicadas, lealtades enredadas y recuerdos dolorosos. Sin embargo, la nueva realidad de Tris es aún más alarmante que la que había dejado atrás. Antiguos descubrimientos dejan de tener sentido. Nuevas verdades explosivas cambian los corazones de aquellos a los que ama. Y una vez más, Tris debe luchar para comprender las complejidades de la naturaleza humana, y de sí misma, mientras se enfrenta a decisiones imposibles sobre valentía, lealtad, sacrificio y amor.

Empecemos por las cosas que Roth hace bien, para variar, porque no todo es una basura dentro del libro. Para empezar, contrasta muy bien una sociedad en la que tienes que elegir una facción obligatoriamente con una en la que te conviertes en el malo si quieres seguir viviendo de esa manera. Las dos son malas, tengo que decirlo, y espero que, al final de la novela, la cosa haya mejorado. Pasamos de un mundo en el que una elección te cambia a uno donde no hay elecciones... y hubiera estado bien si Roth se hubiera quedado allí y lo hubiera explorado.

Pero no. Teníamos el final de Insurgente, que a estas alturas ya me convence que debió de ser brutalmente cortado para poder escribir un Allegiant con mejores ideas. De hecho, una amiga tenía la idea de que Divergente e Insurgente era sólo un libro con el 80% de escenas desechables para la trama que importaba y Allegiant sólo un agregado para poder decir "escribí una trilogía". Una trilogía, que además no supo cerrar del todo bien. Así que simplemente salen a descubrir el mundo y descubrir dos cosas:

  1. Que el mundo en el que viven es una mentira... algo que ya todos los lectores intuíamos, aunque no nos imaginábamos hasta que punto alcanzaba la crueldad el mundo de afuera..
  2. Que en realidad Divergente tiene que ver con los genes, lo que me demuestra lo poco que Roth sabe de genética. Nuestras actitudes no tienen que ver con genética en lo absoluto y lo único que le pido a los autores que planean meter ciencia ficción en sus libros, aunque sea tan poco, es que investiguen un poco. Roth no lo hizo y creó la explicación más absurda que se le pudo dar a la Divergencia más cuando llega y dice "¡oh! ¡se me olvidaba! Hay unos que tienen resistencia a los sueros, pero eso no significa que sean divergentes." 
Por otro lado, esta el asunto de los narradores. No odio a los narradores en primera persona y en muchos libros son perfectos, pero, sinceramente, si tienes que usar dos narradores para poder contar tu historia hazte un favor y usa un narrador en tercera persona. O un recurso que sea creíble. O dos narradores, que, de hecho, tengan voces diferentes, hablen diferente y sean distinguibles. Tris y Tobias eran lo mismo. La prosa de Tobias era sólo una copia de la de Tris, que a su vez, supuse, era una de la de Roth. 

Finalmente, el final. El libro tiene unas frases muy bonitas sobre el sacrificio y le reconozco eso a Roth, que al menos justificó su final muy bien. No fue un final demasiado abierto, pero la verdad es que, después de lo que pasó, yo hubiera esperado que los que eran moralmente superiores recibieran su propia medicina, o algo así. El mensaje que deja Roth sobre el sacrificio queda roto al darnos cuenta de que el mundo en el que viven los personajes sigue igual de podrido que al principio. Mejora para ellos, si, un poco, pero sinceramente... esperaba más mejoría. 

No sé que decir. Roth tiene buenas ideas, mala redacción, personajes planos y personajes bipolares. Debería dejar descansar lo que escribe y analizarlo con ojo crítico, porque yo no le perdono la confusión de términos del primer libro, y, por supuesto, su nula investigación sobre genética. Lo único que pedía es que fuera consiente de que, en un gran porcentaje, nuestras actitudes NO las define nuestra genética. 

domingo, 9 de marzo de 2014

«El amor que nos están vendiendo» en La cueva del escritor

En la vida real los chicos malos no cambian al conocer a la chica tímida, en vez de eso la molestan. Y si llega a pasar, pasa muy pocas veces. En la vida real no todas las chicas que no son las protagonistas de su historia son zorras. En la vida real una chica debería poder defenderse por sí misma y no dejar que nadie le diga que amigos puede hacer y a dónde puede ir. ¡Despierten! Muchas relaciones plasmadas en la literatura juvenil no son reales, son enfermizas, pura masturbación mental.
Esta es la nueva columna que publiqué en La cueva del escritor y, como ya he dejado claro:

Si esto es lo que nos están vendiendo, yo no quiero ser parte