Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

lunes, 26 de marzo de 2012

Cielo Rojo


Sinopsis:
Un estudiante de periodismo en busca de una historia que contar.
Un festival de música en recuerdo de las víctimas de Chernóbil.
Un bosque como escenario de un rastro de muertes.
Una historia de amor interrumpida.
2004. El Club del Trueno se reúne por última vez. Nikolai y Ekaterina se marchan de Ucrania con sus padres. Dimitri, sin embargo, se queda en el país. Antes de despedirse, se reparten una matrioska con la promesa de volver a juntarla antes de diez años o, de lo contrario, una maldición caerá sobre ellos.

Quería que este libro me durara. En serio, pero apenas una semana y ya lo tenía acabado. Realmente es un libro muy interesante, me hace recordar que en algún momento yo me plantee la idea de estudiar periodismo (¡es en serio!). Realmente creo que David Lozano tenía claro que tipo de historia quería contar, y lo logró. Los protagonistas, Nikolai y Ekaterina se reconcilian con su pasado al tiempo que buscan respuestas y se topan con más incógnitas.

Uno de los temas principales es la corrupción y la censura a la prensa (censura que, no nos hagamos idiotas, ocurre en todas partes, no sólo en los países socialistas). Me gusta el inconformismo de los personajes, su avidez de encontrar una respuesta para lo ocurrido en Itanich en 2004. Los escenarios son increíbles, y la historia nunca se queda estancada, los personajes van descubriendo poco a poco lo que está sucediendo… (aunque considero que el final hecha mucho de golpe, pero bueno). Eso sí, si me lo hubiera leído después de Sherlock Holmes opinaría que como detectives no valen ni medio cacahuate, pero realmente como periodistas valen la pena.

El inconformismo, la búsqueda de respuestas, la censura y la corrupción son palpables en la novela. Como el ejército intenta tapar con desesperación las verdaderas razones del accidente de Itanich. Hay escenas en las que te puedes meter en los personajes, que entiendes como se sienten.

En realidad un libro bastante… interesante.
Sé que me estoy muriendo, tengo que estar muriéndome.
Consumo mis pocas energías en escribir, con la letra arruigada que permiten mis dedos heridos.
Alguien leerá estas líneas. Tarde o temprano.El silencio continúa. Está todo tan quieto tan inerte…He caído en la cuenta de que no hay pájaros.
Nea

sábado, 24 de marzo de 2012

Mentirosa


Sinopsis: Micah es una mentirosa. Empezó a mentir prácticamente a la vez que a hablar, es una especie de gen familiar, según ella.
La vida de Micah nunca ha sido fácil debido a que una extraña enfermedad familiar se manifestó en ella desde que era muy pequeña, nunca ha podido tener una vida normal.
En el instituto todos la consideran un monstruo. Mintió desde el día en que llegó y quedó marcada desde entonces, con una mentira tras otra, como un bicho raro, una apestada, una mentirosa patológica.
Aunque no todo el mundo la trata igual. Hay un chico, un chico que la ve de otro modo, un chico que la quiere, un chico que la dejará sola y dolida en un mundo de mentiras y secretos.

Este libro me sorprendió. Me decepcionó y me hizo querer arrojar el iPad muy lejos). Para empezar, aprendí que leer a las dos de la mañana no es una buena idea aun cuando la maldita Tablet tenga anti reflejante y el brillo a lo más bajo. Otra cosa que aprendí es que hasta los mejores libros se arruinan algunas veces.

Me explico. Mentirosa no es un mal libro. No. Es un libro bueno que tienen un pequeño defecto a mi vista. Aunque ese defecto también le da bastante sabor al libro, lo vuelve interesante. Diferente. Por eso me gusto.

No tengo mucho que decir. Me gustan mucho los aspectos psicológicos. Es, ante todo, un libro psicológico. Negro, muy negro, me gusta su trasfondo oscuro que acompaña casi cada una de las palabras de Micah. Además ella es mentirosa por natulareza, quien lo lee tiene que descifrar qué es verdad, qué es mentira, qué es verdad a medias.

Un libro bastante decente. Me gusta su trasfondo oscuro. Toda la psicología que involucra. De no ser por eso probablemente lo habría arrojado lejos al empezar la segunda parte. Por otro lado tiene algunos fragmentos muy buenos que me dediqué a marcar en todo el libro.

Creen que estoy hecha de campo, que llevo el bosque en las venas. En realidad soy una chica de ciudad: alcantarillas, ratas, metros… eso es lo que corre por mis venas.

La historia va de un punto a otro sin concordancia alguna, parece nada más cuestión de azar, o de la narradora Micah, que va contando las cosas en desorden, como van surgiendo, dejando intrigantes para los lectores, o trampas, y mentiras en algunas partes del libro.

Mi segundo ensayo para el director versaba sobre las virtudes de la honestidad. Me quedé sin cosas que decir en la primera página.

No tengo más que decir sobre este libro…

Nea

viernes, 23 de marzo de 2012

Más de cien mentiras


No me canso de escucharla, de darle vueltas, de intentar aprendérmela. No me canso de pensar que Joaquín Sabina es un genio. Lo es. Sabina es un maldito genio y yo… yo amo su música.

Tenemos memoria, tenemos amigos,
tenemos los trenes, la risa, los bares,
tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
tenemos moteles, garitos, altares.

Tenemos urgencias, amores que matan,
tenemos silencio, tabaco, razones,
tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
tenemos cenizas de revoluciones.

Tenemos zapatos, orgullo, presente,
tenemos costumbres, pudores, jadeos,
tenemos la boca, tenemos los dientes,
saliva, cinismo, locura, deseo.

Tenemos el sexo y el rock y la droga,
los pies en el barrio, y el grito en el cielo,
tenemos Quintero, León y Quiroga,
y un bisnes pendiente con Pedro Botero.

Más de cien palabras, más de cien motivos
para no cortarse de un tajo las venas,
más de cien pupilas donde vernos vivos,
más de cien mentiras que valen la pena.

Tenemos un as escondido en la manga,
tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
monjas de Fellini, curas de Berlanga,
veneno, resaca, perfume, violencia.

Tenemos un techo con libros y besos,
tenemos el morbo, los celos, la sangre,
tenemos la niebla metida en los huesos,
tenemos el lujo de no tener hambre.

Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
ropa de domingo, ninguna bandera,
nubes de verano, guerras de Macondo,
setas en noviembre, fiebre de primavera.

Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
que importa, lo siento, hastasiempre, te quiero,
hinchas del atleti, gángsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.

Tenemos el mal de la melancolía,
la sed y la rabia, el ruido y las nueces,
tenemos el agua y, dos veces al día,
el santo milagro del pan y los peces.

Tenemos lolitas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
ramblas en la luna, vírgenes de cera.

Tenemos naufragios soñados en playas
de islotes son nombre ni ley ni rutina,
tenemos heridas, tenemos medallas,
laureles de gloria, coronas de espinas.

Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
ángeles caídos, barquitos de vela,
pobre exquisitos, ricos miserables,
ratoncitos Pérez, dolores de muelas.

Tenemos proyectos que se marchitaron,
crímenes perfectos que no cometimos,
retratos de novias que nos olvidaron,
y un alma en oferta que nunca vendimos.

Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
abuelos que siempre ganaban batallas,
caminos que nunca llevaban a Roma.


Nea