Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain

jueves, 2 de febrero de 2012

Hablemos de Poesía (II): Poema 20


Esta vez, en la segunda entrega de Hablemos de Poesía, les traigo otro poema, también muy famoso, que también entra entre mis favoritos, por supuesto. El poema en cuestión también me lo sé de memoria (y también lo declame frente a los idiotas de mi secundaria que no sabían apreciar poesía).

Poema 20 – Pablo Neruda

PUEDO escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo.

Pablo Neruda

Nea

martes, 31 de enero de 2012

Cazadores de sombras: Ciudad de Ceniza


Sinopsis: Clary Fray desearía que su vida volviera a la normalidad. Si pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más... Pero el mundo subterráneo que acaba de descubrir no está preparado para dejarla ir; en especial ese apuesto y exasperante Jace. Para complicar las cosas, una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás de esas muertes, pero ¿cómo podrá detenerle si Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre?

¿Qué les puedo contar de este libro? Bueno, voy a intentar reseñarlo sin spoilers, cosa poco propia de mí, pero bueno, allá vamos.

Es muy muy muy bueno, aquí ya sabemos de qué va la historia, sin embargo, hay tanto misterio como al principio. Tenemos a un Jace bastante más interesante que al principio. Sigue habiendo diálogos ingeniosos entre Clary y Jace, ahora acompañados de una perpetua tensión amorosa. Y bastante morbo por lo del incesto.

Y dejando de lado a los problemas amorosos de los protagonistas, tenemos a una Inquisidora neurótica que está amargada por alguna inexplicable razón y está empeñada en que Jace es culpable de algo. (Y Jace comportándose como un idiota no hace más que hacer que la Inquisidora siga acusándolo de más y más cosas).

Las cosas dejan de girar entorno a Clary únicamente, y ahora vemos a todos los personajes actuando por su cuenta con sus respectivas historias y problemas, sin embargo, todo es una misma trama.

El libro deja bastantes cuestiones sin resolver… y si quieren resolverlas, ya pueden ir tomando Ciudad de Cristal y leyéndolo.

Nea

domingo, 29 de enero de 2012

Soy, poema


He escrito poemas antes. Sí, pero la mayoría fue en la primaria y las maestras de mi primaria no podían imaginarse el hecho de que un poema no rimara. Hay mucha gente hoy en día que no imagina poemas que no rimen (lo cual muestra lo ignorado de la poesía contemporánea).

Así que hoy escribí esto en unos minutos y he de decir que estoy orgullosa de mi primer intento de escribir poesía.

Soy las letras sobre el papel,
soy los ojos que miran y los labios que hablan,
soy los recuerdos , soy la vida y
la piel que cubre este cuerpo.

Soy los sonidos que salen de la boca,
soy los pasos del pie desnudo sobre el suelo frío
en una tarde de invierno.

Soy el amanecer pintado de atardecer,
la lluvia por la tarde y el agua que empapa
la ropa. Soy el frío invernal, el calor de verano
y las flores de primavera.

Soy la memoria incansable persiguiendo a la
experiencia de la vida. Las manos que sostienen
la pluma que plasma las palabras en el papel.

Soy el verde de la naturaleza y el azul del mar,
el multicolor de las flores y el café de la madera.
El blanco del papel y el amarillo de los árboles en otoño.

Soy los sonidos, y los silencios.
Soy la felicidad y el miedo.
Soy la vida y la muerte,
Lo soy todo y nada.

Soy las sonrisas que reparto,
y los abrazos que doy.
Soy el amor y el odio.

Soy la fotografía en sepia sobre la repisa
y tu último recuerdo. Soy la imagen
guardada en algún rincón y las frases
de amor más bellas que se han dicho.

Soy los besos que dan mis labios
y los “te quiero” dichos.
Soy la historia de amor más bella.

Soy la memoria de este cuerpo,
el alma de este empaque hecho de piel.

Nea