Lo menos interesante
Podemos decir que dejé estancada mi historia de amor. No, no lo hice. No conscientemente, pero es que no quería llegar al presente. Aunque… bueno, aun me faltan unas cinco historias para llegar al presente.
Así que les presentó a… ¡R! –sí, llamemos a le gente por su inicial-
Puedo describirlo en pocas palabras: fumaba, dejó de fumar, era un vago de primera, inteligente pero flojo, quería estudiar actuaría y era bueno con las mates, pero definitivamente, no se aplicaba. Y era feo: imagínense a un tipo flacucho, con cara larga y cabello medio chino medio no sé qué, excesivamente alto para lo flacucho y con cara de baboso. Sí, han acertado, era feísimo.
Pero… tiene un lugar especial.
Duramos exactamente tres semanas y un poquito más tirándole al mes (cuano le dije eso a mi actual novio dijo que había sido mucho, já, pues con el levo más). Lo corté yo. No hubo drama. En dos días asumí que volvía a estar soltera y así me quedé, un año y unos meses más. Pero durante ese año y meses más, pasaron cosas interesantes de las cuales, mi primer novio –R- es lo menos interesante.
Ya verán.
Nea.