Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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lunes, 3 de febrero de 2020

Libros que saqué de la biblioteca

¡Hola! Quizá ustedes no lo sepan pero soy aficionada a usar la Biblioteca (aunque llevo meses sin hacerlo porque las lecturas pendientes de mi casa me atacan y eso que no compro casi libros). Tengo mi credencial de la Biblioteca Vasconselos (si no viven cerca de la ciudad de México y no la conocen, pues Google les cuenta porque es famosa además de por dar pena ajena en esta nueva administración) y durante 2019 estuve sacando muchos libros. Saqué 26 en total. De los cuales uno regresó prácticamente sin leer (perdón Trudi Canavan, me dormiste), otros cuantos fueron relecturas y otros más fueron nuevos descubrimientos, como los de abajo.

Esta entrada la estoy escribiendo porque son libros que dije que quería reseñar y nunca jamás lo hice. Por alguna razón, en la blogósfera posicionar las entradas de reseñas son un golpe de suerte es más difícil y tienen menos visitas y todas esas cosas. A mí no me importa mucho (nótese que el año pasado me dediqué a reseñar lo que quise, igual que toda la vida), pero encuentro que quizá es mejor para quienes las leen que haya varios libros unidos por algo en una entrada y así quizá tengan más probabilidades de encontrar algo que les llame la atención o les guste. No sé. Ustedes me dirán. A veces agrupo por temática, autor, demográfico, origen de los autores. Esta es mi categoría más extraña hasta ahora, porque son simplemente libros que pueden encontrar en la Biblioteca Vasconselos.

Tal vez vuelvan los pájaros, Mariana Osorio Gumá


Sinopsis: Mar vive entre palabras inventadas y travesuras, como cualquier niño, hasta que su vida se fragmenta: su padre desaparece sin razón aparente. Aunque ella no lo sabe, ese día comienza su exilio. La niña se ve obligada a dejar atrás su mundo particular, e inicia un complicado tránsito que empieza en las calles llenas de militares de Santiago y termina en México, un lugar que desconocen ella, su madre y sus hermanos. A la ausencia de su padre se suman el desarraigo, la falta de certeza y una constante asombra de muerte. Mar decide entonces hacer un voto de silencio: no dirá una sola palabra hasta que vuelva a ver a su padre, aunque no sabe si está vivo o muerto y nadie tiene la certeza de que pueda regresar. Tal vez vuelvan los pájaros es una novela narrada con destreza notable, que lleva al lector a un viaje que es a la vez íntimo y colectivo, enternecedor y brutal. 

Esta novela está publicada por Castillo (una editorial que me gusta mucho por su apuesta editorial para los jóvenes) y es una novela autobiográfica (por lo que tengo entendido) que habla sobre el golpe de estado en Chile y la dictadura de Pinochet, además del exilio y la huída. Por otro lado, quiero contarles rápidamente cómo llegó este libro a mí porque es algo que hago a menudo. Resulta que en 2018 fui durante dos ciclos al círculo de lectura de Abril G. Karera (una amiga muy querida y compañera de colectivo en Librosb4tipos) sobre literatura juvenil que se impartía en la Biblioteca Vasconselos y el último ciclo tuvimos autores invitados con quienes podíamos hablar de sus libros y que a parte hablaban de libros que ellos recomendaban que encajaran en esta etiqueta (tan amplía y poco definida) de lo que es la literatura juvenil. Una de estas invitadas fue Martha Riva Palacio (creyeron que iba a decir que la autora, pero no) y habló justamente de este libro (y de Aullido de Gingsberg, por lo cual la quiero mucho). Desde entonces me entró la cosquillita por leerlo.

Y pues qué decirles del libro. Me encantó. Me tocó el corazón de muchas maneras por la sencillez y la sensibilidad con la que trata un tema como la dictadura, sin ser nunca condescendiente con su público (cómo si lo son algunos otros libros sobre estos llamados "temas difíciles"), apelando siempre a la empatía. Me gustó muchísimo. Me reflejo mucho en el padre de Mar y todos sus dichos sobre Marx (es quizá mi personaje favorito a pesar de ser siempre la gran ausencia durante la trama), me gusta mucho cómo la narradora siempre explica todo desde su propia experiencia (por el caracter autobiográfico del libro, no es de extrañar) y me emociona que sea un libro que se acaba en una nota de esperanza. Se los recomiendo mucho.

El año terrible, Tamar Cohen


Sinopsis: Siento que todavía no me regresan a mi hija, suelta mamá con los ojos llenos de lágrimas, su comentario me da la peor hueva, últimamente anda muy melancólica y cada que estamos solas aprovecha para sacar el tema de mi enfermedad, prefiere no hablarlo enfrente de mis hermanos, porque no quiere preocuparlos, es una estupidez: Yoshi es un bebé y Rubén no tiene conciencia, ni masa cerebral. Lo dices como si una banda de extraterrestres me hubiera secuestrado, le digo para bajarle 5 rayitas a la intensidad del momento. Extraño a la Dana de antes, vuelve a insistir. Quiero vomitar, no te hagas la sufrida má. Me levanta el dedo índice. Me olvidaba que no se te puede decir nada, le digo con la mirada clavada en el plato, se que le revienta que no la vea a la cara. Mírame a los ojos Dana, la miro sin parpadear, como hace Rubén cuando la quiere provocar, ¡ay no seas grosera! Me dice con su voz de paréntesis. Mamá se encierra en su cuarto, me quedo haciendo figuras en el plato con el tenedor y la miel, la última es una hacha.

Si han leído mi blog problablemente ya saben lo que pienso de este libro. Salió en los últimos Razzies Literarios aka las peores lecturas del 2019. Es un libro que alguien premió porque seguro le pareció revolucionario, increíble, fantástico, show stopping que un libro para jóvenes tratara sobre la depresión. No es la primera vez que se hace y no será la última. El problema de este libro no es tratar la depresión (es lo único que hace bien, cuando lo hace) sino ser un cúmulo de oraciones llenas de referencias pop a series que no conozco y que no me importan que no tiene trama. No hay un núcleo narrativo (fuera de una protagonista que se niega a que la reduzcan a un diagnóstico psiquiátrico a la la que la misma redacción del libro traiciona y la reduce a sólo eso), no hay un avance en la trama, no hay nada.

Es muy frustrante porque este libro es un ganador del Premio Gran Angular. Chingada madre, ¿por qué le dan premios a cosas de mala calidad, amigos? Está en el mismo lugar que Ojos llenos de sombra y otros libros premiados evidentemente mejores con más núcleo narrativo que este desastre con páginas. No sé que más decir. No tengo palabras. Es más, quiero que esta sea la última vez que hablo de este libro, aprovechando que ya escribí la reseña y no tengo deudas pendientes con él. Gracias a diosito en el que no creo que no lo compré nunca.

Nocturno Belfegor, Antonio Malpica


Sinopsis: Una serie de violentos homicidios azota la Ciudad de México. Además de su atrocidad, los crímenes tienen en común dos cosas: las víctimas se encontraban solas en un lugar dónde nadie podía entrar y su formación como pianistas… Las cenizas de un nocturno atribuido a Franz Liszt conducen a Sergio a descubrir la verdad detrás de esta composición maldita. Ahora debe actuar antes de que sea demasiado tarde. De ello depende mucho más que su propia vida…

Hace muchos muchos años leí un libro que se llama Siete esqueletos decapitados y es la primera parte de cinco de la saga El libro de los héroes de Antonio Malpica. Me gustó mucho. Era muy escalofriante, sus protagonistas me interesaban mucho (especialmente Sergio y Briana, que eran los dos un amor achuchable) y el escenario era la Ciudad de México (de hecho me llamó la atención el día que conocí al estatua de Giordano Bruno). Ahora, corte a esta novela: ya no me gustó tanto. De hecho ni siquiera saqué el siguiente libro de la biblioteca inmediatamente (todavía ni lo leo). Y no es problema del libro, tiene el mismo tono del anterior y no vuelve a usar la misma fórmula, es sólo que siento que no dio el ancho.

La trama es muy interesante pero no me mantuvo pegada al libro ni interesada en ningún momento, es un libro que peca de repetitivo. Le sobren páginas. Con una edición al contenido hubiera mejorado mucho (se los dice alguien que repite todo el tiempo y por eso sufre corrigiendo). Por otro lado rumbo al final creo que tiene un pedazo que queda muy cerca de ser considerado deux-ex-machina para mover la trama (si ya lo leyeron, es el viaje); no lo es, creo, pero se queda cerca. Por lo demás, no es un libro malo, simplemente no es una secuela especial y me retrasó en esto de seguir leyendo la saga.

Luchadoras, Peggy Adam


Sinopsis: Desde 1993, más de 600 mujeres han desaparecido y más de 400 han sido asesinadas en Ciudad Juárez, ciudad mejicana fronteriza con Estados Unidos. Son víctimas de asesinos desconocidos o de la violencia de género. Así, Ciudad Juárez se ha vuelto un triste símbolo del maltrato de las mujeres en el mundo. Hoy en día, la mayoría de estos crímenes sigue sin resolver.

Sobre las muertas de Juárez se ha escrito mucho: artículos donde son sólo un número, papers en journals de investigación, libros, guiones para películas, investigaciones intentando ponerles cara y nombre para que dejen de ser sólo una estadística que reveló algo alarmante en la violencia hacia las mujeres en nuestro país. Esta es sólo una novela gráfica más. No es mala, pero Peggy Adam la escribe como escribe un turista de un lugar que ni conoce. Es, finalmente, una turista de su propio tema. La comparo con Lydiette Carrión (y odio comparar, pero mi cerebro no para de hacerlo), que hablo de los feminicidios del Río de los Remedios en un escenario similar (no igual, porque no es lo mismo Juárez y sus campos algodoneros que el río de los Remedios y Ecatepec en el Estado de México) y hay una diferencia abismal. La empatía de la segunda es infinita. Peggy Adam parece buscar la lástima, el shock, la tristeza. Cae en ese retrato de "así es de cruel la vida" sin detenerse a empatizar tanto. 


Quería que la novela gráfica me gustara porque, en comparación con otros trabajos de extranjeros, es correcta. Es desgarradora, como lo es todo el material del tema, pero la visión desde la que está escrita es muy lejana para mí. Son los ojos de un turista, finalmente (dentro del tema, no el país, a ver si se me entiende la idea). Sí les recomiendo checarlo, pero con énfasis en que no es un trabajo para ponerse a aventar cohetes. A veces lo único que me queda decir es "al menos voltean a ver a Juárez"; así se siente esta novela gráfica.

sábado, 4 de enero de 2020

Razzies Literarios (VI)

Lo de leer libros malos ya es terquedad. En mi caso pasa usualmente por tres cosas: los leo porque tengo algo de trabajo o porque tuve la tragedia de encontrármelos en algún círculo de lectura, los leo por que me imagino que hacerlos pedacitos en el blog va a quedar bien y ya llevo más de la mitad como para abandonarlos y, finalmente, los leo porque son tan malos que me dan risa. Este año tuve más bien pocos de los últimos y muchos de los de en medio. De hecho, en cuanto a libros, creo que este año fue uno de los más mediocres (sí, sí, leí comics y mangas impresionantes, como ya mencioné en la entrada anterior, el Top Ten), pero 2019 fue el año que me costó llenar las mejores lecturas (que todavía no salen) y había más libros con una estrella en mi goodreads de los que me hubiera gustado.
    

Así que, lamentablemente, allá vamos: estos son los libros que no les recomiendo leer en lo más absoluto durante toda su vida. 

Machismo. 8 pasos para quitártelo de encima, Barbijaputa


Este demasiado básico que no creo que llegue nunca a su público objetivo y que, además, está tan bien estructurado como el hilo de tuiter más caótico que hayan visto (o sea, nada). Diría una lástima, pero es que cuando lo leí ya lo esperaba, en serio. Además para ser un libro de ensayo está lleno de falacias (que no necesariamente hablan de cosas falsas o son mentiras, pero sí argumentos mal estructurados que se pueden deshacer en lo que yo tardo en decir falacia). ¿Recuerdan que al principio de este párrafo dije que no creía que este libro llegara nunca a su público objetivo? Es que todavía no sé cuál es. El libro insiste que los hombres, pero nada más en él parece indicar eso y sólo he visto a personas que ya saben de feminismo leyéndolo...  y es demasiado básico para estas andadas. En fin, pésimo, lo destripé en su reseña.


My Heroes Have Always Been Junkies, Ed Brubaker & Sean Phillips

     

Todavía no le escribo reseña ni una entrada sobre él, pero si lo hago (y quiero hacerlo), sepan que se va a llamar: las femmes fatales deben morir. La única resolución que me dejó esta novela gráfica fue la de prohibir que los hombres volvieran a escribir sobre alguna femme fatale por siempre jamás. La historia va sobre dos adictos en rehab que escapan, vuelven al hábito, alguien no dice ser quien es, la prota es una femme fatale cringeworthy, todo tiene un tufo a misoginia asqueroso y no hay más trama. La trama es femme fatale junkie habla de junkies mientras se enamora (o algo) y trata a las adicción como algo muy romántico (que la realidad está muy lejos de eso). Y lo último no me hubiera molestado si no pareciera que los autores lo volvieran algo romántico también. Un horror. Pueden saltársela para siempre.

Enigma asiático, Carolin Phillips

      

Hay un poco de novela escondida en este panfleto a veces racista y todo el tiempo anticomunista. A ver, yo sé que toda la literatura es política y que toda la literatura está escrita desde las ideas de los escritores (sí, incluso los apolíticos), pero es que esto es propaganda mal hecha, además. Además del obvio racismo que se huele en el libro desde la perspectiva de los blancos salvando al mundo y los pobres salvajes aka toda la gente que no es blanca, la crítica al machismo no lo vale (el hecho de que en China las niñas no sean valoradas) porque es todo muy "voy a criticar lo que hace mi vecino mientras yo hago otras cosas misóginas pero fingiendo que soy super woke". Ya en el apartado técnico la novela no me hizo sentir nada y creo que la resolución estuvo demasiado apresurada. En la reseña lo desarrollé más.
     

El año terrible, Tamar Cohen

      

Este es un libro que denominaría: "libro que seguramente maravilló a los editores porque trataba de temas difíciles aka la depresión para adolescentes pero que en realidad no trata de nada". El año terrible es una colección de capítulos inconexos llenos de referencias pop que sinceramente me valen madres donde lo único bien hecho son unos cuantos pasajes que sí tratan la depresión directamente. Fuera de eso, no hay núcleo, los personajes no tienen motivaciones, nada está bien construido narrativamente y nunca entendí como ese libro atinaba a moverse del punto A al punto B. Me frustró demasiado porque ganó el premio Gran Angular. Es de estos libros que digo: si esta pendejada ganó yo por qué chingados no puedo. Así el nivel. Les debo la reseña, ya la voy a traer porque quiero ponerme al corriente.

Valientes e (im)perfectas de Reshma Saujani

    

Que no sorprenda a nadie que yo odie los libros de autoayuda. Mientras los leo y veo los consejos de mierda que suelen dar, no dejo de pensar que el problema es del capitalismo mientras el 90% de estos libros lo que quieren es venderte que el cambio está en uno. Pinche lógica individualista de mierda. "¡El cambio está en una misma, hay que dejar ir la perfección!". Avísale a la sociedad, por favor, ella es la que no se ha enterado. Que le avisen al capitalismo, que nos tiene con la doble carga y, por si fuera poco, nos cuestiona cuando hacemos las cosas mal. La última vez que revisé, la culpa era del sistema, no de quienes estaban intentando cambiarlo sin caer en la retórica de "el cambio está en uno". En fin, el libro está terrible en todo sentido y ya les comentaré más cosas de él cuando haga el recuento de lecturas del Guadalupe Reinas 2019 (porque tuve la desgracia de leerlo para el maratón).