Revisando el otro día libros que había leído y que me habían gustado pero de los que nunca había hablado aquí porque me habían faltado las ganas o el tiempo, me encontré con tres millones de libros. Bueno, esa es una exageración, pero se entiende el asunto. Mi ritmo de lectura es un ritmo muy frenético para el blog, sobre todo considerando que escribir para él no es lo único que hago y que últimamente me lo he estado tomando mucho más en paz que en otros tiempos. En algún momento de mi vida estudiantil era capaz de sentarme un día a la semana, escribir tres entradas y seguir con mi vida. Y así todas las semanas. Me quedaba tiempo para leer, escribir, tener una no tan buena vida social (estudiaba por la tarde, salía a las seis los viernes como muy temprano y todavía iba de una de la tarde a siete los sábados al francés), así que no estaba mal. No me quejo: ese ritmo frenético hizo del archivo del blog algo enorme y ese archivo le permitió tener el tráfico que tiene hoy en día.
Pero muchos libros se quedaron en el tintero aún así y ni con las 700 entradas que se cumplen con esta voy a terminar de hablar de ellos. ¡Pero no se preocupen! Tengo varios proyectos y especiales planeados justo para ir solucionando esto. Lo de hoy son las mujeres cuentistas. Supongo que ya saben que una de mis escritoras favoritas (dentro del realismo, por cierto) es Carson McCullers. Si me preguntan por ella les voy a decir que es la cuentista norteamericana por excelencia. La reseña de El aliento del cielo es una de las más viejas del blog que no me dan pena. Desde entonces otro montón de cuentistas (de géneros diversos) ha pasado por mis manos, así que hoy vamos a hablar de unas pocas de ellas.
Mi vida querida, Alice Munro
Sinopsis: ¿Bastan un beso robado, un salto desde un tren en marcha, la sombra de una mujer que me rodea alrededor de una casa, una borrachera de media tarde o las preguntas arriesgadas de una niña para conformar un mundo que se baste a sí mismo y cuente la vida entera? Si quien escribe es Alice Munro un simple adjetivo sirve para cruzar las fronteras de la anécdota y colocarnos en el lugar donde nacen los sentimientos y las emociones.La gran autora canadiense nos sorprende de nuevo con Mi vida querida , una colección de cuentos donde vemos a hombres y mujeres obligados a traficar con la vida sin más recursos que su humanidad. Comienzos, finales, virajes del destino... y de repente, cuando creíamos queel relato llegaría a su obvia conclusión, Munro nos invita a dar otra vuelta de tuerca que cambia el fluir de los acontecimientos y emociona al lector, mostrando hasta qué punto esa vida cotidiana que tanto nos cansa puede llegar a ser extraordinaria.
Lo que se me quedó después de tantos años de haber leído a Alice Munro, haber dicho "a ver cuándo leo otro libro de ella" y jamás en la vida haber cumplido (es muy difícil cuando en el mundo quieres leerlo todo) es su extrema sensibilidad al hablar de la vida de las mujeres. Siempre tiendo a orbitar en torno a las autoras (especialmente en la ficción) por que narran desde su mitad del mundo y del cielo y no hay mujer igual a otra. Para mí leer de mujeres escritas por otras mujeres no va tanto de buscar identificación sino de conocerlas (aunque lógicamente siempre encontraré alguna con la que me identifico). El caso es que, con Alice Munro, que leí justo después de emborracharme de Carson McCullers me encontré todas mis cosas favoritas de las (énfasis en las) cuentistas de Estados Unidos y Canadá (si a veces hablo de esos países sin tirarles caca, sorpresivo).
La prosa sencilla y al grano, pero nunca estéril. La capacidad de reflejar sentimientos complicadísimos en unas cuantas frases y hacerte entender a qué se refieren, aunque sean cosas que no hayas sentido, que no te reflejen y que no vayas a sentir. Me pasa eso muy seguido eso en los cuentos de Alice Munro. Supongo que tiene sentido que le hayan dado el Nobel (aunque no es que confíe tanto en él porque me ha dado tantos disgustos como alegrías). Bueno, si les gusta leer de la vida doméstica (en general) de las mujeres, este es probablemente su libro.
Ningún lugar semejante, Nadine Gordimer
Sinopsis: Esta selección de relatos realizada por la propia autora, personalidad activa en la lucha antiapartheid, es reflejo vivo de la evolución de las actitudes sociales en África. En su escritura, a la vez fría y apasionada, destaca la precisión del gesto y de la palabra y la maestría con la que desvela las reacciones más íntimas del individuo. Para esta mujer fascinada por el relato breve, éste «...sucede, en el sentido imaginativo del término. Escribirlo es destilar... la gota vivificante —sudor, lágrima, semen, saliva— que hará arder la página».
Lo que más recuerdo de Ningún Lugar Semejante (seguro lo leí el mismo año que a Munro, porque hubo un momento de mi vida en que tuve sincero interés por conocer a los ganadores del Nobel, nada más por saber) es su retrato del apartheid sudafricano. Me tardé mucho más en leerlo y no puedo decir que sea de mis favoritos, pero sí es una lectura que valoro bastante. Entre las cosas que retrata hay algunos cuentos de Nadine Gordimer que remiten a la esperanza y en el retrato tan cabrón de las desigualdades creo que eso es algo que nunca debe perderse.
Además que son cosas que hacen las mujeres. Muchas veces la literatura realista (y no solo esa) suele estar secuestrada por la violencia y la crudeza. Increíblemente (si lo sabe yo, que tengo todo un ensayo sobre retratar a violencia dentro de la literatura de género aka la especulativa) es posible hacer eso y aún así ser sensible y al menos eso sí recuerdo con claridad que Nadine Gordimer lo logra. Ella fue la primera autora (y creo que hasta el momento la única) autora sudafricana que leí. También de las primeras africanas. Desde que la leí he vuelto varias veces al continente porque es algo muy variado y su literatura esconde muchas cosas maravillosas.
Pelea de gallos, María Fernanda Ampuero
Sinopsis: Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye –o destruye– a las personas, aborda los vínculos familiares y sus códigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso... Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas.
De los que salgan en esta entrada, esta es la lectura más reciente. Y la única que hice en el 2020. Ya lo traía recomendado de una amiga y tengo un interés especial por las escritoras latinoamericanas. Si están aquí y no son nuevos, seguro ya conocen mi bias con ellas. Bueno voy a retomar un poquito lo que dije arriba y a retomar el punto en el que hay literatura que vive secuestrada por la violencia (en el sentido que es uno de los únicos retratos que se permiten y que son aplaudidos y que ganan premios), pero además es una violencia muy específica la que se retrata (el narco es un favorito) y es además un retrato bastante... soso. En ese sentido, las aproximaciones de las escritoras a estos temas me llaman la atención porque suelen tener algunas otras cosas y no sólo devastación, porque para eso me siento a ver las noticias mejor.
Pelea de Gallos abre con un cuento llamado Subasta, que me gusta mucho y me impresiona también mucho por la voz que lo narra. Me encanta la burla de su voz cuando descubre que a los hombres machitos que iban a ver las peleas de gallos les daban asco las visceras de los animales, me gusta todo ese trasfondo que tiene ese cuento sobre supervivencia. El otro que me gusta mucho (aunque la mayoría me parecieron buenos) es Pasión y es porque me gustan las reimaginaciones de las cosas mitológicas/religiosas desde otros ojos y otras perspectivas (las de las mujeres), especialmente si además de todo ofenden al status quo. Pasión, si adivinan, sigue a María Magdalena.
Pero bueno, les recomiendo leer a María Fernanda Ampuero, ecuatoriana. Sus cuentos sin duda me dejaron con los pelos de punta, pero también me encantaron.
Estío y otros cuentos, Inés Arredondo
Sinopsis: Antología de cuentos de la escritora sinaloense Inés Arredondo,
verdadera escritora de culto y una de las autoras más interesantes de la
llamada “Generación de medio siglo”, a la que también pertenecen
figuras como Juan García Ponce y Salvador Elizondo. La antología recoge
los mejores cuentos de las tres colecciones de relatos que la autora
publicó en vida. La curaduría y prólogo corren a cargo del también
sinaloense Geney Beltrán Félix, uno de los jóvenes críticos mexicanos
más importantes de los últimos años.
Este lo leí por una recomendación de Ale (canal Sputnik en youtube) hace muchos años. En ese entonces todavía existía una biblioteca digital a la que podías pedirle libros y esas cosas (no como ahora, que ya no). Yo recordé su existencia porque hace poco lo encontré en bookmate y recordé haberlo leído. Cuando lo hice, en un préstamo de biblioteca, me quedé fascinada con la prosa de Inés Arredondo. Escribir cuento es algo que me parece super díficil (en cualquier género) y que no cualquiera logra con facilidad, pero los cuentos de Inés Arredondo me atraparon en un momento.
Ella es una escritora sinaloense (siempre he querido hacer un mapa de qué estados de México ya he leído, algún día será ese día, pero no hoy). Se las recomiendo mucho. Me interesa mucho rescatar a las autoras mexicanas que no son tan recordadas e Inés Arredondo es una de esas que me interesaría ver más mencionada en todos lados con sus cuentos, así que aprovecho para recomendarla por aquí. Sus cuentos abordan mucho a las mujeres, a sus pasiones, a lo doméstico (eso que nos puede parecer tan mundano pero es un universo entero que se transforma bien cañón con el poder de la literatura). Recomendada, por supuesto.
La culpa es de los tlaxcaltecas, Elena Garro
Sinopsis: Los relatos de La culpa es de los tlaxcaltecas, son historias al mismo tiempo inquietantes, aterradoras y bellas en las que la existencia y la inocencia de sus personajes se llenan de grietas por donde se cuela, cegadora, una luz que profana y desvanece la realidad, la verdad fatua de la humanidad. Son seres que se sumergen en un sueño para no regresar nunca a la vigilia. Elena Garro demuestra con esta obra que la lucidez poética es un antídoto contra los dogmas de la razón, que la locura no es otra cosa sino exacerbada conciencia. Su prosa la ubica como escritora única en la escena de la literatura mexicana del siglo XX, como una presencia a veces incomoda que desde su mirada escéptica y transgresora se acerca a una reflexión sobre la vida, donde se percibe, mas que comprensión, sensibilidad metafísica.
La culpa es de los tlaxclatecas lo leí antes de tener Kindle y fue uno de los primeros libros que conseguí digitales (porque además, que yo sepa o tenga conocimiento, cuando yo lo leí estaba descatalogado y la piratería o las librerías de viejo eran la única oportunidad de leer este libro, a saber el panorama de ahora). Elena Garro me cautivó. O sea, cómo chingados no, usando como usa el lenguaje. Elena Garro atrapa mucho y después de leer este libro juré que un día leería Los recuerdos del porvenir (algún día significa que iba a dejar que su día llegara y recién llegó este 2020).
El cuento que le da título al libro, por cierto, es mi favorito. Por sí les carcome la duda y querían saber. No hay duda de que Elena Garro es una de las mejores exponentes de la literatura mexicana en el mundo (y siempre me pregunto qué pudo haber sido si no hubiera tenido a Paz detrás) y se la recomiendo a quien se deje. Especialmente si hablamos de literatura del país (y si sale en el tema el realismo mágico, tengan por seguro que no me voy a callar). Lean a Elena Garro. No la reeditan y es una de las mejores escrituras del mundo (así que no se crean esa tontería de que a los buenos escritores siempre los reeditan). Léanla para que se siga platicando en torno a su obra y siga teniendo otras lectores.
No sweetness here and other stories, Ama Ata Aidoo
Sinopsis: In this short story collection, the award-winning poet and author of Changes and Our Sister Killjoy explores postcolonial life in Ghana with her characteristic honesty, humor, and insight. A house servant wonders what independence means in a country where indoor plumbing is still reserved for bosses. A brother tracks down his runaway sister only to find she has become a prostitute. In the title story, a bitter divorce turns tragic when the couple's only child dies of a snake bite.
(Si alguien necesita la traducción, que me lo comente aquí abajo para ponerla).
Bueno, esta es la lectura de esta entrada que no está traducida. Común. Tengo la gran ventaja de leer en inglés también y entonces conozco autoras que por unas o por otras no están traducidas al español y que publicaron en inglés porque ese es uno de los idiomas que hablan (esto del Imperio Británico en el mundo se nota) o porque están traducidas a ese idioma (cosa rara porque en inglés no se traduce demasiado). Ama Ata Aidoo escribe historias ambientadas en la Ghana poscolonial desde diversos ejes, como ya lo menciona la sinopsis.
Este es un libro que además leí con muchas pausas. Se presta para ello. (Leer no siempre tiene que ser una carrera y por más que yo necesite tener un libro en las manos, hay libros que se van más rápido que otros). Puedes ir con los cuentos uno a uno para disfrutarlos bien. Son todos muy diferentes pero el hilo conductor de la antología es claro (no hay nada que me vuelva más loca que ver una antología con un concepto y no entender dónde está el concepto).
Si quieren leer a alguna autora africana y leen en inglés, no duden echarle el ojo a Ama Ata Aidoo.
Quién no, Claudia Piñeiro
Sinopsis: Este volumen reúne todos los cuentos y textos breves escritos por la autora a lo largo de los años, donde va dando cuenta de los temas que siempre le interesan: los secretos familiares, las cosas no dichas, los silencios, las relaciones de pareja y entre padres e hijos, las dificultades de comunicación en nuestra sociedad, los miedos que se ocultan en todas las personas, y también los miedos que afloran sorpresivamente y nos llevan a situaciones impensadas. Textos que tocan esa zona que todos compartimos, en la cual somos siempre un poco raros para los demás.
Bueno, este es el último. ¡Juro que ya acabé! (Es que esto de tener backlog de reseñas que quieres hacer, aunque sea pequeñas, es la muerte). Claudia Piñeiro es una escritora que me cae bien (como persona, leyéndola tengo opiniones variadas). Creo que su fuerte es siempre cuando me hace reír. Todavía leo Tuya y me carcajeo muy seguido con la estupidez de prácticamente todos sus narradores (muy obvia y muy adrede). Así que, lógicamente, los cuentos que más me gustan de esta recopilación (que es la única de estas que no considero redonda) son, obviamente, los que me dan por el lado de la risa. También me gustan las situaciones raras (el de las dos maletas, que no recuerdo el título, me encanta).
La recomiendo porque me parece una autora argentina importante y creo que sus cuentos son una buena manera de conocerla. Puede que no todos sean mis favoritos, pero sí tiene cuentos que representan muy bien su escritura y si de aquí quieren pasarse a las novelas, pues mejor que mejor. Claudia Piñeiro es una recomendación si les gusta la novela negra: tiene mucho material en ese sentido.
¡Ahora sí! ¡Nos vemos en la próxima entrada! Si leen alguna de las recomendaciones hechas por aquí, pueden comentarlo y contarme qué les pareció. Igual si ya han leído alguna, etc.