Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
Mostrando entradas con la etiqueta Qué leo qué reseño. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Qué leo qué reseño. Mostrar todas las entradas

viernes, 15 de marzo de 2019

La entrada número 600 (y los planes del aniversario número 10)

En octubre cumplo 10 años con el blog. ¿Suena a una eternidad? Es una eternidad. Lo abrí porque cuando tenía trece años quería gritarle cosas a la nube (mejor dicho al vacío del internet) y escribió puras pendejadas (en serio, puras pendejadas, no vayan a ver, se van a asustar de ellas) y nunca se imaginó la clase de público que iba a tener, ni que iba a tener público). Durante mucho tiempo, este blog fue mi bote de basura emocional y también el único modo que yo tenía de decirle al mundo qué estaba leyendo. Casi nadie a mi alrededor leía lo que yo (había lectores, simplemente nuestros gustos se cruzaban cada cinco años luz). Compartir la lectura para mí ha sido una parte fundamental de mi vida y aunque me resisto a decir que este es un blog literario (es mi blog personal, en el que hablo de lo que quiero), la literatura y los libros han sido una parte esencial de él.


Finalmente, no había hecho esta entrada porque no sabía cómo hacerla. Las entradas de festejo suelen ser repetitivas, no exactamente lo más divertidas del mundo y siento que se tratan de mí aplaudiéndome a mí misma (no, esperen, no lo siento: se tratan de mí aplaudiéndome a mí misma, lo cual no tiene nada de malo, sólo es un poco aburrido). Pero resulta que este año cumplo 10 años gritándole a la nada en internet y pensé que eso era algo que debía celebrar de alguna manera. Por supuesto la primera parte va a ser darles gusto y leer algunos de los libros que salieron en el Qué leo, qué reseño, para que conozcan mi opinión sobre ellos. 

Pero habrá más cosas. Más gritos a la nube. 10 años se ven como una cifra perfecta para hacer un balance, para ver hacia atrás y reconocer de dónde vengo y cómo llegué aquí. No borro nada de lo que he dejado aquí porque a estas alturas no me apetece esconder nada. Esto soy, esto fui (que no necesariamente son la misma cosa, porque si de algo se ha tratado que escriba en internet es dejar constancia de mi evolución de pensamiento en vivo y a todo color). Al final, sólo quiero darles las gracias por seguir aquí. Por no irse, por seguir leyendo, por seguir comentando y compartiendo lecturas. Por acompañarme en todas y cada una de las aventuras.

Tengo planes, por supuesto. Voy a contarles de algunos de ellos, en realidad más para obligarme a hacerlos, porque ya dije que los tengo:

1. ¿Conocen mi guía para leer a Alexandra Kollontai? Seguro que sí, hablo mucho de ella. Quiero hacer una sobre Clara Zetkin. Iba a hacerla para el 8 de marzo, pero las cosas pasan y las lecturas se retrasan, entonces seguramente la tengan pronto.

2. Viene abril y abril es el día del niño. Llevo años dándole vueltas a algún especial de Isol o de Oliver Jeffers o de Chris Van Allsburg. No sé finalmente qué salga primero y qué salga después (definitivamente no todos durante abril), pero quizá alguno caiga.

3. Un booktag de hechizos en el que me etiquetaron y que no he hecho (y que sólo va en esta lista porque en algún momento he de hacerlo).

4. Tengo varios planes para hablar sobre cine en India. Es una cultura que me interesa dar a conocer y hablar sobre la India me apasiona (nótese en mi entrada más reciente sobre el país, dónde critico Period End of Sentence). Siento que es como gritarle a la nube, pero eso no me impide hacerlo.

Y pues esto es todo. Este es un respiro entre las reseñas, los análisis y las recopilaciones de lecturas. Yo ya no puedo decir nada más. Sólo gracias por leer.

sábado, 9 de febrero de 2019

La profecía del cuervo (The Raven Boys #1), Maggie Stiefvater | Qué leo, qué reseño

Sinopsis: Cada año, la noche de San Marcos, Blue Sargent acompaña a su madre al camino de los espíritus para ver a los que morirán en los siguientes doce meses. Sin embargo, este año es distinto: Blue, la única de su familia que no tiene facultades adivinatorias, ha visto a uno de estos espíritus, y eso solo puede significar que es su amor verdadero o que lo va a matar. Él se llama Gansey y es el estudiante más rico del colegio privado más elitista de la zona, la Academia Aglionby, cuyo emblema es un cuervo que todos los estudiantes llevan bordado en el jersey. Junto a Adam, un estudiante brillante, celoso del poder económico de sus compañeros; Ronan, un chico con problemas emocionales desde la muerte de su padre, y Noah, el observador taciturno que apenas habla, forman los chicos del cuervo, y están empeñados en descubrir la ubicación de la tumba del último rey galés, Glendower, el Rey Cuervo. Blue sabe que debe mantenerse alejada de ellos, porque los chicos del cuervo siempre traen problemas. Aunque nunca podría imaginarse el siniestro y oscuro mundo que los rodea, donde la magia dejará de ser un juego para convertirse en una amenaza mortal. 

Este fue el último libro del Qué leo, qué reseño de 2017. Me quedaron dos en el tintero, pero como ya dije en la entrada pasada, no me voy a acercar ni con un lanzallamas a ellos, así que voy a dar por cerrado ese evento en 2019 porque se ve que me gusta tomarme mi tiempo. Y bueno, vamos a ver: tengo quejas, como es costumbre. La verdad es que había oído argumentos encontrados sobre este libro y a la mayoría de la comunidad bloggera le había más o menos gustado. Al menos, les había gustado más que Temblor, la saga de la misma escritora. Por eso yo no sé si mis estúpidos estándares son imposibles de alcanzar o simplemente soy una fijada. No, no me encantó. Creo que es una novela que queda a deber en muchas cosas, pero bueno, como dijo Jack, el destripador, vamos por partes.  


1. La edición deja mucho que desear. Y este, lamentablemente, es un problema que me he encontrado muchas veces en SM con cosas que no sean o Laura Gallego (e incluso allí), Gran Angular y Barco de Vapor (las colecciones estrella de la editorial). Tiene caracteres donde no debería tenerlos (un cero por ahí metido es lo más notorio) y cosas que no debería tener para una reimpresión del año pasado (sí, acabo de revisar la página legal). Eso es un problema, pero bueno, no el más grave.


2. El worldbuilding sufre. La historia transcurre en Henrietta, Virginia. Me queda claro que es un pueblo, pero que es un pueblo muy raro. Me da la sensación de que la misma Maggie Stiefvater no tiene ni idea de cómo es su pueblo. Por ahí buscamos donde era y es un lugar donde viven más o menos trescientas personas. El Aglionby, la escuela a donde van los chicos del cuervo, pega mejor como escuela del Upper East Side de Nueva York que allí, pero bueno, no juzgo mucho: es un internado y no es ni de lejos el mayor problema. El worldbuilding sufre porque se contradice de repente, el libro olvida cosas que ya dijo y vuelve sobre sus pasos... muchos problemas. Si fuera coherente dentro de su propia incoherencias de ser un pueblo en medio de la nada con departamentos de lujo y un internado enorme, me lo creería. Me pueden vender cualquier mundo en un libro, sólo pido que el autor lo conozca lo suficiente como para navegarlo y que sus personajes lo navegen.

3. Tiene problemas de coherencia. Personajes que en la página diez tienen un trabajo y en la cuatrocientos ni siquiera los lectores lo recuerdan, personajes que se enteran de cosas que nunca les dijeron y aunque como lectora de repente puedo intuir cuando se enteraron, ni las escenas me lo muestran ni el narrador me lo dice (hay un ejemplo bastante claro que tiene que ver con la muerte de alguien). 


4. Narrador con crisis identitaria. Al principio entendí que este era un narrador omnisciente (más o menos) narra desde el punto de vista del personaje, pero conoce cosas que el personaje no, se da cuenta de cosas de los demás personajes que no debería saber o captar tan rápido el punto de vista desde el cuál está narrando. Así que por eso comprendí que era un narrador omnisciente. ¿El problema? El uso de los puntos suspensivos. No es común con los narradores omniscientes, porque los puntos suspensivos transmiten duda o pausa. Los narradores omniscientes no tienen dudas porque están contando la historia: los de las dudas son los personajes. Así que es un problema cuando los puntos acaban (mal, además) en medio de la narración. Hay una frase que va más o menos así: "[...] con la grabadora encendida y el oído aguzado, a la espera de que... pasase algo". Esos puntos no van. ¿Por qué el narrador no estaría seguro de que Blue está a la espera de que algo ocurra si es omnisciente? Pues ni idea. A veces parece un narrador no confiable (en cualquiera de sus tipos) y, la verdad, para la manera en la que narra la autora y la cantidad de veces que estos errores ocurren en el libro, hubiera sido mucho más interesante el uso de narradores no confiables. Se hubiera aprovechado mucho mejor.

5. Hay mucho relleno, pero faltan muchas cosas. Tengo páginas llenas y llenas de escenas intrascendentes, pero a la vez siento que faltan explicaciones. Lo último lo deduje después de hablar con alguien que no está familiarizada con las líneas ley ni con el realismo mágico ni con el folclore de los nativos americanos o simplemente... de toda América. Ahora explico. Lo primero es obvio: si tienes un pedazo de libro, una escena o una buena parte de ella, por ejemplo, y no contribuye a avanzar la trama, desarrollar o mostrar cosas que el lector debe saber de los personajes (mostrar, énfasis en mostrar) o sigue el núcleo narrativo, tu escena es relleno. Y puede ser bonita, pero es relleno. De ellas, el libro está lleno. Páginas y páginas de información intrascendente, que bien podría ser sustituida con más muestras y ejemplos del realismo mágico que rodea al libro y cosas sobre la línea ley que los personajes buscan. Y sobre esta queja, va la que sigue.


6. Si en el capítulo uno tienes una escopeta en la puerta y en todo el libro no la descolgaste, ¿para qué me lo cuentas? Como es una saga, diré que tiene hasta el final de la saga tiene para usar todas las inutilidades que menciona (porque es lo que hace Rowling: armario evanescente, collar de ópalos, guardapelo, todos son mencionados libros antes de que hagan su entrada triunfal), pero dudo que le alcance el espacio. Hay un exceso de infodump que nunca se usa para nada ni avanza en la trama y eso me frustra. Estoy leyendo misterio, quiero buscar las pistas por todos lados, que estén bien escondidas. Aquí son agujas en medio de un montón de paja, pero están a simple vista... por mucho. Y sobre eso vamos al siguiente punto.

7. Entre el foreshadowing poco sútil y el poco uso del "show, don't tell", adiviné la mitad de los plotwists que no me spoilee. El libro es muy obvio. Lo que no quiere decir que no lo haya disfrutado, porque disfruté leerlo y creo que es un trama con potencial, sólo creo que... bueno, es muy obvio. Maggie Stiefvater no sabe guardarle secretos a sus lectores, al menos no bien. 


8. Adam y Ronan son los mejores personajes porque están más desarrollados. Sé más de ellos que de los propios protagonistas. Y me atraen mucho más, porque creo (y esta es una opinión totalmente biased) que tienen más potencial de trama. Ahora, lo que no es biased es que son los más desarrollados. No siento que conozco a Blue, siento que una hoja de papel es mucho más profunda que ella. Blue es un personaje construido alrededor de la sensatez: es sensata porque siempre le han dicho que matará a su amor verdadero su lo besa. Más que eso, sé algunos datos, pero si tuviera que escribir un fanfiction con ella, acabaría inventándome más de la mitad de las cosas sobre su personalidad (y eso nunca es bueno con los protagonistas, en el caso de Harry Potter, sé cómo usar la personalidad de Harry, de Ron y de Hermione en mi favor en casi todas las circunstancias, con Blue, inventaría con ganas). Gansey tiene motivaciones (eso se lo reconozco, a Blue no se las encontré aún), pero es un persona muy one note. Por otro lado, Whelck me quedó a deber: es potencial desperdiciado porque la autora se olvida de él la mitad del libro; Neeve es potencial desperdiciado también. Ronan y Adam, por el contrario, se llevan el libro. Voy a seguir leyendo la saga porque me gustaron mucho.

9. La premisa tiene potencial. ¿Líneas ley? Se ha escrito mucho de ellas. Es un tópico que da para muchas cosas. ¿Realismo mágico? ¿Pueblos en los que nunca pasa nada, pero pasa todo? Yo compro. El problema es que la premisa no lo es todo: tienes que acompañarla de un worldbuilding sólido, personajes construidos que se desarrollen a lo largo del libro (sólo Adam y Ronan aquí cumplen eso) y una redacción buena. Porque, como nota, la redacción es mala y adivino que la traducción también (porque hay errores de los que sólo puede culpar al traductor). 

10. ¿Seguiré leyendo? Claro que sí. Soy terca. Y esto tiene potencial. Y quiero mucho a Adam y a Ronan.

jueves, 7 de febrero de 2019

Qué leo, qué reseño | 2019 edition

¡El evento del año que absolutamente nadie pidió! Y que yo hago a la menor provocación. Bueno, lo estoy proponiendo porque ya acabé la edición que hice en 2017 (con la reseña que saldrá el sábado, el primer libro de The Raven Boys)... bueno, sinceramente, me faltaron dos libros (uno de Marie Lu y otro de sabrá dios quien, pero se veía con una portada que prometía material nivel Federico Moccia), pero no planeo tocarlos ni con la punta de un lanzallamas en este momento, entonces, pues vamos otra vez a empezar.


¿Por qué lo estoy haciendo? No sé, me acordé de lo divertido que es (ustedes creen que sufro leyendo lo que me ponen a leer, pero generalmente me divierto mucho y lleno los libros de notas). Además, este año el blog cumple diez añotes y este es el evento para agradecerle a los lectores por seguir aquí: les daré el poder de decidir mis lecturas (algunas, no se crean que no sé a qué me enfrento). Bueno, vamos con las bases:

1. Vale proponer cualquier libro de narrativa de cualquier género. Sólo narrativa.
 
2. No es necesario ser seguidor del blog, ni poner un banner, ni hacer publicidad, ni donar parte de su patrimonio a la dueña de este blog, ni enlazar, ni... Pero si alguien quiere publicitarlo, adelante. Cuanto más seamos, más nos podemos reír. Y más me pueden hacer sufrir a mí.
3. No hay premio; solo la satisfacción de sentirse como un dios con un poder muy pequeñito y leer mis reseñas al finalizar.
  
4. Plazo desde hoy hasta el 28 de febrero 2018 para proponer cosas y votar por ellas. Las reseñas saldrán, idealmente, de a una por mes de aquí al aniversario del blog, que es en octubre. Cada propuesta es un voto.
  
5. Si saben contar meses, saben que sólo leeré (máximo) ocho libros. Podrían ser menos. Los más votados o los que salgan en el sorteo random en caso de que haya empate.
  
6. No valen ni segundas ni terceras ni cuartas partes ni nada que no sea la primera parte de nada (si no he seguido una saga, tengo razones). En caso de sagas entrelazadas entre sí (como la bendita Cassandra Clare), se valen las primeras partes de cada una. Tampoco valen libros que ya he leído, que los pueden consultar en mi perfil de Goodreads (de todos modos, si no quieren consultar propogan lo que quieran y si ya he leído algo, simplemente se descartará).
  
7. Cómo los conozco, hay autores vetados: no voy a leer a E. L. James ni a Blue Jeans ni a Jamie McGuire ni a Blair Holden y mucho menos a Federico Moccia (y ni vale mencionarlo, pero voy a quemar todo libro de Carlos Cuauhtémoc Sánchez). ¿Quieren verme sufrir? Sean originales. ¿No quieren verme sufrir? GRACIAS.

 
8. En caso de que algún libro me sea completamente horrible, me voy a sacar mi derecho a no acabarlo. Eviten libros aburridos. Los libros malos podrán ser malos, mientras no aburran. En mi vida he dejado sin acabar tres o cuatro libros, así que ya saben.
  
9. Si hay empate, random.org decide que voy a leer.
  
10. Las propuestas se dejan en forma de comentario aquí abajo. NO MAILS. Si me mandan mail igual acaba con telarañas antes de que yo lo note. En caso de tener algún problema, contáctenme por Twitter (basta una simple mención).
  
11. No vale el contra voto.
  
12. Se fomentará la discusión entres los participantes. Aún no se como, pero se fomentará la discusión. Al menos, se fomentará que vean mi sufrimiento live en Twitter.
  
13. No existe el límite de propuestas. Por mí como si quieren proponer cien libros, igual no los voy a leer todos.
  
14. Ya no sé me ocurre nada más.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Los sueños se cumplen, Rachel Galsan | Qué leo, qué reseño

Sinopsis: Divertidísima, conmovedora y muy muy romántica, esta historia de amor y superación es la lectura definitiva para los fans de YouTube. ¡Con más de tres millones y medio de visitas en la plataforma de autoedición en la que se publicó inicialmente!
¿Y si un día conoces a tu ídolo?
¿Y si es tan divertido y adorable como habías imaginado?
Y si entonces él... ¿se enamora de ti?
Al fin y al cabo, los sueños se cumplen... ¿no?
Sénder es una chica que ha sufrido mucho. Pero cuando su familia se muda a Madrid, donde ella empezará la universidad, su vida da un giro radical.
Va decidida a mejorar su imagen, rodearse de amigos y cumplir su sueño de ser diseñadora, pero no cuenta con que su vecino de escalera sea el youtuber en español más famoso del mundo. Tiene millones de seguidores, ha escrito varios libros, ¡y hasta sale en anuncios en la tele!
Es su ídolo y quiere ser su amigo... ¿o quizás algo más?

Estoy haciendo esta reseña para quitarmela de encima, pero no crean que tengo tanto que decir sobre este libro. Me voy a limitar a mirar mal a la editorial (ni me acuerdo cuál era) por publicar este desperdicio de hojas tan mal escrito en el que mis lectores me hicieron perder un día y medio gracias al Qué leo, qué reseño. A partir de hoy me voy a dedicar a ignorar todos los libros que digan Fenómeno Wattpad en el título. Es más, si vuelvo a hacer un Qué leo, qué reseño, los voy a prohibir, así mis lectores buscan cosas más originales para torturarme. Y no porque lo que se publique en wattpad sea malo (por ejemplo, busquen todo lo que Sofía Olguin ha publicado en wattpad, eso sí que merece ser publicado). En fin, ¿qué puedo decir de este libro? ¡¿Qué?!


Voy a hacer esta reseña con modo de lista de cosas terribles sobre este libro, porque es que no hay otra manera de hacer una reseña de este libro. Así que como dijo Jack el Destripador, vamos por partes:

1. El libro está mal escrito. Punto. Está mal redactado. La mitad de las oraciones están mal estructuradas, párrafos enteros carecen de sentido, la puntuación está a usada pesimamente. Los tiempos verbales cambian más que yo cambio de calzones. Si tuviera a la escritora enfrente le recomendaría cómo mejorar su redacción, hay miles de ejercicios que se pueden hacer en estos casos. Por ejemplo, leer en voz alta y con mucha entonación para notar los errores en la puntuación y cómo suena lo que estamos escribiendo. Conseguir un lector que nos dé una primera opinión (alguien, por ejemplo sepa de redacción, aunque sea lo básicos). Dejar reposar el texto y al leerlo la siguiente vez, cortar todo lo que esté sobreadjetivado, reducir el received text lo más que se pueda (abajo les pongo la definición de received text), reducir todos los adverbios que no le sirvan de nada al lector. Todos son cosas más o menos sencillas y que se van mejorando con la práctica. Pero a quien si de verdad voy a mirar mal, con ganas de aplaudirle con una silla en la cara es a la editorial. ¡¿CÓMO SE LES OCURRE?! ¿Quién corrigió esto? O más bien. ¿Quién no corrigió esto? Parece que le dieron al Ctrl+C y al Ctrl+V y se fueron a dormir. ¡¿Cómo se les ocurre?! Entre otras cosas porque están lanzando a una joven cuyo sueño es publicar al vacío, la están lanzando sin paracaídas, se aprovechan de la fama que ya tiene en wattpad, pero ni siquiera corrigen lo que escribió. ¡¿CÓMO?!



2. ¿Podemos pensar un poquito sobre lo que implica escribir tu fantasía de alguien de carne y hueso? Siempre se me ha hecho raro, pero bueno. No es nada que yo no haya hecho, con la única diferencia de que lo mío nunca tocó internet. Está la cosa de que leer algo que está inspirado en una persona a la que admiras (o que es tu ídolo, whatever that means para las adolescentes de hoy, porque yo ando atrasada) es sólo proyectar una visión incompleta de alguien para que calce a la perfección con tus fantasías. Claro que la gente en vez de analizar esa clase de fénomenos prefiere hacer a las chicas avergonzarse de esa clase de gustos o de cosas (porque ustedes no se equivoquen, no importa cuantas veces un hombre sueñe y escriba sobre sus fantasías con Emma Watson o con Scarlett Johansson, nadie los anda exhibiendo por ahí como se exhiben y se cuestionan los gustos de las mujeres). No sé, es un fenómeno que me causa curiosidad. ¿Es incómodo para las personas retratadas? ¿Qué implica? ¿Por qué las chicas lo hacen? ¿Por qué se les critica desde los mismos medios que las empujan a buscar ídolos? Muchas veces nuestras fantasías son pura masturbación mental, y la masturbación mental no está mal per se, pero ¿qué significa llevarla al plano de lo público y volverlo un fenómeno mediático?


4. Es un fanfic de elRubius. O elLimonesOMG, como se llama en el libro pa' disimular. Nada que comentar ahí, sólo que como el tipo me cae re mal, pues cada escena que me imaginaba que hablaba con su voz rara y meh, además de todos los errores del libro, tenían que sumarle que la voz del tipo para mí es matapasiones a más no poder.

5. ¡El amor romántico ataca de nuevo! La cosa acaba bastante bien en el libro desde ese frente, pero igual me imagino que la razón por la que yo estoy diciendo las palabras "bastante bien" es la razón por la que miles de chicas dijeron "¡NOOOO!". ¿Les importan los spoilers? Porque aquí les van. La protagonista (se me olvidó su nombre de lo irrelevante que era cualquier cosa en ese libro) acaba separada de su amor porque pone en primer lugar sus estudios y se muda. Lo importante no es eso (lance el mensaje que lance probablemente sólo es/era una estrategia para sacarle una parte dos al libro y hacer la historia de nunca acabar), sino toda la narrativa sobre el amor, las relaciones, los celos (las escenas de celos son especialmente frecuentes en este libro y cada una es más ridícula que la otra, lo cual me recuerda que los celos son una ridiculez, pero que aun así vivimos reforzándolos, reforzando su narrativa). Los celos son una manera de someter a las mujeres haciéndolas inseguras y con la creencia de que tienen que competir entre ellas y mantiene a los hombres en la creencia de que, bueno, las mujeres son posesiones suyas. Todo el libro se revuelve en un montón de esos clichés románticos gastados y sin nada nuevo que ofrecer más que un montón de historias poco originales y muy gastadas, sin nada novedoso que agregarle.

Bueno, ya sabemos que deja dinero.
Me imagino que las editoriales los ven así.
6. No lo lean. No lo hagan. Háganse el favor.

Listo, acabé.


lunes, 21 de agosto de 2017

Canciones para Paula, Blue Jeans | Qué leo, qué reseño

Sinopsis: Paula es una adolescente de casi 17 años que encuentra el amor por primera vez en Internet. Después de estar dos meses hablando con Ángel, un joven periodista que trabaja en una revista de música, decide quedar con él y comprobar si lo que siente a través de la pantalla también lo experimenta en el cara a cara. Pero el chico llega tarde y, mientras espera, Paula conoce a Álex, un aspirante a escritor con una sonrisa maravillosa. A partir de ese momento comienza una historia de amores y desamores, de la que serán testigo "la Sugus", el grupo de amigas de Paula. Una chicas desenfadadas, alegres y, a veces, difíciles de tragar (como los caramelos Sugus), que ayudarán a la protagonista a tomar decisiones importantes en aquellos días de marzo en un lugar de la ciudad.

Un día, por una razón totalmente desconocida para mí decidí hacer una actividad bloguera llamada Qué leo, qué reseño y para prevenir que me recomendaran truños mayúsculos, prohibí a E. L. James. La cosa funcionó más o menos hasta que un alma descubrió que yo no había leído Canciones para Paula, el equivalente a un fenómeno wattpad, pero del tuenti, una red social española que, sinceramente, nunca usé. Obviamente no compré el libro (si no compro libros que me gustan porque no tengo dinero, ¿ustedes creen que voy a comprar esto?) y descargué el que había en epublibre.org. Que no es la edición especial con agregados de casi 800 páginas, porque si hubiera tenido que leer 800 páginas de esto me hubiera planteado seriamente tirar el kindle por la ventana. No, sólo leí 600 tortuosas páginas de... lo que sea que sea esta historia.

Así que vamos por partes, como dijo Jack el Destripador. Voy por la motosierra, porque este libro es una suma de despropósitos mayúsculos.


Yo tenía mejor redacción a los diez años (y era pésima)


El problema con la redacción puedo achacárselo a Blue Jeans, pero tengo más ganas de romperle una maceta en la cabeza al editor y al que aceptó que eso se publicara sin darle una severa revisada. Claro que yo soy pacífica y no voy a hacer nada de eso. Pero a ver, ¿cuáles son los problemas de la redacción de este bonche de páginas que no tiene la culpa de nada, si a él sólo le imprimieron la novela encima? Un montón. Vamos uno por uno.

1. El received text es descarado. Pero como igual aquí no están acostumbrados a esa jerga, dejen les explico rápidamente que es el received text. Bueno, voy a ir al glosario de Las Malas Hierbas porque ellas lo explican mejor que yo, la verdad:
Son expresiones (en su mayoría de origen metafórico) que, de tanto usarse, han perdido toda profundidad y capacidad de evocación, lo que las hace poco útiles a nivel literario, porque carecen de intención comunicativa.
Tomemos un ejemplo: una luna redonda como un queso. Tú lees esa frase y ya no te dice nada: te daría exactamente lo mismo decir "una luna grande" (a secas), porque la metáfora empleada ya está muy gastada y el lector la pasa por encima sin que ello le genere ninguna reacción en concreto. Estás utilizando una expresión que aspira a ser poética y evocadora, pero que se queda en gastada y mundana. Para eso, mejor no uses nada.
Vale, que si quieres usar una expresión metafórica sobre la luna llena, decir que la luna estaba llena como un queso no es exactamente tu mejor recurso. A nadie le importa, no es original y tiene el mismo efecto que decir, la luna llena a secas. Lo mismo para las miradas que matan como puñales, los ojos azules como el mar azul y todas esas metáforas que usaron cuando les mandaron escribir poemas en primaria.

En general soy bastante tolerante con el received text porque es de las cosas que más me pasan al escribir y que, sinceramente, no le aportan nada a nadie. Pero si tuviera que subrayar cada expresión que es received text en este libro, tendría que subrayarlo todo. El autor parece querer ser poético sólo porque sí, para demostrar que puede, que sabe escribir, pero el resultado es sólo mediocre: muy gastado y muy mundano.


2. La redacción además es explicativa hasta morir. ¿Les he hablado de "muestra, no cuentes"? O sea, de "show, don't tell". Si no lo he hecho aún, vayan a preguntarle a cada persona a la que le he comentado en fanfiction cual es la cosa que más odian leer cuando yo dejo un comentario. ¡Porque lo repito como cacatúa! Bueno, la cosa es que en vez de explicarle y decirme que un personaje es, por ejemplo, muy soberbio, lo mejor sería que me mostraran por qué es soberbio en alguna escena. O en vez de decirme que el matrimonio de alguien es muy estable como si nada viniera a cuento, me lo muestren entre líneas.

Es mejor, deja a los lectores la tarea de interpretar las cosas y no los trata como estúpidos. Este libro, Canciones para Paula, es de los que, lamentablemente, cree que sus lectores son estúpidos y por eso les tiene que explicar todo, mil veces, además. No nos basta una explicación de por qué un chico está enamorado de Paula, no, necesitamos, en 600 páginas, al menos unas 100 explicaciones del amor del chico por Paula, no vaya a ser que se nos olvide. Y así todo el libro, con todas las cosas que pasan. Sobran más de 100 páginas de explicaciones inútiles.


3. Básicamente no editaron nada del libro porque era un éxito asegurado y así fue la cosa. Queridos editores: por favor, dejen de publicar cosas tan terribles. Si ya saben que va a ser un éxito asegurado al menos consigan correctores de estilo, que el autor corrija algo, mándenlo a un taller de escritura, qué se yo, ¡¡pero hagan algo!! No estén esperando que el dinero les caiga del cielo con su éxito asegurado. Evidentemente, el libro tiene dudosa la puntación y confusión de tiempos verbales, entre otras cosas preciosas que debieron de haber sido corregidas.

Una hoja de papel tiene más profundidad que los personajes


Profundidad de los personajes: cero redondito. Parece que nadie se molestó realmente en construirlos más allá de un par de detalles obvios y clichés como nada. Tiene nombres, algunas aficiones, algo a lo que se dedican y ya. Son todos una masa que se mueve y piensa igual. El punto de vista desde el que vemos la historia va cambiado cada media página de un personaje a otro, pero la voz narrativa no. Es igual de aburrida siempre y no sabemos de qué personaje se trata porque todos piensan igual. Es aburridísimo. No me acuerdo de la mitad de los nombres de la mitad y acabé el libro hace días, imagínense.


Paula es la protagonista, 16 años, se cree muy madura para su edad, le miente a sus padres de un modo patológico y es, en pocas palabras, medio mensa. Sale con un hombre de 22 años al que planea entregarle su virginidad (en serio, sus divagaciones mentales respecto a la primera vez son tantas que se me quedó grabado), lo cual no sé como al autor no se le ocurrió averiguar si era considerado estupro o no, tiene amigas que son una copia de ella, hicieron ctrl+c, ctrl+v cuatro veces. Las amigas son unas pesadas y lo único bueno que puedo reconocerles es que son buenas amigas, no hay ninguna estupidez de que las amistades femininas son todas tóxicas y llenas de celos. Pero bueno, Paula. La narración insiste en decirte que es muy madura y si tienes algo de sentido común, más edad que ella y has oído suficientes historias de terror sobre adolescentes saliendo con hombres mayores, lo único que quieres es gritarle que deje de molestar, se coma sus verduras y se vaya a dormir temprano.

Los galanes... no son uno... ¡no son dos!... ¡SON TRES! Porque los triángulos amorosos ya estaban muy vistos, había que hacer una especie de cuadrado raro donde tres chicos (dos guapos que quitan al aliento y otro que "no está mal" según palabras de Paula) se pelearan por una misma chica. Urge legislar que ya no escriban esas tonterías, pero bueno. Hablando de los galanes. Uno es el cerebro de la clase y bueno, cumple el cliché perfectamente. Los otros son una copia el uno del otro y muy difíciles de distinguir: 22 años, los dos escriben, uno para una revista y otro una novela, uno escribe de música y el otro toca el saxofón. ¡Uno se llama Ángel y el otro se llama Alex! Son parecidos a morir aunque no se conocen. Copiaron y pegaron. Y así como son de parecidos, así son de nada interesantes.

Así los intereses amorosos
Además está Irene, la hermana de Alex, una stalker de cuidado. Su única función es la de ser la antagonista de la novela y es una antagonista mediocre, medio mensa, mal construida y en necesidad de ir a terapia urgentemente a solucionar la obsesión que tiene con cierto personaje del libro. Los otros medio antagonistas, y ni tanto, son los papás de Paula. Son papás medio incapaces de darle "la charla" a su hija, pero en realidad la mitad de lo que dicen son sabias palabras de la razón y todos deberían hacerles caso. Digo la mitad, porque el libro está tan mal redactado, que la otra mitad son cosas que ni sentido tienen.

¡Y está la cantante Katia! Que es como antagonista, triángulo amoroso, algo. La verdad no lo sé. Es muy joven y es una calca de todas las demás adolescentes del libro, además de que es una imprudente y me da tristeza porque se nota de lejos que la fama la está arruinando, pero como esos temas interesantes de conflictos humanos nunca jamás se tocan en el libro, pues Katia no es más que un cliché patón que anda dejando sus huellas por todo el libro. 

¿En serio este es el romance que le gusta a los niños de hoy?


Pregunta seria. A ver, toda la palabrería del libro sobre lo especial de la primera vez, sobre el amor, sobre las relaciones, sobre soy tuyo y eres mía y sobre los celos y sobre... Vale, todo, es una caca que conduce a las relaciones tóxicas y que deberíamos pensar mejor para retratar. Los personajes pasan capítulos enteros mirando sus celulares o sus pantallas del messenger preguntándose por qué la otra persona no les habla o no está conectada. Capítulos enteros perdidos en eso. ¡Capítulos! Páginas y páginas de analizar y re analizar una llamada perdida tras otra llamada perdida.

Yo leyendo cada que pasaban capítulos analizando su historial de llamadas
Me mata, en serio. Me mata. Por las páginas que se perdieron y porque me doy cuenta de que en el imaginario actual de la literatura juvenil de este tipo, las relaciones amorosas no son más que un cliché tras otro, no hay nada original, no hay otro punto de vista. El amor romántico, con todos sus problemas nos envuelve y nos asfixia. Los celos siempre se presentan como conflicto en estas novelas y, aunque casi siempre resultan en nada, no se nos ocurre otra manera de hablar de los celos y de las inseguridades que no sea a través de triángulos amorosos que no se cree ni mi abuela (que descansa en su tumba y no tiene que leer esto), por alguna razón confundimos amor con obsesión (Alex escribe una novela en la que un escritor de veintitantos se obsesiona con una joven de 14 y es, aparentemente, una novela romántica, no una historia de terror, como yo pensé que debía ser). El punto de vista no cambia, a nadie se le ocurre contradecir el ideal del amor romántico de que el amor lo es todo y todo lo puede para decir: "¿y qué tal si no?" Y sobre esa premisa, contar otra historia, hablar del amor de otra manera.

Pero no, hay que irnos a lo nada original y que está tan gastado que no se lo cree ni mi perro. En fin. Me da flojera seguir hablando de las relaciones del libro, me aburren. Son sosas, no tienen conflictos reales, no hay crecimiento en los personajes porque no hay conflicto real nunca.


El mito de la virginidad (y por qué seguimos explotándolo)


No me atrevería a decir que la primera vez de Paula es el núcleo del libro, porque es libro carece de todo núcleo, pero sí es una parte importante de la narración. Y la cosa es que la virginidad son los padres. Es una mentira. No existe. Es una idea que se usa para reforzar la idea de que las mujeres son puras y virtuosas antes del matrimonio y que entregarle tu virginidad a alguien (que no existe, son los padres, no lo olviden) es algo tremendamente especial. Voy a hablar aquí de dos mujeres que han escrito sobre el tema, ambas árabes, para explicar mi punto.


Ayaan Hirsi Ali, nacida en Somalia en el seno de una familia musulmana y un país en pleno fundamentalismo islámico, se refiere en The Caged Virgin (un libro de ensayos sobre la emancipación de la mujer musulamana, especialmente la que creció en las condición que creció Ayaan Hirsi Ali, en una familia completamente represiva) como la virtud más valorada de una mujer en su cultura es precisamente la virignidad. Es su honor, dice, pero no es sólo el de ella, sino que es el honor de toda su familia y de los hombres con los que se relacione. Su honor se refleja en una sábana manchada de sangre en su noche de bodas, para probar que llegó virgen al matrimonio. Por eso, dice, la virgen vive encerrada, como si estuviera enjaulada, porque en ella se cree que carga su honor, su virtud, y también el honor de quien se acueste con ella. 

Obviamente todo ese asunto está ejemplificado con la sociedad que Ayaan conoce y la cultura, pero la virginidad, en el mundo occidental y oriental sigue significando más o menos lo mismo. Quizá aquí no haya sábanas manchadas de sangre la noche de bodas y quizá la mayoría de las personas no se escandalicen por la idea de las relaciones fuera o antes del matrimonio, pero el mito de la primera vez sigue allí, en el subtexto de un montón de cosas que vemos y leemos. La idea de que la primera vez tiene que ser especial, que te cambia, que esto y lo de más allá.

Nawal el-Sadaawi, feminista egipcia, también musulmana, rescata más o menos lo mismo sobre el misticismo de las primeras veces y la virginidad en un libro que publicó en los setentas que se llama La cara desnuda de la mujer árabe. (Si preguntan, estoy segura de que estos temas me los encuentro más seguido en este tipo de libros por la importancia que tiene el honor y el himen por allá). Obviamente la cosa no es igual en el mundo occidental, la opresión es diferente, menor, más sútil, pero lo que no cambia es el mito

¿Para qué tanta palabrería? Para decirles que me aburre que los libros del estilo de Canciones para Paula se revuelvan alrededor de lo especial de la primera vez, del mito. Creo que debemos poder hablar de la sexualidad mejor en la cultura pop, sin necesidad de tanta tontería. Creo que debemos hacerlo más natural, alejándonos del mito y el tabú, porque eso no le funciona a nadie en lo absoluto.  

Veredicto sobre este libro


No lo lean. Yo lo hubiera lanzado de un quinto piso. Además de frustrante por todo lo mencionado arriba: redacción terrible, personajes planos, historia cliché del cliché del amor romántico y núcleo inexistente, es terriblemente aburrido. Y a menos de que de veras les apasione leer cosas como estas, yo les recomendaría mantenerse sanamente alejados. Yo ya lo leí porque votaron por él, pero Dios me salve de leer más. Veredicto:


domingo, 25 de junio de 2017

Hush Hush, Becca Fitzpatrick | Qué leo, qué reseño

Sinopsis: Nora Grey, una alumna aplicada en busca de una beca para la universidad, vive con su madre viuda en una granja a las afueras de Pórtland, Maine. Cuando Patch se convierte en su nuevo compañero de instituto, Nora siente a la vez atracción y repulsión hacia este extraño personaje que parece tener acceso a sus pensamientos. Luego se entera de que Patch es un ángel caído que quiere convertirse en humano. Nora está bajo su control, pero hay también otras fuerzas en juego y de repente se encuentra viviendo hechos inexplicables y en medio de una situación muy peligrosa.

Les traigo el primer libro que salió para el que leo, que reseño, el más votado, el que alguien descubrió que yo no había leído y todos decidieron votar para que me torturara. Bueno, me mintieron: no es el peor libro que he leído todavía en la vida y Patch no es el peor protagonista masculino que me ha tocado (¡Hola, Hardin!, ‘¿cómo te va?). Pero bueno, de todos modos Hush Hush es un libro terrible, así que lo vamos a destripar, como dijo Jack el Destripador, así que, ¿por dónde empezamos? (Advertencia: hay spoilers).


Creo que por el principio: la redacción de Becca Fitzpatrick. Es tan mala como anodina, irrelevante, poor prose, sobreadjetiva cosas, pone adjetivos rarísimos al lado de sustantivos que no les quedan, hace comparaciones terribles y que se huelen desde mil kilómetros antes y yo todavía no puedo superar como describe los ojos. Quiero que por favor se sienten y piensen en la expresión «fríos ojos». Soy capaz de imaginarme una mirada fría, de esas de asesinato que te dirigen cuando hiciste algo más o te odian y parece que el ambiente alrededor se congela, pero, ¿unos ojos fríos? Me estoy preguntando como se comprueba eso o si se los metieron en hielo. Por favor, si van a dedicarse a escribir, piensen qué están escribiendo y si quieren verse poéticos por qué sí o si lo ponen porque han leído esa expresión mil veces o si tienen demasiada pereza para inventarse otra manera de describir a los ojos y las miradas. («Mirada fría» es aceptable, sólo que tengo que reconocer que una frase que diga esas dos palabras como descripción no me hará detenerme, ni para bien, ni para mal). Creo que no tengo nada más que decir de Becca Fitzpatrick ni de quien tradujo el libro (porque creo que hay que compartir un poco las culpas, si traduces todo casi literalmente es normal que la traducción quede con adjetivos raros).


Ahora vamos al asunto que más les importa, a ustedes y a mí. Porque que Hush Hush esté mal escrito no es nada nuevo, eso ya lo dijeron mil y una reseñas antes de mí (creo porque sólo leí una hace seis años en un blog que se llamaba El cementerio de los libros olvidados y cuya muerte fue una gran pérdida a la blogósfera). Entonces vamos a analizar este libro con perspectiva de género. Oh, sí, ya llegó el feminismo a su blog preferido. Hush Hush es un hijo del fenómeno Crepúsculo, hay muchas similitudes tan calcadas que es imposible negarlo. A su modo, Crepúsculo es hijo de otro fenómeno mucho más viejo que ya lleva años y décadas y quizá siglos en nuestras vidas. Crepúsculo, y Hush Hush y todos esos libros que critico de protagonistas malotes (After, Besos entre líneas, Medianoche) son hijos del fenónemo del chico malo de la moto y la chamarra de piel que enamora a la chica buena porque ella saca lo mejor de él.

El chico malo lleva mucho en nuestras vidas. Nos encanta. ¿Saben que mi personaje favorito de Memorias de Idhún es Kirtash y que empezó a gustarme por el aura de malote? (Luego ya me gustó porque me gustaba su visión del amor, hoy diría que era poliamoroso y básicamente era el único con cerebro del trío protagonista). El chico malo de la moto es Danny de Vaselina enamorando a Sandy. El chico malo de la moto es Elvis Presley bailando «inmoralmente» para los adultos de la época. El chico malo de la moto es Marlon Brando y James Franco enamorando a las chicas. El chico malo de la moto es Edward Cullen el vampiro de más de cien años guapo y misterioso. En algún momento, ese chico se convirtió en Edward y luego Edward se convirtió en Patch para apoyar una narrativa que nos encanta que es el chico malo con la niña buena vivieron felices para siempre.

La narrativa del chico malo es una masturbación mental, la creencia de que son buenos en el fondo y de que una buena chica de corazón puro puede salvarlos es pura fantasía. Apoya al patriarcado y a la heteronorma. Es una historia a la medida de esas dos cosas. Nos la pusieron para que nos enamoráramos de ella y lo hicimos. Y cuando lo hicimos, nos dijeron «pendejas, estúpidas» y nos dijeron que nos merecíamos a los chicos malos de la vida real. Sólo que hay un problema, el chico malo de la moto y la chamarra de cuero en realidad puede ser cualquiera. Puede ser tu hermano, tu amigo, tu papá, el güey que te acosa, el de la playera polo, el «buena familia», el de los lentes estudioso, tu novio, el novio de tu mejor amiga, el pandillero de la esquina, el güey al que sus papás le compraron el Mercedes por su cumpleaños dieciocho, el pendejo que sale con tu vecina, el que vende discos en la esquina, tu profesor, el director de una empresa, el mejor promedio de la generación, un genio en la física, el güey que trabaja en un banco, el jardinero, el que lleva al super a sus hijos, tu abuelo, tu tío, el chico becado de la escuela. ¿Se entiende? Cualquiera. En la realidad el chico malo de la moto es malo de verdad. Pega, abusa, mata. En la realidad, las mujeres que se enamoran de ellos a veces acaban en una zanja abandonada.

El chico malo de la moto y la camiseta negra y la chamarra de cuero y la mirada misteriosa se queda en la ficción, en la narrativa, ahí está, lo hicieron para que nos enamoráramos y nos bombardearon con él. Nos enamoramos. Y luego nos dijeron «pendejas». Patch es ese chico.


No me gusta, pero no lo odio. Me produce irritación y ganas de destrozarle la masculinidad, de reírme en su cara. Me dijeron que era un machista de primera y lo que me encontré fue a un ángel caído con crisis existencial y pasado turbio que no sabe ligar con mujeres y que sí es machista, pero de esos que sólo me causan irritación, ojos en blanco y no me hacen querer pegarles con libros de Simone de Beauvoir… todavía. Más bien es de los que me dan ganas de decirles que lean algo, que googlen feminismo, que aprendan ya a ligar y que no hagan cosas «creepys» sólo por ser misteriosos. (Nota aparte, tiene las cicatrices de sus alas en la espalda y OH DIOS MÍO POR QUÉ AHÍ, ESO ME GUSTA).

Patch no sabe ligar. Su manera de lugar se basa en intimidar a Nora y en hacerla sentir incómoda con su guapura y llamándola «vulnerable». Diagnostico masculinidad frágil en extremo y pendejez masculina corriente. Es como ir a un bar un día de estos y que intenten llegarte cuatro pendejos con pick-up lines horribles que nunca funcionaron y nunca funcionarán jamás. Ni a sus mamás les hacen gracia, vatos. La de Patch es «Llámame Patch. En serio. Llámame». Voy a hacer un paréntesis aquí por si se quieren reír como yo. (En serio, ríanse cuando les llegue un vato con esas pendejadas. Háganlo breve y cruelmente. Por un mundo sin machos que usan terribles frases para ligar).


En fin, siguiendo en la historia de Patch, macho barato y mediocre (creo que eso les duele más a los machos que les digan machos en sí), bueno, obliga a Nora a hacer cosas que en el fondo no quiere aprovechándose de que la chica vive la vida confundida. Pero cosas como subirse a un juego de la feria que es medio peligroso, nada que acabe en abusos sexuales y violaciones (aunque el hecho de que pueda controlar la mente de otras personas es creepy, pero al menos no lo usa como Killgrave, ¡denle su galleta de persona «no decente, pero al menos menos mierda que otra mierda» al pobre macho!). Igual no quiero seguir leyendo los demás libros porque algo me dice que esa capacidad de controlar la mente de otras personas va a acabar muy mal, ¡uno no le da esa capacidad a un hombre macho, aprendan!

Bueno, ese es Patch. ¿Les cayó bien? A mí no. Pero creo que me crearé un personaje que no sea una pequeña mierdecilla de persona con unas cicatrices como las suyas en la espalda para tener fantasías a gusto. Ahora vamos a hablar de… ¡más machos! Oh, sí, este libro está lleno de ellos, es tan realista en ese sentido, los machos salen de la tierra, brotan con la lluvia, se reproducen como conejos. Bueno, hablemos de ellos.


El entrador aka el profesor de biología. ¿Podemos despedirlo, por favor? Porque entiendo todo el numerito «me gusta hacer sufrir a mis alumnos» ―lo cual me haría querer mandarlo a cursos de pedagogía―, pero lo que no entiendo es que Nora va a decirle «me incomoda mi compañero de mesa con el que me está haciendo trabajar» y al entrenador le vale tres kilos de verga para después asignarla como la tutora del alumno que la incomoda. El hecho de que la psicóloga del colegio sea una impostora no ayuda a todo el asunto, pero me estoy adelantando. A ver, el asunto de Nora es muy normal en la vida real, los profesores machistas son increíblemente realistas. Mi problema es que si yo quisiera cosas sobre profes machistas sin un punto de crítica o denuncia, voy a clase, no abro los libros. Creo que si vas a incluir toda esta clase de escenas ―muy reales, porque pasan― en una obra de ficción, debes saber por qué y para qué lo estás haciendo. ¿Quieres denunciar algo? ¿Quieres criticar una opresión sistemática? Que chido. Pero la verdad, simplemente hacerlo porque sí, es algo que me sobra, me incomoda y que creo que podría no existir. No necesito profes machistas en las obras de ficción «por realismo» para saber que existen: los vivo todos los días.

Y ahora, el asunto Elliot/Jules. Elliot es creepy. No sabemos nunca, hasta qué punto, Jules lo está controlando. ¿Cuáles de sus actos fueron controlados por Jules y cuáles fueron producto del libre albedrío/la desesperación? No quiero disculparlo, porque indirectamente mató a su novia por presión de Jules y no habló. Es, además de Jules, el único personaje que abusa físicamente de una mujer entre las páginas del libro y es el primero. Desde el momento en el que estampa a Nora contra una pared, me hizo desear ver su cabeza clavada en una pica. Jules es quien, al final, está detrás de todo el daño que sufre Nora. ¿Por qué? Porque quiere vengarse de Patch.

Patch tiene un pasado no muy limpio de actividades ilícitas, es lógico y es lógico que tenga enemigos ―el tipo es un ángel caído y en el libro nunca conseguimos la lista de cosas malas que ha hecho―, pero quien sufre es Nora. Lo que me lleva a otra reflexión: en este esquema de machos violentado a otros machos, las que nos llevamos la peor parte somos las mujeres. Nora se lleva la peor parte porque Jules la percibe como «la propiedad» de Patch. En ese esquema de machos peleando, hacerle daño a una mujer por percibirla como la posesión de otra persona es vista como una venganza válida. Pinche patriarcado, ¿no?


Los voy a retar a algo: traten de escribir algo sin discriminación de género… o racial o la que quieran. Si no van a denunciar nada, si no van a criticar nada, bórrenlo de sus páginas, oblíguenlo a largarse. Un día quiero abrir un libro juvenil y encontrarme sin todo este festival de situaciones innecesarias que nadie crítica ―y nadie va a criticar o denunciar― y nadie ve como dañinas, quiero encontrarme una narrativa libre de machismo por una vez en mi vida. No lo hagan por convivir, ni por realismo, están escribiendo ficción, chingadamadre. Si lo hacen, háganlo por una buena razón, pero no le ayuden al sistema.

Y ahora vamos al resto… ¿Nora y Vee? Los únicos personajes femeninos más o menos dibujados. Vee podría haber sido increíblemente interesante, porque es la primera mujer en hablar de sexismo y también la primera en excusar comportamientos abusivos de Elliot. ¿Esa clase de conflicto interno, de contradicción humana? Joder, analizarlo sería increíble, pero nunca pasa. ¿Nora? Nunca supe gran de su personalidad. Es la narradora y se desdibuja ella misma porque parece que ni a la misma autora le importa su protagonista. No sé si es un buen personaje o no, porque no tengo elementos para decirlo. No sé qué personalidad tiene, parece que está al servicio de los hombres del libro y de lo que la trama requiere. Así que me lo ahorro todo aquí. La otra antagonista es la psicóloga, la ex de Patch, un ángel y es tan absolutamente irrelevante que sólo aparece realmente en una escena atacando a Nora. Podría haberse tirado mucho de su posesividad con Patch, de un conflicto humano... pero ni siquiera eso pasa. Se vuelve irrelevante.


De los ángeles de esta serie no hablamos. Se tardan años en aparecer y realmente a nadie le importa cuando lo hacen. ¿Toda la mitología en la que se basa este libro? Está ahí, existe, pero por alguna razón que no alcanza mi cabeza a comprender, Becca no la usa en lo absoluto y no le importa.

En fin, Hush Hush es un mal libro y creo que con leer la sinopsis pueden adivinarlo. Pero si leyeron toda esta reseña/análisis/destripe, felicidades. Ojalá les haya servido de algo y se hayan reído de mis chistes malos. No lean Hush Hush.

domingo, 4 de junio de 2017

Resultado de Qué leo, qué reseño

Me odian en el fondo. O les gusto mucho de comediante leyendo libros malos. En fin, aquí va el resultado del Qué leo, qué reseño y el posible tentativo orden en el que leeré las cosas por las que han votado. Ahora me enorgullezco de haber prohibido que me pusieran a E. L James porque seguro me salían con Grey, viendo cada cosa por la que votaron. Aquí, además, iré agregando si hago alguna dinámica con la actividad a lo largo de los cinco meses. 


En fin, ahí van los elegidos:

Junio: Hush Hush




Sí, ocho años de vida bloguera y no me pude escapar de las aventuras y romances de Patchito. Es e libro que leeré en junio y es uno de los refritos de Crepúsculo que salieron en la época y estoy segura de que está lleno de romance tóxico, no muy buena redacción y clichés a morir. Lo estaré comentando en Twitter con el hastag #NeaLeeHushHush

Julio: Canciones para Paula



Yo había huido, también, toda mi vida de un hombre que de pseudónimo se puso Blue Jeans y escribió el equivalente a los fenómenos wattpad de hoy: un fenómeno de una red social española llamada Tuenti, donde publicaba esta novela romántica. De esto espero clichés a morir, redacción no muy genial y, por supuesto, ¡más romance tóxico! Nos vemos en Julio y será, por supuesto, #NeaLeeCancionesParaPaula.

Agosto: Los sueños se cumplen, mi youtuber y yo



En esta lo que más me va a doler es decirle a la autora que las editoriales se aprovechan de ella para ganar dinero con historias llenas de clichés, apenas editadas y corregidas y, probablemente, nada bueno. ¡Editoriales, dejen de lucrar con los sueños de la gente y si lo van a hacer, de menos tenga un equipo editorial decente que no publique cualquier cosa que llegue a sus manos, por piedad! Será para agosto y el hashtag en Twitter será: #NeaLeeMiYoutuberyYo.

Septiembre: The Raven Boys



A este le tengo muchas más esperanzas, pues no me lo recomendaron de mala fe en ningún caso y aunque los primeros trabajos de Maggie no son mis preferidos, creo que se nota en sus posts de su blog que es una persona que ha evolucionado. ¿Qué espero? Algo bueno, sencillamente. También lo voy a comentar el Twitter, por supuesto, con el hashtag: #NeaLeeTheRavenBoys.

Octubre: Abrázame fuerte o The Young Elite



Los dos me los recomendaron en la sección de libros malos y quedaron empatados en el último lugar con tres votos. Como todavía no encuentro ninguno en digital gratis pirata porque yo estoy no lo compro, voy a dejar el desempate para después. Si quieren exponer sus opiniones en los comentarios, pueden hacerlo, igual desempato con comentarios. No hay hashtag todavía porque todavía no está decidido.

miércoles, 17 de mayo de 2017

Qué leo, qué reseño como estrategia para revivir el blog

A ver, que sí, que no le he puesto mucho trabajo a mi blog últimamente. Lo culpo a que yo tenía un terrible bloqueo lector y escritor y además, tenía flojera. Pero ahora con esta actividad creo que voy a revivirlo un poco. Igual ya la conocen, pero si no: ustedes deciden qué leo para reseñar. No se crean que van a controlar mis lecturas, no, apenas les tocará un libro de todo lo que yo lea al mes de aquí a octubre que, dado mi ritmo habitual, es casi nada. Sin embargo, les queda la sensación de sentirse pequeños dioses en miniatura.



Yo estoy tomando la versión Mil matices (de Jorge) y modificándola un poco para que funcione para mis necesidades. También Nina de Rapsodia Literaria lo está haciendo, así que bueno, entretenimiento habrá. Ahora, ¿de qué se va a tratar todo este desastre? Voy a dejarles las bases que agarré y modifiqué. Nada fuera de esas bases será considerado válido, pero son bastante permisivas.

1. Vale cualquier libro de narrativa de cualquier género.

2. ¿Qué se considera narrativa? Se valorará según mis criterios.

3. No es necesario ser seguidor del blog, ni poner un banner, ni hacer publicidad, ni donar parte de su patrimonio a la dueña de este blog, ni enlazar, ni... Pero si alguien quiere publicitarlo, adelante. Cuanto más seamos, más nos podemos reír.

4. No hay premio; solo la satisfacción de sentirse como un dios con un poder muy pequeñito.

5. Plazo desde hoy hasta el 30 de mayo 2017 para proponer cosas y votar por ellas. Las reseñas saldrán, idealmente, de a una por mes de aquí al aniversario del blog, que es en octubre.

6. Si saben contar meses, saben que sólo leeré cinco libros. Los más votados o los que salgan en el sorteo random en caso de que haya empate. Y como soy una pocos followers, eso es seguramente lo que va a pasar.

7. No valen ni segundas ni terceras ni cuartas partes ni nada que no sea la primera parte de nada. Tampoco valen libros que ya he leído, que los pueden consultar en mi perfil de Goodreads (de todos modos, si no quieren consultar propogan lo que quieran y si ya he leído algo, simplemente se descartará). Cómo los conozco, no voy a leer nada de E. L. James. After ya lo leí. Si quieren mancharse, busquen algo más.

8. En caso de que algún libro me sea completamente insufrible, me voy a sacar mi derecho a no acabarlo. Eviten libros aburridos. Los libros malos podrán ser malos, pero no me aburren. En mi vida he dejado sin acabar tres libros, así que ya saben que eso es poco improbable que suceda.
9. Si hay empate, random.org decide.

10. Las propuestas se dejan en forma de comentario aquí abajo. NO MAILS. Si me mandan mail igual acaba con telarañas antes de que yo lo note. En caso de tener algún problema, contáctenme por Twitter (basta una simple mención).

11. No vale el contra voto.

12. Se fomentará la discusión entres los participantes. Aún no se como, pero se fomentará la discusión.

13. No existe el límite de propuestas.

14. Ya no sé me ocurre nada más.


Es una actividad que tendrá su parte en el aniversario de este blog, así que los invito a dejar sus propuestas. Si se quieren manchar, está bien. Si quieren recomendar cosas buenas, también está bien. Procuren que sus propuestas sean pirateables, porque no planeo comprar libros caros o malos. Se vale en inglés y en español, se vale cualquier cosa siempre y cuando arriba no se establezca lo contrario. ¡Disfruten!