Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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viernes, 18 de enero de 2019

Reseñas del #GuadalupeReinas2018

Enero es un mes complicado para bloggers. Está lleno de recuentos anuales, mejores lecturas, peores lecturas, propósitos (si ustedes los hacen, porque yo no) y retos literarios a los que anotarse. Si además participaron en el #GuadalupeReinas2018 y quieren compartir las lecturas que realizaron, pues la cosa se pone todavía más complicada. Ya me faltan pocos libros que reseñar de este maratón, pero como no quería saturarlos decidí juntar tres que de todos modos no tendría reseñas tan largas en una sola entrada. Lo único que une a todas estas lecturas es que las leí para el #GuadalupeReinas2018. ¡Bueno! Y una para el #LectorasLentas2019 porque lo leí ya en enero y cumple con la consigna del Test de Bechdel. ¿Les parece si empezamos?

Women, Culture & Politics, Angela Davis


Sinopsis: Through a series of 18 essays based on her lectures and writings, Davis, a Marxist and author of Women, Race, and Class, shows that she has not altered her positions on, or commitment to, issues relating to the poor, the working class, women, or people of color. Her pieces, encompassing such themes as peace, racism, sexism, health care for the black family, and apartheid, explore some of the most pressing issues of the day. And yet, like many who adhere to rigid viewpoints, Davis’s politics often oversimplify the problems and result in questionable conclusions. Although she raises valid points, her work may draw readers into discussions of the larger debate on socialism versus capitalism at the expense of the concerns themselves.

Yo sólo diré que fue mejor Mujeres, raza y clase. Este libro tiene un problema: ser inconexo. Son un montón de discursos y trabajos que Angela Davis dio a lo largo de su trayectoria política y, aunque todos tienen contenidos similares en cuanto a línea política, no tienen una unión tan firme como para meterlos a todos en un libro. De verdad. Aun así, hay varias cosas destacables del libro que me gustaría hacer notar.

1) El ensayo y trabajo que hizo sobre Egipto me pareció bastante interesante. Creo que fue ahí onde más pude ver a la Angela Davis de mujeres, raza y clase. Su análisis hace mucho énfasis en como la clase separa a las mujeres y cómo los intereses de la burguesía no son los intereses del proletariado. Tiene un análisis muy bueno sobre el velo y sus implicaciones, que comparte con Nawal el-Sadaawi, de La cara desnuda de la mujer árabe. Acá les dejo una serie de tuits con los fragmentos del libro que hablan de este asunto: 




2) Habla de la necesidad de no enfocarse sólo en las reformas parciales. Aunque el de este libro no me pareció un análisis tan agudo y bueno como el que hace en Mujeres, raza y clase, si me parece bastante bueno cómo hace mucho énfasis en que las luchas parciales no van a ninguna parte. Habla del apoyo que necesitan las mujeres trabajadoras de distintos países y sus distintas circunstancias. Deja muy claro que la lucha por el aborto no debe ser sólo por el aborto, sino por la educación, el acceso a la salud y el fin de las esterilizaciones forzadas.

3) Tiene un ensayo sobre la violencia sexual que vale bastante la pena. La gran mayoría de los ensayos en el libro son reguleros en cuanto a cohesión con el resto del libro, pero este me gustó mucho porque habla de ir a la raíz de la violencia. Al principio destaca cosas muy obvias, pero todavía muy necesaria y se hace una pregunta muy interesante: ¿por qué los hombres son violentos sexualmente? ¿Biología? ¿Socialización? ¿Les enseñan a ser así? Irnos por la cuestión biológica sería una condena, puesto que es algo que no podemos cambiar, pero cuando hablamos de socialización, estamos ante algo que podemos cambiar, que podemos luchar para que deje de existir porque queremos un mundo mejor donde las mujeres no sean víctimas de violencia sexual.




Bueno, pues concluyendo esto, yo diría que me hubiera gustado ver más unidad en el libro, entre los ensayos. A pesar de que no lo considero un mal libro, me supo a poco. De todos modos, fue una lectura muy interesante, por lo que se las recomendaría si les interesa el trabajo de Angela Davis.

El viento se llevará nuestras palabras, Doris Lessing


Sinopsis: "Uno de cada tres afganos está muerto, en el exilio o vive en un campo de refugiados, y el mundo se mantiene totalmente indiferente. Desde el instante en que uno llega a Peshawar queda envuelto por Afganistán, su enormidad, el horror y la tristeza. Cada afgano que conoces, sea refugiado o muyahid, es una tragedia; cada uno es un ruego: ¡Ayudadnos, ayudadnos!", escribe Doris Lessing, Premio Nobel de Literatura 2007, en este libro, fruto de su viaje a Peshawar -Pakistán- con intención de comprobar por sí misma la realidad de un pueblo pisoteado durante los años de la invasión rusa, indagar en las condiciones de vida de los refugiados y de los muyahidin, además de verificar el rumor sobre la existencia de mujeres combatientes en el frente de la Resistencia afgana. A través de sus contactos con mulás y muyahidin, de sus conversaciones con médicos, emires, viudas y huérfanos, Doris Lessing nos ofrece un documento tan apasionante como estremecedor

Una sinopsis más corta: este libro es un despropósito, aléjese de él.

Pero bueno, como tengo que fundamentar mi reseña en algo, les voy a comentar varias cosas que me parecieron tremendamente alarmantes de este libro. 

1) Doris Lessing considera que se hubiera podido salvar Afganistán si Estados Unidos hubiera intervenido antes. Creo yo que esa visión es terriblemente estúpida, por no decir pendeja a morir. La intervención de Estados Unidos prácticamente nunca ha salvado a nadie. Por el contrario, ha ayudado a que nazcan dictaduras (¿les suena el plan condor o no?), a que el Medio Oriente esté en la desgracia (digo, ¿Lessing vio Siria?) y a básicamente ir repartiendo imperialismo por ahí. Pero bueno, para Lessing, Estados Unidos debía salvar a Afganistán de los terribles rojos de la unión soviética.

2) A Lessing le encanta odiar a los comunistas rusos y pintarlos como el demonio, pero no justificar todo lo que dice. Me parece perfecto que odie a los comunistas. Yo odio muchas cosas sin justificación. Nada más que no digo que son las reencarnaciones de Satanás (o similares) e intento hacer que el resto de la gente comparta mi punto de vista sin antes presentar buenos argumentos. Lessing es terrible para esto: usa datos de cosas que están más que comprobadas que fueron propaganda anticomunista. Y vamos, de todo lo criticable que existe de la Unión Soviética (tiene cola que le pisen) elige justo las fantasías. 

3) En general, todo el libro es un pésimo trabajo periodístico. Svetlana Alexiévich hizo un mejor trabajo investigando la guerra ruso-afgana en Los muchachos de zinc que Doris Lessing en todo este libro. Y Los muchachos de zinc no es el mejor libro del mundo para conocer la guerra ruso-afgana (es poco amigable con el lector que no sabe de historia y presenta poco contexto a la hora de presentar una historia colectiva), pero sí es un mucho mejor ejemplo que este. Lessing no tiene demasiadas fuentes confiables y la mitad de las cosas se las pudo haber inventado por hacer la propaganda... o no. Sus entrevistas pueden haber sido reales, pero le falta verificar los datos duros (todos ellos). ¿Se los inventaron? ¿Eran una estimación? ¿Se acercaban a lo real? ¿Alguien sabía que estaba pasando?

No se los recomiendo en lo más mínimo. Pero ni con un palo en llamas. Para leer malos trabajos de periodismo leo la TV Notas, amigos.

We Are Okay, Nina Lacour 


Sinopsis: Marin hasn’t spoken to anyone from her old life since the day she left everything behind. No one knows the truth about those final weeks. Not even her best friend, Mabel. But even thousands of miles away from the California coast, at college in New York, Marin still feels the pull of the life and tragedy she’s tried to outrun. Now, months later, alone in an emptied dorm for winter break, Marin waits. Mabel is coming to visit, and Marin will be forced to face everything that’s been left unsaid and finally confront the loneliness that has made a home in her heart.

No es que me acabe de dar cuenta de que ninguno de estos libros tienen muchas cosas en común, pero bueno. Este es el último de este popurrí de lecturas del #GuadalupeReinas2018. We Are Okay es un libro sobre el duelo y sobre la amistad. Además, es un libro que habla de una relación lésbica. Marin y Mabel no se han visto o han hablado en meses después de que Marin cortara lazos con todo el mundo en su antigua vida y ahora que Mabel va a visitarla a Nueva York a la universidad, Marin tiene que enfrentarse de nuevo al pasado. Es una historia preciosa.

We Are Okay se toma su tiempo para crear una historia, para fundamentarla, para sustentarla. Es un libro que construye demasiado bien sus cimientos. Siento que quizá el único problema con ello es que me hubiera gustado que hubiera tenido más oportunidad para, narrativamente, usar todo ese fundamento, ese cimiento. Parece que algo le falta para que el libro siga la estructura introducción-desarrollo-conclusión. We Are Okay parece quedarse a la mitad de algo, quedarse en el medio de algo que está a punto de ocurrir. No es que el final sea abierto, es que no hay uno realmente. Fuera de eso, no tengo quejas (aunque la que tengo sí es bastante grande). 


Esta fue mi primera lectura para el #LectorasLentas2019 porque es un libro que cumple con el test de Bechdel (que ya conocemos todos: un libro donde haya al menos dos mujeres que tengan nombre que platiquen de algo que no sean hombres). Mabel y Marin hablan mucho del abuelo de Marin, pero también hablan de muchas otras cosas. De los primeros días en Nueva York de Marin, de sus compañera de cuarto, de los cursos que toma, la tienda donde compró los bowls donde toma cereal. Y es precisamente por eso que lo cumple. 

Bueno, sí es un libro que recomiendo, es algo refrescante en el panorama LGBT (ya una vez dije que no necesito mil historias de coming-out, sino quiero ver a adolescentes LGBT viviendo sus vidas en los libros, quiero que sus historias no estén siempre ligadas a la discriminación, quiero que la literatura sea capaz de imaginarse ese mundo mejor), es una historia tierna y maneja el duelo de manera muy interesante. Se los recomiendo si alguno de esos temas les llama la atención. 

miércoles, 5 de diciembre de 2018

Recomendaciones para el maratón #GuadalupeReinas2018

Ya volvió la mejor época del año: ¡el maratón #GuadalpeReinas2018 en su segunda edición! Hace un año, en Libros b4 Tipos (twitter, facebook e instagram) organizamos un maratón de lectura que consistía en leer libros escritos por mujeres durante los 26 días de Guadalupe Reyes (al que nosotras llamamos Guadalupe Reinas). Este año venimos con todo a repetirlo, 10 libros, 26 días, muchas sorpresas, ¿tú aceptas el reto? Aquí abajo tienen el video de promoción, donde salimos las catorce integrantes del colectivo (por si no conocían a alguna) y les contamos como es que pueden unirse a esta increíble actividad que tenemos preparada para ustedes.


Bueno, pues resulta que este año tenemos diez nuevas consignas para seguir retándolos a que cada vez conozcan más libros escritos por mujeres. Así que hoy vengo a contarles sobre recomendaciones (y contarles donde las pueden conseguir en línea, si es que es posible) para las nuevas consignas de esta edición del maratón. Seamos sinceros, yo adoro recomendar libros, obvio no puedo dejar pasar la oportunidad de hacerlo. 


Libro de tu país de origen



1. Temporada de huaracanes de Fernanda Melchor (disponible en digitalee). Una novela que ocurre alrededor de un asesinato en los pueblos de la costa de Veracruz.
2. Casas vacías de Brenda Navarro (disponible de manera gratuita en Kaja Negra y en bookmate). Una novela que aborda la maternidad desde diferentes ángulos.
3. Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palació Obón. Una novela coming-of-age que se combina con el periodismo, ciencia ficción.
4. Dido para Eneas de María García Esperón. Una reinterpretación de La Eneida, contada desde los ojos de Dido de Cártago.

Teoría feminista



1. Feminismo para principiantes de Nuria Varela (disponible en epublibre, la biblioteca feminista, bookmate y mi drive). Un libro perfecto para iniciarse y conocer más sobre el movimiento feminista.
2. Chicas cerdas machistas de Ariel Levy (disponible en inglés en mi biblioteca de drive). Una perfecta introducción a este mundo del neoliberalismo sexual.
3. La mujer en el desarrollo social de Alexandra Kollontai (disponible en mi biblioteca de drive). Que Kollontai me perdone por ponerla en teoría feminista, pero la verdad es que este libro abarca gran parte de la historia de las mujeres y creo que leerlo es increíble y que todo el mundo debería de hacerlo.
4. Mujeres, raza y clase de Angela Davis (disponible en mi biblioteca de drive, en bookmate y en epublibre).

Memoria o autobiografía




1. Autobiografía de una mujer emancipada de Alexandra Kollontai (disponible en mi biblioteca de drive, en bookmate y en epublibre). Sí, estoy decidida a recomendar toda la bibliografía de Kollontai.
2. When I was Puerto Rican de Esmeralda Santiago. La leí hace varios años, es la primera parte de sus memorias y allí habla de su infancia en Puerto Rico.
3. Leer Lolita en Teherán de Azar Nafisi (disponible en bookmate). La historia de una profesora universitaria en los tiempos de la revolución, la contrarrevolución y el fundamentalista iraní.

Obra de alguna de las catorce ganadoras del premio Nobel



1. Sula de Toni Morrison (disponible en epublibre). Una historia de dos mujeres provenientes de los barrios negros del sur de Estados Unidos.
2. La guerra no tiene rostro de mujer de Svetlana Alexiévich (disponible en epublibre). El testimonio oral de las mujeres del Ejército Rojo durante la segunda guerra mundial.
3. Viento del este, viento del oeste de Pearl S. Buck (disponible en epublibre). La historia de una mujer china en los tiempos en los que apenas si había contacto con occidente y estaba completamente arraigado el feudalismo.
4. Mi vida querida de Alice Munro (disponible en epublibre). Una colección de cuentos sobre la vida de muchas mujeres.

Un libro de una escritora racializada



1. Akata Witch de Nnedi Okorafor. Un libro de fantasía ambientado en Nigeria, con criaturas fantásticas.
2. Algo alrededor de tu cuello de Chimamanda Ngozi Adichie (disponible en epublibre). Una colección de cuentos sobre nigeria y los nigerianos.
3. El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy (disponible en bookmate). Una novela coral cuyo punto central es el conflicto de Kashmir en la India.
4. La casa en Mango Street de Sandra Cisneros. Un libro pequeño que es una colección de historias de inmigrantes en los Estados Unidos desde los ojos de una niña.

Con temática o representación LGBT



1. Todos mis sueños, tuyos, de Sofía Olguín. Una novela narrada en primera persona desde los ojos de un estudiante universitario.
2. Carol de Patricia Highsmith (disponible en epublibre y en bookmate). Una novela que fue publicada con pseudónimo por la autora, que temía que la marginaran y la encasillaran.
3. Blue is the warmest color de Julie Maroh (disponible en bookmate). Una novela gráfica sobre una pareja de chicas. Perfecta para aquellos que gustan de historias trágicas.

Esas son todas mis recomendaciones hasta el momento, pero además les voy a poner aquí debajo las imágenes de las lecturas conjuntas que hemos hecho a lo largo de 2018 con la Travesía Feminista y las anteriores, por si no saben qué escoger en esa consigna.

Además, si quieren un libro que esté en bookmate y no esté gratis, pueden aprovechar mi código por un mes gratis: NEAPOULAIN y canjearlo acá.

martes, 6 de marzo de 2018

Viento del este, viento del oeste, Pearl S. Buck | #WomenPNL

Sinopsis: Pearl S. Buck ha sabido describir en sus libros el punto justo en que se encuentran las civilizaciones oriental y occidental. Al trazarnos el retrato de una familia distinguida, apegada a tradiciones antiquísimas, nos muestra los conflictos que, de manera inevitable, surgen entre padres e hijos cuando las ideas occidentales penetran en los baluartes de la cultura china. En esta magnífica obra se amalgaman así el interés temático y la precisa definición de los caracteres y los personajes.
 
Antes de empezar con la reseña propiamente dicha, les voy a recordar que este 2018 estoy participando en el proyecto #WomenPNL, leer a todas las mujeres que han ganado el premio Nobel de Literatura. Lo organiza Diana del blog Todo mi ser y pueden unirse aunque ya hayan comenzado las lecturas. En marzo tocaba Pearl S. Buck (+ Grazia Deddeda, porque yo empecé el reto después) y escogí este libro porque es de sus primeros libros. Voy a serguir leyendo a Pearl S. Buck este año, entonces empezar por aquí parecía una buena idea para ir viendo la evolución de la autora. Les voy a contar un poquitín sobre ella para que la conozcan de a rápido y luego vamos a pasar a la reseña.

Pearl S. Buck nació en los Estados Unidos, pero pasó gran parte de su vida en China, donde fue llevada por sus padres misioneros. Yo tengo strong opinions sobre los misioneros (realmente fuertes, no me gustan, me parece una manera de colonización pacífica que de todos modos acaba arrancando partes de la cultura china), pero bueno, no diré nada de momento porque, esto es una reseña, no un artículo de por qué considero que los misioneros no sirven de mucho, dañan culturas porque quieren salvarlas, se sienten superiores por andar salvando gente e ignoran lo que la gente necesita (puros white saviors). Pearl vivió más o menos durante cuarenta años en China (no de un tirón, sino acumulados a lo largo de su vida) y gran parte de sus novelas y escritos hablan sobre mujeres y cutura china

Ahora sí, vamos a pasar a hablar del libro un poco más. Viento del este, viento del oeste es una novela narrada en primera persona por una mujer china. Ya había tenido experiencias leyendo este tipo de novelas testimoniales leyendo a Amy Tan, que se caracteriza por escribir historias de generaciones de mujeres chinas, basándose principalmente en su madre y su relación conflictiva con ella. No estoy mencionando a Amy Tan de manera gratuita, sino que quería hacer un contraste entre las mujeres de Amy Tan y la mujer que narra esta novela, porque a pesar de que son muy parecidas, hay cosas muy diferentes. Las de Amy Tan siempre son aguerridas, aunque sean tímidas o a simple vista sean pasivas, mientras que la protagonista de esta novela se caracteriza precisamente por su modo de ser pasivo ante los otros y hacer oír su voz demasiado poco. No dejo de preguntarme hasta que punto en esta novela se ve reflejada la manera en la que Pearl S. Buck ve a las mujeres chinas (después de todo, es hija de misioneros) como en las novelas de Amy Tan está reflejada cómo ve a las mujeres como su madre (les recomiendo que revisen la reseña de La esposa del dios del fuego). ¿Representamos a los personajes tal cómo los vemos? Ahí va el siguiente punto de esta reseña.


Aunque la novela me gustó mucho por su retrato a la cultura China y el choque con la cultura occidental, hay una parte de la novela que no deja de sonarme escrita desde el colonialismo puro. Siento que hay un cierto paternalismo que a veces no se nota demasiado, pero sale a relucir siempre que se habla de las ventajas de la cultura occidental, es un colonialismo tremendo. Aquí entra un debate que nos puede dar para hablar horas: ¿se vale mantener las tradiciones, por ser tradiciones, aunque sean dañinas para un sector de la población? Es un tema que se aborda desde la perspectiva latinoamericana en la compilación Feminismos y Poscolonialidad, donde se abordan precisamente costumbres y tradiciones con raíces patriarcales. Por supuesto que no toda tradición y costumbre de todas las civilizaciones del planeta tiene raíces patriarcales, pero muchas sí (el patriarcado no es occidental, si lo fuera, no cargaríamos un chingo de tradiciones no occidentales con raíces patriarcales en la vida); en el caso de china, lo más obvio de todo entre ese cúmulo de tradiciones que el mundo occidental fue a sustituir, son los pies vendados de las mujeres. El tema se aborda en la novela, por supuesto; la protagonista tiene los pies vendados, como manda la tradición, puesto que los pies más pequeños son venerados como más hermosos. Sin embargo, su marido, un hombre educado en Estados Unidos, encuentra esta tradición abominable/bárbara/lo que ustedes quieran. Y se lo dice. 
 
Sin embargo, creo que todos esos temas no están tratados como deberían estar tratados en la novela (de nuevo, siento que lo que los invade es un punto de vista sumamente colonial). De repente, siento que el mundo occidental se apresura demasiado a salvar a las mujeres de otros lados del mundo, pero a salvarlas porque sí, tratándolas como seres inferiores que no entienden que han sido víctimas de violencia durante toda su vida por ser mujeres (cuando eso es, en su mayor parte, mentira). Y nuestra protagonista es tratada justamente de esta manera. Aunque la historia me gusta, porque representa de manera muy clara y obvia el choque de dos culturas que no se llevan nada bien y en la que una adopta la clara supremacía (ah, el bello imperialismo occidental) y todo lo que se pierde y queda atrás al hacer una fusión. 
 

El marido de nuestra protagonista decide cortar prácticamente de tajo con todas las tradiciones antiguas, que le parecen atrasadas y medievales. Gracias a él, su esposa decide quitarse las vendas de los pies, aunque su instinto se rebela contra ello (recordemos que ha sido educada precisamente para creer que los hombres valoran los pies pequeños y que, además, un hombre nunca le debe ver los pies desnudos a una mujer); estamos viendo a una mujer que toda su vida ha sido educada para servir a los hombres. Sin embargo, hay otras cosas del libro que me dolieron. Los ritos para pedir por la salud de los niños se pierden y, aunque la medicina (occidental), que practica el marido de nuestra protagonista, es obviamente benéfica para la población, siempre podemos ver el rechazo hacia ella, precisamene porque nadie nunca le explica a nadie por qué es benéfico, por qué es diferente; en cambio, lo único que obtenemos es una actitud evangelizadora (muy propia de los misioneros) que causa rechazo, aboga por la supremacía de una cultura sobre otra (cuando la civilización occidental no es nada sin, precisamente, oriente) y da muy poco espacio al diálogo. La novela, al menos de manera indirecta (dudo que Pearl S. Buck lo haya hecho adrede), es perfecta para retrarar esa manera de colonialismo
 
 
Pasando a otra cosa mariposa, quiero hablar de por qué me gustó la novela. ¿Saben por qué? ¿Se atreven a imaginar? Bueno, precisamente me gusta porque retrata a distintas generaciones de mujeres en China y porque nos muestra a mujeres de distintas clases sociales. No tenemos un rango muy amplio de representación femenil (aunque esta rebasa a la masculina por mucho, he de decir), puesto que nuestra protagonista no tiene demasiadas relaciones ni ejemplos de los que valerse. Conocemos a su madre, una mujer criada con los valores tradicionales, que educó a sus hijos en los mismos valores que la educaron a ella y que al parecer tuvo una relación de más o menos respeto mutuo con su marido. Conocemos, también, a las concubinas de su padre, mujeres de estratos sociales más bajos, cuyos hijos no tienen derecho a la misma herencia y a las mismas atenciones que los de la primera esposa/primera dama de la casa y que le deben obediencia, no sólo a los hombres que "las compraron" (bueno, en realidad, que se unieron a ellas pagando una dote a sus familias para tomarlas como concubinas), sino también a la señora de la casa, que se encarga del orden doméstico. Las historias de las concubinas son a menudo tristes, puesto que una vez que pierden su belleza o su marido se fija en otra mujer, pierden todo poder que puedan haber tenido alguna vez, mientras que las primeras esposas mantienen, al menos, su poder dentro del orden doméstico.
 

También, por supuesto, vemos un poco a la suegra de nuestra protagonista, con la que tiene una relación un poco tirante (pues las tradiciones chinas dictaban que la nuera se encargaba de servir a su suegra, cosa que el marido de la protagonista no quiere que ocurra, puesto que él desea, dentro de lo posible, ver a su esposa como su amiga y su igual) y la esposa norteamericana de su hermano. Las mujeres son, más que nada, el motor que mueve a esta novela y eso me encanta.  

Les recomiendo la novela, es interesante, no es muy larga y les puede encantar si les gustan las novelas ambientadas en Asia, además de que me parece una buena manera de conocer a Pearl S. Buck, esta escritora súmamente prolífica que ganó el premio Nobel.

domingo, 4 de febrero de 2018

El carretero de la muerte, Selma Lagerlöf | #WomenPNL

Sinopsis: En el carretero de la muerte, un joven se encuentra moribundo luego de ser agredido por dos vagabundos que solo minutos antes eran sus compañeros de borracheras. Tiene una hemorragia interna. No hay prácticamente esperanzas de ser salvado. Es de noche, se encuentra oculto en el jardín de la iglesia, y a pesar de que hay mucha gente en la calle por ser la noche de San Silvestre y estar sonando las campanas que dejan atrás el año viejo, nadie penetra en el jardín.
Apenas el reloj ha lanzado la última campanada de la media noche, un rechinamiento se deja oír, como provocado por una rueda mal engrasada. No tardó mucho en darse cuenta que el sonido no es otro que la carreta de la muerte, la cual esta dirigida por el carretero, y aquí lo invade el miedo al recordar que el conductor no es siempre el mismo, sino el último hombre que muere en el año, aquel que entrega su alma al sonar la última campanada de las 12 de la noche. El reloj lanza la última campanada.

Selma Lagerlöf estaba calendarizada para noviembre, en el reto #WomenPNL (organizado por Todos mi ser), para leer a todas las mujeres que han ganado el Nobel de Literatura, pero como yo apenas me enteré que existía el reto este enero, pues decidí unirme y leer a las dos que ya habían pasado también. En enero, además de leer a Selma, también recordarán que leí a Sigrid Undset e hice una reseña de Santa Catalina de Siena. Pero bueno, hablemos un poco de Selma, antes de pasar a desmenuzar este libro. La escritora nació en Suecia en 1858 y fue galardonada con el premio Nobel de Literatura en 1909; provemiente de una familia de clase media donde la economía no era muy buena, fue maestra. Un periódico cultural sueco ofreció un premio de 500 coronas a la mejor novela, que ella ganó por haber enviado los primeros capítulos de La saga de Gösta Berling. Cuando le concedieron el Nobel fue por «en reconocimiento al altivo idealismo, la vívida imaginación y la percepción espiritual que caracterizan a todas sus obras», lo que la convirtió en la primera mujer en el mundo en recibir semejante distinción (y si lo piensan, es un poco triste que tantos años después sólo sean 14 mujeres las que lo han ganado). 

Bueno, a mis manos llegó El carretero de la muerte por un juego del azar y lo único que quiero decir es que estoy interesada en leer otro libro de ella esperando que sea diferente. No, no me gustó El carretero de la muerte. Con la historia del carretero que tiene de fondo, esperaba algo mucho mejor y con menos hombres terribles. Pero me estoy adelantando y quiero desmenuzar este libro, es algo que me interesa mucho para que comprendan por qué mi opinión. Cuidado, que quizá deje un poco de sangre en el resto de la reseña, ahora sí, como dijo Jack el destripador: vamos por partes.

 

Una enfermera del ejército de salvación, Sor Edit, está muriendo. Su última voluntad es que quienes la acompañan vayan a buscar a David Holm y se lo lleven. A todos les extraña, porque David Holm es lo que yo defino como un hombre terrible merecedor de todos los horrores del infierno. Por otro lado, David Holm también está al borde de la muerte, prácticamente muerto y se encuentra con que la historia del carretero de la muerte es verdad. Y así, poco a poco, se entrelazan las historias de estos dos personajes. Cada segundo del libro que las mujeres tienen el foco de atención es glorioso, cada segundo que lo tiene David Holm me pareció la muerte y me quitó ganas de vivir. Vamos a hablar de por qué.

A mí la miseria de los hombres (hombres, varones, género masculino) me produce en general mucha hueva si no la escribe Kafka (pero yo amo a Kafka) y otros cuantos escritores (Steinbeck y Camus pueden encontrarse entre las honorables excepciones). ¿Por qué? Porque me la produce y ya. Pero bueno, ahora a la miseria de los varones le podemos sumar que el varón en cuestión merece menos que nada en cosas buenas y que deseas pasarle encima con una pickup (David Holm, te estoy hablando) y tienen mi cara de fastidio cuando notas que todo en el libro apunta a una historia de redención. Los hombres terribles no merecen ni una historia redentora más. Ni media. Ni una hoja. Merecen ser lanzados a las llamas del olvido y que nadie nunca más se acuerde de ellos y que todos los que sufrieron a su alrededor sean felices de una buena ves. ¿Sueno drástica? Perdón, es que me da flojera pensar la cantidad de historias que giran en torno a ello.


David Holm es un borracho que maltrata a su mujer y a sus hijos. Viven en la misería porque el cabrón ni trabaja ni deja que su mujer lo haga mucho y además de todo es un maleducado que se la pasa tratando mal a Sor Edit, que sólo intenta sacarle lo bueno que hay en su interior (la cantidad de esfuerzo y trabajo emocional que requiere intentar sacarle algo bueno a ese ser merece un premio, pero es un trabajo inútil). Durante todo el libro juro que me imaginé diversos escenarios en los cuales uno podía pasarle con una pickup por encima (aunque eso sea anacrónico, porque el libro es de 1912, más o menos), hacerle mal de ojo, condenarlo al infierno... y así hasta el infinito. Además aunque uno lo puede dudar porque los personajes no dudan en hablar mal de él, la historia intenta darle redención y justificación. En fin, hasta una novela que girara en torno a las  mujeres que giran alrededor de David Holm y las consecuencias de sus actos hubiera sido mil veces más interesante.

 
Pero bueno, a veces pienso que tengo que ponerme un poco en el contexto histórico en el que la novela fue escrita. Lo intenté. Pero después pensé que en el siglo XII, Eloísa estaba hablando pestes de la iglesia (a pesar de ser monja obligada) por oprimir a la mujer y en el siglo XV estaba Christine de Pizan escribiendo un libro de cómo una ciudad de mujeres prosperaría (porque los hombres eran unos inútiles) y me acordé de Olympe de Gouges, que exigió que se reconociera a las mujeres como ciudadanas, lo que la llevó al patíbulo, y de Mary Wollotsencraft y su Vindicación de los derechos de la mujer. Y me acordé de Jane Austen y lo femenino de su universo y sus heroínas. Y me acordé de Charlotte Brontë y de Anne Brontë y de Emily Brontë, especialmente de ella, porque escribió una historia llena de personajes terribles que no consiguieron tanta redención gratuita como David Holm.

Quiero desmenuzar más partes de esta novela, así que, sin ir más lejos, voy a poner el anunció de SPOILERS. El que avisa no es traidor. De todos modos, son sólo hechos aislados de la novela que vale analizar con un poco de perspectiva de género.


SPOILERS, QUIEN AVISA NO ES TRAIDOR

1. La mujer de David Holm es un personaje desaprovechado. Se dice que abandona a su esposo y más tarde aparece en el asilo de sor Edit hablándole de él. A todo esto, Sor Edit la hace ver que ha sido desagradecida (¿?) por abandonarlo y los vuelve a juntar. Obviamente eso no funciona y al final de su vida, Sor Edit se da cuenta de que le ha causado un gran daño a la mujer de David Holm, maltratada y vejada por su marido. Esa parte, donde habla y reconoce eso, es magistral por una parte y frustrante por la otra, porque insiste ver a David Holm para sacarle lo poco bueno que tenga, sin llegar a reconocer a la mujer de David Holm como un ente separado de David Holm. Y esa es una de las cosas frustrantes en general del libro: la mujer me causa lástima, terror del que hace llorar y sólo quiero abrazarla y decirle que se marche y que se salve y salve a sus hijos, siento que también esperaba que la narraciónlo hiciera o que se mantuviera neutral, contando una historia. Pero incluso la voz narrativa no reconoce a la mujer de David Holm como un ente y un sujeto separado de David Holm. Es terriblemente frustrante, porque nunca deja de ser un recurso narrativo subordinado a las desgracias de David Holm.

Más o menos las palabras que quería dedicarle a David Holm
2. Kinf of un personaje intenta justificar el odio de David Holm a su mujer. Cuando sor Edit reconoce que la mujer ha sufrido un poco por su culpa y que lo siente y quiere arreglarlo, hay otro personaje que le dice más o menos que todo ello tiene un motivo, que no conoce la historia completa y procede a contar como estando en la cárcel David Holm imaginaba que al salir su mujer lo estaría esperando con sus hijos y tendrían una buena vida. Eso no pasa, porque cuando llega se encuentra la casa vacía. Se habla de que es una venganza de David Holm, todo el maltraro a su mujer, por haberlo abandonado. Ahí me quedé pensando si sólo lo pensaba el personaje en cuestión o la voz narrativa de la escritora. No sé. Puedo soportar a los personajes hijos de la verga, pero las voces narrativas me sacan de quicio cuando parece que se asoman las opiniones de mierda de los autores (y son muy difíciles de esconder).

3. Al final del libro, la mujer de David Holm decide envenenarse junto al resto de sus hijos para salvarse. Es un momento poderoso y desgarrador imaginar que la ha llevado a ese estado y por primera vez se asoma un poco como sujeto de su propia historia dentro de la narración. Sin embargo, David Holm no podía soportar que dos segundos de la novela no fueran sobre él. El personaje irrumpe el momento, ya arrepentido de todo, pensando que sólo desea que su esposa sea feliz después de todo lo que ha sufrido (sin admitir mucho su responsabilidad de hombre pendejo que le pegaba golpizas) y acaba el libro cuando el pobrecito (sarcasmo) hombre triste (sarcasmo) ha convencido a su mujer de que quiere ser bueno (típico movimiento de manipulador) porque llora. Al final, incluso el momento que parecía no ser sobre David Holm, se vuelve suyo. Y ya les dije la hueva que me dan las redenciones de los hombres terribles.


FIN DE LOS SPOILERS

Concluyendo ya este asunto, creo que el libro no me gustó porque yo tengo un bias muy fuerte contra este tipo de historias. No me gustan y no me gusta que tengan fuerza, ni que sigan siendo reconocidas fuera de que están bien escritas. Con esta reseña doy por terminado a enero en el reto #WomenPNL, que definitivamente me ha dejado sorpresas curiosas y los espero en febrero, donde estaré leyendo a Pearl S. Buck y a Grazia Deledda.

jueves, 25 de enero de 2018

Santa Catalina de Siena, Sigrid Undset | #WomenPNL

Sinopsis: «De tiempo en tiempo se ha discutido (...) qué ha hecho el Cristianismo por la mujer. Qué sitio ha ocupado la mujer en el seno de la familia y en la sociedad dentro de los pueblos que profesaron la religión de Cristo. Cómo era considerada la mujer a la luz de la doctrina de la Iglesia. (...) Jesucristo ignoró el muro invisible cuando interpeló al alma humana, al hombre creado a su imagen, creado como hombre y mujer. Cada palabra que sale de su boca va dirigida a nuestra común naturaleza humana. (...) El santo más arraigado en la conciencia de los pueblos es María, la Madre de Cristo, la Reina de la misericordia (...). Pero también las mujeres que en su época confesaron a Cristo con su vida de santidad y de amor al prójimo, fueron consideradas como columnas de la sociedad y dirigentes y maestras de sus pueblos. (...) En una época llena de violencia y de sangre, una viuda nacida en un extremo de Europa, santa Brígida de Suecia, o una joven del pueblo, santa Catalina, hija de un tintorero de Siena, supieron dar buenos consejos a los poderosos de este mundo. Y el mundo las escuchaba con respeto aun cuando no seguía sus consejos. Llegaron a desempeñar un papel en la política mundial. Y reprendieron, aconsejaron y guiaron y, a veces, mandaron y dieron órdenes al vicario de Cristo en la tierra».


Esta lectura participa en el #WomenPNL organizado en el blog Todo mi ser. Les voy a contar como acabé leyendo yo la biografía de una Santa (que, además, no es una biografía crítica, sino que es un libro que en Goodreads está recomendado para todos los católicos, no kidding) y no de cualquiera, sino de Santa Catalina de Siena. No me hubiera molestado, por ejemplo, leer la biografia de Juana de Arco (sí, es una santa católica), es más, si quieren hasta me leo cualquier cosa de María (suena interesante, al menos). Es más, a (Santa) Hildegarda de Bingen la conocí hace relativamente poco cuando con algún grupo de conocidos hablabamos de que, para explotar sus dotes intelectuales, la mujer tenía muy pocas opciones y una de ellas era entrar al convento. Pero les juro que nunca en la vida se me hubiera pasado leer de Santa Catalina de Siena porque sí. No me atrae. Lo juro. Lo perjuro.

A ver, yo soy atea. Atea redomada. Atea que fue a la India, vio templos, dioses y vivió con musulmanes. Y este libro lo que hizo más o menos fue... pues... confirmar que soy atea hasta los huesos. Santa Catalina de Siena es todo lo contrario a mí. Pero antes de ponernos a hablar de ella y de su vida, vamos a hablar de Sigrid Undset un poquito. Esta escritora recibió en 1928, el Premio Nobel de Literatura. Su biografía de Santa Catalina de Siena no fue publicada sino hasta 1951. De hecho me parece que fue uno de sus últimos libros. Yo lo escogí porque sólo había disponibles dos cosas de ellas en epublibre.org. Uno era este, y el otro era toda la trilogía completa de Cristina, hija de Lavrans, que tiene unas 1000 páginas y aunque quiero leer, no me da tiempo en un mes (menos en uno que ya teno otras cuantas lecturas conjuntas en las que debo participar). Así que ese fue mi destino: leer esto. Pero, volviendo a Sigrid Undset.


Ella nació en Noruega en el seno de una familia atea que las bautizó en la iglesia Luterana porque era la norma del día (o sea, un poco como la mía). Recordemos en la gran parte de los países escandinavos (y bastantes de Europa del Este) son protestantes y, de hecho, Noruega era un país de mayoría Luterana (una rama del cristianismo que si quieren saber de donde salió pueden buscar en Wikipedia, porque mi capacidad para explicar cosas religiosas es... bueno... limitada). El caso es que nació en una familia atea. ¿Cómo carajos llegó al catolicismo y a, de hecho, pertenecer a la misma orden que Santa Catalina de Siena? Esa es una buena pregunta, que yo también me hice. Y Wikipedia me dio una respuesta. Pero antes, un poco de contexto. Cristina, hija de Lavrans, una trilogía publicada en tres años, de 1920 a 1922, fue, según algunos, la obra que le dio notoriedad a Sigrid Undset en el mundo. En ella habla de una Noruega medieval, donde aún existía el paganismo y el cristianismo apenas se asentaba. Si bien Sigrid Undset pasó gran parte de su vida como atea/agnóstica, después de que su matrimonio fracasó y empezó la primera guerra mundial (algo absolutamente horrendo, la guerra de las trincheras) tuvo una crisis/revelación/no sé que le da a la gente que de repente se vuelve católica... y se convirtió al catolicismo oficialmente en 1924.

El caso es que esto no fue nada bien visto. ¡Fue un escándalo! Noruega era un país casi completamente Luterano y además el anti-catolisismo no existía sólo con los religiosos luteranos, sino que una gran parte de la población era anti-católica. Sigrid recibió varios ataques al respecto y de hecho, participó en el debate público. Sus obras post conversión (que ocurrió en 1924) está toda llena de elementos de su fe y la influencia se nota (según Wikipedia y según mi experiencia con esta biografía de Santa Catalina) en todas sus obras. Así que ahora sí, vamos a hablar del libro.

Les presento a Santa Catalina
1. No me voy a poner a juzgar elementos de la vida de Santa Catalina de Siena, porque la verdad es que juzgo todo con ojos ateos del siglo XXI. Para mí las penintencias de los religiosos de la Edad Media es algo inconcebible. Algo que se me escapa. Los castigos físicos, se me escapan. De hecho, todo eso, se me escapa. I can't. No puedo. No entiendo, tampoco. Fuera de que las alucinaciones/visiones/sueños de la Santa me causan una curiosidad extrema (pues tiene uno donde se casa con Cristo, donde bebe de su sangre, donde se coloca la corona de espinas...) y quiero saber de dónde carajos vienen y qué explicación lógica tiene (tengo una atea mind), no puedo juzgar nada más. Así que pasemos al siguiente punto. Sobre este, imaginen que mi cara la mitad del libro fue algo así: 

Me gustaría no juzgar con mis estándares siglo XXI pero bueno, no soy historiadora.

2. AMO LA POLÍTICA MEDIEVAL. Me fascina. Eso sí me encanta. Eso sí que lo disfruté. Santa Catalina habló con papas, intercedió para que la sede Papal fuera trasladada de Aviñón a Roma, pues los franceses la mantenían en Aviñón precisamente por el poder que les confería tener al Papa en su propia tierra. A Santa Catalina le tocó, en vida, la existencia del antipapa (que básicamente fue cuando el Papa se regresó a Roma y una parte de los franceses dijo fuck it y eligió su propio Papa... si quieren algo más exacto y mejor contado pueden ir a buscar un libro de historia, yo no soy historiadora, lamentablemente) y medió para reconciliar a Florencia con el Papa. O sea, tenía cierto poder (lo cual es admirable, considerando la cantidad de mujeres de las que conocemos algo de la Edad Media, incluidas las Reinas y la realeza). Y claro que, para hablar de la política medieval en Europa uno tiene que tomar en cuenta, bueno... a la Iglesia, que era quizá el organismo más poderoso en toda Europa. Ya me había tocado leer bastante cuando leí los siete libros de Los Reyes Malditos (los Capetos were crazy) y resulta que Santa Catalina vivió casi al mismo tiempo, pero en Italia en vez de Francia. Así que, kudos por esa parte.

3. Sigrid Undset habla de que ha hecho la fe católica por la mujer. Yo, la verdad, es que soy escéptica. El tema no lo recupera sólo ella, sino que también lo hace la egipcia Nawal el-Sadaawi, en el libro que acabo de reseñar hace relativamente poco (La cara desnuda de la mujer árabe), en la que habla de como el nacimiento del Cristianismo ayudó a las mujeres en algunas cosas sobre su condición y como después la instituación eclesiástica se cagó en todo ello por siempre jamás (ayudaba sobre todo en temas de violencia sexual y esas cosas, pero no me acuerdo de todo en este momento y si quieren saber algo, deben leer el libro). El caso es que, volvamos, yo soy un poco escéptica e igual creo que todo lo bueno que pudo haber pasado a la mujer en el nacimiento del cristianismo (que fuera causado por él) después fue arruinado de una y mil maneras por la Iglesia (as an institution). Si bien podemos hablar de que entrar al convento ayudó a muchas mujeres a explorar su intelectualidad (por ejemplo, Santa Hildegarda y a la misma Sor Juana Inés), esto pasaba porque literalmente no había otra opción (la misma iglesia lo impedía en muchos casos) y en casos como en el de Sor Juana, la misma iglesia también le ponía un punto final a las actividades intelectuales. Eso sin contar la quema de brujas (una cosa de la Iglesia, debo mencionar) y otras bastantes cosas. Así que yo soy escéptica. Alzaré la ceja. Y la dejaré ahí.


4. Debo decir que hay cosas de Santa Catalina de Siena que me sorprendieron y que voy a exponer aquí rapidito. Aprendió a leer ya adulta, porque, de hecho, era iletrada y tenía que dictar todas sus cartas y todas sus cartas se las tenían que leer. Al parecer también aprendió a escribir también. Fue cuestionada por altas autoridades eclesiásticas en temas religiosos y sus respuestas dejaron confundidos a la mayoría (o sea, al menos en temas religiosos, era muy inteligente). Habló ante Papas. Fue mediadora en revueltas. Escribió un libro (que no planeó leer) en cinco días durante un éxtasis.

5. Para finalizar ya, que esta reseña/clase de historia sobre Sigrid Undset ya quedó muy larga, tengo que reconocer que el libro está escrito de manera muy bella, la prosa es increíble, y por más desinteresada que estuviera yo en el tema y por más ceja alzada que tuviera, todo estaba escrito muy bonito. Al final es un libro que no sé como calificar. Sólo que si no eres católico devoto o no tienes interes, no es la clase de lectura que te recomendaría. De hecho, yo sólo estoy haciendo la reseña porque es parte de #WomenPNL y quería poner gifs.


Nos vemos la siguiente. Prometo ya no traer libros rarísimos (o no, nunca saben que voy a leer).

lunes, 4 de julio de 2016

Recuento de los daños | Junio 2016

Yo estaba muy tranquila con mi bloqueo lector de mayo, sin ni siquiera intentar quitármelo porque esas cosas pasan y es mejor no forzarlas, además de que no leer no me afecta en nada cuando me acordé que muy probablemente yo estaría en la India a partir de agosto y ninguno de mis libros en físico (o casi ninguno) me iba a seguir hasta la India. Así que me puse a leer como si se acabara el mundo. Y no, mis días no tienen 30 horas (ya me gustaría que los tuvieran) y no tengo un giratiempos ni una TARDIS, aunque realmente me gustaría tenerla. Así que aquí va la lista de lecturas, sin contar audiolibros (porque esos los escuché, obviamente) ni comics (porque si no esto se hace eterno). Y por favor, antes de decirme que quisieran leer tanto como yo, recuerden que como cinco libros de aquí apenas si pasan de las 100 páginas porque me gusta leer muchos libros infantiles... y otros simplemente son pequeñísimos (excepto un par de tochos respetables).

El fuego en el que ardo, Mike Lightwood


Buena intención, mal libro. Intento de buena moraleja, quedó un poco agradable popurrí de drama. En fin, ya saben lo que opino de este libro. realmente espero que el autor siga escribiendo y que, por favor, por favor, por favor, pague una revisión extra de lo que escribe y esas cosas porque igual pueden salir cosas buenas... ¡pero esta no es una de ellas! O sea, la idea de fondo es decente y buena. La de fondo. Luego la cubrió de clichés, una redacción un poco (bastante) pobre y demasiado explicativa y todo se fue al carajo por un tubo. Ya leyeron mi reseña y bueno, hacen falta muchos más libros LGBTIQ en el mundo, pero si este es El Libro LGBTIQ, apaga y vámonos.

Una habitación propia Virginia Woolf


Virginia Woolf dice que una mujer necesita, para poder escribir en paz, una habitación propia y dinero. Es curioso para mí, que escribo en la sala de mi diminuta casa y tengo enfrente a la cocina, donde siempre hay movimiento. Pero al final del día tiene razón, porque siempre soy muy más productiva cuando estoy sola. Dejando de lado mis cavilaciones, fue la primera vez que leí a Woolf y me sorprendí bastante, me gusta como analiza lo que escribimos las mujeres (o habían escrito las mujeres hasta su época) y los consejos que da. Porque es cierto. Las mujeres no hemos hecho muchas cosas en el mundo pero no es porque no hayamos querido, es porque no hemos podido, no nos han dejado y hasta hace poco, la educación de la mujer era considerada un desperdicio. Buena lectura, aquí les dejo la reseña y el hangout en el que participé.

Hermano Lobo, Carla Maia de Almeida


Ay, que bonita es Ediciones el Naranjo. Adoro esa editorial. Creo que es mi favorita, pero no le digan lo mucho que le hago la pelota últimamente. Hermano Lobo es un libro impreso en páginas blancas y en páginas azules, nostánlgico y de alguien modo, un libro sobre la decadencia de una familia y el final de la infancia. Me agrada que temas como estos se traten en libros para niños, porque ahí es cuando más sincero y sencillo tienes que ser. No puedes adornar tu prosa con palabras inútiles que a los niños no les interesan y a la vez tienes que dejar claro el conflicto de la novela para que cualquiera lo entienda. Hermano Lobo me encantó, como ya lo dije en su reseña y lo recomiendo muchísimo. Además, me parece que es la primera vez que leo a una portuguesa.

El beso de la mujer araña, Manuel Puig


¡Este libro lo elejí yo para el club de lectura de La Noble y Ancestral Casa de los Black y es uno de los mejores libros que he leído en la vida! Ok, quizá exagero. Pero quiero que por favor piensen en cuántos libros hay escritos sólo con diálogos, sin ninguna descripción, ni nada por el estilo y los lectores pueden entenderlo todo, hasta lo que no vemos directamente. Este libro es de dos prisioneros en una cárcel argentina durante los años de la dictadura, que se la pasan platicando. Uno le cuenta películas al otro, se preguntan cosas, se hablan sobre sus vidas. Un libro precioso y que me encantó haber escogido. Escribí una reseña para recomendarlo por todo lo alto y pues se los recomiendo, qué más.

Ella trae la lluvia, Martha Riva Palacio


Otro libro precioso de el Naranjo. Sí, voy a seguir haciéndoles la pelota porque publican libros preciosos que a mí me encantan y así no se puede. Además, tuve la oportunidad de conocer a la escritora en la presentación del libro y es una persona muy agradable. Como quien dice, esta fue una lectura redonda. El libro viene con páginas naranjas e increíbles ilustraciones en donde, lo que más resalta, es el mar y los peces. Es un libro para niños que trata temás como la discriminación y la segregación, además de los prejuicios y como los aprendemos sin darnos cuenta. Por eso, y mucho más, es un libro maravilloso y que nadie se debería perder. Escribí la reseña, ya saben, porque el libro es preciosísimo.

Carol, Patricia Highsmith


¡Carol! Llevaba queriendo leerlo desde que la película estuvo nominada al Oscar y junio fue finalmente el mes en el que lo leí. Patricia dice, en el afterword, que tiene la impresión de que fue la primera novela publicada con una pareja homosexual (Carol y Thérese) que tenía un final feliz. Fue publicada al principio de los años cincuenta, cuando la mayoría de las novelas de esta temática tenían un final trágico, con suicidos, separaciones, vueltas al "camino correcto". Escribí la reseña para recomendarlo también por todo lo alto y espero que si no la leyeron en su momento, ahora sí le hagan un poco de caso a mi recomendación. 

Foro Rinascimento, María García Esperón


Este libro me lo regaló la autora porque fue publicado en Colombia, no aquí y obviamente María, a quien conozco desde que tengo trece o catorce años, es una persona increíble. Además, la portada también tiene a la Sibila Cumana que tiene uno de sus primeros libros, Sibila (no les quiero contar lo que sufrí yo para encontrar ese libro). ¿Alguien se acuerda de los foros de internet? Todavía existen, pero cada vez van quedando más en el pasado. En este libro, por medio de un foro, se comunican varias personas en todo el mundo y una joven en México, accidentalmente pone a varios en alerta por descubrir un misterio en los ojos de la Sibila. Es un libro entretenido, corto, misterioso y con varios personajes interesantes. Recomendado, si es que lo encuentran, que debe estar complicado.

Este que ves, Xavier Velasco


Otro de Xavier Velasco. Creo que ya nada más me queda un libro de él que no he leído pero que, si soy completamente sincera, no me quedan exageradas ganas por leer. Este me ha gustado porque es la historia de la niñez de Xavier y, como hijo único, entiende mis pedos mentales en eso de crecer en una casa sin quien jugar y con padres que pueden prestarte atención todo el maldito tiempo. Quizá a los que no sean muy fans el libro no les aporte absolutamente nada, la verdad, pero está entretenido, lo admito. Xavier era un poco odioso de niño y de adolescente (en La edad de la punzada), pero aún así lo quiero porque tenemos los mismos pedos mentales. Hice la reseña y todo.

Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe, Octavio Paz


En realidad este libro no es de este mes, sólo lo acabé en este mes. Leerlo me tomó desde enero hasta acá. No, no es broma. Mientras que la primera parte (historia de la colonia y contexto social de la Nueva España) se me fue rápido, igual que la vida de Sor Juana, el análisis literario me costó meses porque no soy experta en eso y todo me sonaba a chino. Pero recuperé el ritmo al llegar al ensayo de restauración y los últimos escritos de Sor Juana. Sor Juana Inés de la Cruz es una escritora que me encanta y Octavio Paz igual, así que el resultado de este libro es bastante bueno... pero sólo si te interesa Sor Juana de verdad; sino, te recomiendo que te alejes. 

El segundo sexo, Simone de Beauvoir


Otro libro que me tomó varios meses igual, pero ni lo había marcado como empezado a leer. De hecho, es porque leí la mayor parte en este mes, leyendo diario y constante al menos medio capítulo. El Segundo Sexo si es un tocho de respeto y hay quien lo considera la biblia feminista. Puedo entender por qué aunque, miren ustedes, Simone de Beauvoir no se consideraba feminista cuando lo escribió. Este libro es sólo un análisis de la mujer en la sociedad de Simone y una recapitulación que abarca gran parte de la historia mundial. La verdad, se lo daría a leer a todo el mundo. Pero quizá su cantidad muy respetable de páginas no es para todo el mundo, así que ya saben, leer con discreción.

Soma. La tumba de Alejandro, María García Esperón


Este libro también me lo regaló la autora y es de sus temas preferidos: los griegos, los romanos y las civilizaciones de aquella época. En una historia contada a dos tiempos (el pasado, la muerte de Alejandro) y el presente (la búsqueda del Soma), llena de enigmas y personajes complicados. Me gustó un poco más que el otro que me regaló la autora y no pude evitar compararlos porque los leí casi juntos, aunque cada uno resalta por sus propios méritos. En el caso de este libro, también está publicado sólo en Colombia y es tan feo porque se hizo un concurso de portada en varias escuelas y mi ejemplar, obviamente, todavía no tiene portada. Espero que el ganador sea precioso. Ya saben, recomendado si lo encuentran, porque no dudo de que sea difícil de conseguir.

Demonia, Bernardo Esquinca


¡Un libro de cuentos de terror mexicano! Sí, mi emoción es de verdad. Y además lo tengo firmado porque conocí a Bernardo Esquinca y es realmente un tipo genial. Pero bueno, a Bernardo Esquinca lo conocí como por abril y a estas alturas del partido apenas voy leyendo el libro. Es el segundo que leo del autor (el primero fue Mar Negro) y no puedo más que decir que realmente me encanta ver un soplo de aire fresco en la literatura de terror mexicana. Ya. Bastante tengo de Carlos Trejo y Cañitas y que me intenten vender que esas basuras eran terror. Pero esto sí lo es, de verdad; había cuentos en los que podía sentir como se me erizaba el cuello. Recomendado

El eterno femenino, Rosario Castellanos


Este libro es la lectura conjunta de este mes que realicé con otras chicas y es una obra de teatro. Perdí la cuenta de cuando fue la última vez que leí teatro y creo que fue con Oscar Wilde y la importancia de llamarse Ernesto. Obviamente, leerlo no es lo mismo que verlo, pero igual esta obra es magnífica y puesta en escena debe de ser una preciosidad. Iría a verla si la anunciaran en cualquier lugar de la Ciudad de México en algún futuro cercano. En fin, debo decir que Rosario Castellanos hace una crítica a la mujer de su época y a las pocas opciones que tenía usando una buena sátira. Muy recomendado. Yo lo compré baratísimo porque lo edita el FCE (aunque también hay un pdf en la biblioteca feminista al que pueden recurrir si en su país no está el libro). 

Colaboraciones


Si llegaron vivos hasta acá, aquí les van mis colaboraciones en otros blogs, que ya saben que siempre las hay.

Plusbits Mx:


La hora del té: