Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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jueves, 25 de junio de 2020

Sobre La gesta del nombre propio en el mes del orgullo

¡Hola! Junio, creo que ya sabemos todos, es el mes del orgullo. Este año no preparé especiales tan marcados como los del año pasado, pero sí tengo algunas cosas que quiero compartir. La verdad esta entrada la estoy escribiendo apenas porque me agarró el mes sin haberla hecho. Leí y revisé La gesta del nombre propio el año pasado. EN JUNIO. A veces me tomo mi tiempo. Como ya verán. 

Muy bien, creo que primero quiero ponerlos en contexto, un poquito. El año pasado escribí sobre Cumbia, copeteo y lágrimas, un informe publicado sobre la situación de la comunidad travesti/trans en Argentina. Es un proyecto que fue coordinado por Lohana Berkins, de quien hablé en la entrada que le dediqué (en el link del título del libro lo ven), quien fue una de las pioneras en la lucha por el reconocimiento de la identidad de género en Argentina; de hecho, fundó una de las organizaciones más importantes al respecto: la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT). Fue militante comunista y además de la lucha por la identidad de género, también se unió al debate de la prostitución (porque es un tema que toca mucho a la comunidad por la que luchó). En la entrada pasada pueden ver más información al respecto sobre ella.

Los trabajos de Lohana Berkins son cosas que me han ayudado mucho a aclararme algunos temas, por eso siempre los recomiendo. Sobre abolicionismo, identidad de género, etc. En este caso, vamos a hablar de La geste del nombre propio. Es un informe, originalmente publicado en el 2005 (dos años antes de Cumbia, Copeteo y Lágrimas, que es de 2007), compuesto por varios textos y artículos donde además se registran los resultados de una encuesta aplicada a la comunidad travesti/trans de Argentina. Lohana es una de las coordinadoras y la otra es Josefina Férnandez. El texto está además prologado por Diana Maffia (feminista argentina) y trae otras colaboraciones. 

Eso para darles un poco del contexto del texto. Antes del prólogo está un texto de Lohana Berkins donde explica que el libro es "el resultado de una investigación sobre la situación de travestis, transexuales y transgéneros en la Ciudad Autónoma de Buenos aires, Mar de Plata y en localidades del Conurbano Bonaerense" bajo la coordinación de la ALITT (mencionada arriba). Explica también que en el proceso participaron "activistas travestis, transexuales, transgénero, feministas y mujeres del campo académico" agregando que la selección no fue casual, puesto que buscaba romper las fronteras que separan "la academia del activismo".

Entonces sí, habla sobre los resultados y menciona lo siguiente: 
Los resultados de la investigación muestran la exclusión que afecta a nuestro colectivo, la dificultad de acceder a la condición de ciudadanía, los problemas en el campo de la salud, la educación, la violencia policial, sexual y doméstica. Condicionadas a conseguir nuestro sustento a través de la prostitución, único medio de subsistencia, nos vemos sometidas a una serie de indignas situaciones que nos colocan en una extrema vulnerabilidad, despojándonos de nuestra condición humana.
Ese es un resumen muy pequeñito de lo que se expone en el resto del libro. (Y, por cierto, como nota al margen, pone al final del texto que, aunque han elegido utilizar las denominaciones travesti, transexual y transgénero, respetan cualquier otra denominación asumida por la comunidad). Una de las cosas que me parece más importante de este libro es que es un trabajo que se hizo desde la comunidad y para la comunidad. Muchas veces los trabajos sobre género se quedan sentaditos muy felices en la academia, así no podemos hablar de accesibilidad. Hay muchos trabajos del corte "escribo sobre ti, pero no para ti" en el mundo intelectual. Este no es uno de ellos.

Ya lo mencioné cuando hablé de Cumbia, Copeteo y Lágrimas (que es mi favorito, si hablamos de preferencias) pero lo que me gusta mucho de estos informes es que muestran la realidad en un contexto específico. No puedes llegar y decirle a un libro "esto no pasa", porque detrás de él hay muchísima gente entrevistada que volcó su experiencia para que una estadística pudiera armarse. Ya saben, las estadísticas se conforman de un chingo de gente con nombre, cara y experiencias. A veces ponerse en los zapatos de otra persona es muy difícil. Las experiencias varían. Pasa mucho cuando hablamos de género. Las experiencias de las mujeres varían según el contexto específico. Un ejemplo que les puedo dar del hecho es como Alexandra Kollontai aborda el tema en Madre y Trabajadora. Toca sólo el tema de la maternidad con cuatro mujeres diferentes (una de ellas burguesa, las otras partes del proletariado) y cómo la experiencia de la maternidad no se parece para ellas. Es un ejemplo medio yéndose por la tangente, pero me ayuda para el punto al que quiero llegar y sobre el que creo que me ayudaron tanto los trabajos de Lohana Berkins.

A las mujeres nos discriminan y nos excluyen por un cúmulo enorme de razones. No ocurre de la misma manera en todas partes, aunque todos estemos sujetos a las mismas relaciones por el capital. En México matan a 10 mujeres al día. En otros lugares no y no significa que sea menos grave. Ocurren otras cosas. Para mí, ver los resultados de estas encuestras, significó comprender hasta que punto las mujeres trans y travestis sufrían también misoginia. Las experiencias entre mujeres y hombres trans no son las mismas. No es sólo la transfobia. La misoginia siempre se mete muy hondo en nuestras relaciones. Ver los resultados de una encuesta a la comunidad en tablas ya desglosadas me ayudó mucho a la hora de investigar, a buscar las experiencias.

Lohana Berkins no habla de abolicionismo de la prostitución por casualidad: representaba el único ingreso posible para gran parte de la comunidad por la que luchaba, lo que, como expone al principio, las condenaba aún a más exclusivos y las dejaba expuestas a los abusos policiales. (De hecho, en mi lista de lecturas sobre Sexualidad y Capitalismo viene un trabajo suyo). Se aborda el tema en La gesta del nombre propio porque el 79% de las encuestadas vivía en ese momento en condiciones de prostitución. Muchos de los temas en el libro se abordan desde este eje porque para aquellas que se dedican a la prostitución, los abusos policiales empeoran, existe una presión para modificar sus cuerpos en condiciones insalubres o no seguras, etc. Lo pueden checar en el libro. Viene con gráficas y todo, acá el ejemplo:


Las estadísticas son números, finalmente, nada más. Fríos y sin historias. Pero, tal como escribe Diana Maffia en el prólogo sobre los resultados:
Estos resultados le ponen cifras al daño irreparable de la discriminación, del sufrimiento innecesario, de las barreras absurdas para el ejercicio de los derechos elementales que se levantan para algunos sujetos por el mero hecho de su identidad sexual.
La intolerancia y la agresividad contra las travestis, la humillación y la marginación son la respuesta reluctante al revisar la construcción de todas las sexualidades; entonces aparecen el temor a la interpelación de aquello que se cree un destino biológico, la prepotencia del dogma impuesto por la ciencia, el derecho y la religión que trasladan su poder a la policía.

No olviden que detrás de los números HAY HISTORIAS. Conozcan este libro. Es una pequeña imagen de las condiciones que viven travestis y personas trans en América Latina. No es el único, por supuesto. Lo pueden encontrar en mi drive en este link. Cumbia, Copeteo y Lágrimas lo encuentran en este otro link. Se los recomiendo, son muy interesantes. Y casi que quiero terminar la entrada, pero tengo dos anexos.

ANEXO 1: Aunque en otros lugares hispanohablantes la etiqueta travesti no es común, en Argentina sí lo es y muchxs lo han reclamado como su identidad. Lohana habla de la reapropiación y resignificación del término:
En la década de 1990, cuando las travestis comenzamos a alzar nuestra voz en público y a organizarnos, decidimos que una de las primeras cuestiones en las que teníamos que concentrar nuestros esfuerzos colectivos era en resignificar el término “travesti”, que hasta el momento tenía connotaciones negativas para las y los otros y para nosotras mismas. El término “travesti” ha sido y sigue siendo utilizado como sinónimo de sidosa, ladrona, escandalosa, infectada, marginal. Nosotras decidimos darle nuevos sentidos a la palabra travesti y vincularla con la lucha, la resistencia, la dignidad y la felicidad.
Pueden leer del tema en el ensayo Travestis: una identidad política.  

ANEXO 2: Mi postura (porque no me preguntan y luego asumen). Para definir a las mujeres siempre me he remitido a cosas que escribió Alexandra Kollontai sobre la historia de las mujeres (en La mujer en el desarrollo social tiene todo un análisis de la historia de las mujeres y aborda lo que significaba ser mujer en diferentes periodos de la historia y durante distintos sistemas económicos como el esclavismo, el feudalismo, etc.) y a la definición que usa Claudie Broyelle en La mitad del cielo
Más allá de todo el discurso sobre la "esencia" de la mujer, ser mujer en un régimen capitalista es estar implicada en cinco relaciones sociales principales: es vivir en una cierta relación con
                             el trabajo social, 
                             el trabajo doméstico,
                             los hijos,
                             la familia,
                             la sexualidad.
 El papel de la mujer en los sistemas productivos ha cambiado, no se mantiene estático. Lo que hoy se asume como una característica innerente del papel de las mujeres quizá no lo era antes. No le veo el caso a entrarle al determinismo biológico. Soy marxista, no feminista. Sobre eso, hace poco leí un texto que suscribo completamente y que me parece un buen agregado a esta entrada: Sobre género, familia y personas trans. Suscribo varias cosas que dice, pero resalto lo siguiente:
Y una de las funciones principales de la familia es la reproducción literal de la especie humana. Como fábrica de seres humanos, tiene también su propia división del trabajo, ocupando el lugar subordinado el individuo productor. Las personas trans, al igual que, en distintos grados, las personas homosexuales o las mujeres que rechazan la maternidad, no encajan en este esquema tan estrecho. No hablo de un determinismo biológico: tener útero o pene no implica ser inmediatamente mujer u hombre, en el sentido de una psicología inevitable y determinada al margen de cuestiones sociales, pero sí es uno de los criterios fisiológicos que exige la familia para satisfacer esta función suya. Y, por ejemplo, en el caso de las mujeres, derivada de la capacidad de gestar, aparece una serie de requisitos que se espera que tenga, comportamientos y aptitudes, como es la feminidad. A nadie debería sorprender que la sociedad de clases aún tenga este tipo de criterios reaccionarios, biológicos.
(Énfasis en criterios reaccionarios y biológicos). Bueno, espero que mi postura en todo esto quede cubierta y nadie me mire raro la próxima vez que diga que podría rebatirle todo a la Jotacá Rowling aunque me gane la hueva, porque es una señora del primer mundo y lo que diga me vela madres porque me preocupa más el contexto de latinoamerica. LEAN A LOHANA BERKINS, se los digo con amor.

martes, 11 de junio de 2019

Especial Mes del Orgullo: Cumbia, copeteo y lágrimas de Lohana Berkins

Después de dos entradas que mucho no tenían que ver, seguimos con las entradas especiales de este mes del orgullo LGBT. El día de hoy quiero presentarles a Lohana Berkins, a quien conocí porque un día me di cuenta de que seguía a muchos argentinos en tuiter. Me costó trabajo conseguir este libro para revisarlo, pero por un milagro Ans de Cien Flores subió una versión en PDF del libro y eso me hizo el día (porque hay que colectivizar el conocimiento, especialmente si es de libros que no puedo conseguir porque pues una no puede permitirse cruzar de hemisferio). Lo leí y desde entonces quiero dedicarle una entrada en el blog para hablarles un poco de él. Pero ya me conocen: a veces las entradas se me retrasan años porque no encuentro el momento para hacerlas. Pero bueno, la entrada ya encontró su momento, así que vamos por partes.


¿Quién fue Lohana Berkins?


 ¿Por dónde empezar a hablar de ellas? Lohana Berkins fue una de las pioneras en la lucha por el reconocimiento de la identidad de género en Argentina. Nació en Salta en 1965, estuvo afiliada al Partido Comunista desde muy joven y en 1994 fundó una de las asociaciones más importantes e influyentes del mundo LGBT argentino: la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT). Desde esa organización luchó y trabajó para asegurar los derechos de la comunidad travesti y trans y por buscar una mejor calidad de vida. Uno de los logros más importantes en Argentina es la Ley de Identidad de Género sancionada en 2012. En 2008 lideró la creación de la Cooperativa Textil Nadia Echazú,​ la primera Escuela Cooperativa para travestis y transexuales, que lleva el nombre de Nadia Echazú, como homenaje a la militante de los derechos de las personas travestis y trans.


También fue abolicionista de la prostitución, de hecho, compiló uno de los textos que recomiendo como introducción al tema que se llama Diálogo Prostitución/ Trabajo sexual: las protagonistas hablan y del que hablo un poco más en la entrada de Sexualidad y Capitalismo. Escribió varios libros (que se consiguen en Argentina, cuando le ponga las manos encima a otro se los traigo) y varias columnas y artículos. Sobre su identidad, por ejemplo, pueden leer Si me querés, quereme trava. Bueno, ahora sí, vamos a hablar de Cumbia, copeteo y lágrimas.

Cumbia, copeteo y lágrimas



El libro es un informe nacional sobre la situación de las travestis, transexuales y transgéneros. Obviamente está enfocado en Argentina, que fue el país en el que se hizo la investigación. Se compone de varios textos y artículos y un desglose de las estadísticas obtenidas. Si se preguntan: ¿por qué el título?, Lohana Berkins lo responde en la introducción:
Antes de explicar los objetivos que persigue esta publicación, estimamos que el título de este informe nacional sobre la situación de nuestro colectivo merece una aclaración, ¿por qué Cumbia, copeteo y lágrimas y por qué en ese orden? En principio, se trata de tres momentos que conforman un ciclo vital. Tres palabras que invocan experiencias y recuerdos vividos en distintos lugares y en diferentes momentos junto a comunidades travestis, transexuales y transgéneros, tanto en Argentina como en otros países latinoamericanos.

Cumbia, copeteo y lágrimas es un trabajo tremendo de estadística que se hizo para poder exponer las condiciones en las que vivían travestis y trans en el interior de Argentina, además de eso, al principio trae un par de artículos donde se exploran los conceptos de género en la vida cotidiana, pero principalmente, es un trabajo tremendo de estadística. Se trabajó con varias organizaciones y entre febrero y junio de 2006, se entrevistaron a 257 travestis y mujeres trans, buscando una manera de reflejar las condiciones generales de su vida. Las entrevistadas eran originarias de Córdoba, Salta, Mendoza, San Miguel de Tucumán y Neuquén y estaban entre los 16 y los 63 años de edad. Este cuestionario fue enfocado en siete grandes ejes: educación, vivienda y vínculos familiares, ingresos (aquí se abordó el tema de la prostitución), salud, violencia, contacto con organizaciones y edad de identificación genérica y emigración del lugar de nacimiento.

Una de las razones por las cuales este informe se me hace importantísimo, especialmente en Argentina, es porque refleja la realidad. Punto. No es lo que uno crea que pasa o lo que uno se imagine. No. Para Cumbia, copeteo y lágrimas se hizo un trabajo de estadística para ver las condiciones de vida de estas mujeres y travas.

Lohana menciona que una precisamente muchas veces, el asumir su identidad y empezar a vivir de acuerdo a ella, es lo que lleva a las mujeres trans y a las travestis a perder sus vínculos familiares y a vivir en situación de vulnerabilidad. En el libro se aborda como "el desarraigo".
Una cuestión relevante para comprender las condiciones de vida de las travestis, transexuales y transgéneros en nuestro país y en otros países latinoamericanos es que muchas asumimos nuestras identidades a temprana edad. Estos procesos personales ocurren en el marco de sociedades que criminalizan nuestras identidades. En consecuencia, comenzar a vivir de acuerdo a nuestra identidad sexual conlleva, con mucha frecuencia, a la pérdida de nuestro hogar, de nuestros vínculos familiares y la marginación de la escuela.
Ahí mismo en ese capítulo se habla de la marginación en la sociedad y los pocos accesos a la educación que hay (que bueno, en este mundo, no tener educación básica y además ser de clase trabajadora te condena a la precarización, hay que mencionarlo).


Cumbia, copeteo y lágrimas también aborda el tema de la prostitución, que es un tema central para las mujeres trans y travas, porque en muchos casos constituye su única alternativa para tener una fuente de ingresos. Hace tiempo compartí varias cosas del libro en tuiter, especialmente en este tema, si quieren ver mis highlights, acá les dejo el tuit.
En nuestra sociedad travestismo, transexualismo, transgeneridad y prostitución parecen anudarse naturalmente, como si nuestras identidades implicaran, inmediatamente, la prostitución callejera. Este capítulo sobre  este  anudamiento,  sobre  nuestras  compañeras  y  las  posibilidades de obtener recursos para subsistir, sobre las condiciones en que se vive en estado de prostitución y lo que el Estado debiera garantizar, sobre alternativas y deseos.
“Puta”, “prosti”, “de la calle”, “en el sexo” fueron algunas de las respuestas  del  casi  el  80  por  ciento  de  las  compañeras  encuestadas  en todo el país cuando se les preguntó acerca de su principal fuente de ingresos.
El libro trae las tablas con las estadísticas y analiza cómo esta situación las mantiene en la marginación, además de que explica la diferencia entre el prohibicionismo, el regulacionismo y el abolicionismo. Sus explicaciones me parecieron muy accesibles, por cierto, así que si tienen interés en ese tema les recomiendo checarlo. Por otro lado, aquí les dejo algunas de las estadísticas más relevantes (una que es importante mencionar es el porcentaje que respondió que dejaría la prostitución de tener las posibilidades de hacerlo, lo que me recuerda parte de la solución al problema es crear las condiciones de vida para que las mujeres no tengan que recurrir a ella en ningún caso, como menciona Alexandra Kollontai en su artículo sobre la prostitución del que acabo de hablar):




Cumbia, copeteo y lágrimas también aborda temas de salud y de la violencia sistemática que sufren en la calle. Un apartado en especial que me llamó la atención y que comenté en su tiempo tenía que ver directamente con los abusos policiales que viven, acá les dejó lo que puse en highlight:
Y bueno, ya para no seguir haciendo esta entrada enorme, les voy dejar el link del libro para que ustedes también puedan revisarlo: está aquí en mi drive. No es un escaneo (como les suelo dejar algunas cosas), el pdf es de muy buena calidad, así que léanlo.