Mañana es día del niño y ya que el año pasado hice un Especial de libros infantiles en PlusbitsMx, el de este año (al menos aquí), va a ser de series, en concreto, caricaturas. Las que recuerdo con más cariño de mi infancia. Sólo que al encontrarme con tantas que me gustaría recordar, tuve que dividir esto en dos partes. ¡La siguiente sale mañana, que es día del niño, oficialmente!
Mona la Vampira
Debo reconocer que las aventuras de Mona y sus dos inseparables amigos al principio me daban medio igual y veía el programa porque lo pasaban después de otro que me gustaba. Pero como tenía fantasía del tipo criaturas como vampiros, hombres lobo y todo ese tipo de cosas, me empezó a gustar mucho al punto de no perderme ni un programa. De hecho, creo que un Halloween me disfracé de Mona. Ahora no sé si lo sigan pasando por TV, pero seguramente si un día lo veo, reconoceré el capítulo.
Cada capítulo versaba alrededor de un misterio diferente que Mona y sus amigos tenían que resolver para evitar que fuera a más grande. Eran generalmente autoconclusivos, pero había uno que otro especial que se dividía en dos partes. Por lo pronto, yo les dejo la intro para que se den una idea de qué se pueden encontrar en la serie.
Los cuentos de la calle Broca
Esta sí que me gustó mucho desde el principio. La serie francesa hablaba de brujas, de sobrinos que visitaban a sus tíos muertos, de muñecas de madera, de hadas malas y hadas buenas, de brujas malas, de brujas muy malas y de brujas buenas. En general eran versiones de los cuentos de los hermanos Grimm adaptadas a la "actualidad" (la actualidad de la serie, eso sí). Recuerdo que mi favorito era el de un gigante que quería casarse, pero su novia no lo aceptaría hasta que no fuera de un tamaño normal, así que se fue por el mundo a conseguir que lo hicieran de tamaño normal.
También estaba el de una bruja que le regalaba al narrador su pócima de la invisibilidad y él por error la desparramaba por todos lados. ¿El resultado? Media ciudad era invisible. Cada capítulo cuenta una historia diferente, y los únicos personajes que suelen repetir son el señor Pierre, el dueño de la tienda y los dos niños ávidos de oír sus cuentos. Incluso, algunas veces, el señor Pierre los usa como protagonistas de sus cuentos.
KND: Kids Next Door (o Los Chicos del Barrio)
A mí mamá no le gustaba que yo viera el canal 5, pero cuando desubrí que por ahí pasaban Sabrina, tuvo que soportar que yo al menos viera Sabrina, la bruja adolescente... y, por supuesto, el programa que pasaban poco antes: Los chicos del Barrio. No le gustaba, porque especualmente 1 le caía muy bien. A mí las que me gustaban era las dos chicas, tres y cinco. Al principio 3 por ser muy tierna y al final 5 por ser una bad-ass.
Las tramas de los capítulos se me antojaban a veces tan absurdas que la carícatura me fascinaba. Aun hoy me gusta, pero ya no tanto como antes: cosas de crecer, como diría la gente. Aun así, la recuerdo con cariño.
Avatar: El último maestro aire
Esta serie la conocí muy chica, pero como sólo la pasaban en Nick y en ese entonces en mi casa no había cable, la veía salteada y generalmente no entendía nada, aunque me gustaba mucho. Así que en cuanto hubo internet en mi casa y descubrí la maravilla de ver series online acabé de verla bien y en orden. Siempre me gustó mucho el estilo de animación que tenía y la historia que era mucho más compleja que ninguna caricatura que hubiera visto antes.
Siempre me gustó muchísimo y aun hoy me fascina y puedo verla como niña chiquita. No es una de esas cosas que a alguien le dejen de gustar con el tiempo. Además de que han salido comics (y siguen saliendo), junto con Korra, la otra serie que también merece lo suyo. Eso sí, aléjense de la adaptación al cine: está en la lista de las peores adaptaciones, junto con películas de las Tortugas Ninja y Dragon Ball.
Titch
Esta, a diferencia de las otras, es una caricatura para los más pequeños. Fue la primera caricatura que me gustó y trataba de las aventuras en el día al día del benjamín de una familia con tres hijos, Titch. Sus hermanos a menudo lo veían demasiado pequeño para incluirlo en sus juegos y sus padres no le prestaban demasiada atención, así que Titch tenía libertad para andar por todas partes. Además, generalmente, su gato era el que lo acompañaba en todas sus aventuras.
Fue la primera caricatura que conocí y el gusto por ella no me duró demasiado tiempo, porque era para niños muy pequeños, pero aun así la recuerdo con cariño.