Sinopsis: Ratón es el típico chico que trabaja en la típica posada del típico reino fantástico, con sus caballeros típicos, sus hechiceros típicos y sus tipiquísimos dragones. Un día, un accidente con un objeto mágico le otorga los grandes poderes del famoso mago Calderaus… unos poderes que no sabe usar. El problema es que Calderaus, ahora convertido en cuervo, no se detendrá hasta recuperar lo que es suyo… y Ratón deseará no haberlo conocido nunca. Los dos iniciarán un delirante viaje, en el que conocerán a toda una serie de personajes extravagantes y vivirán una serie de locas aventuras repletas de humor.
Fiel a mi costumbre de seguir a Laura Gallego, leí Mago por Casualidad una tarde de aburrimiento. Por lo corto del libro, lo acabé esa misma tarde y vaya que consiguió su cometido: arrancarme el aburrimiento de cuajo.
Hay que tener claro, eso sí, que es un libro para niños. Nada de personajes profundísimos, tramas exageradamente complicadas, pero sí muchas risas, personajes entrañables, entre ellos un dragón (y es algo sabido que todo libro que tenga dragones es, de inicio, un buen libro), un brujo, una princesa que en vez de princesa es héroe y... todo tipo de cosas. Pero ey, es un libro para niños: ilustraciones, capítulos cortos, cosas sencillas. ¿Les quedó claro? Ahora podemos pasar a la reseña.
No se van a encontrar con un libro de Laura Gallego común y corriente, es muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados y para una tarde está bien. O para regalárselo a un hermano. O a un sobrino o al hijo de una amiga o... puedo seguir con los ejemplos hasta el infinito. Tienen aseguradas unas buenas risas, porque de personajes que podrían parecer clichés en un cuento común y corriente, aquí rompen el molde y se convierten en otro tipo de cosas. Desde la princesa que quiere cazar dragones en vez de conocer al príncipe, el aprendiz que no es inteligente, sino bastante torpe y sólo quiere deshacerse de su magia.
Para mí, el mejor personaje fue Lila. Ladrona irremediable, si roba algo, dice que lo ha robado según las reglas del gremio de ladrones para que nadie ose quitársela de vuelta. Aunque pasa todo el libro devolviendo cosas o porque son peligrosas o porque sus dueños amenazan de muerte a todo el mundo si no las consiguen de vuelta. Para prueba de su genialidad, esto:
Hay que tener claro, eso sí, que es un libro para niños. Nada de personajes profundísimos, tramas exageradamente complicadas, pero sí muchas risas, personajes entrañables, entre ellos un dragón (y es algo sabido que todo libro que tenga dragones es, de inicio, un buen libro), un brujo, una princesa que en vez de princesa es héroe y... todo tipo de cosas. Pero ey, es un libro para niños: ilustraciones, capítulos cortos, cosas sencillas. ¿Les quedó claro? Ahora podemos pasar a la reseña.
No se van a encontrar con un libro de Laura Gallego común y corriente, es muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados y para una tarde está bien. O para regalárselo a un hermano. O a un sobrino o al hijo de una amiga o... puedo seguir con los ejemplos hasta el infinito. Tienen aseguradas unas buenas risas, porque de personajes que podrían parecer clichés en un cuento común y corriente, aquí rompen el molde y se convierten en otro tipo de cosas. Desde la princesa que quiere cazar dragones en vez de conocer al príncipe, el aprendiz que no es inteligente, sino bastante torpe y sólo quiere deshacerse de su magia.
Para mí, el mejor personaje fue Lila. Ladrona irremediable, si roba algo, dice que lo ha robado según las reglas del gremio de ladrones para que nadie ose quitársela de vuelta. Aunque pasa todo el libro devolviendo cosas o porque son peligrosas o porque sus dueños amenazan de muerte a todo el mundo si no las consiguen de vuelta. Para prueba de su genialidad, esto:
─¡¡Aprendiz ingrato y desleal!! ─rugió de nuevo Calderaus─. ¡Tengo a tu amiga y, si no acudes a mi encuentro…, me la comeré! Grita, niña, que te oiga.
─¡¡Ratóóón!! ¿Estás ahí? ¡Esto es genial! ¡Estoy sobre el lomo de un dragón!
─¡Así no! ─la riñó Calderaus─. Estás secuestrada, ¿es que no lo entiendes? ¡Y te voy a comer!
Si quieren tener una regresión a su infancia (o buscan que regalarle a un mocoso o mocosa que ya sepa leer), este es el libro. No lo duden.