Decir ficción especulativa se refiere a esa denominación que engloba engloba los géneros de ficción con mayor grado de fantasía e imaginación. La fantasía, la ciencia ficción, el terror, todo lo que de ellas se desprende. Un tema común en este blog en los últimos tiempos. Sobre todo considerando que en Librosb4tipos este año nos dedicamos a toda la literatura de la imaginación y a todos estos géneros dentro de América Latina. Hoy traigo tres reseñas cortas de tres libros diferentes que me gustaron y que elegí englobar en una sola entrada para hablar de varios temas.
Ya me he repetido unas cuantas veces, pero algo que me encanta de las obras que pueden considerarse que están dentro que los géneros que engloba la ficción especulativa o que son híbridos de estos es cómo se aproximan a lo humano. Podemos hablar de cuentos que ocurren en marte y tan "irreales" como nos parezcan ahora, hablan de las emociones humanas o de sucesos que entendemos. Pasa con Kalpa Imperial y su imperio más vasto, por ejemplo, la reseña anterior en el blog. Pasa con las Tierras Fértiles de Liliana Bodoc y su guerra contra Misáianes. Pasa con el Castillo Ambulante de Diana Wynne Jones y con Sophie y Howl (nunca he hablado de ese libro en el blog y apenas lea lo que le sigue, prometo traerles la reseña). Pasa también con una de las autoras de las que voy a hablar hoy: Úrsula K. LeGuin, que en La mano izquierda de la oscuridad propone otro tipo de civilización que finalmente entendemos porque al fondo todas estas historias están sentimientos y cosas que entendemos como seres humanos que somos. No quiero extenderme tanto con la introducción, así que sí, vamos a los libros.
Un hada en el umbral de la tierra, Daína Chaviano
Sinopsis: Al desaparecer su padre, dos años atrás, Tomy y su madre, Niza, se han quedado varados y solos en Garnys —un planeta congelado y desierto— en espera de ser rescatados para volver a la Tierra. Extrañas voces los acosan y los sumergen en el miedo y la desconfianza, pero un giro sorprendente cambiará sus destinos. El terror y la esperanza se mezclan en esta historia de ciencia ficción y fantasía que podrán disfrutar tanto los jóvenes lectores como los adultos.
Mi primer acercamiento a Daína Chaviano lo tuve con la antología Insólitas. Ya les hablé de ella en el blog. En ella, La dama del ciervo, el cuento de Chaviano ilustra perfectamente cómo es que es posible mezclar la ciencia ficción con la fantasía sin tratar a la fantasía como *magia científica*. Me gustó mucho esa mezcla, debo decir y más tarde, leyendo este libro y comentando algunas cosas de él en tuiter, caí en la cuenta de que, efectivamente, estaba escrito más con una estética con la que identificamos a la fantasía que a la ciencia ficción: como un cuento de hadas.
Elegí iniciar esta entrada con este libro porque creo que contar las cosas en la ficción especulativa con esta clave que tienen los cuentos de hadas (que nos han acompañado muchísimos años) es algo que me he encontrado que, para empezar, hacen las mujeres y, para seguir, que me interesa mucho. Leo con más gusto los libros que me recuerdan a los cuentos de hadas y a por qué nos gustan estos cuentos. Un hada en el umbral de la tierra es un libro muy pequeñito sobre un niño en medio de un mundo desconocido, con una poca sed de aventura y una curiosidad que no le cabe en el cuerpo (y no hay que olvidar que de la curiosidad nacen un montón de historias).
Daína Chaviano |
El libro está editado por El Naranjo, editorial mexicana con ilustraciones muy bonitas de Rosana Mesa. Esta editorial siempre me ayuda a sostener por qué las ilustraciones le añaden al texto y a la experiencia de leer y no son simples dibujitos para los niños.
Bueno, les dejo la recomendación de Daína Chaviano, escritora cubana: se la considera una de las mayores exponentes de ciencia ficción en América Latina. Después de leer este libro entendí un poco por qué: es maravillosa su manera tan sensible de retratar a las infancias y los mundos desconocidos, esos sentimientos de extrañar a alguien, la soledad de un mundo vacío. Todo eso está en este libro. No dejo de recomendarles que lo lean. En bookmate lo leen aquí.
El nombre del mundo es bosque, Ursula K. LeGuin
Sinopsis: En el planeta Athshe, el ciclo de la vida, la cultura, las costumbres, los modos mentales nacen y se desarrollan en la estabilidad autónoma del cosmos, pero la llegada de una expedición terrestre cambiará dramáticamente el pacífico modo de vida de los nativos del planeta. Un universo dinámico y en equilibrio que se mantiene en el tiempo de acuerdo con leyes propias que no admiten la intromisión del hombre.
Tengo una historia curiosa de por qué estoy hablando de este libro. A lo largo de El nombre del mundo es bosque lo onírico es muy importante y el mundo-sueño es tan importante como el terrenal. Los sueños y lo onírico es algo que suele ser un tema muy recurrente en la literatura con el que yo estuve en conflicto mucho tiempo.
Aquí les va una historia que quizá tiene poco que ver con el libro, pero mucho conmigo y los sueños. De adolescente leí un libro que era algo así como 200 consejos para escribir una novela. No sé por qué. No me sé el título, no me sé el autor, no me sé nada. Recuerdo que tenía un consejo que todavía considero útil: no tenerlo miedo al verbo dijo y dejar de querer verse pretencioso con variantes si no son necesarias. El resto: recuerdo poco y nada. En general no entiendo la necesidad de dar tantos consejos "para escribir ficción". Sí considero productivo aprender gramática, puntuación y todas esas cosas (yo misma tengo algunos tutoriales de eso) pero no exclusivamente para la ficción, sino porque esa es una manera de aprender a expresar mejor todas nuestras ideas. Por lo demás hay consejos que no entiendo. ¿Quién dice que los adverbios terminados en -mente son el mal? (Sé que salió de un libro de Stephen King, pero para empezar saber usar bien los adverbios en inglés, terminados en -ly, es básicamente ser un dios del inglés y que a él no le gusten no es implicación de nada, ni hay que transportar estas cosas de un idioma a otro). ¿Qué otro decidió que los gerundios eran el mal? En fin, el mercado está lleno de consejos para supuestamente escribir bien, pero a la hora de la hora lo difícil es encontrar ritmo, cadencia, que tus historias muevan a la gente. Quizá por eso ya no me acuerdo del susodicho libro.
Úrsula K. LeGuin |
Resulta que tal libro decía que había que limitar los sueños. O evitarlos. Sobre todo evitarlos. No los narres, decía. El autor explicaba que se permitía uno en su manuscrito y luego en la revisión lo borraba. Pura porquería, en resumen. Primero: porque hablar de lo onírico no es fácil ni es un recurso facilón ni nada. Se pueden crear mundos enteros en lo onírico y los señores dadores de consejos, obsesionados con crear libros que quepan en el perfecto modelo de producto y mercancía (cuando la literatura entra ahí porque la hacen entrar ahí, no porque lo sea), odian los sueños.
Este libro me reconcilió con esa idea del mundo-sueño, con la importancia de ellos y su fantasía. También, por supuesto, me parece muy interesante la manera en la que aborda el colonialismo y la comprensión (o más bien, incomprensión) entre distintas especies. Además, me encanta como aborda este amor por el mundo y por vivir en él, no de él. Hacía tiempo que no leía a Ursula K. LeGuin y como siempre salí con una grata sorpresa. Me gustó mucho este libro, también se los recomiendo (no sé si alguien lo edita ahora mismo, su obra se la pasa descatalogada o agotada, pero si saben déjenlo en los comentarios).
Nada que declarar y otras ficciones breves, Anabel Enriquez
Sinopsis: Trece relatos que recorren numerosos tópicos de la ciencia ficción y el cuento fantástico se reúnen en este volumen: Nada que declarar y otras ficciones breves. Escrita con un estilo sobrio e intenso, la ficción especulativa es una vez más pretexto para sacudir el presente y contar con mirada larga las consecuencias de nuestras decisiones cotidianas. Viajes a planetas distantes, o hacia rincones oscuros de la Historia; desde la perspectiva alienígena o desde la actual incredulidad de nuestro tiempo, cada relato escudriña en el espacio interior de nuestra humanidad y aventura un camino hacia el Otro íntimo que nos acecha, cuestiona y completa.
Este libro estuve a nada de comprarlo en digital, pero a cambio me lo encontré en Scribd. ¿Por qué lo andaba buscando? Porque rastree a casi tosas las autoras que me resultaban desconocidas de la antología Insólitas (¿otra vez hablando de ese libro, Andrea?) y pues que este estuviera en digital era una ventaja (los libros de muchas de las latinoamericanas de ese libro no los he encontrado tan accesibles si ellas no son tan conocidas). En Insólitas está el cuento que le da nombre a este libro: Nada que declarar. Esa historia me parece el ejemplo perfecto de como hablar de lo humano desde la ficción especulativa y de como las mujeres en latinoamerica pueden usar la ficción para hablar de nuestras realidades (nunca me callaré sobre ese tema, maigos, nunca).
Anabel Enriquez |
Este libro tiene trece relatos de distintas extensiones, todos de ciencia ficción, increíblemente humanos. Es un libro muy cortito (lo leí a pausas, porque así suelo ir con las antologías, pero la verdad es que me supo a poco de lo rápido que se va). El primer cuento me recuerda mucho a nuestra curiosidad sin límites, de saber que hay más allá. Hay otro dedicado a Laika, y a mí todo lo que hable de la pequeña cosmonauta me encanta (su historia es maravillosa y trágica dentro de la carrera espacial).
También se los recomiendo bastante. Si quieren leerlo en Scribd lo pueden encontrar aquí. Yo tengo este link por si no tienen cuenta y quieren probar la plataforma por dos meses gratis (incluye mubi y algunas otras suscripciones extra). Anabel Enríquez, como Daína Chaviano, es una escritora cubana y yo voy a dejar de recomendar a las autoras que me gustan de este lado del mundo el día que me muera y no antes.