El libro al que le sobran, al menos, la mitad de las páginas.
Lo que deseé hacer en algunas partes del libro |
Sinopsis: La estudiante de Arte y aprendiz de monstruos, Karou, tiene por fin las respuestas a las preguntas que se lleva haciendo desde niña: por fin sabe quién es y, sobre todo, qué es. Pero junto a esta verdad ha conocido otra mucho más dolorosa: el ser al que ama es su peor enemigo, responsable de la traición más terrible y del dolor de todo un mundo. En esta segunda parte de la mundialmente aclamada Hija de humo y hueso, Karou deberá decidir hasta dónde es capaz de llegar para defender a su pueblo. Llena de dolor y belleza, secretos y decisiones imposibles, Días de sangre y resplandor encuentra a Karou y Akiva en dos bandos enfrentados cuando una antigua guerra vuelve a desatarse. Mientras Karou y sus compañeros construyen un ejército quimérico en un mundo de polvo y estrellas, Akiva lleva a cabo otro tipo de batalla, la de su redención, la búsqueda de esperanza. Pero ¿puede la esperanza escapar de las cenizas de un sueño roto?
No me lo tomen a mal, no me parece un mal libro, del todo, pero sí un libro que tiene mucha, pero mucha paja. El mundo de Laini Taylor me gusta, los personajes de Laini Taylor en general no me desagradan (de los que recuerdo el nombre) y la trama es interesante, viendo dónde se quedó en Hija de Humo y Hueso. Pero en serio... ¿era necesario tanto relleno? ¿TANTO?
Las partes que más disfruté fueron las de Akiva y sus hermanos. Geniales, por cierto. Las partes de Karou a veces eran demasiado largas para lo que eran, porque su trama realmente no toma un camino bien definido hasta que no aparece Issi. Las de Zuzana, su mejor amiga, al principio no parecen gran cosa, pero la escritora los acaba usando. Otras cosas, sencillamente, son inútiles, como la mayoría de las que ocurren en el mundo quimérico. De verdad, en serio. De veras. Corténlas. Se hacen eternas, pesadas, por más que me interese el libro acababa durmiéndome.
El mundo de Laini Taylor sigue siendo interesante, además de que en esta parte lo amplía un poco más y enfrenta a Karou con su pasado yo. El casi es que Karou es Karou, no es Madrigal. Tiene dilemas y a veces quise darle yo un coscorrón en la cabeza, sobre todo cuando se trataba de Lobo y la manera en que la controlaba; era demasiado obvio, incluso antes de que Karou empezara a sospechar. Además, me temo que parece que estamos ante un libro que sufre un poco del síndrome Luna nueva. ¿Pero que es el bendito síndrome Luna nueva?
Síndrome Luna nueva: Dícese del síndrome que sufren los protagonistas de un libro al separarse en la segunda parte por motivos estúpidos o permanecer separados... por motivos estúpidos. O simplemente porque el autor no se aclara y le gusta el drama gratuito que no tiene demasiado sentido
Exacto. Karou y Akiva se la complican demasiado y muchas veces parece que es sólo por rizar el rizo. A veces, por supuesto, los entiendo: debe ser complicada su situación, pero llega un punto en el que ya leí demasiado drama por parte de los dos en lo referente a su relación y lo único que hago es preguntarme: ¡¿por qué no están juntos, carajo?! Por un lado se agradece que no haya insta-love, pero por el otro, de verdad, tampoco quiero drama innecesario, menos si no me parece creíble en lo más absoluto.
En fin, hablando de otras cosas, no calificaría al libro como malo: tiene sus partes buenas, personajes interesantes, intrigas, y los ángeles dejan el camino preparado para una épica segunda parte. Por eso nada de lo narrado en el mundo ángelico sobra. En el primer libro conocíamos sólo a Akiva y una parte de su vida, pero ahora... conocemos más tradiciones, mucha más brutalidad de una sociedad profundamente estratificada, machista, y en general, con gobernantes conspiranoicos (y que razón tienen).
Espero que el hecho de que el libro tenga tanta paja se solucione en el último tomo, porque de verdad, no voy a leer mil páginas que sólo se me hacen pesadas porque, uno, no aportan nada a la trama, y dos, no aportan nada al mundo de Taylor, si quiera. En fin, me voy optimista y quizá un mes de estos lea la segunda parte. Aunque en mi lista por leer hay muchas cosas que parecen más importantes e interesantes antes, eso sí.