Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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martes, 9 de marzo de 2021

Relectura de La historia interminable

Sinopsis: Huyendo de niños que lo acosan, el apocado chico Bastián llega a la librería del antipático Karl Konrad Koreander, y allí descubre un libro que le llama la atención: La historia interminable. Cuando el dueño se ausenta, Bastián lo roba.
En el colegio, en vez de acudir a clase, decide esconderse en el desván para leerlo; al poco se adentrará en el mundo desvaneciente de Fantasia, donde el joven y valiente Atreyu emprende un gran viaje para salvar a la Emperatriz Infantil. Bastián ignora que está leyendo un libro mágico, y que esa historia será para él más que una historia.

Mi copia de La historia interminable llegó a mí destrozada. Alguien la lleyó tantas veces como yo la he leído (dudo que sea quien me lo "prestó" para que me entretuviera de chiquita y nunca se lo regresé porque necesitaba leerlo otras cinco mil veces, cuando menos, y luego regresarlo ya no fue importante). Tiene dos hojas que se le caen y hay que leerlo con cuidado si no quiero que las dos partes en las que está separado se vuelvan cuatro o cinco. En resumen, se nota que es un libro que ha sido leído y releido y disfrutado y usado. Lo propuse como lectura en Volver a Hogwarts para iniciar el 2021 y lo leímos durante el mes de febrero (en ese círculo iniciamos leyendo Harry Potter en el 2018 y terminamos convirtiéndonos en un círculo de lectura de obras de fantasía). 

Ese es el contexto.

Ahora quiero hablar un poco sobre mis lecturas sobre este libro a lo largo de los años. La historia interminable me ha fascinado durante gran parte de mi vida y cada relectura veo algo más, pelo otra capa, observo un poco más. 

Arte de La Puerta de las Esfinges de Romain Kurdi

Kafka decía que un libro debería ser el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros, libros que nos afecten como un desastre. En general, libros que te muevan entero. Entiendo que esa no es la manera en la que todas las personas se acercan a la lectura ni como todos tienen que hacercarse a la lectura, pero yo cuando leí esa frase comprendí que tenía una forma parecida de acercarme a la lectura. Para mí la fantasía es escapar de la realidad para reencontrarme con ella (no es la huída, sino el escape de otros mundos posibles para construir en este mundo), no logro conectar con libros que no me muevan o me exijan un poco de mi atención. Los libros que dan todo mascado tienen otro target que no es el mío. (Por ejemplo, yo sí hablo de lectura ligera, pero lo hago desde mi percepción y tengo la misma que Hermione Granger lanzando el libro más pesado y largo del mundo frente a sus amigos, no creo que sean conceptos que pasen sin que algo se pierda de un lector a otro porque todos tenemos nuestros gustos particulares).

En esta relectura, pues, hice muchas observaciones. 

La historia interminable de GoldenDaniel

A menudo se habla de La historia interminable como una novela difícil para niños. Miren, yo no les voy a decir que sea fácil porque todos tenemos distintas percepciones de lo fácil y lo difícil, pero es algo que me resulta curioso: la afirmación viene de los "adultos". Conozco niños a los que les gusta La historia interminable y niños a los que no, y ya está. El agregarle el adjetivo difícil (con sus compañeros complicado o imcomprensible) siempre llega desde el lado que tiende a subestimar a la niñez. Ya he hablado un poco de como trabajando como mediadora de lectura aprendí que lo primero para hablar de libros y lecturas con un niño era escucharlo: qué te gusta, qué te apasiona, nunca asumir que no entenderán una palabra difícil o que no conectarán con un libro. La historia interminable exige atención, sí. Comparo a la niña lectora que fui y a la persona que soy ahora y entiendo por qué es un libro que me sigue proporcionando tantas alegrías: cada vez que leo el libro lo entiendo de diferente manera (quienes te digan que un libro sólo tiene una interpretación y lectura posible definitivamente te están mintiendo; hay tantas lecturas como lectores). Es un libro con muchas capas que siempre me deja algo.

Los cuidados

—¿Y quién te crío?
—Todas las mujeres y todos los hombres juntos. Por eso me llamaron Atreyu, que quiere decir, en palabras del Gran Lenguaje: "Hijo de todos".

Esta vez, me fije mucho en el énfasis que existe en algunos momentos sobre el cuidado, el cariño o la falta de él. A Atreyu lo cuidan todos en el Mar de Hierba; la terquedad de Énguivuck para curar a sus pacientes y alimentar a un científico que cree que sus ciencias e investigaciones están por encima de todo lo ordinario (quién limpia la casa y te da de comer, a ver); Doña Auiola, con sus frutas y sus abrazos; Bastian que piensa en lo ausente que es su padre mientras está en duelo. Los voy a aburrir con este tema, porque lo toco en casi todas mis reseñas, pero encuentro que la épica obsesionada con las grandes guerrar y las grandes batallas siempre se queda corta y queda mucho a deber al respecto de los cuidados. No hablamos de ellos tanto como deberíamos

Ilustración de la edición original. Doña Auiola

Nos obsesionan las formaciones militares y tener estrategias realistas (creíbles para otro día, pero realistas, tienen que ser realistas como si hubieran salido de un libro de Historia Universal especializado en estrategia militar), pero pocas veces pensamos en quienes cuidan a los tristes, a los heridos, a los enfermos, quienes se cuidan los unos a los otros, en momentos de felicidad o de tristeza, quienes se tienden un brazo o ponen su hombro para que otro se apoye. Lo cierto es que los cuidados suelen ser percibidos como algo femenino y, por ello, indignos. Se desprecia a las cuidadoras de las historias sin reconocer su enorme papel o cambiar la narrativa sobre "los cuidados" sólo como "algo femenino que no tiene importancia" porque no son grandes guerreras

Pero Doña Auiola (y me concentro sólo en ella porque es mi favorita, es el respiro que da el libro antes del final) para mí vale más que mil guerreros y un ejército entero. (También, por supuesto, en el proceso de despreciar al cuidado como algo femenino, nos olvidamos que hay hombres que también lo hacen, como Yor, el minero ciego; hablamos de escribir mujeres guerreras, porque sí, faltan, pero no de meter a nuestros personajes masculinos al ruedo de los cuidados, algo también muy necesario). Definitivamente ver esos momentos (pequeños o grandes) de nuevo me hizo valorarlos más. Para mí tiene mucho valor, por ejemplo, que Atreyu vaya sin armas o que Sikanda no pueda ser usada por la fuerza.

Me gusta que Ende va más allá de "criaturas malas o criaturas buenas"; las crituras de Fantasia son, simplemente y la Emperatriz Infantil las deja ser a todas ellas. Hablando de matices. (Por que sí, la lucha entre el bien y el mal es un tema común y recurrente en la fantasía, pero simplificarlo tanto que no se puedan apreciar sus matices no tiene ningún sentido). Me gusta que muestre tan claro el valor de tenderle la mano al otro.

Fantasia, la imaginación y contar historias

"Todo una vez solamente acontece
y una vez sí deberá de suceder.
Lejos, allí donde el campo florece,
debo morir y desaparecer..."

La primera vez que reseñé este libro (después de leerlo varias veces), recuerdo que hice mucho hincapíe en cómo resaltaba el poder de la imaginación como un poder que todos tenemos dentro de nosotros. Ya no veo sólo eso, sino que también aprecio cómo se expresa ya no sólo sobre imaginar, sino hacerlo y también contar historias. Cada vez que lo leo noto más su aguda crítica al hecho de que no se promueva la imaginación (existen profesionales de la educación que desdeñan la fantasía porque no consideran a los niños lo suficientemente listos como para distinguir la imaginación de lo real; hablando de adultos idiotas). Inclus desde el ámbito escritoril, existe una tendencia a desdeñarla sin darse cuenta: la obsesión con el supuesto "realismo" de las historias va a matarnos a todos. De repente importa más donde pones un río, que el lenguaje con el que estás construyendo un mundo nuevo.

—También existe una multitud de pobres zoquetes, los cuales, naturalmente, se consideran a sí mismos muy inteligentes y creen estar al servicio de la verdad, que nada hacen con más celo que disuadir hasta a los niños que existe Fantasia.

Graógraman, por Fran

Queremos que la magia siga unas reglas matemáticas arbitrarias y extrañas sin entender que las matemáticas son otro lenguaje, también, por ejemplo. El lenguaje y la narración quedan en segundo plano cuando se habla de crear mundos. Y no me lo tomen a mal, a quien le guste el hard worldbuilding (cómo odio ese término, con una chingada), que ande por sus caminos, pero que no lo tome como una regla. He vista una reseña tras otra diciendo que Fantasia no tiene sentido porque, de repente, se nos olvidó que no tenía fronteras porque nuestra imaginación tampoco las tiene

 —¡Decidme! —gritó Atreyu—. ¿Dónde están las fronteras de Fantasia? ¿Lo sabes tú, Lirr?
—Al norte, no —respondió el rostro de nubes negras.
—¿Y tú, Baureo?
—Tampoco al este —contestó el rostro de nubes grises.
—¡Habla tú, Schirk!
—Al sur no hay fronteras —dijo el rostro de nubes amarillas como el azufre.
—Mayestril, ¿lo sabes tú?
—No hay fronteras al oeste —replicó el rostro de nubes rojas como el fuego.
Y entonces dijeron todos a una:
—¿Quién eres tú, que llevas el signo de la Emperatriz Infantil y no sabes que Fantasia no tiene fronteras?

El libro lo dice, una y otra vez. Y de todos maneras leo: "es que no entendí el mundo, no tenía mucho sentido, no sigue reglas que yo...". A ver, yo como Andrea, lectora, considero que Fantasia siempre es fiel a sí mismo como mundo: no tiene fronteras. Lo dice de muchas maneras y en muchos momentos. Hay multitud de historias y te deja caer algunas veces que no alcanzaría una vida para recorrerlo entero. Por eso de repente me resulta extraño que otros tipos de... digamos worldbuilding (a falta de una palabra que no me dé horror por culpa de los blogs de consejos) metan por aquí su nariz. 

La Vetusta Morla de Romain Kurdi

La historia interminable hace una crítica muy aguda en algunos momentos a quienes pretenden limitar la imaginación. Léase, el mundo entero. La fantasía nunca es considerado un género serio y hay autores que huyen de él. Existe un culto al realismo gris color caca (donde hay miles de historias de todo tipo donde el contar queda en segundo plano), autores que ponen un grito en el cielo si la fantasía o cualquier otro género de la imaginación son reconocidos de repente, adultos que desdeñan a la fantasía como cosas de niños y docentes que no dejan a sus alumnos acercarse a ella. Pero entre la crítica, nos recuerda que hay muchas puertas/portales para llegar a ella y así, verdaderamente, nuestro viaje por ella será interminable. Nos recuerda que podemos imaginar, narrar, atrevernos a imaginar nuevos mundos, construirlos desde las palabras y el lenguaje, para ir cambiando poco a poco la realidad, para acercarnos a ella de otras maneras. El viaje no tiene final, porque el fin de uno es el inicio de otro. (Finalmente, pues, un ouróboros, donde un final siempre es un principio).

Ouróboros (o las conclusiones)

—Toda historia es una Historia Interminable. —Dejó vagar la mirada sobre sus muchos libros, que llegaban por las paredes hasta el techo, y luego, señalando con el mango de la pipa, continúo—: Hay muchas puertas para ir a Fantasia, muchacho. Y hay todavía más libros mágicos. Muchos no se dan cuenta. Todo depende de quien coge uno de estos libros.

El final es un principio. Recuerdo que hay muchas cosas que me han impulsado a escribir. Mi amor por explorar historias y magia me lo dio Harry Potter, por ejemplo (me da tristeza que la obra haya acabado como acabó ahora, pero no puedo dejar de referencias partes de mi historia cuando es necesario); La historia interminable me dejó la tendencia a los nombres raros y a que todo tuviera nombre, a los viajes, a la aventura, a las criaturas imposibles y a los mapas que nunca terminan, porque nunca terminamos de conocer un mundo. Me enseñó a relacionar y ver el mundo a través de la fantasía y, tras años y años y años y más años, a escribir en consecuencia.

Esta es mi copia deshecha

Así como Kafka dice que un libro el hacha que rompa el mar helado dentro de nosotros, yo creo que los libros que me dejan con ganas de escribir son los que me movieron más. Eso es La Historia Interminable para mí. No sólo buscar un portal a Fantasia siendo lectora, sino hacerle el mío propio escribiendo, cincelando, con cuidado, las palabras. Soy una romántica, pero lo único que veo con ojos de color de rosa del proceso de escritura es justamente el amor por las palabras, así que me van a perdonar. 

Si les gusta la fantasía, lean La historia interminable. Se las recomiendo. Creo que es una obra base para conocer y acercarse al género. (No me vayan a mencionar la película, en esta casa pretendemos que no existe). Ende definitivamente valoraba la imaginación y poder cultivarla y, además hacer algo con ella, y se nota a través de sus palabras. Siempre valoraré este libro. Por lo pronto, lo cerraré un tiempo, hasta que mis manos vuelvan a encontrarse con él y empecemos otra vez todo, desde el principio hasta el final. 

Si quieren saber más sobre Ende y su obra, pueden visitar Endeland, es una página muy completa. Es un tributo a Michael Ende.

viernes, 18 de diciembre de 2020

25 libros que me cambiaron en 25 años

Hoy cumplo veinticindo años. (O más bien, mañana, porque esta entrada está escrita desde el pasado para publicarse en el futuro). Quería que entre las entradas de recomendaciones y listas hubiera un par de reseñas que tengo pendientes, pero es diciembre, los últimos pendientes laborales del año atacan, el #GuadalupeReinas2020 está funcionando y hay mucho que leer, mucho que hacer y además hay que hacerse tiempo para disfrutar de las fiestas (yo soy un grinch, pero igual). Con todo y todo decidí hacer esta entrada. 

Elegí veinticinco libros que han marcado de manera especial mi trayectoria lectora y escritora. Fue complicado, difícil y sufrido porque es una cantidad muy pequeña para los libros que me han sorprendido e impactado a lo largo de mi vida y se han convertido en mis referentes. Existen muchos, por todos lados. Estos, sin embargo, seguro los he mencionado varias veces en todos lados y quizá no les resulten sorpresa. Hay lecturas nuevas y lecturas muy viejas. No está Harry Potter (a pesar de que me hizo escribir) porque ahorita traigo atorada a Rowling (mi proceso creativo dentro del fandom se ha visto muy afectado de dos años para acá porque se me cruza la autora, por más veces que le saque el dedo dentro de mi propia narración, pero ya hablaré de eso más adelante, ni que fuera noticia que me cae mal la Jotacá), pero sí muchas lecturas que me hicieron desear escribir. No son recomendaciones tal cual, pero que no quede duda de que son libros que recomiendo ampliamente, sino es sólo una lista de quiénes son mis referentes, una lista de sólo unos cuantos a los que les debo tanto, pero tanto, en mi formación como escritora y como lectora. No se repiten autores. Si no, no hubiéramos acabado nunca.

Reducir mi historia lectora a sólo veinticinco libros únicamente fue muy complicado y muchos se quedaron fuera. Pero bueno: en cinco años, podrán ser treinta. Y habré leído mucho más. 

¿Qué libros me cambiaron la vida?

1. La mujer en el desarrollo social de Alexandra Kollontai. Este libro me hizo conocer cómo abordaba el marxismo la cuestión de la mujer y me invitó a pensar más allá del capitalismo. Me define políticamente y hoy creo que es muy importante dentro del movimiento de mujeres. Es de libre distribución gracias a marxists.org.

2. El disco del tiempo de María García Esperón. Tengo mucho amor por los mitos clásicos y por la literatura infantil y juvenil. Este libro conjuga ambas cosas y me abrió mucho los ojos a los trece años, cuando me pregunté exactamente de qué quería escribir. Además hoy puedo decir que cuento con la amistad de María y todos sus libros, no solo este, han sido una conversación super enriquecedora.

3. La mitad del cielo de Claudie Broyelle. Este libro me hizo pensar mucho más allá de su autora. Lo único que sé de Broyelle es que más tarde renegó de todo lo que había escrito, de hecho. Pero La mitad del cielo existe y es un testimonio enorme de las mujeres de la Revolución Cultural, que abordan la idea de colectivizar la crianza, los cuidados, las labores domésticas y su liberación. 


4. La historia interminable de Michael Ende. Lo he releído tantas veces que mi ejemplar viejo se cae a pedazos. Me fascina la idea de Fantasia y la historia de Bastian y Atreyu. Me pierdo en la ciudad de los emperadores y quiero conocerlo todo.

5. El cuentacuentos de Antonia Michaelis. He pensado mucho respecto a este libro. Creo que me gusta por la historia que Abel Tannatek le cuenta a su hermana y por cómo muestra lo complicado (pero muy posible) que es ser víctima y victimario a la vez. De como el sistema puede acabar con uno, poco a poco, pero también de que hay actos de los que somos responsables. Es un libro precioso a mis ojos. (Y tengo predirección por los alemanes).

6. Los días del venado de Liliana Bodoc. Si están conmigo en la misma habitación durante unas cuantas horas, es probable que mencione a Liliana Bodoc. Muy probable. Los días del venado cambió mi forma de ver la literatura hecha en América Latina y las historias de fantasía. Le he dado muchísimas lecturas diferentes a lo largo de los años y es uno de mis principales referentes. 


7. El aliento del cielo de Carson McCullers. Ella es la mejor cuentista norteamericana según mi opinión. El aliento del cielo, una compilación de casi todas sus obras es un libro que descubrí gracias a una amiga que estudiaba letras, reúne algunas de mis favoritas, como Frankie y la boda y Wunderkind.

8. El ministerio de la felicidad suprema de Arundhati Roy. Este libro me abrió las puertas a las escritoras originarias de la India y Asia del Sur y además me mostró de una manera muy sensible el conflicto tan complicado de Kashmir. Me cambió muchas cosas leer este libro.

9. Persuasión de Jane Austen. Este es mi Austen favorito. Algunos suelen desesperarme y no los aprecio hasta después, pero en este libro Jane Austen escribió la carta de amor que yo desearía haber escribo, hizo dick jokes y me mostró al capitán Wenthworth. Hermoso.

10. Cumbres Borrascosas de Emily Brontë. Creo sinceramente que Catherine hablando de como su alma y la de Heathcliff son iguales me cambió la vida y desde entonces no soy la misma en ningún sentido. Creo. Es mi clásico preferido y siempre vuelvo a él.

11. El beso de la mujer araña de Manuel Puig. De este libro saqué nuevas formas de narrar. Por pura fuerza de leerlo me puse el empeño de mejorar como hablaban mis personajes. De hecho, estoy segura de que muy lejos de aquí alguien todavía me odia por ponerlo a narrar con puros diálogos en un reto de escritura gracias a que este libro existe.

12. Las uvas de la ira de John Steinbeck. Las palabras de Steinbeck me agarraron antes de que yo fuera comunista y me dijeron eres comunista, sólo que todavía no sabía de donde nacía todo mi descontento. Es un libro magnífico, gran exponente de la literatura norteamericana (que además ve con sensibilidad situaciones sumamente violentas y no es ese porno de la pobreza al que nos tienen tan acostumbrados los contemporáneos). 

13. Olvidado rey Gudú de Ana María Matute. Lo terminé de leer hace dos semanas y entró aquí porque creo que no le había gritado tanto a la gente de un libro en mucho tiempo. Y eso que hay grandes faltantes en esta entrada porque son veinticinco y no cien. Pero Ana María Matute tiene un amor por las palabras y el lenguaje que me llegó bienhondo con esta historia.

14. Persépolis de Marjane Satrapi. Todavía me río, a veces, de cuando Marjane compara a Jesús con Karl Marx. Esta novela me abrió un mundo entero que yo no sabía que existía y, después de los cuentos clásicos árabes, me presentó el oriente medio y su historia y su cultura. La quiero mucho. Y quizá la relea pronto.

15. Frecuencia Júpiter de Martha Riva Palacio. ¡Ciencia ficción mexicana! He escrito mucho sobre este libro, pero todavía tengo grabado el horror de las carpetas de la computadora y los feminicidios, pero también ese abrazo de saber que las escritoras de la LIJ en México abordan la violencia desde lugares muy sensibles.

16. El llano en llamas de Juan Rulfo. Nada que decir. Sólo existe. Luvina. Talpa. Anacleto Morones. Tengo bien grabados esos cuentos. Mi papá me torturó media vida con Juan Rulfo mismo leyéndolos. Y la escuela. El llano en llamas también.

17. Kalpa Imperial de Angelica Gorodischer. Otra lectura de este año que consiguió su lugar en esta lista (porque todos los años cambia la lista y se actualiza). Los cuentos de Angélica Gorodischer me transportaron a parte sde mi mente que llevaba tiempo sin visitar y me encantaron.

18. Los recuerdos del porvenir de Elena Garro. Sí me gusta el realismo mágico. Mucho. García Marquez, Allende, esos fueron los primeros que leí. Pero a Julia y a Felipe Hurtado los tengo grabados en la mente, deteniendo el tiempo, con ese amor tan grande. 


19. La hija del curandero de Amy Tan. Libros que leí por aburrimiento siendo muy chica y me encantaron después. Pan Kai Jing podía conmigo (científico, comunista medio a la fuerza, pero comunista, sensible). La historia de LuLing me fascinaba. Estuve muy perdida con China un tiempo.

20. Caramelo de Sandra Cisneros. Me gusta la literatura chicana que se asume literatura chicana, con todas sus contradicciones, con su propia cultura. Si de un estado a otro de México la cultura cambia, de un país a otro también. Me gusta la historia de la abuela y el abuelo, la revolución, la identidad de la hija menor, la historia entera de la familia.

21. Ni de Eva ni de Adán de Amélie Nothomb. Esto es lo que recomiendo cuando me piden romance. No es que quede en el género de la romántica tal cual, pero habla del amor mucho mejor que cualquier novela de Nicholas Sparks.


22. La cara desnuda de la mujer árabe de Nawal el-Sadaawi. Creo que este fue uno de mis primeros acercamientos a un feminismo mucho más incluyente de las mujeres y que por primera vez discutía el eje de la clase. En cierto sentido me acercó un poco al marxismo.

23. La historia del amor de Nicole Krauss. Para no leer romántica en realidad, sí que soy una cursi. La historia de las Almas (todas las Almas) me encanta, me fascina y la tengo grabada.


24. La fosa de agua de Lydiette Carrión. Estuve un rato pensado si incluir o no incluir este libro, pero al final me decidí por incluirlo. Habla del edomex, de donde soy yo, de crímenes muchas veces muy poco visibles. De las mujeres víctimas de feminicidio y las desaparecidas, pero también de sus familias y su búsqueda. 

25. Gravedad artificial de M. T. Anderson. Finalmente, mi última elección es un libro de ciencia ficción que es la clase de ciencia ficción, tan humana, que a mí me gustaría escribir.

viernes, 3 de febrero de 2017

La historia interminable, Michael Ende | Reseña

Este es un reposteo y actualización por causas de fuerza mayor.

This is a repost ― althoug the first time I post it in English.


Sinopsis: ¿Qué es Fantasia? Fantasia es la Historia Interminable. ¿Dónde está escrita esa historia? En un libro de tapas color cobre. ¿Dónde está ese libro? Entonces estaba en el desván de un colegio... Estas son las tres preguntas que formulan los Pensadores Profundos, y las tres sencillas respuestas que reciben de Bastián. Pero para saber realmente lo que es Fantasia hay que leer ese, es decir, este libro. El que tienes en tus manos. La Emperatriz Infantil está mortalmente enferma y su reino corre un grave peligro. La salvación depende de Atreyu, un valiente guerrero de la tribu de los pieles verdes, y Bastian, un niño tímido que lee con pasión un libro mágico. Mil aventuras les llevarán a reunirse y a conocer una fabulosa galería de personajes, y juntos dar forma a una de las grandes creaciones de la literatura de todos los tiempos. 

Synopsis: This epic work of the imagination has captured the hearts of millions of readers worldwide since it was first published more than a decade ago. Its special story within a story is an irresistible invitation for readers to become part of the book itself. And now this modern classic and bibliophile's dream is available in hardcover again.
The story begins with a lonely boy named Bastian and the strange book that draws him into the beautiful but doomed world of Fantastica. Only a human can save this enchanted place--by giving its ruler, the Childlike Empress, a new name. But the journey to her tower leads through lands of dragons, giants, monsters, and magic--and once Bastian begins his quest, he may never return. As he is drawn deeper into Fantastica, he must find the courage to face unspeakable foes and the mysteries of his own heart.
Readers, too, can travel to the wondrous, unforgettable world of Fantastica if they will just turn the page...


Si no conoces este libro, te diría que no tienes infancia. Pero estoy de buen humor y sólo te voy a recomendar que vayas a buscarlo y te sientes a leerlo porque todo niño ―y todo adulto que alguna vez fue niño― debería ser capaz de poder leerlo y disfrutarlo. Con él, Ende nos recuerda que nuestra imaginación es un arma realmente poderosa. La historia interminable, en México, es editada por Alfaguara Juvenil a dos tintas ―quizá uno de los únicos libros impresos así―, en rojo y verde, que son complementos de la historia y la separan en dos. Otra de las curiosidades del libro es que cada capítulo empieza con una letra diferente, en orden alfabético y que algunas de las ediciones más viejas todavía conservan las recargadas ilustraciones con la letra en cuestión que cada capítulo tiene al comienzo.

If you don't know this book, I'd probably tell you you didn't have a childhood, not a proper one, at least. But I'm in a good mood today and I'm only going to strongly recommend you to seach for the book and start reading, because every child ― and every adult that once was a child ― must read it and enjoy it. With it, Ende reminds us that our imagination is really powerful. The neverending story is edited with two colors ― not many books are like that. My edition is red and green; the two colors are two different, but closely correlated stories. Another curiosity of the book is that every chapter starts with a different letter, in alphabetical order and some of the oldest editions still carry amazing illustrations with the letters in the beginning of each chapter. Here's the proof:


Nuestro héroe es Bastián Baltasar Bax, un niño gordito del que se burlan y que entra corriendo a una vieja librería para refugiarse; su acto heroico es robarse un libro que tiene en la portada la imagen de dos serpientes mordiendo su cola, comiéndose de manera infinita y tiene por título «La historia interminable». Bastián lee el libro sin pausa alguna, prácticamente, sumergiéndose en Fantasia ―así, sin acento―, un mundo sin fronteras ni límites habitado por fuegos fatuos, gnomos, centauros y toda suerte de criaturas fantásticas. La Nada está llegando a Fantasiay se lo está tragando todo. Todo lo que fue, deja de ser. La gente desaparece, como si nunca hubiera sido. Además, La Emperatriz Infantil está enferma y necesita de alguien que busque una cura, una salvación: un héroe. El héroe en cuestión se llama Atreyu, es un niño apenas y debe partir inmediatamente.

Our hero is Bastian Baltasar Bux, a fat boy that gets bullied and, at the beginning of the book, enters running to a bookstore to get away forom his bullies; his heroic act is stole a book that carries two snakes bitting their tales in a infinite way as a cover and has The Neverending Story as a title. Bastian reads the book without taking a break, getting into Fantastica, a world with no frontiers or borders ― like our imagination ― populated by wildfires, gnomes, centaurs and every kind of fantastic beast and creature. But there's a problem: The Nothing is reaching Fantastica and is ending with everything. Everything that was, it stops being. People disappear, as they've never existed. Also, The Child Empress is sick and needs a cure, a salvation, a hero. The hero's name is Atreyu, just a kid, and must go on his quest inmediatly.


En este libro, Bastian, el lector, pasa de ser sólo un lector a volverse parte de la historia y su imaginación empieza a moldear aquello que desea. Se convierte en su mayor arma, pero también se convierte en un peligro para él y para sus amigos. Michael Ende nos recuerda de qué tanto es capaz nuestra imaginación y de lo que somos capaces nosotros. Nos recuerda que una vez soñamos con mundos fantásticos y con volvernos los protagonistas de las historias que imaginábamos. En Fantasía no hay límites para la imaginación, porque Fantasia no tiene fronteras.

In the book, Bastian stops being just a reader, to become an active part of the story and his imagination starts modelling the world as he desires. That is his strongest weapon, but also is a danger for him and his friends. Michael Ende reminds us how much our imagination is capable of and how capable are we. He reminds us that every time we dream with fantastic worlds we become a part of them, we become the protagonists and the heros. In Fantastica there's no limits for imagination, because it has no borders at all. 

Michael Ende defiende la creatividad como nuestro superpoder. De alguna manera nosotros, lectores, somos como Bastian. Tenemos un libro que también se llama La historia interminable, con la misma portada que el suyo y somos tan capaces como él de meternos en la historia con el poder de nuestra imaginación. Muchas veces, como adultos, desmerecemos ese poder y lo olvidamos, relegándolo sólo a nuestros recuerdos infantiles; solemos creer que las fantasías son sólo cosas de niños. Por eso, siempre recomiendo la historia interminable para niños de 0 a 99+ años o para aquellos que han olvidado lo que es ser niños; este libro no es para causarte nostalgia al recordar tu niñez: es para recordarte que dentro de ti aun tienes ese superpoder que es la imaginación y que más te vale explotarlo para que la Nada no acabe con Fantasia. Para que sigas soñando y no te conviertas en alguien que ha olvidado los cuentos de hadas.

Michael Ende supports the idea of the creativity as our superopower. In some way, us, readers, are like Bastian. We have a book in our hands that is also called The Neverending story, with the same cover as his and we are capable, just like him, of going into the story with the power of our imagination. Many times, as adults, we forget that power, telling ourselves that is just a kids thing, that fantasy is something just children enjoy. That's why we forget what does it mean being a child. That's why The Neverending Story is the perfect book for children from 0 to 99+ years old, specially to the ones that have forgotten what is the meaning of being a kid. This book is not to cause you nostalgia, is just to remind you that deep inside is that power of the imagination and that you must use it so the Nothing doesn't finish with Fantastica. So you can continue dreaming and you don't become someone that has forgotten the fairy tales.

La historia interminable es quizá uno de los libros juveniles más influyentes de nuestros días. Hubo dos o tres adaptaciones al cine ―ni tan fieles, ni tan buenas, según yo―, existe un grupo de música español que usa el nombre de la Vetusta Morla. Así pues, los animo a leer este libro y a seguir el cometido que la Emperatriz le da a Bastian:  «Haz lo que quieras». Nunca dejen de soñar y nunca dejen de creer. La imaginación es su poder más grande, no lo desperdicien.

The Neverending Story is maybe one of the teen's books most known of our times. There's two or three movies about it ― not so good, according to me ― there's an Spanish band that uses Vetusta Morla as a name, like the turtle. So, I really recomend you this book and I can only give an advice to follow with your imagination, as the Child Empress tell Bastian: Do whatever you want. Never stop dreaming and never stop believing. The imagination is the most powerful thing ever, don't waste it.