Últimamente se me está dando muy pero que muy bien eso de descargar
libros que podrían ser best-sellers malos potenciales para leerlos y
destrozarlos. Bueno, este no sé por qué me lo baje. Tampoco es que aparte de la
portada que llama la atención y parece dirigida a hormonas con pa… digo, a
chicas de trece años sin mucha mentalidad, haya algo más en este libro que me
permita llamarlo best-seller potencial. Gracias a dios no es de vampiros, que
ya están suficientemente de moda. O de ángeles que se están poniendo de moda de
una manera casi desesperando. O de hombres lobos, que ya tenemo bastantes. O de
alguna de esas otras cosas que se encuentran hoy día en la estantería de
Juveniles en las librerías.
Sinopsis:
En casa
de Gwendolyn Sheperd nada ni nadie es del todo “normal”, empezando por su
excéntrica (¡y cotilla!) tía abuela Maddy, que tiene extrañas visiones, pasando
por Lucy, que se escapó de casa hace 17 años sin dejar rastro alguno... Y para
acabar, también está Charlotte, su encantadora y (rabiosamente) perfecta prima,
quien, según parece, ha heredado un extraño gen familiar que le permitirá
viajar en el tiempo. Pero un increíble secreto está a punto de salir a la luz:
la portadora del misterioso gen para viajar a través del tiempo no es
Charlotte, ¡sino la propia Gwen! Ella es, en realidad, la duodécima (¡y la
última!) viajera en el tiempo y se dice que cuando su sangre se una a la de los
otros once viajeros, se cerrará el misterioso “Círculo de los doce”. Para
obtener más información, Gwen deberá viajar al pasado y por suerte o por
desgracia, no lo hará sola: la acompañará el undécimo viajero en el tiempo, el
arrogante, atractivo y sarcástico Gideon, con quien va a vivir algo más que una
peligrosa carrera a través del tiempo…
Bueno, bueno, tampoco es que tenga un argumento de lo más original: Los
viajes en el tiempo. Pero tampoco se puede decir que alguien lo haya usado
demasiado en los últimos tiempos del boom vampírico que vivimos.
Su protagonista y narradora es un poco corta de luces… pero bueno, no es
odiable, y tampoco tan tonta como las protagonistas que he visto últimamente
(Bella en Crepúsculo, Bianca en Medianoche y Ever en Eternidad), así que decidí
perdonárselo (por este libro, eso sí). También tenemos a un coprotagonista
irresistiblemente sexy, cretino, guapo y encantador cuando quiere llamado
Gideon que también viaja en el tiempo. Me ahorro los comentarios. Es sexy, y
guapo, tal vez, pero no hay mucho oportunidad de conocerlo…
El libro tiene un montón de referencias históricas, sobre todo a la
Inglaterra de siglos pasados, y a Europa. No hacen pesadas, y a mí me gustaron,
personalmente. Le dan un toque medio interesante al libro. Y aparece un
personaje bastante interesante: El conde Saint Germain que, por supuesto,
también viaja en el tiempo. Yo ya había tenido oportunidad de leer de ese tipo
en la serie de El Alquimista y no se parecen en nada los dos. Pero ya ven, cada
quien interpreta lo que quiere.
El problema del libro es que es introductorio y sólo eso. No hay
demasiado acción (bueno, sí un par de intentos de asesinato, tal vez). Así que
hay partes que se hacen pesadas. Gwen explica demasiadas cosas que a veces
hacen parecer un libro un tocho infumable, pero gracias a dios no es muy a
menudo. Así que espero leer Zafiro para dar mi veredicto final sobre el libro.
Mientras tanto… bueno, está bueno. O algo así.
Nea