Y sí, parece que es así, que te has ido diciendo no sé qué cosa, que te ibas a tirar al Sena, algo por el estilo, una de esas frases de plena noche, mezcladas de sábana y boca pastosa, casi siempre en la oscuridad o con algo de mano o de pie rozando el cuerpo del que apenas escucha, porque hace tanto que apenas te escucho cuando dices cosas así, eso viene del otro lado de mis ojos cerrados, del sueño que otra vez me tira hacia abajo. Entonces está bien, qué me importa si te has ido, si te has ahogado o todavía andas por los muelles mirando el agua, y además no es cierto porque estás aquí dormida y respirando entrecortadamente, […]”
Ese
es el principio del primer cuento de Julio Cortázar que leí ya que venía en el
libro/manual que usábamos para literatura. No el primero que oí, claro, pero sí
el primero que leí por puro gusto y he de decir que desde entonces me gustan
los cuentos de Cortázar.
Y ya que
nunca se había hablado de cuento en este blog, les vengo a recomendar esté (y
todos sus cuentos) que se pueden encontrar todos en línea.
¿Por qué
este? Bueno, fue el primero que leí. Le tengo un cariño especial por haber sido
el primero. Desde entonces me gusta la forma de narrar de Cortázar, de su
manera al usar las figuras literarias (sí, hay más aparte de la metáfora, pero
la gente usualmente las ubica todas en el rango de metáfora).
Así que, ya
se los recomendé… ya les puse yo el inicio… Si quieren leerlo, lo pueden
encontrar aquí.
Nea