Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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lunes, 4 de abril de 2022

Siempre con mis amigos, Ana María Machado | Reseña

Portada de Siempre con mis amigos de Ana María Machado; se asemeja a un libro de idiomas.
Sinopsis:  ¡Qué difícil es encontrar amigos de verdad! Cuando parece que Tatiana ha encontrado una buena amiga, los celos y otras personas intentan estropearlo todo. Se siente perdida y traicionada. Menos mal que aparece Diego, con el que comparte aficiones y algo más. 

Lo detesto, gracias.

Fin de la reseña.

No es cierto, sí tengo una parrafada para justificar esto. 

Siempre con mis amigos es la segunda lectura conjunta de Librosb4tipos en la dinámica #CaminarelCuerpo en 2022 y cubre la temática de la adolescencia. Ana María Machado es una reconocida escritora brasileña que seguro han leído si tuvieron en sus manos un libro de la SEP, pues es la autora de Niña Bonita. En el Fondo de Cultura Económica ha publicado además libros como Bisa Bea, Bisa Bel (que me gusta bastante), Historia medio al revés ('ta botanero) y un Pajarito me contó (eh, bueno, es un libro que existe). Este fue publicado en SM, primero con una portada que parece de libro de idiomas que jura ser inclusivo (eso no era necesario, SM, pero creo que sí es muy adecuado al tono del libro). Es terrible. Haré una lista para abordar varios temas de mis pensamientos sobre el libro.

Fotografía de Ana María Machado

1. No reconocí en él casi nada del estilo que le conozco a Ana María Machado. Es cierto que sí, se puede describir como una redacción accesible en el sentido en el que es: plana como un valle seco, como los libros que se traducen sin alma alguna (y quizá parte de la culpa la tenga la traducción potugués-español, pero dudo que la tenga toda), redacción como diálogo de telenovela para niños moralina. Si creemos que los adolescentes sólo pueden leer esa clase de redacción, donde los mensajes tienen que ser sobreexplicados hasta la saciedad, no vaya a ser que no se entiendan, entonces sí, la prosa de este libro es perfecta. No sé si Ana María pecó de subestimar a los mismos jóvenes que son los lectores, si la editorial creyó que ese era el tono adecuado, plano como meseta abandonada o qué fue. Pero tengo otra teoría. 

2. El libro, narrado en primera persona, es como un diario/manuscrito de Tatiana, la misma protagonista. Tiene sus reflexiones, sus vivencias y sus sentires. Hay tanta diversidad entre las adolescentes que yo puedo creer que una adolescente piense sobre básicamente cualquier cosa. Si me quieres poner el cliché con patas que es una chica que se ve por horas al espejo en busca de imperfecciones (como lo hace Tatiana en el primer capítulo) me preguntaré por qué sería necesario volver a rescatar hasta la saciedad a la misma imagen adolescente de Hollywood que vemos todo el tiempo; pero lo entiendo, porque ese cliché existe, aunque no haya sido yo. Así pues, la que escribe es Tatiana. Una adolescente, insiste el libro y hay momentos en los que parece que por eso la prosa es como es. ¿Así creemos que escriben los adolescentes? Llevo toda mi vida viendo a adolescentes escribir: bien, mal, malísimo, buenísimo. Con potencial, pero necesidad de pulir, a veces. Los adolescentes escriben (escribimos, porque también lo hice) experimentando; sugerir que sólo pueden hacerlo como este fest de morir de literalidad que es la redacción de todo este libro es, como poco, ingenuo

3. No hay diferencias de tono. Los diálogos suenan igual, no importa si habla un chico, una chica, cuál chica, un adulto, un maestro. Todos ellos suenan igual, sin personalidad alguna. Tatiana dice que Adriana es su mejor amiga (pero mejor mejor amiga, con un concepto que entiendo aunque no me identifico) y es como si me estuviera diciendo el el pasto es verde, el cielo es azul y el agua moja. Tiene el tono de un listening de inglés (o cualquier idioma) de conversasiones "super naturales que seguro va a ocurrir en Londres" que nunca jamás nadie que hable el idioma ha protagonizado. Tengo evidencia. Una amiga hizo esto:

4. Qué es lo que según los adultos debe ser la amistad. Qué son las mejores amigas. Este libro parece tener una idea de lo que es la amistad. Y qué es. Cómo la definimos. Qué dice la sociedad qué son los amigos y qué decimos nosotros. No he conocido a dos mujeres (límitandome a las mujeres) que tengan el miso concepto de lo que son las mejores amigas. Sobre este tema, el libro es tremendamente adultocéntrico (aun cuando pretende que creamos que lo escribe una chica adolescente): los amigos son esto, tienen que ser esto, los amigos se portan así y si no se portan así no son amigos. No hay algo en el libro que cuestione el concepto de amistad y las maneras de vivirla y enfrentarla. Sí: reconoce que no hay que ser amigo de todos (un punto bueno cuando estamos llenos de libros cuyo mensaje es SÉ AMIGO DE TODOS), que las relaciones de amistad pueden romperse y reconstruirse (otro punto que sí pienso que es bueno porque no estamos acostumbrados a pensar en esos términos), pero nunca hay una verdadera problematización del concepto de qué es la amistad y como muta para cada quien. Simplemente ciertas partes se sienten como un adulto que alecciona (desde un banco de superioridad moral) sobre lo qué debe ser la amistad sin dejar que nosotros mismos tengamos oportunidad de decir esta boca es mía sobre nuestras propias relaciones.

4.5. En ese sentido, siento que también es un libro de lo que los neurotípicos piensan qué es siempre la amistad.

5. Llegó un punto en el que no entiendo la necesidad de hacer contenidos tan moralinos para los jóvenes en el sentido en que las historias quedan en segundo plano y las moralejas nos agarran del brazo sin soltarnos. Lo importante, parece, es que el mensaje se entienda y no importa si nos morimos de literalidad o acabamos creyendo que un libro nos está tratando como estúpidos. De repente importan los mensajes de cómo seremos mejores personas (según el libro de turno) que las propias historias

Portada de otra edición de Siempre con mis amigos

6. Es un libro sin final, como lo que yo escribía cuando me cansaba de una historia (y Ana María Machado probablemente no se haya cansado). No hay nada abierto. Hay cabos sueltos. Supongo que suena posible siendo que es como un diario y representa lo que Tatiana cree que podría ser el final de una etapa de su vida (aunque no llegamos a saberlo, lo cual acentúa el sentimiento de que no es final). En cierto modo, tiene cara de final abierto, pero me parece engañoso decir que lo es, porque no hay resolución de absolutamente nada. Es más, parece que el libro termina justo en el medio del conflicto. No-final.  

En conclusión: me parece un libro muy malo, que subestima a los jóvenes, sobreexplica sus ideas y tiene ideas muy fijas sobre la amistad. Creo que nos merecemos complejidad en nuestras relaciones y, aunque le reconozco que sí es muy incisivo en que no hay que ser amigo de todos, sí creo que la amistad se construye de muchas diferentes maneras y cada quien puede hablar sobre sus límites, sobre lo que necesita a niveles afectivos y que el decir "y todo eso porque somos amigas" no me produce nada si no lo sostienes con algo más que con creencias sociales de lo que deben ser los amigos (nótese: lo que los neurotípicos creen que es la amistad). (Si me preguntan personalmente, creo que hay muchos animes y mangas que abordan la complejidad del concepto de maneras increíbles). 

Mic Drop

Vamos a discutir el libro el 9 de abril a la 1pm en el canal de Librosb4tipos y los invito a escucharme si quieren escucharme abordar más asuntos sobre el libro y de paso escuchar más opiniones del asunto. Si me preguntaran a mí si se los recomiendo: la respuesta es no; pero como con todas las lecturas, decidan ustedes para formarse una opinión propia.

jueves, 9 de julio de 2020

Como caracol..., Alaíde Ventura Medina | Reseña

Sinopsis: Muchas familias guardan secretos, cosas de las que nadie quiere hablar. Julieta supone que hace mucho tiempo ocurrió algo entre su mamá y su abuela que terminó por separarlas. Un día, Julieta decide conocer mejor a su abuela, Mariana. Cada momento se convertirá en un regalo y de la mano se acompañarán a sobrellevar de manera digna la enfermedad de Mariana, el Alzheimer.

Como caracol... fue ganador del premio Gran Angular de la editorial SM en México y desde entonces le había puesto los ojos encima. Moría por leer este libro y pude hacerlo en scribd con una cosa que me dio dos meses gratis (porque la app en sí me parece muy cara y no me gustan la mitad de sus glitchs...; no les puedo decir funcionalidades). Lo leí en un día. Me pegué a él. Tiene mucho que ver con que la escritura de Alaíde Ventura me parece que invita mucho a la lectura, pero también porque la primera frase describe a mi mamá. 
A mi mamá no le gustaba nada. No era grosera ni le hacía el feo a las cosas, no, pero nunca la vi emocionarse. Si hubiera tenido frente a sus ojos el primer cuadro impresionista pintado por un mono clonado, había comentado: "Está bien". No tenía comida favorita, no escuchaba música y la noche antes de su cumpleaños dormía con la tranquilidad de quien no espera nada del día siguiente.
La única diferencia entre la mamá de Julieta y la mía es que la mía sí tiene comida favorita (quesadillas). Su cumpleaños le da igual, no tiene película favorita, ni ama nada con pasión (y no entiende a quién lo hace) y es práctica a rabiar. Me llevo muy bien con ella. A veces platico con otras morras y me doy cuenta que eso es raro. La maternidad, sobre todo en el contexto en el que vivo, está llena de dificultades, de errores, de heridas que tardan en sanar. No vengo a hablar de eso, pero soy plenamente consciente de eso: soy un caso raro. Tiene que ver con que soy su única hija (como no lo soy del otro lado de la familia) y hemos aprendido a vivir juntas. Además mi mamá tiene opiniones muy fuertes sobre la maternidad: "si los niños no quieren saludar, que no saluden, con una chingada", "ni se te ocurra aplastarle la cara en el pastel a mi hija, te dijo que no" (por siempre agradecida), "decirle al niño que no lo vas a querer es puro chantaje" (y lo desprecia muy fuerte, muy), "si la niña dice que no quiere ir a la escuela, es por algo", "si no te gusta la pareja de tu hijo/a, pero hay respeto, no te metes", "si la niña no se quiere quedar a dormir en casa ajena, NO se va a quedar a dormir en casa ajena" (salvo en emergencias), "si la niñA quiere una espada, le compras la espada en vez de la muñeca", "TE DIJO QUE NO" (a los besos, abrazos, contacto físico indeseado). Eso me ha marcado para siempre, ya sé. 

A mi mamá le gusta esta foto porque acabé la universidad
Me estoy extendiendo, pero ya viene por qué este libro me atrapó: Julieta y su mamá no se llevan bien. Y salvo algunas diferencias menores, la mía es igualita a la suya. Así que leer una relación tan diferente a lo que estoy acostumbrada era algo que me llamaba muchísimo la atención. Segunda cosa: habla muy profundo sobre tener abuelos. Para mí leer historias de abuelos es hacer turismo emocional y me interesa mucho. Me voy a oír muy insensible pero NO ENTIENDO LO QUE ES TENER ABUELOS. De mis abuelos me quedan fotos. Curiosidades. El cuerpo de mi abuela paterna (para chingar). La biblioteca comunista de mi abuelo paterno (qué bendición). Las creencias de mi abuela materna (que son las de mi mamá, aunque mi mamá es un poco más liberal). De mi abuelo paterno es del que menos, porque murió muy joven, pero mi mamá habla dos cosas de él: nunca tomó alcohol y a pesar de trabajar turnos de doce horas siempre se paró los domingos a hacer el desayuno para siete hijos y su esposa. Sus nombres. Y nada más. No tengo ninguna conexión sentimental con la idea de tener abuelos, es algo alien para mí y es algo que tampoco deseo porque no sé de qué chingados me perdí. (Cosas de tener papás muy grandes). 

Entonces la relación entre Mariana y Julieta era algo muy interesante. Me encantaba. El personaje de Mariana es super complejo y ver su relación con toda la familia era muy interesante. Habla además de los cuidados y aborda a vejez. En otra de las opiniones fuertes de mi mamá: "cada quien se hace viejo como quiere y puede". (Ella renunció a buscar trabajo después de ser liquidada de una empresa que desapareció en los noventas para cuidar a su mamá enferma antes de morir y luego ya nunca consiguió por un embarazo de alto altísimo riesgo). (No le digan que ando ventilando la vida de la familia, por favor; aunque en realidad no se saben más que detalles salteados porque soy bien privada). Entre las ideas de mi mamá está que cada quien tiene derecho a enfrentar su muerte con dignidad y en eso se parece mucho a Mariana, quien está enferma de Alzheimer (NO ES SPOILER SI ESTÁ EN LA CONTRAPORTADA, MAIGOS). Mariana para mí representa que la gente sí puede cambiar y enmendar sus errores. La relación de Mariana con su hija es algo también muy interesado, retratado de manera muy realista. (Y es que entre familias pasan tantas cosas que difícilmente algo va a entrar en el terreno de lo "no-realista"). 


Como caracol... es una novela bellísima. Sobre la identidad, el llevar la casa a cuestas, conocerse a través de los otros, el perdón, los cuidados. En las palabras de Julieta hay un amor tremendo por su familia, en su narración se puede ver. Pero como en todas las relaciones familiares hay tristezas, frustraciones y problemas. El jurado del Gran Angular se rifó al elegir esta historia como ganadora y Alaíde Ventura se rifó al escribirla. 

Otra cosa que quiero reconocer es lo maravillosa que es la atmósfera de Veracruz. No sé que tengo con las escritoras veracruzanas que siempre me gustan (¡aunque no conozco ahí!). Hay una clara diferencia entre las partes del libro que transcurren en Veracruz y las partes que transcurren en la Ciudad de México. Esa diferencia me encanta, le da una profundidad muy interesante al libro. Y ya, yo me quedé con poco que agregar, pero de verdad les recomiendo este libro (además es un libro que tiene estrellita de todas las beforas de Librosb4tipos que lo han leído, esa no es una mala recomendación, es algo muy difícil de lograr). Ya saben, lo consiguen en SM y si no, está en Scribd (espero que pronto esté en Bookmate también). El premio Gran Angular es uno de los más importantes para la LIJ, especialmente aquí. Suelen tener trabajos muy interesantes y sorprenderme para bien (no siempre pasa porque se sane que mis estándares son horrendos). Me hace muy feliz que una historia como esta haya encontrado su hogar en este premio.

Si quieren leerla en Scribd, aquí les regalo dos meses gratis (tienen que acordarse de cancelar). Solo le tienen que picar en el link. En serio, ¡léanla


Si lo leen algún día, cuéntenme qué les pareció. Me encantaría oírlos/leerlos. Por cierto, les comparto uno de los diálogos de Mariana sobre el amor. (La quiero mucho y este en especial se me quedó muy hondo).
—No es tibio, no puede ser tibio. Tiene que ser arrebatador. Te tiene que quitar el hambre, el sueño, las ganas de morir. Si hay que analizarlo, mejor no pierdas tu tiempo, Julieta, eso no es nada. Si es tibio, no es amor, entiéndelo: es nada.