Sinopsis: ¡Qué difícil es encontrar amigos de verdad! Cuando parece que Tatiana ha encontrado una buena amiga, los celos y otras personas intentan estropearlo todo. Se siente perdida y traicionada. Menos mal que aparece Diego, con el que comparte aficiones y algo más.
Lo detesto, gracias.
Fin de la reseña.
No es cierto, sí tengo una parrafada para justificar esto.
Siempre con mis amigos es la segunda lectura conjunta de Librosb4tipos en la dinámica #CaminarelCuerpo en 2022 y cubre la temática de la adolescencia. Ana María Machado es una reconocida escritora brasileña que seguro han leído si tuvieron en sus manos un libro de la SEP, pues es la autora de Niña Bonita. En el Fondo de Cultura Económica ha publicado además libros como Bisa Bea, Bisa Bel (que me gusta bastante), Historia medio al revés ('ta botanero) y un Pajarito me contó (eh, bueno, es un libro que existe). Este fue publicado en SM, primero con una portada que parece de libro de idiomas que jura ser inclusivo (eso no era necesario, SM, pero creo que sí es muy adecuado al tono del libro). Es terrible. Haré una lista para abordar varios temas de mis pensamientos sobre el libro.
1. No reconocí en él casi nada del estilo que le conozco a Ana María Machado. Es cierto que sí, se puede describir como una redacción accesible en el sentido en el que es: plana como un valle seco, como los libros que se traducen sin alma alguna (y quizá parte de la culpa la tenga la traducción potugués-español, pero dudo que la tenga toda), redacción como diálogo de telenovela para niños moralina. Si creemos que los adolescentes sólo pueden leer esa clase de redacción, donde los mensajes tienen que ser sobreexplicados hasta la saciedad, no vaya a ser que no se entiendan, entonces sí, la prosa de este libro es perfecta. No sé si Ana María pecó de subestimar a los mismos jóvenes que son los lectores, si la editorial creyó que ese era el tono adecuado, plano como meseta abandonada o qué fue. Pero tengo otra teoría.
2. El libro, narrado en primera persona, es como un diario/manuscrito de Tatiana, la misma protagonista. Tiene sus reflexiones, sus vivencias y sus sentires. Hay tanta diversidad entre las adolescentes que yo puedo creer que una adolescente piense sobre básicamente cualquier cosa. Si me quieres poner el cliché con patas que es una chica que se ve por horas al espejo en busca de imperfecciones (como lo hace Tatiana en el primer capítulo) me preguntaré por qué sería necesario volver a rescatar hasta la saciedad a la misma imagen adolescente de Hollywood que vemos todo el tiempo; pero lo entiendo, porque ese cliché existe, aunque no haya sido yo. Así pues, la que escribe es Tatiana. Una adolescente, insiste el libro y hay momentos en los que parece que por eso la prosa es como es. ¿Así creemos que escriben los adolescentes? Llevo toda mi vida viendo a adolescentes escribir: bien, mal, malísimo, buenísimo. Con potencial, pero necesidad de pulir, a veces. Los adolescentes escriben (escribimos, porque también lo hice) experimentando; sugerir que sólo pueden hacerlo como este fest de morir de literalidad que es la redacción de todo este libro es, como poco, ingenuo.
3. No hay diferencias de tono. Los diálogos suenan igual, no importa si habla un chico, una chica, cuál chica, un adulto, un maestro. Todos ellos suenan igual, sin personalidad alguna. Tatiana dice que Adriana es su mejor amiga (pero mejor mejor amiga, con un concepto que entiendo aunque no me identifico) y es como si me estuviera diciendo el el pasto es verde, el cielo es azul y el agua moja. Tiene el tono de un listening de inglés (o cualquier idioma) de conversasiones "super naturales que seguro va a ocurrir en Londres" que nunca jamás nadie que hable el idioma ha protagonizado. Tengo evidencia. Una amiga hizo esto:
—No sé que gracia le encuentras, francamente, Tatiana... Estar toda sudada en un campo de cemento esperando a que alguien te haga un bloqueo de balón... ¡Hay cosas mucho más interesantes en la vida!
— 🐉 Andrea Vega 🐲 (@NeaPoulain) March 24, 2022
—No es eso, Adriana, es un juego que mola cantidad.
La pregunta del listening: pic.twitter.com/Fa068d2BLk
4. Qué es lo que según los adultos debe ser la amistad. Qué son las mejores amigas. Este libro parece tener una idea de lo que es la amistad. Y qué es. Cómo la definimos. Qué dice la sociedad qué son los amigos y qué decimos nosotros. No he conocido a dos mujeres (límitandome a las mujeres) que tengan el miso concepto de lo que son las mejores amigas. Sobre este tema, el libro es tremendamente adultocéntrico (aun cuando pretende que creamos que lo escribe una chica adolescente): los amigos son esto, tienen que ser esto, los amigos se portan así y si no se portan así no son amigos. No hay algo en el libro que cuestione el concepto de amistad y las maneras de vivirla y enfrentarla. Sí: reconoce que no hay que ser amigo de todos (un punto bueno cuando estamos llenos de libros cuyo mensaje es SÉ AMIGO DE TODOS), que las relaciones de amistad pueden romperse y reconstruirse (otro punto que sí pienso que es bueno porque no estamos acostumbrados a pensar en esos términos), pero nunca hay una verdadera problematización del concepto de qué es la amistad y como muta para cada quien. Simplemente ciertas partes se sienten como un adulto que alecciona (desde un banco de superioridad moral) sobre lo qué debe ser la amistad sin dejar que nosotros mismos tengamos oportunidad de decir esta boca es mía sobre nuestras propias relaciones.
4.5. En ese sentido, siento que también es un libro de lo que los neurotípicos piensan qué es siempre la amistad.
5. Llegó un punto en el que no entiendo la necesidad de hacer contenidos tan moralinos para los jóvenes en el sentido en que las historias quedan en segundo plano y las moralejas nos agarran del brazo sin soltarnos. Lo importante, parece, es que el mensaje se entienda y no importa si nos morimos de literalidad o acabamos creyendo que un libro nos está tratando como estúpidos. De repente importan los mensajes de cómo seremos mejores personas (según el libro de turno) que las propias historias.
6. Es un libro sin final, como lo que yo escribía cuando me cansaba de una historia (y Ana María Machado probablemente no se haya cansado). No hay nada abierto. Hay cabos sueltos. Supongo que suena posible siendo que es como un diario y representa lo que Tatiana cree que podría ser el final de una etapa de su vida (aunque no llegamos a saberlo, lo cual acentúa el sentimiento de que no es final). En cierto modo, tiene cara de final abierto, pero me parece engañoso decir que lo es, porque no hay resolución de absolutamente nada. Es más, parece que el libro termina justo en el medio del conflicto. No-final.
En conclusión: me parece un libro muy malo, que subestima a los jóvenes, sobreexplica sus ideas y tiene ideas muy fijas sobre la amistad. Creo que nos merecemos complejidad en nuestras relaciones y, aunque le reconozco que sí es muy incisivo en que no hay que ser amigo de todos, sí creo que la amistad se construye de muchas diferentes maneras y cada quien puede hablar sobre sus límites, sobre lo que necesita a niveles afectivos y que el decir "y todo eso porque somos amigas" no me produce nada si no lo sostienes con algo más que con creencias sociales de lo que deben ser los amigos (nótese: lo que los neurotípicos creen que es la amistad). (Si me preguntan personalmente, creo que hay muchos animes y mangas que abordan la complejidad del concepto de maneras increíbles).
Vamos a discutir el libro el 9 de abril a la 1pm en el canal de Librosb4tipos y los invito a escucharme si quieren escucharme abordar más asuntos sobre el libro y de paso escuchar más opiniones del asunto. Si me preguntaran a mí si se los recomiendo: la respuesta es no; pero como con todas las lecturas, decidan ustedes para formarse una opinión propia.