Sinopsis: Cuando Sky ve por primera vez a Zed, el chico malo de su nueva escuela, ya no puede quitárselo de la cabeza. Él le habla con sus pensamientos, lee su mente. Las sombras de su pasado la atormentan y un nuevo mal amenaza su futuro. Sky experimenta fenómenos paranormales y pronto se sumerge en una trama de romance y acción que la lleva a descubrir su verdadera identidad. Ahora debe enfrentar la oscuridad y decidir si acepta o no su nueva vida y el amor. ¿Se atreverá?
Leí el libro por la lectura conjunta que hubo en el blog
Sabious Words y, porque, al leer la sinopsis se me ocurrió que la premisa, aunque
cojeaba de algunas partes, podía ser buena. Oh. Dios. Mío. Qué equivocada
estaba. Sin embargo, el engañó me duró más o menos hasta la mitad del capítulo
dos, cuando empecé a ver los clichés andantes por todas partes, porque al libro
le tengo que reconocer que el preludio es bastante bueno y, al dejar tantas
dudas, engancha. El problema es que todas las dudas se quedan sin respuestas
conforme van surgiendo otras y la autora responde todo rápido y se nota lo
apresurado.
Pero, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes con
este libro:
Para empezar, sentí que estaba en medio de un cliché con
patas y de película de instituto gringo. Sentí más o menos que esto era una mezcla
entre 10 things I hate about you y Mean girls en cuestión de escenario, pero
sin los diálogos graciosos, el guion inteligente y la trama mínimamente
interesante con un cliché, bien que mal, decentemente desarrollado. Más bien
sentí que el escenario era el típico de esas películas ―y un poco el de
Crepúsculo―, pero los chistes no me llegaban, los personajes estereotipados
sólo me hacían rodar los ojos y, finalmente, los protagonistas ser me hacían de
una personalidad demasiado cambiante que no lograba ni la profundidad de una
hoja de papel.
Sky, para empezar, se me hizo una adolescente demasiado
normalita para sufrir amnesia ―lo lógico es que aun tuviera algo de ayuda
psicológica, al menos por rutina―. Tiene opiniones claras y fuertes y se hace
oír, lo que es un acierto… pero no parece seguir sus propios consejos en ningún
momento. Al ser la narradora en primera persona tenemos mucha cháchara sobre
sus sentimientos, lo cual es completamente lógico, pero puede llegar a ser
terriblemente aburrido si es repetitivo. Y en este caso lo es. Además, declara
ser feminista ―entre líneas, pues dice que su madre lo es y que ella está de
acuerdo―, pero eso no se nota casi en ningún momento. Sí, le hace frente al
galán de turno, pero parece más un recurso ―un poco absurdo― para probar que es
una mujer fuerte. No lo demuestra con algunos de sus actos y se nota muy al
final cuando básicamente se pone así con Zed y le dice que ella va a hacer lo que se le hinche para protegerlo y protegerse:
Zed, en cambio, es todo un tema. Pareciera que hay dos Zeds:
el chico antes de empezar la relación con Sky y el de después. El cambio es
demasiado marcado incluso para la pobre explicación de la autora de que Zed
estaba yéndose por el mal camino antes de conocerla y… todo ese cliché (además
aprovecho para decir que se sigue vendiendo, bastante mal desarrollado, el
cliché de que la chica «arregla» al chico). Otra cosa que pude ver mientras
leía es que no entiendo como Zed les parece un galán perfecto. Sí, es guapo,
sí, es tierno, pero tiene un tremendo defecto… Dice, no una, sino varias veces
que Sky «es suya». No quiero aguarles la fiesta pero cualquiera suelte eso en
un libro en el que la relación se está mostrando como tierna, complementaria y
como un ejemplo tiene para mí un tache enorme. No puedes decir eso ni hablar de
tu pareja ―sea hombre o mujer― como una propiedad. Y no lo dice sólo en la
escena en la que aborda a Sky para contarle lo de los savants por primera vez.
No, lo repite una que otra vez a lo largo del libro.
Después, están los secundarios… Algunos, como Tina y Zoe no
están sólo para adornar, pero no tienen gran participación. Personalidades bien
definidas, pero no dejan de ser clichés de carne y hueso, lo que para mí les
resta méritos porque ni siquiera están desarrollados de forma inteligente.
Además, uno esperaría que al ser un libro sobre una chica que tiene comentarios
en off bastante en pro de la liberación femenina y tiene amigas pasara el Test de
Bechdel, pero no. Efectivamente, pasa los primeros dos puntos: la novela tiene al menos
dos personajes femeninos con nombre que tienen al menos una plática. Pero las
pláticas siempre tienen chicos dentro. Aunque sea en una plática de esquí
aparecen metidos con calzador.
Ahora, hablemos sobre la relación romántica de estos dos: no
me la creo. En primera por su manera de comenzar, con esa escena en la que un
Zed casi desesperado se acerca a Sky de todas y cada una de las maneras
posibles. Le dice ―y cito textualmente―: «eres mía, tienes que serlo». Entiendo
que Zed quizá no está en todos sus cabales y quiere que ella se dé cuenta, pero
hay mil y un maneras mejores de demostrarlo. No estoy en contra de que se diga
eso en una novela, sólo que… ¡no me vendan ese tipo de relación como una
relación tierna, buena, como un ejemplo a seguir! Al menos, me gustaría que la
gente analizara lo que está leyendo, que viera que la manera de comportarse de
Sky y Zed no es precisamente mala, pero tampoco la más sana del mundo.
En muchos momentos, él decide por ella y ella lo acepta,
simplemente para no discutir. No en todos, pero sí bastantes. Me molesta
especialmente porque he visto muchas pendejadas gracias a esa frase en escenas
muy similares. Sólo que en carne y hueso. Y no es, ni de cerca, algo bueno o
agradable.
Por otro lado, tengo quejas ―y muchas― de la trama. No tiene
ni de dónde cogerse porque hasta antes de la primera cita de Zed y Sky no tiene
un hilo conductor demasiado fuerte. Después de eso los antagonistas parecen
metidos con calzador totalmente y, cuando finalmente aparecen, son una
caricatura de ellos mismos. Aterrorizantes, sí, pero con muchas cosas que no
tienen lógica ni siquiera para una novela adolescente, fantástica y romántica.
Con la parte que involucra al FBI me pasa lo mismo: me
parece demasiado caricaturizado, como que no puede ser tomado en serio ni siquiera
dentro de la novela. Además de que Sky sale del segundo aprieto que ya ni las
novelas sin publicar de Laura Gallego y sus salvaciones absurdas. Por otro
lado, investigué, hace cosa de dos años o poco menos, sobre las secuelas que
deja un secuestro, cómo se comportan las personas que han sufrido uno cuando
son rescatadas y como tienden a comportarse mientras están secuestradas. Nada
de esto vi en Sky, ni de cerca; vamos, que por ver, no vi no lo que dice la
Wikipedia sobre el tema y eso me habla bastante mal del trabajo de
documentación de la autora.
Siempre digo que espero que al menos se tomen la molestia de
saber sobre qué escriben, porque yo lo hago al escribir y es lo que quiero la
mayoría del tiempo. Pero casi todo el mundo pasa del tema.
En fin, no recomiendo el libro por todas las razones
expuestas allá arriba. Por supuesto, sé de buena mano que a mucha gente le va a
gustar y lo único que me queda por pedir es lo siguiente: analicen qué están
leyendo. No lo lean por leer, piensen en ello.