Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 30 de enero de 2019

Book Tag del zodiaco


Quiero declararles aquí y ahora que el zodiaco me vale queso. No creo en él (ni en nada esotérico) pero me gusta hacer memes con él, así que por qué no demonios un booktag. Ya ven, como no tengo nada de hacer. Así que me puse a hacer mi propio booktag de los signos del zodiaco, a ver que libros acabo recomendándoles. Ya me hacía falta darles un descanso entre tanta reseña que les había puesto que, creo, cansan a todo el mundo (hasta a mí escribirlas).

Aries: un libro con una trama muy creativa

 

Creo que aquí sólo podría mencionar La historia interminable de Michael Ende. Para mí, es de las cosas más creativas que existen porque es una oda a nuestra imaginación y a la fantasía que llevamos dentro, a las historias que cargamos con nosotros. Hace tiempo que no lo recomiendo y creo que este es el momento perfecto para hacerlo.

Tauro: un libro al que siempre vuelves por una relectura



Aquí, sin duda alguna, va Harry Potter. Hay muchas razones por las que siempre vuelvo a la saga y no les voy a contar todas aquí, pero en general es porque Harry Potter me lleva a mi infancia y me hace sentir en casa. Además, leer Harry Potter siempre me recuerda qué fue lo que me llevó a escribir y el amor que siento por la escritura. Así que por eso siempre vuelvo a las páginas de la saga.

Géminis: un libro que te divirtió mucho



Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Que no era una comedia, uy, pues perdón. Me divirtió el libro y, aunque también hubo partes que me rompieron el corazón, lo delirante de todo lo que hacían y le pasaba a los personajes me divirtió como nunca.

Cáncer: un libro muy sentimental



Para mí, este es el puesto de La mujer habitada de Gioconda Belli. Quizá no es lo que cualquiera diría que es un libro sentimental, pero para mí la protagonista lo es extremadamente. Lavinia, que se une a la guerrilla, lo hace por sus sentimientos. Y el amor que tiene para con su pareja me parece un amor muy bonito, un amor de gente que está luchando por lo que ellos creen que es un mejor futuro.

Leo: un libro que no pudiste soltar



Me acaba de pasar con uno que quiero aprovechar para recomendarles (¡ya vendrá la reseña!) y es Quién teme a la muerte de Nnedi Okorafor. Desde que empecé a leerlo apenas si pude soltarlo porque me pareció que era una novela que acertaba en muchas cosas y que me estaba retando. Me gusta cuando los libros me retan y este lo hizo de muchas maneras. Espero poder contarles más cosas en la reseña.

Virgo: un libro que te hizo reflexionar



Bueno, hay muchos. Voy a intentar no repetir mucho de los que siempre repito en los booktags, pero es que es imposible. Creo que es el turno de decir que La mitad del cielo de Claudie Broyelle me cambió mucho los esquemas de cosas que yo ya creía tener claras. Le agradezco infinitamente las reflexiones que me provocó y que han marcado un antes y un después en mi formación ideológica.

Libra: un libro que siempre te hace sentir bien



No sé por qué, pero Diablo Guardián de Xavier Velasco tiene un efecto en mí que siempre me hace sentir bien. Digo que no sé por qué porque en Diablo Guardián pasan un montón de cosas culeras y ninguno de los personajes es especialmente un modelo a seguir, pero bueno. No sé por qué la novela tiene ese efecto en mí, supongo que pienso que mientras no esté tan mal como alguno de los personajes ahí retratados, estoy bien.

Escorpio: un libro con un ritmo intenso 



Sin duda, creo que este es el lugar de Temporada de huracanes de Fernanda Melchor. Es un libro muy intenso, que no te suelta. La historia gira en torno a un asesinato y a todos los implicados, de una manera u otra. Sí es una historia muy intensa que no te da ni un sólo instante de respiro, así que definitivamente es la categoría perfecta para él.

Sagitario: un libro de investigación


Los demonios del Edén de Lydia Cacho es una investigación magistral sobre el caso de Jean Succar Kuri. Es una investigación periodística que admiro demasiado. El libro sacó a relucir una de las partes más perversas de México pero, finalmente, creo que es una lectura que en algún punto yo tenía que hacer.

Capricornio: una lectura ambiciosa

 

En definitiva, creo que aquí pondría El segundo sexo de Simone de Beauvoir. Me aventé a él de cabeza, sin ningún marco de referencia para ayudarme. Por supuesto, en consecuencia, me costó. No tenía algunas cosas tan claras como las tengo ahora y tuve que estudiar, pero creo que valió la pena haberlo leído cuando lo hice. Por una parte, me quitó el miedo a la teoría feminista pura y dura y me hizo darme cuenta de que tenía las herramientas para investigar lo que yo quisiera.

Acuario: un libro que tardó en llegar a tu corazón



Creo que no aprecié La guerra de las brujas de Maite Carranza como debí cuando la conocí. Me agarró en plena adolescencia edgy donde odiaba todo. Ahora la leo y me maravillo por como Maite Carranza habla de las mujeres y del amor entre mujeres y de la comunidad entre las mujeres y lo hace precisamente con brujas. Me maravilla además la mitología que tienen los libros. Se tardó en llegarme unas cuantas lecturas, pero me llegó.

Piscis: un libro con el que te identificaste

  

Siempre me he identificado con El disco del tiempo de María García Esperón. También es un libro que llevo tiempo sin recomendar, así que voy a hacer se paréntesis aquí: léanlo, es una historia hermosa sobre la amistad, es un misterio arqueológico, es una historia sobre la pasión y el amor y el deber y las historias cretenses. Y siempre me identifiqué con su protagonista. Si yo recibiera un correo con un boleto de avión, todo pagado, para ir a alguna parte del mundo donde hay un misterio por resolver, yo me voy. Aunque, como Nuria Férnandez, no tenga ni idea de qué me están hablando.

lunes, 28 de enero de 2019

Las últimas reseñas del #GuadalupeReinas2018

Parece que yo voy de las reseñas no tan pendientes a las reseñas realmente pendientes. Y sí. Bueno, les recuerdo que organizamos un maratón de lectura en Libros b4 Tipos que va del 12 de diciembre al 6 de enero (la época que llamamos Guadalupe-Reyes) que consiste en leer 10 libros de autoras. Ya hice las reseñas casi todos los libros y sólo me faltan tres por reseñar, así que de esto se trata esta entrada: ¡acabar por fin! No quiero dejarlos sin todas las reseñas del maratón, así que aquí vamos, por las últimas tres. 


Me casé por alegría, Natalia Ginzburg


Sinopsis: Hace apenas una semana de la boda de Pietro y Giuliana, y poco más de un mes desde que se conocieron. Él es un abogado de clase acomodada, fatigado de una vida sosegada en la que reina el orden; ella, una excéntrica muchacha de origen más humilde que, tras huir de casa a los diecisiete años, ha debido valerse por sí misma. Pietro ha invitado a su familia a una comida en su apartamento para intentar tranquilizar a la madre, que no ve el repentino matrimonio con buenos ojos: esta reunión familiar se convertirá en la prueba de fuego de la joven pareja. Me casé por alegría es la pieza teatral más célebre de Ginzburg; la maestría en la construcción de los personajes y la viveza de los diálogos hacen de ella no sólo una comedia hilarante, sino también una aguda reflexión sobre los mecanismos de la felicidad, que transgreden las convenciones y los prejuicios más arraigados.

Este fue el libro que escogí para leer en la consigna de una obra de teatro. Quería leer algo nuevo, una autora que no conociera, así que me incliné por Natalia Ginzburg a quien no conozco de nada. Sé que es una autora italiana (lo que explica que no la conozca, no he leído demasiadas italianas en mi vida), pero nada más. Así fue como me embarqué en la lectura de Me casé por alegría, un libro entretenido. Y... es lo más que puedo decir. Me casé por alegría es entretenido. Y ya.

Me hubiera gustado verlo en escena porque juro que me hubiera reído y que me hubiera parecido una muy buena obra. Las discusiones cíclicas de Pietro y Giuliana sobre el motivo de su matrimonio (ella insiste que quizá se casó con el dinero, que en el momento en el que conoció a Pietro se hubiera casado con cualquiera) son entretenidas y ver a dos actores poniéndolas en escena seguro debe de ser muy interesante. Y entretenido. Además el segundo acto es delirante con la aparición de la madre de Pietro y habla mucho de la influencia de las madres sobre los hijos. 


Aunque mi parte favorita es esa donde Giuliana habla de cuando estuvo enamorada de un hombre que no era Pietro y acabó descubriendo como era una patán. Hay una parte, cuando ella narra cómo ya había aceptado que era un patán y que tenía que desenamorarse, que ella dice lo siguiente: 
Yo me fui desenamorando poco a poco de Manolo, pero es feísimo desenamorarse, todos los hombres te parecen estúpidos, no sabes dónde se han metido los que se pueden amar.
Y, amigos, me llegó. Como conclusión debo decirles que la obra me pareció muy interesante, muy divertida a ratos, que quiero mucho a Giuliana, el personaje principal, con su total franqueza por el mundo, que quiero a Pietro cuando dice y reconoce por qué se casó, que me gustaría en algún momento ver esto en el teatro, porque estoy convencida de que así los disfrutaría más. 

Leopardo al sol, Laura Restrepo


Sinopsis: ¿Qué sucede cuando ante la ausencia de justicia florece el sofisticado e inclemente arte de la venganza? Por un lío de faldas, Nando Barragán da muerte a su primo hermano, Adriano Monsalve, y éste es el detonante de una saga marcada por un férreo código de honor: la sangre con sangre se paga y la guerra sólo encontrará fin cuando un clan haya exterminado a todos los miembros varones del otro. Restrepo construye un thriller en el que arraigados valores tribales y ancestrales ritos de guerra se enfrentan al crudo pragmatismo sicarial de la modernidad, donde el dinero irrumpe como arma letal. Leopardo al sol es una novela en la que la lucha a muerte entre hombres se contrapuntea con el afán de las mujeres por preservar las vidas de los suyos, y también es la apasionante historia de un amor que atraviesa la barrera entre los bandos rivales y desafía la inevitabilidad de la guerra.

En esta historia los Monsalve y los Barragán llevan años matándose. Las mujeres Barragán andan siempre de negro porque no pasa el luto de uno cuando ya les mataron a otro. Parece que la guerra sólo va a tener fin cuando un clan extermine al otro. Aunque sea ficción, la historia que cuenta Laura Restrepo aquí es una historia de la que hemos oído hablar al vivir en América Latina. Las familias se matan entre ellas, los carteles se matan. La gente de a pie lo observa con una mezcla de terror y curiosidad, depende que tan cerca del fuego estén, los inocentes mueren y las reglas se respetan... con un extraño código de honor que nadie de fuera entiende, supongo. 

La historia de los Barragán y los Monsalve está contada desde los ojos de los de fuera y parece una historia contada por el chisme y reconstruida por el narrador. El libro se me fue como agua porque hablaba de cosas que conocía y porque una de las piezas principales de la historia, la esposa de uno de los Monsalve, harta de la violencia, le pone un ultimatum a su esposo. Alina Jérico expresa su punto de vista, pero Mani Monsalve nunca le hace mucho caso. Finge hacerlo cuando tiene miedo de verse abandonado, pero siempre vuelve a los pasos que hicieron que Alina se enojara, creyendo que lo ama lo suficiente como para olvidar sus amenazas. Mi personaje favorito fue ella, definitivamente.



La novela está situada en Colombia, el país de Restrepo, donde entre los ochentas y los noventas ocurrió una ola de violencia sin precedentes. No por nada Colombia tiene fama por los paramilitares, los narcos, las guerrillas. Y, además, como dice Restrepo en el libro:
Colombia es el país del mundo donde más milagros se dan por metro cuadrado. Bajan del cielo todas las vírgenes, derraman lágrimas los Cristos, hay médicos invisibles que operan de apendicitis a sus devotos y videntes que predicen los números ganadores de la lotería.
Es, sin duda, el lugar perfecto para ambientar este libro. Se los recomiendo, me parece un buen libro. Además que es perfecto para aquellos o aquellas que quieran conocer más libros escritos por autores o autoras de América Latina.

Aquí no es Miami, Fernanda Melchor


Sinopsis: Las crónicas de Fernanda Melchor dan cuenta de la degradación humana en uno de sus aspectos más sórdidos. Lo que su libro hace es manifestar la ignominia en toda esta rudeza. En una época de límites borrosos entre la verdad y la mentira, el caos y el orden, el horror y la indolencia, la delincuencia organizada y el Estado, aparece Aquí no es Miami, un libro de relatos híbridos, aleación entre periodismo y literatura, que aborda lúcidamente las condiciones que germinaron el terror de la llamada Guerra contra el Narcotráfico en un estado especialmente golpeado por esta debacle como lo es Veracruz. Más allá de la intención de entregar un recuento de datos duros, Melchor nos ofrece historias sobre personas: víctimas y criminales, sí, pero sobre todo hombres y mujeres comunes entregados a la lucha por la supervivencia, con esa mirada suya honda y compasiva, pero cruda y directa, con la que es inevitable involucrarse y conmoverse. El Veracruz de Fernanda Melchor no es tanto un escenario sino un personaje en esta ola de violencia. La cercanía de la autora con las historias que narra, y un uso siempre arriesgado del lenguaje, son las mayores fortalezas de esta nueva edición revisitada que cuenta con una nueva crónica. Y aunque estos relatos se enmarcan en una temporalidad, son aún reflejo deun país cuyas arenas siguen siendo movedizas.

Los relatos/crónicas que conforman Aquí no es Miami fueron escritos en un lapso amplio, como de 2002 a 2011, si la memoria no me falla. Son relatos todos diferentes, pero unidos porque están todos ambientados en el puerto de Veracruz. Son, además, relatos que no están interesados realmente en dialogar con la Historia en mayúsculas, como dice la propia Fernanda Melchor. Estos son esbozos, cosas que ocurrieron, no por ello menos importantes. A mí el libro me gustó justamente por eso. Las crónicas de lo que aparentemente no es importante para la Historia en mayúsculas nos ayudan a ver otras caras de la sociedad (porque finalmente la Historia se escribe con una ideología en mente y sirviendo a un sistema dominante). Mi favorita es sobre la Reina del Carnaval que acabó matando a sus hijos precisamente por la manera en la que ahonda en la dicotomía de la mujer pura/perversa, como si sólo existiera eso: dos modelos de mujer opuestos.
[...] la ascensión de una joven al estatuto de reina, emblema viviente de la alegría, la lozanía y la fecundidad de un pueblo y su posterior envilecimiento como filicida, villana mítica, bruja de cuento de hadas en cuyo nombre se exhorta a los niños jarochos a obedecer a sus madres [...], si no quieren que Evangelina venga a castigarlos
También me gustan las crónicas que involucran a los zetas, precisamente porque dejan ver la cantidad de gente que está involucrada con ellos, la cantidad de gente que sufre la ola de violencia que azota Veracruz. En las crónicas de Fernanda Melchor todo lo ves de frente, en primera persona, es imposible de ignorar. Les recomiendo el libro sobre todo a los mexicanos que quieren leer a escritoras mexicanas contemporáneas. México está ofreciendo una amplia variedad en cuestión de literatura en los últimos años, las escritoras están haciendo cosas muy interesantes, les conviene echarles un vistazo, yo sé lo que les digo.


Y bueno, hasta aquí llegó el Guadalupe Reinas. Por poco y las reseñas aterrizan en la Candelaria, pero llegaron antes. Nos vemos este año en diciembre otra vez, para que me vean leer otra vez diez libros en veintiséis días y me pregunten cómo le hago.

jueves, 13 de diciembre de 2018

Temporada de Huracanes, Fernanda Melchor | #Librosb4Tipos

Sinopsis: Con un ritmo y un lenguaje magistrales, Fernanda Melchor, autora de Falsa liebre explora en esta obra las sinrazones que subyacen a los actos más desesperados de barbarie pasional.Una novela cruda y desgarradora en la que el lector quedará envuelto, atrapado por las palabras y la atmósfera de terrible, aunque gozosa, fatalidad. Un grupo de niños encuentra un cadáver flotando en las aguas turbias de un canal de riego cercano a la ranchería de La Matosa. El cuerpo resulta ser de la Bruja, una mujer que heredó dicho oficio de su madre fallecida, y a quienes los pobladores de esa zona rural respetaban y temían. Tras el macabro hallazgo, las sospechas y habladurías recaerán sobre un grupo de muchachos del pueblo, a quienes días antes una vecina vio mientras huían de casa de la hechicera, cargando lo que parecía ser un cuerpo inerte. A partir de ahí, los personajes involucrados en el crimen nos contarán su historia mientras los lectores nos sumergimos en la vida de este lugar acosado por la miseria y el abandono, y donde convergen la violencia del erotismo más oscuro y las sórdidas relaciones de poder.

Temporada de huaracanes fue la lectura de septiembre de Libros b4 Tipos, el mes que paramos en México, yo lo leí un poco antes que eso, así que podrán imaginar con cuanta tardanza estoy subiendo esta reseña. Lo que me hizo dejar de postergar el escribirla fue, precisamente, ver que este libro es uno de los que más se ha repetido en las listas por leer del maratón Guadalupe Reinas (del que ya les hice recomendaciones y les dejé mi propia lista de lectura, en la que también incluí a Fernanda Melchor). Así que por eso me decidí a escribir mis impresiones sobre el libro. Pero bueno, como dijo Jack el Destripador, vamos por partes.


Temporada de huracanes es un libro que me gustó y aunque no tengo conflicto con decir que me gustó, porque siempre me estoy refiriendo a la obra literaria, entiendo que exista cierto conflicto al decirlo, por el contenido de la historia. Temporada de huracanes es un libro duro y es una historia llena de morbo. Es la historia que te cuenta tu tía que le pasó al amigo del vecino y, no inventes, estuvo terrible, por favor no le cuentes a nadie. Es una historia que se nutre de los chismes de un pueblo, los mismos chismes que uno tiene que ir desentrañado para averiguar todas las piezas de la historia. Temporada de huracanes es de repente un poco rompecabezas. hay que ir uniendo los hechos, poco a poco, conociendo a los personajes, dejar que cuenten su versión y escucharlos para, entre una multitud de historias, encontrar La Historia que los une a todos: el asesinato de la bruja.

A la bruja nunca la conocemos del todo bien. Conocemos lo que los demás piensas de ella, lo que dicen de ella, lo que creen de ella. Las habladurías sobre ella se extienden y, como todos los muertos, y sobre todo las muertas,  no puede aparecer a contarnos quién era ella. La vemos desde afuera, como vemos a todas las víctimas de feminicidio del país. Oímos lo que otros nos cuentan sobre ellas, mientras ellas no pueden defenderse o darles la razón. Escuchamos mil versiones de todo lo que fueron, no fuera, pudieron haber sido. Así pasa con la bruja. Es un misterio que el libro va desentrañando poco a poquito y con cierta fatalidad porque, después de todo, la bruja está muerta y los puntos de vista que van apareciendo son los de los vivos, que entrelazan el asesinato a su propia historia.


La verdad es que no puedo decir que los personajes me cayeran bien como personas y justamente por eso es que reconozco que están muy bien construidos, llenos de claroscuros, deseosos de explicar sus motivaciones o su vida. Algunos (sobre todo algunas) me dan lástima, enterrados (enterradas, sobre todo) en la vida que les tocó vivir. La historia se desarrolla siempre en Veracruz, en la zona rural y ahí vemos retratada toda la injusticia que existe. Los pobres que se hacen más pobres y más pobres y más pobres, enterrados en trabajos de mierda o con vínculos con el crimen. Las mujeres que no tienen futuro, porque ni el mismo sistema quiere dárselos (y luego las jode, si se atreven a tener agencia sobre su propio cuerpo, a decidir que quieren). Nada de eso está explicito en la historia, sino que está enterrado entre las raíces del escenario que se nos presenta. Está ahí. Existe. Tenemos que verlo, porque es imposible leer la novela y pasarlo de largo.

Además, algo que me encanta de la novela es el lenguaje coloquial con el que está escrita. Para mí es una cuestión de principios escribir en español mexicano hasta el fanfiction (yo, intentando ser alguien serio que reseña libros pero habla de fanfiction también) entonces me fascina que Fernanda Melchor use la jerga de Veracruz en Temporada de huracanes, con todas sus expresiones, porque de algún modo me sumerjo más en la historia. Además que siempre es divertido ver sus tuits de cuando sus traductores le preguntan sobre sus expresiones.

Por lo demás, es un libro que recomiendo ampliamente y que pueden encontrar de manera gratuita (aunque con una lista de espera tremenda) en la plataforma mexicana digitalee.mx. O sea, que no tienen excusa para no conseguirlo (aunque pedirlo de la biblioteca digital es una cosa de paciencia). Abajo además les dejo el video del hangout que hicimos en Libros b4 Tipos, en el que participó la misma Fernanda Melchor y que les recomiendo ver aunque sea largo, porque oírla hablar es algo que vale muchísimo la pena (y además salgo yo, por favor, seguro quieren oír mi maravillosa voz).

viernes, 7 de diciembre de 2018

Maratón #GuadalupeReinas2018: lista de lectura.


Ya les hablé en la entrada pasada del Maratón #GuadalupeReinas2018 de Libros b4 Tipos (twitter, facebook e instagram): se trata de leer diez libros escritos por mujeres durante el Guadalupe-Reyes, del 12 de diciembre el 6 de enero. Si por alguna razón viven en marte y no se han enterado todavía de la noticia que vino a romper la internet, aquí les dejo toda la información en un video que grabamos las guapas integrantes del colectivo:


En esta entrada les voy a chismear que estaré leyendo durante este maratón. Compartiré las lecturas en mi twitter y en mi instagram, probablemente, además de las obligatorias reseñas que intentaré hacer en mi blog (aunque me cueste trabajo y acaben saliendo hasta febrero por lo apretado del calendario que traigo acá). Les vuelvo a recordar las consignas que tenemos este año: 


1. Libro de tu país de origen: voy a leer Aquí no es Miami de Fernanda Melchor. Me lo regaló un amigo por ahí en julio, fui a la presentación, Fernanda me lo firmó y todavía no lo he leído (aunque sí leí Temporada de huracanes, que no tengo, pero ajá).

2. Libro de un país que quieras visitar: obviamente quiero visitar la India, soy una obsesionada con la India, así que elegí un libro que se llama El vagón de las mujeres de Anita Nair.

3. Obra de teatro: me lancé a la brava y agarré lo primero que encontré en bookmate que me llamó la atención (la verdad me lo pasó Ati): Me casé por alegría de Natalia Ginzburg. Creo que es un buen momento para leer a las italianas, a las que les debo tanto.


4. Teoría feminista: aquí, como el año pasado leí Mujeres, raza y clase de Angela Davis, este año quiero leer Women, Culture & Politics de ella misma. Tenía muchas opciones pero esa ganó.

5. Memoria o autobiografía: hace muchos años leí la primera parte de las memorias de Esmeralda Santiago, When I Was Puerto Rican, así que este año he decidido que leeré Almost a Woman, de ella misma, que es la continuación directa.

6. Obra de alguna de las 14 ganadoras del Nobel: no quería escoger a ninguna que ya hubiera leído con anterioridad, así que con unas pocas reservas es que escogí a Doris Lessing con el libro El viento se llevará nuestras palabras.


7. Libro favorito de una mujer que admires: admiro mucho a muchas mujeres. Mi mamá no me supo decir un título. A Kollontai no la puedo sacar de la tumba. Así que elegí un favorito de Gioconda Belli: Leopardo al sol de Laura Restrepo.

8. Libro de una escritora racializada: Kabu-Kabu de Nnedi Okorafor. Quiero conocer todos sus libros, así que por muchos lados he de empezar. Esta es una colección de cuentos, así que mucho amor para las cuentistas.

9. Libro con representación LGBT: elegí un libro por su portada que he visto en Bookmate y que se llama We Are Okay de Nina LaCour. Ya les contaré como me salió la elección.

10. Un libro de las lecturas conjuntas del colectivo: me faltan varios de los años pasados, pero este año el único que me faltó fue Volver a casa de Yaa Gyasi, así que escogí ese.