Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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miércoles, 19 de julio de 2023

Tsunami 2 y mi relación con el feminismo

Portada de Tsunami 2, varias autoras
Sinopsis: ¿Cómo respondemos? ¿Con la voz entrecortada? ¿Con el cuerpo? ¿Con la lata de aerosol? ¿Con un coctel molotov? ¿Con toda nuestra rabia? ¿Con nuestra inteligencia? ¿Con todo lo que tenemos y somos? ¿Cuántas formas posibles de respuesta hay? Tantas como nosotras. «Nuestra arma es la voz», dijo Marichuy en la toma reciente del INPI y ya había mencionado Gloria Anzaldúa que la responsabilidad es nuestra habilidad de responder: con la boca, la voz, y en las puntas de los dedos cargamos y enunciamos esa responsabilidad. Las voces aquí reunidas cuestionan el amor tradicional entre una hija y su madre, las relaciones posibles y el deseo en una comunidad zapoteca; reflexionan sobre las historias que nos han contado sobre la identidad, sobre los cuerpos normados, las periferias, las disidencias; se preguntan por las luchas de izquierda que hacen jerarquías entre los cuerpos, por la «sororidad» entre unas a costa de otras; cuestionan nuestra participación en el juego de la estupidez desde la valentía adolescente; se duelen por el extractivismo que penetra nuestros cuerpos-territorios; ponen en entredicho las teorías racistas, clasistas y discriminatorias de ciertas manifestaciones radicales del feminismo, e imaginan las posibilidades de un futuro alegre después del hartazgo y el dolor, desde las perlas-cicatriz o los monumentos vueltos archivos íntimos, y las voces que la historia quiso borrar hablan fuerte y claro. Escriben para un nosotras que se vuelve un bosque de mujeres —metáfora potente de la diferencia y la equidad—. Porque si el feminismo y las luchas de las mujeres no son de todas y para la emancipación de todas entonces no son para ninguna.

A ver, antes de cualquier otra cosa, creo que es justo que aclare algo: el movimiento feminista mexicano no me parece especialmente brillante en los últimos tiempos. Yo salí de ahí en 2018, más o menos, rumbo a otros lados y fui rompiendo poco a poco con todo lo que él implicaba. Me molesta el interclasismo, la falta de análisis, el anticomunismo rampante, ese sector que se la pasa pactando con la derecha, la transfobia, el racismo y el desprecio a quienes no nos nombramos feministas. No tengo claro cuándo se produjo mi ruptura oficial, pero sí el día que me empecé a alejar: me dijeron que cuidaba pijas de los muertos, refiriéndose a Marx y a Engels. Con los ojos de esa experiencia leí este libro. De buena fe, pero con ojos que no esperan más que lo que ya han conseguido el movimiento: desprecio a la cosmovición que una admira y se esfuerza en comprender y lástimas porque cómo va a ser que una mujer ande entre los comunistas. Es sincero reconocer ese resentimiento, porque forma parte de mis lecturas

Por lo demás, el libro como libro me parece lamentable y no hay mucho que decir al respecto. Cada tanto se ponen unas cuantas mujeres de moda (y unas cuantas tienen suerte, otras mucha enjundia para abrirse paso a codazos, y las últimas simplemente tienen todos los contactos posibles) y las invitan a que den su opinión de todos los moles o las encasillan en su solo tema del que parecen ser las representantes únicas (como ejemplo, una mesa de escritoras y maternidades en la FILO Oaxaca 2022 en la que se dijo: a la mejor ya nos conocen, no es la primera vez que nos invitan a estas mesas, siempre nos encontramos, como si de tanto buscar los organizadores no más tuvieran tres o cuatro tokens). Todas tienen cosas importantes qué decir, pero creo que la edición se les está quedando corta.

Todo es un ciclo hasta que encuentran nuevas y vuelve a pasar lo mismo, porque el sistema es el sistema y aunque a veces logremos brillar un ratito, el sistema nos tira para abajo (curiosamente, no hay autocrítica a este sentido casi ninguna y muchas partes del movimiento siguen muy jerarquizadas). Algunas mujeres son muy brillantes, otras tienen mucha enjundia y ganas de aprender y escuchar a otras, algunas no más para figurar, otras porque si no dicen que sí, las instituciones tampoco invitarán a nadie más, la verdad es que cada quien sabe por qué va a donde va y hace lo que hace y me consta que en la gran mayoría de los casos hay muy buenas intenciones (no más que de buenas intenciones no se hace el mundo, ojalá, me ahorraría leer esto y decir chale, qué malos ensayos). Quién sabe. Pero si se fijan, el patrón estará allí. 

¿Pero y los ensayos? Mientras estaba leyendo hice una lista. Ensayo por ensayo, porque la calidad es variable; de todos anoté lo que pensaba, poco a poco, mientras lo iba leyendo. Esta la lista, refinada, estilizada, un poco más analizada. Vamos allá.

1. La rebelión de las Casandras. Marina Azahua tiene, quizá, uno de los ensayos más vacíos de todo contenido de todo el libro. Lista consignas, se la pasa metida en los lugares comunes: cosas que las lectoras de este libro ya saben, ya intuyen, simplismos exagerados. Lista las consignas de las marchas como adorno del ensayo y, entiendo, pretende lograr algo con eso, pero sólo me parece que quedan vacías de contenido, allí, adornando. Esa manera de repetir consignas que nos convence que estamos del lado de los buenos con una rabia absoluta. Triste, en sí, pero da vueltas sobre todos lados y no llega a ninguno. Vacío: no puedo decir nada más de él. Abrí el libro, lo leí y pensé: ¿cuándo me volví tan cínica sobre el movimiento? ¿Por qué me causa tanta desprecio esto? Pero es que no tiene alma, ¿cómo puede interesarme algo así?

2. Fragmentos del diario de una feminista. Lydia Cacho tiene una carrera. No puedo pararme y negar el legado: consiguió una de las primeras condenas por explotación sexual infantil en México e hizo una de las investigaciones más completas que existen en el país sobre trata de mujeres con fines sexuales. Ahora, no por eso me voy a sentar y voy a decir qué chido ensayo, que padre, porque escribió de lugares comunes, pero tomó un camino relativamente seguro, hiló una idea, siguió una tesis y, en general, me dio uno de los ensayos más gratos de leer. Innovador cero, y hay que reconocer que tampoco es nuestro deber innovar todo el tiempo, así que el problema, como quien dice, soy yo; después del primero tenía la barra en el subsuelo, tampoco pedía tanto. 

3. Feminismo sin cuarto propio. De este sólo puedo decir: la ignorancia es atrevida. Es del único que tengo una nota a la mitad y es porque Dahlia de la Cerda intentó mentar a Marx y, en una especie de gotcha moment rarísimo decir que obvio leyéndolo no se podía aprender igual que trabajando doce horas. Se puede estar parada doce horas y defender a los patrones y actuar en contra de tu clase (da tristeza, pero se puede, hay gente en Monterrey y en el Bajío que lo hacen todos los días).  

Pero Marx no escribía para los burgueses, ni para la pequeña burguesía; Marx también escribía para el proletariado y se negaba a considerar estúpidos a los obreros y a los trabajadores y algo que siempre me he topado en el feminismo es esta insistencia a encontrarlos, encontrarnos, pendejos sin querer siempre con sus frases esas de yo aprendí en la fábrica no leyendo, porque desprecian el saber, la teoría y cómo se une a la praxis y se niegan a considerar que alguien en ese contexto lea a Marx (y por eso Domitila Barrios de Chúngara los sorprende a todos, capaz). 

El marxismo es una cosmovisión, pero qué va a saber de eso gente que te dice, de frente y claro, que no entiende qué es el proletariado. Cita textual: Los de arriba y los de abajo, y que burgueses son «los que tienen los medios de producción». A esto le llamo fragilidad burguesa, que es la incapacidad de las clases sociales privilegiadas para reconocer sus privilegios de clase bajo un argumento teórico. Suscribo el concepto de que los burgueses son de la clase media acomodada hacia arriba. El marxismo no dice eso, pero a la mejor lo sabría la autora del ensayo si hubiera investigado, y sí, si no tienes medios de producción, no eres burgués y la burguesía no va a ver por ti cuando te vaya de la verga (pero esto se arreglaría si uno supiera qué se categoriza dentro de la pequeña burguesía y por qué existe ese término). Pero bueno, mi conclusión de todo el ensayo fue que la ignorancia es audaz y la puedes adornar bonito si sabes hilar frases bonito y sabes de estructura y tienes buen ritmo al escribir. No más que es eso: puro adorno, las mamadas ignorantes no se van porque lo adornes

4. Hacer(nos) casita. Una de las críticas más agudas de comunistas hacia el feminismo de principios de siglo era que las burguesas se acercaban a las mujeres y les decían: somos todas iguales, somos hermanas, nos une el ser mujeres y sobre esas bases fundacionales se construyó gran parte del movimiento; Kollontai les reclamaba ese interclasismo: ¿cómo van a ser las trabajadoras iguales que las mujeres burguesas? Todavía es vigente esa crítica cada que leo ensayos como el de Diana del Ángel que, insisten, en alguna parte, que no importa de donde vengamos, las mujeres somos iguales. No, que me perdonen, pero yo no soy igual a una señora burguesa, yo apago el cerebro cuando intentan decirme que sí. (Por lo demás el ensayo es cursi, no llega a ninguna parte clara y no tengo nada más qué decir sobre él).

5. A mares sobreviviremos: metáforas del dolor trans. De todo el libro, probablemente uno de los ensayos mejor formados es el de Lía García. Sabe qué quiere escribir y por qué. No se mete en lugares complicados, es clara, es concisa y si bien en algún lado acabó metida en los mismos lugares comunes cursis de este movimiento, en general el ensayo fue de los únicos decentes de este libro; realmente disfruté leerlo, preguntarme hacia donde iba, qué planeaba. 

6. Agua negra (fragmento del ensayo sonoro Echoes from the Borderlands). Yo no voy a negar que Valeria Luiselli me parece una mamona porque yo igual soy una mamona cuando se trata de las estructuras al escribir (y este juicio dice más sobre mí que pienso que soy una mamona que sobre ella, a la mejor ella simplemente es y ya), pero no todo puede serlo la estructura: no siento que consiga que su tesis llegue a ninguna parte porque sólo estoy leyendo un pedazo de algo que a lo mejor si se sostiene en otro medio. No tengo nada más que decir: ni siquiera es un ensayo completo. El tema que trata (la libertad reproductiva y sexual y cómo la atraviesa brutalmente la clase) es importante y da un poco de rabia que quede tan diluido entre el performance que propone. Creo que se pudo haber equilibrado mejor. 

7. Temblores en el corazón: crónica de una geografía emocional. El ensayo de Fernanda Latani M. Bravo tiene alma y eso me gustó, me hizo preguntarme qué seguía, querer saber su opinión, escucharla. Esta bien. Decente. Hagan con esa información lo que gusten. 

8. ¿Quién apagará los incendios? También este fue de los mejores del libro. Lo escribe Luna Marán. Me desespera un poco que aterrice en lugares comunes que ya resultan muy estériles a la lucha de las mujeres, pero también siento que tiene un buen punto de partida. Es una lástima que en algunas partes de tantas vueltas para no decir nada en absoluto y que yo esté dispuesta a concederle el título de los mejores del libro habla de mi decepción general. Lo importante del ensayo, me parece, es el tema y, aunque yo no esté de acuerdo con todo el enfoque, sí creo que es algo que sigue siendo muy invisible en la lucha de las mujeres. 

9. Un bosque de mujeres: carta a las zapatistas. Para quien no lo sepa, Sylvia Marcos escribió un libro donde hablaba del movimiento zapatista y, especialmente, de las mujeres en él. Lo leí en su tiempo y me pareció muy interesante, sobre todo porque ofrecía una perspectiva humana a un movimiento muy mitificado. Este ensayo no me da nada nuevo. Sylvia repite las palabras de las mujeres zapatistas, palabra por palabra y esa es la parte que resulta más interesante, incluso sobre sus propios comentarios. Es hasta triste que las palabras de otras (a las que supuestamente respondes y comentas) brillen más y opaquen las tuyas. Además, las supuestas respuestas a veces se pueden leer muy aleccionadoras y eso me resultó hasta extraño, tratándose de Sylvia Marcos, que tiene una historia muy larga con el movimiento zapatista, al que conoce, admira y ha acompañado muchos años. Sin embargo, aunque esta sea una respuesta a las mujeres zapatistas, ¿quién lo está leyendo?

La pregunta es genuina, porque yo no tengo ni idea. No quiero tenderle una trampa a nadie ni hacer un gotcha moment. ¿Para quién es este libro? ¿Este ensayo? ¿Quién lee Tsunami? ¿Por qué leemos Tsunami? ¿Quién conoce Tsunami? He visto que compran las que ya son feministas, las que ya están enteradas, las que quieren aprender, las que sólo quieren darse palmadas en la espalda (no me vengan a decir que no existen: las he visto), las que queremos ver el panorama; pero mi círculo es cerrado, limitado y una burbuja y no puedo ver más. Se me escapan cosas.

Es un libro relativamente caro (como todos los de Sexto Piso, que por alguna razón a pesar de ser uno de los sellos más poderosos por debajo de los monopolios sigue insistendo que es una pobrecita editorial independiente; no tendrá cómo compararse con PRH o Planeta, que se la pueden comer el día menos pensado pero definitivamente, aunque independiente, no está en la situación de todas las que han cerrado los dos últimos años). ¿Cuál es su distribución? ¿Cuál es su público? Las preguntas son honestas, no lo sé. Puedo suponer, pero me haría más feliz saber con certeza a qué mujer se imaginan venderle este libro. Así, quizá, podría hacer un juicio más certero de este ensayo.

Si tuviera todas las respuestas, no me tambalearía pensando si se exotizó a las mujeres zapatistas cuando ocurrió el encuentro o si el diálogo es genuino. Porque lo leo y digo: parece que las están usando de token y, con ellas, también a Sylvia Marcos. Pero no sé. A quién imaginan leyendo esto, quién imaginan qué es quien se encuentra este supuesto diálogo (supuesto, porque se ve muy unilateral y me gustaría tener la certeza de que no lo fue, como no lo fue el encuentro). No era yo, eso sí me queda claro

10. El hambre soy yo. Admito con todas las letras que le tengo resentimiento al movimiento feminista porque es un movimiento anticomunista casi todo el tiempo; es inocente de mí, quizá, pedirle cosas al feminismo que nunca me pudo dar. Broyelle lo dijo en La mitad del cielo: el feminismo nos dio todo lo que podía darnos... y es tan poco. Creo en la honestidad de las mujeres, en su lucha, pero no creo en el movimiento feminista. No cuando leo ensayos que, mentando referentes, dicen, sin cortarse los dedos, que Marx y Engels no consideraron a las mujeres. Ytzel Maya lo puso en su ensayo. Cuando le reclaman a Marx la (supuesta) (y también incomprobable) omisión de las mujeres en la cosmovisión marxista, ¿qué creen que es la definición de proletariado? ¿Por qué creen que Marx lo definió sólo definiendo a los hombres? ¿Lo han leído? ¿Han leído a Engels, que en El origen de la familia, la propiedad privada y el estado detalló un montón de cosas referentes a la cuestión de la mujer? Y ya no sólo a ellos. Después de ellos hubo un montón de mujeres y de hombres que siguieron teorizando y construyendo y luchando. ¿Cómo pueden escribir sin que les tiemble la mano que fallaron en considerar a las mujeres cuando tengo la evidencia de que no enfrente? Como dije en el ensayo de Dahlia de la Cerda, la ignorancia es poderosa.

Por otro lado, este ensayo no me aportó nada más que ese coraje, chale. El resentimiento también puede ser poderoso. 

11. 4 diatribas y media en la Ciudad de México. Debido a que no tengo ni idea de qué me quiso decir Brenda Navarro o si este ensayo tenía tesis (no parece ensayo, pero el ensayo es también el caos, así que es un ensayo), no puedo decir nada más. Ni negativo, ni positivo. 

12. Las historias que nos construyen. El de Jumko también es de los mejores escritos, a mi parecer, en todo el libro. Aborda cosas muy interesantes y me gusta que abiertamente hable sobre no denominarse feminista. Jumko y yo no estamos en luchas iguales, pero esa reflexión pega muy cerca de casa y hace que sienta un poco de parcialidad a querer leer qué tiene que decir al respecto. Sí siento que hay lugares comunes en el ensayo que a mí me generaron cansancio porque ya era el último del libro y eran cosas que se venían repitiendo y repitiendo y repitiendo (a mí no me gusta eso y corres el riesgo de que pase en estos casos, ante eso, la verdad mi sugerencia es no ser yo y leer con calma, porque por suerte, la mayor parte de las veces tiene arreglo). 

Y pues eso fue todo. A mí me decepcionó mucho, no me tranquiliza en lo más absoluto ver que el anticomunismo sigue metido y que se sigue mencionando a Marx sin saber realmente qué dijo Marx. Quizá me enojo, porque yo, para criticar al feminismo como movimiento, me acerco a ver qué está ocurriendo ahí, pero pareciese que nadie se acerca a Marx para ver que dijo Marx (o cualquier comunista que haya escrito en cualquier medio) y repetimos, cual cacatuas, que Marx no consideró a las mujeres. Perdón, yo no puedo con que haya pasado dos veces aquí. 

(Dudo que pase porque ya no dejo que me rodee gente que resuelve las cosas a tuitazos y ahí fue donde ocurrió la situación, pero por si acaso alguien sintiese la tentación de decirme que le estoy cuidando la pija a Marx mencionándolo tanto, dado lo que mencioné al principio de esta crítica: sí a mucha pinche honra). 

Meme de Marx con lentes

Es todo lo que tengo que decir. 

jueves, 25 de junio de 2020

Sobre La gesta del nombre propio en el mes del orgullo

¡Hola! Junio, creo que ya sabemos todos, es el mes del orgullo. Este año no preparé especiales tan marcados como los del año pasado, pero sí tengo algunas cosas que quiero compartir. La verdad esta entrada la estoy escribiendo apenas porque me agarró el mes sin haberla hecho. Leí y revisé La gesta del nombre propio el año pasado. EN JUNIO. A veces me tomo mi tiempo. Como ya verán. 

Muy bien, creo que primero quiero ponerlos en contexto, un poquito. El año pasado escribí sobre Cumbia, copeteo y lágrimas, un informe publicado sobre la situación de la comunidad travesti/trans en Argentina. Es un proyecto que fue coordinado por Lohana Berkins, de quien hablé en la entrada que le dediqué (en el link del título del libro lo ven), quien fue una de las pioneras en la lucha por el reconocimiento de la identidad de género en Argentina; de hecho, fundó una de las organizaciones más importantes al respecto: la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT). Fue militante comunista y además de la lucha por la identidad de género, también se unió al debate de la prostitución (porque es un tema que toca mucho a la comunidad por la que luchó). En la entrada pasada pueden ver más información al respecto sobre ella.

Los trabajos de Lohana Berkins son cosas que me han ayudado mucho a aclararme algunos temas, por eso siempre los recomiendo. Sobre abolicionismo, identidad de género, etc. En este caso, vamos a hablar de La geste del nombre propio. Es un informe, originalmente publicado en el 2005 (dos años antes de Cumbia, Copeteo y Lágrimas, que es de 2007), compuesto por varios textos y artículos donde además se registran los resultados de una encuesta aplicada a la comunidad travesti/trans de Argentina. Lohana es una de las coordinadoras y la otra es Josefina Férnandez. El texto está además prologado por Diana Maffia (feminista argentina) y trae otras colaboraciones. 

Eso para darles un poco del contexto del texto. Antes del prólogo está un texto de Lohana Berkins donde explica que el libro es "el resultado de una investigación sobre la situación de travestis, transexuales y transgéneros en la Ciudad Autónoma de Buenos aires, Mar de Plata y en localidades del Conurbano Bonaerense" bajo la coordinación de la ALITT (mencionada arriba). Explica también que en el proceso participaron "activistas travestis, transexuales, transgénero, feministas y mujeres del campo académico" agregando que la selección no fue casual, puesto que buscaba romper las fronteras que separan "la academia del activismo".

Entonces sí, habla sobre los resultados y menciona lo siguiente: 
Los resultados de la investigación muestran la exclusión que afecta a nuestro colectivo, la dificultad de acceder a la condición de ciudadanía, los problemas en el campo de la salud, la educación, la violencia policial, sexual y doméstica. Condicionadas a conseguir nuestro sustento a través de la prostitución, único medio de subsistencia, nos vemos sometidas a una serie de indignas situaciones que nos colocan en una extrema vulnerabilidad, despojándonos de nuestra condición humana.
Ese es un resumen muy pequeñito de lo que se expone en el resto del libro. (Y, por cierto, como nota al margen, pone al final del texto que, aunque han elegido utilizar las denominaciones travesti, transexual y transgénero, respetan cualquier otra denominación asumida por la comunidad). Una de las cosas que me parece más importante de este libro es que es un trabajo que se hizo desde la comunidad y para la comunidad. Muchas veces los trabajos sobre género se quedan sentaditos muy felices en la academia, así no podemos hablar de accesibilidad. Hay muchos trabajos del corte "escribo sobre ti, pero no para ti" en el mundo intelectual. Este no es uno de ellos.

Ya lo mencioné cuando hablé de Cumbia, Copeteo y Lágrimas (que es mi favorito, si hablamos de preferencias) pero lo que me gusta mucho de estos informes es que muestran la realidad en un contexto específico. No puedes llegar y decirle a un libro "esto no pasa", porque detrás de él hay muchísima gente entrevistada que volcó su experiencia para que una estadística pudiera armarse. Ya saben, las estadísticas se conforman de un chingo de gente con nombre, cara y experiencias. A veces ponerse en los zapatos de otra persona es muy difícil. Las experiencias varían. Pasa mucho cuando hablamos de género. Las experiencias de las mujeres varían según el contexto específico. Un ejemplo que les puedo dar del hecho es como Alexandra Kollontai aborda el tema en Madre y Trabajadora. Toca sólo el tema de la maternidad con cuatro mujeres diferentes (una de ellas burguesa, las otras partes del proletariado) y cómo la experiencia de la maternidad no se parece para ellas. Es un ejemplo medio yéndose por la tangente, pero me ayuda para el punto al que quiero llegar y sobre el que creo que me ayudaron tanto los trabajos de Lohana Berkins.

A las mujeres nos discriminan y nos excluyen por un cúmulo enorme de razones. No ocurre de la misma manera en todas partes, aunque todos estemos sujetos a las mismas relaciones por el capital. En México matan a 10 mujeres al día. En otros lugares no y no significa que sea menos grave. Ocurren otras cosas. Para mí, ver los resultados de estas encuestras, significó comprender hasta que punto las mujeres trans y travestis sufrían también misoginia. Las experiencias entre mujeres y hombres trans no son las mismas. No es sólo la transfobia. La misoginia siempre se mete muy hondo en nuestras relaciones. Ver los resultados de una encuesta a la comunidad en tablas ya desglosadas me ayudó mucho a la hora de investigar, a buscar las experiencias.

Lohana Berkins no habla de abolicionismo de la prostitución por casualidad: representaba el único ingreso posible para gran parte de la comunidad por la que luchaba, lo que, como expone al principio, las condenaba aún a más exclusivos y las dejaba expuestas a los abusos policiales. (De hecho, en mi lista de lecturas sobre Sexualidad y Capitalismo viene un trabajo suyo). Se aborda el tema en La gesta del nombre propio porque el 79% de las encuestadas vivía en ese momento en condiciones de prostitución. Muchos de los temas en el libro se abordan desde este eje porque para aquellas que se dedican a la prostitución, los abusos policiales empeoran, existe una presión para modificar sus cuerpos en condiciones insalubres o no seguras, etc. Lo pueden checar en el libro. Viene con gráficas y todo, acá el ejemplo:


Las estadísticas son números, finalmente, nada más. Fríos y sin historias. Pero, tal como escribe Diana Maffia en el prólogo sobre los resultados:
Estos resultados le ponen cifras al daño irreparable de la discriminación, del sufrimiento innecesario, de las barreras absurdas para el ejercicio de los derechos elementales que se levantan para algunos sujetos por el mero hecho de su identidad sexual.
La intolerancia y la agresividad contra las travestis, la humillación y la marginación son la respuesta reluctante al revisar la construcción de todas las sexualidades; entonces aparecen el temor a la interpelación de aquello que se cree un destino biológico, la prepotencia del dogma impuesto por la ciencia, el derecho y la religión que trasladan su poder a la policía.

No olviden que detrás de los números HAY HISTORIAS. Conozcan este libro. Es una pequeña imagen de las condiciones que viven travestis y personas trans en América Latina. No es el único, por supuesto. Lo pueden encontrar en mi drive en este link. Cumbia, Copeteo y Lágrimas lo encuentran en este otro link. Se los recomiendo, son muy interesantes. Y casi que quiero terminar la entrada, pero tengo dos anexos.

ANEXO 1: Aunque en otros lugares hispanohablantes la etiqueta travesti no es común, en Argentina sí lo es y muchxs lo han reclamado como su identidad. Lohana habla de la reapropiación y resignificación del término:
En la década de 1990, cuando las travestis comenzamos a alzar nuestra voz en público y a organizarnos, decidimos que una de las primeras cuestiones en las que teníamos que concentrar nuestros esfuerzos colectivos era en resignificar el término “travesti”, que hasta el momento tenía connotaciones negativas para las y los otros y para nosotras mismas. El término “travesti” ha sido y sigue siendo utilizado como sinónimo de sidosa, ladrona, escandalosa, infectada, marginal. Nosotras decidimos darle nuevos sentidos a la palabra travesti y vincularla con la lucha, la resistencia, la dignidad y la felicidad.
Pueden leer del tema en el ensayo Travestis: una identidad política.  

ANEXO 2: Mi postura (porque no me preguntan y luego asumen). Para definir a las mujeres siempre me he remitido a cosas que escribió Alexandra Kollontai sobre la historia de las mujeres (en La mujer en el desarrollo social tiene todo un análisis de la historia de las mujeres y aborda lo que significaba ser mujer en diferentes periodos de la historia y durante distintos sistemas económicos como el esclavismo, el feudalismo, etc.) y a la definición que usa Claudie Broyelle en La mitad del cielo
Más allá de todo el discurso sobre la "esencia" de la mujer, ser mujer en un régimen capitalista es estar implicada en cinco relaciones sociales principales: es vivir en una cierta relación con
                             el trabajo social, 
                             el trabajo doméstico,
                             los hijos,
                             la familia,
                             la sexualidad.
 El papel de la mujer en los sistemas productivos ha cambiado, no se mantiene estático. Lo que hoy se asume como una característica innerente del papel de las mujeres quizá no lo era antes. No le veo el caso a entrarle al determinismo biológico. Soy marxista, no feminista. Sobre eso, hace poco leí un texto que suscribo completamente y que me parece un buen agregado a esta entrada: Sobre género, familia y personas trans. Suscribo varias cosas que dice, pero resalto lo siguiente:
Y una de las funciones principales de la familia es la reproducción literal de la especie humana. Como fábrica de seres humanos, tiene también su propia división del trabajo, ocupando el lugar subordinado el individuo productor. Las personas trans, al igual que, en distintos grados, las personas homosexuales o las mujeres que rechazan la maternidad, no encajan en este esquema tan estrecho. No hablo de un determinismo biológico: tener útero o pene no implica ser inmediatamente mujer u hombre, en el sentido de una psicología inevitable y determinada al margen de cuestiones sociales, pero sí es uno de los criterios fisiológicos que exige la familia para satisfacer esta función suya. Y, por ejemplo, en el caso de las mujeres, derivada de la capacidad de gestar, aparece una serie de requisitos que se espera que tenga, comportamientos y aptitudes, como es la feminidad. A nadie debería sorprender que la sociedad de clases aún tenga este tipo de criterios reaccionarios, biológicos.
(Énfasis en criterios reaccionarios y biológicos). Bueno, espero que mi postura en todo esto quede cubierta y nadie me mire raro la próxima vez que diga que podría rebatirle todo a la Jotacá Rowling aunque me gane la hueva, porque es una señora del primer mundo y lo que diga me vela madres porque me preocupa más el contexto de latinoamerica. LEAN A LOHANA BERKINS, se los digo con amor.

viernes, 8 de mayo de 2020

Crítica a Acoso de Marta Lamas

Sinopsis: Ante la urgencia ética para enfrentar el acoso, Marta Lamas realiza una profunda reflexión de las diferentes corrientes teóricas del feminismo, así como de las actitudes sociales en relación a éste. La autora busca, para ello, abrir el debate para definir aquellos actos que pueden ser considerados como acoso, de otros que no lo son y que encaminan, por otro lado, a la persecución y la difamación. En este proceso de crear una sociedad más justa e igualitaria, es necesario reflexionar críticamente entorno a aquellas prácticas que resultan emancipadoras, así como aquellas otras que son más bien, un tropiezo.

Sí, bueno, esto no es una reseña. Si eso es lo que vienen buscando, quizá esta no sea la entrada. Está es más bien una crítica donde voy a hacer papilla este libro porque me pareció penoso y tendencioso. No se preocupen, tengo argumentos para sostener todo mi desmadre. Empecemos con un poco de contexto. Lo leí porque el FCE lo puso gratis durante quince días (calculo que lo van a poner encontrar gratis todavía esta semana acá) y siempre había tenido una curiosidad que rayaba en el morbo por leerlo. El libro se escribió en al calor del movimiento mediático que fue el #MeToo en Estados Unidos y que aquí se replicó de distintas maneras. Es muy obvio, el propio libro lo menciona y de ahí obtiene sus ejemplos.

El siguiente contexto que necesitan: yo tengo desacuerdos teóricos muy cañones con Marta Lamas. Dejémoslo en que considero que no existe emancipación posible allá donde la sexualidad es una mercancía y quienes son explotadas por ello (en su gran mayoría) son mujeres proletarias. No nos hagamos: la sexualidad es una mercancía cuando no debería serlo. No hay libertad allá donde todo se puede convertir en una operación mercantil. En fin, sobre el tema tengo una lista de lecturas en Sexualidad y capitalismo por si gustan checarla.


Ahora sí, ¿por dónde empezar con este libro? Creo que es un intento de Marta Lamas de que nos hagamos la pregunta ¿todo es acoso? y de abogar por un debate matizado. Excelentes intenciones de no ser porque este libro metió el acelerador a fondo y se despeñó por la barranca (cosa que, sinceramente, no me extraña en lo más mínimo). Muy bien, para hablar de acoso, de misoginia y de machismo en México (o en cualquier parte) se me hace súper importante tener un contexto y hablar dentro de él. La realidad del oriente medio no es la misma a la de Europa y la de Europa no es la misma a la de América Latina y en América Latina en cada país varía todo y en México una cosa es el contexto urbano y otra el rural y una cosa es el contexto de la periferia y otra el del centro de la ciudad. Por eso, cuando al principio del libro menciona que, aunque el contexto violento y machista de México es escandaloso, quiere dejarlo de lado, no pude evitar alzar una ceja. Porque sí, podemos analizar el #MeToo mil veces, analizar qué mujeres son las que tienen más posibilidades de denunciar públicamente (que no legal) a sus agresores, pero eso no quiere decir que estemos hablando de algo que repercute en nuestra realidad. Las actrices de Hollywood, fuera de tener la posibilidad de volver sus denuncias mediáticas (para bien y para mal: se vuelven más visibles, pero el escrutinio público es mucho mayor), no influyen realmente en la realidad de las mujeres trabajadoras que sufren, también, acoso diariamente. Es más mediático, sí. Puede, en muchos casos, poner el tema del acoso sexual en el centro de la mesa. ¿Ofrece soluciones? No realmente. ¿Por qué no contextualizar en México y centrarnos en la lucha contra el acoso y el machismo aquí?

Pero bueno, también da la impresión que Marta Lamas habla sólo de mujeres de una clase muy particular, pero sobre eso más adelante.

Lamas hace una crítica a McKinnon y Dworkin, ambas feministas radicales abolicionistas (McKinnon además, abogada, aunque tengo pendiente leerla) y aunque si entiendo a done van las críticas, se me hacen mal enfocadas. Preferiría ejecutar una crítica desde el marxismo (pero eso cuando hablemos de ellas en el blog), pero bueno, lo que tenemos es la de Lamas, que insiste, como muchas personas en este mundo, en hablar de abolicionismo como puritanismo o prohibicionismo. Usualmente para clarificar diferencias en torno a lo que distintos movimientos por la liberación de la mujer tienen como visión respecto a la prostitución suelo usar las explicaciones del informe Cumbia, Copeteo y Lágrimas, de Lohana Berkins (argentina, comunista). Son explicaciones super accesibles que se encuentran en el libro que encuentran acá.

Además me gusta ese material porque hace notar que es un debate mucho más grande que la típica dicotomía liberación vs. puritanismo; de verdad, si tienen oportunidad, chéquenlo. Además que el abolicionismo y los temas en torno a la sexualidad no son abordados de la misma manera dentro del feminismo radical y del marxismo. En fin, yo sólo dejo la pregunta de: ¿de verdad es posible la liberación sexual en el capitalismo que la explota y la tiene como mercancía? Porque digo, muchos y muchas parecen creer que sí (y, una pista: quienes aseguran que sí con más vehemencia suelen ser aquellos y aquellas que se benefician de esa explotación).

Bueno, pasando a otro punto: me parece lamentable que el libro esté lleno de obviedades. En los capítulos introductorios hay demasiado énfasis en demostrar que no todas las mujeres son víctimas de acoso (sí, okey, al definir acoso según lo legal o según una serie de actitudes de una persona hacia otra, es obvio que no todas en el mismo momento van a ser víctimas de acoso) y también en reconocer que existen hombres que son víctimas (creo que nunca nadie lo ha dudado) y que existen mujeres victimarias (de nuevo, las mujeres no son tiernas y angelicales por ser mujeres y creerlo me resulta bastante misógino). Sí, todas las mujeres (y todos los hombres, si es que por algún milagro del señor en el que no creo necesito recalcarlo) vivimos en el machismo de una sociedad de clases. Y sí, hay acoso. Mi pregunta aquí sería, ¿por qué la necesidad de recalcar que NO TODOS LOS HOMBRES? Además de que me parece que muchas personas son capaces de entender una generalización, ¿cuál es el punto?


Porque para empezar me suena a esas cosas que dicen los libros y textos y la gente que no quiere que otra gente que no sabe ni de feminismo ni de otros movimientos de emancipación de la mujer se asuste, pero este libro no parece estar dirigido a esas personas. En fin, eso son conjeturas. ¿Saben que sería interesante? Contextualizar esas afirmaciones. Sí, sabemos que hay hombres víctimas: ¿cuántos?, ¿en qué contextos?; lo mismo para las mujeres que son victimarias. Pero si las estadísticas son complicadas para lo que es más evidente (mujeres que son acosadas por hombres) y está de manera insultante enfrente de nosotros, pues... bueno..., ya me imagino para lo demás. Pero contextualizar eso se me hace tremendamente necesario. No son fenómenos que se den de la misma manera. Y si el acoso ya varía de una región a otra..., pues no podemos pretender de hablar de la experiencia de hombres y mujeres de manera universal. (Digo, ya sólo empezando porque si el genero nos une, la clase bien que nos separa).

Hay un capítulo dedicado al tema en Estados Unidos y en las universidades donde entre otras cosas aboga por el debate matizado (sí, buena idea, ajá) para después condenar al escrache "y otras acciones terroristas". No me lo inventé, está en el libro. ¿NO HABLÁBAMOS DE MATIZAR EL DEBATE? Ningún comentario más. Mi realidad no es EU y a mí me interesa este tema en México. (Bueno, quizá que aunque es obvio que un comentario machista al aire no es lo mismo que tocar a alguien sin consentimiento, no son acciones que existan en contextos separados, todos son producto de las mismas relaciones sociales).


Entonces, ¡por fin!, entramos a México. Sin son de México y son tuiteros, seguro les suena el caso de Tamara de Anda (aka plaqueta). Lejos de mis opiniones personajes sobre el caso (un taxista le grito guapa y creo que todos entendemos que pa' qué chingados te gritan en la calle sin ir a cuento), me sorprende que en una nota al pie de página Marta Lamas se pregunte si hubiera sido diferente si hubiera sido blanco y güerito. El mismo argumento de los machos del tuiter. Felicidades. (Y es que lejos de que a mí el sistema legal de la burguesía me valga pitos con toda su larga historia de servirle a una sola clase, qué son esas maneras de conjeturar sobre la incomodidad de las mujeres). El segundo caso que menciona acaba peor. Con el contexto del MeToo gringo y Karla Souza hablando de cómo fue acosada, habla de una denuncia pública de Sofía Niño de Rivera hacia Ricardo Rocha. Dejando de lado mi opinión personal sobre semejantes personajes (nada bueno, se los aseguro), Marta Lamas añade que en la grabación se podía ver que era un gesto amistoso (¿quién chingados juzga eso con objetividad? La idea de matizar un debate también pasa por admitir que las mujeres se pueden sentir incómodas cuando otras personas invaden su espacio personal sin venir al caso) y que, en todo caso, lo más productivo hubiera sido que la acusaran de difamación para esclarecer las cosas (WTF, en qué chingados ayuda la justicia aquí). Bueno, son los dos grandes casos de los que habla. Mediáticos a más no poder, el último que involucraba a gente de una muy específica esfera social... ¿Saben algo? México no es ni el mundo del espectáculo, ni los tuiteros. Hablamos de acoso, pero sin hablar de lo que ocurre, ya sin salirnos mucho de la CDMX, en la periferia (hablo del edomex porque de aquí soy), hablando de mujeres con poder mediático, ignorando que hay otras 40000 voces que no se escuchan. ¿Para qué o qué hacerlo así?

Además, mil veces se ha dicho cuando se trata de exponer casos públicamente (y no hay denuncias legales que en muchos casos no proceden) que lo que se busca es hacer visible el problema; muchas veces se hace incluso de manera anónima para todas las partes (otras no). Mil veces va a haber alguien que insista que la única manera de arreglarlo es acudiendo a la justicia del Estado. Miren, no juzgo a quienes creen en ella. Qué bueno. ¿Cuándo chingados le ha ayudado la justicia del Estado a las mujeres del proletariado? ¡¿No es obvio por qué no se acude a ella en estos casos?! ¡¿No podemos tener un sólo debate que no acabe como única solución en reformar el sistema existente?! Bueno, ya me adelante. Sigo.


Marta Lamas también pregunta que, si en un puesto de trabajo, es acoso cuando un jefe pide favores sexuales a cambio de un ascenso, la mujer lo rechaza y ahí queda la cosa (utópico lo último, considerando que lo que suele pasar después es que hacen un infierno la vida de las mujeres hasta que renuncian o las despiden, pero vamos a seguir en el escenario de Lamas). Sí, siguiente pregunte. Bueno, matizando: si es o no es acoso sexual en términos legales no quita que sea una acción de mierda que no DEBERÍA (insisto, debería, pero ocurre) ocurrir. ¿Listo? Sigue Lamas: si la mujer acepta, ¿es acoso? Sí, siguiente pregunta. Súbitamente el hecho de que haya mujeres que hagan cosas que nos parecen mal en nuestra ética para vivir (sobrevivir) en el capitalismo parece que hace válido que los hombres sean una mierda. "¡PERO ES QUE HAY CONSENTIMIENTO!" ¿Y ESO BORRA EL CHANTAJE? (Por eso, además de hablar de consentimiento, es muy buena idea hablar de deseo y de que es un poco mierda que el sexo sea una mercancía en el capitalismo y que no debería de ser, pero... oh... boy... así estamos). (Más tarde Lamas insiste en que el quid pro quo en que las mujeres cambian su sexualidad por "ventajas" es algo legítimo; no sé si crea que es una ventaja, pero no se queda lejos de afirmarlo).


Pasando a otro tema, por ahí Lamas cita a dos hombres con el argumento de demostrar que no sólo las mujeres están interesadas en esos temas. Sí, ya lo sabíamos (o sea, existe Engels y El origen de la familia, la propiedad privada y el estado nada más por poner un ejemplo que acabo de releer), ¿algún aporte nuevo? El "aporte" que menciona Lamas se limita a decir que "los hombres también sufren desventajas". ¿Suena ridículo? Es que lo es. No puedo agregar nada. Para esos aportes (y sin tener un enfoque de clase), mejor nada.

En el epílogo, además, pone la tablita de los homicidios violentos en México y afirma: "a los hombres los matan más que a las mujeres". Sí, cómo explico yo esto: es obvio para cualquier persona con ojos que vea la tabla. Lo que no es obvio es el contexto: ¿quiénes son los asesinos? (si se sabe), ¿en qué circunstancias mueren unas y otros? (En México la delincuencia organizada tiene mucho que ver con esto, la guerra fallida contra el narco, pero también la violencia intrafamiliar, sexual, etc.). Porque afirmarlo así nada más pues... qué chido. Y luego decir que la sociedad no se escandaliza por la muerte de los hombres... ¿hablamos de la burbuja de Marta Lamas o de qué? ¿De qué sector? ¿En qué país vive? ¿En cuál burbuja? (Porque resulta una fantasía que a muchos les gusta la de que las mujeres sólo nos preocupamos por el feminicidio, pero no sé a dónde están volteando, en serio, respóndanme; a la gente que una cosa le vale madres, la otra también; y quienes protestan por los feminicidios también se indignan con las olas de violencia).


En fin, el único punto medio interesante (y medio interesante es un halago) es que Marta Lamas sí intenta hacer ver como el neoliberalismo usa sectores del feminismo para justificar el punitivismo. No es una crítica que aterrice muy bien (una lástima, porque ese sí es un tema interesante) y yo la hubiera agarrado desde una perspectiva, qué se yo, marxista *shocking* pero bueno. Un intento fue hecho (no funcionó).

En conclusión, me parece un libro simplista, lleno de obviedades estúpidas para el público al que "parece" estar dirigido, sin contextualización de nada (pero eso sí, una tendencia tremenda a hablar de matizar el debate porque falta la congruencia) y que parece hablar de mujeres y ejemplos que no son de mi clase. Hay otros textos mejores que abordan la violencia y el acoso mucho mejor. Diría que este parece hecho para calmar a los hombres, pero para qué hacer conjeturas cuando tengo argumentos más sólidos (¡¿EN DÓNDE METIERON EL CONTEXTO?! LOS ACTOS DE VIOLENCIA NO OCURREN ASÍ NADA MÁS AISLADOS DE LA SOCIEDAD). En fin, al final incluye un texto como anexo y... voy a dejar que hable por sí sólo. Ni vale la pena que yo hable mal de esto:


Ahí la dejamos, ya ni para qué seguir. Sí les recomiendo ahorrarse este libro.

miércoles, 19 de febrero de 2020

La fosa de agua: los feminicidios en el río de los Remedios, Lydiette Carrión

La fosa de agua, desapariciones y feminicidios en el río de los remedios

Sinopsis: Este libro documenta las desapariciones de al menos diez adolescentes - todas estudiantes, con el futuro por delante - en la zona de Ecatepec y Los Reyes Tecámac, en el Estado de México. Lydiette Carrión narra con vértigo la odisea de los padres para encontrar a sus hijas; la precariedad de las investigaciones, realizadas por un sistema policiaco laberíntico, corrupto, criminal y altamente ineficaz, y la estigmatización que sufren las víctimas aún en la muerte. Al final, las autoridades vincularon varias de las desapariciones a Erick Sanjuán Palafox, alias el Mili, y sus cómplices, capturados en 2014 y acusados de feminicidio y narcomenudeo tras un proceso lleno de irregularidades. Aunque este caso confirmó, por la juventud de los victimarios y la brutalidad con que violentaron a la única joven de la que se ha podido esclarecer con certeza su destino, que estamos ante una crisis humanitaria de grandes proporciones, muchas dudas aún prevalecen: ¿cuántas de las desapariciones, de los feminicidios, pueden atribuirse a la banda del Mili? ¿Será que este caso sacó a la luz la evidencia de un tipo de crimen organizado más sádico y voraz? ¿Quién está detrás de las desapariciones que todavía ocurren en la zona?


Miren, llevo desde noviembre mentalizándome que quiero hacer una entrada sobre este libro y como que todavía no me cae el veinte, así que aquí estoy, escribiéndola de todos modos. Ya qué. Cuando leí el libro el número de feminicidios diarios en el país todavía era de nueve. Hoy nos enfrentamos a diez y medio (corrección unos días después, ya son once). Así que no creo que exista algún momento adecuado para hablar de este libro, así que da igual si lo hago hoy o mañana o pasado, total, en algún momento tengo que hacerlo. Así que vamos al asunto.

Luz del Carmen, fotografía interior de La fosa de agua

Este libro fue la lectura conjunta de Noviembre de Librosb4tipos y créanme que es un libro que agradezco haber leído con compañía. Si no me hubiera quedado yo sola con toda mi tristeza sin saber qué hacer.

Escribí hasta la última frase de allá arriba el día que salió la noticia de Ingrid Escamilla. Y luego dejé de escribir porque no sabía que decir. Yo siempre digo en modo self deprecating que vivo en la tierra del feminicidio (y es cierto, en el Edomex tenemos el nada honroso récord) y que es obvio que estoy harta. Vivo harta de muchas cosas. De la indolencia del estado, de la doble moral de la sociedad, de la rapiña de los medios que deciden cuáles casos se vuelven virales y por qué (pista: siempre es porque el morbo es muy fuerte o por qué simple y sencillamente, es una manera de conseguir dinero), del centralismo, de... todo. Más o menos de todo. En fin, ahora sí vamos a hablar del libro.

Lo leímos en Librosb4tipos e hicimos un hangout (lo insertaré al final de la entrada). Es ese hangout al hablar de qué trataba el libro dije algo así como "es el caso de El Mili Palafox, del que quizá hayan oído...". Pasó en Los Héroes Tecamac, Estado de México. En el Estado de México (al menos algunas áreas) se supo porque las autoridades usaron ese caso para darse cuarenta golpes de pecho de que estaban haciendo algo. Y luego una de mis amigas dijo que le llamaba la atención que yo dijera que era un poco conocido porque ella jamás lo había oído. Luego se me olvida que el resto del país no conoce las caras, ni los nombres, sino sólo la estadística que azota al Estado de México y, si acaso, algunos de los municipios donde existe la "alerta de género" (para lo que sea que sirva).

Lydiette Carrión recupera las historias de varias mujeres desaparecidas en el Estado de México, de sus familias (especialmente de sus madres, que las buscan en todas partes y en las fotografías de las SEMEFO) y de sus amigos. Es uno de los relatos más humanos que he visto sobre el tema y que recuerda que las mujeres a las que matan son más que un número y una cruz en un mapa que no deja de acumularlas. También recuerda como nunca ninguna es una "buena víctima". Todavía muertas las mujeres se enfrentan a un proceso de revictimización.

Bianca, fotografía interior de La fosa de agua

En este país de fosas clandestinas, de mujeres desaparecidas, tragadas por la tierra, de niñas de 14 años descuartizadas y arrojadas en el canal, o de 13 años desmembradas y enterradas junto a las vías del tren, en esta región de violencia sexual impune, no hay verdad, hay versiones.

¿Qué es lo que se dice de las mujeres? Igual y recuerdan toda la información no pertinente al caso que salió a la luz cuando encontraron muerta a Lesvy Osorio (porque fue un caso muy mediático) que buscaba culparla de su propia muerte (es más, pasaron meses y creo años antes de que se investigara como feminicidio en vez de como suicidio). Así pasa con muchas de las chicas que están entre las páginas de La fosa de agua. No importa si es verdad o no, hay miles de versiones: "tenía muchos novios", "consumía droga", "no era tan buena como parecía" que se dan por ciertas y ayudan a ese intento de justificar por qué a las mujeres las matan (y suman a esa dicotomía de que matan a las "malas mujeres", como bien dice Una en Una entre muchas). Y luego eso también ayuda a que las mismas autoridades digan: "se fue con el novio a Acapulco", "seguro se escapó", "ay, señora, si su hija fuera tan buena la andaríamos buscando en las iglesias".

Diana Angélica, fotografía interior de La fosa de agua

Convierten la vida privada de las mujeres en un espectáculo mediático con tal de culparlas a ellas de que las hayan asesinado. "En algo han de haber andado", se oye por todas partes.

—Señora, ¿sabe que su hija tiene relaciones sexuales con su novio?
—Señora, es que parece ser que su hija ha llegado a fumar marihuana.
—Si su hija fuera tan buena, la tendríamos que buscar en las iglesias —llegaron a decir.
Y como siempre pasa, también, los policías parecían no ver que fuera una estudiante destacada, deportista, que estuviera aprendiendo música, que tuviera una buena relación con sus padres y su hermana, que tuviera buenos amigos y un novio que la amaba. Ninguna víctima es una buena víctima.

Mariana Elizabeth, fotografía interior de La fosa de agua
Además, a todo el horror se le suma la indolencia de las autoridades que con tal de dar carpetazo entregan cadáveres (o pedazos) que no corresponden, vinculan a chivos expiatorios a los casos (como en el caso de Palafox y los adolescentes vinculados a la desaparición y feminicidio de Bianca Edith Barón Cedillo a los que intentaron hacer responsables de decenas de desapariciones con tal de no seguir removiendo la mierda que son las desapariciones en el Estado de México). Total, aceptar que había más responsables hubiera obligado al gobierno a aceptar que no era una sola banda, sino que llevamos años asediados por múltiples bandas de tratantes, feminicidas y cuánto horror se les ocurra.

A lo largo de los siguientes años, a los adolescentes detenidos se les mostraron fotografías prácticamente de todas las personas desaparecidas del Estado de México. Ellos creían reconocer a algunas de ellas. O quizá ya aceptaban cualquier crimen por aburrimiento o por tratar de conseguir un favor por parte de la fiscalía. Quién sabe. El hecho es que por medio de esas declaraciones informales se les ha investigado por desapariciones ocurridas, por ejemplo, en Ciudad Nezahualcóyotl y en Tizayuca. Familiares de víctimas de otros municipios y otros tiempos han debido agotar tiempo investigando la probable responsabilidad de la banda del Mili.
Y, lo que es peor, después del Mili siguieron desapareciendo muchachas.

Lydiette Carrión
Lydiette Carrión

Esta entrada no es una reseña tal cual. Es más bien una petición para que busquen este libro y lo lean. Si pueden comprarlo, háganlo; si saben en que biblioteca está, léanlo allí (y díganme, me encantaría saber); si no pueden comprarlo, escríbanme a mi tuiter; si no viven en México y no se edita en donde viven, mismo caso. Sólo léanlo. Como sea. Léanlo porque no todos los días alguien voltea a ver al Estado de México y cuenta la historia de las cosas que pasan aquí. Casi todo el tiempo somos un estado, tierra de nadie (no es cierto, tierra del PRI), donde los chilangos no saben muy bien qué hay, salvo transporte culero y gente que pasa dos horas en el tráfico para ir a estudiar y trabajar (y las piramides de Teotihuacán, claro). Léanlo y, no sólo eso: volteen a vernos. Apoyen la descentralización de la protesta. Volteen a vernos, porque somos el resultado de gobiernos indolentes, de desidia de las autoridades (y es que, ¿por qué habríamos de esperar algo de ellas a estas alturas?) y de horrores diarios que acaban despojados de nombre, edad y vida y se convierten en un número en una estadística que crece y crece y crece.

Y volteen a las mujeres, porque si están hartas no es por nada. Esta no es una entrada fácil de escribir y llevar meses posponiéndola es parte de ello. Pero quiero hablar del libro porque quiero hablar de mi estado. De aquí soy y aquí vivo. Volteen a verlo.

Si quieren ver el hangout de Librosb4tipos lo encuentran acá:


viernes, 27 de septiembre de 2019

Masterlist de autoras que recomiendo | #LeoAutorasOct

Actualizada 21/01/2024.

¡Hola! Esta es la primera vez que oficialmente voy a participar en #LeoAutorasOct y eso me emociona, por lo cual decidí hacer una entrada recomendando libros. Recomendar libros es una de las cosas que se me da mejor y una de las cosas por las que tengo este blog, me gusta recomendarle libros hasta a las nubes, aunque no me hagan caso. Entiendo que muchas veces la lectura puede ser un hobby solitario o puede sentirse como un hobby solitario, pero me gusta que no lo sea. Me gusta poder hablar en todas partes de lo que leo y lo que me parece. Me gusta recomendarle libros a la gente y que después me cuenten si les gustaron o no. Así que aquí va una buena lista de autoras que ya he leído (no recomiendo nada sin leerlo antes) y que ustedes pueden leer. Pueden leer más sobre el proyecto que inspiró esta lista esto en su página web.

Esta lista esta pensada, obviamente, para ser una masterlist que podría ser actualizada al futuro, porque las recomendaciones nunca se acaban. Las dividí por categorías, pero tomen en cuenta que hay varias que quedan en una o más categorías (y yo sólo las puse donde creí que eran más representativas).  

Adendum a 2020: como con el tiempo la lista se hizo enorme y ahora blogger me deja usar anclas, les dejo el índice para que puedan navegar más a gusto por la entrada. 

Adendum a 2022: esta fue la primera vez que me di a la tarea de curar una lista tan completa y tan grande, pero ahora ya cargo otras sobre mis espaldas; pueden también encontrar recomendaciones en la de autores asiáticos, narrativa LGBTQ+ y manga, por ahora.

Adendum a 2024: dado que esta es una lista que se creó para Leo Autoras Octubre, que siempre ha incluido también a autorxs NB, están consideradxs por está lista. Es muy importante para mí hacer notar que no es porque mujer sea un umbrella term que les incluya (no lo es) o que todas las iniciativas para autoras les incluyan. La manera más efectiva de hacerles visibles es que se les dediquen también sus propias iniciativas. Dado que Leo Autoras Octubre es una iniciativa inclusiva (que incluso lo remarca en su lenguaje), esta lista también lo es y tiene correcciones varias de autorxs que fueron incluídxs antes de salir del closet porque es muy importante respetar su identidad, en todos los casos los adendums están en sus respectivas entradas.

1. Cuentistas.
2. Escritoras mexicanas.
3. Escritoras latinoamericanas.
4. Escritoras africanas.
5. Escritoras asiáticas.
6. Literatura infantil y juvenil.
7. Escritoras de fantasía.
8. Escritoras de ciencia ficción.
9. Cómic occidental.
10. Manga, manhwa y manga.
11. No ficción.
12. Poetas.
13. Las clásicas.
14. Escritoras europeas.
15. Escritoras norteamericanas.
16. Escritoras de novela histórica.

Cuentistas

1. Carson McCullers. Probablemente mi cuentista favorita de todo el universo y del mundo. Recomiendo ampliamente todos los cuentos que vienen en El aliento del cielo (así como sus novelas cortas). Mi favorito es, especialmente, Wunderkind (les dejo el link para que lo revisen, por si después les interesa conseguir el libro.

Carson McCullers

2. Alice Munro. Ella fue una de las primeros premios nobel que leí. Sólo he checado Mi vida querida, pero se las recomiendo mucho. Justamente ganó el Nobel por escribir cuento. Aunque usualmente no me meto demasiado con autores muertos en sentidos negativos (total, ya no ganan dinero ni plataformas) sí me incomoda mucho como Munro encubrió abusos sexuales cometidos por su pareja a menores de edad (mismos que ya habían sido denunciados hace veinte años). No es que borre nada porque sólo se queda tachada, pero ya se sabe, prefiero que lean con conocimiento de causa. 

3. Nadine Gordimer. Esta escritora sudafricana también ganó el premio nobel. De ella les recomiendo la compilación Ningún lugar semejante. Habla del apartheid en sudáfrica y otros temas. (Y obviamente, también entra en la categoría de Escritoras africanas). 

4. Angela Carter. Hace poco que la leí porque me encontré La cámara sangrienta en la biblioteca. Dentro de poco se entararán para qué la leí, pero por lo pronto les recomiendo sus reinterpretaciones de cuentos clásicos.

María Fernanda Ampuero

5. María Fernanda Ampuero. Desde el nuevo boom latinoamericano (dicen), esta escritora está haciendo cosas super interesantes en cuento. Les recomiendo Pelea de Gallos. (También entraría en las latinoamericanas, es de Ecuador).

6. Liliana Colanzi. Si les gustan los híbridos entre la ciencia ficción y la fantasía, esta es su autora, sin duda. Es de Bolivia, lo que también la hace miembro de la lista de las latinoamericanas. Les recomiendo Nuestro Mundo Muerto.

7. Inés Arredondo. No puedo creer que no la hubiera puesto todavía (la leí hace mucho, mucho). Inés Arredondo fue una escritora mexicana (ya saben en qué otra categoría queda) que perteneció a la Generación de Medio Siglo. Les recomiendo sus cuentos en Estío y otros cuentos.

Escritoras mexicanas

1. Guadalupe Nettel. Tengo pendiente leer más de ella (ojalá tuviera tiempo infinito para usarlo todo en leer), pero de momento les recomiendo El matrimonio de los peces rojos. Son seis cuentos muy interesantes. Se han publicado muchísimas denuncias de acoso laboral contra Guadalupe Nettel a cargo de la RUM, una revista sostenida con recursos públicos, sin ninguna reparación al respecto. Por puros principios de ser proletariado necesito hacer esto: no quiero leerla otra vez. 

2. Martha Riva Palacio. Esta escritora es una de mis escritoras favoritas, no hay duda alguna. Recomiendo prácticamente todo lo que he leído de ella: Buenas noches, Laika; Ella trae la lluvia; Orfeo y Frecuencia Júpiter, La noche de los batracios, Las sirenas sueñan con trilobites y Kitsunebi: Fuego de zorro (algunas de sus obras también me harían catalogarla como escritora de fantasía o ciencia ficción, debo mencionar). También tiene Lunática, que fue Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños.

Fernanda Melchor

3. Fernanda Melchor. A ella la conocí por recomendaciones y porque la leímos en Libros b4 Tipos. Me gustó mucho su manera de narrar y las historias que contaba, así que no me queda más que recomendarles Aquí no es Miami y Temporada de Huracanes.

4. Brenda Navarro. A esta escritora la descubrí el año pasado y quedé maravillada. Fue publicada en el proyecto editorial de Kaja Negra y durante algún tiempo su novela, Casas Vacías, estuvo disponible de manera gratuita. Ahora será publicada por Sexto Piso, no se pierdan esa novela.

5. Elena Poniatowska. Creo que en todo México es conocida Elenita y de hecho fue mi adoptada un tiempo en #AdoptaUnaAutora. Recomiendo La piel del cielo (una novela), Las indómitas (ensayos) y La noche de Tlatelolco (crónica). También me gusta mucho Lilus Kikus.

Ana Romero

6. Ana Romero. Admiro mucho la pluma de esta escritora. Escribe juvenil e infantil y puedo recomendarles, de ella, Los rojos camaradas, Algunas primeras veces, Puerto libre y El fantasma de la casa del lago. (También es una autora que encaja en Juvenil entre mis categorías inventadas, pero como es mexicana se queda aquí). 

7. Rosa Nissán. De niña leí Novia que te vea y me impresionó mucho (es el diario de una judía sefardí desde los seis años hasta los dieciocoho) y después pasé toda mi adolescencia buscando Hisho que te nazca, su segunda parte, que también me impresionó mucho. Una de sus cosas más interesantes es que son novelas escritas en ladino, como hablan los sefardíes.

8. Sara Sefchovich. De ella he leído la mejor erótica y las novelas más absurdas. Así que aprovecho para recomendar Vivir la vida, una novela que estoy segura se puede catalogar como realismo mágico (o al menos, como absurdo), que es muy divertida y Demasiado amor, que es erótica. Esa es toda la trama. Listo.

9. María García Esperón. De mis escritoras favoritas, les recomiendo todo lo que tenga su nombre. Absolutamente todo. Mis libros favoritos de ella son Dido para Eneas, El disco del tiempo y Copo de Algodón. También recomiendo los diccionarios de mitos (tengo una entrada pendiente sobre ellos), Sibila (si tienen la suerte de encontrar esa novela), Querida Alejandría y El anillo de César.

10. Alivia Delaval. Ella es una autora descatalogada, pero si tienen la fortuna de encontrarla, la recomiendo. Escribió Las vírgenes terrestres y si lo encuentran, háganse con él.

11. Nellie Campobello. A ella la descubrí en Libros b4 Tipos porque leímos Cartucho. Muy recomendada (además que creo que también cuenta como novela histórica porque aborda la revolución).

12. María Baranda. De ella les recomiendo La enorme nada, que fue premio hispanoamericano de poesía para niños, y un libro precioso que se llama Marte y las princesas voladoras, para niños.

13. Rosario Castellanos. Pensé que tenía que recomendarles algo de teatro y, como la leímos en Libros b4 Tipos, quiero recomendarles El eterno femenino, que es una obra muy satírica que refleja la realidad de algunas mujere en los años en los que fue escrito.

14. Elena Garro. Tenía una cita pendiente con ella desde hace mucho tiempo. Es una de las pioneras del realismo mágico en México y su prosa es maravillosa. Les recomiendo su novela Los recuerdos del porvenir y, si les gusta el teatro, La señora en su balcón. También leí su colección La culpa es de los tlaxcaltecas.

Elena Garro

15. Silvia Molina. A ella la conozco principalmente por su trabajo en literatura infantil. Les recomiendo Quiero ser la que seré, un pequeño libro autobiográfico y La familia vino del norte, una novela histórica.

16. Raquel Castro. Esta escritora de literatura juvenil se me había olvidado, pero ya vengo a ponerla. De Raquel Castro les recomiendo un novela que fue premio Gran Angular, Ojos llenos de sombra.

17. Alicia Molina. Una escritora a la que admiro muchísimo, sus libros me acompañaron durante toda mi infancia y le estoy muy agradecida por ello. Les recomiendo El agujero negro, El zurcidor del tiempo, La noche de os trasgos (que son una serie), El cristal con que se mira y La mancha indeleble.

18. Mónica B. Brozon. Ella es una de las mayores representantes en LIJ que existen en México. Yo les recomiendo varios libros: ¡Casi medio año!, Historia de un corazón roto... y tal vez un par de colmillos, Odisea por el espacio inexistente, Alguien en la ventana y Vengadora.

Alaide Ventura

19. Alaíde Ventura Medina. Originaria de Veracruz y ganadora del premio Gran Angular y el Mauricio Achar. Les recomiendo mucho Como caracol... y Entre los rotos, ambas novelas muy interesantes (la primera es juvenil, así que super recomendada).

20. Sol Ceh Moo. Nació en Calotmul, Yucatán. Ganó el Premio Nezahualcóyotl de Literatura en Lenguas Mexicanas, escribe en maya. Me parece importante remarcar que no todo libro en México se escribe en español. Yo les recomiendo Solo por ser mujer.

21. Andrea Chapela. A esta autora mexicana ya la tenía muy pendiente. La podría poner también como escritora de ciencia ficción, pero elegí recomendarla aquí, entre las mexicanas (decisiones que toma la curadora de la lista). Les recomiendo Ansibles, perfiladores y otras máquinas de ingenio, una colección de cuentos de ciencia ficción.

22. Amparo Dávila. Llegó el momento en que esta gran cuentista llegó a esta lista. Era cuestión de tiempo de que yo revisara su obra más a fondo, porque ya tenía claro que sus cuentos de lo fantástico me gustaban. Sin más que añadir, les recomiendo los Cuentos reunidos.

23. Selfa Chew. Hoy es prácticamente inconseguible, pero es una escritora asiaticomexicana que reunió testimonios de la comunidad japonesa durante la segunda guerra mundial. Les recomiendo, si alguna vez le ponen las manos encima, Mudas las garzas.

24. Diana Martín. Es también artista plástica y las ilustraciones que existen en el libro que les voy a recomendar me parecen maravillosas. Les recomiendo Serafina y el Ardid Insondable, sobre la muerte, pero con unicornios y dragones.

Escritoras latinoamericanas

Mariana Enríquez

1. Mariana Enriquez. Escritora de cuentos de terror, me impresionaron mucho cuando los leí. Recomiendo Las cosas que perdimos en el fuego, que es el que he leído. No tengo ni que decirlo, pero obvio también entra en cuentistas.

2. Sofía Olguín. Esta escritora argentina fue de las primeras escritoras que producían contenido LGBT para niños y jóvenes que conocí. Pueden conocer su material para niños en Editorial Bajo el Arcoiris. También les recomiendo Todos mis sueños, tuyos, Noches de luna roja y La otra orilla del abismo.

3. Isabel Allende. Creo que con ella siempre hay opiniones encontradas, pero yo vengo a recomendar, sobre todo, Las memorias del águila y el jaguar. También recomiendo La casa de los espíritus, que es un exponente del realismo mágico y no puedo dejar pasar la oportunidad.

4. Samantha Schewblin. Otra argentina porque si de algo se van a dar cuenta es de que me gustan los argentinos. Leí su colección de cuentos Siete casas vacías y se los recomiendo mucho.

5. Isol. Escritora e ilustradora argentina para niños. El año pasado vino a México y la conocí, me encanta. Les recomiendo Intercambio cultural, Secreto de familia, Cosas que pasan, Nocturno y La bella Griselda.

6. Gioconda Belli. Esta escritora nicaragüense me tocó muchas fibras cuando leí La mujer habitada. No he leído más de sus novelas, aunque las tengo pendientes. Por lo pronto, les dejo la recomendación.

Gioconda Belli

7. Julia Álvarez. Esta escritora dominicana pasó parte de su adolescencia en Estados Unidos, por lo que escribe y publica en inglés. A pesar de todo, sus historias son muy interesantes. Tiene una novela histórica, In the Name of Salomé, sobre Salomé Ureña, poeta dominicana y otra novela llamada How the Garcia Girls Lost Their Accents, que habla, irremediablemente, sobre la migración.

8. Esmeralda Santiago. Escritora puertorriqueña que escribió sus memorias. Vivió su infancia en Puerto Rico y su adolescencia en Nueva York. Yo les recomiendo mucho que lean When I Was Puerto Rican y Almost a Woman. Hay una tercera parte que todavía no he leído.

9. Laura Restrepo. Escritora colombiana. El año pasado leí Leopardo al sol para el maratón Guadalupe Reinas, así que vengo a recomendárselos. Sólo he leído eso de ella, pero espero pronto checar más de sus libros.

10. Claudia Piñeiro. Escritora de novela negra, la vi en la FIL Guadalajara el año pasado y me parece una mujer muy carismática (comentarios aparte). Les recomiendo Tuya, que es una novela que me divierte un montón, y Betibú, si les gusta la novela negra. Pueden leer Quién no para conocer sus cuentos.

11. Mariana Osorio Gumá. Escritora juvenil originaria de Chile, aunque residente de México que escribió un libro que se llama Tal vez vuelvan los pájaros que habla sobre la dictadura en su país desde los ojos de una niña.

12. Selva Almada. Escritora argentina, también cuentista. Sus cuentos no me gustaron mucho pero les recomiendo ampliamente Chicas muertas, donde hace el recuento y la crónica de varios feminicidios y desapariciones en Argentina.  

13. Márgara Averbach.  Dudé en si mandarla a fantasía o dejarla por aquí, pero por la variedad de lo que escribió (tiene algunas cosas de no ficción también), decidí dejarla en esta categoría más general. He leído cosas de fantasía de ella, con narraciones muy colectivas, así que les recomiendo Los cuatro de Alera.

14. Camila Sosa Villada. Para ella no tuve dudas de que tenía que incluirla entre las autoras latinoamericanas porque su escritura es todo en lo que pienso cuando pienso en la literatura argentina. Su pluma es hermosa. Les recomiendo Las malas.

Escritoras africanas

1. Chimamanda Ngozie Adichie. Creo que casi todo el mundo piensa en ella cuando se habla de escritoras africanas, no hay duda. Recomiendo Americanah, The thing around your neck y Half Yellow Sun. Tiene también publicadas sus pláticas TED, pero sus mejores trabajos, en mi opinión, son los que están enmarcados en la ficción. No considero, la verdad, que tengamos que darle tribunas a la gente que es transfóbica. Si bien Chimamanda para muchos fue un punto fundacional a la hora de asomarse a la literatura africana, no es la única. 

2. Ama Ata Aidoo. Cuentista originaria de Ghana. Me debatí sobre si ponerla aquí o con las cuentistas, pero como sus cuentos son costumbristas en su mayoría, preferí ponerla en esta sección. Yo he leído No Sweetness Here and Other Stories y se los recomiendo. 

Yaa Gyasi

3. Yaa Gyasi. El año pasado en Libros b4 Tipos leímos Volver a Casa, de ella, que es una historia de dos diferentes ramas de una familia originaria de Ghana, con destinos muy diferentes. Una de dos hermanas es casada con un inglés esclavista (bueno, eso de "casada", en realidad el inglés tiene mujer en Inglaterra) y se queda en Ghana, mientras que otra es transportada como esclava a América. A partir de ahí, las diferentes generaciones de la familia van hilando su historia.

4. Nawal el-Sadaawi. Probablemente una de mis favoritas y una gran exponente de la lucha de la liberación de la mujer en Egipto. Recomiendo La cara desnuda de la mujer árabe, una serie de ensayos sobre el asunto. También sus novelas son muy buenas, recomiendo Mujer en punto cero y Love in the Kingdom of Oil.

Escritoras asiáticas

1. Banana Yoshimoto. Esta escritora japonesa me recuerda al realismo mágico en alguno de sus libros y me encanta lo que transmite en lo que escribe. Les recomiendo Kitchen y NP, que es lo único que he leído.

Arundhati Roy

2. Arundhati Roy. Mi favorita de las escritoras indias. Escribió El dios de las pequeñas cosas, una novela ambientada en el sur de la India que aborda las diferencias entre castas y las relaciones prohibidas, además de los dobles estándares para hombres y mujeres. También El ministerio de la felicidad suprema, que aborda el conflicto de Kashmir y la historia de las hijras en la India. También tiene trabajos de no ficción como El final de la imaginación, El álgebra de la justicia infinita o Espectros del capitalismo.

3. Anita Nair. Una autora India que también apreció muchísimo. Leí El vagón de las mujeres el año pasado y se los recomiendo mucho. Habla mucho de la sororidad entre mujeres, me encanta.

4. Raja Alsanea. Esta escritora escribió una novela que se llama Girls of Riyadh que habla sobre un grupo de amigas saudíes y sus vidas. En Arabia Saudí los hombres la consideran escandalosa, pero a mí me pareció una novela bastante conservadora en algunas cosas, qué quieren que les diga. A pesar de todo, retrata muy bien la vida Saudí y me encanta que se centre en las mujeres (y odio, sin pena alguna, a todos los hombres de este libro). 

Meena Kandasamy

5. Meena Kandasamy. Leí más de la mitad de su libro en un vuelo México Mérida porque estaba fascinada con la historia que estaba contando. Por supuesto, les recomiendo Cuanto te golpeo. Es también una escritora del sur de la India.

6. Ichiyō Higuchi. Es considerada una de las escritoras clásicas japonesas y es la primera mujer reconocida de la era moderna en la literatura. De hecho, aparece en el billete de 5000 yenes y en Japón si es bastante conocida. Les recomiendo Crecer.

7. Zen Cho. Escritoria originaria de Masalia que hoy reside en Londres. No sabía si ponerla en fantasía o ciencia ficción así que opté por venirme a lo general (pero lo que escribe suele estar enmarcado en la literatura de la imaginación). Les recomiendo The Terracotta Bride y The Order of the Pure Moon Reflected in Water.

Choo Nam-joo

8. Cho Nam-Joo. No había leído a escritoras coreanas antes de ella, me parece, lo cual debe de ser corregido, porque hay demasiadas cosas por leer. Les recomiendo su libro de narrativa que tiene pedazos medio ensayísticos que se llama Kim Yi-young, nacida en 1982.

9. Rokeya Sakhawat Hossain. Nació en el Imperio Británico de la India, es una escritora Bengalí (nació en lo que hoy es Bangladesh y murió en Calcuta, que es hoy India, por lo que es difícil enmarcarla en una sola nacionalidad... que en su tiempo no existía). Escribió una de las primeras utopías feministas de ciencia ficción. Les recomiendo El sueño de la sultana.

10. Sayaka Murata. Una escritora japonesa que ha estado muy presente en diversas listas de lectura. Yo leí La Dependienta, donde hace una crítica bastante buena a la sociedad japonesa actual en un tono muy divertido, con una narradora que me encantó.

11. Cāng Wú Bīn Bái. No sabía muy bien en donde poner a esta escritora de danmei, escribe romántica histórica y cosas más modernas, así que decidí que en esta categoría quedaría perfectamente. Les recomiendo Golden Stage (publicado por Peach Flower House como Golden Terrace).

12. Da Feng Gua Guo. Una escritora china que publica novelas por entregas de intriga política y artes marciales. Ha publicado algunos danmeis en esos géneros, por lo que yo vengo a recomendarles The Imperial Uncle.

13. Susan Abhulhawa. Ella es una escritora palestina que ha escrito sobre el conflicto de palestina en casi toda su obra y creo que problematiza muy bien lo que ocurre. Les recomiendo El azul entre el cielo y el agua

Literatura infantil y juvenil

1. Angie Thomas. Hace algunos años leí The Hate U Give (El odio que das) que es una novela sobre los conflictos raciales en los Estados Unidos y los abusos policiales (también entra en la categoría de las norteamericanas). La recomiendo mucho.

2. Lilliam Rivera. Ella es una escritora de origen puertoriqueño que escribió un libro llamado The education of Margot Sánchez que aborda la identidad latina en los Estados Unidos y que está, bueno, entretenido. Además es bueno para empezar a leer en inglés.

3. Nicola Yoon. Otra autora que recomiendo porque sus libros pueden ser un buen acercamiento para empezar a leer en inglés. Les recomiendo Todo, Todo, que es entretenido (no perfecto) y me gusta como juega con la narración.

Mindy McGinnis

4. Mindy McGinnis. Acaba de publicar una novela y me muero por leerla, pero por lo pronto me conformo con recomendarles The Female of the Species, que aborda la violencia sexual en la adolescencia y es considerada una novela feminista.

5. Carla Maia de Almeida. Esta escritora portuguesa tiene un libro que me gusta mucho. Se llama Hermano Lobo y es un libro super nostálgico, bonito. Además que como lo publica El Naranjo, está ilustrado.

6. Nina LaCour. A ella la descubrí en el maratón Guadalupe Reinas de 2018. Tiene una novela que se llama We Are Okay, preciosa, sobre el duelo y los lazos familiares, muy recomendada.

Antonia Michaelis

7. Antonia Michaelis. Probablemente mi favorita en lo que respecta a escribir thriller psicológico juvenil. Me gusta los conflictos que me plantea como escritora. Recomiendo El cuentacuentos (con un trigger warning enorme de que hay violencia sexual en ese libro y de que ninguno de los protagonistas sabe manejarlo por más que el narrador sea imparcial y exponga lo que piensa la prota) y Nashville (mi favorito).

8. Ana Pessoa. Ella es una escritora portuguesa que escribe libros juveniles que han sido publicados en español por Ediciones el Naranjo. Les recomiendo especialmente Mary Jo y Aquí es un buen lugar.

9. Nette Hilton. Ella es una escritora originaria de Australia (¡he leído muy pocas de ese lugar del mundo!) y tiene un libro donde retrara la vejez de una manera muy especial. Les recomiendo La telaraña (lo encuentran en A la orilla del viento, de FCE).

10. Deborah Hautzig. Originaria de Nueva York, Estados Unidos, así que también queda en la categoría de las latinoamericanas, por supuesto. Uno de los libros que más marcó mi adolescencia es Segunda estrella a la derecha y por supuesto, lo recomiendo.

11. Mary Hoffman. Sus libros son difíciles de encontrar en español, pero es una reconocida escritora inglesa de libros para jóvenes. Yo leí los dos primeros de la serie Stravaganza: Ciudad de Máscaras y Ciudad de Estrellas

S. E. Hinton

12. S. E. Hinton. Es una escritora estadounidense, originaria de Tulsa, que cuando leí originalmente no tenía ni idea de que era mujer. La leí de adolescente y averigüé su género poco después. Un dato curioso es que publicó su primer libro a los dieciséis años y se volvió un libro aclamado por la crítica. Es, justamente, el que yo leí: les recomiendo Rebeldes.

13. Katherine Paterson. Llevaba mucho tiempo con su libro pendiente y por fin lo leí. Un puente hacia Terabithia es una historia preciosa sobre la imaginación, el duelo y el ser quizá un poco diferente. Se los recomiendo mucho, échenle un ojo y, además, no es muy largo. 

14. Eiko Kadono. Es una escritora japonesa muy reconocida (también podría ir con las escritoras asiáticas o con las de fantasía, pero elegí ponerla aquí porque es más que nada reconocida por sus obras infantiles). Les recomiendo Kiki's Delivery Service

Eiko Kadono

15. Megumi Iwasa. Otra japonesa para las infantiles (ya saben, también podría estar entre las asiáticas). Tiene un libro llamado Jirafa Africana editado por el Fondo de Cultura Económica que es muy lindo y les recomiendo mucho. 

16. Christine Nöstlinger. Es una de las escritoras infantiles y juveniles más reconocidas en lengua alemana. Es austriaca, ganadora del Hans Christian Andersen y del premio Astrid Lindgren. Yo recomiendo especialmente: Yo también tengo un padre, Un marido para mamá y La auténtica Susi. También agregaría Bonsai.

17. Andrea Ferrari. No me había acordado de incluir a esta escritora argentina en mi lista de recomendadas; ella también es periodista, si tienen curiosidad. Es especialmente conocida por sus obras juveniles y yo les quiero recomendar Café solo.

18. Ana María Machado. Se me había olvidado incluir a esta autora brasileña (que ciertamente también podría ir con las latinoamericanas) que es muy conocida escribiendo libros para niños y jóvenes. Muchos en México la conocemos porque es la autora de Niña Bonita, una historia que les recomiendo. También recomiendo Bisa Bea, Bisa Bel. He leído otras cosas de ella, pero o directamente no me gustan o no me gustan tanto como para recomendarlas. 

Escritoras de fantasía

1. J. K. Rowling. Bueno, ya sé que todos tenemos opiniones sobre ella y sus últimos trabajos, pero creo que leer Harry Potter es interesante y analizarlo todavía más. Además de que se pueden discutir muchas cosas con base en su obra. Así que, obviamente, recomendada (y ella, claro, también entra en Literatura Juvenil). (No me cae bien, por cierto, pero no debería estarlo aclarando si llevo años quejándome). Y se queda tachada porque, aunque sí creo que hizo aportes interesantes a las obras de fantasía y creo que se puede leer como cierto referente allí, tampoco creo que haya que darle mucho apoyo a alguien que dijo que seguro que el 90% de su fandom está de acuerdo con la transfobia que sí ha demostrado (like, por favor, que se asome al fanfiction que se creó de su obra, es uno de los lugares más diversos del mundo). Además, por favor, la conoce casi todo el mundo, no le estamos quitando mucho tachando su recomendacioncita que de todos modos se puede leer como que algún día estuvo aquí, porque me gusta explicar por qué tacho las cosas en vez de hacerme la que no existieron.

Samantha Shannon

 2. Samantha Shannon. Esta escritora acaba de publicar un tocho de fantasía épica que se llama The Priory of The Orange Tree y que Roca Editorial va a publicar bajo el nombre de El priorato del naranjo. No es una obra perfecta, pero si recomendada por mí. La resalto porque tiene muchas cosas que me gustan: matriarcados (y un cuestionamiento sobre ellos), dragones, mujeres guerreras, magia, mujeres que quieren mujeres. Bueno, recomendado.

3. Liliana Bodoc. Me debatí mucho sobre si ponerla aquí o con las latinoamericanas. Pero la aprecio por ser una escritora de fantasía épica. De ella, por supuesto, recomiendo su obra más grande, La saga de los confines, una saga de fantasía épica inspirada en las antiguas culturas de América. También, si no les molesta quedarse con la duda, Tiempo de Dragones tiene dos partes y un montón de paralelismos con la conquista y la colonización también.

Liliana Bodoc

4. Maite Carranza. Esta autora española escribió la trilogía de La guerra de las brujas, que me tardé mucho en apreciar, pero que hoy justamente rescato porque habla mucho sobre la sororidad entre mujeres. Toda la trilogía versa sobre eso y me encanta. También tiene otras obras de fantasía como Sueño de una noche de verano (muy divertida) y un libro que no es de fantasía pero que me gusta mucho, Palabras envenenadas. (También podría estar en juvenil, pero preferí ponerla acá).

5. Laura Gallego. Tengo problemas con ella de repente porque no todas sus ideas me encantan, pero tiene algunos libros bastante notables, como El coleccionista de relojes extraordinarios, Finis Mundi y La leyenda del rey errante. También me gusta Crónicas de la Torre y Memorias de Idhún (porque es divertidísimo). Entre las recomendaciones también pondría Alas de Fuego (y poquito detrás Alas Negras) y Las hijas de Tara (que en realidad más que fantasía es ciencia ficción). 

6. Cornelia Funke. Probablemente mi escritora alemana favorita de fantasía. La conocí leyendo la trilogía del Mundo de Tinta, que no es mi favorita, aunque sí recomiendo ampliamente Corazón de Tinta. También entre sus historias recomiendo El jinete del dragón y La pluma del grifo y, por supuesto, Reckless (la saga entera), que es mi favorita.

Tomi Adeyemi

7. Tomi Adeyemi. Esta escritora sólo tiene publicada una novela, pero me impresionó tanto cuando la leí que ya se la recomendé a medio mundo. Hijos de Sangre y Hueso (la leí en inglés, Children of Blood and Bone), fantasía épica con claros toques africanos y de la fantasía clásica.

8. Mariana Palova. También una escritora con una sola novela, pero la recomiendo porque creo que El señor del Sabbath tiene una propuesta interesante sobre la fantasía contemporánea que vale la pena conocer (y estoy a la espera de los libros que siguen).  

9. Silvia Moreno-García. Esta es una escritora mexicana que publica en inglés (allá le hacen caso) y reside en Canadá. Su libro sobre vampiros, Certain Dark Things, acontece en la ciudad de México y pretende escribir de vampiros que tienen origen en nuestros mitos prehispánicos. También les recomiendo Gods of Jade and Shadow, sobre la mitología maña y los Señores de la Muerte. Además escribe también fantástico y ahí les recomiendo Mexican Gothic.

10. Diana Wynne Jones. Me pasa muchas veces que me tardo en agregar nombres a la lista porque se me van, pero no podía olvidarme de esta escritora inglesa. Si han visto la película de El castillo ambulante, busquen el libro: es una historia muy diferente pero sin duda mágica y maravillosa. También leí su segunda y tercera parte, muy recomendables: El castillo en el aire y La casa de los mil pasillos. Fuera de sus obras más conocidas, les recomiendo Power of Three.

11. Verónica Murguía. Elegí ponerla aquí, junto a las fantasistas, porque es el lugar en el que se destaca (aunque bien podría estar en LIJ o en las mexicanas). Es una escritora que tiene una prosa muy bella y yo les recomiendo especialmente El fuego verde, Auliya y El ángel de Nicolás.

12. Ana María Matute. Miren, yo sé que es una escritora muy realista, pero la quiero recomendar aquí porque leí su obra magna de fantasía y no creo adentrarme pronto en su realismo (porque hay mucho que leer y no tengo tanto tiempo como me gustaría para leer). Les recomiendo Olvidado Rey Gudú

Ana María Matute

13. Erin Morgenstern. A ella me resistí a leerla durante algún tiempo, pero al final caí gracias a un maratón. Su prosa en inglés me pareció muy bella y es por eso que les recomiendo El circo de la noche.

14. Paula Rivera Donoso. Podría estar también con las escritoras latinoamericanas, puesto que es chilena, pero su pasión por la fantasía decía que no podía dejarla en ningún otro lado de esta lista. Les recomiendo El musgo en las ruinas, un libro que pueden encontrar gratuito en Lektu, y La niña que salió en busca del mar, disponible en su ko-fi. También revisen todos sus textos sobre fantasía, son muy buenos, si tienen chance.  

15. Mò Xiāng Tóng Xiù. En esta casa también se lee danmei. MXTX escribe novelas xianxia o wuxia (dependiendo de cuál lea uno), así que por eso acabó categorizada en fantasía (que siento que no pegaría tan bien entre las asiáticas como aquí). He leído sus tres novelas Mó Dào Zǔ Shī (The Grandmaster of Demonic Cultivation), Tiān Guān Cì Fú (Heaven Official's Blessing) y The Scum Villain Self-Saving System.

16. N. K. Jemisin. Dudé su ponerla por acá o en ciencia ficción, pero lo que he leído de ella se aproxima más a la fantasía que al otro género. Ella es una escritora negra, originaria de Estados Unidos. Les recomiendo The City Born Great, La quinta estación y El portal de los obeliscos

Verónica Pazos

17. Verónica Pazos. Para mí cualquiera que hable de lo artúrico y del Otro Lado y de todas esas leyendas se va corriendo a fantasía sin dudarlo. Verónica es una escritora española aficionada al medievalismo que escribe muy bonito en mi perspectiva, así que les recomiendo Noche en Tintagel y A pesar de Camelot.

18. priest. Dudé en donde poner a esta autora de danmei porque sé que también ha trabajado en ciencia ficción y tiene algunas cosas en otros géneros, pero al final me decidí por fantasía porque cre que sus universos fantásticos tienen cosas muy interesantes y trae grandes aportes al género. Yo, por el momento, les recomiedo Faraway Wanderers (Tiān Yá Kè), Señor Séptimo (Qi Ye) y Stars of Chaos (Sha Po Lang).

19. Patricia McKillip. Ella es una escritora originaria de Oregon, Estados Unidos (dato que conozco porque termine uno de sus libros en la I-5 en Oregon y que podría haberla incluido en mi lista de norteamericanas, pero decidimos irnos por el lado de la fantasía), es uno de los nombres representativos de la fantasía norteamericana y yo les puedo recomendar que se acerquen a Las bestias olvidadas de Eld.

20. Rou Bao Bu Chi Rou. Ella es una autora de danmei, mejor conocida por su obra The Husky and his White Cat Shizun, que es justamente la que vengo a recomendar. Le gustan las historias tristes, la romántica trashy (como ella la llama) y escribe novelas larguísimas.

21. Nahoko Ueashi. Ella podría ir con las asiáticas, sin duda, pero preferí incluirla aquí porque leí El guardián del espíritu justamente por ser una historia de fantasía. Ella es una autora japonesa que lamentablemente casi no tiene obra traducida al español. 

Tanith Lee

22. Tanith Lee. Una escritura británica super prolífica (podría ir con las europeas, pero es uno de los nombres más destacados en fantasía, así que a mis ojos debía ir aquí) que no se ha reeditado mucho en español lamentablemente. Sin embargo, creo que para asomarse a la fantasía hay que asomarse un poco a lo que escribe, especialmente porque sus influencias tienen mucho que ver con Las mil y una noches. Les recomiendo El señor de la noche.

Ciencia ficción

1. Nnedi Okorafor. También la habría podido poner en fantasía, pero al final tuve que decidirme por algo. De ella, claro, les recomiendo Binti (la primera parte es mi favorita) y Quién teme a la muerte (que es un híbrido entre la fantasía épica y la ciencia ficción). Además, si nos vamos ya a lo fantástico, les recomiendo Akata Witch y sobre historias cortas, Kabu-Kabu. (Nótese que ella queda en fantasía, cuentos, un montón de cosas). 

Nnedi Okorafor

2. Ursula K. LeGuin. No podía hacer una lista de ciencia ficción y no recomendarla. He leído La mano izquierda de la oscuridad, que recomiendo ampliamente, El día antes de la revolución, que también recomiendo, su compilación de cuentos, Las doce moradas del viento, El nombre del mundo es bosque, La rueda celeste y Lavinia. En cosas de fantasía, recomiendo sin dudar Un mago de Terramar, Las tumbas de Atuán y La costa más lejana (también podría estar en esa categoría, pero había que elegir algo). También tiene obras de no ficción tal como lo es El idioma de la noche o Cheek by Jowl.

3. Mary Shelley. Quien sería yo si no pusiera a la creadora de la ciencia ficción moderna en esta masterlist. Por supuesto, muy recomendado Frankenstein. (También entra, por supuesto, entre las escritoras clásicas). 

4. Angélica Gorodischer. Es considerada una de las voces más importantes de la ciencia ficción en iberoamérica. Es una escritora argentina conocida por su obra de fantasía y ciencia ficción (ya saben en qué categorías puede quedar, además de esta, también entre las de fantasía y las de ciencia ficción). Les recomiendo, por lo pronto, Kalpa Imperial.

Angélica Gorodischer

5. Anabel Enríquez. Escritora cubana (elegí ponerla aquí para visibilizar que escribe ciencia ficción), es una voz muy importante dentro de la ciencia ficción de América Latina. Les recomiendo Nada que declarar y otras ficciones breves.

6. Daína Chaviano. Otra latinoamericana a la que eligo no poner en esa categoría, sino en esta. Es otra de las voces más importantes de América Latina en la ciencia ficción. La dama del ciervo, su cuento en Insólitas, es increíble. Les recomiendo, además, Un hada en el umbral de la tierra.

7. Amar el-Mothar. Es una escritora canadiense que además de ciencia ficción también escribe fantasía e híbridos de esta. No tiene gran cosa publicada, pero si la quieren leer, tiene una co-autoría con Max Gladstone titulada This Is How You Lose The Time War que es un libro precioso. 

8. Daniela L. Guzmán. Ella es una escritora mexicana (también podría ir allá, pero elegimos ponerla acá) cuyos cuentos me fascinaron ahora que los leí. Les recomiendo Noche de pizza con mi villano, que además es un libro gratuito en Google Books, y Un tlacucache salvó este libro del fuego, que también pueden conseguir gratis. 

Xia Jia

9. Xia Jia. Escritora de origen chino (por lo que también pude haberla puesto con las asiáticas, pero consideré que quedaba mejor en la ciencia ficción). Sus cuentos me parecieron preciosos y les recomiendo especialmente El paseo nocturno del dragón equino. Fueron publicados en la colección Planetas invisibles.

10. Hao Jingfang. Otra escritora de origen chino de ciencia ficción que conocí en la misma recopilación. Les recomiendo especialmente su cuento Planetas invisibles, que da título a toda la colección (me recuerda a cuentos de hadas, lo cual es un toque muy bonito). La pueden leer también en Planetas invisibles.

11. Cheng Jingbo. Para completar a la trilogía de autoras que descubrí en la antología Planetas Invisibles, leí su cuento La tumba de las luciérnagas, un cuento de hadas de ciencia ficción. Es una historia preciosa que les recomiendo checar.

12. Octavia Butler. Esta autora estadounidense, afroamericana, era una de mis más grandes pendientes. Es uno de los referentes de la ciencia ficción norteamericana, les recomiendo que no se la pierdan. Leí Parentesco e Hija de sangre y otros relatos, que recomiendo. 

Cómic occidental

1. Marjane Satrapi. También la habría podido poner entre las asiáticas, pero bueno, decidí ponerla aquí. Esta autora iraní es la autora de Persépolis, una novela gráfica autobiográfica donde se habla de la revolución en Irán y, posteriormente, la llegada del fundamentalismo al país. También tiene una novela gráfica un poco más corta, llamada Bordados.

Marjane Satrapi

2. Una. Acabo de leer (de hecho es la última reseña) Una entre muchas, una novela gráfica también con toques autobiográficos de esta autora inglesa, donde se abordan temas como la violencia sexual sistemática, la falta de justicia y la vergüenza de las mujeres, además de la dicotomía entre la santa y la puta.

3. Kelly Thompson. De ella sólo he leído dos historias de Jessica Jones, Blind Spot y Purple Daughter, que me dejaron muy emocionada porque son muy buenas. Incluso en algunas cosas me atrevería a decir que superan, un poco, a Brian Michael Bendis.

4. G. Willow Wilson.  La creadora de Kamala Khan, Ms Marvel, por supuesto tiene un sitio especial en esta lista. Sólo he leído toda la serie de Ms Marvel, pero se las recomiendo ampliamente.

5. Marjorie Liu. De ella les recomiendo que chequen todo lo que ha hecho con la serie de X-23 y el personaje de Laura Kinney (y lo mejor es cuando la acompaña la ilustradora Sana Takeda). También les recomiendo Monstress, que hoy en día es mi comic occidental favorito, yo creo y es una historia high fantasy ambientado en un mundo con fuertes influencias asiáticas..

6. Cecil Castelucci. La acabo de descubrir este año porque escribió Shade, the Changing Girl para Young Animal, un imprint de DC. Me encanta porque narra la historia de una alien que aprende a ser humana en el cuerpo de una adolescente.

ND Stevenson

7. ND Stevenson. No podía dejar pasar la oportunidad de recomendarles Nimona, una historia de fantasía que es muy hermosa y muy tierna. Hasta el momento es lo único que he leído de él, pero espero pronto leer algo más. (Nota al margen: ND salió del closet como NB hace un tiempo y [ADENDUM 2022] usa el promombre él; ha explorado más su identidad como persona no binaria a través de su newsletter y su travesía para descubrirse a sí mismo; mantengo su nombre en la lista por una multitud de razones: lxs autorxs NB me parecen también muy relegadxs y el #LeoAutorasOct incluye activamente a personas dentro del espectro NB; dado que la lista fue creada para este proyecto, las identidades NB tienen cabida acá, pero recuerden no incluirles en proyectos o listas únicamente de mujeres).

8. Magdalene Vissaggio. Este año he estado fascinada por las historias de esta autora, que es ciencia ficción muy inspirada por lo punk y con personajes trans con el protagonismo, considerando que ella también es una mujer trans. Recomiendo ampliamente Quantum Teen Are Go, que es maravillosa, Kim & Kim, que sigue publicándose y, aunque no soy tan fan, también está Eternity Girl y Morning in America.

9. Jul Maroh. Elle es une escritore e ilustradore francesa, lesbiana. No me gustan todos sus cómics, pero sí hay uno que me gusta mucho en particular: hace tiempo reflotó mucho la reseña de Blue is the Warmest Color y no sé por qué, pero tiene muchas visitas, así que aprovecho para seguir recomendándole. ADENDUM A 2022: Hace años que no busco nada sobre Maroh y el internet no me había contado, pero ya me fui a encontrar con que hace años salió del closet como NB y usa el nombre Jul Maroh desde 2020. Si saben francés o quieren usar el traductor, les dejo una entrada donde cuenta un poco de su experiencia. Como siempre, ya saben que, dado que como el proyecto de LeoAutoras es inclusivo con las identidades en el espectro NB, lxs autorxs NB son también parte de esta lista.

10. Seanan McGuire. Esta escritora no se dedica únicamente a los cómics, pero yo sólo he leído su trabajo en cómics, así que elegí ponerla aquí. Quizá después la cambie de categoría si leo más cosas de ella. Es conocida por ser la escritora de la serie Spider-Gwen: Ghost Spider.

Seanan McGuire

11. Rachel Smythe. Me faltaba añadir aquí a las escritoras e ilustradoras de webcomic y efectivamente, ella es la primera. Si les gusta la mitología griega, les recomiendo mucho Lore Olympus, una reinterpretación de, entre otras cosas, el mito de Perséfone.

12. Wendy Lian Martin. Esta autora dibuja sirenas y sirenitos de manera muy tierna y hermosa. Les recomiendo Castle Swimmer que es una historia de profecias y desafiar al destino. Además, también es un romance entre ambos protagonistas, Kappa y Siren. 

13. Emma Krogell. Sigue aquí el ataque de las autoras de webtoon porque me he resistido a iniciar nuevo manga (o sea, no que no lo haya iniciado, simplemente no he avanzado). Total, ella escribe Lumine, la historia de un brujo que no puede hacer magia y un hombre lobo. Muy recomendado.

14. Xiao Tong. En el internet también es una artista conocida como Velinxi y hace muchos fanarts e ilustraciones. Tiene un webcómic llamado Countdown to Countdown que mezcla estética de fantasía y ciencia ficción de una manera muy interesante y que se puede leer de manera gratuita. A mí me gustó mucho, así que recomiendo vehementemente.

15. Sarah Webb. Además de escritora, una ilustradora y artista originaria de Alaska, Estados Unidos. Tiene un wébcomic llamado Kochab que es una historia juvenil sáfica de una joven y una ifrit. La estética es preciosa y leerlo en web es muy interesante, puesto que mezcla algunas pequeñas animaciones en las páginas del cómic. Se encuentra de manera gratuita.

Arte de Ann Maulina

16. Ann Maulina. Esta artista es de origen indonesio y ganó una insignia de bronce en un reconocido concurso de manga en Japón. Escribe Raruurien, una historia intimista de fantasía de una bruja viuda que debe hacerse cargo de dos hijos y encajar en la aldea en la que viven. También, como los anteriores, se puede leer de manera gratuita.

17. Kaiju. Un equipo de dos artistas NB que escriben e ilustran un webcómic gratuito llamado Novae, la historia de un necromago y un astrónomo en el renacimiento, con toques de romance, fantasía y misterio. Lo pueden leer de manera gratuita. (Dado que el Leo Autoras Octubre incluye también a autorxs en el espectro NB, aquí están ellxs). 

18. Emily Caroll. Ella es originaria de Ontario, en Canada y conocida por sus cómics de terror (un género que exploro poco, por si no lo han notado, pero bueno, dentro de lo poco, algo). Les recomiendo que se acerquen a las historias cortas de Through the Woods.

19. Cece Bell. Ella es una autora originaria de los Estados Unidos, concretamente de Virginia. Es conocida por haber escrito e ilustrado la novela gráfica de Supersorda, donde habla de su niñez. Tiene otros libros y comics ilustrados, pero ese es el único que he leído.

Manga, manhwa y manga

1. Hiromu Arakawa. Por supuesto, no iba a dejar pasar la oportunidad de recomendarles que lean Fullmetal Alchemist, una de las mejores series de manga shonen que he leído en mi vida.

2. Natsuki Kizu. Ella es mi descubrimiento más reciente, puesto que acabo de leer Given, un manga shounen-ai que tiene que es precioso (y si lo leen acompañándose del anime, una producción de MAPPA, será mejor). Habla sobre la pérdida, el duelo, cómo expresar sentimientos y tiene relaciones sanas.

CLAMP

3. CLAMP. Mis favoritas en el medio, no hay duda. Les recomiendo muchísimo xxxHolic Tsubasa Reservoir Chronicles, dos de mis mangas favoritos. También recomiendo Clover y, si pueden sobrevivir a la frustración de no saber como termina algo, X.

4. Yoshitoki ŌimaLa conocí hace poco y es una mangaka reconocida por la historia A Silent Voice, que habla sobre la redención, el perdón, el pedir perdón, el ganárselo y el bullying, al tiempo que cuenta una historia de amor y amistad. No conozco el resto de sus obras, pero se las recomiendo. 

5. Akimi Yoshida. Esta mangaka es reconocida por hacer llorar a todo el mundo con una obra llamada Banana Fish. No puedo decirles más pero es de esas cosas que leer porque a uno le gusta sufrir y al final ser feliz por ello (como dijo Ron Weasley en Harry Potter y el prisionero de Azkaban).

6. Rumiko Takahashi. La verdad es que siempre me extraña de los aficionados al anime y manga que no la conocen o no la han leído (como yo hasta hace poco), pero por fin me puse a cubrir mi deuda pendiente. Les recomiendo Inuyasha, claro.  

Rumiko Takahashi

7. Atsuko Asano. Bueno, es un poco trampa ponerla aquí pero no he leído sus novelas completas, pero sí un manga que escribió ella (aunque no lo ilustró) (ya las leí). Consideraré moverla después, pero por lo mientras les recomiendo No. 6. (Ya lo consideré: acá se queda, porque el fenómeno de las light novels va muy pegado al manga).

8. Yana Toboso. Mangaka con uno de los estilos más bonitos y detallados de dibujo que conozco. Su arte me parece algo admirable. La conocen por escribir Kuroshitsuji/Black Butler, que tiene una estructura muy buena y una narrativa increíble.

9. Kamome Shirahama. Estoy impresionada por el nivel de arte que tienen sus obras y por el lore fantástico que es capaz de crear. Si quieren leer una historia donde se hable de la curiosidad y la maravilla de la magia, con ella van a encontrar lo que buscan. Les recomiendo Witch Hat Atelier.

10. Waka Hirako. Esta es una mangaka que apenas está empezando a sonar y que combina perfectamente los estilos de la escuela japonesa y la norteamericana en sus obras. Tiene un manga autoconclusivo que explora el duelo llamado My Broken Mariko

11. Syundei. Mangaka que ahora está siendo muy conocida por un manga muy tierno llamado Go For It, Nakamura! Les recomiendo ese si les gustan las adolescentes, tiernas y agradables que reconocen a los adolescentes como personas con deseos y complicaciones. (Las otras obras de la autora tratan temas más duros desde el thriller y horror psicológico y yo no las voy a leer porque no es lo mío, pero sean cautos).

12. Atsuko Yusen. De esta mangaka sé muy poco y nada. A duras penas sé que es mujer (porque lo dice Baka Updates). Tiene un manga muy lindo, también en el BL, llamado Dekoboko Sugar Days. Tiene también otras obras que veré a ver si acaso andan por allí en intentet (me parece que no está licenciado en prácticamente ningún idioma). Se las recomiendo para historias tiernas y amigables.

13. Yuki Ringo. Otra mangaka, sí. En este caso de ella tampoco sé mucho pero les recomiendo leer Tamayura. Es una historia BL nostálgica medio triste, de época, en la que dos adolescentes enamorados tienen que encontrar una manera de afrontar lo que sienten por el otro.

14. Nio Nakatani. Ella es una mangaka japonesa que se representa a sí misma como un pajarito muy carismático. Es adorable en sus notas y es conocida por haber escrito e ilustrado Bloom Into You, un manga GL.

15. Kanna Kii. Otra mangaka, porque he leído mucho manga últimamente. Es autora del manga BL Un extraño a la orilla del mar, una historia muy hermosa sobre un enamoramiento. Dibuja increíble, así que les recomiendo echarle un ojo. 

16. Asumiko Nakamura. Más artistas de manga BL para ustedes, porque eso inunda mis lecturas en los últimos tiempos. Ella escribió una historia muy linda de dos adolescentes llamada Classmates que les recomiendo si quieren una lectura ligera y agradable.

17. Kaori Ozaki. Una mangaka que se caracteriza por sus historias cortas, cotidianas y por lo que he visto, algo trágicas, por eso justamente es bastante conocida. No he leído todavía todas sus obras, pero les recomiendo The Gods Lie

18. Mizuho Kusanagi. También una mangaka bastante reconocida, conocida por una de sus obras más famosas, justamente la que yo quiero recomendar el día de hoy: Akatasuki No Yona (rueguen porque por fin Panini se anime a licenciarlo). 

19. Okazaki Kyoka. Una mangaka que se hizo reconocida por sus representaciones de la vida japonesa en los 80 y 90. Yo, además, creo que tiene una pluma bastante buena para el thriller psicológico. Les recomiendo Helter Skelter

20. Aki Aoi. No conozco absolutamente nada sobre esta mangaka, salvo que es mujer porque lo dice mangaupdates y se dedica a escribir BL en Japón que aquí llega sólo gracias al scanlation. Yo recientemente leí Hyakunen Kesshou Mokuroku.

21. Yatsuda Teki. Mangaka de la que sé poco y nada. La estoy poniendo acá porque MangaUpdates me dijo que es mujer y le creo a MangaUpdates, suelen investigar bien a los autores. Es mayormente desconocida, pero en España se licenció Home Far Away, un manga precioso de un solo tomo.

Seth, protagonista de ENNEAD

22. Mojito. Es el pseudónimo de una autora de manhwa coreano conocida por su obra Ennead, que es la que les vengo a recomendar, donde habla del panteón griego y los conflictos entre Seth, Isis, Osiris y Horus. Busquen las advertencias del manhwa antes de meterse a él, en mi reseña las mencioné.

23. Harada. Otra mangaka a la lista, porque la verdad es que he estado intentando leer cosas nuevas en narrativa gráfica. Como muchas en la lista es bastante privada, pero pueden conocerla leyendo One Room Angel, un manga de un solo tomo que me gustó mucho. 

24. Kaya Azuma. No sé por qué no la había agregado (quizá no había confirmado su género). Esta mangaka escribe BL y tiene una cuenta de tuiter muy adorable. También solía escribir doujinshis (como muchas en esta lista, Natsuki Kizu tiene mucho de Haikyuu, CLAMP también los publicó en su tiempo) de Hetalia. Les recomiendo Rumspringa No Joukei.

25. Aya Kanno. Una mangaka con varias obras en su haber que yo conocí gracias a Requiem of a Rose King, la historia que les recomiendo. Dibuja muy hermoso y la verdad es que creo que creó una de las mejores adaptaciones de Shakespeare que conozco. 

26. Jun Mochizuki. También una señora muy aclamada por sus historias, yo vengo específicamente a recomendarles Vanitas No Carte, una historia sobre vampiros y maldiciones. Tiene un dibujo muy precioso y se las recomiendo. 

27. Nado Fuchiya (Nishin). Como de la mayoría de las mangakas BL, de ella no sé nada, salvo que que es mujer (lo cual ya es bastante, hay muchxs mangakas de los que no sé el género). Escribió Heartless, la obra que vengo a recomendarles.

No ficción

1. Alexandra Kollontai. Mi absoluta favorita de todas las escritoras de no ficción. Tengo una guía con un orden de lectura recomendado de sus obras (donde hablo ampliamente de La mujer en el desarrollo social, sus Selected Writings y Autobiografía de una mujer emancipada) y claro, apuntes que hice sobre Mujer y lucha de clases. Una de las ventajas de Kollontai es que casi todos sus escritos se encuentran en marxist.org. En las entradas hay links a todo.

Alexandra Kollontai

2. Clara Zetkin. Por supuesto, no puedo dejar de recomendar a esta autora alemana a quien también le hice una guía recomendada de lectura. De ella recomiendo La cuestión femenina y la lucha contra el reformismo, que todavía tiene cosas que son muy actuales, sus Selected Writings y, por supuesto, su informe sobre el fascismo (que creo que hoy en día es bueno conocer). 

3. Simone de Beauvoir. Por supuesto, en no-ficción no puedo dejar la oportunidad de recomendarla. Creo que leer El segundo sexo es muy interesante hoy en día porque muchas cosas de ese texto se pueden someter a debate. Así que aquí dejo la recomendación.

4. Roxane Gay. Creo que sus ensayos abren mucho el debate y por eso la recomiendo. Es una escritora muy lúcida que sabe explicar sus puntos, así que les recomiendo Confesiones de una mala feminista

Angela Davis

5. Angela Davies. De ella recomiendo mucho Women, Race & Class, un libro que leí para el primer Guadalupe Reinas y que me impresionó bastante. He leído otros ensayos de ella, pero creo que no le llegan a la altura, así que dejaré la recomendación en ese nada más.

6. Kajsa Ekis Ekman. Hay cosas que me conflictuan de ella, pero creo que su libro El ser y la mercancía es una lectura abolicionista bastante interesante que vale la pena analizar y criticar. Así que aquí les dejo la recomendación. Nunca quito autoras por completo, porque los análisis que hice no dejan de existir y definitivamente nadie les dirá que no las lean, aunque yo no las recomiende, pero a mí me incomoda recomendarlas sin hacer el adendum de que, aun cuando hacen labores en muchos frentes, uno de sus frentes principales (importante la palabra princiales) es atacar a la población trans

7. Domitila Barrios de Chúngara. No es exactamente escritora y de hecho en Si me permiten hablar... hay alguien más como autor, pero ese libro es la narración oral de su vida y de su lucha, así que aquí la estoy recomendando.

8. Lydia Cacho. Me debatí mucho entre si ponerla entre las mexicanas o en la no ficción, pero creo que tiene su puesto merecido aquí por su trabajo periodístico. Recomiendo que lean Los demonios del Edén, una investigación sobre un caso de pederastia y pornografía infantil ocurrido en México y Esclavas del poder, una investigación sobre la trata de personas (especialmente mujeres y niños) en el mundo.

Lohana Berkins

9. Lohana Berkins. No puedo no recomendarla, especialmente su trabajo Cumbia, copeteo y lágrimas, que si bien está centrado en argentina es una excelente investigación sobre las personas travesti y trans. También tiene La gesta del nombre propio y un diálogo sobre la prostitución que vale la pena conocer. 

10. Lydiette Carrión. Esta periodista mexicana realizó un trabajo de investigación sobre los feminicidios y desapariciones de mujeres y niñas en el área de Los Héroes Tecamac en el Estado de México, cercano al Río de los Remedios que se llama La fosa de agua. Un libro que deben leer sin duda.

11. Ariel Levy.  Es una periodista estadounidense que escribió un ensayo que aun hoy me parece básico para analizar el neoliberalismo sexual. Les recomiendo Chicas cerdas machistas. Me incomoda mucho el racismo que la misma escritora no nota, para ejemplos de ello, su artículo en el New York Times llamado A Missionary On Trial. Genuinamiente no quiero recomendar a este tipo de escritora blanca, así que tachada queda.

12. Nuria Varela. Me parece una ensayista muy interesante. Aun hoy todavía a veces uso Feminismo para principiantes para consultar cosas. (Soy commie, pero hasta para criticar hay que leer, y las explicaciones de Varela con muy buenas). Me tomó añísimos confirmar mis sospechas de transfobia, pero bueno, a quien dice que ser trans no es una identidad porque es un pocisionamiento político no la vamos a incluir en la lista. Por si acaso.

Anuradha Ghandy

13. Anuradha Ghandy. Una escritora comunista originaria de la India. Desde el punto de vista del marxismo escribió uno de los ensayos más buenos que he visto sobre las diferentes corrientes feministas. Ojo que hace la diferencia entre radical y cultural (y el segundo es lo que hoy conocemos como radical). Les recomuendo Philosophical trends in the feminist movement.

14. Azar Nafisi. Esta académica de origen iraní (que también podría ir con las asiáticas, pero hemos elegido reconocer en no ficción... yo y mis neuronas, eso) escribió un libro sobre un club de lectura de mujeres durante la contrarevolución iraní y la llegada del fundamentalismo. Les recomiendo Leer Lolita en Teherán

13. Isabel Clúa. Ella ha escrito cosas sobre literatura de fantasía, algo que es muy complicado de encontrar por todos lados. Su libro, A lomos de dragones es muy interesante para hablar de historia de la fantasía y hablar de la representación de las mujeres. 

14. Silvia Plato. También otra escritora de no ficción (me parece que tiene cosas de ficción, pero la conozco por su trabajo de investigación, por lo que está aquí) que ha escrito sobre fantasía, su historia y muchas de sus ramas. Les recomiendo Breve historia de la fantasía.

15. Carolina Unrein. Ella es la joven autora de Fatal, una crónica trans. Es un libro que es muy breve y me gustó muchísimo porque está escrito con un amor y esperanza impresionantes. Es una joven trans argentina, originaria de Entre Ríos que hoy vive en Buenos Aires. Muy recomendada. (También, por supuesto, podría ser parte de las latinoamericanas, pero creí que esta categoría le quedaba mejor).

16. Nadezhda Krupskaya. Cada que alguien se refiere a ella como "la mujer de Lenin" les juro que me da un infarto. Era una mujer bastante brillante y aunque creo que muchas de sus obras son producto de su época y contexto (Stalin, en mayor parte en sus últimos ensayos) es brillante a la hora de explicar el comunismo, la educación, la cuestión de la mujer. Les recomiendo sus Escritos inéditos sobre la cuestión femenina

Poetas

1. Sor Juana Inés de la Cruz. Ella es la lectura de este mes en Libros b4 Tipos y les recomiendo absolutamente todo. Hombres necios que acusáis a la mujer sin razón, todos sus sonetos, Primero sueño (parece escrito bajo el influjo de las drogas duras), sus obras de teatro. Léanla, conózcanla. (También, nótese, entra entre las autoras clásicas).

Sor Juana

2. Sylvia Plath. Precursora de la poesía confesional, soy muy fan de ella. Leí Soy vertical pero preferiría ser horizontal, donde hay un poema muy doloroso y muy honesto sobre la maternidad que al día de hoy me sorprende.

3. Gloria Anzaldúa. Mi favorita de las exponentes de la poesía testimonial chicana (que, si quieren saber, es algo así como un antecesor a la poesía tumblr, pero sobre la identidad chicana y donde había menos enters a lo pendejo). Les recomiendo Borderlands/La frontera, donde además se compilan varios ensayos suyos. También, además de su faceta de poeta, la tiene de ensayista (léase, escritora de no ficción) y hay varios ensayos suyos en Este Puente Mi Espalda, que es justo donde se encuentra el que yo creo que es su ensayo más notable: Carta a una escritora tercermundista. Es una respuesta directa a Una habitación propia de Virginia Woolf. También hay varios de sus poemas en la compilación publicada por el Claustro Sor Juana, Cantar de espejos.


Gloria E. Anzaldúa

 4. Dunya Mikhail. Tiene una colección de poemas titulados War Works Hard sobre la guerra en Irak que son preciosos y desgarradores. Lamentablemente no les he hecho reseña, pero sí se las recomiendo mucho. 

5. Iveth Luna Flores. Pasé una época sin leer una poesía que me desgarrara por dentro como lo hace la poesía de esta mujer, se las recomiendo muchísimo. Escribió Comunidad Terapéutica.

6. Sara Uribe. Es mexicana, de Querétaro. Nunca sé que escribir con las poetas, pero debo decirles que me fascinó el poemario que leí de ella, me divertí muchísimo. Un montón de escritura para nada, se los recomiendo.  

7. Jimena Jurado. No la estoy poniendo porque sea mi amiga, sino que más bien me emociona tener una amiga poeta tan chingona como ella. Siempre que alguien me diga que no es posible escribir poesía en clave de ciencia ficción, le voy a estrellar Confín de Nadie en la cara. Por supuesto, además de estar en esta categoría, también podría estar entre las mexicanas.

8. Nadia López García. La pongo aquí porque estoy trabajando en ampliar el catálogo de las poetas, aunque no duden que también la pude haber puesto con las mexicanas. Nadie es una mujer de la alta mixteca de Oaxaca, que escribe poesía en español y en mixteco. Les recomiendo El tren.

9. Akiko Yosano. Podría ir también con las autoras asiáticas, pero cuando escriben poesía siempre les doy prioridad a su obra poética porque, como verán, me hace falta leer más poesía (me hace falta leer muchas cosas pero la vida sólo es una así que vamos como se puede). Akiko Yosano es una escritora clásica dentro de la literatura japonesa y hoy un nombre muy reconocido. Les recomiendo El vuelo del ave fénix y Fragmentos de nubes.

Las clásicas

1. Emily Brontë. Su única novela, Cumbres Borrascosas, es mi clásico favorito. Me impresiona más cada vez que lo leo y descubro nuevas cosas sobre él. Se los recomiendo muchísimo.

2. Charlotte Brontë. No aprecié lo suficiente Jane Eyre la primera vez que la leí, pero hoy en día todo el análisis que se ha realizado en torno a la loca del ático me parece fascinante y creo que leer esta novela es muy enriquecedor.

3. Anne Brontë. La leí en el primer maratón Guadalupe Reinas y hoy recomiendo mucho su novela Agnes Grey. Me gustó bastante y, aunque no es mi Brontë favorita, si quiero leer más de su obra.

Hermanas Brontë

4. Jane Austen. Mi apreciación por Austen llegó tarde: cuando leí Persuasión y encontré una dick joke super sutil. La mujer tenía humor, eh. Por supuesto, Persuasión es mi favorito, seguido de cerca por Orgullo y prejuicio.

Escritoras europeas

1. Amélie Nothomb. Mi favorita creo que entre todas las de esta sección. Me encanta el humor de Amélie Nothomb y les quiero recomendar muchos de sus libros, así que vamos a eso: por supuesto, mis favoritos son los autobiográficos, La metafísica de los tubos, El sabotaje amoroso, Biografía del Hambre, Estupor y Temblores, Ni de Eva ni de Adán y La nostalgia feliz. De los no autobiográficos, probablemente mi favorito sea Higiene del asesino.


Amélie Nothomb

2. Virginia Woolf. Me debatía entre si ponerla aquí, con las escritoras clásicas, pero bueno, al final la puse aquí. Les recomiendo, obviamente Una habitación propia.

3. Silvia Avallone. No se mucho de esta escritora italiana, pero leí una novela de ella que me gustó bastante y que de alguna manera me recordaba un poco a Elena Ferrante pero me gustaba mucho más. Se llama De acero.

4. Emma Donoghue. Cuando salí la película de Room no la vi. Leí el libro diciendo que la vería después. Nunca la vi. Pero sí les recomiendo mucho el libro, Room.

5. Myriam M. Lejardi. Iba a ponerla en fantasía pero no todo lo que escribe es fantasía y últimamente anda más enfocada al romance, así que decidí ponerla en una categoría más general. Por lo mientras, les recomiendo Olor a menta. También escribe fanfiction y en la masterlist de Harry Potter están mis favoritos de ella.

6. Aino Kallas. No tenía mucha idea de donde categorizarla, pero finalmente me decidí a situarla entre las europeas, aunque sin duda podría ser parte de las escritoras de fantasía. Aino era una escritora de origen Finlandés-Estonio nacida en el Gran Ducado de Finlandia (cuando el país todavía era parte del Imperio Ruso), casada con un académico de Estonia. Yo recomiendo La novia del lobo.

Norteamericanas

1. Hanya Yanagihara. Ella escribió una de las novelas más tristes que he leído en mi existencia y que hoy vengo a recomendarles. Se llama A Little Life y narra la vida de cuatro amigos Neoyorquinos. Se centra, sobre todo, en el pasado de uno de ellos, que la ha pasado muy mal toda la vida. Si la leen, les voy a pintar un trigger warning tremendo porque el libro aborda violencia sexual (con menores) y la autolesión.

2. Amy Tan. Quiero mucho a Amy Tan porque en uno de sus libros tiene un científico al que se llevan a pelear con los comunistas y cuando regresa es bien comunista y nunca entrega a sus compañeros a los japoneses. Ese libro se llama La hija del curandero (y también hay una ex monja comunista). También me encanta La esposa del dios del fuego, recomiendo Los cien sentidos secretos y El club de la buena estrella.


Amy Tan

3. Toni Morrison. Ganadora del premio Nobel, la leí hace varios años y hoy quiero recomendarles Sula, una novela cortita sobre dos mujeres.

4. Patricia Highsmith. A mí me gusta mucho Patricia Highsmith porque me gusta la literatura negra y Extraños en un tren es una cosa que me fascina. Por otro lado, también les recomiendo Carol, que entra en literatura lésbica.

5. Gillian Flynn. Gone Girl me gusta mucho. No tengo más motivos para recomendarla porque no he leído otras de sus novelas, pero los personajes tan retorcidos de Gone Girl pueden conmigo.

6. Katherine Dunn. La conocí en un maratón Guadalupe Reinas (organizado por Librosb4tipos) leyendo un libro muy raro de ella que se llama Geek Love. Esta es mi recomendación si les gustan las historias de lo extraño, rarísimo y quizá un poco macabro.

7. Margaret Atwood. Lo reconozco: se me había pasado añadirla, pero creo que es una referente en los temas relacionados con la mujer y el feminismo. Puedo recomendarles, por supuesto, El cuento de la criada.

Olivie Blake (Alexene Farol Follmuth)

8. Olivie Blake (Alexene Farol Follmuth). Ella es una autora autopublicada que conocí en el mundo del fanfiction que suele escribir historias de fantasía y contemporáneas (por eso elegí ponerla en esta categoría). De sus libros, he leído y recomiendo Masters of DeathFairytales of the Macabre y The Atlas Six. También escribe fanfiction y mis favoritos aparecen en la masterlist de Harry Potter (aunque ya ha declarado que no escribirá más para ese fandom, pero sigue explorando cosas en otros).

9. Audrey Niffenegger. Esta escritora publicó uno de los pocos libros de romance que he leído, escrito un poco en clave de ciencia ficción. Aún hoy pienso si La mujer del viajero en el tiempo es una obra romántica de ciencia ficción o una obra de romance en forma de ciencia ficción. No lo sé, pero es un libro en el que pienso muy seguido.

10. Madeline Miller. Una escritora estadounidense que se conocí en 2021 y me gustó muchísimo, es conocida principalmente por su reinterpretación de la Iliada en la que trae desde el subtexto, una posible relación romántica entre Patroclo y Aquiles y la deja en el texto. Les recomiendo, por supuesto, La canción de Aquiles.

Escritoras de novela histórica

1. Hannah Kent. El año pasado leí la novela de ella que voy a recomendarles, Ritos Funerarios, sobre la historia de la última mujer condenada a muerte en Islandia. Es una historia muy desgarradora, pero muy interesante. No es demasiado fiable históricamente porque es una novelización, pero sí tiene bases históricas.

Hannah Kent

2. Jacqueline Dauxois. Esta escritora francesa escribió una novelización de la vida de Nefertiti (y así se llama el libro) que me encanta. Reconstruyó los hechos desde lo poco que se sabe de las esposas reales de los faraones y exploró la teoría de que Nefertiti fue, efectivamente, una Reina-Faraón bajo el nombre Anjetjeperura-Neferneferuatón. No está confirmado pero se cree que es muy probable.

3. Pauline Gedge. Ella escribió La dama del nilo, una novelización sobre la vida de, quizá, la Reina-Faraón más conocida del antiguo Egipto: Hatshepsut (y a pesar de ser la más conocida, su sucesor, Tutmosis III, su sobrino, intentó borrarla de la historia). Les recomiendo al novela.