Sinopsis: "Negi," as Santiago's
family affectionately calls her, leaves rural Macún in 1961 to live in a
three-room tenement apartment with seven young siblings, an inquisitive
grandmother, and a strict mother who won't allow her to date. At
thirteen, Negi yearns for her own bed, privacy, and a life with her
father, who remains in Puerto Rico. Translating for Mami at the welfare
office in the morning, starring as Cleopatra at New York's prestigious
Performing Arts High School in the afternoons, and dancing salsa all
night, she yearns to find balance between being American and being
Puerto Rican. When Negi defies her mother by going on a series of
hilarious dates, she finds that independence brings its own set of
challenges.
At once a universally poignant coming-of-age tale and a brave and heartfelt immigrant's story, Almost a Woman is Santiago's triumphant journey into womanhood.
At once a universally poignant coming-of-age tale and a brave and heartfelt immigrant's story, Almost a Woman is Santiago's triumphant journey into womanhood.
Almost a Woman (Casi una mujer, casi señorita) es la segunda parte de las memorias de Esmeralda Santiago. Supongo que puede ser leída sin haber leído antes la primera parte, pero recomiendo que empiecen por When I Was Puerto Rican, porque es ahí donde se presenta, donde presenta a su familia y donde podemos ver los cimientos de lo que más tarde será está obra. Almost a Woman empieza cuando Esmeralda Santiago llega a Nueva York con su madre y parte de sus hermanos (es de una familia numerosa, su madre ya tenía siete hijos al llegar a Nueva York y en Nueva York tendría varios más) y nos muestra su vida en Brooklyn, las dificultades que pasó su familia y cómo empezó a explorar su adolescencia. Mientras que When I Was Puerto Rican es una historia de identidad y familiar, Amost a Woman es un coming-of-age que además trata el tema de la inmigración. Las voces son las mismas, pero los temas cambian radicalmente. Es un libro hermoso y, sobre todo, honesto a morir. Esmeralda Santiago va contando su historia, su verdad, tal y como la recuerda de la manera más honesta que puede.
Almost a Woman es un recorrido por casi diez años de su vida. Desde sus comienzos en una secundaria estadounidense hasta el momento en el que dejó la casa de su madre. Te lo advierte desde el principio. De algún modo, sabes en qué acaba este libro (que es sólo la segunda parte de una trilogía de memorias, siendo la tercera The Turkish Lover) pero no sabes cómo va a llegar ahí. Entonces, empieza la historia. Esmeralda Santiago vivió en incontables departamentos y casas de Brooklyn. Su familia tuvo que recurrir a la ayuda del gobierno incontables veces, ella se hizo un espacio en su escuela, en su secundaria y en su preparatoria y se fue haciendo un espacio en el mundo. En este libro, habla mucho de su madre (personaje que en este libro se merece una mención honorífica, su madre es una mujer que admiro en todo sentido, que vive en un país donde no entiende el idioma que se habla, que hace hasta lo impensable por sacar adelante a sus hijos de un padre que decidió abortarlos y largarse, que trabaja, que lucha por entender a sus hijas, aunque vivan en otro mundo y vean la vida de diferente manera), algo de sus hermanos, de su educación y de los hombres. De cómo descubrió el amor. De como, finalmente, se volvió una señorita (como constantemente le recuerda su madre).
Al principio, da la impresión de que ella misma se siente una forastera en su propia vida. Orbita como satélite alrededor de los demás. Nos cuenta sus historias y, en los primeros capítulos, apenas si se hace un tiempo para ella misma. Me gustó ese contraste con el final del libro, donde apenas si habla de los demás para enfocarse en sí misma porque la misma narración da pistas de la evolución y de los cambios de Esmeralda Santiago. La admiro mucho. Me gusta la manera en que cuenta su historia. No se hace juicios (no más de los necesarios) sino que lo pone todo sobre el papel y se lo entrega a los lectores. Yo puedo pensar mil veces "amiga, date cuenta" al estar leyendo, pero creo que, al escribir eso, ella ya se dio cuenta. Por eso lo escribió.
Almost A Woman es el coming-of-age que no sabía que necesitaba y que leí. Lo metí de pura suerte en mi lista de libros del maratón #GuadalupeReinas2018 porque no tenía ni idea de qué iba a leer y me acordé que ahí lo tenía, pudriéndose en mi biblioteca de calibre y que ya había leído la parte anterior. Lo leí de pura suerte. El azar me lo puso enfrente. Y siempre me ha parecido curioso como la vida te va poniendo los libros enfrente.
Entre sus páginas, la autora habla de su entrenamiento como actriz y, más tarde, como bailarina india clásica. Habla de un par de obras para niños en los que representó papeles del folclore indio y, estoy segura de que una de las que describe es el Ramayana y que ella interpretó a la gran Sita. Secuestrada por Ravana y rescatada por un mono. Sounds about right. (El Ramayana es la única cosa que he leído de literatura clásica hindú y este es el momento en el que les confieso que, la verdad, Ram no se merecía a Sita, era mucha mujer para él). Me resonó mucho toda la historia y me gustó. Lamentablemente, el final queda abierto porque así es la vida y así son las memorias. No hay finales tal cual. Así que ahora estoy desesperada por conseguir The Turkish Lover para seguir averiguando más cosas de esta gran escritora que hoy no dudo en recomendarles.
Fue parte de mi maratón #GuadalupeReinas2018 (que ya acabó hace varios días, el día del aniversario de Libros b4 Tipos) y la verdad es que me alegro de haberlo leído. Para ustedes también super recomendado.