Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
Mostrando entradas con la etiqueta Eragon. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Eragon. Mostrar todas las entradas

miércoles, 20 de enero de 2016

Como (no) escribir un libro de fantasía

Ya saben, yo siempre ayudando a la comunidad a hacerse rica mientras pierde la dignidad publicando libros malos. Ya saben como escribir el próximo best-seller de novela romántica y cómo escribir una distopía que todo el mundo lea, supongo que ha llegado el momento que me meta con el género preferido de mucha gente: ¡la fantasía! ¿Quiere publicar una novela fantástica que venda muchos ejemplares, sea carente de originaliad y tenga una trama sin núcleo? ¡Este es el lugar perfecto! Lo único que tiene que hacer es seguir estas simples instrucciones y todo irá viento en popa. La única advertencia es que tu dignidad se podría enojar mucho por verse seriamente afectada

¿Empezamos?


1. Primero, en un libro fantástico necesitas un mundo nuevo fresco y original. ¡Pero, ey! ¿Qué te crees? No demasiado original. Mira, mejor no pienses mucho para no quebrarte la cabeza, haz un mundo medieval y ya. Príncipes, princesas, emperadores, espadas y caballeros. A todo el mundo le gusta eso, ¿por qué tendrías que añadir algo más? Eso sí, asegúrate que tenga magia suficiente y criaturas extrañas. No te preocupes por crear nada nuevo que eso la gente no lee, puedes poner elfos, dragones, enanos barbones y malhumorados y... no sé, trolls. Eso siempre funciona. Recuerda responder que no cuando te pregunten si plagiaste a Tolkien.


2. ¡Conflicto! Necesitas un problema en tu mundo fantástico, no todo puede ser tan idílico como aparenta. Puedes tirar, por ejemplo, de un rey malo, o un emperador malo, o un reino conquistado y subyugado a un pueblo bárbaro y sangriento. Pero bueno, no creas que hay tan pocas opciones, que si no el mercado estaría ya saturado. No. También puedes decir que la magia está muriendo y que tu protagonista es el elegido para salvarla o tirar de alguna profecía que diga que tu protagonista evitará el fin del mundo/civilización/imperio/etcétera. Recuerda que tu protagonista no puede saber nada, todo le tiene que caer de casualidad encima. 

3. Hablando de protagonistas, bueno, vamos a eso. Pongamos... un chico (también puede ser una chica, pero recuerda que en esos mundos medievales las chicas no eran tan libres y llevaban unos vestidos incomodísimos), entre la adolescencia y la juventud, tampoco tan pequeñito. Pero no tan viejo porque eso no atrae a absolutamente nadie. Sobre su personalidad, hazlo lo más llorón e irritable que puedas, también un poco rebelde, capaz de meterse en todos los problemas del mundo pero, en esencia, un buen chico. Si es huérfano y vive con sus tíos, que lo protegen de todo, mejor que mejor. Y cuándo te pregunten si no te plagiaste Star Wars, responde que no, por si acaso.


4. Para que tu protagonista se convierta en el héroe perfecto, hazlo el último caballero de una orden de caballería que sólo admite a los mejores, o el último poseedor de un dragón, o el último mago de una orden que se ha visto exterminada. Algo así, vamos. A la gente le gusta eso. No te olvides de usar el viaje del héroe, calcado, sin ninguna modificación. Eso te garantizará éxito inmediato.

5. Para completar el elenco de personajes, no te olvides que todo héroe necesita un maestro. Que sea sabio y misterioso, de pasado desconocido y que entrene a tu protagonista. También necesitas alguna clase de interés amoroso y ese obviamente será una chica adelantada a su época medieval..., pero no tanto, no vayas a exagerar. Que no sea una damisela en peligro a toda regla, pero tampoco que sea mejor que nuestro héroe, lo que queremos es que él brille. Y, finalmente, el villano al que hay que derrotar: oscuro, malvado, con motivos para ser más malo que Hera cuando Zeus le pone el cuerno por milésima vez que no conocemos y que tampoco te vas a molestas en explicar. ¿Darle un trasfondo al villano? ¿Pero qué es eso? ¿Se come?   


6. No te olvides de los deux-ex-machina para salvar a tu protagonista al final si no sabes como hacerlo y de meter una gran revelación, aunque esta sea forzada. Por ejemplo, que el villano es el padre del protagonista o que el maestro es el padre del protagonista o que la mamá del protagonista estuvo enamorada del villano pero no tuvo hijos con él, o yo que sé. ¡Hay tantos giros interesantes que puede usar hoy en día! (Responde que no cuando te vuelvan a preguntar si te plagiaste Star Wars).  

7. Finalmente, aderézalo todo con una narración insufrible, llena de explicaciones innecesarias y descripciones detalladas de todas las piedras que pisa el protagonista. Pon un poco de mal desarrollo de personajes, le agregas diálogos robóticos y algunos problemas clichés al viaje del protagonista (robos, mal entendidos, etcétera). ¡Ya tienes tu novela lista para publicar! Casi cualquier editorial estaría feliz de publicarla, pero en caso de que no, más te vale que mami y papi sean editores y te editen ellos mismos. Después, vende los derechos cinematográficos lo más pronto que puedas para que hagan una película mala de tu obra maestra y espera a que el dinero llegue.