Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
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martes, 8 de septiembre de 2020

Especial de mujeres cuentistas | Reseñas

Revisando el otro día libros que había leído y que me habían gustado pero de los que nunca había hablado aquí porque me habían faltado las ganas o el tiempo, me encontré con tres millones de libros. Bueno, esa es una exageración, pero se entiende el asunto. Mi ritmo de lectura es un ritmo muy frenético para el blog, sobre todo considerando que escribir para él no es lo único que hago y que últimamente me lo he estado tomando mucho más en paz que en otros tiempos. En algún momento de mi vida estudiantil era capaz de sentarme un día a la semana, escribir tres entradas y seguir con mi vida. Y así todas las semanas. Me quedaba tiempo para leer, escribir, tener una no tan buena vida social (estudiaba por la tarde, salía a las seis los viernes como muy temprano y todavía iba de una de la tarde a siete los sábados al francés), así que no estaba mal. No me quejo: ese ritmo frenético hizo del archivo del blog algo enorme y ese archivo le permitió tener el tráfico que tiene hoy en día. 

Pero muchos libros se quedaron en el tintero aún así y ni con las 700 entradas que se cumplen con esta voy a terminar de hablar de ellos. ¡Pero no se preocupen! Tengo varios proyectos y especiales planeados justo para ir solucionando esto. Lo de hoy son las mujeres cuentistas. Supongo que ya saben que una de mis escritoras favoritas (dentro del realismo, por cierto) es Carson McCullers. Si me preguntan por ella les voy a decir que es la cuentista norteamericana por excelencia. La reseña de El aliento del cielo es una de las más viejas del blog que no me dan pena. Desde entonces otro montón de cuentistas (de géneros diversos) ha pasado por mis manos, así que hoy vamos a hablar de unas pocas de ellas.

Mi vida querida, Alice Munro

Sinopsis: ¿Bastan un beso robado, un salto desde un tren en marcha, la sombra de una mujer que me rodea alrededor de una casa, una borrachera de media tarde o las preguntas arriesgadas de una niña para conformar un mundo que se baste a sí mismo y cuente la vida entera? Si quien escribe es Alice Munro un simple adjetivo sirve para cruzar las fronteras de la anécdota y colocarnos en el lugar donde nacen los sentimientos y las emociones.La gran autora canadiense nos sorprende de nuevo con Mi vida querida , una colección de cuentos donde vemos a hombres y mujeres obligados a traficar con la vida sin más recursos que su humanidad. Comienzos, finales, virajes del destino... y de repente, cuando creíamos queel relato llegaría a su obvia conclusión, Munro nos invita a dar otra vuelta de tuerca que cambia el fluir de los acontecimientos y emociona al lector, mostrando hasta qué punto esa vida cotidiana que tanto nos cansa puede llegar a ser extraordinaria. 

Lo que se me quedó después de tantos años de haber leído a Alice Munro, haber dicho "a ver cuándo leo otro libro de ella" y jamás en la vida haber cumplido (es muy difícil cuando en el mundo quieres leerlo todo) es su extrema sensibilidad al hablar de la vida de las mujeres. Siempre tiendo a orbitar en torno a las autoras (especialmente en la ficción) por que narran desde su mitad del mundo y del cielo y no hay mujer igual a otra. Para mí leer de mujeres escritas por otras mujeres no va tanto de buscar identificación sino de conocerlas (aunque lógicamente siempre encontraré alguna con la que me identifico). El caso es que, con Alice Munro, que leí justo después de emborracharme de Carson McCullers me encontré todas mis cosas favoritas de las (énfasis en las) cuentistas de Estados Unidos y Canadá (si a veces hablo de esos países sin tirarles caca, sorpresivo). 

La prosa sencilla y al grano, pero nunca estéril. La capacidad de reflejar sentimientos complicadísimos en unas cuantas frases y hacerte entender a qué se refieren, aunque sean cosas que no hayas sentido, que no te reflejen y que no vayas a sentir. Me pasa eso muy seguido eso en los cuentos de Alice Munro. Supongo que tiene sentido que le hayan dado el Nobel (aunque no es que confíe tanto en él porque me ha dado tantos disgustos como alegrías). Bueno, si les gusta leer de la vida doméstica (en general) de las mujeres, este es probablemente su libro.

Ningún lugar semejante, Nadine Gordimer

Sinopsis: Esta selección de relatos realizada por la propia autora, personalidad activa en la lucha antiapartheid, es reflejo vivo de la evolución de las actitudes sociales en África. En su escritura, a la vez fría y apasionada, destaca la precisión del gesto y de la palabra y la maestría con la que desvela las reacciones más íntimas del individuo. Para esta mujer fascinada por el relato breve, éste «...sucede, en el sentido imaginativo del término. Escribirlo es destilar... la gota vivificante —sudor, lágrima, semen, saliva— que hará arder la página». 

Lo que más recuerdo de Ningún Lugar Semejante (seguro lo leí el mismo año que a Munro, porque hubo un momento de mi vida en que tuve sincero interés por conocer a los ganadores del Nobel, nada más por saber) es su retrato del apartheid sudafricano. Me tardé mucho más en leerlo y no puedo decir que sea de mis favoritos, pero sí es una lectura que valoro bastante. Entre las cosas que retrata hay algunos cuentos de Nadine Gordimer que remiten a la esperanza y en el retrato tan cabrón de las desigualdades creo que eso es algo que nunca debe perderse.

Además que son cosas que hacen las mujeres. Muchas veces la literatura realista (y no solo esa) suele estar secuestrada por la violencia y la crudeza. Increíblemente (si lo sabe yo, que tengo todo un ensayo sobre retratar a violencia dentro de la literatura de género aka la especulativa) es posible hacer eso y aún así ser sensible y al menos eso sí recuerdo con claridad que Nadine Gordimer lo logra. Ella fue la primera autora (y creo que hasta el momento la única) autora sudafricana que leí. También de las primeras africanas. Desde que la leí he vuelto varias veces al continente porque es algo muy variado y su literatura esconde muchas cosas maravillosas.

Pelea de gallos, María Fernanda Ampuero

Sinopsis: Pelea de gallos narra desde diferentes voces el hogar, ese espacio que construye –­o destruye– a las personas, aborda los vínculos familiares y sus códigos secretos, las relaciones de poder, el afecto, los silencios, la solidaridad, el abuso... Es decir, todos los horrores y maravillas que se encierran entre las cuatro paredes de una casa: el espanto y la gloria de nuestras vidas cotidianas. 

De los que salgan en esta entrada, esta es la lectura más reciente. Y la única que hice en el 2020. Ya lo traía recomendado de una amiga y tengo un interés especial por las escritoras latinoamericanas. Si están aquí y no son nuevos, seguro ya conocen mi bias con ellas. Bueno voy a retomar un poquito lo que dije arriba y a retomar el punto en el que hay literatura que vive secuestrada por la violencia (en el sentido que es uno de los únicos retratos que se permiten y que son aplaudidos y que ganan premios), pero además es una violencia muy específica la que se retrata (el narco es un favorito) y es además un retrato bastante... soso. En ese sentido, las aproximaciones de las escritoras a estos temas me llaman la atención porque suelen tener algunas otras cosas y no sólo devastación, porque para eso me siento a ver las noticias mejor

Pelea de Gallos abre con un cuento llamado Subasta, que me gusta mucho y me impresiona también mucho por la voz que lo narra. Me encanta la burla de su voz cuando descubre que a los hombres machitos que iban a ver las peleas de gallos les daban asco las visceras de los animales, me gusta todo ese trasfondo que tiene ese cuento sobre supervivencia. El otro que me gusta mucho (aunque la mayoría me parecieron buenos) es Pasión y es porque me gustan las reimaginaciones de las cosas mitológicas/religiosas desde otros ojos y otras perspectivas (las de las mujeres), especialmente si además de todo ofenden al status quo. Pasión, si adivinan, sigue a María Magdalena. 

Pero bueno, les recomiendo leer a María Fernanda Ampuero, ecuatoriana. Sus cuentos sin duda me dejaron con los pelos de punta, pero también me encantaron.

Estío y otros cuentos, Inés Arredondo

Sinopsis: Antología de cuentos de la escritora sinaloense Inés Arredondo, verdadera escritora de culto y una de las autoras más interesantes de la llamada “Generación de medio siglo”, a la que también pertenecen figuras como Juan García Ponce y Salvador Elizondo. La antología recoge los mejores cuentos de las tres colecciones de relatos que la autora publicó en vida. La curaduría y prólogo corren a cargo del también sinaloense Geney Beltrán Félix, uno de los jóvenes críticos mexicanos más importantes de los últimos años. 

Este lo leí por una recomendación de Ale (canal Sputnik en youtube) hace muchos años. En ese entonces todavía existía una biblioteca digital a la que podías pedirle libros y esas cosas (no como ahora, que ya no). Yo recordé su existencia porque hace poco lo encontré en bookmate y recordé haberlo leído. Cuando lo hice, en un préstamo de biblioteca, me quedé fascinada con la prosa de Inés Arredondo. Escribir cuento es algo que me parece super díficil (en cualquier género) y que no cualquiera logra con facilidad, pero los cuentos de Inés Arredondo me atraparon en un momento.

Ella es una escritora sinaloense (siempre he querido hacer un mapa de qué estados de México ya he leído, algún día será ese día, pero no hoy). Se las recomiendo mucho. Me interesa mucho rescatar a las autoras mexicanas que no son tan recordadas e Inés Arredondo es una de esas que me interesaría ver más mencionada en todos lados con sus cuentos, así que aprovecho para recomendarla por aquí. Sus cuentos abordan mucho a las mujeres, a sus pasiones, a lo doméstico (eso que nos puede parecer tan mundano pero es un universo entero que se transforma bien cañón con el poder de la literatura). Recomendada, por supuesto.

La culpa es de los tlaxcaltecas, Elena Garro

Sinopsis: Los relatos de La culpa es de los tlaxcaltecas, son historias al mismo tiempo inquietantes, aterradoras y bellas en las que la existencia y la inocencia de sus personajes se llenan de grietas por donde se cuela, cegadora, una luz que profana y desvanece la realidad, la verdad fatua de la humanidad. Son seres que se sumergen en un sueño para no regresar nunca a la vigilia. Elena Garro demuestra con esta obra que la lucidez poética es un antídoto contra los dogmas de la razón, que la locura no es otra cosa sino exacerbada conciencia. Su prosa la ubica como escritora única en la escena de la literatura mexicana del siglo XX, como una presencia a veces incomoda que desde su mirada escéptica y transgresora se acerca a una reflexión sobre la vida, donde se percibe, mas que comprensión, sensibilidad metafísica. 

La culpa es de los tlaxclatecas lo leí antes de tener Kindle y fue uno de los primeros libros que conseguí digitales (porque además, que yo sepa o tenga conocimiento, cuando yo lo leí estaba descatalogado y la piratería o las librerías de viejo eran la única oportunidad de leer este libro, a saber el panorama de ahora). Elena Garro me cautivó. O sea, cómo chingados no, usando como usa el lenguaje. Elena Garro atrapa mucho y después de leer este libro juré que un día leería Los recuerdos del porvenir (algún día significa que iba a dejar que su día llegara y recién llegó este 2020).

El cuento que le da título al libro, por cierto, es mi favorito. Por sí les carcome la duda y querían saber. No hay duda de que Elena Garro es una de las mejores exponentes de la literatura mexicana en el mundo (y siempre me pregunto qué pudo haber sido si no hubiera tenido a Paz detrás) y se la recomiendo a quien se deje. Especialmente si hablamos de literatura del país (y si sale en el tema el realismo mágico, tengan por seguro que no me voy a callar). Lean a Elena Garro. No la reeditan y es una de las mejores escrituras del mundo (así que no se crean esa tontería de que a los buenos escritores siempre los reeditan). Léanla para que se siga platicando en torno a su obra y siga teniendo otras lectores.

No sweetness here and other stories, Ama Ata Aidoo

Sinopsis: In this short story collection, the award-winning poet and author of Changes and Our Sister Killjoy explores postcolonial life in Ghana with her characteristic honesty, humor, and insight. A house servant wonders what independence means in a country where indoor plumbing is still reserved for bosses. A brother tracks down his runaway sister only to find she has become a prostitute. In the title story, a bitter divorce turns tragic when the couple's only child dies of a snake bite.
(Si alguien necesita la traducción, que me lo comente aquí abajo para ponerla).

Bueno, esta es la lectura de esta entrada que no está traducida. Común. Tengo la gran ventaja de leer en inglés también y entonces conozco autoras que por unas o por otras no están traducidas al español y que publicaron en inglés porque ese es uno de los idiomas que hablan (esto del Imperio Británico en el mundo se nota) o porque están traducidas a ese idioma (cosa rara porque en inglés no se traduce demasiado).  Ama Ata Aidoo escribe historias ambientadas en la Ghana poscolonial desde diversos ejes, como ya lo menciona la sinopsis.

Este es un libro que además leí con muchas pausas. Se presta para ello. (Leer no siempre tiene que ser una carrera y por más que yo necesite tener un libro en las manos, hay libros que se van más rápido que otros). Puedes ir con los cuentos uno a uno para disfrutarlos bien. Son todos muy diferentes pero el hilo conductor de la antología es claro (no hay nada que me vuelva más loca que ver una antología con un concepto y no entender dónde está el concepto).

Si quieren leer a alguna autora africana y leen en inglés, no duden echarle el ojo a Ama Ata Aidoo.

Quién no, Claudia Piñeiro

Sinopsis: Este volumen reúne todos los cuentos y textos breves escritos por la autora a lo largo de los años, donde va dando cuenta de los temas que siempre le interesan: los secretos familiares, las cosas no dichas, los silencios, las relaciones de pareja y entre padres e hijos, las dificultades de comunicación en nuestra sociedad, los miedos que se ocultan en todas las personas, y también los miedos que afloran sorpresivamente y nos llevan a situaciones impensadas. Textos que tocan esa zona que todos compartimos, en la cual somos siempre un poco raros para los demás.

Bueno, este es el último. ¡Juro que ya acabé! (Es que esto de tener backlog de reseñas que quieres hacer, aunque sea pequeñas, es la muerte). Claudia Piñeiro es una escritora que me cae bien (como persona, leyéndola tengo opiniones variadas). Creo que su fuerte es siempre cuando me hace reír. Todavía leo Tuya y me carcajeo muy seguido con la estupidez de prácticamente todos sus narradores (muy obvia y muy adrede). Así que, lógicamente, los cuentos que más me gustan de esta recopilación (que es la única de estas que no considero redonda) son, obviamente, los que me dan por el lado de la risa. También me gustan las situaciones raras (el de las dos maletas, que no recuerdo el título, me encanta).

La recomiendo porque me parece una autora argentina importante y creo que sus cuentos son una buena manera de conocerla. Puede que no todos sean mis favoritos, pero sí tiene cuentos que representan muy bien su escritura y si de aquí quieren pasarse a las novelas, pues mejor que mejor. Claudia Piñeiro es una recomendación si les gusta la novela negra: tiene mucho material en ese sentido.

¡Ahora sí! ¡Nos vemos en la próxima entrada! Si leen alguna de las recomendaciones hechas por aquí, pueden comentarlo y contarme qué les pareció. Igual si ya han leído alguna, etc. 

lunes, 27 de abril de 2020

Los recuerdos del porvenir, Elena Garro | Librosb4tipos

Sinopsis: Los recuerdos del porvenir (1963), galardonada con el Premio Xavier Villaurrutia el mismo año de su publicación, es la novela más reconocida de la también dramaturga mexicana Elena Garro (1916-1998). En 1968 fue llevada al cine por Arturo Ripstein. A la voz de Ixtepec, narrador omnisciente y omnipresente, se suman las de los habitantes del pueblo para contar su desencanto con el orden impuesto después de la Revolución mexicana y su desgracia por la Guerra Cristera. Las historias del general Francisco Rosas, de las familias pudientes del pueblo, de Isabel, Juan y Nicolás Moncada, de la beata Dorotea, del forastero Felipe Hurtado, de la enigmática Julia o de Juan Cariño dan cuenta del destino trágico de un pueblo que ha renunciado a la ilusión.

Uy, quiero hablarles de muchas cosas, a ver si me alcanza el espacio. Voy a empezar con la colectiva de Librob4tipos (de la que formo parte) donde 13 mujeres mexicanas nos dedicamos a darle promoción al trabajo de las autorAs, con A. Leemos un libro mes de una mujer, con una temática específica y funcionamos como club de lectura. Los libros se discuten al final del mes con una transmisión en vivo en youtube en alguno de nuestros canales (aquí es cuando descubren que tengo un canal en youtube que alberga, exclusivamente, esos lives). Este mes de abril lo dedicamos al realismo mágico (puesto que 2020 es un año dedicado a la literatura latinoamericana de la imaginación, a la ciencia ficción, a lo imposible que llamamos ALImaginaria). Uno de los grandes géneros en América Latina es, precisamente, el realismo mágico. Por supuesto teníamos una cita muy pendiente con Elena Garro y con este libro. Y así es como por fin me puse a leerlo. Pasada esa historia, vamos a hablar un poco del libro (y cuando digo un poco, supongan que por supuesto es una mentira porque yo tengo mil cosas que decir sobre el libro).
 

Es una lástima que la reseña no pueda ser: ESTE LIBRO ME DEJÓ PELONA. Otra opción: LA MEJOR NOVELA ESCRITA EN MÉXICO EN EL SIGLO XX. Cuando digo lo anterior, no estoy exagerando. Con mi criterio de lectora con opiniones, para mí este libro está junto con El llano en llamas entre los mejores libros escritos en México en el siglo XX (y no los estoy comparando, El llano en llamas de Juan Rulfo es El llano en llamas y no tiene que pedirle nada a nadie de la misma manera que Elena Garro y Los recuerdos del porvenir no le deben nada a nadie, aunque a la segunda viven comparándola con todos los escritorOs de la época y de Juan Rulfo existe más o menos un consenso entre los literatos infumables de la academia que era un maestro; por qué será). Los recuerdos del porvenir es magistral como libro de realismo mágico. (El público, anotando: esto va a salir en los mejores libros de 2020 para Nea... y la neta la neta sí). 

Por sus páginas se dan cita la historia del General Fransisco Rosas, la querida Julia, la familia Moncada (especialmente Isabel), Felipe Hurtado y un montón de personajes que habitan en Ixtepec. Familias de abolengo caídas en la desgracia gracias a la revolución (ni que no lo merecieran) comparten páginas con la revolución medio muerta, dando sus últimos batacazos al tiempo que traicionaba los ideales de Zapata y le regalaba tierras a idiotas devenidos en caciques (léase: Rodolfito entre las páginas de la novela) para arrebatárselas a los que en Ixtepec llamaban "indios".  (Luego la revolución también trató de traicionar su ideal más básico: el antirreleccionismo, cuando a Obregón le dio por andar queriendo ser presidente de nuevo, pero esa es otra historia que ni viene en el libro y que voy a contarles por ahí en otra ocasión). 


Los recuerdos del porvenir hace evidente lo turbulenta y complicada que fue la historia de la Revolución Mexicana (nada tan simple como me lo contaron la primera vez en la primaria: al final todos los caudillos se mataron entre todos y los que se quedaron se agarraron al poder como bien pudieron) y cómo todo ese momento en nuestra historia le dio paso a la Guerra de los Cristeros (de la cual no me acuerdo tanto como quisiera, así que no voy a andar jugándole al vergas y no me las voy a dar de sabihonda de la historia). Mi papá odia a los cristeros. Y esto es relevante porque la novela los menciona y yo la leí en voz alta para la familia y dos de cada tres veces que mi papá estaba despierto (asuman que no leyó realmente ni la mitad del libro) me interrumpía para dar su clase magistral de por qué los odiaba. Bueno, importa para mi experiencia de lectura del libro: yo de lo que quería hablar fue de la lectura en voz alta de lo que escribió Elena Garro y la fuerza que tiene. La manera que habla de las palabras, del tiempo y del mundo.
Una generación sucede a la otra, y cada una repite los actos de la anterior. Sólo un instante antes de morir descubren que era posible soñar y dibujar el mundo a su manera, para luego despertar y empezar un dibujo diferente. Y descubren que hubo un tiempo en que pudieron poseer el viaje inmóvil de los árboles y la navegación de las estrellas, y recuerdan el lenguaje cifrados de los animales y las ciudades abiertas en el aire por los pájaros. 
Además, Los recuerdos del porvenir está llena de mujeres (que a veces en las Grandes Historias™ de los señores se ven relegadas a lo doméstico, que es todo un universo en sí mismo y que los hombres suelen olvidar... porque no les parece ni importante, pero bien que comen los cabrones todos los días) porque así es la historia: atascada de mujeres por todos lados: enfrascadas en lo doméstico, engañando generales y coroneles entre las paredes de su casa, encerradas en los cuartos de un hotel, queridas de los altos mandos del ejército (robadas y no, desgraciadas y no), prostitutas. Las mujeres pueblan las páginas de Los recuerdos del porvenir y hacen su voluntad por las páginas del libro. 

Me encanta el personaje de La Luchi y también Isabel Moncada. Una de mis favoritas es Dorotea, pero también me encantan los pedazos que ahondan en Conchita. Hay un pedazo que me encanta donde, muy irónicamente, se burlan de los hombres que se la pasan la vida diciendo que las mujeres son unas habladoras mientras ellos no se callen (y es que hay hombres que no saben ni llamarse al silencio ni escuchar: la premura con la que saltan a explicarte temas en los que eres experta en el internet porque no pusieron atención es muestra perfecta de ello). Bueno, les dejo el fragmento acá:
"¡En boca cerrada no entran moscas!" Aquella frase repetida a cada instante marcó su infancia, se interpuso entre ella y el mundo, formó una berrera infranqueable entre ella y los dulces, las frutas, las lecturas, los amigos y las fiestas. La inmovilizó. Recordaba a su padre y a su abuelo hablando sobre lo insoportables que eran las mujeres por habladoras y repitiéndosela a cada instante y así los juegos terminaban antes de empezar. "¡Chist! ¡Cállate, recuerda que en boca cerrada no entra mosca!" Y Conchita se quedaba de ese lado de la frase sola y atontada, mientras su abuelo y su padre volvían a habar interminables horas sobre la inferioridad de la mujer.
Y bueno, ya me extendí muchísimo (cuando no, sería milagro), así que nada más les reitero la invitación a ver el en vivo que haremos en Librosb4tipos en el canal de Libros con Pato el 2 de mayo a las 4PM hora central de México. Aquí les dejo el cartel para que no se lo pierdan (y ya que pase el hangout saben que suelo insertárselos en la entrada). 


Les recomiendo mucho el libro: cuando digo que es una de las mejores (si no la mejor) novela escrita en México en el siglo XX no exagero. Elena Garro es una autora magnífica y Los recuerdos del porvenir una novela que quita el aliento. No miento: me dejó pelona su final. Es un magnífico exponente del realismo mágico. Además es un libro muy fácil de encontrar en digital (en físico no les digo: las ediciones se agotan y las reimpresiones no más no llegan). 

martes, 12 de abril de 2011

Nínive


"…porque yo tuve que viajar y viajar siglos arriba, para encontrarte a ti, que eras la memoria de mí misma y la memoria del amor, pues tú guardaste todos los besos y los verbos amorosos que se han conjugado, para venir a decírselos a Clara, que por fin te encuentra en algún recodo del tiempo."

En la obra “La señora en su balcón” de Elena Garro, que trata sobre Clara, sentada en un balcón, mirándose a sí misma, reflexionando sobre su vida y recordando los momentos más significativos de su infancia, se idealiza a Nínive –una ciudad antigua cuyo nombre le presenta el Profesor García- como la felicidad, la vida perfecta, lo que más deseas.

Clara, huye de todo para buscarlo –del Profesor García, de Andrés que le propone matrimonio, de Julio- sólo para buscar a Nínive: para irse por los siglos y la memoria, por caminos de oro para encontrar a Nínive Plateada, con sus escalinatas…, sus templos, sus estatuas, sus columnas. Una vez cree hallarlo en Andrés, y sin embargo, huye de él. Otra vez cree hallarlo en Julio y como dice “yo contigo creí que era para siempre”, también termina huyendo es busca de su felicidad.

Nínive en la historia representa la felicidad la vida perfecta.

¿Cuál es su Nínive?