Sinopsis: María José se ha mudado de casa, cambio que viene acompañado de su
adolescencia: el gusto por los chicos, nuevos sentimientos,
inseguridades, cambios en el cuerpo… y de la despedida de Julio Pirata,
con quien compartió parte de su infancia y de quien estuvo enamorada sin
ser correspondida. María José escribe una carta muy larga a este chico;
con una mezcla de tristeza, alegría y humor, narra experiencias de su
vida antes y después de mudarse, antes y después de descubrir su nuevo
cuerpo.
Los coming-of-age son mi género favorito de decir que gracias a diosito en el que no creo ya no soy adolescente y crecí. Ya pasé por esa edad, no más confusiones pendejas, no más sentirme fuera de lugar todo el pinche rato, no más no entender chistes cochinos como María José, no más que se rían de ti porque no los entiendes, no más tardarte años en captar los dobles sentidos. No más no encajar sin darte cuenta de que en realidad nadie encaja. Eso fue mi adolescencia. Un caos. Territorio de guerra, nada más que sin bombas. Me gusta ahora verlo desde la distancia, encontrar todos esos libros que me hubieran hecho sentir comprendida en el caos. Me viene pasando desde el día en que fui consciente de que ya no era adolescente y que el caos se había callado un poquito.
Leer Mary Jo me recordó a mi experiencia cuando leí Frankie y la boda de Carson McCullers (que viene al final de El aliento del cielo). Las historias tienen cosas en común pero no creo poder compararlas. Sólo puedo compararme a mí leyéndolas y entendiendo muchísimas cosas sobre mi yo del pasado. Qué bueno que ya no soy Nea adolescente, oigan. (Pero como apenas tengo veinticuatro y este blog se acerca a los once años, se imaginaran que aquí quedan muchos resquicios de esa persona que fui). En fin, ahora sí, vamos a hablar de Mary Jo.
Es un libro que es una carta (dirigida a Julio Pirata) escriba en primera persona. Al principio es muy claro que Julio es una persona importante para Mary Jo. O lo es su recuerdo, porque también es muy claro desde el principio que Mary Jo está apelando a todos los recuerdos que tiene y que los está rescatando. En fin. Ahí para ponerlos en contexto.
Me gusta también porque es algo testimonial. Es una niña y luego una adolescente la que va recontando poco a poco sus recuerdos. Como los ve y va dándoles vueltas y vueltas hasta entenderlos y entender sus sentimientos. Entender el amor, entender por qué se siente traicionada por Julio, Julio Pirata, pero entender también por qué es tan importante en su vida. Me cae muy bien Mary Jo y como Ana Pessoa pone todos sus sentimientos en el texto.
No creo necesariamente que sea necesario traducir todo a un español neutro por respetar "el origen de los personajes". Me parece más bien que es una decisión de mercadotecnia. Las editoriales grandes que distribuyen en todo el mundo hispano no van a ir adaptando traducciones para todo el mundo. La cosa no es sólo "una traducción para España y otra para Latinoamérica" porque en Latinoamérica no se habla igual en todos lados. Lo sé. Yo sé que el doblaje los hizo pensar diferente (y aún así hay cosas que se adaptan). Entonces lo entiendo. Completamente. Son muy raros los libros que tienen ya si quiera traducciones dobles y eso siempre pasa porque son distintas casas editoriales las que se quedan con los derechos. Por ejemplo, yo leí Quién teme a la muerte de Nnedi Okorafor en la traducción de Raquel Castro y Alberto Chimal que está en Océano y que se vende en México, pero en España se publicó más tarde de la mano de Crononauta, traducido por Carla Bataller Estruch. A lo que voy es que las traducciones "neutras" no las veo más que como una decisión de mercadotecnia y nada más. Traducir es difícil. Y ninguna es neutra, nunca, jamás.
Aprovechando ya el tema, Paula Abramo es la traductora de este libro y se ha llevado algunos premios por ello. Quiero tomarme el tiempo de reconocer su labor en la entrada. Ana Pessoa escribe el portugués y yo de portugués sé dos palabras y entenderlo si me hablan muy lento. No habría podido leer este libro sin una traducción a la mano, así que ya ven, es algo muy importante. Por su parte Ana Pessoa es portuguesa, nació en Lisboa y escribe desde los 10 años. Si la googlean eso van a encontrar.
Lean a Mary Jo. Su prota (Mary Jo) es una adolescente que me cayó muy bien y en quien identifiqué muchas cosas que pensé o que me pasaron. (Y qué tranquilidad verlo todo de lejos, en serio). Les recomiendo mucho el libro. Lo publica mi editorial favorita (El Naranjo) y también lo pueden leer en Bookmate.
Leer Mary Jo me recordó a mi experiencia cuando leí Frankie y la boda de Carson McCullers (que viene al final de El aliento del cielo). Las historias tienen cosas en común pero no creo poder compararlas. Sólo puedo compararme a mí leyéndolas y entendiendo muchísimas cosas sobre mi yo del pasado. Qué bueno que ya no soy Nea adolescente, oigan. (Pero como apenas tengo veinticuatro y este blog se acerca a los once años, se imaginaran que aquí quedan muchos resquicios de esa persona que fui). En fin, ahora sí, vamos a hablar de Mary Jo.
Es un libro que es una carta (dirigida a Julio Pirata) escriba en primera persona. Al principio es muy claro que Julio es una persona importante para Mary Jo. O lo es su recuerdo, porque también es muy claro desde el principio que Mary Jo está apelando a todos los recuerdos que tiene y que los está rescatando. En fin. Ahí para ponerlos en contexto.
Mary Jo es una historia de los primeros amores, esos que se van lento y se desvanecen lento. Es un carta de despedida y auto descubrimiento. Es el libro que le recomendaría a todas las adolescentes del mundo si las tuviera enfrente. Lean a Ana Pessoa, lean a Mary Jo.Grito: ¡No me dejes caer! Y no me dejas caer. Tus manos me toman de los los tobillos y no hay nada más perfecto que tus manos en mis tobillos. Tal vez el amor era eso, Julio Pirata
Me gusta también porque es algo testimonial. Es una niña y luego una adolescente la que va recontando poco a poco sus recuerdos. Como los ve y va dándoles vueltas y vueltas hasta entenderlos y entender sus sentimientos. Entender el amor, entender por qué se siente traicionada por Julio, Julio Pirata, pero entender también por qué es tan importante en su vida. Me cae muy bien Mary Jo y como Ana Pessoa pone todos sus sentimientos en el texto.
¡Además! Es un libro traducido a la perfección. Traducir es muy difícil y cuando se trata de traducir slang la cosa se hace más difícil. Cuando hablé de Punkzilla de Adam Rapp (publicado en México por el FCE) me tomé el tiempo de como gran parte del slang gringo del libro (ambientado durante el gobierno de George Bush y la guerra en Irak) había sido adaptado a expresiones que podían entenderse en México y eran características de nuestro español y me pareció un recurso muy interesante. Muchas veces el mundo ha pretendido venderme que se traduce en español neutro (un idioma que no veo que exista y que mucho menos tenga hablantes) y el 90% de las veces ese español neutro es sólo Español de España pero con menos modismos (y con todo: son bastantes) o una cosa que parece el español de México pero suena tan artificial que nadie diría las cosas así. No me quejo de las traducciones en España (no todas, al menos solo me quejo de las que les quitan el alma al libro cofcof PERCY JACKSON cofcof), pero a veces me encanta ver las traducciones en mi español y verle el alma a los personajes a través del lenguaje. Así que ese el tema de esta reseña.Eso eras, Julio. En mi cabeza tú eras el primer y el último hombre. Tú y yo acabaríamos juntos. Tú y yo seríamos novios y después prometidos y después nos casaríamos y después nos casaríamos más hasta llegar a viejos. Sería la historia normal de dos personas más o menos normales. Tú y yo hasta el final de la vida. Hasta la muerte. Más allá de la muerte. Hasta el siglo xxiii o xxiv.
No creo necesariamente que sea necesario traducir todo a un español neutro por respetar "el origen de los personajes". Me parece más bien que es una decisión de mercadotecnia. Las editoriales grandes que distribuyen en todo el mundo hispano no van a ir adaptando traducciones para todo el mundo. La cosa no es sólo "una traducción para España y otra para Latinoamérica" porque en Latinoamérica no se habla igual en todos lados. Lo sé. Yo sé que el doblaje los hizo pensar diferente (y aún así hay cosas que se adaptan). Entonces lo entiendo. Completamente. Son muy raros los libros que tienen ya si quiera traducciones dobles y eso siempre pasa porque son distintas casas editoriales las que se quedan con los derechos. Por ejemplo, yo leí Quién teme a la muerte de Nnedi Okorafor en la traducción de Raquel Castro y Alberto Chimal que está en Océano y que se vende en México, pero en España se publicó más tarde de la mano de Crononauta, traducido por Carla Bataller Estruch. A lo que voy es que las traducciones "neutras" no las veo más que como una decisión de mercadotecnia y nada más. Traducir es difícil. Y ninguna es neutra, nunca, jamás.
Aprovechando ya el tema, Paula Abramo es la traductora de este libro y se ha llevado algunos premios por ello. Quiero tomarme el tiempo de reconocer su labor en la entrada. Ana Pessoa escribe el portugués y yo de portugués sé dos palabras y entenderlo si me hablan muy lento. No habría podido leer este libro sin una traducción a la mano, así que ya ven, es algo muy importante. Por su parte Ana Pessoa es portuguesa, nació en Lisboa y escribe desde los 10 años. Si la googlean eso van a encontrar.
Lean a Mary Jo. Su prota (Mary Jo) es una adolescente que me cayó muy bien y en quien identifiqué muchas cosas que pensé o que me pasaron. (Y qué tranquilidad verlo todo de lejos, en serio). Les recomiendo mucho el libro. Lo publica mi editorial favorita (El Naranjo) y también lo pueden leer en Bookmate.
El último detalle del libro del que quiero hablar es de las ilustraciones de Bernardo Carvalho. Están impresas en azul (muy vivo) y me dan un toque especial a la historia. Las pueden ver también adornando la reseña y, por supuesto en la portada. Así que ya saben, después de tanta palabrería. ¡Lean Mary Jo!Imagínate: yo con un vestido y los labios rojos. Con el pelo enroscado hacia afuera o hacia adentro. No puedes imaginártelo, ¿verdad? Yo tampoco