Divagaciones de una Poulain
by Nea Poulain
Mostrando entradas con la etiqueta Cazadores de sombras: Los Orígenes. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cazadores de sombras: Los Orígenes. Mostrar todas las entradas

jueves, 22 de marzo de 2012

Menú de libros (XIII)



Primer tiempo
Graceling de Kristin Cashore
Forzando una sonrisa, que más parecía la mueca de una fiera enseñando los dientes, la miró con dureza y le espetó:
—¿De qué sirve una ejecución pública si la concurrencia se pierde la parte en que muere el convicto?

Segundo tiempo
La casa de los espíritus de Isabel Allende
—Te pueden matar —suplicó Blanca, abrazándolo.
—Me cuidaré —la tranquilizó Pedro Tercero—. No me quedaré mucho tiempo en el mismo sitio. Por lo mismo no podré verte todos los días. Espérame en el mismo lugar. Yo vendré cada que pueda.
—Te quiero —dijo ella sollozando.
—Yo también.
Volvieron a abrazarse con el ardor insaciable propio de su edad, mientras el burro seguía masticando hierba.

Tercer tiempo
Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez
—Es el diamante más grande del mundo.
—No —corrigió el gitano—. Es hielo.
José Arcadio Buendía sin entender, extendió la mano hacia el témpano, pero el gigante se la apartó. «Cinco reales para tocarlo», dijo. José Arcadio Buendía los pagó y entonces puso la mano sobre el hielo, y la mantuvo por varios minutos, mientras el corazón se le hinchaba de temor y de júbilo al contacto del misterio.

Postre
Ángel Mecánico de Cassandra Clare
—No se puede decir que certeza que sea una bruja —dijo Tessa—. Charlotte dice que no estoy marcada así como un brujo estaría marcado.
—Oh, usted es una bruja. Cuente con ello. Sólo porque usted no tiene orejas de murciélago… —Magnus vio a Tessa fruncir el ceño, y alzó las cejas—. Oh, no, tu no quieres ser una bruja, ¿verdad? Usted desprecia la idea.
—Nunca pensé… —dijo Tessa en su susurro—. Que yo fuera otra cosa más que humana.
El tono de Magnus no era insensible.
—Pobrecita. Ahora que sabes la verdad, ya no hay vuelta atrás.

domingo, 26 de febrero de 2012

Menú de libros (XII)



Primer tiempo
El Disco del Tiempo de María García Esperón
—Haré como dices, Dédalo —había contestado Aléktor con lágrimas en los ojos—. ¿Puedo hacerte una última pregunta?
Dédalo asintió con la cabeza.
—¿Para quién está destinado el mensaje del Disco?
—Para los dioses —contestó Dédalo— pata quienes se encuentren en el centro del Disco del Tiempo.

Segundo tiempo
Ciudad de los ángeles caídos de Cassandra Clare
Clary bajó la vista hacia su mano y volvió a levantarla, para mirar a Jace.
—No entiendo…
Jace abrió la mano y el cuchillo cayó al suelo con estrépito. Por un segundo dio la impresión de que iba a salir […] huyendo […]. Pero cayó arrodillado al suelo, llevándose las manos a la cabeza.

Tercer tiempo
El amor en tiempos de cólera de Gabriel García Márquez
Pero antes de que pudiera agradecerle la visita, él se puso el sombrero en el sitio del corazón, trémulo y digno, y reventó el absceso que había sido el sustento de su vida.
—Fermina —le dijo—; he esperado esta ocasión durante más de medio siglo, para repetirle una vez más me fidelidad eterna y mi amor para siempre.

Postre
Everlost de Neal Shusterman
Los rascacielos de las inmediaciones del centro de Manhattan habrían dejado sin respiración a Lief si hubiera tenido la costumbre de respirar. Pero la visión más maravillosa de todas era la de dos torres plateadas que vio brillando a la luz del alba cuando se aproximaban a la punta sur de la ciudad. […]
—No sabía que existieran edificios así —dijo Lief.
Allie lanzó un suspiró.
—No existen —dijo ella—. Al menos… ya no.
A Lief le pareció que la tristeza de la voz de Allie llegaba directa hasta el centro de la tierra.