Sinopsis: Aristóteles es introvertido y tímido. Dante es transparente y expresivo. Por motivos que parecen escapar a toda razón, estos dos chicos de diecisiete años se encuentran y construyen una amistad entrañable que les permitirá redefinir el mundo del otro y aprender a creer en ellos mismos para descubrir los secretos del universo. El escritor multipremiado, Benjamin Alire Sáenz, explora la lealtad y la confianza entre dos jóvenes que están aprendiendo a ser adultos en un escenario fronterizo tan mexicano como estadounidense. Juntos deberán crecer al mismo tiempo en que se adaptan a una sociedad que también está búsqueda, identidad.
Muy bien, creo que hacer un comentario crítico de este libro me va a costar trabajo porque, aunque me gustó y no dudaría en recomendarlo, reconozco sus puntos débiles y creo que debo decirlos. Sin embargo, ¿por dónde empezar el comentario?
Bueno, para empezar, los personajes. Ari es uno de los personajes mejor construidos que he visto en los últimos libros que he leído, con sus quince y dieciséis años a cuestas y sus contradicciones efectivamente adolescentes. Como voz narrativa, no deja que desear, pues al presentarlo todo desde su punto de vista, tenemos incógnitas sobre los demás. Hubo momentos en que, con todo y su adolescencia a cuestas, quise estamparlo contra la pared por toda esa confusión dentro de él, y todo lo que hacía mal. Pero creo que no puedes pedirle a un chico de su edad que sea maduro o lógico. A los quince años hay un festival de hormonas en el cuerpo y unas ganas de libertad que... ¡vamos! Ari es creíble.
Dante, por otro lado, es fácil de descifrar porque es expresivo, tan fácil de leer como una hoja de papel (aunque Ari a veces tampoco lo entiende). Es de ascendencia mexicana, pero debido a la forma en que lo criaron sus padres, nunca se ha sentido realmente alguien de ascendencia mexicana. Es incapaz de identificarse con la familia de su madre, se siente como un extraño. Es muy abierto, sensible y llora mucho, lo cual pone de nervios a Ari, más duro, peleonero y mucho más tímido y cerrado con sus cosas. Como nota al margen diré que ninguno de los dos pasaría por mexicano en México, por cierto.
Ahora bien, es de agradecer que, al menos, en un libro de este tipo, los padres no sean personajes apenas dibujados y al final resulten un estorbo hasta para el mismo escritor. Con unas cuantas características básicas, los padres de nuestros protagonistas son, de hecho, personajes relevantes para la trama y para el desarrollo de sus hijos. Bastante creíbles, con sus propios miedos, sus equivocaciones humanas y ese amor por sus hijos. Los demás personajes son meramente relleno, pero nunca están forzados y siempre tienen al menos una característica básica muy tonta para que los identifiques.
Ahora bien, ¿qué pasa con el resto del libro y por qué no le di cinco estrellas en Goodreads? Es un libro acerca de nada. Los personajes están en cierto escenario y hacen cosas. Hay dos momentos en lo particular que pueden ser clímax y gracias a los cuales los personajes se desarrollan a golpes (algo maravilloso), pero... el resto del tiempo, es acerca de la nada y de cierto descubrimiento adolescente. Fuera de la amistad de los dos personajes, no hay nada realmente que conduzca la trama a lo largo más o menos un año y algunos meses. Hay giros argumentales, sí, pero... viendo el libro en un conjunto, ¿hay una historia? No lo sé. Creo que hay dos personajes, realmente confundidos con su vida (algo más que natural viendo su edad) que son amigos y pasan por diferentes fases.
Su relación amistosa es real y el autor habla de cosas reales que suelen ocurrir entre los adolescentes. Cosas que, tarde o temprano, pasaron por la cabeza de todos. Sin importar que Ari y Dante sean unos raros. Es fácil identificarse con esa parte de ambos recordando tus propios años confusos, sobre todo con Dante.
Ahora, volviendo a la trama, sigo diciendo que para conducir un libro a bien puerto, no te basta sólo con poner dos personajes y hacerlos interactuar. Necesitas algo más grande que eso. Aunque hay dos giros abruptos en específico en la novela un par de veces, hay también cosas predecibles en todo el camino hasta el descenlace. Es uno de los pocos fallos que le veo a la novela y que creo que debió haber sido más cuidado.
Por otro lado, los diálogos son muy naturales, no suenan forzados más que en algunos pocos momentos, sobre todo cuando algún personaje da un discurso. Pero fuera de eso, con respecto a la naturalidad de los diálogos, cosa que valoro, por el realismo que le imprime a lo narrado, no hay ninguna queja. Mi única queja sobre eso es que a veces hay demasiado diálogo sin descripción alguna o narración alguna, por corta que sea, y eso lleva a la confusión si no llevas la secuencia de quien habla cada vez.
A pesar de todo eso, la recomiendo. Creo que retrata bien a los adolescentes, es realista con respecto a gran parte de las relaciones familiares,
ALGUNOS SPOILERS MENORES
Precisamente por esa falta de historia que se sentía, la segunda parte de las tres en las que dividí el libro, me aburrió. Yo dividí el libro en tres grandes partes: cuando Ari conoce a Dante, cuando Dante se marcha, cuando Dante vuelve. La segunda es hasta cierta parte predecible y hasta aburrida por algunos momentos. Ari, que es un excelente narrador, como personaje en solitario no tiene demasiado qué ofrecer; no sostiene él sólo todo el peso del libro. Al menos, sus padres y Dante rondan constantemente en el ambiente, y ayuda un poco.
Hay trama justo en esa parte (y sólo en esa) que están hechas para rellenar, sí. La parte de la chica con la que Ari se obsesiona un poco, en especial, no ofrece gran cosa y es finalizada abruptamente. Sólo se pinta el primer beso de Ari, la primera relación (si es que esa puede serlo) amorosa del chico. Lo que creo que en toda esa parte se pudo haber desarrollado mucho más de lo que de hecho se desarrolló, fue la relación de Ari con su familia y en especial con la situación de su hermano en prisión.
Al final eso se soluciona de una manera un poco más apresurada que las demás cosas, pero creo que está bien, en conjunto. No se intenta abarcar demasiadas cosas.
FIN DE LOS SPOILERS MENORES
Bueno, en general, como conjunto, el libro me gusto y lo recomiendo. Tiene sus fallos, por supuesto, pero creo que es un libro genial. Trata con mucha normalidad el tema de la homosexualidad en la época en la que está escrito, nada en ese sentido me pareció no forzado, ni absurdo, ni imposible. La trata con normalidad y, aunque es una parte muy importante del libro, por el desarrollo de Dante, especialmente; creo que no es, ni de lejos, lo más importante. Creo que la relación de Ari y Dante, en todo sentido, es muy real y es por eso que este libro se lleva una nota así de alta.